ENTREVISTA CONCEDIDA POR EL PRESIDENTE BATLLE AL NEW
YORK TIMES
Texto de las declaraciones formuladas por el Presidente
de la República, Dr. Jorge Batlle, al periodista del New York Times,
Clifford Krauss
KRAUSS: Usted tiene una reputación de ser una persona
que habla, que dice...
PRESIDENTE BATLLE: Como todos los seres humanos, todos
hablamos.
KRAUSS: No, no, no. Los políticos, no, usted tiene un
estilo diferente...
PRESIDENTE BATLLE: No lo sé, señor.
KRAUSS: Que usted es franco, que usted habla lo que
usted quiere decir. ¿Es verdad?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, usted sabe que yo no soy juez
de mí mismo. Yo soy como soy, y siempre fui así, no es una novedad.
Aquí, todo el mundo sabe que es así, y que siempre fue así y que yo
dije siempre lo que me parecía que había que decir, desde siempre.
KRAUSS: Pero es interesante, que la mayoría de los
políticos en el mundo...
PRESIDENTE BATLLE: No los conozco. No sé, no sé... yo
no trabajo...
KRAUSS: ... son MUY discretos, no hablan, no muestran
sus tarjetas. Usted tiene un estilo diferente. ¿Ese estilo le ayuda a
gobernar?
PRESIDENTE BATLLE: Yo qué sé, me parece que sí. Por
ahora, me parece que sí. Por ahora, anda. Ahora, si no anda después va a
ser una tragedia, porque yo cambiar no sé.
KRAUSS: Vamos a hablar sobre varios temas. Primero, hay
varias personas que me han dicho que usted ha abierto, las ventanas y las
puertas, a varios temas que fueron tabú en este país. Primero:
desaparecidos, que fue un tema que nadie tocó. Hablé con una de las
madres de los desaparecidos y ella me dijo "los presidentes
anteriores no querían hablar con nosotros; y este Presidente es
diferente". A mí me gustaría saber, señor Presidente, ¿por qué
los temas de Derechos Humanos, de desaparecidos, es importante para usted,
y para el país?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, vea, lo que sucede, en estas
cosas, es que los tiempos históricos cambian. Hay cosas que a veces no se
pueden hacer aunque se quieran hacer. Y hay cosas que se pueden hacer y
surgen solas, y naturalmente más allá de la voluntad de los actores.
Cuando el Uruguay,en 1985, vuelve a la democracia, los primeros cinco
años lo que se discutió fueron las leyes vinculadas a las amnistías.
Las amnistías de los presos durante el tiempodel gobierno militar; las
amnistías de los que habían cometido delitos de sangre y estaban fuera
del país -vivían en Suecia, o en Europa, o en algún otro lugar- y las
amnistías de los militares. Se hizo una ley, que inclusive se
plebiscitó. En eso fue, digamos, ese tema se trató durante los cinco
años, en ese ámbito, en el primer gobierno del Dr. Sanguinetti, en ese
ámbito. Luego, en el segundo gobierno, en el gobierno del Dr. Lacalle, el
tema no se trató. Pero no se trató no por el gobierno, ni por los
familiares. Quizás los familiares tomaron ese tiempo para organizarse,
para reflexionar sobre el asunto, para recuperar su situación espiritual,
después de cinco años en donde el Uruguay se reencontró consigo mismo y
sucedieron muchas cosas a nivel de seres humanos y de familias, de
reencontrarse con su pasado, de reencontrarse con los que vinieron de
Europa, de reencontrarse con la vida a la cual el Uruguay estaba
acostumbrado. Y en ese segundo gobierno, que fue el gobierno que presidió
el Dr. Lacalle, el tema no se trató. No lo trató el gobierno, no lo
trataron los familiares, no lo plantearon públicamente los familiares.
KRAUSS: ¿Y por qué ahora es importante?
PRESIDENTE BATLLE: Luego, vino el tercer gobierno de la
época de la democracia, que volvió a presidir el Dr. Sanguinetti. Ahí,
un senador, el senador Michelini, planteó ese tema. Planteó ese tema y
el tema volvió al escenario público. Y lo planteó él primero y luego
particular y personalmente lo planteó el señor Gelman, en la búsqueda
de su nieta. Muy bien. Yo cuando llegué al gobierno, antes del 1º de
marzo, sentí, como una manera de ser mía, personal, sentí de que había
algo que el país tenía que volver a decirse a sí mismo en voz alta, y
que era algo que no mataba la vida del país, pero que, ¿vio?, que es
como una espina en eunpie. Si usted se pone una espina en un pie y no le
deja caminar .Usted no se muere de eso, ¿vio?, pero no lo deja caminar.
Y, por tanto, eso había que tratar de sacárnoslo desde adentro de
nosotros, y había que buscar la paz. Y cuando yo defendí la Ley de
Caducidad para los militares, que la defendí públicamente, siempre dije
que esto era un estado del alma. Que el perdón y la finalización de
nuestras confrontaciones, no surgía, básicamente, de la búsqueda de
sanciones, sino que surgía de un estado colectivo del alma, de todos los
uruguayos, de encontrar las soluciones finales.
KRAUSS: ¿Fue después el momento para...
PRESIDENTE BATLLE: Ese momento no estaba en condiciones
de darse antes. Ese momento, fue un momento que fue la consecuencia de lo
vivido, de lo sufrido, de los años que habían transitado, de los años
que habían pasado y eso fue lo que a mí, me parece, que me llevó,
naturalmente, a plantear una solución sobre la base del estado del alma.
Yo, por eso, lo dije el 1º de marzo en el discurso inicial. Y dije,
además, que era en la vida más importante ser que tener. Porque todo es
una combinación de cosas que suceden en la historia de los pueblos y en
la historia de las sociedades, ¿vio?. O sea, por ejemplo, durante mucho
tiempo hubo gente que atacó el consumismo y dijo que la gente había
reemplazado los valores éticos por los valores materiales. No, lo que
pasó, que hace 50 años la tecnología, básicamente, no establecía
diferencias entre los ricos y los pobres. Cuando yo era un niño, en mi
familia no había freezer; y en las familias pobres tampoco había
freezer. Y los ricos colgábamos la carne adentro de una caja con alambre,
para que no entraran las moscas, abajo de la palmera para que estuviera
fresca. Y enfriábamos en el aljibe, con agua, con una damajuana forrada
de alpargata, de tela de arpillera; forrábamos la damajuana con tela de
arpillera y enfriábamos el agua. O sea, no había diferencias entre los
ricos y los pobres hace 50 años, ¿vio?, 60 años. Mientras que ahora la
tecnología, sí ha hecho una gran diferencia. Entonces, la gente, por
primera vez en la vida, alcanzó cosas que no tenía. Por ejemplo, la
gente se moría de frío, se morían los ricos y se morían los pobres.
KRAUSS: Antes.
PRESIDENTE BATLLE: Antes. Y ahora se morían solamente
los pobres, porque los ricos tenían calefacción. Y la gente se moría
por el calor y porque la comida se le pudría. Hasta que apareció la
heladera. Cuando mi mamá se casó tenía una heladera Frigidaire, que
todavía tiene, pero los pobres no tenían heladera; no tenían heladera,
no tenían auto...
KRAUSS: Pero eso es...
PRESIDENTE BATLLE: Perdón, estamos en lo mismo. Usted
se equivoca, escuche, así aprende un poco. Ese es el valor moral de las
cosas, por eso es que la gente se lanzó a tener, para poder alcanzar los
bienes que la tecnología le había dado a los que tenían mucho. Pero si
usted únicamente aspira a tener, no termina nunca. Por tanto es mucho
más importante ser que tener. Y para ser, hay que ser en todo: ser en los
bienes, no, ser en su manera de ser, en su forma de ser, en su respeto y
su dignidad. Y, por tanto, el ser comprende a los desaparecidos. Y el ser
quiere decir que yo no voy a encontrar quizás nunca a los desaparecidos,
pero no voy a esconder el tema. En 1904 hubo una guerra civil, en el
Uruguay, y en 1865 hubo una guerra civil en los Estados Unidos. Tanto en
el Uruguay como en los Estados Unidos, muchos miles de personas murieron
en el campo de batalla y nunca se supo dónde están sus restos. Eran
también desaparecidos, fusilados, asaltados, muertos y desaparecidos.
¿Cuánto tiempo nos ha tardado, tanto en los Estados Unidos -entre el sur
y el norte- y en el Uruguay -entre blancos y colorados- de restañar esas
heridas? Qué es lo que estamos tratando de hacer, restañar esas heridas,
diciéndonos en voz alta: tenemos heridas, vamos a ver cómo las podemos
resolver. Por ejemplo, la Comisión de la Paz encontró dos personas vivas
entre la lista de los desaparecidos. No eran desaparecidos, estaban vivos,
y seguramente la Comisión de la Paz, que está trabajando con seriedad y
en silencio -cosa muy importante para hacer las cosas seriamente- ... en
silencio, y que está integrada como usted ha visto por un grupo de
personas de distintos orígenes y procedencias, va poder hacer muchas
cosas muy importantes a propósito de los desaparecidos en el Uruguay. Y a
propósito de los uruguayos desaparecidos en la Argentina. En cuanto a los
desaparecidos en la Argentina, hemos adelantado muchísimo. Y en cuanto a
los desaparecidos en el Uruguay, además del hecho de encontrar, hay un
hecho mucho más importante en la vida que encontrar, lo más importante
es no esconder.
KRAUSS: Una cosa. Cuando una mujer, que
desafortunadamente murió esta semana, quería abrir la puerta otra vez a
castigar a los militares, usted dijo "no, no vamos a hacer eso".
Yo quisiera tener su explicación de no...
PRESIDENTE BATLLE: En primer lugar hay una explicación
legal.
KRAUSS: Correcto.
PRESIDENTE BATLLE: Y en segundo lugar hay una
explicación de otra naturaleza. Si nosotros empezamos a castigar, en
primer lugar lo que haremos será abandonar la tabla de valores cristianos
bajo los cuales nos hemos criado y desarrollado todos nosotros. Y entonces
despertaríamos de nuevo, digamos, al mal, porque la cadena de castigos no
terminaría nunca.
KRAUSS: La cadena de...
PRESIDENTE BATLLE: La cadena de castigos no terminaría
nunca, porque la primera cosa que nos preguntaríamos unos a los otros es
por qué ciertas cosas empezaron, porque empezaron en 1962. Si aquellos
polvos trajeron estos lodos, miremos para adelante y no miremos para
atrás. Todos fuimos culpables. Todos fuimos culpables, unos en mayor
grado, otros en menor grado. Yo participé de la política de la época.
Era diputado, era dirigente político, tengo que tener también cierta
culpa de las cosas ocurridas. Todos tenemos culpa. El pueblo uruguayo no
participó como espectador de un partido de fútbol entre malos y buenos.
Todos formamos parte de uno o de otro team, nos subimos a caballo de uno u
otro team, en algún momento. Entonces, ¿cuándo va a terminar la cadena
de culpabilidades? Nosotros le dimos una solución, de una ley ratificada
por el voto del pueblo, en un plebiscito. Esa es una solución legal. Y es
la que vamos a sostener.
Hablar de este tema, investigar sobre este tema, es
para curar una herida moral y no para abrir una nueva herida. Para abrir
una nueva herida no sería la Comisión de la Paz, sería la comisión de
la guerra.
KRAUSS: Señor Presidente, sobre el tema de la droga,
tal vez puede explicarme ¿cuál es su posición sobre la legalización
internacional del tráfico de droga? ¿Cuál es su posición?
PRESIDENTE BATLLE: Mi posición es que hace más o
menos cuarenta años que hay una gran lucha, en el mundo occidental,
contra la droga. Y la droga persiste. Y los grandes cárteles que manejan
la droga son capaces de tener ejércitos armados, en Colombia, que pueden
estar en condiciones de terminar con la existencia de un país. Por tanto,
es evidente que eso no se arregla con una guerra como la de Vietnam.
Estoy, por suerte, bien acompañado. Mejor dicho, estoy mejor en buena
compañía, en la compañía de los Premios Nóbel, Friedman y Gary
Bécker: Los problemas económicos se resuelven con medidas económicas.
No sé si la droga mata más que el cigarro o que el alcohol. Lo que sí
sé es que la droga mata a miles de personas en los campos de la muerte de
Colombia.
KRAUSS: Momento, momento. Yo quiero poner eso...
PRESIDENTE BATLLE: Y, por lo tanto, el día que se
elimine la droga, se elimina el dinero que alimenta toda esta cosa. Y si
el recurso que utilizamos para combatir la droga lo utilizamos para educar
a la gente lo mal que ella le hace, nos va a salir mucho más económico,
vamos a terminar con esta barbaridad que estamos haciendo. vamos a bajar
el precio de la droga, lo cual determinará que mucha menos gente estará
interesada en vincularse a ese negocio.
KRAUSS: Usted piensa que...
PRESIDENTE BATLLE: Yo pienso igual que la "ley
seca" igual que la "ley seca".
KRAUSS: Usted piensa que si se legaliza el tráfico de
drogas...
PRESIDENTE BATLLE: Se libera.
KRAUSS: ... los cárteles iban a desaparecer
totalmente.
PRESIDENTE BATLLE: Totalmente. Cuando usted produce 120
mil hectáreas de droga en Colombia, la primera cosa que usted hace es
darle a los agricultores un precio mucho mayor que plantar cualquier otra
cosa, por tanto usted el primer programa que tiene es que no puede
eliminar la droga, porque el agricultor tiene un excelente negocio
plantando droga.
KRAUSS: Entonces, legalizar...
PRESIDENTE BATLLE: Punto uno...
KRAUSS: ... bajaría el esfuerzo...
PRESIDENTE BATLLE: Punto dos, punto dos, Si usted tiene
una cosa que tiene tanto valor final, que le permite cosecharla en
silencio y en secreto, manufacturarla, recorrer el mundo, pagar mil
millones de dólares por año, en Colombia, a los insurgentes, tener
dinero para los paramilitares, tener dinero para montar una organización
de transporte, para comprar y coimear a cuanto funcionario público y
privado hay en todos los ejércitos y en todas las burocracias, y en todas
la organizaciones públicas de todos los Estados. Tener una organización
tan perfecta en los 51 Estados de los Estados Unidos, que han podido hacer
que los Estados Unidos sea el más grande consumidor de droga del mundo y,
encima de eso, venderse, quiere decir que por la forma como está
organizada resiste ese costo infernal que supone todo esto que he
descripto y, además produce ciento de miles de millones de dólares por
año, que supongo, estimado amigo, que cuando usted en un barrio de Nueva
York , compra droga ¿Qué hace con los billetes? Los pone en un
contenedor y los manda a Africa, América o lo pone en un banco. ¿Dónde
se lava el dinero? Se lava en los Estados Unidos. Porque la gran
comercializaciòn es en los Estados Unidos y por tanto se lava en los
Estados Unidos y por tanto alguien que trabaje en esa organización tiene
manejo financiero tan importante ¿Qué dónde se invierte ese dinero de
nuevo? ¿Usted cree que se puede invertir en una economía que tiene
veinte mil millones de dólares, veinte mil millones como el Uruguay? Acá
no se puede invertir ¿no es verdad? ¿se invierten dónde? Se invierte
donde se genera. Por tanto es un negocio fantástico, por tanto la
eliminación de ese negocio ha de tener muchas resistencias
KRAUSS: Entonces su idea es legalizar el tráfico, el
consumo...
PRESIDENTE BATLLE: Igual que la "ley seca",
igual que la "ley seca". Legalice el consumo y baja el precio,
igual que la "ley seca". Oh , pero la historia esa de la
"ley seca" ustedes la conocen mejor que nosotros. Si ustedes
saben la fortuna que se hicieron con la "ley seca". ¿Y qué
pasó con el alcohol? Cuanto valía antes en Estados Unidos de la
abolición de la "ley seca" y cuanto valía después. Y que
pasó con los norteamericanos ¿se embriagaron todos? No. Si el opio
existe, como esta registrado en las tumbas de los Faraones Egipcios ¿o se
usaba ya para anestesia?
KRAUSS: Pero usted esta hablando, también, de
legalización de tráfico de drogas, también. No solamente del consumo.
PRESIDENTE PRESIDENTE BATLLE: Perdóneme cuando usted
libera el consumo, está liberando el negocio. Si usted va a San Antonio
de los Cobres, en la Argentina, compra hojas de coca y las mazca, a los
efectos de evitar el impacto que le hace la altura.
KRAUSS: ¿Quién iba a vender la droga después?
PRESIDENTE BATLLE: Y yo que sé, cualquiera. ¿Quién
vende el vino?. ¿Usted conoce quién vende el vino? Y bueno
KRAUSS: Entonces, en tiendas.
PRESIDENTE BATLLE: Supongo, yo no sé. A mí no me
interesa quién lo vende, a mi lo que me interesa es sacarle el valor que
tiene. Porque el valor que tiene es el que genera toda esta tremenda
organización que le está haciendo un enorme daño a todo el mundo.
Porque ustedes tienen que saber dónde va el dinero, si ustedes son los
grandes consumidores de drogas. Si no saben los americanos adónde va el
dinero, quién va a saber. ¿Adonde va el dinero de la gente que compra en
la esquina de cualquier barrio en los Estados Unidos la droga?, ¿ese
dinero adónde va?, ¿qué se hace con ese dinero?. Yo le pregunto a usted
que usted sabe.
KRAUSS: Señor Presidente, yo pienso que usted es el
primer líder del mundo, de cualquier país del mundo, que ha hablado
sobre este tema en serio.
PRESIDENTE BATLLE: Estimado amigo, yo soy un hombre del
común, yo no tomo, no consumo drogas, dejé de fumar en 1962 y la única
cosa que hago es fumar algún cigarro habano cada tanto cuando tengo
algún amigo que me regala uno. Especialmente si es un cigarro dominicano,
Aurora, dominicano Aurora, punto uno. Y es lo único que hago. Pero
considero que esta es una realidad que pasa con el alcohol, hay una
organización llamada "Alcohólicos Anónimos" en el mundo
entero, que ayuda a gente alcoholista a librarse de ese mal. Yo no sé que
mata más, si la droga o el alcohol o el paludismo o el tifus, y no sé
que cosa. Lo que sí sé que la droga es un formidable negocio y ese
negocio hay que destruirlo y hay dos formas de destruirlo: o por la
violencia, que parecería que no se puede, o por la economía, que
parecería que es lo sensato.
KRAUSS: Ahora su idea es, porque no está cambiando las
leyes acá en Uruguay, su idea es plantear una idea para el mundo.
PRESIDENTE BATLLE: No, no.
KRAUSS: Para alcanzar un debate...
PRESIDENTE BATLLE: No, no, nada yo no tengo ninguna
idea para hacer ninguna otra que cosa que lo que se puede hacer desde un
pequeño país. Mi idea es muy sencilla. Yo soy Presidente de la
República Oriental del Uruguay, le tengo que comunicar a los uruguayos a
propósito de los temas centrales cuál es la opinión del Presidente para
que los uruguayos la consideren y la debatan, nada más.
KRAUSS: Pero usted ha hablado durante la Cumbre de
Presidentes en Panamá, en una conferencia de prensa.
PRESIDENTE BATLLE: Sí señor.
KRAUSS: ... también en una entrevista con la prensa
mexicana...
PRESIDENTE BATLLE: Sí señor.
KRAUSS: ... mencionó algunas veces acá
PRESIDENTE BATLLE: : Sí señor.
KRAUSS: ... y ahora con la prensa norteamericana.
Entonces abre la puerta para una conversación.
PRESIDENTE BATLLE: Y bueno, y alguien va a conversar
más importante que yo y si nadie conversa seguiremos dedicados en gastar
cientos de miles de millones en combatir una cosa sin éxito y a dejar que
crezca un negocio formidable, del cual seguramente tendrán provecho
algunas personas, y no son las personas que luchan por el bien, son las
personas que están a favor del mal. Y esto es muy sencillo, ¿vio? Es la
vieja lucha entre el bien y el mal y queriendo hacer el bien estamos
apoyando al mal.
KRAUSS: El plan Colombia....
PRESIDENTE BATLLE: El verdadero plan Colombia consiste
en legalizar la droga y hacer que Colombia se incorpore al NAFTA. Lo
demás es mentira. Hay que conocer la geografía de Colombia y la historia
de Colombia para darse cuenta que Colombia tuvo, durante años y años y
años, un Estado endémico de violencia entre liberales y conservadores,
ahora no existe más un problema ideológico. Don Magulanda, Don Tiro
Fijo, no salió nunca de la selva. Es el fruto del último acuerdo entre
liberales y conservadores y fue su problema ideológico, no hay un
movimiento marxista o comunista. Las FARC no aspira a gobernar Colombia,
la FARC aspira a tener un territorio de tranquilidad y manejar que es lo
que quieren los dueños del tráfico de la droga, no me molesten acá y yo
no los voy a molestar a ustedes y, y
KRAUSS: Ud. Piensa que entonces que el 1.3 mil millones
de dólares que está gastando los Estados Unidos para mandar sesenta
helicópteros es...
PRESIDENTE BATLLE: No se preocupe, no sirve para nada.
Además lo más grave del asunto es que, con esto lo que estàn haciendo,
es hacer que la frontera entre Colombia y Brasil, empiece a ser una
frontera difícil de controlar. Porque si me empujan de Viet-nam me paso
para Camboya. Se acuerdan cuándo pasaban por Camboya y entraban a
Viet-nam y yo no podía ir a pegarle a Camboya porque extendía la guerra
KRAUSS: Ecuador también.
PRESIDENTE BATLLE: Ecuador y Perú y Panamá y todos. O
sea es desparramar, es peor. Yo comprendo que el amigo Pastrana, a quién
nosotros apoyamos y yo se lo dije al Presidente Clinton. Cuando lo saludé
al Presidente Clinton en el Metropolitan Museum, en ocasión de la última
reunión de Naciones Unidas, en la oportunidad que tuve unos segundos con
él, le pedí al Presidente Clinton que ayudara a Colombia. Lo pedí
públicamente en la reunión de periodistas, creo que se me hizo en
oportunidad de mi participación de la Conferencia del Milenio, que fuimos
invitados por el Sr. Secretario General de las Naciones Unidas, que había
que ayudar a Colombia. Le pedí a nuestro Embajador el Señor Ashby, el
Embajador americano en el Uruguay, que es un gran Embajador, y nosotros
lamentamos mucho que no continúe siendo Embajador. Es un gran Embajador,
que es además un amigo personal del Presidente Clinton, que le
transmitiera, le reiterara al Presidente Clinton, porque él estaba en
Washington esos días, la, la solicitud que yo le hice al Presidente
Clinton, que había que ayudar a Colombia. Le di la instrucción
correspondiente al Embajador uruguayo en los Estados Unidos, el Señor
Embajador Fernández Faingold, que fuera a ver a los Senadores del Comité
específico que trataba el tema, el Sr. Senador Grant de Florida y el Sr.
Senador Todd que apoyaran en nombre del Uruguay el proyecto para darle a
Colombia el estatus de Nación que pudiera incorporar, con sus bienes al
mercado americano en el mismo nivel que lo hace México y los paìses de
América Central, se lo comuniqué al Presidente Pastrana, porque sabe ¿
por qué? Porque soy muy egoísta, porque si creo que ayudo a Colombia
estoy ayudando al Uruguay. Como le dije, en Florianópolis, al Presidente
Banzer que era un "hércules" porque había erradicado las
40.000 hectáreas de coca y se lo agredecí en nombre de los muchos
jóvenes del Uruguay que no iban a recibir coca desde Bolivia. Y que él
estaba trabajando por nosotros, trabajando para nuestra sociedad,
trabajando para nuestra gente, porque se terminó la época de la
neutralidad. Como decía Quentin Reynolds " ni las estrellas son
neutrales". La vieja, la vieja obra de aquel periodista inglés
Quentin Reynolds " ni las estrellas son neutrales", por tanto
todo lo que pasa en Colombia y todo lo que pasa en Bolivia afecta al
Uruguay
KRAUSS: Vamos a hablar un poco sobre la economía, la
reforma del Estado, Ud. este año quiere reformar ANCEL.
PRESIDENTE BATLLE: Todo. Quiero reformar todo. La Ley
Orgánica Militar, pero no lo quiero reformar yo, yo no quiero reformar
nada, la sociedad uruguaya lo reclama, yo la única cosa que hago es
responder a una necesidad que la sociedad uruguaya transmite todos los
días, en silencio, pero que lo transmite. En un mundo abierto Ud. tiene
que competir y cómo va a competir con las limitaciones que tiene la
acción propia de un Estado para competir, Ud, abre el diario, abre el
World Street Journal o abre el The New York Times, Ud. se encuentra con
que todos los días hay managers de las más grandes organizaciones del
mundo y Ud. dice esos monstruos enormes, esos grandes capitalistas, esas
transnacionales formidables tienen que juntarse con otros y acá nosotros
no nos juntamos ni con nosotros mismos. No hay una unión entre la
sociedad y el Estado, entonces somos todos locos y esto la Sociedad ya lo
siente, por tanto yo la única cosa que hago es decirle a la Sociedad yo
entendí lo que Ud. quiere, voy a internar hacerlo y por eso se lo estoy
comunicando a todos los líderes políticos. Tuve la semana pasada una
reunión con el Dr. Tabaré Vázquez, hoy de tarde me reúno con el Dr.
Sanguinetti, con el Dr. Lacalle, con el Senador Michelini, mañana me voy
a reunir con el Sr. Gral Seregni y se lo voy a decir a todo el País, si
es lo que el País quiere no es lo que yo quiero
KRAUSS: ¿Este año será ANCEL no?
PRESIDENTE BATLLE: Todo
KRAUSS: ANCAP
PRESIDENTE BATLLE: Todo, todo absolutamente todo,
también el área privada que también necesita una modernización, porque
vivió al amparo de un esquema proteccionista, que fue el que nosotros
copiamos de Europa, después de la Primera Guerra Mundial y que nos
pareció que era fantástico porque en aquella época éramos muy ricos o
que la desgracia de Europa, esa línea europea tan seria de pelearse y
matarse cada 25 años, nos había hecho ricos. Y nosotros creímos que
entre eso y el proteccionismo arancelario nos había permitido tocar el
cielo con la mano. Pero esa no era la verdad.
KRAUSS: ¿Se podría hacer todo en cuatro o cinco
años?
PRESIDENTE BATLLE: Lo que se puede hacer es empezar,
señor. Las cosas nunca se terminan en la vida de las naciones. A medida
que uno vive, cambia. El mundo es como la bicicleta, señor. La
estabilidad es el cambio. Si usted se para en la bicicleta se cae,
solamente se mantiene estable si da pedal.
KRAUSS: Muy bien. Sobre el tema del contrabando
PRESIDENTE BATLLE: Porque el Uruguay nació con eso. No
se olvide que en la época de España había un solo galeón que podía
llegar a Buenos Aires y solamente lo tenían los españoles el monopolio
del comercio. O sea el Free Trade Act de Inglaterra, más el de Holanda,
más el de Francia, más el de Dinamarca, era para ingresar mercaderías
al mercado cerrado español. Ese tipo de buffer state que somos nosotros,
entre el imperio del Brasil y la Provincias Unidas del Rio de la Plata en
el siglo XIX, fue una decisión de los habitantes del Uruguay, más el
puerto, más el Free Trade. Entonces usted se podrá imaginar que un país
que tiene fronteras secas, un gran vecino del norte, el 13 de enero de
1999 devalúa el 70% de su valor de la moneda, y encima de eso tiene un
sistema impositivo que le permite tener beneficio, hay una diferencia de
más del 100% en el precio de lo brasilero y de lo uruguayo, incorporado
el producto del Brasil al Uruguay sin pagar impuestos. Así que entre no
pagar impuestos, de importación ni de venta interna, el Value Added Tax,
más la devaluación, hay un 100% de diferencia de valor. Eso había
determinado en los últimos diez años y en los dos últimos dos años,
mucho más, que era una especie de cosa admitida que se podía hacer del
Uruguay un campo para vender, comercializar, sin pagar impuestos,
mercadería introducida ilegalmente del Brasil, de las zonas francas del
Paraguay, y de algunos otros lugares del mundo.
KRAUSS: Señor Presidente, ¿Cuáles son sus intereses,
aparte de gobernar?
PRESIDENTE BATLLE: Mis intereses. Mis intereses
personales, fundamentales, son: en primer lugar, los libros
KRAUSS: ¿Cuáles? ¿Y qué tipo de libros?
PRESIDENTE BATLLE: Bueno, vaya por casa, tengo entre
siete y ocho mil libros. Pero básicamente los libros de historia. Y los
libros de historia antigua. Me acabo de comprar, por mil quinientos
dólares, el libro de Don Pernetti, de la expedición de Bouganville
"L’ éxpedition a les Iles Malouines" que llegó a Montevideo
en 1763 y que tiene el primer mapa de la ciudad de Montevideo y de la
bahía de Montevideo.
KRAUSS: ¿Ud. es coleccionista de libros viejos?
PRESIDENTE BATLLE: Soy coleccionista de ideas, a
través de libros, entre otras cosas, viejos y nuevos. Ese es mi primer
interés. Mi segundo interés son los asuntos de la naturaleza. Yo soy
productor desde la tierra, de verdura, de carne, de semilla, de leche.
KRAUSS: ¿Ud. trabaja en su jardín, en su casa?
PRESIDENTE BATLLE: Si señor, No, en mi jardín no. A
dairy farm, a little lettuce and dairy farm. I solt those things on the
market y además, también en este momento tengo lotos para vender a
Canadá. Más o menos tengo, dos, tres, diez mil kilos de lotos para
vender a Canadá. Todo eso.
KRAUSS: ¿Usted tiene eso?
PRESIDENTE BATLLE: Y claro. Sí, sí. Tengo tres
propiedades, una con mi mujer, en donde el área completa, es una de 95
hectáreas, la otra de 13, 14 hectáreas y la tercera de 150 hectáreas.
KRAUSS: ¿Entonces usted todavía vive de su negocio?
PRESIDENTE BATLLE: Y sí señor, hay que vivir. La
tercera cosa y la cosa más importante que tengo son los thoroughbred
KRAUSS: ¿Cuántos?
PRESIDENTE BATLLE: Tengo 100 años de antigüedad en
ese sagrado, en esa sagrada actividad. Ya mi abuelo estaba en eso. Tengo
en este momento, exactamente, después de lo que voy a vender, tengo doce
mares, y tengo, en este momento, dos fillies. ¿Cómo se llama? Dos
fillies.
KRAUSS: Entonces tiene 14.
PRESIDENTE BATLLE: No, tengo más. Y tengo ocho
wheelery soy co-propietario de un stud en sociedad, con dos amigos.
KRAUSS: ¿Entonces, usted tiene más que 20 caballos?
PRESIDENTE BATLLE: Tengo y exporto. Exporté a los
Estados Unidos varias mares.
KRAUSS: Y tres propiedades rurales
PRESIDENTE BATLLE: Sí señor, 13 hectáreas, 95
hectáreas y 150 hectáreas. Y ahora le voy a decir más cosa más
importante: tengo a mi mamá con 94 años de edad sana y viva, que es la
jefa de todo.
KRAUSS: ¿Quién es Juan Ignacio Cáceres?
PRESIDENTE BATLLE: Juan Ignacio Cáceres es un
jovencito ,que corrió en Estados Unidos en Cair Reises. Y que además
como joven cuando ganó la carrera, no sé si fue.en qué lugar de Estados
Unidos ganó la carrera, no acá. Con el orgullo de ser uruguayo le
decimos mi primer victoria en los Estados Unidos, él corrió ese auto con
el número 15, que es el número de nuestro partido, de nuestra lista
electoral, porque él es un fan de nuestra colectividad política.
KRAUSS: Ah, bueno. Y también pinturas, como el
Presidente Sanguinetti, un poco...
PRESIDENTE BATLLE: No, no, no. Aquellos son cuadros del
Estado. Aquellas pinturas, aquella pintura es de un señor Pesce Castro de
una zona de Colonia, precisamente de donde yo tengo el campo, de la zona
de Carmelo. Aquella otra pintura, es una pintura del señor Fígari, un
gran pintor uruguayo.
KRAUSS: Figari, sí.
PRESIDENTE BATLLE: Estas pinturas las puso acá el Dr.
Sanguinetti, no las puse yo. Ese cuadro que está allí, es un cuadro muy
interesante, que es en la fecha del homenaje a Artigas, del 23 de
setiembre; los miles de gauchos de a caballo que vinieron a Montevideo, de
todo el país, que están atravesando un puente sobre el arroyo, sobre el
Río Santa Lucía, en Florida, y cuando usted se vaya lo va a mirar y le
va a interesar. Hay que ver si le consigo un video de eso. Eso es una de
las cosas más lindas que hizo el Uruguay. Hicimos un homenaje a Artigas.
KRAUSS: ¿Su padre..?
PRESIDENTE BATLLE: ¿SEPREDI? Déle un video al amigo,
acá.
KRAUSS: ¿Su padre fue Presidente?
PRESIDENTE BATLLE: Fue.
KRAUSS: ¿Y su tío abuelo fue Presidente?
PRESIDENTE BATLLE: Sí y mi bisabuelo.
KRAUSS: Y su bisabuelo.
PRESIDENTE BATLLE: Sí, señor.
KRAUSS: ¿Bisabuelo también?
PRESIDENTE BATLLE: También, entre 1868 y 1872.
KRAUSS: Greatgrandfather.
PRESIDENTE BATLLE: Greatgrandfather.
KRAUSS: Granduncle.
PRESIDENTE BATLLE: And my uncle.
KRAUSS: ¿Father?
PRESIDENTE BATLLE: And my uncle was a member of the
Council, of the National Council in the epoch that we had like the Swiss
government.
KRAUSS: ¿Y usted, entonces..?
PRESIDENTE BATLLE: Under food, yes sir.
KRAUSS: ¿Y qué significa eso, usted siempre pensaba
que sería candidato del país?
PRESIDENTE BATLLE: Eso significa que nosotros llegamos
hace 200 años, desde Sitges, un coto de Cataluña, en 1799.
PERIODSTA: ¿Sitges? Por Barcelona.
PRESIDENTE BATLLE: Sí, claro.
KRAUSS: (RISAS)
PRESIDENTE BATLLE: That for yoy, sir.
KRAUSS: Yo conozco el lugar, muy lindo.
PRESIDENTE BATLLE: Naturalmente, que vinimos como
representantes de la familia. A un hermano lo mandaron al Río de la Plata
y otro a Santiago de Cuba.
KRAUSS: Su familia llegó originalmente de Sitges.
PRESIDENTE BATLLE: Mi familia, la familia de mi padre,
vino originalmente de Sitges. Los Batlle vinimos de Sitges, en Cataluña.
Se embarcaron...
KRAUSS: S-i-t-g-e...
PRESIDENTE BATLLE: S-i-t-g-e-s. Se embarcaron en 1799 y
llegaron en el 1800. Hace 200 años que estamos en el Uruguay.
Naturalmente que inicialmente participaron ya,en 1804, de las invasiones
inglesas, 1806.
KRAUSS: Cuando usted habla que fue mejor allá que
ahora, porque hay muchos alemanes gays. ¿Qué quiere decir?
PRESIDENTE BATLLE: ¿Que quiere decir? Que yo pretendo
que los seres humanos seamos como somos, los hombres dedicados a lo que
somos y las mujeres a lo que somos. Me gusta más la normalidad. Que cada
uno elija su destino, es su derecho. Cada uno tiene que elegir su destino
y es su derecho. Pero si eso es una patología, es mejor corregirla.
KRAUSS: Bueno, usted no es políticamente correcto.
PRESIDENTE BATLLE: Yo soy políticamente correcto,
porque digo lo que siento, no soy hipócrita. Muy bien, en una palabra, a
mí me gustan las mujeres.
KRAUSS: (ríe)
PRESIDENTE BATLLE: Y no sé si eso es políticamente
correcto, pero no soy hipócrita.
KRAUSS: Usted va a recibir algunas cartas por decir
eso.
PRESIDENTE BATLLE: Es posible y voy a mandar algunas
respuestas por decir lo que digo. Yo creo que la libertad debe ser libre
con el respeto a los demás, pero no oculto mis opiniones. Y creo que a la
gente hay que ayudarla y hago lo posible por hacerlo. Pero no oculto mis
opiniones. Y no pretendo ser ejemplo para nadie, no pretendo ser ejemplo
para nadie, simplemente digo lo que siento.
KRAUSS: ¿Y el futuro de Uruguay? ¿Será más cercano
a los Estados Unidos que a Europa?
PRESIDENTE BATLLE: El futuro de Uruguay es un buen
futuro. El futuro de Uruguay es como el futuro del mundo, hay que
manejarse con la realidad. Europa antes que ninguna otra cosa tiene que
atender a Europa. Tiene que incorporar más de 13 países del este de
Europa, toda esa zona pobre europea que está entre Alemania y Rusia, la
que tiene que incorporar a su standard completo. Para hacer eso, Europa
tiene que hacer un esfuerzo económico y un esfuerzo político y un
esfuerzo en todo sentido. Y la relación que hubo entre Europa y América
en el siglo XIX fue tan, tan importante, tan importante, que en el
Congreso de Aquisgrán en 1818 -el llamado Congreso de los Príncipes- se
discutió la situación de Montevideo, entre España y Portugal. ¿Usted
cree qué eso sería motivo de ser discutido hoy en Europa?. No. Sin
embargo, el conflicto de España con América, fue un conflicto en el cual
participaron Lord Castlereagh hasta Napoleón, y hasta Metternich, y hasta
el zar Alejandro, y el rey de Prusia, con un interés de todos los días.
Porque el mundo era así; el mundo no es más así. Yo no sé si aquello
es mejor que esto, pero sé que esto no es como aquello, no es más así.
Nosotros tenemos una situación privilegiada, nuestro mundo está separado
por dos océanos.
KRAUSS: ¿Usted piensa que el Uruguay debe estar más
cercano a los Estados Unidos que a Europa, ahora?
PRESIDENTE BATLLE: No es que debe de estar, es que es
la lógica consecuencia de los hechos. Vamos a poner un solo caso. El
Uruguay vende carne, al NAFTA el Uruguay le vende un volumen tres veces
mayor que el que le vende a Europa. Punto.
KRAUSS: Bueno, señor Presidente, muchísimas gracias
por su tiempo, fue interesantísimo.
PRESIDENTE BATLLE: Divertido, por lo menos.