7/12/2001         

CARTAS AL PRESIDENTE  

     

El Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle Ibáñez, recibió esta tarde en el Salón de Actos del Edificio Libertad a los escolares cuyas cartas fueran seleccionadas en el  concurso "Cartas al Presidente”.

En la oportunidad los escolares ganadores realizaron al primer mandatario las preguntas formuladas u opiniones vertidas en las misivas enviadas, a continuación ofrecemos la transcripción del diálogo mantenido por el primer mandatario con los escolares que fueron seleccionados:

Ofrecemos a continuación el diálogo mantenido por el primer mandatario con los niños ganadores  

PRESIDENTE BATLLE: Empezamos con Daniel.

DANIEL: Yo me llamo Daniel Silva. Sr. Presidente Jorge Batlle voy a la escuela José Pedro Varela. Tengo 8 años y le escribo porque pienso que usted es muy inteligente y  me puede ayudar con este problemita lo que más deseo en el mundo es tener un perrito, pero mis padres dicen que no, porque vivimos en un apartamento. Por favor Sr. Presidente ¿cómo les convenzo? Muchos saludos, Daniel Silva.

(Risas y aplausos)

PRESIDENTE BATLLE: Me toca, me toca a mí. Che, Daniel, ¿vos sabés una cosa? Me pasé años tratando de convencer a Mercedes para tener un perro en el apartamento. No he podido hasta ahora convencerla a Mercedes. Tuve que llegar a Presidente, mudarme a Suárez, vivir en un parque para tener perro. Así que lo que tu tenés que hacer es: llegar a Presidente, mudarte a Suárez, vas a tener perro. (Risas y aplausos) En este caso te digo, yo lo que tengo es perra, no es perro. Es perra, ¿te da lo mismo? Bueno, así que cuando seas Presidente podés elegir perro o perra.

JIMENA: Mi nombre es Jimena Vignolo. Estoy en la escuela Jesús María. Señor Jorge Batlle si un día encontrara entre las cosas viejas la lámpara de Aladino, ¿cuáles son los tres deseos que pediría al genio? No se olvide de desear un deseo para todos los niños de Uruguay.

PRESIDENTE BATLLE:  Bueno, tu sabés que  siempre uno ha tenido esos problemas ¿no? las tres cosas que pediría. Entonces a veces uno las contesta como un  sueño, a veces las contesta seriamente, a veces las contesta pensando en las cosas que quiere hoy, que quiere mañana. Hay días que uno pediría un helado, por ejemplo. Unas ganas de helado terrible. A mí es una de las cosas que más me gustan. Pero Mercedes dice que yo engordo y que no puedo comer helado. Así que gastaría de pronto uno de los pedidos para pedirle a la lámpara si la froto mucho y me responde que sí, que me dé un helado. Otra cosa que, que  pediría es poder vivir siempre en el campo, con la naturaleza. Me gusta el pasto,  me gustan los árboles, me gustan las flores, me gustan los animales y pienso que una vida con la naturaleza es siempre una vida, digamos realmente hermosa porque nosotros en el mundo sin la naturaleza no podríamos vivir, sin los pájaros y sin las flores y sin los animales. Y naturalmente pediría también que todas aquellas personas que viven cerca de uno, que uno quiere, que uno conoce, bueno tengan salud y puedan mantenerse entre sí felices y con amistad y con amor. Ahora si le pedís al Presidente que te conteste esa pregunta, ya no a Jorge Batlle, ¿no? Porque ahí dijiste Jorge Batlle, yo creí que no era el Presidente. Si le pedís al Presidente y el Presidente está tan lleno de problemas que quiere por ejemplo que pare la lluvia, porque la lluvia no deja plantar el arroz, la lluvia nos ha embromado muchísimo el trigo y la cebada, que salga el sol, que venga buen sol. La segunda cosa que pido es que en la Argentina se arreglen, me pego cada susto todas las mañanas, que no te hacés una idea, y que termine la guerra, que terminen de tirar bombas y que la gente se muere, que termine. Siempre hay muchas tres cosas para pedir, siempre. Lo que hay que pedir es lo que uno realmente quiere, lo que uno realmente siente, para los demás y para uno. Bueno Leticia, a ver ¿qué vas a hacer tu?

LETICIA: Yo soy Leticia Barzilai, de Saint Cathering School. Señor Presidente, ¿cómo le va? Le escribía para preguntarle como es ser Presidente, porque todo el mundo dice: “Ah, ser Presidente qué bueno”. Yo no sé ni qué hace un Presidente, ni cómo es ser  Presidente. Por eso quiero que me cuente cómo es.

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, me va bastante pasable, depende viste, si para de llover me va mejor. ¿Cómo es ser Presidente? Mira, es una gran responsabilidad, es una gran tarea y además es una tarea que todos los días es una tarea nueva. No sabés cuál es el lío nuevo que tenés que enfrentar todos los días. Te levantas de mañana y llega el viernes de noche y decís el sábado no pasa nada, macana, pasa. (Risas) O sea que ser presidente es una tarea fantástica, de un gran honor, pero de una gran responsabilidad y de una gran seriedad. Y yo creo que es como cualquier tarea en el fondo, viste. Ser un buen médico, ser un buen abogado, ser un buen cameraman, ser un buen fotógrafo, ser una buena alumna, es una tarea con responsabilidad y si uno pone en cada una de las cosas que hace, toda el alma de uno, entonces le va a ir bien, y eso es lo que en el  fondo tenemos que hacer cada uno en el lugar que estamos. A mí me tocó ser Presidente, ya medio viejo, viste, pero me tocó y bueno, estoy en esto.

Bueno a ver ¿cómo te llamas? Enriqueta, a ver, es un nombre antiguo che, Enriqueta. No hay muchas Enriqueta ahora, viste que no hay. Ahora vamos a empezar a poner Enriqueta. Adelante.

ENRIQUETA: Estimado Señor Presidente, mi nombre es Enriqueta Márquez y voy al colegio Los Pilares. Yo pienso que para que la gente no robe y no sea tan mala como es tendría que ir a clase de formación padres e hijos una o dos veces por semana y luego después construirles una vivienda en todos los lugares donde hay cantegriles.

PRESIDENTE BATLLE:  Bueno, Mira, yo no creo que la gente sea mala. Yo creo que la gente es buena. Mira, hay más de seis mil millones de mujeres y hombres arriba de la tierra, si fueran malos, este mundo sería imposible, no podríamos vivir. No, la gente es buena, básicamente la gente es buena. Hay alguna gente que tiene problemas, que hay que tratar de ayudarlos a que, que resuelvan sus problemas. A veces la poca educación, el núcleo familiar, hace que alguna gente que puede ser buena, se transforme en mala. Pero hay mucha gente que ha vivido malos momentos que después mejora, que después mejora. Mira, el otro día vino una orquesta infantil de Venezuela, preciosa, eran chicos de la edad de todos ustedes y había uno un poco más grande, un gordo que tocaba el bombo, "bong y bong”, una cosa imponente el gordo, y el gordo estaba en la orquesta, que era feliz en la orquesta. Antes, cuando era más chico, hacía todo lo que no debía hacer. De droga pa’ delante todo lo que no debía hacer, y sin embargo, con la orquesta, con la amistad, con la escuela, con el cariño de los maestros y de los alumnos, mejoró, quiere decir que no es que la gente nazca mala, no, a veces hay circunstancias que le impiden ver bien el camino que tiene que seguir. Por eso cuando hay uno que no se porta bien, no hay que enojarse, hay que enseñarle. Hay que enseñarle que portarse mal al primero que no le sirve es a él. Y cada uno haciendo un poquitito, que uno no vea todos los demás si cada uno piensa que hace un poquito se pueden conseguir muchas cosas, Enriqueta, tenelo por seguro.

Pablo... ¿qué decís Pablo? Contame algo, andá.

PABLO: ¿De la carta?

PRESIDENTE BATLLE: Dale, si la querés cambiar, cambiala, si querés escribir otra, escribí otra.

PABLO: No.

PRESIDENTE BATLLE: Y, bueno, ta.

PABLO: Estimado Presidente, te quería... mi nombre es Pablo Gianoni y voy a la Escuela Experimental de Malvín. Quería hacerle una gran pregunta y me gustaría que me la contestara. ¿Cuál fue el día más felíz de tu vida?

PRESIDENTE  BATLLE: ¡Pa! (Risas) Dios me libre Pablo. Vos sabés que no sé. No sé, no sé, cuál sería el más felíz de mi vida.

PABLO: Te tengo que entregar esto que me lo...

PRESIDENTE  BATLLE: A ver damelo. ¿Qué me das Pablito?

PABLO: Mira lo que tengo.

PRESIDENTE BATLLE: Dame un beso, vení.

PABLO: Me dijo el Correo que te lo diera.

PRESIDENTE BATLLE: Ah.. está bien. Está bueno esto, che. Es del Correo, está bárbaro. Después me lo pongo. Che, no sé cuál fue el día más felíz de mi vida.

PABLO: Alguno que recuerdes.

PRESIDENTE BATLLE: Yo qué sé. Yo por ejemplo, mi mamá tiene 94 años, no la veo todos los días, pero los días más felices de mi vida es... son todos los días porque sé que está sana, que está bien, que me reta. Quiere decir que cuando anda mal de carácter y me reta es porque está sanísima. Y son todos los días felices de mi vida. Yo creo que ¿vos sabés que, Pablo, una cosa? No hay ningún camino seguro para la felicidad. No se compra, no te la venden, como te venden la Coca Cola, por ejemplo, como te venden un kilo de yerba Canarias. La felicidad uno la va haciendo en la vida. En cada cosa, hay felicidad de grandes cosas, hay felicidad de pequeñas cosas. Cuando escribís sin faltas de ortografía por ejemplo, Mira que felicidad. (Risas) Una bárbara felicidad, porque si a la felicidad... son muchas cosas, no es una gran cosa. Son muchas cosas. La felicidad es uno sentir y saber que uno está haciendo lo que debe hacer, así que estoy seguro Pablo que vos sabés ser muy felíz, se te ve en la cara que sos un tipo felíz, porque hacés lo que tenés que hacer. Te portás mal, sos hincha de Nacional, toda esas cosas sos. (Risas) Dale, entonces no sos feliz, Pablo, no embromes (Risas)

Bueno, Lucía. A no, perdón, perdón, perdón. Florencia. ¿Así que no sos hincha de Nacional, Pablo?

PABLO: No.

PRESIDENTE BATLLE: Hay que desastre, con razón, yo soy felíz, yo soy felíz. Florencia.

FLORENCIA: Me llamo Florencia García y soy de Young, Río Negro. 

PRESIDENTE BATLLE: ¡Pa!, de Young. ¡Oh!, ¿Qué edad tenés?

FLORENCIA: Once años.

PRESIDENTE BATLLE: Once, yo tenía seis cuando estaba en Young.

FLORENCIA: Y voy al Colegio "Sanca”.

PRESIDENTE BATLLE: Ta´ bien.

FLORENCIA: Yo quisiera que cambie algo que está mal, si usted puede.

PRESIDENTE BATLLE: ¡Ah! Bueno.

FLORENCIA: En las estancias fumigan los campos con productos químicos. Eso hace mal al medio ambiente. ¿Puede cambiar eso por algo que no haga mal al medio ambiente?

PRESIDENTE BATLLE: Mira, hay una gran lucha en el mundo para eliminar los productos químicos y para hacer cultivos orgánicos. Hay una lista, el gobierno ha establecido una lista de productos que no se pueden usar. Hay productos químicos que no tienen, digamos, un, residualmente, un efecto negativo como otros. A veces el Uruguay padece, por ejemplo en algún lugar del norte que te pasan de contrabando de Brasil productos químicos muy nocivos, que inclusive han hecho mal a la salud de la gente. En la zona de Bella Unión, por ejemplo, han habido denuncias de personas que trabajan en chacras que han sufrido enfermedades por productos químicos. Hay algunos, por ejemplo, como el “Rondap”, que seguramente tú lo habrás visto utilizar, para ponerle a los campos y matar la hierba y poder venir con la directa atrás, que son productos químicos que no tienen ese efecto. Yo creo que es una cosa importante tratar de eliminar lo más rápidamente posible aquellos productos químicos que tienen un efecto residual muy nocivo. Me parece que la gente del campo, que es la que más sabe de esto, está compenetrada de esta necesidad. En la inmensa mayoría de los que trabajan en el campo sienten que hay que cuidar y no traer productos químicos, que además, que a veces, cuando se echan por avión, como por ejemplo cuando tú por avión, pasas en el arroz para matar determinado tipos de productos. O cuando tenés el fusario en el trigo, como este año que, con la lluvia, hubo hongos en los trigos brutales, y pasas con el avión. Bueno, a veces matás pájaros y matás una cantidad de otras cosas que no deben de ser atacadas. Pero, el balance es muy difícil de hacerlo en cuanto a no aplicarlo o aplicarlo, dónde está el mal mayor. Y, por tanto, lo que hay que tratar es de que la mayor parte de los productos que se echan sean, digamos, productos menos nocivos para la salud y para él y para el medio ambiente. Y en eso está todo el mundo, algunos más y otros menos. Nuestro país es por suerte un país que tiene muy poca aplicación de productos químicos en relación a otros países, por el hecho de que la mayor parte de nuestra tierra se dedica a la ganadería. Los productos químicos básicamente se echan en la agricultura. En toda tu zona de Young, cuando yo vivía allá en 1936, la agricultura no requería este tipo de cosas, eran otros los costos.  Y, entonces, los productos naturales daban en su resultado lo suficiente y hoy precisás meterle productos químicos para que aumente la velocidad de crecimiento, la magnitud del rendimiento por hectárea, la vuelta a cultivos de segunda. Cuando terminás con el trigo y tenés que pasar “Rondap” para meter el girasol de segunda. O sea que; hay que tratar de mejorar.

Lucía, Pablo, Pablo quiere intervenir. Dale Pablo.

PABLO: Que cuando vos dijiste eso de que a veces pasamos “Rondap” y matamos pájaros pero, a veces hay pájaros que son plagas.

PRESIDENTE BATLLE: La cotorra y la paloma. Exactamente, te voy a regalar una chumbera. Lucía, adelante.

LUCÍA: Soy Lucía Maltés, de la ciudad de Treinta Tres. Señor Presidente, mi familia pertenece al medio rural, como usted sabrá la situación en el interior es muy delicada, mi pregunta es; ¿Cuándo sea grande podré seguir con la tradición de mi familia?

PRESIDENTE BATLLE: Mira Lucía, en realidad no lo sé, no lo sé. En primer lugar; yo creo que cada uno tiene que tratar de buscar, de hacer, lo que su vocación le indica, ¿no es verdad? Imagínate; mi papá se dedicaba a la política, mi hermano al piano ¿qué te parece? Nada que ver ¿no? Nada que ver. O sea, cada uno busca lo que realmente le interesa ¿no? El campo ciertamente en el Uruguay ha tenido muchos cambios, muchos, muchos cambios. Los cambios de los últimos treinta años en el campo no han sido buenos para el campo, han sido malos, todos malos. Nosotros en el Uruguay, hasta el año 1960 más o menos, vivíamos en un mundo en donde los lugares y los países a los cuales les vendíamos lo que el campo producía tenía las puertas abiertas y tú le podías vender todo lo que tú querías venderle. Y eso le permitió al Uruguay tener un campo próspero, y muchas veces durante muchos, muchos años, durante treinta, cuarenta años, el campo inclusive estaba con tanta fuerza, que podía no solamente darle de vivir mejor a la gente que trabajaba en el campo, sino que inclusive el resto del país sacaba del campo dinero para ponerlo en el resto del país. Hoy el campo tiene la dificultad enorme de la falta de esa libertad y de la falta de mercados. Cuando llegué acá, a mi sobrina, que es mi secretaria, le entregué un borrador, una cartita. Oscar, no está Oscar, ¿dónde está Oscar? Bueno, no está, Oscar se fue, desapareció. Bueno, después, si llego a tiempo, le voy a decir que traigan la cartita que les di, les di el borrador de una cartita que le mandé a Bush hoy, al Presidente de los Estados Unidos, sobre el campo. Porque el día de ayer, en el Parlamento de los Estados Unidos, se votó una ley en la Cámara de Diputados de los Estados Unidos. Una ley que autoriza al gobierno de Bush a hacer un acuerdo con los países, y luego que ese acuerdo se firma, el Parlamento americano no lo discute, vota por sí o vota por no. Y por la general, cuando al gobierno americano le dan esa posibilidad, el Parlamento vota por sí. Entonces yo le mandé una cartita a Bush hoy. Y voy a ver si consigo que me traigan el borrador, le dije que, si la pasaron en limpio para mandársela al Presidente Bush, que me la traigan, que se la voy a leer después a Lucía. Pablo, no te hagas el loco que hablás permanentemente. Para que veas cómo yo creo que el campo va a mejorar. El campo va a mejorar cuando las cosas que antes podíamos vender sin dificultades las podamos de nuevo vender sin dificultades. Y por eso yo empujo y empujo y empujo como un loco para ver si podemos hacer un acuerdo para venderle lo que producimos a los Estados Unidos. ¿A ver? ¡Ah! Te tengo que firmar, el secretario me hace firmar. Yo no sé ni lo que firmo acá, tome, capaz que firmo un vale. En fin, (le habla un hombre en voz muy baja y Batlle dice ¿eh? ....¿que se bajó?...) voy a ver qué firmo. ¿De qué te reís? Bárbaro, una cosa de locos, adelante. Dale.

NIÑO: Estimado Presidente de la República Oriental del Uruguay, me gustaría que me respondiera a una pregunta que es mi curiosidad. Cuando un día se levante y las cosas estén complicadas y no las pueda arreglar, ¿quisiera volver a tener nueve años?

PRESIDENTE BATLLE: ¿Quisiera qué?

NIÑO: A volver a tener nueve años.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Vos sabés una cosa? Si me hago esa pregunta voy a tener nueve años hasta que termine el gobierno, porque todos los días cuando me despierto  -o que me despiertan- hay un lío. Así que la verdad es que siempre uno piensa que tener nueve años es fantástico. Y pienso que, a esta edad, vos te debés sentir contentísimo por tener nueve años, cuando tengas 74 como yo vas a ver que es fantástico también. En primer lugar, recordás los nueve años y además tenés nietos de nueve años. Tengo un nieto de nueve años que es infernal lo que me divierte, es divertidísimo. Así que también a los nueve años los nietos le dan a los abuelos como yo, una alegría tan grande que te voy a decir, cuando tengas mi edad, no vas a querer tener nueve años, vas a querer tener nietos de nueve años. Tu.

VALENTINA: Querido Presidente, me llamo Valentina. ¿Conocés la escuela de Malvín?

PRESIDENTE BATLLE: ¿Cuál?

NIÑO: La experimental.

PRESIDENTE BATLLE: La experimental, sí. Adelante. Nunca entre, porque ya no voy más a la  escuela. Adelante, contéstame tu carta.

MAESTRA: Es esa.

PRESIDENTE BATLLE: Ah, es esa, ah, que bueno.

NIÑO. Tenemos un regalo.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Tenés un regalo, o querés un regalo?

NIÑO: No, tenemos.

PRESIDENTE BATLLE: Ah, pero, che, pero Pablo vos sos de la escuela.

PABLO: Sí, porque nosotros dos somos los mejores, los dos mejores.

PRESIDENTE BATLLE: Ah bueno, bueno, bueno, y qué regalo me van a dar. Agarra Pablo. Que maravilla. Que bueno que a uno le den regalos que no sea en su cumpleaños. ¿Cómo se hace?, che Pablo, ¿cómo se hace? ¡Pah!, ¡pah!, que detalle. Pero que bueno, que bueno. ¿Te gusta ser Presidente? dice Natalio. Batlle, ¿por qué eligió esta carrera? Que pase bien. ¿Cuál es tu comida preferida? Milanesa. ¿Por qué se dedica a la política? Y yo que sé. ¿Le gusta ser Presidente?. Muchísimo. ¿Cómo té esta llevando el trabajo?. A la miseria. ¿Con quién  vivís?. Con Mercedes. ¿Tenés mascota? Sí, la perra. ¿Cómo se llama? Cibel. ¿A qué edad decidiste ser Presidente? Jamás, cayó de casualidad. ¿Por qué te dedicas a la política? Por copiar a mi papá. ¿Cómo es su casa de descanso? Anchorena, ¡ah!, es precioso. Es precioso, precioso, precioso, después le voy a contar de Anchorena, cómo es Anchorena. ¡Pah!, me preguntan si voy a hacer lo que hizo Domingo Cavallo.  Decile que no. No, no, no. ¿Cómo puedes tomar tus decisiones sin saber sí que esta bien? Y tiene razón Ignacio, yo no sé si esta bien, pero si me paso preguntando a todo el mundo a ver si esta bien, y en cada esquina me dicen una cosa diferente, ¿qué hago?. Tengo preguntarme a mí mismo, preguntar a otros, y después resolver. No hay más remedio. Muy bien, muchísimas gracias, eh. Gracias Pablo. Un beso.

MARCELO: Le voy a entregar esto que me lo dio la escuela para...

PRESIDENTE BATLLE: Muchas gracias, muchas gracias. Allá en Pocitos, ¿no?. Bueno, muy bien Marcelo. Macanudo, me estoy llenando de  regalos. ¿A quién le toca?

SABRINA: Me llamo Sabrina Álvarez, tengo nueve años, voy al San Patrick. Hola señor Jorge Batlle, ¿vos tenés amigos y tiempo para jugar con ellos?, porque los amigos se necesitan mucho. Sí vos no tenés yo te presto, pero después devolvémelos.

PRESIDENTE BATLLE: Que bueno que me preste unos amigos. Sabés una cosa, si me prestas tus amigos capaz que no te los devuelvo. Por suerte tengo amigos.

SABRINA: ¿Querés venir a una "hamburgueseada” para conocer a mis amigos?

PRESIDENTE BATLLE: Ah, pero seria bueno, ¿no es verdad? Seria divertidísimo. A qué jugaríamos, a qué jugás. O haces como Beatriz cuando tenia tu edad, que jugaba  a las maestras con las muñecas, y entonces, mi hija Beatriz ponía todas las muñecas y al Mono que era más chico que ella, ¿no?, y lo sentaba al lado de las muñecas. Entonces, lo retaba al Mono, porque el mono era el que no hacia los deberes, las muñecas hacían los deberes. Y el mono lloraba, lloraba, y le decía “pero Batíz, Batíz”, siempre me retas a mí. Por qué no retas a las muñecas. ¿Haces así tu también? ¿Tu vas a ser maestra? Porque “Batíz” retaba a las muñecas y al mono y ahora es maestra. Mariana...

SABRINA: Te tengo un regalo.

PRESIDENTE BATLLE: ¡Ta bien!, otro regalito más, venga. A ver Lucia, te voy a leer la carta para Bush. Para, vení Sabrina, vení no te vayas. “Señor Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. Estimado Presidente: con la votación de la Cámara de Diputados se ha dado un primer gran paso en favor de la unidad de América. Lo felicito. Un nuevo tiempo de crecimiento, equidad, justicia y democracia asoma en el horizonte. Reciba usted un fuerte abrazo, su amigo Jorge Batlle”. Porque claro, imagínate que si hacemos un arreglo para venderles a todos los americanos todo lo que producimos vamos a poder volver a tener gente que en el campo pueda producir, porque va a tener a quien poderle vender. Y vamos a  volver a tener un campo prospero, y ese es el esfuerzo que tenemos que hacer. Y nunca es un asunto de un día. En la vida no hay ningún esfuerzo que sea un asunto de un día. Las cosas necesitan que uno persevere, que uno siga, que uno cuando hay una cosa que esta mal empiece de nuevo, porque al final se alcanza lo que se procura. ¿Y tú qué me vas a regalar, Sabrina? Sabrina me va a regalar una corbata, me quiere ahorcar. Pero Sabrina, pero Sabrina, a ver, sosteneme esta corbata. Que maravilla, y este escudo qué es che.

SABRINA: De San Patrick.

PRESIDENTE BATLLE: Ah, San Patrick. Es el escudo de los escoceses, de San Patricio, ¿no es así?. No, de los irlandeses. San Patrick es el escudo de los irlandeses. Y acá “happy christmas”, un “happy christmas” me das, muchas gracias Sabrina, ¿eh?

SABRINA: Me puede dar el autógrafo.

PRESIDENTE BATLLE: Que te dé el autógrafo Sabrina, a cambio del regalo querés un autógrafo.

NIÑO: Sí, yo también.

PRESIDENTE BATLLE: No, pará, pará,  pará, pará, pará, Sabrina pará, pará, sesión autógrafos después de las preguntas. Muy bien. Mariana.

MARIANA: Yo me llamo Mariana Minetti, tengo 12 años y represento a Paysandú, voy al Colegio del Rosario. Tanto en las escuelas públicas y privadas se enseña lo mismo respecto a historia, geografía, lenguaje. Pero, ¿por qué las escuelas privadas se enseña catecismo y en las otras no? O sino, ¿por qué no tendría que ser el catecismo en las escuelas públicas optativo?, porque hay niños que no tienen posibilidades de pagar un colegio privado, o catecismo particular y si podrían hacerlo en la escuela pública, el que quiere va y el que quiere no va.

PRESIDENTE BATLLE: Tu sabes una cosa Mariana, yo francamente nunca recibí clases de catecismo. Tenía la impresión de que la Iglesia y las organizaciones religiosas daban clases de catecismo y no cobraban. No sabía que cobraban. Pienso que no, que no ah de ser así, que el catecismo en las organizaciones religiosas se les da a toda persona que quiere recibir catecismo. En la escuela pública no podemos hacer eso, porque tendríamos que dar clases de muchísimas cosas, no solamente de religión cristiana. Por ejemplo, tendríamos que dar clases de los católicos, de los protestantes, de los luteranos, de los Santos de los Últimos Días, de los judíos, y de otras muchas cosas. Y me parece que eso no le corresponde a la escuela pública. Yo creo que cada uno en esa materia es libre de buscar el camino de la  religión. Y yo, mi caso por ejemplo, mira, cuando me case el sacerdote quería que yo firmara un papel en donde yo me obligaba  a educar mis hijos en la escuela religiosa y en la religión católica, apostólica y romana y yo le dije: yo no se lo firmo. Yo le firmo un papel en donde, yo digo: que yo me comprometo a que mis hijos en su libertad adopten el camino espiritual que quieran. Mi hija por ejemplo no esta bautizada por nosotros y mi hijo tampoco. Y luego mi hija encontró su propio camino, y bueno, resolvió hacerlo. Me parece muy bien. O sea que yo creo que la escuela pública eso no lo debe hacer. Soy partidario de que todo el mundo tenga la más absoluta libertad religiosa, y en ese sentido quiero decirte que el Uruguay tiene una tradición histórica realmente extraordinaria. Alguna vez seguramente te han de haber hablado de las Instrucciones del Año XIII, las de Artigas, ¿té acordás de la número 3? No te acordás de la número 3, yo te la voy a decir. La número 3 dice: “se promoverá la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable.” Imagínate que maravilla en 1813 en esta pequeña ciudad de Montevideo, con tan poquita gente, que ese grupo de personas que toda la vida se habían educado no en otra cosa que en la religión católica porque era la religión de España y la de la inmensa mayoría de los pobladores de aquel lugar, que era Montevideo, hubieran escrito esa frase: “se promoverá en toda su extensión imaginable la libertad civil y religiosa”. Y eso  es lo que yo creo que tenemos que hacer, que todo el mundo elija su camino. Y para encontrar a Dios no te preocupes no hay edad, se sepa o no se sepa el catecismo, no hay edad. Aquel que tiene fe sigue a su Dios. Algunos son islámicos, otros son católicos, otros son agnósticos, y otros son otra cosa. Y ese es el mundo, Mariana. ¿Tú tomas clases de catecismo? Me parece bien. Adelante. ¿Y tú cómo te llamas? Que no te veo.

XIMENA: Me llamo Ximena y voy a la Escuela 329 y dos veces por semana voy a la Escuela 279.

PRESIDENTE BATLLE: Bárbaro.

XIMENA: Señor Presidente, lo que me gustaría preguntarle es ¿por qué no manda pintar el muro y las rejas del Museo de José Batlle y Ordóñez y si le gustaría vivir donde vivió su abuelo?.

PRESIDENTE BATLLE: Mira, primera cosa que te voy a decir, mi mujer Mercedes está dedicada con un grupo de personas dedicada a restaurar la casa vieja de Don José Batlle y Ordóñez, en Piedras Blancas. Esto lo vamos a hacer en el transcurso de este año que viene; espero que la casa quede linda. La primera cosa que hay que hacer es arreglarle toda la parte del saneamiento, y toda la parte de energía eléctrica que está todo a la miseria. Don José Batlle y Ordóñez no era mi abuelo, era mi tío-abuelo. Yo tengo una fotografía con él, un día te la voy a mostrar. Yo tenía dos años, mi papá me tenía en brazos y yo estaba disfrazado antes del carnaval. ¿Sabes de qué me había disfrazado mi mamá?...

XIMENA: ¿De qué?.

PRESIDENTE BATLLE: ... de diablo; ¡qué mala idea!. Después disfrazamos a mi hijo con el mismo disfraz, y todavía lo tenemos y disfrazamos a mi nieto con el mismo disfraz, y cuando mis nietos sean grandes van a disfrazar a sus hijos con el mismo disfraz, todo lleno de campanitas. Era, él era el hermano mayor de mi abuelo, que murió, que falleció cuando mi padre era muy niño, y por tanto mi padre y todos sus hermanos vivieron en esa casa porque eran, digamos, Don José Batlle y Ordóñez era su tutor. Pero yo, yo conocí esa casa cuando estaba habitada por mis tíos, los hijos de Batlle y Ordóñez, pero yo nunca viví ahí, nunca; y él no era mi abuelo, él era mi tío-abuelo. Pero quédate tranquila que va a quedar muy linda. Paso p’acá ¡ah!, hay una tercera fila -perdóname-.       

LETICIA: Me llamo Leticia Girando y voy a la escuela Harwood School, en Carrasco. Señor Presidente de la República Oriental del Uruguay, Dr. Jorge Batlle, soy Leticia y me gustaría conocerlo, me encuentro ante una inquietud, sé que usted lo hace muy bien y se lo pregunto: ¿es muy difícil controlar a un país chiquito pero grande como Uruguay?

PRESIDENTE BATLLE: Controlar no es la palabra. Controlar es una palabra que significa que yo te controlo, que yo te controlo para que tú hagas lo que yo digo y para que tú no hagas lo que yo no quiero que tú hagas. Y controlar no es propio de los países que viven en democracia. Yo creo que la sociedad, todo el Uruguay está integrado por gente muy inteligente. Y además esa gente que es muy inteligente está muy informada, sabe lo qué sucede y entonces, lo que espera del gobernante, del presidente -me parece a mí, capaz que yo estoy equivocado- lo que espera del presidente es que el presidente  sea sincero, que el Presidente le diga lo que siente. No la verdad, porque yo no tengo la verdad, ¿la verdad quién la tiene? La tendrá Dios, si existe. Pero cada uno de nosotros tenemos nuestro parecer, nuestra manera de pensar; y pienso que eso es lo más importante para que la sociedad uruguaya se mantenga en el equilibrio y en paz que básicamente ella tiene. Sin controles. Florencia

FLORENCIA: Hola me llamo Florencia Vignola y voy a la Escuela Elbio Fernández.

PRESIDENTE BATLLE: Mira, yo también iba a la escuela de Elbio Fernández.

FLORENCIA: Señor Presidente: ¿qué se siente ser Presidente? ¿Cómo se sintió al saber sobre el atentado del 11 de setiembre? ¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza al saber lo ocurrido? ¿Qué haría si fuera el Presidente de los Estados Unidos?

PRESIDENTE BATLLE: ¡Pajarito, Florencia!  Vos sabés Florencia que yo estaba acá en el  edificio con los ministros esa mañana, y me avisaron de la pieza de al lado que estaba pasando eso y fui a verlo, y vi el segundo avión chocando contra la torre. La impresión para todos los que estábamos allí fue tan grande, tan enorme, que la reacción fue como quedar como paralizado, viste, no  te llega ningún pensamiento cuando estas en momentos de esa enormidad. Después estuve en el lugar. Cuando estuve en Nueva York,  fui al lugar, fui a verlo. Todo lo que uno veía por la televisión no tenía nada que ver con la realidad, la realidad era mucho más imponente que lo que mirabas, veías por la televisión. Los edificios de alrededor se cayeron todos, y los que no se cayeron estaban mordidos como si un terrible dinosaurio les hubiera dado un zarpazo, viste, a cualquier altura del edificio. Cuando yo fui, dos meses después, seguramente todavía hoy, hay fuego abajo, todavía hay fuego, todavía hay vapor, todavía hay un vapor y un humo además, que surge del fuego, de los fierros que estaban sacando el edificio tenían 1.500 grados Fahrenheit de temperatura. Dos meses después no sé cómo hubiera podido reaccionar, ese momento, ese mismo día. Pienso que el Presidente de los Estados Unidos como todos sus habitantes y él sufrió un impacto enorme. Tuve temor, tuve temor por la reacción, pensé que la reacción podía ser una reacción violenta, descontrolada, después me tranquilice, porque lo vi además a su ayudante principal, ese General Colin Powell hablar con tranquilidad y hacer que sea la razón y no la emoción la que dirigiera sus actos.  Cuando la emoción hace que la razón desaparezca uno puede hacer cualquier macana. Y por tanto, cuando lo vi con tranquilidad, dije: “ese es una presidente que sirve”. Porque ante un peligro y ante el conflicto esta tranquilo. ¿A quién le toca? A Clarisa.

CLARISA: Me llamo Clarisa Abreu, tengo 12 años, voy a escuela Nº 8, Guillermo  Quadri.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Y qué sos del “Loco” Abreu?

CLARISA: Hermana.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Qué? Pero con razón, pará que te felicito, pero pará, sos igual. ¿Cuándo te pintas de rubio? Pero momentito, un saludo y mi aprobación para Abreu. ¿Sos de Lavalleja? pero claro.

CLARISA: Señor Presidente.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Vas a jugar al fútbol? ¿Sos de Nacional?

CLARISA: Señor Presidente... Sí.

PRESIDENTE BATLLE: No puedo hablar de la emoción que tengo yo.

CLARISA: Señor Presidente Don Jorge Batlle: quiero decirle que la droga es un punto que mucho me preocupa. Me entristece ver a los jóvenes perder oportunidades por culpa de la marihuana u otras sustancias. No gusta la violencia por culpa de la droga. Me decepciona la situación y quisiera vivir en un país donde el deporte venza a la droga. Muchas gracias. Clarisa Abreu.

PRESIDENTE BATLLE: En tu caso, me parece fantástico porque el deporte lo traes de familia.

CLARISA: Y te quería dar esto...

PRESIDENTE BATLLE: A bueno.

CLARISA: ... que te manda mi hermano.

PRESIDENTE BATLLE: Que me manda tu hermano.

CLARISA: Sí.

PRESIDENTE BATLLE: Pero, ¿cuál el jugador?

CLARISA: Sí.

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, una maravilla.  Decile al “loco”  que espero que haga muchos goles más.

MARTÍN: El "loco” Abreu.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Eh, vos también sos de Nacional como yo?

MARTÍN: Sí.

PRESIDENTE BATLLE: ¡Ah! bueno, Martín eso es bueno. Che, mira me viene bien porque no tengo... ¡pah! Che, (aplausos) ¡Pah!, pero que fantástico. Yo nunca creí que iba a tener una tarde tan fantástica con tantos regalos, tan formidable, ya no sé que hacer con los regalos que tengo. A ver si me lleva este regalo.

NIÑA: Se lo tengo.

PRESIDENTE BATLLE: Este no, este no me lo lleve. El número de la suerte, el trece. Muy bien. Me parece muy bien, el deporte ayuda a que la droga no entre y a que la droga salga. O sea que el deporte desplaza a la droga, y si podés algún gol haciendo deporte, me parece mejor todavía. Julia

JULIA: Me llamo Julia Larrosa, soy de San José y voy al Colegio Sagrada Familia de San José. Soy una niña de 12 años que estoy viviendo la situación de nuestro país. Uruguay debe mucho dinero en el exterior. ¿Usted que haría si los países a los cuales debemos nos exigen pagarles a corto plazo?

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, Mirá, ese caso no se da. Es imposible, porque  la deuda uruguaya esta, se contrata, en títulos. ¿Viste lo que firmé recién? Se contrata en títulos. Los títulos del Uruguay se contratan a ... por lo menos, a diez años de plazo. Eso depende de cómo es el país. Por ejemplo, te voy a dar un caso bien concreto: Brasil, Argentina, Uruguay, Chile. Chile y nosotros contratamos la deuda a diez años, a veinte años. Nosotros hemos contratado deuda hasta el 2020. Chile igual, y muy barata. La nuestra es muy barata. La nuestra esta que yo acabo de firmar recién era a 4,5 o 5% de interés. La deuda de Brasil se contrata a interés más alto y a muy corto plazo. A muy corto plazo, porque ellos tienen que pagar mucho más interés que nosotros. Porque aunque parezca mentira, Chile y Uruguay están mejor posicionados que Brasil, y por tanto Chile y Uruguay pagan menos intereses que Brasil, y pueden colocar su deuda a muchos más años de plazo. En la Argentina, la situación es tan difícil que no pueden colocarla y si hoy, si colocasen, tendrían que pagar una cantidad tan loca, tan loca, tan loca, que es impensable. O sea, en el Uruguay la deuda, por eso te digo que tiene el Uruguay, es a la más corta es a diez años de plazo y por cierto, si tenemos buena conducta,  como nos ha pasado hasta ahora siempre, cuando llega el momento en que hay que pagarla, se cambia por otra y se vuelve, pagando los intereses, a tener diez años de plazo para adelante. Te pasa lo mismo a ti. Si tu tenés una libreta en el almacén y le pagas al almacenero normalmente, el almacenero te fía. Si no le pagás normalmente, no te fía. Es eso. Y los países son iguales que los almacenes. A veces un poco más complicados, pero es lo mismo. Si uno tiene buena conducta, a uno le va mejor. Carina.

CARINA: Dr. Jorge Batlle: ¿cómo está usted? Yo me llamo Andrea Karina Olivera. Soy de la escuela Franklin Delano Roosevelt. A mí me gustaría preguntarle lo siguiente: 1) ¿qué se siente ser Presidente de un país? 2) ¿cuál es su comida favorita? Lo saluda, Andrea Karina Olivera.

PRESIDENTE BATLLE: La comida favorita, como te dije, la milanesa. La milanesa, como decía el mono. Papá, quiero “milanesa”. ¿Qué se siente ser Presidente? Como te conté, arina... una cantidad de cosas que a veces son muy interesantes. Por ejemplo, haberle podido escribir al Presidente de los Estados Unidos esa pequeña cartita que yo le escribí, en donde le digo que lo felicitaba por haber obtenido esta ley, que le mandaba un abrazo porque eso nos podía asegurar un lugar para vender lo que nosotros producimos, uno siente una gran alegría. Cuando hay una inundación y la gente tiene que salirse de sus casas y se le inundan las casas y se le mojan los colchones, y se le moja la ropa de cama y se le mojan los muebles, uno siente tristeza. O sea son las cosas que va sintiendo, las cosas que va sintiendo en la vida. Cuando perdés algo te da lástima, cuando lo encontrás, estás contenta. A un Presidente le pasa lo mismo. Lo que pasa es que él tiene más cosas normalmente de las que preocuparse. Martín, primero te felicito porque yo veo que sos de los buenos, sos de Nacional. Dale, Martín. ¡Qué línea delantera tengo acá! Dale, Martín.

MARTÍN: Señor Presidente Jorge Batlle. Me llamo Marcelo Martín Alsina,  tengo 8 años y voy a la escuela 116 de la ciudad de Florida. Yo quiero preguntarle cómo hizo para llegar a ser Presidente.

PRESIDENTE BATLLE: Ah insistí. (ríe) Perdí dos veces, tres veces, cuatro veces, hasta que,,, tácate, se dio. Esteban, dale.

ESTEBAN: Cañada de Magallanes, 28 de noviembre de 2001. Señor Jorge Batlle, estimado  Presidente. Mi nombre es Esteban Diego Guigou  Yo le quería informar sobre la situación del campo. Últimamente, las lluvias han hecho que los trigos se apestaran y la cebada también, un poco. Tengo 11 años y estoy en 5º de escuela. En mi escuela somos sólo nueve alumnos, contándonos a todos. Es una escuela rural. El año pasado fuimos a Montevideo. Fuimos al Edificio Libertad, al Cerro, a la fábrica de CONAPROLE, al Palacio Legislativo y al Parque Rodó. Lo vimos a usted en el desfile cívico militar por el Bicentenario de Dolores, cuando desfilaba con la bandera uruguaya de mi pueblo. Yo tengo un gallinero con 52 gallinas y junto 40 huevos por día. ¿Usted querría visitarnos? Si tal vez podría recibirnos para hablar de los problemas de campo y encontrarles solución.

PRESIDENTE BATLLE: Esteban, estuve sí en el bicentenario de Dolores.¿Qué gallinas tenés? ¿Rhode Island Red, batarazas, Sussex armiñadas, Leghorn? Tenés las batarazas. Las batarazas son de distinta clase. Pueden ser las Primund Road barreadas. Yo tenía gallinas. Teníamos, mamá tenía las gallinas Horpington, que eran unas gallinas gordas, blancas, pesadas. Después están aquellas gallinas medias voladoras, que son las Leghorn, blancas, que son mucho más ponedoras pero no son buenas madres. Nosotros preferíamos las Rhode Island Red. Después había unas muy lindas, blancas,  que tenían un cuello de plumas negritas que se llamaban Sussex armiñadas. También eran muy lindas. Ahora han cambiado muchos las gallinas. Ahora las gallinas, viste,  las ponen en máquinas y son como máquinas de poner huevos, puac, huevo, puac,, huevo. Es una cosa imponente. Después están esos pollos pelados que ponen de a dos. Los cuelgan de las jaulas para que los pollos crezcan en minutos.  Así que antes era distinto. Y decíme una cosa. ¿Y echás a  la gallina con huevos, para que tengan pollos. No, y cuando las echás, ¿te fijás  cuando la fecha que va a nacer el pollo cómo es la luna? No, bueno, entonces fijáte: cuando vaya a nacer el pollo, que no es a los 21 días, tiene que ser luna llena, porque si hay luna llena, el pollo tiene fuerza para reventar la cáscara y salir. Si no es luna llena, el pollo no siempre tiene fuerza, hay que ayudarlo. Así que fijáte. Ahora viste que las gallinas, cuando están cluecas, tienen como fiebre, ¿no? Claro, no hay gallinas cluecas, las ponen a todo el mundo en la fábrica, prenden la luz y ya sale le pollo. Si vos tenés 48 gallinas, alguna se va a poner clueca. Bueno, les ponés los huevos abajo, esperás 21 días, pero fijáte bien en el almanaque que cuando vaya a nacer el pollo, tenga luna llena, entonces el pollo sale contentazo. Mojado, sale mojado, empapado pero contentazo. Pero cuando le ponés con la luna menguante, ¡pah!, un laburo para sacar el pollo... AsÍ que voy a enseñarte a poner a la gallina en clueca. A ver, ¿donde estás tú? ¿A quién le toca? Ah, perdón, Benjamín.

NIÑO: Me llamo Benjamín,  voy al Saint Patrick, y estoy en 4º año. Estimado Presidente Batlle quiero decir que está gobernando bastante bien Batlle. Sólo quiero decirle  que a un amigo le robaron 12 veces, y la última vez quince pesos.

PRESIDENTE BATLLE: ¡Pah!, .... ¿cuánto le robaron?

NIÑO: Quince pesos.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Dónde?

NIÑO: En el Parque Miramar.

PRESIDENTE BATLLE:  En el Parque Miramar. Es cierto. Ahí es un desastre. Hay que decirle a Stirling. Y sí. Esas es una de las cosas lamentables que hay, sobre todo en la zona esa. Y es gente de la vuelta, por otra parte. Porque yo tengo un amigo que vivía ahí, en el parque Miramar, hicimos una investigación porque el comisario que estaba en la oficina de la policía allí, que está del lado de Camino Carrasco, del lado de atrás. Está la policía. Yo fui allí y era un hombre del interior creo, de Artigas o de Rivera, yo seguramente lo había conocido. E hicimos la investigación. Y sí, hay un grupo allí que es bastante complicado. Y además los toman, los sueltan, los toman, los sueltan, es uno de los problemas que tenemos que tratar de enfrentar con mejor educación, acercándole la educación en escuelas de tiempo completo a mayor cantidad de personas y a mayor cantidad de jóvenes. O sea que la tarea es hacerlo mejor. Si lo hago bastante bien te lo agradezco, trataré de hacerlo mejor. Adelante.                  

MATEO: Señor Presidente Batlle, me llamo Mateo y tengo ocho años, vivo en Bella Unión y estoy en segundo año, tengo buenas notas en el carné Esta carta es para preguntarle cómo se hace para ser Presidente. Eso es lo que quiero ser cuando sea grande para ayudar a todos y ser importante como José Artigas. Por eso quiero que usted me diga qué tengo que hacer y qué tengo que hacer... estudiar o en qué puedo trabajar para poder ser Presidente del Uruguay.

PRESIDENTE BATLLE: Mira, me parece que es una idea buena ser Presidente. Por empezar, ya tenés una idea desde chico bien clara y, por tanto, ya has dado un paso muy importante. Tener una idea de lo que uno quiere hacer es siempre muy importante. Para ser Presidente es posible que no haya una respuesta, digamos, sencilla a tu pregunta ¿no es verdad? Porque yo lo que te voy a decir capaz que no sirve para ser Presidente. Porque yo no hice nada para ser, especial, para ser Presidente. Yo estudié, yo fui a la escuela, a la escuela pública después fui a la escuela... primero fui a la escuela Alemana, después salí de la escuela alemana fui a la escuela Venezuela, después fui al Liceo Bauzá, tuve en el Elbio Fernández, volví al Liceo Bauzá, después fui abogado, estudié para abogado, me recibí de abogado, hice política, fui diputado, pocas veces, fui senador, pocas veces. Con lo viejo que soy fui Senador dos veces y Diputado dos veces, nunca fui Ministro, nunca fui Embajador, nunca fui miembro de un Ente Autónomo, nunca fui Intendente, nunca fui edil, nada ¿viste? Quiere decir que yo lo único que hice fue estar en la política, decir lo que sentía, trabajar por aquello que creía y se dio la vuelta y acá estoy. O sea que de repente otros hicieron mucho más que yo, trabajaron más que yo o estudiaron más que yo.

NIÑO: ¿Es lindo o feo ser Presidente?

PRESIDENTE BATLLE: Y depende, depende porque vos te das cuenta que ser Presidente vos tenés todas las obligaciones ¿eh? Ser Presidente no es pa’ divertirse, ser para trabajar, trabajás mucho más de Presidente que de cualquier otra cosa, porque además de trabajar todo el santo día y todos los días del año, tenés todos los días encima tuyo preocupaciones de todo tipo, propias y de otros ¿eh? No es changa ser Presidente ¿eh? Así que si querés ser Presidente tenés que ponerte a hacer gimnasia pa’ sacar músculos y aguantar ¿eh?, porque no es fácil. Adelante.

AGUSTIN: Hola, soy Agustín, Jorge Batlle, hola, soy Agustín Medone y te quiero contar que quiero conocerte cara a cara, porque verte en la tele no es lo mismo. ¡Ah! Otra cosa es que en la mayoría de tus ideas yo estoy de acuerdo pero, la idea de vender ANTEL no me parece  bien.

PRESIDENTE BATLLE: ¿La idea de qué?

AGUSTIN: De vender ANTEL.

PRESIDENTE BATLLE: Muy bien. En primer lugar; yo no sé quién tiene la idea de vender ANTEL, porque nosotros no hemos propuesto vender ANTEL.

AGUSTIN: No, porque yo vi en las calles que...

PRESIDENTE BATLLE: Ah sí, sí, pero no es cierto. No es cierto, nosotros lo que vamos a hacer con ANTEL el 28 de enero es un remate para que algunas compañías puedan vender teléfonos celulares. Hoy los teléfonos celulares los tiene la compañía ANTEL y la otra es MOVICOM, son nada más que ellos dos. Pero, como desde el punto de vista técnico pueden haber más compañías, nosotros lo que vamos a hacer es un remate para que otras personas o otras compañías que quieran también tener celulares puedan tener celulares. Con eso vamos a sacar dinero y, con el dinero que vamos a recibir vamos a pagar deuda, para achicar la deuda que tiene el Uruguay. Pero, la ANTEL, la que tiene el teléfono ese que vos tenés en tu casa, el teléfono fijo, esa no se puede vender, porque la ley no lo permite. O sea; hay telefonía fija, que es el teléfono que tú tenés en tu casa y telefonía móvil, que es ese que suena todo el día en el bolsillo de todo el mundo ¿viste?, y en las carteras de las señoras. Bueno, la ley dice; la telefonía fija no se puede vender. La ley autoriza a que más de dos tengan la posibilidad de venderte a ti un teléfono celular. De las dos que hoy funcionan una es del Estado, ANTEL, y la otra es particular, MOVICOM, es de particulares. Así que los muros dicen eso pero, no dicen la verdad. Adelante.

FLORENCIA: Señor Presidente, soy Florencia Scarpa del Jesús María y tengo una pregunta; la epidemia de aftosa fue muy mala para nuestro país, no exportábamos y había mucha gente sin trabajo ¿qué podemos hacer para que no vuelva a pasar?

PRESIDENTE BATLLE: (risa), bárbaro, levantar una barrera contra los microbios, fumigar en el aire, soplar para el otro lado. El ocho de agosto del 2000 yo fui a una exposición de Palermo en Buenos Aires y ese día el Ministro argentino de Agricultura dijo que la Argentina era un país libre de aftosa. Lamentablemente eso no era verdad, la aftosa estaba en toda la Argentina e invadió a todo el país. Y, cuando se ocultó toda la zona del litoral argentino, de Entre Ríos y Corrientes, del otro lado del río Uruguay con aftosa, era muy difícil atajarlo. Lo puede traer el microbio, una persona en los zapatos, en las gomas del auto, en un paquete. El microbio vive además bastante tiempo, un pájaro, el viento, las esporas pueden volar. Y el río Uruguay es un río angosto se puede atravesar quince kilómetros. Por tanto, para que la aftosa en Uruguay no vuelva a darse lamentablemente lo que vamos a tener que exigir primero es un combate de la Argentina, del Paraguay y del lugar en donde nace, en donde es una epidemia endémica, que es en la zona del Beni en Bolivia. Nosotros vamos a poder tener rápidamente ya la condición de país libre de aftosa con vacunación, ya. Pero, lo otro va a tener que hacerse una pelea en toda, en toda América, muy dura. Ojalá tengamos éxito. Valentina.

VALENTINA: Hola.

PRESIDENTE BATLLE: Hola.

VALENTINA: Señor Presidente Jorge Batlle, me llamo Valentina Leira y tengo nueve años. Le escribo esta cartita para poder conocerlo, me gustaría charlar con usted y contarle que lo admiro por su perseverancia, porque mi papá me contó que luchó mucho para llegar a ser Presidente. Quisiera que se respetara la ley de los animales, me gustaría que haya trabajo y no haya tanta pobreza en las calles. Quisiera que me contara o me mostrara qué hacer, qué hace un Presidente. También quisiera que visitara mi escuela, es la número 28. Gracias por leer mi cartita. P.D. No cambies.

PRESIDENTE BATLLE: (ríe) Bueno, creo que estoy muy viejo pa’ cambiar. En realidad, de todas las cosas lindas que tú me has dicho lo más importante es el tema del trabajo, el tema del trabajo es lo más importante. Por suerte en el Uruguay tenemos un seguro de paro que hemos podido atender a mucha gente. Pero, por ejemplo, tuvimos la suerte de que todos los empleados y obreros de los frigoríficos, que fueron al seguro de paro después del 24 de abril cuando vino la aftosa, el 1º de noviembre al empezar a trabajar volvieron a trabajar. Y hay algunas cosas lindas, el otro día estuve en la “Tienda Inglesa”, que se inauguró en Atlántida, y me contó un señor, que es el gerente allí, que habían dado trabajo a 400 personas. Y otro día en el Paso de la Arena, nuestros amigos que tienen un supermercado grande, que es un supermercado que ya existe en otros lugares de Montevideo, me contaron que ellos también al abrir el supermercado habían tenido que darle trabajo a muchas personas, no sé si 200 ó 300 personas. Quiere decir que, por suerte, uno ve que se van abriendo de a poco fuentes de... de trabajo. Para que eso crezca más tiene que haber más actividad, más actividad industrial, más actividad comercial. Y en el fondo lo que yo le decía a Lucía; tenemos que tratar de que el país pueda vender lo que produce, porque entonces, si uno vende lo que produce, uno hace que el carro se ponga en marcha, que el carro se ponga en marcha. Esperemos que podamos todos trabajar para eso.

VALENTINA: Batlle.

PRESIDENTE BATLLE: Sí.

VALENTINA: Tengo un regalo.

PRESIDENTE BATLLE: Pero dios me libre vení. Dale. Pero valentina muchas gracias por el regalito. Dame un beso, dame un beso.

VALENTINA: Gracias.

PRESIDENTE BATLLE: A ver que regalito me trajiste vení. ¡Pa! ¿Se come? A no es un árbol de navidad, no se come. Pero que lindo que es con nieve. Acá no hay nieve.

PABLO: Está cayendo.

PRESIDENTE BATLLE: Se está cayendo la nieve. Y bueno traé el sobretodo. Hace frío con la nieve. Pablo. ¿En qué año estás?

PABLO: Tercero.

PRESIDENTE BATLLE: Tercero. ¿Cuántas veces te ponen en penitencia por día? ¿Ninguna? Bueno me parece muy bien. Adelante.

MAYRA VERDÚN: Querido Presidente, soy Mayra Verdún, tengo 10 años, voy al colegio Emilio Carlos Taconi, en Peñarol. Mi pregunta es: ¿por qué usted se preocupa  tanto por el contrabando y los Presidentes de antes no? Lo felicito, es muy valiente, chau. Posdata: aguante Peñarol. (Risas)

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, si sos de Peñarol, tenés que ser de Peñarol naturalmente. Mira yo me preocupo por el contrabando, porque me parece que el contrabando le hace daño al país. Le hace daño. Yo comprendo que haya gente en la frontera que vive en Rivera y que vaya a comprar lo que tiene que comprar todos los días al otro lado, porque prácticamente Rivera y Santana Do Livramento es el mismo.. la misma ciudad, es todo lo mismo ¿no? Pero el resto no es así, el resto no es así, y entonces es un daño espantoso, el comercio sufre, la gente que tiene que pagar un alquiler y que pagar un impuesto, y paga los sueldos de los empelados se encuentra con que hay otro que viene, se pone en la esquina y vende lo mismo, más barato, sin pagar impuesto, sin pagar alquiler, sin pagar nada y el individuo entonces ese que tiene un comercio, que tiene un almacén, que tiene una verdulería, o una frutería, un pequeños supermercado, ese al final  cierra y se funde. Con lo que yo creo que yo tengo que combatir el contrabando. He hecho lo posible, sé que  no es 100 por 100 lo que hemos podido hacer pero lo voy a seguir haciendo. Lo que hicieron los demás, no es un asunto que me toca a mÍ juzgar, pero... aguante Nacional. (Risas)

¡Qué bueno Martín! Esto si que es un regalazo. Agarrá esto, Martín.

NIÑO: Bueno, Sr. Presidente Jorge Batlle, yo le quisiera preguntar si usted podría abrir más fuentes de trabajo.

PRESIDENTE BATLLE: Pará Martín que voy a contestarle al amigo mientras abro acá tu.. gracias Martín. Sí, qué haría sin ti Martín. Video de Florida, me parece bárbaro. ¿Vos sos de la ciudad de Florida, Martín? ¿De qué barrio sos?

MARTÍN: De Larrañaga.

PRESIDENTE BATLLE: Del Barrio Larrañaga. Muy bien. “Sr. Jorge Batlle..” ¿Esta es su carta Martín?

MARTÍN: No. 

PRESIDENTE BATLLE: Ah.. es la foto. ¡Pa! Uno de Peñarol y otro de Nacional ¿qué te parece, que te parece? Bueno Mira yo en realidad lo que tu acabás de decir es prácticamente lo mismo que me preguntó recién nuestra amiga, ¿cómo se llama? Perdón, Mayra. O sea, decir que uno quiere abrir fuentes de trabajo es una cosa, abrirlas es otra. Decir que uno quiere tener una casa es una cosa, construirla es otra. La curva de la desocupación, subió y subió y subió, luego se paró y ahora está empezando a bajar. Yo creo que el próximo número vamos a tener por lo menos una desocupación un poco más baja. No tan baja como la que deseamos pero va a ser un poco más baja porque como te digo, había en el interior por ejemplo la paralización de los frigoríficos traía que no hubiera ferias, que los camiones no llevaran ganado, que no hubiera remates, que no hubiera todas las actividades que están alrededor de un remate – feria y todo eso, hacía que mucha gente no pudiera ni siquiera tener una changa ¿no es verdad? Como es la gente que en el campo hace changas de esa naturaleza. O sea que yo creo que progresiva... progresivamente vamos a ir mejorando. Ahora por ejemplo vamos a llamar a... a llamar a interesados para construir unos hoteles nuevos, grandes es Punta de Este. Hay tres interesados. Yo  no creo que vayan a haber tres que construyan, pero ponéle que haya dos que construyan, bueno van a haber miles de personas trabajando en la construcción y luego trabajando en el funcionamiento. O sea creo que el turismo nos va a dar mucho ingreso y mucha ocupación y nos va a ayudar a bajar la desocupación en el Uruguay. Así espero, así espero, y para ello trabajo. Gracias flaco.

NIÑO: Yo quiero agradecerle...

PRESIDENTE BATLLE: ¿Por qué? 

NIÑO: ...por elegir mi carta.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Por elegir tu carta? Pero escucháme una cosa, ¿vos sabés una cosa? ¿querés que te diga la verdad? Yo no elijo nada, la eligen otros por mí, así que no sé a quién tengo que agradecerle yo por haberte encontrado a vos. Vamos a preguntar después los dos juntos a ver a quién le vamos a agradecer. Porque  a mi no me dieron chance para elegir tu carta. Me dijeron estas son las cartas y ahí estoy yo. Gracias flaco. Adelante.

ALICIA: Me llamo Alicia y voy al Colegio Nacional José Pedro Varela. Quisiera preguntarle en ¿Qué momento de su vida pensó en que algún día sería el Presidente de la República y por qué y cuáles fueron los cuentos preferidos que su mamá le contó de niño y si alguno de ellos influyó en esa elección? ¿Ahora que lo logró se siente felíz?

PRESIDENTE BATLLE: Bueno en realidad yo nunca pensé que iba a ser Presidente. Yo te quiero decir una cosa ¿no? que vos tenés que saber. Yo viví siempre adentro de una familia que se dedicó toda la vida a la política. Yo te voy a contar. Nosotros llegamos al Uruguay los primeros días de 1800, o sea hace 201 años. Hemos hecho política toda la vida. El bisabuelo mío, el Gral. Lorenzo Batlle, ese fue Presidente, en 1868 y antes había sido Ministro de la Guerra y Ministro de Hacienda, y había estado en la guerra como coronel y antes como teniente, así que había hecho política y era el hijo del primero que llegó. El hijo de él, fue Batlle y Ordóñez, hacía política. Sus hijos también hacían política, todos sus sobrinos también, mi papá era uno de ellos, que también fue Presidente, fíjese que estábamos todos metidos en la política, todos, permanentemente, todos. Mi mamá es muy graciosa, Mira. Mi mamá cumplió 90 años hace cinco años ¿no? entonces atendió a las amigas, las invitó a las amigas y les dijo a las amistades que viniera a las seis de la tarde. Ella recibió a todo el mundo, a las doce de la noche se fue todo el mundo, estábamos mi hermano, mi hermano, yo, y los nietos grandes, acercó una silla se sentó y dijo bueno, vamos a hablar un poco de política (risas) A las doce de la noche a los 90 años. Te voy a contar otro. El otro día yo la voy a ver y le digo: “che mamá, me voy a Estados Unidos”, “¿qué vas a hacer?”, “voy a Naciones Unidas”, “Ah... ¿y después?”, “Voy a Washington”, “¿Vas a ver a Bush?”, le digo, “no mamá, Bush está con el Presidente ruso en Tejas”, “¿A quien vas a ver?”, “Voy a ver a Cheney, al Vicepresidente”, "¡Ah!– me dice-  ¿ese que está escondido? Ese es el que manda, andalo a ver a ese”. (Risas) Quiere decir que nosotros toda la vida todos, todos, todos, somos aburridísimos, somos los locos más aburridos que te podés imaginar. Nos sentamos a discutir de política, desde que nos conocemos. Ahora eso no quiere decir que nosotros quisiéramos ser Presidentes. Somos muchos y soy yo el de esta generación el único, porque me tocó, o por casualidad, podría no haber sido. A mi edad imaginate, ya estaba la final de la carrera yo. No. Yo lo que creo, tenés razón. Yo lo que creo es otra cosa, viste, yo lo que creo que lo que nosotros hemos tenido siempre es un interés por las cuestiones públicas y ese interés lo hemos practicado desde todos lados como miembro del Consejo, mi tío César era edil y después fue Presidente de la Junta Departamental y del Consejo Departamental de Montevideo, el otro fue senador, el otro diputado, siempre estuvimos en eso. Es una familia que toda la vida se dedicó a hacer  política, unos fueron una cosa, otros fueron otra. Mi hijo por ejemplo no hace política. Y mi hija cuando llega la elección hace política, pero mi hijo no, ves ahí tenés. Y mi hermano, ¿qué te parece? Toca piano. Ese tampoco hace política,  nada, para nada. Hay de todo, pero ¿algo más me preguntaste? Ya me olvidé. ¿Sí, qué?

ALICIA: De los cuentos.

PRESIDENTE BATLLE: Ah, ¿los cuentos que me hacía mamá? Vos sabés que no me acuerdo, ¡pa! Se me olvidó. Nosotros cuando éramos chicos éramos de un tiempo en que no había televisión, no había y no había radio prácticamente, la radio se escuchaba muy poco. Entonces cuando éramos chicos nos enseñaban a que toda esa cosa que ustedes ven en la televisión o que escuchaban por la radio, nosotros las sacábamos de los libros. Toda la imaginación de todas las cosas de imaginación, son los libros. Todas esas cosas que ustedes ven por la televisión, nosotros las leíamos en libros y la imaginación era como que los libros se metían adentro de nosotros y nosotros Mirábamos las cosas que los libros decían como si fuera una película. Así que de chicos era eso lo que hacíamos. Por ejemplo “Mori la rana, el libro de las tierras vírgenes” ustedes lo vieron en la televisión, el tigre, cómo se llamaba el tigre, Sherecán y cómo se llamaba el oso Baló y cómo se llamaba la serpiente, Kaa y la pantera Vaguear y él era Mouri, la rana. Y eso lo leíamos, Ivanhoe, toda esas cosas eran los libros, para los chicos de la edad nuestra era la historia del mundo eran los libros. Así que los cuentos de mi mamá no me acuerdo cuáles eran, te juro. ¿Querés que te sonría Martín? Te sonrío. Bueno otro.

MAURICIO: Sr. Presidente de la República Oriental del Uruguay, Dr. Jorge Batlle, me llamo Mauricio Díaz, tengo 10 años, vivo en el departamento de Flores, ruta 23, kilómetro 192, estancia “La Vicuña”. Soy hijo de un peón rural y una empleada. para quienes vivimos en el campo y queremos quedarnos a trabajar en él podremos acceder a un servicio más barato. A mis padres y a mí nos gusta mucho el campo y a nosotros... y nuestro sueño es estar siempre en contacto con la naturaleza, en especial con los caballos que me gustan tanto, pero también cuando descansamos, disfrutar y conocer las cosas que pasan en el mundo. Yo felicito por la idea de conocer a los niños de esta manera. Lo saluda atentamente, Mauricio Díaz.

PRESIDENTE BATLLE:  Mauricio, ¿hay luz eléctrica en el campo?

MAURICIO: ¿Qué?

PRESIDENTE BATLLE:  ¿Hay luz eléctrica en el campo donde tu vivís?

MAURICIO: Sí.

PRESIDENTE BATLLE:  Hay luz eléctrica. ¿Hay carreteras?

MAURICIO: Sí.

PRESIDENTE BATLLE: Hay carretera.  ¿Hay escuela?

MAURICIO: Sí.

PRESIDENTE BATLLE: También. ¿Hay televisor? ¿Eh?

MAURICIO: Sí.

PRESIDENTE BATLLE: Hay televisión. ¿Hay teléfono?

MAURICIO: Sí.

PRESIDENTE BATLLE: Hay teléfono. Tu abuelo, vivió en el campo.

MAURICIO: Sí.

PRESIDENTE BATLLE:  No había carreteras, no había teléfono, no había televisión, no había luz eléctrica, no había escuela, no había absolutamente nada. aquel campo era un campo duro de pelar, duro de pelar, pero tu abuelo tenía una cosa que vos no tenés. Tu abuelo tenía mercado y vendía lo que había arriba del campo. Vos tenés televisión, tenés teléfono, tenés luz eléctrica, tenés carretera y escuela pero no podés vender lo que tenés arriba del campo. Tu abuelo estaba mejor. Yo lo que tengo que hacer es que vos estás como tu abuelo para que puedas seguir gustando de los caballos, ¿qué caballo tenés?

MAURICIO: No, tiene mi padre.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Qué caballo tiene tu padre? ¿De qué pelo es tu caballo, es el caballo de tu padre, es alazán, es tostado o zaino, es tobiano, es tordillo, bayo, es lobuno, es gateado, es rosillo?

MAURICIO: Es una yegua tostada.

PRESIDENTE BATLLE: Una yegua tostada.

MAURICIO: Y tres, y una yegua zaina y dos zainos.

PRESIDENTE BATLLE: Una yegua zaina, yo tengo  overo rosado, ¿qué te parece? ¿Te gustan los overos rosados?

MAURICIO: Nunca los he visto.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Nunca habías visto overos rosados? Yo tengo unos overos rosados que se caen, fantásticos son. Los voy a ir a ver el domingo a Treinta y Tres al arroyo de Los Avestruces. ¿Quién es que dijo que era de Treinta y Tres, quien dijo...? Tu Lucía, sabés donde quedan Los Avestruces. ¿Eh, perdón?

LUCÍA: ... el campo mío.

PRESIDENTE BATLLE: ¿El campo tuyo? cerca de lo de Numa Faliveni, claro, voy con el Numa a Los Avestruces. El domingo de mañana, al potero del convoy. ¿Conocés el potrero del convoy? El lugar donde estuvo Rivera acampado. Usted si parece que lo conoce, voy el domingo de mañana. Así que andá cerca de los caballos que siempre son buenos. Adelante, Juan. No, ¿cómo te llamás tú, Juan?

JUAN PEDRO: Juan Pedro.

PRESIDENTE BATLLE:  Juan Pedro, dale Juan Pedro.

JUAN PEDRO: Me llamo Juan Pedro Schranck, soy un ciudadano más de este hermoso Uruguay como muchos niños de mi edad preocupados con tanta pobreza y el desempleo. En nuestra zona se planta arroz y muchas familias vivimos de este cultivo. Gente que trabaja en los arroceros, máquinas, tractoristas, también el comercio, las casas de repuestos y muchos más. Muchas veces llegamos de la escuela y oímos a nuestros padres discutir porque el dinero no da para pagar las cuentas y muchos hemos tenido que dejar inglés y otras cosas porque no se puede pagar. Sr. Presidente, por favor por los niños que somos el futuro del Uruguay, no deje que la agricultura y el campo se mueran, no deje que los bancos se lleven nuestros tractores y cosechadoras que son las herramientas de trabajo que nuestros abuelos y padres han conseguido con mucho sudor.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Sabés una cosa Juan Pedro? En el Uruguay no se plantaba arroz. Yo te voy a decir cuándo se empezó a plantar arroz. ¿De dónde sos Juan Pedro?

JUAN PEDRO: De Río Branco.

PRESIDENTE BATLLE: De Río Branco. En el primer lugar del Uruguay donde se plantó arroz fue en Río Branco. Lo empezó a plantar un señor llamado Sadón. El molino que está a la entrada de Río Branco es de las familias, de las primeras que empezaron a plantar arroz, después lo empezó a plantar un viejo llamado Saglia, en la desembocadura del Cebollatí, y otros que estaban en la vuelta. Acá en el Uruguay no se plantaba arroz, el arroz se implantaba. Recién se empezó a plantar arroz en el Uruguay hace cincuenta años. Es un cultivo nuevo y es cultivo que ha crecido enormemente. Y durante muchos, muchos años su cultivo anduvo bien, y por eso creció. Creció hasta transformarse en el cultivo agrícola más importante del Uruguay. El gobierno ayudo mucho a lo largo de todos los gobiernos, tomando préstamos para hacer las carreteras que se llamaron “plan arroz, el plan uno, el plan dos, el plan tres”, para hacer carreteras, para dar electricidad. Porque, imagínate, yo plantaba arroz en el Matogroso, allá contra el Cebollatí, y no teníamos energía eléctrica, teníamos que hacerlo con gasoil y era carísimo. Salvo cuando se traía gas oil de contrabando por el Brasil, por la Laguna Merín, ¿no es verdad?, ahí era más barato. Ahora es mucho más barato porque ahora es eléctrico, y hay además mucha gente que a podido hacer, que a podido hacer represas y entonces, riega por gravedad no por bombeo. El año pasado el precio del arroz bajó mucho, bajó a un precio históricamente bajísimo, bajó a seis pesos la bolsa, y hasta cinco pesos la bolsa. Cuando la bolsa siempre estuvo bastante históricamente por arriba de ese precio. Decile a tu padre que ahora le va a ir mejor con el precio y que siga tranquilo con el arroz. Decime, ¿tú padre es el dueño del campo o tu padre es arrendatario?

JUAN PEDRO: No.

PRESIDENTE BATLLE: Si es el dueño del campo entonces decile de parte mía que le sale barata la pradera cuando termine de plantar arroz. La planta por avión le sale 55 dólares por hectárea, que cuando me haga la cuenta me ponga adentro de la cuenta la semilla fina y la carne que vende, no me ponga solamente el arroz. Tamos. 

GONZALO. Hola, me llamo Gonzalo, y voy al colegio Santa Teresa de Jesús. Señor Presidente: quisiera que encuentre soluciones para los desempleados porque cuando llegan a sus casas y dicen que los despidieron, es muy feo. Por eso quiero que lo piensen y mejores.

PRESIDENTE BATLLE: Muchas gracias, creo que es un buen consejo. Creo que en ese sentido los presidentes tienen que preocuparse siempre por eso. Hay un sector de desocupación, tu sabes qué es, como digamos, como una cosa que no se puede reducir. Históricamente el Uruguay tuvo siempre 7, 8% de desocupación. Hoy estamos en mucho más que eso. Lamentablemente estamos en mucho más que eso. Pero yo creo que vamos a ir bajando, que vamos a ir mejorando. No tan rápido como  quisiéramos en el primer semestre del año que viene, pero vamos a mejorar bastante en el segundo semestre del año que viene aunque va bajando y va mejorando. Espero que puedas quedar más contento la próxima que vengas con una carta y puedas decir: bueno, algo se ha hecho, no todo lo que se debe pero algo se ha hecho. Muchísima gracias Gonzalo.

GONZALO: No,  muchas gracias a usted.

PRESIDENTE BATLLE: Muchas gracias, un beso. ¿No hay más cartas?. Bueno, yo me tengo que ir al Regimiento de Blandengues. Porque tengo una reunión con todos los oficiales y los cabos, y los sargentos porque hoy es la fecha del Regimiento de Blandengues. Así que yo les agradezco mucho la visita, les agradezco mucho los regalos, les agradezco mucho las cartas, y creo que hemos pasado muy bien. Yo por lo menos creo que he pasado muy bien. ¿No sé si ustedes también pasaron bien? Pero yo creo que hemos pasado muy, muy, muy bien. Bueno, muchas gracias.