30/08/2001

BATLLE RECLAMO UNA MAYOR PARTICIPACION DE LA BANCA EN LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA

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El Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle Ibáñez, el titular del Banco Central del Uruguay, César Rodríguez Batlle y el Intendente Municipal de Montevideo, Arq. Mariano Arana junto a las autoridades del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria en la inauguración de la sede de BBVA en Montevideo. Posteriormente el Primer Mandatario haciendo uso de la palabra y luego procediendo al corte de cinta junto al Arq. Mariano Arana.

Una participación más activa de la banca en el financiamiento de la actividad productiva en momentos difíciles reclamó ayer el Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle, en su discurso de inauguración de la nueva sede en el Uruguay de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) de España. Reiteró la importancia de bajar impuestos y ensanchar la base contributiva y adecuar la carga fiscal a la capacidad de pago de la comunidad.

Dirigiéndose a una nutrida concurrencia de autoridades, banqueros y empresarios el Presidente expresó:

Encontrarme en esta casa me llena de buenos recuerdos, porque como todos los uruguayos, practicábamos lo que se llamaba entonces el interplaya bancario o sea, andábamos por la Ciudad Vieja, de mostrador en mostrador, con nuestros amigos de la época, Iglesias, Rojas y muchos otros con quienes pasamos muchas horas. Porque cada vez que uno venía a renovar un vale tenía que hacer un discurso como de media hora para convencer al gerente. En eso nos hemos ido entrenando, el arquitecto y yo, para llegar a esta posición... unos discursos fantásticos.

Y debo decir que, para el Uruguay, la presencia del Banco Bilbao Vizcaya como la presencia de otros bancos, pero la presencia de estos bancos que son, además, la expresión más clara de esa nueva y formidable España, tan fuerte, tan agresiva, en el buen sentido de la palabra, agresiva en el sentido de que está actuando con energía y con presencia cada día más importante en América. España ha vuelto a América no en carabelas sino en jet y con la fuerza de ese nuevo instrumento. Porque sin ninguna duda en la región, particularmente, que es la que más conocemos, la presencia de España no solamente en el sector financiero sino en el sector industrial es cada día más importante.

Para todos los uruguayos esto es realmente muy positivo. Y lo es porque nos liga de una manera muy fuerte y muy natural a quienes estuvimos siempre ligados, inclusive hasta nosotros los catalanes, también estamos ligados a España, aunque parezca mentira, a veces.

Y es cierto, además, porque ustedes saben que venir acá reforzando lo que es la tradición financiera de esta ciudad, nos habilita el camino a nosotros, los uruguayos, a robustecer lo que hemos tratado de hacer: tener una imagen de responsabilidad y de seriedad en el manejo de la cosa financiera pública. Entonces a través del Banco de la República cuando el Banco de la República hacía las veces de Banco Central desde el Departamento de Emisión, adonde concurríamos hace muchos y muchos años, a escuchar las charlas de nuestro amigo Bonino que fue durante no sé cuantos años, el presidente del Departamento de Emisión. Cuando hablo de nuestro amigo Bonino estoy hablando de una generación de los que están acá ninguno conoció, privilegios de la edad bien llevada.

Y el Banco Central hoy, el Banco República entonces, el Banco Central hoy han tratado siempre de darle a este país además de sus respectivos Ministros de Hacienda entonces, y de Economía hoy, un concepto y una conducta de seriedad que nos ha ido permitiendo en este mar proceloso que se agita en este barrio, navegar con un grado mayor de éxito en el manejo de las cosas financieras a las difíciles alternativas que estamos viviendo en la región y en el mundo, puesto que esto de la recesión, no es solamente un asunto de nuestra región, lo compartimos con Japón, lo compartimos con la baja de la producción industrial alemana, en fin, lo compartimos con un conjunto de naciones que tienen más que razones suficientes para estar en mejores condiciones que la nuestra.

Nosotros lo que pretendemos es mantener esa condición. Pretendemos mantener esa condición, pretendemos continuar con una conducta de estabilidad y de responsabilidad en el manejo de las cosas. Pretendemos que en el futuro la sociedad uruguaya invierta la forma de considerar el gasto. Habitualmente se dice que el orden de los factores no altera el producto, en el caso a esta que me voy a referir sí lo altera.

En estos países primero decimos cuánto queremos gastar y después calculamos a quién le vamos a poner impuesto. Tenemos que empezar a hacer al revés. A preguntarle a la comunidad cuánto está en condiciones de pagar y a sujetar a lo que la comunidad está en condiciones a pagar lo que le vamos a imponer a través del sistema fiscal.

Tenemos que tratar que los impuestos en el Uruguay no sean angostos y altos sino que sean bajos y anchos para que la tentación de la informalidad comience a desaparecer progresivamente.

Nunca es más propicia la circunstancia para hacer los cambios que cuando existen dificultades. Cuando los tiempos son de bonanza todo el mundo navega arriba de la ola empopado, sin ningún tipo de problemas ni siquiera mira el futuro con cierta tranquilidad de saber que no siempre es así, mientras que, cuando el tiempo se pone, el viento se pone del lado de la puerta es, precisamente, cuando hay que hacer los cambios.

Nosotros creemos que en el Uruguay los tiempos de estos cambios son ahora, cuando tenemos dificultades. No son cuando ellas pasen, que van a pasar, sino cuando estamos en medio de las dificultades, que hemos todos juntos enfrentado, en un país que ha dado, además, una muestra desde el punto de vista de su conciencia social de la realidad que vive de un gran sentido de responsabilidad y de conducta política, más que de conducta cívica, de conducta política.

Por eso es que pretendemos tener una banca fuerte que como dijo el señor Gerente nuevo que nos ha llegado de extramuros: cobre poco y pague mucho cosa que es imposible, pero soñar no cuesta nada y que además de eso puedan hacer buenos negocios y puedan vivir y dejar vivir que es lo mejor que le puede pasar a un banquero que de lo único que sirve es de alquilar plata y por lo tanto, si no nos puede alquilar la plata para que la devolvamos ¿para qué quiere ser banquero? y por tanto, los banqueros cuando más tienen que prestar es cuando está la cosa mal. Los banqueros prestan cuando está la cosa bien y cuando están las cosas bien los banqueros golpean las puertas de las casas de los gerentes para ofrecerles plata, casi los fuerzan a tomar plata. Y cuando la cosa está regular son los primeros que se asustan y salen corriendo a apretarles la garganta a todo el mundo y se funden ellos y funden a los otros. Los banqueros tienen que ser banqueros, que así lo fueron toda la vida. Y el Uruguay espera que ustedes lo sean así porque sino no hubieran crecido, en una España que tuvo tantas y tantas dificultades y hoy que se ha transformado en uno de los más grandes países de Europa.

De la arquitectura puedo decir tanto como el arquitecto, no tan bien, porque cuando uno viene a renovar los vales no hace nada más que mirar al techo (risas) a ver si baja un angelito.

De la suerte que van a tener estoy seguro que les va a ir muy bien. Y en el caso que no sea así haremos todo lo posible por que sea así.

Muchas gracias. (Aplausos)