DISCURSO DEL PRESIDENTE BATLLE EN ALMUERZO OFRECIDO EN SU HONOR POR LA
CAMARA DE COMERCIO E INDUSTRIA DE JAPÓN
Señor Inama, señores Presidentes de las Cámaras de
Comercio del Japón, de las Cámaras de Industria del Japón, señores:
En mi condición de Presidente de la República
Oriental del Uruguay, acompañados por los señores Ministros de
Relaciones Exteriores, Economía, Medio Ambiente y Vivienda, y de los
señores que integran nuestra comitiva, el Señor Embajador del Uruguay
ante el Japón y los señores empresarios que nos acompañan desde el
Uruguay, queremos agradecer esta recepción tan acogedora que nos han
hecho ustedes hoy acá, en trasmitirles a ustedes el placer y el honor que
significa para toda la delegación del Uruguay, compartir con ustedes esta
mesa en nuestro primer viaje al Japón. Celebramos los primeros ochenta
años de amistad y relaciones diplomáticas con el Japón. Ochenta años
fructíferos, en los que hemos llevado adelante relaciones de amistad en
el orden cultural, en el orden económico, en el orden comercial y en el
orden político.
Uruguay es un pequeño país: 187.000 kilómetros
cuadrados,- la mitad del Japón-, 3.400.000 habitantes, 11.000.000 de
vacas, todas sanas, 14.000.000 de ovejas más sanas, 1.000.000 de
toneladas de arroz muy bueno, buenos productos lácteos, buena
alimentación, sana y natural. No tenemos, por suerte, terremotos, salvo
financieros de los vecinos. Tratamos de conservar la condición de un
país estable. Un país abierto, un país libre, con un alta y buena
educación. Estamos celebrando los primeros diez años del MERCOSUR la
capital del MERCOSUR pero todavía no funciona como debe funcionar. Le
falta estructura institucional estable. No existe todavía una Secretaría
Técnica del Mercosur. Y cuando tenemos problemas comerciales,- que son
muchos-, los tenemos que resolver hablando los Presidentes por teléfono.
Es un gran proyecto, que nos ha permitido crecer comercialmente mucho.
Más del 40% del comercio exterior del Uruguay es con Argentina y Brasil.
Estamos en un proceso en el cual tenemos confianza y esperanza. Al mismo
tiempo, estamos participando de los acuerdos para conformar un mercado
común desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Cuando partamos del Japón,
vamos a ir a la Conferencia de Quebec, en donde todos los Presidentes de
todos los países procuraremos consolidar ese acuerdo. Esperamos que esté
en funcionamiento para el 1º de enero del 2005.
Nuestra relación comercial con Japón ha sido no
solamente antigua, sino, -creo yo-, conveniente. Los productos
industriales japoneses tienen en el Uruguay un mercado abierto y muy
receptivo por la calidad de esos productos. Las grandes marcas japonesas
son enormemente conocidas y adquiridas por los consumidores uruguayos.
Nuestra expectativa es que progresivamente el mercado japonés reciba
nuestros productos naturales. El comercio ha sido siempre como la sangre
de los pueblos y la gran hacedora de su amistad. El comercio transmite
cultura. El comercio consolida los regímenes políticos democráticos.
Sin comercio las sociedades se asfixian. Es bueno, por tanto, que el
comercio camine en direcciones recíprocas: de Japón para el Uruguay y
del Uruguay para el Japón. Estamos seguros que nuestra visita
contribuirá a consolidar esos lazos de amistad e intereses recíprocos.
Los esperamos pronto a todos por el Uruguay, aunque no podemos asegurarle
que vamos a ser tan eficaces como el gobierno local que nos ha dado este
hermoso tiempo al recibirnos. Espero, entonces, que me permitan ustedes,
brindar junto a todos, todos nuestros delegados aquí presentes, por la
salud y la felicidad del Emperador y de su familia y del pueblo de Japón.