7/12/2001
CARTAS AL
PRESIDENTE
El Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle Ibáñez, recibió
esta tarde en el Salón de Actos del Edificio Libertad a los escolares
cuyas cartas fueran seleccionadas en el
concurso "Cartas al Presidente”.
En la oportunidad los escolares ganadores realizaron al primer mandatario
las preguntas formuladas u opiniones vertidas en las misivas enviadas, a
continuación ofrecemos la transcripción del diálogo mantenido por el
primer mandatario con los escolares que fueron seleccionados:
Ofrecemos
a continuación el diálogo mantenido por el primer mandatario con los
niños ganadores
PRESIDENTE
BATLLE: Empezamos con Daniel.
DANIEL:
Yo me llamo Daniel Silva. Sr. Presidente Jorge Batlle voy a la escuela
José Pedro Varela. Tengo 8 años y le escribo porque pienso que usted es
muy inteligente y me puede ayudar con este problemita lo que más deseo en el
mundo es tener un perrito, pero mis padres dicen que no, porque vivimos en
un apartamento. Por favor Sr. Presidente ¿cómo les convenzo? Muchos
saludos, Daniel Silva.
(Risas
y aplausos)
PRESIDENTE
BATLLE: Me toca, me toca a mí. Che, Daniel, ¿vos sabés una cosa? Me
pasé años tratando de convencer a Mercedes para tener un perro en el
apartamento. No he podido hasta ahora convencerla a Mercedes. Tuve que
llegar a Presidente, mudarme a Suárez, vivir en un parque para tener
perro. Así que lo que tu tenés que hacer es: llegar a Presidente,
mudarte a Suárez, vas a tener perro. (Risas y aplausos) En este caso te
digo, yo lo que tengo es perra, no es perro. Es perra, ¿te da lo mismo?
Bueno, así que cuando seas Presidente podés elegir perro o perra.
JIMENA:
Mi nombre es Jimena Vignolo. Estoy en la escuela Jesús María. Señor
Jorge Batlle si un día encontrara entre las cosas viejas la lámpara de
Aladino, ¿cuáles son los tres deseos que pediría al genio? No se olvide
de desear un deseo para todos los niños de Uruguay.
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, tu sabés que
siempre uno ha tenido esos problemas ¿no? las tres cosas que
pediría. Entonces a veces uno las contesta como un
sueño, a veces las contesta seriamente, a veces las contesta
pensando en las cosas que quiere hoy, que quiere mañana. Hay días que
uno pediría un helado, por ejemplo. Unas ganas de helado terrible. A mí
es una de las cosas que más me gustan. Pero Mercedes dice que yo engordo
y que no puedo comer helado. Así que gastaría de pronto uno de los
pedidos para pedirle a la lámpara si la froto mucho y me responde que
sí, que me dé un helado. Otra cosa que, que
pediría es
poder vivir siempre
en el campo, con la naturaleza. Me gusta el pasto,
me gustan los árboles, me gustan las flores, me gustan los
animales y pienso que una vida con la naturaleza es siempre una vida,
digamos realmente hermosa porque nosotros en el mundo sin la naturaleza no
podríamos vivir, sin los pájaros y sin las flores y sin los animales. Y
naturalmente pediría también que todas aquellas personas que viven cerca
de uno, que uno quiere, que uno conoce, bueno tengan salud y puedan
mantenerse entre sí felices y con amistad y con amor. Ahora si le pedís
al Presidente que te conteste esa pregunta, ya no a Jorge Batlle, ¿no?
Porque ahí dijiste Jorge Batlle, yo creí que no era el Presidente. Si le
pedís al Presidente y el Presidente está tan lleno de problemas que
quiere por ejemplo que pare la lluvia, porque la lluvia no deja plantar el
arroz, la lluvia nos ha embromado muchísimo el trigo y la cebada, que
salga el sol, que venga buen sol. La segunda cosa que pido es que en la
Argentina se arreglen, me pego cada susto todas las mañanas, que no te
hacés una idea, y que termine la guerra, que terminen de tirar bombas y
que la gente se muere, que termine. Siempre hay muchas tres cosas para
pedir, siempre. Lo que hay que pedir es lo que uno realmente quiere, lo
que uno realmente siente, para los demás y para uno. Bueno Leticia, a ver
¿qué vas a hacer tu?
LETICIA:
Yo soy Leticia Barzilai, de Saint Cathering School. Señor Presidente,
¿cómo le va? Le escribía para preguntarle como es ser Presidente,
porque todo el mundo dice: “Ah, ser Presidente qué bueno”. Yo no sé
ni qué hace un Presidente, ni cómo es ser
Presidente. Por eso quiero que me cuente cómo es.
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, me va bastante pasable, depende viste, si para de llover me
va mejor. ¿Cómo es ser Presidente? Mira, es una gran responsabilidad, es
una gran tarea y además es una tarea que todos los días es una tarea
nueva. No sabés cuál es el lío nuevo que tenés que enfrentar todos los
días. Te levantas de mañana y llega el viernes de noche y decís el
sábado no pasa nada, macana, pasa. (Risas) O sea que ser presidente es
una tarea fantástica, de un gran honor, pero de una gran responsabilidad
y de una gran seriedad. Y yo creo que es como cualquier tarea en el fondo,
viste. Ser un buen médico, ser un buen abogado, ser un buen cameraman,
ser un buen fotógrafo, ser una buena alumna, es una tarea con
responsabilidad y si uno pone en cada una de las cosas que hace, toda el
alma de uno, entonces le va a ir bien, y eso es lo que en el
fondo tenemos que hacer cada uno en el lugar que estamos. A mí me
tocó ser Presidente, ya medio viejo, viste, pero me tocó y bueno, estoy
en esto.
Bueno
a ver ¿cómo te llamas? Enriqueta, a ver, es un nombre antiguo che,
Enriqueta. No hay muchas Enriqueta ahora, viste que no hay. Ahora vamos a
empezar a poner Enriqueta. Adelante.
ENRIQUETA:
Estimado Señor Presidente, mi nombre es Enriqueta Márquez y voy al
colegio Los Pilares. Yo pienso que para que la gente no robe y no sea tan
mala como es tendría que ir a clase de formación padres e hijos una o
dos veces por semana y luego después construirles una vivienda en todos
los lugares donde hay cantegriles.
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, Mira, yo no
creo que la gente sea mala. Yo creo que la gente es buena. Mira, hay más
de seis mil millones de mujeres y hombres arriba de la tierra, si fueran
malos, este mundo sería imposible, no podríamos vivir. No, la gente es
buena, básicamente la gente es buena. Hay alguna gente que tiene
problemas, que hay que tratar de ayudarlos a que, que resuelvan sus
problemas. A veces la poca educación, el núcleo familiar, hace que
alguna gente que puede ser buena, se transforme en mala. Pero hay mucha
gente que ha vivido malos momentos que después mejora, que después
mejora. Mira, el otro día vino una orquesta infantil de Venezuela,
preciosa, eran chicos de la edad de todos ustedes y había uno un poco
más grande, un gordo que tocaba el bombo, "bong y bong”, una cosa
imponente el gordo, y el gordo estaba en la orquesta, que era feliz en la
orquesta. Antes, cuando era más chico, hacía todo lo que no debía
hacer. De droga pa’ delante todo lo que no debía hacer, y sin embargo,
con la orquesta, con la amistad, con la escuela, con el cariño de los
maestros y de los alumnos, mejoró, quiere decir que no es que la gente
nazca mala, no, a veces hay circunstancias que le impiden ver bien el
camino que tiene que seguir. Por eso cuando hay uno que no se porta bien,
no hay que enojarse, hay que enseñarle. Hay que enseñarle que portarse
mal al primero que no le sirve es a él. Y cada uno haciendo un poquitito,
que uno no vea todos los demás si cada uno piensa que hace un poquito se
pueden conseguir muchas cosas, Enriqueta, tenelo por seguro.
Pablo...
¿qué decís Pablo? Contame algo, andá.
PABLO: ¿De la carta?
PRESIDENTE
BATLLE: Dale, si la querés cambiar, cambiala, si querés escribir otra,
escribí otra.
PABLO:
No.
PRESIDENTE
BATLLE: Y, bueno, ta.
PABLO:
Estimado Presidente, te quería... mi nombre es Pablo Gianoni y voy a la
Escuela Experimental de Malvín. Quería hacerle una gran pregunta y me
gustaría que me la contestara. ¿Cuál fue el día más felíz de tu
vida?
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Pa! (Risas) Dios me libre Pablo. Vos sabés que no sé.
No sé, no sé, cuál sería el más felíz de mi vida.
PABLO:
Te tengo que entregar esto que me lo...
PRESIDENTE
BATLLE: A ver damelo. ¿Qué me das Pablito?
PABLO:
Mira lo que tengo.
PRESIDENTE
BATLLE: Dame un beso, vení.
PABLO:
Me dijo el Correo que te lo diera.
PRESIDENTE
BATLLE: Ah.. está bien. Está bueno esto, che. Es del Correo, está
bárbaro. Después me lo pongo. Che, no sé cuál fue el día más felíz
de mi vida.
PABLO:
Alguno que recuerdes.
PRESIDENTE
BATLLE: Yo qué sé. Yo por ejemplo, mi mamá tiene 94 años, no la veo
todos los días, pero los días más felices de mi vida es... son todos
los días porque sé que está sana, que está bien, que me reta. Quiere
decir que cuando anda mal de carácter y me reta es porque está
sanísima. Y son todos los días felices de mi vida. Yo creo que ¿vos
sabés que, Pablo, una cosa? No hay ningún camino seguro para la
felicidad. No se compra, no te la venden, como te venden la Coca Cola, por
ejemplo, como te venden un kilo de yerba Canarias. La felicidad uno la va
haciendo en la vida. En cada cosa, hay felicidad de grandes cosas, hay
felicidad de pequeñas cosas. Cuando escribís sin faltas de ortografía
por ejemplo, Mira que felicidad. (Risas) Una bárbara felicidad, porque si
a la felicidad... son muchas cosas, no es una gran cosa. Son muchas cosas.
La felicidad es uno sentir y saber que uno está haciendo lo que debe
hacer, así que estoy seguro Pablo que vos sabés ser muy felíz, se te ve
en la cara que sos un tipo felíz, porque hacés lo que tenés que hacer.
Te portás mal, sos hincha de Nacional, toda esas cosas sos. (Risas) Dale,
entonces no sos feliz, Pablo, no embromes (Risas)
Bueno,
Lucía. A no, perdón, perdón, perdón. Florencia. ¿Así que no sos
hincha de Nacional, Pablo?
PABLO:
No.
PRESIDENTE
BATLLE: Hay que desastre, con razón, yo soy felíz, yo soy felíz.
Florencia.
FLORENCIA: Me llamo Florencia García y soy de Young, Río Negro.
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Pa!, de Young. ¡Oh!, ¿Qué edad tenés?
FLORENCIA:
Once años.
PRESIDENTE
BATLLE: Once, yo tenía seis cuando estaba en Young.
FLORENCIA:
Y voy al Colegio "Sanca”.
PRESIDENTE
BATLLE: Ta´ bien.
FLORENCIA:
Yo quisiera que cambie algo que está mal, si usted puede.
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Ah! Bueno.
FLORENCIA:
En las estancias fumigan los campos con productos químicos. Eso hace mal
al medio ambiente. ¿Puede cambiar eso por algo que no haga mal al medio
ambiente?
PRESIDENTE
BATLLE: Mira, hay una gran lucha en el mundo para eliminar los productos
químicos y para hacer cultivos orgánicos. Hay una lista, el gobierno ha
establecido una lista de productos que no se pueden usar. Hay productos
químicos que no tienen, digamos, un, residualmente, un efecto negativo
como otros. A veces el Uruguay padece, por ejemplo en algún lugar del
norte que te pasan de contrabando de Brasil productos químicos muy
nocivos, que inclusive han hecho mal a la salud de la gente. En la zona de
Bella Unión, por ejemplo, han habido denuncias de personas que trabajan
en chacras que han sufrido enfermedades por productos químicos. Hay
algunos, por ejemplo, como el “Rondap”, que seguramente tú lo habrás
visto utilizar, para ponerle a los campos y matar la hierba y poder venir
con la directa atrás, que son productos químicos que no tienen ese
efecto. Yo creo que es una cosa importante tratar de eliminar lo más
rápidamente posible aquellos productos químicos que tienen un efecto
residual muy nocivo. Me parece que la gente del campo, que es la que más
sabe de esto, está compenetrada de esta necesidad. En la inmensa mayoría
de los que trabajan en el campo sienten que hay que cuidar y no traer
productos químicos, que además, que a veces, cuando se echan por avión,
como por ejemplo cuando tú por avión, pasas en el arroz para matar
determinado tipos de productos. O cuando tenés el fusario en el trigo,
como este año que, con la lluvia, hubo hongos en los trigos brutales, y
pasas con el avión. Bueno, a veces matás pájaros y matás una cantidad
de otras cosas que no deben de ser atacadas. Pero, el balance es muy
difícil de hacerlo en cuanto a no aplicarlo o aplicarlo, dónde está el
mal mayor. Y, por tanto, lo que hay que tratar es de que la mayor parte de
los productos que se echan sean, digamos, productos menos nocivos para la
salud y para él y para el medio ambiente. Y en eso está todo el mundo,
algunos más y otros menos. Nuestro país es por suerte un país que tiene
muy poca aplicación de productos químicos en relación a otros países,
por el hecho de que la mayor parte de nuestra tierra se dedica a la
ganadería. Los productos químicos básicamente se echan en la
agricultura. En toda tu zona de Young, cuando yo vivía allá en 1936, la
agricultura no requería este tipo de cosas, eran otros los costos.
Y, entonces, los productos naturales daban en su resultado lo
suficiente y hoy precisás meterle productos químicos para que aumente la
velocidad de crecimiento, la magnitud del rendimiento por hectárea, la
vuelta a cultivos de segunda. Cuando terminás con el trigo y tenés que
pasar “Rondap” para meter el girasol de segunda. O sea que; hay que
tratar de mejorar.
Lucía,
Pablo, Pablo quiere intervenir. Dale Pablo.
PABLO:
Que cuando vos dijiste eso de que a veces pasamos “Rondap” y matamos
pájaros pero, a veces hay pájaros que son plagas.
PRESIDENTE
BATLLE: La cotorra y la paloma. Exactamente, te voy a regalar una
chumbera. Lucía, adelante.
LUCÍA:
Soy Lucía Maltés, de la ciudad de Treinta Tres. Señor Presidente, mi
familia pertenece al medio rural, como usted sabrá la situación en el
interior es muy delicada, mi pregunta es; ¿Cuándo sea grande podré
seguir con la tradición de mi familia?
PRESIDENTE
BATLLE: Mira Lucía, en realidad no lo sé, no lo sé. En primer lugar; yo
creo que cada uno tiene que tratar de buscar, de hacer, lo que su
vocación le indica, ¿no es verdad? Imagínate; mi papá se dedicaba a la
política, mi hermano al piano ¿qué te parece? Nada que ver ¿no? Nada
que ver. O sea, cada uno busca lo que realmente le interesa ¿no? El campo
ciertamente en el Uruguay ha tenido muchos cambios, muchos, muchos
cambios. Los cambios de los últimos treinta años en el campo no han sido
buenos para el campo, han sido malos, todos malos. Nosotros en el Uruguay,
hasta el año 1960 más o menos, vivíamos en un mundo en donde los
lugares y los países a los cuales les vendíamos lo que el campo
producía tenía las puertas abiertas y tú le podías vender todo lo que
tú querías venderle. Y eso le permitió al Uruguay tener un campo
próspero, y muchas veces durante muchos, muchos años, durante treinta,
cuarenta años, el campo inclusive estaba con tanta fuerza, que podía no
solamente darle de vivir mejor a la gente que trabajaba en el campo, sino
que inclusive el resto del país sacaba del campo dinero para ponerlo en
el resto del país. Hoy el campo tiene la dificultad enorme de la falta de
esa libertad y de la falta de mercados. Cuando llegué acá, a mi sobrina,
que es mi secretaria, le entregué un borrador, una cartita. Oscar, no
está Oscar, ¿dónde está Oscar? Bueno, no está, Oscar se fue,
desapareció. Bueno, después, si llego a tiempo, le voy a decir que
traigan la cartita que les di, les di el borrador de una cartita que le
mandé a Bush hoy, al Presidente de los Estados Unidos, sobre el campo.
Porque el día de ayer, en el Parlamento de los Estados Unidos, se votó
una ley en la Cámara de Diputados de los Estados Unidos. Una ley que
autoriza al gobierno de Bush a hacer un acuerdo con los países, y luego
que ese acuerdo se firma, el Parlamento americano no lo discute, vota por
sí o vota por no. Y por la general, cuando al gobierno americano le dan
esa posibilidad, el Parlamento vota por sí. Entonces yo le mandé una
cartita a Bush hoy. Y voy a ver si consigo que me traigan el borrador, le
dije que, si la pasaron en limpio para mandársela al Presidente Bush, que
me la traigan, que se la voy a leer después a Lucía. Pablo, no te hagas
el loco que hablás permanentemente. Para que veas cómo yo creo que el
campo va a mejorar. El campo va a mejorar cuando las cosas que antes
podíamos vender sin dificultades las podamos de nuevo vender sin
dificultades. Y por eso yo empujo y empujo y empujo como un loco para ver
si podemos hacer un acuerdo para venderle lo que producimos a los Estados
Unidos. ¿A ver? ¡Ah! Te tengo que firmar, el secretario me hace firmar.
Yo no sé ni lo que firmo acá, tome, capaz que firmo un vale. En fin, (le
habla un hombre en voz muy baja y Batlle dice ¿eh? ....¿que se
bajó?...) voy a ver qué firmo. ¿De qué te reís? Bárbaro, una cosa de
locos, adelante. Dale.
NIÑO:
Estimado Presidente de la República Oriental del Uruguay, me gustaría
que me respondiera a una pregunta que es mi curiosidad. Cuando un día se
levante y las cosas estén complicadas y no las pueda arreglar, ¿quisiera
volver a tener nueve años?
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Quisiera qué?
NIÑO:
A volver a tener nueve años.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Vos sabés una cosa? Si me hago esa pregunta voy a tener nueve
años hasta que termine el gobierno, porque todos los días cuando me
despierto -o que me
despiertan- hay un lío. Así que la verdad es que siempre uno piensa que
tener nueve años es fantástico. Y pienso que, a esta edad, vos te debés
sentir contentísimo por tener nueve años, cuando tengas 74 como yo vas a
ver que es fantástico también. En primer lugar, recordás los nueve
años y además tenés nietos de nueve años. Tengo un nieto de nueve
años que es infernal lo que me divierte, es divertidísimo. Así que
también a los nueve años los nietos le dan a los abuelos como yo, una
alegría tan grande que te voy a decir, cuando tengas mi edad, no vas a
querer tener nueve años, vas a querer tener nietos de nueve años. Tu.
VALENTINA:
Querido Presidente, me llamo Valentina. ¿Conocés la escuela de
Malvín?
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Cuál?
NIÑO:
La experimental.
PRESIDENTE
BATLLE: La experimental, sí. Adelante. Nunca entre, porque ya no voy más
a la escuela. Adelante,
contéstame tu carta.
MAESTRA:
Es esa.
PRESIDENTE
BATLLE: Ah, es esa, ah, que bueno.
NIÑO.
Tenemos un regalo.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Tenés un regalo, o querés un regalo?
NIÑO:
No, tenemos.
PRESIDENTE
BATLLE: Ah, pero, che, pero Pablo vos sos de la escuela.
PABLO:
Sí, porque nosotros dos somos los mejores, los dos mejores.
PRESIDENTE
BATLLE: Ah bueno, bueno, bueno, y qué regalo me van a dar. Agarra Pablo.
Que maravilla. Que bueno que a uno le den regalos que no sea en su
cumpleaños. ¿Cómo se hace?, che Pablo, ¿cómo se hace? ¡Pah!, ¡pah!,
que detalle. Pero que bueno, que bueno. ¿Te gusta ser Presidente? dice
Natalio. Batlle, ¿por qué eligió esta carrera? Que pase bien. ¿Cuál
es tu comida preferida? Milanesa. ¿Por qué se dedica a la política? Y
yo que sé. ¿Le gusta ser Presidente?. Muchísimo. ¿Cómo té esta
llevando el trabajo?. A la miseria. ¿Con quién
vivís?. Con Mercedes. ¿Tenés mascota? Sí, la perra. ¿Cómo se
llama? Cibel. ¿A qué edad decidiste ser Presidente? Jamás, cayó de
casualidad. ¿Por qué te dedicas a la política? Por copiar a mi papá.
¿Cómo es su casa de descanso? Anchorena, ¡ah!, es precioso. Es
precioso, precioso, precioso, después le voy a contar de Anchorena, cómo
es Anchorena. ¡Pah!, me preguntan si voy a hacer lo que hizo Domingo
Cavallo. Decile que no. No, no, no. ¿Cómo puedes tomar tus
decisiones sin saber sí que esta bien? Y tiene razón Ignacio, yo no sé
si esta bien, pero si me paso preguntando a todo el mundo a ver si esta
bien, y en cada esquina me dicen una cosa diferente, ¿qué hago?. Tengo
preguntarme a mí mismo, preguntar a otros, y después resolver. No hay
más remedio. Muy bien, muchísimas gracias, eh. Gracias Pablo. Un beso.
MARCELO:
Le voy a entregar esto que me lo dio la escuela para...
PRESIDENTE
BATLLE: Muchas gracias, muchas gracias. Allá en Pocitos, ¿no?. Bueno,
muy bien Marcelo. Macanudo, me estoy llenando de
regalos. ¿A quién le toca?
SABRINA:
Me llamo Sabrina Álvarez, tengo nueve años, voy al San Patrick. Hola
señor Jorge Batlle, ¿vos tenés amigos y tiempo para jugar con ellos?,
porque los amigos se necesitan mucho. Sí vos no tenés yo te presto,
pero después devolvémelos.
PRESIDENTE
BATLLE: Que bueno que me preste unos amigos. Sabés una cosa, si me
prestas tus amigos capaz que no te los devuelvo. Por suerte tengo amigos.
SABRINA:
¿Querés venir a una "hamburgueseada” para conocer a mis amigos?
PRESIDENTE
BATLLE: Ah, pero seria bueno, ¿no es verdad? Seria divertidísimo. A qué
jugaríamos, a qué jugás. O haces como Beatriz cuando tenia tu edad, que
jugaba a las maestras con las
muñecas, y entonces, mi hija Beatriz ponía todas las muñecas y al Mono
que era más chico que ella, ¿no?, y lo sentaba al lado de las muñecas.
Entonces, lo retaba al Mono, porque el mono era el que no hacia los
deberes, las muñecas hacían los deberes. Y el mono lloraba, lloraba, y
le decía “pero Batíz, Batíz”, siempre me retas a mí. Por qué no
retas a las muñecas. ¿Haces así tu también? ¿Tu vas a ser maestra?
Porque “Batíz” retaba a las muñecas y al mono y ahora es maestra.
Mariana...
SABRINA:
Te tengo un regalo.
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Ta bien!, otro regalito más, venga. A ver Lucia, te voy a leer
la carta para Bush. Para, vení Sabrina, vení no te vayas. “Señor
Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. Estimado Presidente: con
la votación de la Cámara de Diputados se ha dado un primer gran paso en
favor de la
unidad de América. Lo felicito. Un nuevo tiempo de crecimiento, equidad,
justicia y democracia asoma en el horizonte. Reciba usted un fuerte
abrazo, su amigo Jorge Batlle”. Porque claro, imagínate que si hacemos
un arreglo para venderles a todos los americanos todo lo que producimos
vamos a poder volver a tener gente que en el campo pueda producir, porque
va a tener a quien poderle vender. Y vamos a
volver a tener un campo prospero, y ese es el esfuerzo que tenemos
que hacer. Y nunca es un asunto de un día. En la vida no hay ningún
esfuerzo que sea un asunto de un día. Las cosas necesitan que uno
persevere, que uno siga, que uno cuando hay una cosa que esta mal empiece
de nuevo, porque al final se alcanza lo que se procura. ¿Y tú qué me
vas a regalar, Sabrina? Sabrina me va a regalar una corbata, me quiere
ahorcar. Pero Sabrina, pero Sabrina, a ver, sosteneme esta corbata. Que
maravilla, y este escudo qué es che.
SABRINA:
De San Patrick.
PRESIDENTE
BATLLE: Ah, San Patrick. Es el escudo de los
escoceses, de San Patricio, ¿no es así?. No, de los irlandeses. San
Patrick es el escudo de los irlandeses. Y acá “happy christmas”, un
“happy christmas” me das, muchas gracias Sabrina, ¿eh?
SABRINA:
Me puede dar el autógrafo.
PRESIDENTE
BATLLE: Que te dé el autógrafo Sabrina, a cambio del regalo querés un
autógrafo.
NIÑO:
Sí, yo también.
PRESIDENTE
BATLLE: No, pará, pará, pará,
pará, pará, Sabrina pará, pará, sesión autógrafos después de las
preguntas. Muy bien. Mariana.
MARIANA:
Yo me llamo Mariana Minetti, tengo 12 años y represento a Paysandú, voy
al Colegio del Rosario. Tanto en las escuelas públicas y privadas se
enseña lo mismo respecto a historia, geografía, lenguaje. Pero, ¿por
qué las escuelas privadas se enseña catecismo y en las otras no? O sino,
¿por qué no tendría que ser el catecismo en las escuelas públicas
optativo?, porque hay niños que no tienen posibilidades de pagar un
colegio privado, o catecismo particular y si podrían hacerlo en la
escuela pública, el que quiere va y el que quiere no va.
PRESIDENTE
BATLLE: Tu sabes una cosa Mariana, yo francamente nunca recibí clases de
catecismo. Tenía la impresión de que la Iglesia y las organizaciones
religiosas daban clases de catecismo y no cobraban. No sabía que
cobraban. Pienso que no, que no ah de ser así, que el catecismo en las
organizaciones religiosas se les da a toda persona que quiere recibir
catecismo. En la escuela pública no podemos hacer eso, porque tendríamos
que dar clases de muchísimas cosas, no solamente de religión cristiana.
Por ejemplo, tendríamos que dar clases de los católicos, de los
protestantes, de los luteranos, de los Santos de los Últimos Días, de
los judíos, y de otras muchas cosas. Y me parece que eso no le
corresponde a la escuela pública. Yo creo que cada uno en esa materia es
libre de buscar el camino de la religión.
Y yo, mi caso por ejemplo, mira, cuando me case el sacerdote quería que
yo firmara un papel en donde yo me obligaba
a educar mis hijos en la escuela religiosa y en la religión
católica, apostólica y romana y yo le dije: yo no se lo firmo. Yo le
firmo un papel en donde, yo digo: que yo me comprometo a que mis hijos en
su libertad adopten el camino espiritual que quieran. Mi hija por ejemplo
no esta bautizada por nosotros y mi hijo tampoco. Y luego mi hija
encontró su propio camino, y bueno, resolvió hacerlo. Me parece muy
bien. O sea que yo creo que la escuela pública eso no lo debe hacer. Soy
partidario de que todo el mundo tenga la más absoluta libertad religiosa,
y en ese sentido quiero decirte que el Uruguay tiene una tradición
histórica realmente extraordinaria. Alguna vez seguramente te han de
haber hablado de las Instrucciones del Año XIII, las de Artigas, ¿té
acordás de la número 3? No te acordás de la número 3, yo te la voy a
decir. La número 3 dice: “se promoverá la libertad civil y religiosa
en toda su extensión imaginable.” Imagínate que maravilla en 1813 en
esta pequeña ciudad de Montevideo, con tan poquita gente, que ese grupo
de personas que toda la vida se habían educado no en otra cosa que en la
religión católica porque era la religión de España y la de la inmensa
mayoría de los pobladores de aquel lugar, que era Montevideo, hubieran
escrito esa frase: “se promoverá en toda su extensión imaginable la
libertad civil y religiosa”. Y eso
es lo que yo creo que tenemos que hacer, que todo el mundo elija su
camino. Y para encontrar a Dios no te preocupes no hay edad, se sepa o no
se sepa el catecismo, no hay edad. Aquel que tiene fe sigue a su Dios.
Algunos son islámicos, otros son católicos, otros son agnósticos, y
otros son otra cosa. Y ese es el mundo, Mariana. ¿Tú tomas clases de
catecismo? Me parece bien. Adelante. ¿Y tú cómo te llamas? Que no te
veo.
XIMENA:
Me llamo Ximena y voy a
la Escuela 329 y dos veces por semana voy a la Escuela 279.
PRESIDENTE
BATLLE: Bárbaro.
XIMENA:
Señor Presidente, lo que me gustaría preguntarle es ¿por qué no manda
pintar el muro y las rejas del Museo de José Batlle y Ordóñez y si le
gustaría vivir donde vivió su abuelo?.
PRESIDENTE
BATLLE: Mira, primera cosa que te voy a decir, mi mujer Mercedes está
dedicada con un grupo de personas dedicada a restaurar la casa vieja de
Don José Batlle y Ordóñez, en Piedras Blancas. Esto lo vamos a hacer en
el transcurso de este año que viene; espero que la casa quede linda. La
primera cosa que hay que hacer es arreglarle toda la parte del
saneamiento, y toda la parte de energía eléctrica que está todo a la
miseria. Don José Batlle y Ordóñez no era mi abuelo, era mi
tío-abuelo. Yo tengo una fotografía con él, un día te la voy a
mostrar. Yo tenía dos años, mi papá me tenía en brazos y yo estaba
disfrazado antes del carnaval. ¿Sabes de qué me había disfrazado mi
mamá?...
XIMENA:
¿De qué?.
PRESIDENTE
BATLLE: ... de diablo; ¡qué mala idea!. Después disfrazamos a mi hijo
con el mismo disfraz, y todavía lo tenemos y disfrazamos a mi nieto con
el mismo disfraz, y cuando mis nietos sean grandes van a disfrazar a sus
hijos con el mismo disfraz, todo lleno de campanitas. Era, él era el
hermano mayor de mi abuelo, que murió, que falleció cuando mi padre era
muy niño, y por tanto mi padre y todos sus hermanos vivieron en esa casa
porque eran, digamos, Don José Batlle y Ordóñez era su tutor. Pero yo,
yo conocí esa casa cuando estaba habitada por mis tíos, los hijos de
Batlle y Ordóñez, pero yo nunca viví ahí, nunca; y él no era mi
abuelo, él era mi tío-abuelo. Pero quédate tranquila que va a quedar
muy linda. Paso p’acá ¡ah!, hay una tercera fila -perdóname-.
LETICIA:
Me llamo Leticia Girando y voy a la escuela Harwood School, en Carrasco.
Señor Presidente de la República Oriental del Uruguay, Dr. Jorge Batlle,
soy Leticia y me gustaría conocerlo, me encuentro ante una inquietud, sé
que usted lo hace muy bien y se lo pregunto: ¿es muy difícil controlar a
un país chiquito pero grande como Uruguay?
PRESIDENTE
BATLLE: Controlar no es la palabra. Controlar es una palabra que significa
que yo te controlo, que yo te controlo para que tú hagas lo que yo digo y
para que tú no hagas lo que yo no quiero que tú hagas.
Y controlar no es propio de los países que viven en democracia. Yo creo
que la sociedad, todo el Uruguay está integrado por gente muy
inteligente. Y además esa gente que es muy inteligente está muy
informada, sabe lo qué sucede y entonces, lo que espera del gobernante,
del presidente -me parece a mí, capaz que yo estoy equivocado- lo que
espera del presidente es que el presidente
sea sincero, que el Presidente le diga lo que siente. No la verdad,
porque yo no tengo la verdad, ¿la verdad quién la tiene? La tendrá
Dios, si existe. Pero cada uno de nosotros tenemos nuestro parecer,
nuestra manera de pensar; y pienso que eso es lo más importante para que
la sociedad uruguaya se mantenga en el equilibrio y en paz que
básicamente ella tiene. Sin controles. Florencia
FLORENCIA:
Hola me llamo Florencia Vignola y voy a la Escuela Elbio Fernández.
PRESIDENTE
BATLLE: Mira, yo también iba a la escuela de Elbio Fernández.
FLORENCIA:
Señor Presidente: ¿qué se siente ser Presidente? ¿Cómo se sintió al
saber sobre el atentado del 11 de setiembre? ¿Qué fue lo primero que se
le pasó por la cabeza al saber lo ocurrido? ¿Qué haría si fuera el
Presidente de los Estados Unidos?
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Pajarito, Florencia! Vos
sabés Florencia que yo estaba acá en el
edificio con los ministros esa mañana, y me avisaron de la pieza
de al lado que estaba pasando eso y fui a verlo, y vi el segundo avión
chocando contra la torre. La impresión para todos los que estábamos
allí fue tan grande, tan enorme, que la reacción fue como quedar como
paralizado, viste, no te llega ningún pensamiento cuando estas en momentos de esa
enormidad. Después estuve en el lugar. Cuando estuve en Nueva York,
fui al lugar, fui a verlo. Todo lo que uno veía por la televisión
no tenía nada que ver con la realidad, la realidad era mucho más
imponente que lo que mirabas, veías por la televisión. Los edificios de
alrededor se cayeron todos, y los que no se cayeron estaban mordidos como
si un terrible dinosaurio les hubiera dado un zarpazo, viste, a cualquier
altura del edificio. Cuando yo fui, dos meses después, seguramente
todavía hoy, hay fuego abajo, todavía hay fuego, todavía hay vapor,
todavía hay un vapor y un humo además, que surge del fuego, de los
fierros que estaban sacando el edificio tenían 1.500 grados Fahrenheit de
temperatura. Dos meses después no sé cómo hubiera podido reaccionar,
ese momento, ese mismo día.
Pienso que el Presidente de los Estados Unidos como todos sus habitantes y
él sufrió un impacto enorme. Tuve temor, tuve temor por la reacción,
pensé que la reacción podía ser una reacción violenta, descontrolada,
después me tranquilice, porque lo vi además a su ayudante principal, ese
General Colin Powell hablar con tranquilidad y hacer que sea la razón y
no la emoción la que dirigiera sus actos.
Cuando la emoción hace que la razón desaparezca uno puede hacer
cualquier macana. Y por tanto, cuando lo vi con tranquilidad, dije: “ese
es una presidente que sirve”. Porque ante un peligro y ante el conflicto
esta tranquilo. ¿A quién le toca? A Clarisa.
CLARISA:
Me llamo Clarisa Abreu, tengo 12 años, voy a escuela Nº 8, Guillermo
Quadri.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Y qué sos del “Loco” Abreu?
CLARISA:
Hermana.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Qué? Pero con razón, pará que te felicito, pero pará, sos
igual. ¿Cuándo te pintas de rubio? Pero momentito, un saludo y mi
aprobación para Abreu. ¿Sos de Lavalleja? pero claro.
CLARISA:
Señor Presidente.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Vas a jugar al fútbol? ¿Sos de Nacional?
CLARISA:
Señor Presidente... Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: No puedo hablar de la emoción que tengo yo.
CLARISA:
Señor Presidente Don Jorge Batlle: quiero decirle que la droga es un
punto que mucho me preocupa. Me entristece ver a los jóvenes perder
oportunidades por culpa de la marihuana u otras sustancias. No gusta la
violencia por culpa de la droga. Me decepciona la situación y quisiera
vivir en un país donde el deporte venza a la droga. Muchas gracias.
Clarisa Abreu.
PRESIDENTE
BATLLE: En tu caso, me parece fantástico porque el deporte lo traes de
familia.
CLARISA:
Y te quería dar esto...
PRESIDENTE
BATLLE: A bueno.
CLARISA:
... que te manda mi hermano.
PRESIDENTE
BATLLE: Que me manda tu hermano.
CLARISA: Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: Pero, ¿cuál el jugador?
CLARISA:
Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, una maravilla. Decile
al “loco” que espero que haga muchos goles más.
MARTÍN:
El "loco” Abreu.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Eh, vos también sos de Nacional como yo?
MARTÍN:
Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Ah! bueno, Martín eso es bueno. Che, mira me viene bien porque
no tengo... ¡pah! Che, (aplausos) ¡Pah!, pero que fantástico. Yo nunca
creí que iba a tener una tarde tan fantástica con tantos regalos, tan
formidable, ya no sé que hacer con los regalos que tengo. A ver si me
lleva este regalo.
NIÑA: Se lo tengo.
PRESIDENTE
BATLLE: Este no, este no me lo lleve. El número de la suerte, el trece.
Muy bien. Me parece muy bien, el deporte ayuda a
que la droga no entre y a que la droga salga. O sea que el deporte
desplaza a la droga, y si podés algún gol haciendo deporte, me parece
mejor todavía. Julia
JULIA:
Me llamo Julia Larrosa, soy de San José y voy al Colegio Sagrada Familia
de San José. Soy una niña de 12 años que estoy viviendo la situación
de nuestro país. Uruguay debe mucho dinero en el exterior. ¿Usted que
haría si los países a los cuales debemos nos exigen pagarles a corto
plazo?
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, Mirá, ese caso no se da. Es imposible, porque
la deuda uruguaya esta, se contrata, en títulos. ¿Viste lo que
firmé recién? Se contrata en títulos. Los títulos del Uruguay se
contratan a ... por lo menos, a diez años de plazo. Eso depende de cómo
es el país. Por ejemplo, te voy a dar un caso bien concreto: Brasil,
Argentina, Uruguay, Chile. Chile y nosotros contratamos la deuda a diez
años, a veinte años. Nosotros hemos contratado deuda hasta el 2020.
Chile igual, y muy barata. La nuestra es muy barata. La nuestra esta que
yo acabo de firmar recién era a 4,5 o 5% de interés. La deuda de Brasil
se contrata a interés más alto y a muy corto plazo. A muy corto plazo,
porque ellos tienen que pagar mucho más interés que nosotros. Porque
aunque parezca mentira, Chile y Uruguay están mejor posicionados que
Brasil, y por tanto Chile y Uruguay pagan menos intereses que Brasil, y
pueden colocar su deuda a muchos más años de plazo. En la Argentina, la
situación es tan difícil que no pueden colocarla y si hoy, si colocasen,
tendrían que pagar una cantidad tan loca, tan loca, tan loca, que es
impensable. O sea, en el Uruguay la deuda, por eso te digo que tiene el
Uruguay, es a la más corta es a diez años de plazo y por cierto, si
tenemos buena conducta, como
nos ha pasado hasta ahora siempre, cuando llega el momento en que hay que
pagarla, se cambia por otra y se vuelve, pagando los intereses, a tener
diez años de plazo para adelante. Te pasa lo mismo a ti. Si tu tenés una
libreta en el almacén y le pagas al almacenero normalmente, el almacenero
te fía. Si no le pagás normalmente, no te fía. Es eso. Y los países
son iguales que los almacenes. A veces un poco más complicados, pero es
lo mismo. Si uno tiene buena conducta, a uno le va mejor. Carina.
CARINA: Dr. Jorge Batlle:
¿cómo está usted? Yo me llamo Andrea Karina Olivera. Soy de la escuela
Franklin Delano Roosevelt. A mí me gustaría preguntarle lo siguiente: 1)
¿qué se siente ser Presidente de un país? 2) ¿cuál es su comida
favorita? Lo saluda, Andrea Karina Olivera.
PRESIDENTE
BATLLE: La comida favorita, como te dije, la milanesa. La milanesa, como
decía el mono. Papá, quiero “milanesa”. ¿Qué se siente ser
Presidente? Como te conté, arina... una cantidad de cosas que a veces son
muy interesantes. Por ejemplo, haberle podido escribir al Presidente de
los Estados Unidos esa pequeña cartita que yo le escribí, en donde le
digo que lo felicitaba por haber obtenido esta ley, que le mandaba un
abrazo porque eso nos podía asegurar un lugar para vender lo que nosotros
producimos, uno siente una gran alegría. Cuando hay una inundación y la
gente tiene que salirse de sus casas y se le inundan las casas y se le
mojan los colchones, y se le moja la ropa de cama y se le mojan los
muebles, uno siente tristeza. O sea son las cosas que va sintiendo, las
cosas que va sintiendo en la vida. Cuando perdés algo te da lástima,
cuando lo encontrás, estás contenta. A un Presidente le pasa lo mismo.
Lo que pasa es que él tiene más cosas normalmente de las que
preocuparse. Martín, primero te felicito porque yo veo que sos de los
buenos, sos de Nacional. Dale, Martín. ¡Qué línea delantera tengo
acá! Dale, Martín.
MARTÍN:
Señor Presidente Jorge Batlle. Me llamo Marcelo Martín Alsina,
tengo 8 años y voy a la escuela 116 de la ciudad de Florida. Yo
quiero preguntarle cómo hizo para llegar a ser Presidente.
PRESIDENTE
BATLLE: Ah insistí. (ríe) Perdí dos veces, tres veces, cuatro veces,
hasta que,,, tácate, se dio. Esteban, dale.
ESTEBAN:
Cañada de Magallanes, 28 de noviembre de 2001. Señor Jorge Batlle,
estimado Presidente. Mi
nombre es Esteban Diego Guigou Yo
le quería informar sobre la situación del campo. Últimamente, las
lluvias han hecho que los trigos se apestaran y la cebada también, un
poco. Tengo 11 años y estoy en 5º de escuela. En mi escuela somos sólo
nueve alumnos, contándonos a todos. Es una escuela rural. El año pasado
fuimos a Montevideo. Fuimos al Edificio Libertad, al Cerro, a la fábrica
de CONAPROLE, al Palacio Legislativo y al Parque Rodó. Lo vimos a usted
en el desfile cívico militar por el Bicentenario de Dolores, cuando
desfilaba con la bandera uruguaya de mi pueblo. Yo tengo un gallinero con
52 gallinas y junto 40 huevos por día. ¿Usted querría visitarnos? Si
tal vez podría recibirnos para hablar de los problemas de campo y
encontrarles solución.
PRESIDENTE
BATLLE: Esteban, estuve sí en el bicentenario de Dolores.¿Qué gallinas
tenés? ¿Rhode
Island Red, batarazas, Sussex armiñadas, Leghorn? Tenés
las batarazas. Las batarazas son de distinta clase. Pueden ser las Primund
Road barreadas. Yo tenía gallinas. Teníamos, mamá tenía las gallinas
Horpington, que eran unas gallinas gordas, blancas, pesadas. Después
están aquellas gallinas medias voladoras, que son las Leghorn, blancas,
que son mucho más ponedoras pero no son buenas madres. Nosotros
preferíamos las Rhode Island Red. Después había unas muy lindas,
blancas, que tenían un
cuello de plumas negritas que se llamaban Sussex armiñadas. También eran
muy lindas. Ahora han cambiado muchos las gallinas. Ahora las gallinas,
viste, las ponen en máquinas
y son como máquinas de poner huevos, puac, huevo, puac,, huevo. Es una
cosa imponente. Después están esos pollos pelados que ponen de a dos.
Los cuelgan de las jaulas para que los pollos crezcan en minutos.
Así que antes era distinto. Y decíme una cosa. ¿Y echás a la gallina con huevos, para que tengan pollos. No, y cuando
las echás, ¿te fijás cuando
la fecha que va a nacer el pollo cómo es la luna? No, bueno, entonces
fijáte: cuando vaya a nacer el pollo, que no es a los 21 días, tiene que
ser luna llena, porque si hay luna llena, el pollo tiene fuerza para
reventar la cáscara y salir. Si no es luna llena, el pollo no siempre
tiene fuerza, hay que ayudarlo. Así que fijáte. Ahora viste que las
gallinas, cuando están cluecas, tienen como fiebre, ¿no? Claro, no hay
gallinas cluecas, las ponen a todo el mundo en la fábrica, prenden la luz
y ya sale le pollo. Si vos tenés 48 gallinas, alguna se va a poner
clueca. Bueno, les ponés los huevos abajo, esperás 21 días, pero
fijáte bien en el almanaque que cuando vaya a nacer el pollo, tenga luna
llena, entonces el pollo sale contentazo. Mojado, sale mojado, empapado
pero contentazo. Pero cuando le ponés con la luna menguante, ¡pah!, un
laburo para sacar el pollo... AsÍ que voy a enseñarte a poner a la
gallina en clueca. A ver, ¿donde estás tú? ¿A quién le toca? Ah,
perdón, Benjamín.
NIÑO:
Me llamo Benjamín, voy al
Saint Patrick, y estoy en 4º año. Estimado Presidente Batlle quiero
decir que está gobernando bastante bien Batlle. Sólo quiero decirle
que a un amigo le robaron 12 veces, y la última vez quince pesos.
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Pah!, .... ¿cuánto le robaron?
NIÑO:
Quince pesos.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Dónde?
NIÑO:
En el Parque Miramar.
PRESIDENTE
BATLLE: En el Parque Miramar.
Es cierto. Ahí es un desastre. Hay que decirle a Stirling. Y sí. Esas es
una de las cosas lamentables que hay, sobre todo en la zona esa. Y es
gente de la vuelta, por otra parte. Porque yo tengo un amigo que vivía
ahí, en el parque Miramar, hicimos una investigación porque el comisario
que estaba en la oficina de la policía allí, que está del lado de
Camino Carrasco, del lado de atrás. Está la policía. Yo fui allí y era
un hombre del interior creo, de Artigas o de Rivera, yo seguramente lo
había conocido. E hicimos la investigación. Y sí, hay un grupo allí
que es bastante complicado. Y además los toman, los sueltan, los toman,
los sueltan, es uno de los problemas que tenemos que tratar de enfrentar
con mejor educación, acercándole la educación en escuelas de tiempo
completo a mayor cantidad de personas y a mayor cantidad de jóvenes. O
sea que la tarea es hacerlo mejor. Si lo hago bastante bien te lo
agradezco, trataré de hacerlo mejor. Adelante.
MATEO:
Señor Presidente Batlle, me llamo Mateo y tengo ocho años, vivo en Bella
Unión y estoy en segundo año, tengo buenas notas en el carné Esta carta
es para preguntarle cómo se hace para ser Presidente. Eso es lo que
quiero ser cuando sea grande para ayudar a todos y ser importante como
José Artigas. Por eso quiero que usted me diga qué tengo que hacer y
qué tengo que hacer... estudiar o en qué puedo trabajar para poder ser
Presidente del Uruguay.
PRESIDENTE
BATLLE: Mira, me parece que es una idea buena ser Presidente. Por empezar,
ya tenés una idea desde chico bien clara y, por tanto, ya has dado un
paso muy importante. Tener una idea de lo que uno quiere hacer es siempre
muy importante. Para ser Presidente es posible que no haya una respuesta,
digamos, sencilla a tu pregunta ¿no es verdad? Porque yo lo que te voy a
decir capaz que no sirve para ser Presidente. Porque yo no hice nada para
ser, especial, para ser Presidente. Yo estudié, yo fui a la escuela, a la
escuela pública después fui a la escuela... primero fui a la escuela
Alemana, después salí de la escuela alemana fui a la escuela Venezuela,
después fui al Liceo Bauzá, tuve en el Elbio Fernández, volví al Liceo
Bauzá, después fui abogado, estudié para abogado, me recibí de
abogado, hice política, fui diputado, pocas veces, fui senador, pocas
veces. Con lo viejo que soy fui Senador dos veces y Diputado dos veces,
nunca fui Ministro, nunca fui Embajador, nunca fui miembro de un Ente
Autónomo, nunca fui Intendente, nunca fui edil, nada ¿viste? Quiere
decir que yo lo único que hice fue estar en la política, decir lo que
sentía, trabajar por aquello que creía y se dio la vuelta y acá estoy.
O sea que de repente otros hicieron mucho más que yo, trabajaron más que
yo o estudiaron más que yo.
NIÑO:
¿Es lindo o feo ser Presidente?
PRESIDENTE
BATLLE: Y depende, depende porque vos te das cuenta que ser Presidente vos
tenés todas las obligaciones ¿eh? Ser Presidente no es pa’ divertirse,
ser para trabajar, trabajás mucho más de Presidente que de cualquier
otra cosa, porque además de trabajar todo el santo día y todos los días
del año, tenés todos los días encima tuyo preocupaciones de todo tipo,
propias y de otros ¿eh? No es changa ser Presidente ¿eh? Así que si
querés ser Presidente tenés que ponerte a hacer gimnasia pa’ sacar
músculos y aguantar ¿eh?, porque no es fácil. Adelante.
AGUSTIN:
Hola, soy Agustín, Jorge Batlle, hola, soy Agustín Medone y te quiero
contar que quiero conocerte cara a cara, porque verte en la tele no es lo
mismo. ¡Ah! Otra cosa es que en la mayoría de tus ideas yo estoy de
acuerdo pero, la idea de vender ANTEL no me parece
bien.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿La idea de qué?
AGUSTIN:
De vender ANTEL.
PRESIDENTE
BATLLE: Muy bien. En primer lugar; yo no sé quién tiene la idea de
vender ANTEL, porque nosotros no hemos propuesto vender ANTEL.
AGUSTIN:
No, porque yo vi en las calles que...
PRESIDENTE
BATLLE: Ah sí, sí, pero no es cierto. No es cierto, nosotros lo que
vamos a hacer con ANTEL el 28 de enero es un remate para que algunas
compañías puedan vender teléfonos celulares. Hoy los teléfonos
celulares los tiene la compañía ANTEL y la otra es MOVICOM, son nada
más que ellos dos. Pero, como desde el punto de vista técnico pueden
haber más compañías, nosotros lo que vamos a hacer es un remate para
que otras personas o otras compañías que quieran también tener
celulares puedan tener celulares. Con eso vamos a sacar dinero y, con el
dinero que vamos a recibir vamos a pagar deuda, para achicar la deuda que
tiene el Uruguay. Pero, la ANTEL, la que tiene el teléfono ese que vos
tenés en tu casa, el teléfono fijo, esa no se puede vender, porque la
ley no lo permite. O sea; hay telefonía fija, que es el teléfono que tú
tenés en tu casa y telefonía móvil, que es ese que suena todo el día
en el bolsillo de todo el mundo ¿viste?, y en las carteras de las
señoras. Bueno, la ley dice; la telefonía fija no se puede vender. La
ley autoriza a que más de dos tengan la posibilidad de venderte a ti un
teléfono celular. De las dos que hoy funcionan una es del Estado, ANTEL,
y la otra es particular, MOVICOM, es de particulares. Así que los muros
dicen eso pero, no dicen la verdad. Adelante.
FLORENCIA:
Señor Presidente, soy Florencia Scarpa del Jesús María y tengo una
pregunta; la epidemia de aftosa fue muy mala para nuestro país, no
exportábamos y había mucha gente sin trabajo ¿qué podemos hacer para
que no vuelva a pasar?
PRESIDENTE
BATLLE: (risa), bárbaro, levantar una barrera contra los microbios,
fumigar en el aire, soplar para el otro lado. El ocho de agosto del 2000
yo fui a una exposición de Palermo en Buenos Aires y ese día el Ministro
argentino de Agricultura dijo que la Argentina era un país libre de
aftosa. Lamentablemente eso no
era verdad, la aftosa estaba en toda la Argentina e invadió a todo el
país. Y, cuando se ocultó toda la zona del litoral argentino, de Entre
Ríos y Corrientes, del otro lado del río Uruguay con aftosa, era muy
difícil atajarlo. Lo puede traer el microbio, una persona en los zapatos,
en las gomas del auto, en un paquete. El microbio vive además bastante
tiempo, un pájaro, el viento, las esporas pueden volar. Y el río Uruguay
es un río angosto se puede atravesar quince kilómetros. Por tanto, para
que la aftosa en Uruguay no vuelva a darse lamentablemente lo que vamos a
tener que exigir primero es un combate de la Argentina, del Paraguay y del
lugar en donde nace, en donde es una epidemia endémica, que es en la zona
del Beni en Bolivia. Nosotros vamos a poder tener rápidamente ya la
condición de país libre de aftosa con vacunación, ya. Pero, lo otro va
a tener que hacerse una pelea en toda, en toda América, muy dura. Ojalá
tengamos éxito. Valentina.
VALENTINA:
Hola.
PRESIDENTE
BATLLE: Hola.
VALENTINA:
Señor Presidente Jorge Batlle, me llamo Valentina Leira y tengo nueve
años. Le escribo esta cartita para poder conocerlo, me gustaría charlar
con usted y contarle que lo admiro por su perseverancia, porque mi papá
me contó que luchó mucho para llegar a ser Presidente. Quisiera que se
respetara la ley de los animales, me gustaría que haya trabajo y no haya
tanta pobreza en las calles. Quisiera que me contara o me mostrara qué
hacer, qué hace un Presidente. También quisiera que visitara mi escuela,
es la número 28. Gracias por leer mi cartita. P.D. No cambies.
PRESIDENTE
BATLLE: (ríe) Bueno, creo que estoy muy viejo pa’ cambiar. En realidad,
de todas las cosas lindas que tú me has dicho lo más importante es el
tema del trabajo, el tema del trabajo es lo más importante. Por suerte en
el Uruguay tenemos un seguro de paro que hemos podido atender a mucha
gente. Pero, por ejemplo, tuvimos la suerte de que todos los empleados y
obreros de los frigoríficos, que fueron al seguro de paro después del 24
de abril cuando vino la aftosa, el 1º de noviembre al empezar a trabajar
volvieron a trabajar. Y hay algunas cosas lindas, el otro día estuve en
la “Tienda Inglesa”, que se inauguró en Atlántida, y me contó un
señor, que es el gerente allí, que habían dado trabajo a 400 personas.
Y otro día en el Paso de la Arena, nuestros amigos que tienen un
supermercado grande, que es un supermercado que ya existe en otros lugares
de Montevideo, me contaron que ellos también al abrir el supermercado
habían tenido que darle trabajo a muchas personas, no sé si 200 ó 300
personas. Quiere decir que, por suerte, uno ve que se van abriendo de a
poco fuentes de... de trabajo. Para que eso crezca más tiene que haber
más actividad, más actividad industrial, más actividad comercial. Y en
el fondo lo que yo le decía a Lucía; tenemos que tratar de que el país
pueda vender lo que produce, porque entonces, si uno vende lo que produce,
uno hace que el carro se ponga en marcha, que el carro se ponga en marcha.
Esperemos que podamos todos trabajar para eso.
VALENTINA:
Batlle.
PRESIDENTE
BATLLE: Sí.
VALENTINA:
Tengo un regalo.
PRESIDENTE
BATLLE: Pero dios me libre vení. Dale. Pero valentina muchas gracias por
el regalito. Dame un beso, dame un beso.
VALENTINA:
Gracias.
PRESIDENTE
BATLLE: A ver que regalito me trajiste vení. ¡Pa!
¿Se come? A no es un árbol de navidad, no se
come. Pero que lindo que es con nieve. Acá no hay nieve.
PABLO:
Está cayendo.
PRESIDENTE
BATLLE: Se está cayendo la nieve. Y bueno traé el sobretodo. Hace frío
con la nieve. Pablo. ¿En qué año estás?
PABLO:
Tercero.
PRESIDENTE
BATLLE: Tercero. ¿Cuántas veces te ponen en penitencia por día?
¿Ninguna? Bueno me parece muy bien. Adelante.
MAYRA
VERDÚN: Querido Presidente, soy Mayra Verdún, tengo 10 años, voy al
colegio Emilio Carlos Taconi, en Peñarol. Mi pregunta es: ¿por qué
usted se preocupa tanto por
el contrabando y los Presidentes de antes no? Lo felicito, es muy
valiente, chau. Posdata: aguante Peñarol. (Risas)
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, si sos de Peñarol, tenés que ser de Peñarol
naturalmente. Mira yo me preocupo por el contrabando, porque me parece que
el contrabando le hace daño al país. Le hace daño. Yo comprendo que
haya gente en la frontera que vive en Rivera y que vaya a comprar lo que
tiene que comprar todos los días al otro lado, porque prácticamente
Rivera y Santana Do Livramento es el mismo.. la misma ciudad, es todo lo
mismo ¿no? Pero el resto no es así, el resto no es así, y entonces es
un daño espantoso, el comercio sufre, la gente que tiene que pagar un
alquiler y que pagar un impuesto, y paga los sueldos de los empelados se
encuentra con que hay otro que viene, se pone en la esquina y vende lo
mismo, más barato, sin pagar impuesto, sin pagar alquiler, sin pagar nada
y el individuo entonces ese que tiene un comercio, que tiene un almacén,
que tiene una verdulería, o una frutería, un pequeños supermercado, ese
al final cierra y se funde.
Con lo que yo creo que yo tengo que combatir el contrabando. He hecho lo
posible, sé que no es 100
por 100 lo que hemos podido hacer pero lo voy a seguir haciendo. Lo que
hicieron los demás, no es un asunto que me toca a mÍ juzgar, pero...
aguante Nacional. (Risas)
¡Qué
bueno Martín! Esto si que es un regalazo. Agarrá esto, Martín.
NIÑO:
Bueno, Sr. Presidente Jorge Batlle, yo le quisiera preguntar si usted
podría abrir más fuentes de trabajo.
PRESIDENTE
BATLLE: Pará Martín que voy a contestarle al amigo mientras abro acá
tu.. gracias Martín. Sí, qué haría sin ti Martín. Video de Florida,
me parece bárbaro. ¿Vos sos de la ciudad de Florida, Martín? ¿De qué
barrio sos?
MARTÍN:
De Larrañaga.
PRESIDENTE
BATLLE: Del Barrio Larrañaga. Muy bien. “Sr. Jorge Batlle..” ¿Esta es su carta Martín?
MARTÍN:
No.
PRESIDENTE
BATLLE: Ah.. es la foto. ¡Pa! Uno de Peñarol y otro de Nacional ¿qué
te parece, que te parece? Bueno Mira yo en realidad lo que tu acabás de
decir es prácticamente lo mismo que me preguntó recién nuestra amiga,
¿cómo se llama? Perdón, Mayra. O sea, decir que uno quiere abrir
fuentes de trabajo es una cosa, abrirlas es otra. Decir que uno quiere
tener una casa es una cosa, construirla es otra. La curva de la
desocupación, subió y subió y subió, luego se paró y ahora está
empezando a bajar. Yo creo que el próximo número vamos a tener por lo
menos una desocupación un poco más baja. No tan baja como la que
deseamos pero va a ser un poco más baja porque como te digo, había en el
interior por ejemplo la paralización de los frigoríficos traía que no
hubiera ferias, que los camiones no llevaran ganado, que no hubiera
remates, que no hubiera todas las actividades que están alrededor de un
remate – feria y todo eso, hacía que mucha gente no pudiera ni siquiera
tener una changa ¿no es verdad? Como es la gente que en el campo hace
changas de esa naturaleza. O sea que yo creo que progresiva...
progresivamente vamos a ir mejorando. Ahora por ejemplo vamos a llamar
a... a llamar a interesados para construir unos hoteles nuevos, grandes es
Punta de Este. Hay tres interesados. Yo
no creo que vayan a haber tres que construyan, pero ponéle que
haya dos que construyan, bueno van a haber miles de personas trabajando en
la construcción y luego trabajando en el funcionamiento. O sea creo que
el turismo nos va a dar mucho ingreso y mucha ocupación y nos va a ayudar
a bajar la desocupación en el Uruguay. Así espero, así espero, y para
ello trabajo. Gracias flaco.
NIÑO:
Yo quiero agradecerle...
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Por qué?
NIÑO:
...por elegir mi carta.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Por elegir tu carta? Pero escucháme una cosa, ¿vos sabés una
cosa? ¿querés que te diga la verdad? Yo no elijo nada, la eligen otros
por mí, así que no sé a quién tengo que agradecerle yo por haberte
encontrado a vos. Vamos a preguntar después los dos juntos a ver a quién
le vamos a agradecer. Porque a
mi no me dieron chance para elegir tu carta. Me dijeron estas son las
cartas y ahí estoy yo. Gracias flaco. Adelante.
ALICIA:
Me llamo Alicia y voy al Colegio Nacional José Pedro Varela. Quisiera
preguntarle en ¿Qué momento de su vida pensó en que algún día sería
el Presidente de la República y por qué y cuáles fueron los cuentos
preferidos que su mamá le contó de niño y si alguno de ellos influyó
en esa elección? ¿Ahora que lo logró se siente felíz?
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno en realidad yo nunca pensé que iba a ser Presidente. Yo te
quiero decir una cosa ¿no? que vos tenés que saber. Yo viví siempre
adentro de una familia que se dedicó toda la vida a la política. Yo te
voy a contar. Nosotros llegamos al Uruguay los primeros días de 1800, o
sea hace 201 años. Hemos hecho política toda la vida. El bisabuelo mío,
el Gral. Lorenzo Batlle, ese fue Presidente, en 1868 y
antes había sido Ministro de la Guerra y Ministro de Hacienda, y había
estado en la guerra como coronel y antes como teniente, así que había
hecho política y era el hijo del primero que llegó. El hijo de él, fue
Batlle y Ordóñez, hacía política. Sus hijos también hacían
política, todos sus sobrinos también, mi papá era uno de ellos, que
también fue Presidente, fíjese que estábamos todos metidos en la
política, todos, permanentemente, todos. Mi mamá es muy graciosa, Mira.
Mi mamá cumplió 90 años hace cinco años ¿no? entonces atendió a las
amigas, las invitó a las amigas y les dijo a las amistades que viniera a
las seis de la tarde. Ella recibió a todo el mundo, a las doce de la
noche se fue todo el mundo, estábamos mi hermano, mi hermano, yo, y los
nietos grandes, acercó una silla se sentó y dijo bueno, vamos a hablar
un poco de política (risas) A las doce de la noche a los 90 años. Te voy
a contar otro. El otro día yo la voy a ver y le digo: “che mamá, me
voy a Estados Unidos”, “¿qué vas a hacer?”, “voy a Naciones
Unidas”, “Ah... ¿y después?”, “Voy a Washington”, “¿Vas a
ver a Bush?”, le digo, “no mamá, Bush está con el Presidente ruso en
Tejas”, “¿A quien vas a ver?”, “Voy a ver a Cheney, al
Vicepresidente”, "¡Ah!– me dice- ¿ese que está escondido? Ese es el que manda, andalo a ver
a ese”. (Risas) Quiere decir que nosotros toda la vida todos, todos,
todos, somos aburridísimos, somos los locos más aburridos que te podés
imaginar. Nos sentamos a discutir de política, desde que nos conocemos.
Ahora eso no quiere decir que nosotros quisiéramos ser Presidentes. Somos
muchos y soy yo el de esta generación el único, porque me tocó, o por
casualidad, podría no haber sido. A mi edad imaginate, ya estaba la final
de la carrera yo. No. Yo lo que creo, tenés razón. Yo lo que creo es
otra cosa, viste, yo lo que creo que lo que nosotros hemos tenido siempre
es un interés por las cuestiones públicas y ese interés lo hemos
practicado desde todos lados como miembro del Consejo, mi tío César era
edil y después fue Presidente de la Junta Departamental y del Consejo
Departamental de Montevideo, el otro fue senador, el otro diputado,
siempre estuvimos en eso. Es una familia que toda la vida se dedicó a
hacer política, unos fueron
una cosa, otros fueron otra. Mi hijo por ejemplo no hace política. Y mi
hija cuando llega la elección hace política, pero mi hijo no, ves ahí
tenés. Y mi hermano, ¿qué te parece? Toca piano. Ese tampoco hace
política, nada, para nada. Hay de todo, pero ¿algo más me
preguntaste? Ya me olvidé. ¿Sí, qué?
ALICIA:
De los cuentos.
PRESIDENTE
BATLLE: Ah, ¿los cuentos que me hacía mamá? Vos sabés que no me
acuerdo, ¡pa! Se me olvidó. Nosotros cuando éramos chicos éramos de un
tiempo en que no había televisión, no había y no había radio
prácticamente, la radio se escuchaba muy poco. Entonces cuando éramos
chicos nos enseñaban a que toda esa cosa que ustedes ven en la
televisión o que escuchaban por la radio, nosotros las sacábamos de los
libros. Toda la imaginación de todas las cosas de imaginación, son los
libros. Todas esas cosas que ustedes ven por la televisión, nosotros las
leíamos en libros y la imaginación era como que los libros se metían
adentro de nosotros y nosotros Mirábamos las cosas que los libros decían
como si fuera una película. Así que de chicos era eso lo que hacíamos.
Por ejemplo “Mori la rana, el libro de las tierras vírgenes” ustedes
lo vieron en la televisión, el tigre, cómo se llamaba el tigre,
Sherecán y cómo se llamaba el oso Baló y cómo se llamaba la serpiente,
Kaa y la pantera Vaguear y él era Mouri, la rana. Y eso lo leíamos,
Ivanhoe, toda esas cosas eran los libros, para los chicos de la edad
nuestra era la historia del mundo eran los libros. Así que los cuentos de
mi mamá no me acuerdo cuáles eran, te juro. ¿Querés que te sonría
Martín? Te sonrío. Bueno otro.
MAURICIO:
Sr. Presidente de la República Oriental del Uruguay, Dr. Jorge Batlle, me
llamo Mauricio Díaz, tengo 10 años, vivo en el departamento de Flores,
ruta 23, kilómetro 192, estancia “La Vicuña”. Soy hijo de un peón
rural y una empleada. para quienes vivimos en el campo y queremos
quedarnos a trabajar en él podremos acceder a un servicio más barato. A
mis padres y a mí nos gusta mucho el campo y a nosotros... y nuestro
sueño es estar siempre en contacto con la naturaleza, en especial con los
caballos que me gustan tanto, pero también cuando descansamos, disfrutar
y conocer las cosas que pasan en el mundo. Yo felicito por la idea de
conocer a los niños de esta manera. Lo saluda atentamente, Mauricio
Díaz.
PRESIDENTE
BATLLE: Mauricio, ¿hay luz eléctrica en el campo?
MAURICIO: ¿Qué?
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Hay luz eléctrica en el campo donde tu vivís?
MAURICIO: Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: Hay luz eléctrica. ¿Hay carreteras?
MAURICIO: Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: Hay carretera. ¿Hay
escuela?
MAURICIO: Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: También. ¿Hay televisor? ¿Eh?
MAURICIO: Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: Hay televisión. ¿Hay teléfono?
MAURICIO: Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: Hay teléfono. Tu abuelo, vivió en el campo.
MAURICIO: Sí.
PRESIDENTE
BATLLE: No había carreteras, no había teléfono, no había
televisión, no había luz eléctrica, no había escuela, no había
absolutamente nada. aquel campo era un campo duro de pelar, duro de pelar,
pero tu abuelo tenía una cosa que vos no tenés. Tu abuelo tenía mercado
y vendía lo que había arriba del campo. Vos tenés televisión, tenés
teléfono, tenés luz eléctrica, tenés carretera y escuela pero no
podés vender lo que tenés arriba del campo. Tu abuelo estaba mejor. Yo
lo que tengo que hacer es que vos estás como tu abuelo para que puedas
seguir gustando de los caballos, ¿qué caballo tenés?
MAURICIO: No, tiene mi
padre.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Qué caballo tiene tu padre? ¿De qué pelo es tu caballo, es el
caballo de tu padre, es alazán, es tostado o zaino, es tobiano, es
tordillo, bayo, es lobuno, es gateado, es rosillo?
MAURICIO: Es una yegua
tostada.
PRESIDENTE
BATLLE: Una yegua tostada.
MAURICIO: Y tres, y
una yegua zaina y dos zainos.
PRESIDENTE
BATLLE: Una yegua zaina, yo tengo overo
rosado, ¿qué te parece? ¿Te gustan los overos rosados?
MAURICIO: Nunca los he
visto.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Nunca habías visto overos rosados? Yo tengo unos overos rosados
que se caen, fantásticos son. Los voy a ir a ver el domingo a Treinta y
Tres al arroyo de Los Avestruces. ¿Quién es que dijo que era de Treinta
y Tres, quien dijo...? Tu Lucía, sabés donde quedan Los Avestruces.
¿Eh, perdón?
LUCÍA: ... el campo
mío.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿El campo tuyo? cerca de lo de Numa Faliveni, claro, voy con el
Numa a Los Avestruces. El domingo de mañana, al potero del convoy.
¿Conocés el potrero del convoy? El lugar donde estuvo Rivera acampado.
Usted si parece que lo conoce, voy el domingo de mañana. Así que andá
cerca de los caballos que siempre son buenos. Adelante, Juan. No, ¿cómo
te llamás tú, Juan?
JUAN PEDRO: Juan
Pedro.
PRESIDENTE
BATLLE: Juan Pedro, dale Juan Pedro.
JUAN PEDRO: Me llamo
Juan Pedro Schranck, soy un ciudadano más de este hermoso Uruguay como
muchos niños de mi edad preocupados con tanta pobreza y el desempleo. En
nuestra zona se planta arroz y muchas familias vivimos de este cultivo.
Gente que trabaja en los arroceros, máquinas, tractoristas, también el
comercio, las casas de repuestos y muchos más. Muchas veces llegamos de
la escuela y oímos a nuestros padres discutir porque el dinero no da para
pagar las cuentas y muchos hemos tenido que dejar inglés y otras cosas
porque no se puede pagar. Sr. Presidente, por favor por los niños que
somos el futuro del Uruguay, no deje que la agricultura y el campo se
mueran, no deje que los bancos se lleven nuestros tractores y cosechadoras
que son las herramientas de trabajo que nuestros abuelos y padres han
conseguido con mucho sudor.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Sabés una cosa Juan Pedro? En el Uruguay no se plantaba arroz.
Yo te voy a decir cuándo se empezó a plantar arroz. ¿De dónde sos Juan
Pedro?
JUAN PEDRO: De Río
Branco.
PRESIDENTE
BATLLE: De Río Branco. En el primer lugar del Uruguay donde se plantó
arroz fue en Río Branco. Lo empezó a plantar un señor llamado Sadón.
El molino que está a la entrada de Río Branco es de las familias, de las
primeras que empezaron a plantar arroz, después
lo empezó a plantar un viejo llamado Saglia, en la desembocadura del
Cebollatí, y otros que estaban en la vuelta. Acá en el Uruguay no se
plantaba arroz, el arroz se implantaba. Recién se empezó a plantar arroz
en el Uruguay hace cincuenta años. Es un cultivo nuevo y es cultivo que
ha crecido enormemente. Y durante muchos, muchos años su cultivo anduvo
bien, y por eso creció. Creció hasta transformarse en el cultivo
agrícola más importante del Uruguay. El gobierno ayudo mucho a lo largo
de todos los gobiernos, tomando préstamos para hacer las carreteras que
se llamaron “plan arroz, el plan uno, el plan dos, el plan tres”, para
hacer carreteras, para dar electricidad. Porque, imagínate, yo plantaba
arroz en el Matogroso, allá contra el Cebollatí, y no teníamos energía
eléctrica, teníamos que hacerlo con gasoil y era carísimo. Salvo cuando
se traía gas oil de contrabando por el Brasil, por la Laguna Merín, ¿no
es verdad?, ahí era más barato. Ahora es mucho más barato porque ahora
es eléctrico, y hay además mucha gente que a podido hacer, que a podido
hacer represas y entonces, riega por gravedad no por bombeo. El año
pasado el precio del arroz bajó mucho, bajó a un precio históricamente
bajísimo, bajó a seis pesos la bolsa, y hasta cinco pesos la bolsa.
Cuando la bolsa siempre estuvo bastante históricamente por arriba de ese
precio. Decile a tu padre que ahora le va a ir mejor con el precio y que
siga tranquilo con el arroz. Decime, ¿tú padre es el dueño del campo o
tu padre es arrendatario?
JUAN
PEDRO: No.
PRESIDENTE
BATLLE: Si es el dueño del campo entonces decile de parte mía que le
sale barata la pradera cuando termine de plantar arroz. La planta por
avión le sale 55 dólares por hectárea, que cuando me haga la cuenta me
ponga adentro de la cuenta la semilla fina y la carne que vende, no me
ponga solamente el arroz. Tamos.
GONZALO.
Hola, me llamo Gonzalo, y voy al colegio Santa Teresa de Jesús. Señor
Presidente: quisiera que encuentre soluciones para los desempleados porque
cuando llegan a sus casas y dicen que los despidieron, es muy feo. Por eso
quiero que lo piensen y mejores.
PRESIDENTE
BATLLE: Muchas gracias, creo que es un buen consejo. Creo que en ese
sentido los presidentes tienen que preocuparse siempre por eso. Hay un
sector de desocupación, tu sabes qué es, como digamos, como una cosa que
no se puede reducir. Históricamente el Uruguay tuvo siempre 7, 8% de
desocupación. Hoy estamos en mucho más que eso. Lamentablemente estamos
en mucho más que eso. Pero yo creo que vamos a ir bajando, que vamos a ir
mejorando. No tan rápido como quisiéramos
en el primer semestre del año que viene, pero vamos a mejorar bastante en
el segundo semestre del año que viene aunque va bajando y va mejorando.
Espero que puedas quedar más contento la próxima que vengas con una
carta y puedas decir: bueno, algo se ha hecho, no todo lo que se debe pero
algo se ha hecho. Muchísima gracias Gonzalo.
GONZALO:
No, muchas gracias a usted.
PRESIDENTE
BATLLE: Muchas gracias, un beso. ¿No hay más cartas?. Bueno, yo me tengo
que ir al
Regimiento de Blandengues. Porque tengo una reunión con todos los
oficiales y los cabos, y los sargentos porque hoy es la fecha del
Regimiento de Blandengues. Así que yo les agradezco mucho la visita, les
agradezco mucho los regalos, les agradezco mucho las cartas, y creo que
hemos pasado muy bien. Yo por lo menos creo que he pasado muy bien. ¿No
sé si ustedes también pasaron bien? Pero yo creo que hemos pasado muy,
muy, muy bien. Bueno, muchas gracias.
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