10/09/2000
GONZALEZ: ES IMPRESCINDIBLE
TRANSFERIR TECNOLOGIA AL SECTOR AGROPECUARIO
El Ministro de Ganadería,
Agricultura y Pesca, Ing. Agr. Gonzalo González, reclamó la perentoria
transferencia de tecnología al sector agropecuario y la formación de los
consiguientes recursos humanos. Al hablar en el acto de clausura de la
95a. exposición rural del Prado, el secretario de Estado trazó un
minucioso relevo de la situación de cada área del sector, así como de
los problemas que las afectan. El siguiente es el texto íntegro del
discurso del Ministro.
Señor Presidente de la República,
Señores Ministros de Estado, Señor presidente de la ARU, Señor
gobernador de Río Grande del Sur, Señor representante del Ministerio de
Ganadería de la República Argentina, Señor representante del Gobierno
de la Provincia de Santa Fé, Señores miembros del Cuerpo Diplomático
representantes de organismos internacionales, Señores representantes de
agremiaciones rurales del MERCOSUR, Señoras y Señores,
Hoy celebramos una exposición más de la Asociación
Rural del Uruguay, que representa la culminación de un año más de
trabajo en el agro.
Hoy tengo el privilegio de dirigirme a mis colegas
productores desde un puesto que trata de orientar lo que deberá ser la
política agropecuaria de este país. Que hoy es todavía mucho más
importante que eso, celebramos los 185 años del Reglamento Provisorio de
la Provincia Oriental para Fomento de la Campaña y Seguridad de los
Hacendados.
Hace 185 años nuestro General decidió poblar la
campaña, asentar gente en la tierra; ayudar a los más humildes y
fomentar la producción ganadera. Eso es lo que al día de hoy nos reúne,
porque a 185 años todavía estamos peleando esos problemas.
Nos ha tocado vivir una crisis profunda que, aunque no
lo queramos reconocer, tiene origen en la caída de las bolsas y el
debilitamiento de los mercados de nuestros productos. Tiene origen en la
devaluación de Brasil; tiene origen en los problemas climáticos; tiene
origen en una serie de cosas que entre todos debemos de marchar, para
poder solucionarlas.
No nos van a decir cuál ha sido este problema
traducido en leche, donde la leche en polvo descremada llegó en 1999 al
precio más bajo desde 1990, llegando a un valor de 1.175 dólares la
tonelada. También sabemos que los precios al productor han sido los más
bajos en el período '91-'99. Sabemos de los problemas de la disminución
de nuestras exportaciones hacia el Brasil, porque la leche en polvo y la
manteca bajaron, como consecuencia de eso, un 64 por ciento su valor.
Hemos tenido una merma, o vamos a tener una merma, en
el año 2000 del 10 por ciento de la remisión, y esto es el primer año
que cae la remisión de leche a plantas en los últimos 20 años de
producción lechera.
En la agricultura hemos tropezado con problemas
climáticos. Y las lluvias determinaron un brotado en las cosechas del
'97-'98, y las heladas tardías del '99, en la zafra del '99 al '2000,
generaron una pérdida en productividad que la situamos entre el 25 y el
30 por ciento. El maíz y el sorgo supieron soportar las sequías y los
excesos de agua y esto determinó una pérdida en productividad del 70 por
ciento. Los oleaginosos, víctimas de la sequía, pierden productividad,
pierden producción a un guarismo del 82 por ciento.
Los mercados han sido difíciles. El trigo ha sufrido
una pérdida en el precio FOB argentina del 12 por ciento en 1998 y 11 por
ciento en el '99. La cebada tuvo una disminución para 1999 de 40 por
ciento en el precio de exportación, lo cual se agravó por la compra de
Brasil de malta subsidiada. El maíz y sorgo en los dos últimos años han
visto una caída de precios entre el 20 y el 25 por ciento, y todavía
tenemos que luchar contra cosechas abundantes en el resto del mundo.
Los oleaginosos bajaron un 30 por ciento, el arroz en
el período '99 y 2000 ha sufrido una merma del 48 por ciento.
La carne, que ha sido lo más estable, sin embargo, ha
tenido que pelear con la liquidación de existencias en el mercado
americano, lo que ha generado que los precios internacionales de la carne
estén disminuidos.
La crisis en el sudeste asiático enlenteció el acceso
a los mercados.
En la granja nos ha sido difícil competir seriamente
con la importación desde Brasil, y también hemos tenido problemas de
acceder a los mercados de exportación.
La lana la hemos visto deprimida en los últimos ocho
años.
Señores, hoy, podemos seguir hablando de las cosas que
todos tenemos que hacer frente. Pero la crisis ha significado, además,
endeudamiento en el sector agropecuario. La crisis ha sido agravada por la
suba de los precios del petróleo. La crisis ha sido agravada por la suba
de intereses en le mercado americano. La crisis ha sido agravada por la
devaluación del Euro.
Frente a estos problemas, desde el Ministerio, hemos
actuado en dos frentes. Uno en el corto plazo, tratando de trabajar hacia
la coyuntura. Para eso trabajamos arduamente con el Banco República,
quien decidió reabrir el apoyo crediticio al sector. Y por más que hoy
veamos problemas, serios problemas, en la explotación agropecuaria, nos
encontramos de que hay gente que está sembrando; nos encontramos que hay
gente que está tratando de producir.
Se tramitó con el Banco de la República la
reactivación de la base forrajera, lo verdeos y las praderas; y se trató
de obtener una forma de financiamiento a la suplementación de ganado por
la crisis que aventuraba el período de la sequía cuando nosotros
entramos al gobierno.
Se consiguió apoyo financiero del Banco República
para la refinanciación a deudores pequeños y medianos, menores de 50.000
dólares. Y en esto se comprometió la acción del Ministerio de
Ganadería, Agricultura y Pesca. El Ministerio va a actuar decididamente
en propiciar soluciones para estos productores.
Hemos recibido críticas. Pero, sin embargo, el
Presidente en forma personal apoyó las gestiones ante el Banco de la
República. Cuando hablamos de los de menos de 50 mil dólares, de los
deudores de menos de 50.000 dólares, creemos que estamos cumpliendo con
el artículo 6 del Reglamento de Tierras de 1815: "los más
infelices, serán los más privilegiados".
El BROU reperfiló, o está reperfilando, al sector
arrocero y está apoyando crediticiamente el sector arrocero. Por lo
tanto, la plantación de arroz para la nueva zafra está pudiendo comenzar
a funcionar. Por supuesto que hay problemas a solucionar, pero en el
ministerio estamos dispuestos a colaborar en encontrar las soluciones que
sean necesarias.
La industria del arroz y los productores del arroz,
saben que el gobierno está dispuesto a trabajar con ellos.
En la ley de Urgencia se rebajó la contribución
inmobiliaria en un 25 por ciento para el año 2000. Se consolidó la
rebaja en los aportes patronales a la seguridad social. Se eliminó por el
año 2000 la totalidad de los aportes patronales a la seguridad social. Se
acordó la suspensión del impuesto a las transacciones patrimoniales que
tengan por objeto inmuebles rurales, para aquellos proyectos de inversión
que sean declarados "promovidos por el Poder Ejecutivo". Se
exoneró por un año del impuesto a las transacciones patrimoniales para
la enajenación de inmuebles rurales que tengan por objeto su
incorporación al patrimonio de sociedades anónimas con acciones al
portador. Se consideró la inclusión de los agrupamientos de productores
en los beneficios de la ley de Inversiones, cuando su proyecto reduzca
costos, aplique nueva tecnología, mejore los volúmenes de producción y
rentabilidad; se podrá considerar como parte de la inversión, en estos
casos, los activos preexistentes que se incorporen al emprendimiento.
En definitiva, acá hay un estímulo a nuevas formas
asociativas de producción.
En el aspecto de las desregulaciones, se derogó la
preceptividad de las normas sobre comercialización de cereales y
oleaginosos. Se derogó la preceptividad de la declaración jurada de
negocios de exportación de carnes y derivados, así como la autorización
previa al cierre de negocios de exportación de carnes. Se derogó la
preceptividad de contralor económico-financiero y de costos sobre las
empresas industriales del sector de carnes. Se derogó la exigencia de
autorización previa de los proyectos de construcción, ampliación y
reforma de los establecimientos frigoríficos e industriales de carnes y
derivados. Se derogó la normativa que definía los parámetros de calidad
para las plantas de viña. Se derogan decretos que regulan las ventas y
usos de productos sanitarios.
Hacia la ley de Presupuesto se está impulsando la
eliminación de la contribución inmobiliaria de todos aquellos
propietarios de menos de 50 hectáreas CONEAT. Se rebaja la alícuota de
contribución inmobiliaria rural en un 18 por ciento. Se elimina el marco
legal de las regulaciones de la carne.
Esas son algunas de las medidas que en el corto plazo
hemos orientado desde nuestra cartera. Hacia el largo plazo es lo que
nosotros debemos de mirar.
Para mirar hacia el largo plazo, entonces el Uruguay
tiene que considerar cuáles serán los aspectos estratégicos hacia el
sector agropecuario. Para eso, señores, tenemos que hablar de las
transformaciones necesarias, transformaciones necesarias deberán venir en
los aspectos estructurales, nos estamos refiriendo a la estructura de las
empresas. Debemos de reconocer que nuestras empresas rurales están
quedando disminuidas en su potencial de competencia. Por lo tanto,
deberemos pensar en forma de reestructuración que, permitiendo que todos
aquellos que estamos trabajando en el campo, podamos permanecer trabajando
en las mismas empresas, y estas empresas orientadas hacia nuevas formas
estructurales que se tendrán que generan en las asociaciones.
Asociaciones del más variado tipo, de las que los señores productores
definan, pero aquellas asociaciones que permitan aumentar la eficiencia y
el poder de competencia. No habrá más, no habrá más el agro próspero
de hace cuarenta años, si nosotros no tomamos las medidas necesarias para
acompasar los tiempos, no podemos permanecer con los ojos en la nuca, sino
incorporar los cambios que necesita reestructurar nuestra producción y
nuestro sistema económico.
Deberemos reestructurar los sistemas de producción.
Tendremos que pensar, ya no más en los monocultivos, sino que deberemos
de pensar en las integraciones: arroz, pastura, carne, agricultura, que
hagan posible entonces nuevos esquemas de producción. Tendremos que
trabajar en los sistemas de comercialización, donde nuestro sistema,
imperante en la actualidad, imponen costosas ineficiencias. Debemos de
pensar transformaciones necesarias en la productividad y en la
competitividad. Queremos que las empresas disminuyan sus costos, queremos
que el Estado disminuya sus costos, necesitamos la incorporación de
tecnología. No podemos seguir produciendo carne con el 60% de señalada,
no podemos seguir produciendo sin incorporar mucho más agua a nuestras
producciones agropecuarias.
Necesitamos otros cambios más, que son la integración
de la cadena agrícola, industrial y comercial. El problema del agro no
termina ya hoy, a nivel de la portera de los establecimientos, sino en la
pelea en la que todos estamos metidos, en la pelea de poder producir un
producto calidad que tenga colocación. En los mercados de alto poder
adquisitivo del mundo está pendiente la estructura que tenemos que
generar de cadena, que permita unir el agro, a la industria y al comercio.
Tenemos que tener acceso a los mercados, y en esto tenemos que llegar a
transformar la forma de conocer profesionalmente los mercados que demandan
nuestros productos, los mercados actuales y los potenciales. Para eso,
aparte de tener las antenas desplegadas, debemos poder traducir la
información y difundir la información entre nuestros productores, para
que se orienten los ciclos productivos, de industrialización y comercio,
hacia lo que están demandando los mercados en este momento y hacia lo que
demandaran los mercados en el futuro.
Es imprescindible que pensemos en la formación de
recursos humanos y, por lo tanto, es imprescindible que pensemos en
transferir la tecnología al sector agropecuario, el que aceleremos los
procesos de educación y formación de la gente, en que constituyamos
formas reales de que nuestros técnicos están siendo capacitados de
acuerdo a las necesidades que demanda el día de hoy. Tenemos que
trabajar, y en esto estamos trabajando, cambios institucionales a nivel
del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, a nivel de institutos
como INAC y a nivel de institutos como el Plan Agropecuario. Nuestras
instituciones deben estar al servicio de la necesidad que tiene el sector
agropecuario. En eso estamos trabajando.
Debemos de mantener un dialogo permanente con el sector
agropecuario, donde sabremos respetar las manifestaciones de discordia,
sabremos respetar diferentes opiniones. Pero pedimos la contribución,
colaborando con el pensamiento y con propuestas reales, que nos permitan
discutir sobre bases sólidas proyectos a futuro. Estamos trabajando en
este momento en un proyecto de desarrollo ganadero, que permite una
asociación productiva, que permite la integración de la cadena, que
permite un aumento de la eficiencia, que permite la generación de
productos diferenciados y que, como proyecto, no tendrá una
macroestructura a la cual haya que solventar. Los recursos que se obtienen
para este proyecto van a trabajar fundamentalmente con los recursos ya
existentes en el propio Ministerio de Ganadería y tendrán una tremenda
flexibilidad, por la cual estamos dispuestos, de esta forma, a ayudar a
que se generen las asociaciones que necesita el país, que se generen las
economías de escala que necesita la producción, que se generen la
incorporación de tecnología que necesita la producción.
Nuevas situaciones en el mundo exigen posturas
diferentes de la producción, hacia ahí es donde tenemos que ir, nos
guste o no nos guste.
Estamos instaurando en estos días la trazabilidad. Hay
una convocatoria desde nuestro Ministerio a todas las instituciones,
gremiales de productores agropecuarios y aquellas instituciones técnicas,
que deberán de colaborar con nosotros, para poder hacer que la
trazabilidad de nuestro ganado sea una realidad a partir de la aparición,
que se está desarrollando en este momento en la producción.
A 185 años, estamos proponiendo cambiar el sistema de
marcas de propiedad de nuestro ganado. Aquello que fue definido por
nuestro prócer, asegurando una marca que mantuviera el registro de
pertenencia de nuestro ganado. 185 años después va a tener que ceder
paso a otras formas que exigen las nuevas estructuras y los nuevos
sistemas de producción. Nuestro ganado deberá ser identificado de otra
forma permanente, que no sea arruinar el valor de los cueros. Eso
permitirá la mejora en los precios de la hacienda, tal vez en guarismo de
alrededor del 20%.
Anexo a eso, estamos comprometidos a establecer el
sistema de información y monitoreo de procesos de faena e
industrialización, en toda la estructura de faena e industrialización
que parte de la rendición a plantas.
Estamos trabajando en la defensa sanitaria de nuestra
producción.
En esto me siento orgulloso de decir que hemos recibido
el apoyo total de los productores de este país, que hemos recibido el
apoyo total de las estructuras de este país, como es el Ejército, como
es la Policía, como es la estructura formal del Ministerio de Ganadería
y Agricultura, como son los técnicos que ejercen libremente su profesión
y como es el común de los ciudadanos del Uruguay. A todos ellos, dentro
de poco tiempo, le vamos a poder haber agradecido el mantener nuestro
status de "Uruguay, país libre de aftosa sin vacunación".
Reconocemos acá, los esfuerzos que se están haciendo por parte de los
países vecinos y con ellos, estamos congeniando las acciones que permitan
una lucha regional en todo el contexto.
Estamos trabajando a nivel del Ministerio en la
formación de un fondo de reconversión agrícola, que permita contribuir
de forma asociativa al desarrollo de la producción agrícola del país,
tratando de convertirla a una complementación de la producción ganadera
del Uruguay.
Estamos trabajando el financiamiento en los campos de
recría para la producción de leche. Estamos trabajando en la defensa de
la calidad industrial de la leche. Apoyamos decididamente, y
contribuiremos a desarrollar una propuesta que permita fijar metas y
estrategias de nuestra producción lechera y sus derivados a futuro. A tal
efecto, estamos contratando al Dr. Paul Savelo para ayudar a nuestro
Ministerio a desarrollar un programa entre todas las plantas y gremiales
productoras de leche. Hemos remitido al Ministerio de Economía un
proyecto de protección anti subsidio.
Estamos trabajando en desarrollar la exportación
hortifrutícola. Las gremiales hortifrutícolas del país saben la
preocupación que tenemos, y de como estamos tratando de llevar adelante
en conjunto con ellos.
Acabamos de remitir, el viernes pasado, un informe que
se generó en nuestro Ministerio, en la oficina de (OPIPA), sobre los
índices de encadenamiento de sectores claves, claves y multiplicadores
sectoriales. Este proyecto, que es una estimación de la importancia del
agronegocio en la economía uruguaya. Se acaba de enviar, a cada una de
las gremiales de productores agropecuarios y a cada uno de los sectores
políticos del país, para discutir con ellos, la forma en que debe
desarrollarse una política hacia el sector agropecuario, conociendo
profundamente las implicancias que tiene en todo el resto de la economía.
Nosotros consideramos que es una verdadera
contribución que hace el Ministerio de Agronomía en esto momento, para
que entre todos los uruguayos podamos discutir el futuro que tenemos que
marcar para nuestro querido país en el sector agropecuario. Seguiremos
trabajando con el proyecto PRONADEGA, porque para nosotros, los pequeños
productores rurales que están afectados a la ganadería, es muy
importante que lo podamos conservar. Y cuando hablamos de proyectos
ganaderos, no estamos hablando de un sólo lugar, no estamos hablando de
un grupo de gente sino que estamos hablando de un montón de
emprendimientos que ya existen en este país y que estamos dispuestos a
impulsarlos, y con ellos trabajará nuestro proyecto de desarrollo
ganadero. Estamos trabajando en el desarrollo de un Centro de Mejoramiento
Genético entre todas las instituciones que, hoy en día, tienen que ver
con el mejoramiento genético del Uruguay. Esto, que es un portento que se
exhibe año a año en estas muestras, que es el resultado práctico,
merece una dedicación, desde el punto de vista político-estratégico,
mucho mayor para realmente poder situar el Uruguay en el contexto de que
es un país que tiene que capitalizar el potencial que tiene en su status
sanitario y que tiene que capitalizar en su status genético, para ser una
punta de lanza de toda esta región, exportando genética hacia el resto
del mundo. No estamos hablando sólo de "Uruguay: Cabaña de
América", estamos hablando de "Uruguay: Cabaña del
Mundo". Estamos hablando del MERCOSUR potencial productivo para el
resto del mundo de los mejores alimentos en calidad y en cantidad.
Hemos hablado, señores, de corto plazo y de largo
plazo, y hemos hablado en todo lo que nos hemos referido, mal que le pese
a algunos de la competitividad, porque de la competitividad hay que
hablar. Sin embargo, hay otro problema, además de la competitividad, que
es la gente. Y acá nosotros decimos que tendremos un nuevo fida
dispuesto a trabajar con las intendencias de nuestros departamentos y a
complementar la acción del Banco República hacia los pequeños
productores de este país. Tenemos un programa iniciado de la familia
rural, donde todos los proyectos del Ministerio tendrán que contribuir,
porque en esencia preservar el lugar de la familia rural entendemos que
cumple con el espíritu del Reglamento Artiguista de 1815 y con la
vocación de uruguayos que tenemos.
Estamos trabajando en la educación y en la
capacitación para el medio rural. Nuestro Ministerio está dispuesto a
coordinar las acciones que implica mejorar la necesidad que tiene nuestro
sector agropecuario de mejores formas de educación y de capacitación
para aquellos ciudadanos que están dispuestos a seguir trabajando en el
medio rural, o para aquellos ciudadanos que decidan ir del medio rural a
otro sector de la economía, porque en esos otros sectores, ciudadanos que
se hayan formado en el sector agropecuario, serán también capaces de
contribuir a su crecimiento.
Estos programas, de trabajar con la gente, significará
pensar en nuevas producciones, en nuevas formas de complementación de la
producción agropecuaria. Pero en definitiva creemos que estamos
respetando el espíritu del Reglamento de 1815.
Al día de hoy, aún reconociendo de que todavía
estamos inmersos en una crisis difícil, tenemos signos que nos hablan de
esperanza. La carne ha tenido un aumento en la producción y exportación,
y eso se mantiene como una tendencia estable. Dentro de esto, aumenta
notablemente, en los últimos años, la dentición incompleta en el
ganado, llegando ya al 50 por ciento de la faena y esto se sigue dando
como tendencia, donde disminuyen los animales de seis dientes, en
términos relativos, a favor de los animales de dos y cuatro dientes. Esto
inexorablemente habla de que estamos mejorando la calidad de oferta de
nuestras carnes. Uruguay está accediendo a nuevos mercados, en forma
agresiva y tiene colocación en los mismos. Uruguay, señores, es
realmente una potencia productora de carnes. Uruguay, con 3 millones de
habitantes produce la cuarta parte de la carne que produce Estados Unidos
con 150 millones de habitantes.
En la leche, también vemos que el precio al productor
se está recuperando, vemos que los precios internacionales mejoran tanto
para la leche descremada; vemos los nuevos emprendimientos industriales,
como la planta que está desarrollando CONAPROLE en Florida; vemos el
desarrollo que va a tener la producción artesanal de nuestros quesos.
Internacionalmente, la Comunidad Europea y Estados Unidos están viendo
limitados su poder de subsidio al tener que cumplir con los acuerdos del GAT.
También vemos la recuperación de los mercados del sudoeste asiático y
vemos el fortalecimiento del comercio en la región.
En el caso de la agricultura, a pesar del mal momento,
hay una estimación de siembra de 260 mil hectáreas de cultivos de
invierno. Una alta proporción de ellas son cultivos asociados. Vemos el
ímpetu forestador que permanece en el país; vemos la reconversión y el
aumento de producción y de calidad que se está registrando en la granja;
vemos la forma en que el país está luchando contra la Aftosa. Lo poco
que se conoce en el mundo de todo este país, de todo lo que tenemos que
ofrecer, es lo que nos hace hoy tener esperanzas de futuro. El país tiene
que salir decididamente a la conquista de un destino que merece, de un
destino que tenemos, entre todos los uruguayos, llegar a conquistar. En
esto creo que debemos de ser conscientes del papel que tiene esta región
para producir alimentos para todo el mundo. Tenemos que ser conscientes de
las reservas que significan los productores, los trabajadores y los
técnicos del sector agropecuario.
Todo lo que no hemos hecho y todo lo que debemos hacer
para poner el Uruguay en un sitial que corresponde en lo que viene por
delante.
Hace 185 años, el país terminaba un período de
guerras de cinco años. La intención de nuestro prócer fue posibilitar
el asentamiento en la campaña y que esta empezara a producir. Ese proceso
es largo y laborioso, ese proceso está lleno de problemas. Esos problemas
deberán de ser solucionados con la contribución de todos nosotros.
Muchas gracias.
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