11/09/2000

TROBO: "GONCHI" ELIGIO SER LIDER COMO OPCION NATURAL

Como "hombre de servicio" caracterizó hoy el Ministro de Deporte y Juventud, Jaime Trobo, al malogrado piloto de automóviles de carrera Gonzalo ("Gonchi") Rodríguez. Al hablar en el acto de lanzamiento de una emisión postal evocativa de su trayectoria, Trobo recordó al conductor como a alguien que había declinado ser "un ídolo mediático" para elegir la condición de "líder por opción natural". Este es el discurso íntegro del secretario de Estado.

El valor del servicio tiene dimensión en cada acto, no precisamente por su cantidad sino por su calidad. Los innumerables comentarios que escuchamos sobre actitudes de este tipo, en la vida de Gonzalo Rodríguez Bongoll, que se van descubriendo por quienes las protagonizaron, y las que quedaran apretadas entre el recuerdo de quienes están y su memoria ya eterna, constituyen quizás una de las "dotes" más preciosas de su vital personalidad. Fue un hombre de servicio.

Nuestra pequeña comarca, desacostumbrada y perezosa para elogiar y reconocer el éxito, sacudió su modorra, despertó súbitamente a la interrupción fatal de un proyecto vital que se alimentaba en el reducido círculo de familia, amigos y afición de una disciplina considerada de las menores, en las que a nuestros uruguayos les es difícil, en general muy difícil. En el tiempo de los ídolos mediáticos, consrtruidos por imágenes que escudan muy bien su personalidad, a los que se les sobreexpone la competitividad y muchas veces se les "crea" acciones de sensibilidad, el pudor con el que Gonchi Rodríguez diseñó su satisfacción cristiana lo descoloca de la farándula.

Allí, en el cruce de caminos entre la construcción del ídolo o el líder, optó por el segundo, pero fue una opción natural, resultado de las actitudes, las acciones en la vida diaria. A ellas se sumaron las incontenibles capacidades para cumplir con las virtudes del deportista con mayúscula que lo adornaban; estas construyeron hacia adentro y hacia fuera de su actividad, primero el respeto, luego el éxito, al tiempo el reconocimiento que es el resultado de la solidez de aquel y ahora la admiración de la que todos participamos. Si alguien quiere encontrar explicación a la inédita "pueblada" que lo acompañó en su último viaje por su tierra, busque, analice, descubra los rasgos del liderazgo de Gonzalo expresados en su sencillez, sin inmodestia vulgar, su sensibilidad sin alharaca mediática, su profesionalidad coherente con las exigencias de su riesgosa actividad, su concepto y práctica cabal del deporte.

Gonchi tuvo la magnífica oportunidad que merece cada niño de crecer conviviendo con el deporte, el deporte como actividad del físico simultáneo con la actividad intelectual, en el que el individuo compite consigo mismo para lograr superarse constantemente, para poder asimilar este al desarrollo intelectual. En la formación de su carácter, la contribución del deporte seguramente le fortaleció interiormente, espiritualmente, lo educó, lo disciplinó, le habituó a tensionar sus capacidades para lograr la meta que no significa ser el primero a cualquier precio, sino el mejor en la expresión del esfuerzo. En esta visión del hombre que transita por las tentaciones de la vanidad, se esforzó en practicar su profesión como un "verdadero deportista".

Dispuesto intuitiva y racionalmente a lograr sus objetivos, buscó con tenacidad y encontró que las puertas vencieran sus cerrojos, y en un mundo lejano, ajeno, acorazado en estilos diferentes a los de nuestras riberas, muchas veces dominado por una frívola visión que a veces excluye a nuestros hombres haciéndole más difícil llegar.

He aquí su perfil de líder. Ello nuestra gente aún sin conocerlo, sin haberlo visto, tocado, escuchado, sin quizás entender mucho que tan difícil era su disputa, lo reconoció al instante y lo expresó en forma magnífica y emocionante.

Estas horas, reproducen a un año la sorpresa y el dolor, primero el desaliento y luego la rebeldía, sanos, humanos, justificados, había mucho todavía que podía realizar su joven pero sólida personalidad.

El Correo ha resuelto un homenaje, un reconocimiento que a poco se convertirá en uno de los miles testimonios que la filatelia recoge en colecciones que en perspectiva guardan celosos recuerdos y ejemplos. Este reconocimiento es justo en sí mismo, constata un mandato colectivo del pueblo que admira, recuerda y añora a Gonchi y diseña una página mas de las que con la pluma que lleva en su casco escribe este querido compatriota. Pero quizás, y permítaseme interpretar el contenido de este y otros tantos reconocimientos que se le tributan, el homenaje a un joven exitoso, a un retoño de esta raza oriental es lo que debe tener mayor significación.

Uruguay no acostumbró a reconocer a sus muchachos, les exigió siempre mas que en otros suelos les exigen a los suyos, y Gonzalo Rodríguez, líder con veinte y pico se las arregló para darnos una gran lección. Lección que dice "joven se puede", se puede para sí y para los demás, se puede para la familia y para los amigos, para el barrio, para el pueblo, para el país. Por ello, en el esfuerzo de desenmarañar la angustia y el dolor de sus queridos sigue conduciendo magistralmente, aún joven, con la virtud de la solidaridad una magnífica empresa que acompañamos con cariño y esperanza. El ejemplo de la Fundación lo expresa incontestablemente y se construye sobre la garantía d sus propios cimientos, el triunfar sobre sí mismo ejemplo de deportista cabal.

Si las nuevas generaciones tentadas al facilismo y al sedentarismo nocivo encuentra en Gonchi el líder que no buscó ser, el ejemplo que practicó tenaz e incansablemente de ganarle a las dificultades, si quienes tienen responsabilidades asumimos de su realidad vital el genio del desafío, Gonchi, sin pretenderlo, sin quererlo tendrá el derecho que merece de ser un referente, una versión presente y auténtica de cómo "joven se puede".

Cuando recibí en mi casa a Gonchi, a pedido de un entrañable amigo, no imaginé que la providencia tenía dispuesto que en condición de Secretario de Estado nada menos que de Deporte y Juventud, debería expresar un año después de su muerte estas palabras por su ausencia y en homenaje. Así como nunca imaginé tampoco que en estas dos materias ese chico con el que tantos abrazos cruzamos y al que tantos "éxitos Gonchi" le expresé a lo lejos, iba a ser ejemplo paradigmático y expresarnos sobre ellas el argumento de un reconocimiento post mortem.

Permítanme, sus familiares Lilian, Nani y Jorge que les pida prestado a este magnífico líder del deporte y de la juventud para expresar el deber ser de nuestra misión.