El Presidente de la República, Dr. Jorge
Batlle Ibáñez, el titular del Banco Central del Uruguay, César
Rodríguez Batlle y el Intendente Municipal de Montevideo, Arq. Mariano
Arana junto a las autoridades del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria en la
inauguración de la sede de BBVA en Montevideo. Posteriormente el Primer
Mandatario haciendo uso de la palabra y luego procediendo al corte de
cinta junto al Arq. Mariano Arana.
Una participación más activa de la banca en el
financiamiento de la actividad productiva en momentos difíciles reclamó
ayer el Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle, en su discurso de
inauguración de la nueva sede en el Uruguay de Banco Bilbao Vizcaya
Argentaria (BBVA) de España. Reiteró la importancia de bajar impuestos y
ensanchar la base contributiva y adecuar la carga fiscal a la capacidad de
pago de la comunidad.
Dirigiéndose a una nutrida concurrencia de
autoridades, banqueros y empresarios el Presidente expresó:
Encontrarme en esta casa me llena de buenos recuerdos,
porque como todos los uruguayos, practicábamos lo que se llamaba entonces
el interplaya bancario o sea, andábamos por la Ciudad Vieja, de mostrador
en mostrador, con nuestros amigos de la época, Iglesias, Rojas y muchos
otros con quienes pasamos muchas horas. Porque cada vez que uno venía a
renovar un vale tenía que hacer un discurso como de media hora para
convencer al gerente. En eso nos hemos ido entrenando, el arquitecto y yo,
para llegar a esta posición... unos discursos fantásticos.
Y debo decir que, para el Uruguay, la presencia del
Banco Bilbao Vizcaya como la presencia de otros bancos, pero la presencia
de estos bancos que son, además, la expresión más clara de esa nueva y
formidable España, tan fuerte, tan agresiva, en el buen sentido de la
palabra, agresiva en el sentido de que está actuando con energía y con
presencia cada día más importante en América. España ha vuelto a
América no en carabelas sino en jet y con la fuerza de ese nuevo
instrumento. Porque sin ninguna duda en la región, particularmente, que
es la que más conocemos, la presencia de España no solamente en el
sector financiero sino en el sector industrial es cada día más
importante.
Para todos los uruguayos esto es realmente muy
positivo. Y lo es porque nos liga de una manera muy fuerte y muy natural a
quienes estuvimos siempre ligados, inclusive hasta nosotros los catalanes,
también estamos ligados a España, aunque parezca mentira, a veces.
Y es cierto, además, porque ustedes saben que venir
acá reforzando lo que es la tradición financiera de esta ciudad, nos
habilita el camino a nosotros, los uruguayos, a robustecer lo que hemos
tratado de hacer: tener una imagen de responsabilidad y de seriedad en el
manejo de la cosa financiera pública. Entonces a través del Banco de la
República cuando el Banco de la República hacía las veces de Banco
Central desde el Departamento de Emisión, adonde concurríamos hace
muchos y muchos años, a escuchar las charlas de nuestro amigo Bonino que
fue durante no sé cuantos años, el presidente del Departamento de
Emisión. Cuando hablo de nuestro amigo Bonino estoy hablando de una
generación de los que están acá ninguno conoció, privilegios de la
edad bien llevada.
Y el Banco Central hoy, el Banco República entonces,
el Banco Central hoy han tratado siempre de darle a este país además de
sus respectivos Ministros de Hacienda entonces, y de Economía hoy, un
concepto y una conducta de seriedad que nos ha ido permitiendo en este mar
proceloso que se agita en este barrio, navegar con un grado mayor de
éxito en el manejo de las cosas financieras a las difíciles alternativas
que estamos viviendo en la región y en el mundo, puesto que esto de la
recesión, no es solamente un asunto de nuestra región, lo compartimos
con Japón, lo compartimos con la baja de la producción industrial
alemana, en fin, lo compartimos con un conjunto de naciones que tienen
más que razones suficientes para estar en mejores condiciones que la
nuestra.
Nosotros lo que pretendemos es mantener esa condición.
Pretendemos mantener esa condición, pretendemos continuar con una
conducta de estabilidad y de responsabilidad en el manejo de las cosas.
Pretendemos que en el futuro la sociedad uruguaya invierta la forma de
considerar el gasto. Habitualmente se dice que el orden de los factores no
altera el producto, en el caso a esta que me voy a referir sí lo altera.
En estos países primero decimos cuánto queremos
gastar y después calculamos a quién le vamos a poner impuesto. Tenemos
que empezar a hacer al revés. A preguntarle a la comunidad cuánto está
en condiciones de pagar y a sujetar a lo que la comunidad está en
condiciones a pagar lo que le vamos a imponer a través del sistema
fiscal.
Tenemos que tratar que los impuestos en el Uruguay no
sean angostos y altos sino que sean bajos y anchos para que la tentación
de la informalidad comience a desaparecer progresivamente.
Nunca es más propicia la circunstancia para hacer los
cambios que cuando existen dificultades. Cuando los tiempos son de bonanza
todo el mundo navega arriba de la ola empopado, sin ningún tipo de
problemas ni siquiera mira el futuro con cierta tranquilidad de saber que
no siempre es así, mientras que, cuando el tiempo se pone, el viento se
pone del lado de la puerta es, precisamente, cuando hay que hacer los
cambios.
Nosotros creemos que en el Uruguay los tiempos de estos
cambios son ahora, cuando tenemos dificultades. No son cuando ellas pasen,
que van a pasar, sino cuando estamos en medio de las dificultades, que
hemos todos juntos enfrentado, en un país que ha dado, además, una
muestra desde el punto de vista de su conciencia social de la realidad que
vive de un gran sentido de responsabilidad y de conducta política, más
que de conducta cívica, de conducta política.
Por eso es que pretendemos tener una banca fuerte que
como dijo el señor Gerente nuevo que nos ha llegado de extramuros: cobre
poco y pague mucho cosa que es imposible, pero soñar no cuesta nada y que
además de eso puedan hacer buenos negocios y puedan vivir y dejar vivir
que es lo mejor que le puede pasar a un banquero que de lo único que
sirve es de alquilar plata y por lo tanto, si no nos puede alquilar la
plata para que la devolvamos ¿para qué quiere ser banquero? y por tanto,
los banqueros cuando más tienen que prestar es cuando está la cosa mal.
Los banqueros prestan cuando está la cosa bien y cuando están las cosas
bien los banqueros golpean las puertas de las casas de los gerentes para
ofrecerles plata, casi los fuerzan a tomar plata. Y cuando la cosa está
regular son los primeros que se asustan y salen corriendo a apretarles la
garganta a todo el mundo y se funden ellos y funden a los otros. Los
banqueros tienen que ser banqueros, que así lo fueron toda la vida. Y el
Uruguay espera que ustedes lo sean así porque sino no hubieran crecido,
en una España que tuvo tantas y tantas dificultades y hoy que se ha
transformado en uno de los más grandes países de Europa.
De la arquitectura puedo decir tanto como el
arquitecto, no tan bien, porque cuando uno viene a renovar los vales no
hace nada más que mirar al techo (risas) a ver si baja un angelito.
De la suerte que van a tener estoy seguro que les va a
ir muy bien. Y en el caso que no sea así haremos todo lo posible por que
sea así.
Muchas gracias. (Aplausos)