DISCURSO DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DR. JORGE BATLLE EN LA
      SESIÓN PLENARIA DE TRABAJO DE LA III CUMBRE DE LAS AMÉRICAS
      Quebec, 21 de abril de 2001
      (Retraducción de la interpretación en inglés)
      
      Señor Primer Ministro:
      Primero, el Gobierno del Uruguay apoya el ALCA; en
      cuanto a la fecha, cuanto antes mejor. Segundo, el Gobierno del Uruguay
      apoya la cláusula democrática, pero eso no es suficiente. Cuando los
      pueblos reciban nuestra declaración, el sobre debe tener también claras
      indicaciones económicas. Para el Uruguay, el comercio libre asegurará la
      libertad civil, la libertad política y la libertad económica.
      El crecimiento generado por el intercambio conducirá
      al crecimiento económico, pero que eso beneficie a todos los ciudadanos
      de todos los países es nuestra responsabilidad en nuestros países.
      Seamos ricos o seamos pobres, podemos de todos modos ser justos. La
      pobreza no quiere decir que uno tenga que ser injusto.
      Las palabras del Presidente Bush y del Primer Ministro
      Chrétien han sido una indicación muy clara de los compromisos políticos
      asumido por los Gobiernos de Estados Unidos y el Canadá. Sin dichos
      compromisos políticos, el ALCA no existiría.
      ¿Qué es el ALCA, según lo vemos nosotros, desde un
      punto de vista práctico? Para Brasil, el ALCA significa acero y jugo de
      naranja; para Ecuador el ALCA significa bananas; para Venezuela el ALCA
      significa petróleo; para Uruguay, el ALCA significa carne. Pregúntenle a
      mi amigo de Venezuela cuántas estaciones de servicio tienen en Estados
      Unidos: tienen 7.000 estaciones de servicio en Estados Unidos. Ya tienen
      el ALCA. Yo quiero 7.000 carnicerías vendiendo nuestra carne en Estados
      Unidos. Venezuela entró en el ALCA antes que el propio Chile lo hiciera.
      Todos nosotros aspiramos a unirnos.
      Pero, señor Presidente Bush, no alcanza con los
      esfuerzos del BID y no alcanza con los esfuerzos de la Corporación de
      Desarrollo Andino. Si no tuviéramos al Banco Interamericano de Desarrollo
      y si no tuviéramos la Corporación de Desarrollo Andino, careceríamos de
      recursos con buenas tasas de interés y condiciones de largo plazo para
      construir la infraestructura que el Congreso estadounidense ha
      proporcionado a nuestro amigo Pastrana en Colombia. Porque el problema de
      Pastrana en Colombia no es un problema de Colombia sino que es un problema
      de todos nosotros. Los problemas de Pastrana no son problemas colombianos
      sino nuestros.
      Todos saben que mis puntos de vista difieren de los de
      todos los demás. Yo pienso que las drogas deberían legalizarse, pero no
      soy el único que piensa así. Algún día ganaré este partido. Los
      señores Friedman y Baker juegan en el equipo, así que no estoy solo.
      Cuando la II Guerra Mundial –y su padre estuvo en
      acción en la II Guerra Mundial—había un hombre en Estados Unidos que
      era el General Marshall. El General Marshall hizo algo maravilloso por
      Europa. Cuando Europa fue reconstruida, se desarrolló la Unión Europea y
      el General de Gaulle estuvo de acuerdo con el señor Adenauer en que eso
      era el futuro, y llegaron al acuerdo que le permitió a Europa
      desarrollarse, Europa tiene un presupuesto conjunto que le permitió a
      España, Portugal, Irlanda y Grecia ponerse a la par del resto de Europa.
      Lo mismo va a pasar con los países de la Europa Oriental y los del Africa
      Septentrional, porque si Europa no hace esto por los países europeos
      orientales o los países africanos del norte, entonces sin duda que la
      Unión Europea fracasará. Tenemos que hacer lo mismo aquí, ya sea en la
      forma en que nos lo explicó el Presidente de México o de otra manera,
      pero tenemos que hacer lo mismo.
      Pero tenemos que hacer algo más. Tenemos que ayudar al
      Presidente Bush. Tenemos que ir a ver a todos los Demócratas que
      controlan la mitad del Congreso y ayudar al Presidente Bush. Tenemos que
      hacer que nuestros líderes sindicales y nuestros líderes políticos,
      nuestros líderes gremiales y empresariales vengan a hablarle a la
      sociedad civil estadounidense. Tenemos que mostrarle que todos nosotros
      vamos a ser mejores y más justos si le ayudamos a obtener los votos en el
      Congreso. Puede que por sí solo el Presidente Bush no logre obtener los
      votos necesarios. Tenemos que ir todos al Congreso y hablar con todos los
      Senadores, de la misma manera en que le pedí al Embajador de Uruguay en
      Washington que hablara con los Senadores Dodd y Graham y le dije al
      Presidente Clinton que había que ayudar a Colombia y que tenían que
      ayudar a Colombia antes que a los demás e incluirla en el NAFTA. Porque
      si las cosas mejoran en Colombia, las cosas mejoran para todos nosotros.
      El primer paso dado por el Presidente Bush fue hablar
      con el señor Fox. Después habló con el señor Pastrana y luego con los
      señores de la Rúa, Cardoso, Lagos (.......) y se reunió con la OEA.
      Ahora está hablando con nosotros. No podemos perder esta ocasión. Es una
      ocasión única para las Américas. No pensemos en lo que sucedería si
      hacemos algo; pensemos en lo que puede ocurrir si no hacemos nada. ¿Qué
      pasaría si no hacemos nada? ¿El Presidente Bush tendría otra
      oportunidad? No tendría otra oportunidad. Tiene esta oportunidad: esta es
      su oportunidad y esta es su última oportunidad. Por lo tanto somos sus
      asociados. Su éxito es nuestro éxito. Si no cooperamos con él es
      posible que no pueda tener éxito por sí solo por más esfuerzos que
      empeñe y por más fuerte que sea su país. Eso es política: es
      política. Y con la política tenemos que alcanza la unión que consagre
      el libre comercio.
      Que todos tengamos suerte. Le deseamos la mejor de las
      suertes, señor Presidente.