31/10/2000 

PALABRAS DEL DR. RAUL LAGO EN OPORTUNIDAD DE PARTICIPAR JUNTO CON EL PTE. BATLLE   EN LA INAUGURACIÓN OFICIAL DE LA PLANTA INDUSTRIAL LECHERA, BONPROLE

El Uruguay ha tenido una larga tradición en materia de producción lechera. Yo diría que desde el fondo mismo de la historia, con la inmigración de los que llegaron de Europa, precisamente: italianos, vascos, suizos y franceses. Y de ahí empezó a gestarse esta tradición, y ese sentido de la calidad y la intensidad de la producción láctea, que se fue generando a lo largo del siglo pasado y de principios de este siglo.

Tal vez, hay un período muy importante de inflexión que es la aparición de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche, allá por la década del 30, que marca realmente un cambio en muchos aspectos de la producción lechera.

Pero a pesar de esta larga tradición, de estas características de la producción uruguaya, hace escasamente poco más de 25 años, el Uruguay no tenía suficiente leche para aprendar la leche fluida que requería la población de Montevideo. Uno percibe lo que ha sido la evolución permanente, constante, de que transforma al Uruguay en un país que no podía cumplir con el abastecimiento de su población, a ser uno de los rubros puntales en la exportación de lácteos en general, realmente, vale la pena detenerse y analizar lo que esto significa.

Porque, sin lugar a dudas, aquí hubo mucha gente que contribuyó a que esa tradición se tradujera no sólo en calidad, en buena producción, en saber cómo hacerlo, sino también en incrementar el volumen, y el volumen en forma eficiente, generando las productividades más importantes que puedan realmente visualizarse en, tal vez, todo el sector agropecuario.