13/09/2000
BATLLE: TENEMOS QUE ASUMIR LA REALIDAD SI NO CORREMOS
PELIGRO
"Ustedes sienten y representan esa necesidad de
transformación, y más que de transformación, de no tener miedo a asumir
la realidad. De no tener miedo a asumir la realidad. Lo más grave que
puede decirse uno a sí mismo es cuando uno siente temor de que la
realidad lo supere y por tanto en vez de asumirla, la rechaza",
expresó el Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle, en ocasión de
la clausura del XI Encuentro Internacional de Usuarios GeneXus. El primer
mandatario hizo uso de la palabra tras la alocución del Presidente de
ARTech Consultores S.R.L., Ing. Breogán Gonda.
Las palabras pronunciadas por el primer mandatario
fueron las siguientes:
Acá los que no son saben, porque el sufrimiento es
colectivo, que en una época del año cuando un Gobierno empieza hay un
Presupuesto, que es para cinco años, entonces cuando a uno le dicen le
voy a pedir algo, a uno le viene un soponcio brutal (risas), le sube la
presión y la única cosa que atina a responder que a palabras opositoras,
oídos oficialistas. De cualquier manera quiero decirles que yo le
pregunté al Ingeniero ¿ dígame y de qué tengo que hablar yo?, cuando
subía en el ascensor , porque yo vengo del conchao ese en el cual estoy,
entro de mañana, me dan unos sandwiches al mediodía, sigo hasta la noche
y llego a mi casa lleno de papeles. Porque la tarea del Uruguay, en los
próximos años, es como dicen los alemanes, risengross, o sea así
enorme, brutal, brutal.
Es una tarea que supone una transformación de nosotros
mismos, desde nosotros mismos, que nos anime a modificar lo que supone el
Estado dentro de la sociedad y la sociedad dentro de sí misma, nuestras
formas de vernos hacia dentro, nuestras formas de actuar hacia afuera y
eso, más allá de lo que un Gobierno pueda hacer, es centrar la actitud
de una comunidad y una colectividad, y si algo yo recojo hoy, con esta
presencia aquí, es que ustedes sienten y representan esa necesidad de
transformación, y más que de transformación, de no tener miedo a asumir
la realidad. De no tener miedo a asumir la realidad. Lo más grave que
puede decirse uno a sí mismo es cuando uno siente temor de que la
realidad lo supere y por tanto en vez de asumirla, la rechaza. Siempre
Tácito decía que "Felices de los pueblos que tienen anales
aburridos". Tácito, que sin ninguna duda ha sido uno de los hombres
más agudos observadores de la organización de las sociedades, en sus
estudios repetía: "Felices de los pueblos que tienen los anales
aburridos". Bueno, seguramente, si Tácito viviera en esta época no
podría decir eso, no, porque el que tiene hoy anales aburridos
desaparece. Hoy el que tiene anales aburridos, o sea, el que no se anima a
salir de su aburrimiento y a rechazar todos los sentimientos que suponen
no asumir la realidad, desaparece.
Yo no sé si Fucujama tiene razón o no tiene razón cuando habla de
que es el fin de la historia. Quizá lo dice desde el punto de vista de
analizar las sociedades en función de lo que son las distintas
ideologías con las cuales en los pasados sesenta años se aproximaron las
personas a mirar a las sociedades. Porque hay una cantidad de conceptos
ideológicos que han quedado superados por los hechos y toda esa
transformación, que esa realidad nos provoca, es lo que hasta ahora nos
ha sido difícil incorporar a nuestro ser. Y nos es muy difícil
desprendernos, sobre todo cuando somos unos viejos como yo, nos es muy
difícil desprendernos de la carga de cosas con las cuales, a lo largo de
decenas de años, nos hemos venido formando para poder hacer una especie
de tabla de conmillar, verdad, y volver a inscribir ahí todas las cosas
nuevas que esa realidad hoy nos presenta y nos provoca para poder
encararlas con la frescura necesaria para que toda esta sociedad, tanto el
sector público como el sector privado, la asuman advirtiendo que el
pasado, que pudo haber sido glorioso, fantástico y quizás mejor, no
existe más. Es otra cosa, totalmente distinta, la que tenemos que
absorber y transferir, a través de nuestros actos para generar un nuevo
estado de la sociedad.
Las fuerzas que tienen estas naciones, y no solamente el Uruguay, todas
las naciones de América, es imponente. Y este espectáculo que se ve
acá, hoy, en la cabeza de todos ustedes, se repite en todo el Continente.
Pero todavía tenemos como adherencias al pasado, que condicionan nuestra
conducta a través de las distintas formas de actuar en sociedad, en donde
traemos una especie de estropada o de inercia que no la podemos marginar
de nuestras reacciones y que entonces determinan los enlentecimientos en
un mundo en donde el tema es "speed, speed, speed", Para todo.
Absolutamente para todo.
Por eso yo digo que esta es una tarea enorme en la que tenemos que
estar todos participando, como lo dije el 1º de marzo, con la realidad
sentada en la cabecera de la mesa. Uds. la han asumido y porque la han
asumido es que han podido desarrollar, juntos, todo esto que hoy
representan reunidos acá. Y nosotros tenemos que tratar de
transferírsela a todos los sectores de la sociedad. Los sectores
políticos, a los sectores corporativos, a los sectores sindicales, a
todas las organizaciones, del campo, de la ciudad, de la industria y del
comercio y del Estado y de la burocracia, y de los sindicatos, para
advertir todos nosotros que si no modificamos nuestra actitud frente a la
realidad y nos encalacramos en posiciones que no tiene sentido hoy más,
nos estamos haciendo un daño enorme, más allá del color que nos guste,
del rosado o del rojo, o más allá de la posiciones que tengamos o de las
ideologías que sustentemos. Hay cosas que están por aparte de todo eso.
Luego desde adentro del nuevo tiempo cada uno va a poder incidir para
que el nuevo tiempo refleje, de una manera mejor, las esperanzas que
tiene, los sentimientos que tiene, los objetivos que procura, para
aquellos de tal o de tal otra forma lleguen más rápido y mejor a la
mayor cantidad posible de gente. Pero partiendo de que tenemos que asumir
la realidad sino corremos peligro. ¿Por qué? Porque la historia camina
hoy a un ritmo completamente distinto del que caminaba hace 10 años. No
hace 100 años, hace 10. Diría que en el Uruguay hace 5.
Si nosotros miramos al Uruguay para atrás, 5 años atrás, nada más
que 5 años atrás, nos vamos a dar cuenta que en estos 5 años la manera
de pensar y de ver las cosas en el país ha cambiado a nivel de la
sociedad mucho más que a nivel de sus estructuras, enormemente,
enormemente. Porque sí. Porque sin ninguna duda, cuando uno se para
frente a un aparatito de esos y empieza a poner los dedos así, y a
prender cosas y a apagar cosas, bueno, ahí hay un mundo que no tiene nada
que ver con lo que pasaba, en algunos casos, hace dos meses.
Y eso, considero que Uds. forman parte de una vanguardia, de una
avanzada, como hay en toda formación, en toda formación militar,
política, social, en la moda, en todo. Siempre hay una vanguardia y esa
vanguardia es la que tiene que ser el cadenero del resto, la que tiene que
transmitirle a toda la sociedad en donde está el camino, en donde están
las transformaciones necesarias y nosotros, ahí en el edificio ese que
parece un bunker, trataremos de hacer lo posible por seguirles el ritmo.
Caminando entre las marañas de las cosas que un tejido antiguo y bastante
esclerosado, a veces parece que fueran estos arbustos que se enganchan en
uno y que mucho no lo dejan caminar.
Pienso que es un tiempo histórico formidable para nuestras sociedades
en América, absolutamente formidable. Y que las cosas se van a dar más
rápido de lo que nosotros nos imaginamos, mucho más rápido de lo que
nosotros nos imaginamos. Y creo que el Uruguay tiene en este tiempo
histórico que vive una oportunidad formidable para volver a hacer, para
él y para los demás, cosas que con la misma intensidad la
transformación que Uruguay hizo a principios del siglo. Un día agarran
cualquier texto de Historia y se ponen a mirar las cosas que Uruguay hizo
entre 1906 y 1913 y no pueden imaginar. Júntenlas en el tiempo y
mírenlas en la dimensión del tiempo aquel y de lo que se creaba, y
realmente fue como una explosión y quizás la chance hoy la tenemos de
promover una explosión similar y eso es lo que deberíamos hacer
esfuerzos para no perder la oportunidad.
Yo, como es la última, lo voy a hacer. Ojalá tengamos éxito y buena
suerte para todos.
Muchas gracias (aplausos)