13/12/2001
ESTUDIO EN
PROFUNDIDAD DE LA INCIDENCIA DEL USO DE DROGAS EN LOS AMBIENTES LABORALES
En
declaraciones formuladas a los periodistas a su salida del Edificio
Libertad, el Ministro de Trabajo y Seguridad
Social, Cr. Alvaro Alonso, señaló que en el seminario sobre
incidencia de las drogas en el ámbito laboral se trataron varios
problemas relacionados con dicha problemática. El Secretario de Estado
hizo mención también al Programa Laboral 2000 de la OIT, dado a conocer
en la víspera, que informa sobre el estado del denominado trabajo decente
en Latinoamérica. Asimismo, Alonso se refirió a otros asuntos vinculados
a su Cartera tales como el subempleo y el trabajo infantil.
PERIODISTA:
Señor Ministro ¿qué importancia le asigna usted a este seminario sobre
las drogas en el trabajo?
MINISTRO
ALONSO: Nosotros estamos haciendo hoy una acción inicial de trabajo en
conjunto con la Junta Nacional de Drogas, con el Ministerio de Salud
Pública, con la Organización Mundial de la Salud y la
OIT para poder tener conocimiento cabal de cuál es la verdadera
incidencia de estas patologías en las relaciones laborales. Conocido es
de que en nuestra sociedad existen este tipo de problemas de
comportamiento. Lo que queremos es conocer en detalle cuáles son sus
efectos sobre la relación laboral, en donde, indudablemente, no sólo hay
una cuestión desde el punto de vista personal, sino también de lo que
habla del desempeño del trabajador, de los riesgos a los que éste se
expone. Y, en consecuencia, creo que esta es una muy buena primera medida
para poder trabajar en lo que ha sido la estrategia general del Ministerio
de Trabajo, de actuar particularmente en los grupos focalizados que
presentan más vulnerabilidad. Así es que hemos dado pasos en concreto
para los temas vinculados a trabajo infantil, a los temas vinculados al
género y al trabajo. Y, en este caso también en la misma línea,
respecto de drogas y trabajo.
PERIODISTA:
Ministro, se conoció ayer el informe Programa Laboral 2000 de OIT donde
se habla que ha descendido lo que se denomina el trabajo decente en muchos
países de América Latina, entre
ellos Uruguay. Uruguay es el
único país donde el salario industrial ha caído un 1%. Esto en alguna
medida se contrapone con la proyección que hace el gobierno, ¿Cómo ha
recibido el Ministerio de Trabajo estos índices?
MINISTRO
ALONSO: La definición de trabajo decente que hace la OIT está en el
marco justamente de un programa de mejora de la calidad de trabajo. Es la
filosofía de la actual administración de la OIT, filosofía que
compartimos. De todas maneras, la forma de medir, de hacer la evaluación
de en qué forma la relación laboral evoluciona en uno o en otro sentido
tiene algunos componentes particulares. En lo que hace a la evaluación de
la condición de trabajo decente en nuestro país, particularmente la
caída en los niveles de ingreso que todos conocemos es la que incide
negativamente en el comportamiento de esa variable. Uruguay
ya ha tenido, lamentablemente en este año que está cerrando y en
el año anterior, una caída de niveles de actividad muy importante que ha
rebotado en dos indicadores en forma negativa; por un lado en la tasa de
desempleo y por otro lado en los niveles de ingresos. Esa es una
situación constatable que nosotros conocemos. De todas maneras, podemos
tener la expectativa que también se maneja en el informe de la OIT
respecto de lo que puede llegar a ser la evolución de nuestra tasa de
desempleo para el próximo año en donde, si no me equivoco, ese mismo
estudio también indica una especulación respecto de una tendencia a la
baja.
PERIODISTA:
Ministro, ¿las nuevas formas de relacionamiento laboral no inciden
también en esta calificación de trabajo decente y no decente? Hay mucho
informalismo, pululan las empresas unipersonales. El tema es que usted
dice que ha caído el nivel de actividad, lo cual tiene incidencia directa
en el índice de desempleo. La gente trata de trabajar en lo que
encuentra, ¿pero cómo lo encuentra?
MINISTRO
ALONSO: Sin duda. Ese es, a mi entender, el principal objetivo que tenemos
que atender en los próximos meses. Nosotros tenemos una dificultad
vinculada a la informalidad del trabajo, que es producto muchas veces de
algunas rigideces que plantea el marco normativo que vincula al trabajador
y al empleador. Muchas veces en la decisión del empleador y de
trabajador, frente a la formalización laboral por un lado, o la
eventualidad de funcionar en el sistema informal, se decide por la segunda
vía. Esa es una situación que se da, que nosotros podremos cuantificar,
quizás por evaluaciones matemáticas, que no está nunca por debajo del
20% respecto de lo que podría llegar a ser el análisis de los cotizantes
y de lo que resulta de la Encuesta Continua de Hogares. Esos niveles de
informalismo inciden sobre la cobertura del trabajo de nuestro sistema de
seguridad social, impactan sobre la recaudación del sistema pero, entre
otras cosas, lo que hacen es dejar en una situación de absoluta
vulnerabilidad al trabajador. En donde entonces debemos preocuparnos es en
que la batería de mecanismos de protección del trabajo tengan la
suficiente capacidad de reacción a las realidades particulares como para
que pueda contemplar a la mayor cantidad de ellas.
PERIODISTA:
Ministro, ¿usted está diciendo, por ejemplo que, sumado al 16 o al 15%
de desocupación que tenemos hoy en nuestro país hay cerca de un 20% de
trabajo irregular, más allá del informal que pueda haber, del subempleo?
MINISTRO
ALONSO: Esas son cifras que generalmente se manejan a nivel del Banco de
Previsión Social respecto de poder tomar conocimiento de cuál es el
porcentaje o el grado de informalismo que nuestra sociedad tiene respecto
del tema trabajo. Por, repito, por cálculos sencillos desde el punto de
vista matemática, siendo por un lado la Encuesta Continua de Hogares que
nos indica qué cantidad de trabajadores están en actividad y, por otro
lado, las cifras que podemos manejar respecto de la cantidad de
trabajadores que están cotizando el sistema a través del Banco de
Previsión Social o de las Cajas Paraestatales, surge una diferencia. No
es esta una cifra de hoy; esta es una cifra conocida desde hace tiempo. No
es una cifra que podamos decir hoy que estamos frente a un crecimiento
alarmante pero, sí es una cifra que nos tiene que preocupar. De todas
maneras, las comparaciones muchas veces sirven para que uno se quede más
tranquilo pero, en este caso yo no lo voy a hacer. La situación de
informalismo en los países vecinos es mayor que la nuestra. Eso no quiere
decir que nos tengamos que quedar quietos y no procuremos actuar
directamente para corregir esta situación.
PERIODISTA:
Ministro, usted hablaba recién de trabajo infantil. Si bien hoy hay un
relevamiento en Uruguay en la zona urbana, queda pendiente el gran tema
del trabajo infantil en la zona rural que, al parecer, es mucho mayor.
¿Se ha avanzado en este sentido? El asunto es que los niños son mano de
obra barata y, en este marco de relacionamiento
laboral que tenemos en el país es una señal importante a dar
¿no?
MINISTRO
ALONSO: El lunes próximo viene a Montevideo, invitado por el Ministerio
de Trabajo, el Director General de la OIT a presentar el programa de
erradicación de trabajo infantil regional, a instancias de nuestra
cartera. Nosotros ya oportunamente constituimos un comité
multiministerial, en el que también participan otras instituciones como
el INAME, para diseñar un programa de acción de erradicación de trabajo
infantil, que tiene que tener más de una punta para actuar sobre el tema.
Quizás no sólo sea el tema de mayor gravedad a nivel de las zonas
agropecuarias, en donde hay sí una vinculación familiar del niño en
ayuda a las labores agropecuarias de los padres, en una situación que se
repite además en muchas partes del mundo. Tenemos en los cascos urbanos,
y especialmente en las ciudades y particularmente en Montevideo, la
visualización del problema en las esquinas con los limpiadores de
parabrisas, con los niños repartiendo volantes, con los niños vendiendo
caramelos en los ómnibus. Todo ese tipo de patologías que toman
conocimiento público en forma cotidiana, quizás no sean lo más
relevante del problema y quizás lo más relevante no lo estemos viendo.
Nosotros actuamos sí, por ejemplo, en forma decidida y para eso contamos
con el apoyo de otras organizaciones para que, en una labor que va a tener
un gran componente de mano de obra como es las labores vinculadas a la
forestación, en donde allá lejos, en la mitad del campo, en algún
monte, puede resultar muy sencillo reclutar niños, pagarles menos y
tenerlos en condiciones infrahumanas de trabajo. Para eso nosotros hemos
actuado positivamente. Y hemos actuado creando un registro de empresas que
son las que tienen habilitación para poder llevar a cabo ese tipo de
tareas, las que son directamente seguidas en lo que corresponde a su
plantilla de trabajadores por el propio Ministerio de Trabajo y, además,
en forma tripartita. No quiero minimizar el problema de los niños que
vemos en las esquinas de Montevideo.
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