18/06/2001

BATLLE LE HABLO A LOS ESCOLARES EN COLONIA

El Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle, destacó hoy, una vez más, la importancia de la educación como generador de bienestar colectivo y crecimiento personal. Durante su visita al Departamento de Colonia, el primer mandatario se hizo presente en la Escuela Nº 98 de Tiempo Completo, en Colonia del Sacramento, donde se dirigió a los niños, a quienes instó a estudiar y perseverar como forma de alcanzar oportunidades en la vida.

"Así que yo no voy agregar lata a todo lo que se le ha dicho acá a todos ustedes también. Señor director le dije cuándo pasó si hace el cincuenta por ciento de lo que prometió le hacemos estatua. La señora directora del Consejo de Enseñanza, Primaria y Normal lo mismo, el señor Intendente regular, porque aprovechó para pasar un aviso, pero no va a ser reelecto la Constitución no se lo permite (aplausos). Y nuestro amigo el ex decano de la Facultad de Veterinaria, el Dr. Scarsi, es un hombre de una larga experiencia, importante experiencia que hizo cosas muy lindas también. No voy agregar nada de esto porque poco de esto sé. Una cosa es saber y otra cosa es saber enseñar, ¡eh! es distinto saber que saber trasmitir lo que se sabe, lo que se sabe y saber hacer que los chicos entiendan. En una época yo le tomaba exámen a Beatríz, mi hija. Yo he tenido, soy una de las tantas víctimas, suegra profesora, esposa maestra, hija maestra, soy una víctima notoria. Soy apenas un sobreviviente. Pero recuerdo que yo le tomaba exámenes de historia a Beatriz, cuando estaba en el liceo, y venía con una amiga. Vivíamos en una casa en donde las paredes eran bastante permeables a las voces altas de los chicos y yo sentía del otro lado de la pared y entonces, Beatriz le decía mirá, si no sabes no importa, pero si no razonas papá te mata. El tema grave que hay es que antes nosotros, como no existían las máquinas, aprendíamos todo de memoria. Prácticamente nuestra gran fuerza era la capacidad de memoria, yo por eso sacaba siempre sobresaliente. Me quedaba al tercer llamado si hubiera habido un quinto o un sexto llamado pedía. Aprendía de memoria todo lo que preguntaban y todo lo que contestaban, daba exámenes y después me regalaban el título por tener las notas de la gran siete, yo lo que tenía era buena memoria, y ya era medio macaneador para razonar cosa que algunos otros opositores dicen viste pero, lo que tenía era buena memoria. Pero resulta que con el invento de la máquina la memoria no sirve más para nada, con el invento de la máquina, la maquina no solamente ha sustituido la memoria sino que además la máquina es un instrumento que trabaja en contra de uno, porque la máquina lo hace perezoso a uno, la máquina lo resuelve. Hay mucha gente que no sabe más multiplicar, te pones a sumar y no podés sumar y son todos letrados porque la máquina suma. Entonces dejas de hacer esas cosas y no haces otras. La cosa más importante que ustedes tienen que tener en cuenta, es que lo que ustedes hoy saben va a ser, en diez años, nada. Todo lo que saben hoy no sirve para nada dentro de diez años, y les digo diez años porque soy generoso, como soy joven tengo tiempo para esperar otros diez años, ¿no? Nunca yo vi, que la máquina tiene noventa y cuatro años, está sana y buena, así que yo hasta reelecto puedo ser, (risas y aplausos) No se asusten. Pero lo cierto, lo cierto que es así, cada cinco años se cambian todos los conocimientos, muchachos, ¡eh!. Tienen que enseñar para que los chicos sepan aprender, van a tener que tener instrumentos para aprender, cosas nuevas que van a tener que saber. Es muy posible que les pase otra cosa, es muy posible que les pase como a mí, estudien para abogado y terminen plantando lechugas, por tanto necesitan saber como aprender de todo lo más que no ha sido aquello para lo cuál han sido formados. El tema es tener los conocimientos básicos, cosa que las maestras hacen con los niños, porque las maestras son madres con título, son madres que además agregan el título de cómo trasmitir esos conocimientos. Y esa ha sido la gran ventaja en favor de la Escuela Primaria del Uruguay frente al resto de la formación educativa. Cada maestras y maestros que están acá, hacen así con la cabeza y dicen "al fin nos reconocen a las maestras". (Aplausos)

Es verdad, es verdad. Yo le decía a Moreira, las maestras son como las termites, son un ejército, una cosa infernal, desembarcan las maestras y moriste, ¿no? Son como el Décimo de Caballería, es una cosa infernal. Pero tienen un concepto de enseñar esas cosas. Las maestras, esencialmente, son formadoras de los conceptos, y Secundaria, una cosa que vino de la Universidad y que José Pedro Varela tanto criticaba eso, porque lo que, ¿no han leído los libros de José Pedro Varela? José Pedro Varela criticaba todo ese sistema desde dónde había venido Secundaria y lo que Secundaria era y decía José Pedro Varela: "es la educación a la francesa" decía ¿eh?. Entonces es evidente que Secundaria precisa esa transformación y sobre todo la precisa en el interior. ¿Cómo se hicieron los Liceos y Secundaria en el interior? El médico, el arquitecto, el vecino. Dame una clase, vení, ayúdame. ¡eh! Así se hicieron los Liceos. Esta formación es esencial. Esto que estamos viendo hoy acá es un recinto apto para que ustedes aprendan. Ustedes pueden aprender también abajo del árbol y pueden ser burrazos acá adentro, ¿eh? Esto no depende del edificio, el edificio es fenómeno, macanudo, pero depende de ustedes, ¿eh? Pongan la cabeza, es el instrumento que más valor tiene. Es el músculo que más hay que conservar y desarrollar, cuanto más se le aprieta, más rinde. Es como una esponja, hasta pa’ mi edad, que uno ya está hasta medio reblando, pero de cualquier manera es el que rinde. Además les voy a decir una cosa, dijo una cosa recién el amigo, que realmente es muy cierta, la moneda de cambio del futuro es el conocimiento, es en todo, en todo. Hoy, esta mañana, estaba hablando con un Ingeniero amigo mío, a propósito del todo el tema de Sudamtex y todo lo demás, y me hablaba de las cosas que se hacen hoy en el mundo con desechos. Con los desechos de lanas se hacen hoy las mejores telas, con los desechos de lana, con las puntas de lana, con lo que es el desperdicio, con lo que le dicen en la industria textil el "wes", o sea lo que se tira, se hacen hoy las mejores telas. Es el conocimiento, es esa sabiduría aplicada con inteligencia en procesos que permiten esa evolución.

En Uruguay es la mejor materia prima que tiene, ¡eh! la mejor materia prima el Uruguay que tiene es la gente del Uruguay, no hay mejor materia prima que la gente. Si esta materia prima mejora, el Uruguay mejora, si esta materia prima no mejora, el Uruguay no mejora. Siempre es poca la plata que se tiene que poner en la educación, siempre es poco el esfuerzo en la educación. Estoy absolutamente convencido de que los ejemplos que han sido para nosotros, nuestros mayores, nos permitirán acercar a la generación del futuro los instrumentos para que esto se concrete, particularmente a nivel de las escuelas de tiempo completo. Las escuelas de tiempo completo son centrales por otra razón. Hace más o menos 100 años, no, yo tengo 73, hace más o menos 50, 55, 60 años, los ricos y los pobres vivían más o menos iguales. ¿Quién tenía prisa hace 55 años, Rockefeller tenía prisa? No, no tenía prisa. Le conseguirían a Rockefeller un pedazo de hierro largo envuelto en tela de alpargata ¿no es verdad? o en tela de arpillera o tendría Rockefeller seguramente una fiambrera, pondría la carne dentro, abajo de una palmera, ¿no es verdad? (risas) Así se guardaba la carne, la guardaban los ricos, la guardaban los pobres. No había mucha diferencia en la tecnología para los que tenían dinero y para los que no tenían dinero, no había. Vivíamos todos uniformemente mal, más o menos. Uno tenía una estufa, una salamandra y tenías que pegarte a la salamandra, te alejabas un metro de la salamandra te morías de frío. O sea que no había mucha diferencia, por lo menos en el Uruguay. No se preocupen que calefacción ya había en Roma en la época anterior a Cristo, ¡eh!, ya había calefacción y no anda tan mal; eran bastante adelantados los romanos. ¿Pero qué resulta?. Resulta que la tecnología ahora ha abierto una brecha de la gran siete, es brutal. La tecnología ha abierto, sí, esa brecha, entonces, ¿qué resulta?. El individuo que queda atrás, hablando en términos como alguna gente a mí me entendería mejor que otros en Colonia, es que largó cinco cuerpos atrás, no entra en el marcador jamás. No llega nunca, y como siente que no llega nunca, siente que como que la sociedad ya los ha expulsado y la primera pregunta que se hace ¿y qué he hecho yo de malo para que me echen a mí?. ¿Qué he hecho yo de malo, para que me traten así?. ¿Y cuál es su reacción?. Su reacción es siempre una reacción fuerte contra la sociedad que lo maltrata, que lo desplaza. Además, esa gente que hoy tiene poco, por lo menos ve televisión y cuando salen a la calle ve la realidad, y vuelve al canal y ve la televisión, y dice ¿qué hago yo para no estar allí y estar acá?. ¿Qué hice yo? Un niño, ¿qué hice yo?. ¿Y, cuál es la reacción?. Tira una piedra, ¿contra qué? Contra eso que no es destacado donde ellos están.

¿Y qué hacen los otros?. Se enojan con eso y le piden a la autoridad que lo discrimine y que los enjaulen. ¿Y qué hacemos, cuando llegan a grande? ¿Pueden formar familias? No pueden formar familias. No tienen las bases elementales para formar una familia. ¿Qué es una familia? La familia es una madre, la familia no es una niña embarazada a los 14 años. ¿Y eso cómo se arregla? Es difícil arreglarlo. La educación es el único camino posible, de todos los caminos existentes, el más útil de todos los caminos para enderezar eso. Y en este país somos pocos, por suerte los uruguayos son bastante perezosos, tienen pocos niños, salvo los más pobres que son los que tienen más. Ustedes van a Artigas, al lugar donde esta las inundaciones, y los niños salen de debajo de las piedras. Los más débiles son los que tienen más. Por tanto, si nosotros no derivamos el mayor porcentaje de los esfuerzos a atender ese sector, que merece las mejores maestras, los mejores profesionales multidisciplinarios, los mejores recursos, la mejor atención, porque esos son los que más precisan porque son los que más lejos están de lo que está el promedio. Perdónenme, mírense a ustedes, mírense los botines, mírense los jeans, mírense los suéters, que tienen puesto, miren los peinados que tienen; miren acá, vayan al general y vuelvan dentro de un rato, y diganme si esos chicos están en condiciones de hacer una vida como la que están haciendo ustedes. No pueden. Ellos no son nuestros enemigos, ellos son nuestros compatriotas.

Por tanto, el gran esfuerzo que tenemos que hacer es hacerlo bien. Que los pueblos como los nuestros no tienen todos los recursos que necesitan, es absolutamente cierto, no tenemos todos los recursos que necesitamos, no los tenemos. Nos vamos a endeudar lo más que podamos en estas cosas. Y yo lo que no quiero es que el gobierno se endeude en hacer una usina eléctrica, porque esa la puede hacer un particular, gastando 160 millones de dólares en hacer una usina eléctrica; que la haga un particular. Prefiero que compre luz, como se la estamos comprando a los argentinos, que le compramos 350 megavatios todos los días a los argentinos. El crédito está para aquello que es imprescindible utilizarlo en dónde nadie va a poner un peso para hacer esas cosas. Nadie va a poner un peso para una escuela, nadie a poner un peso para hacer un liceo. Vamos a duplicar el crédito en donde necesitamos, en beneficio de la gente. Por lo tanto, el gran desafío de Uruguay es ese. Un país muy chico, muy bien ubicadito. Somos como el jamón del sándwich, dos grandes países mucho más grandes que nosotros y ahí en el medio, ¡eh!, un país chiquito que siempre ha hecho un gran esfuerzo para poder salir adelante. Pero, esto en que ustedes están es el corazón de eso. Así que estudien, no se hagan los locos, estudien. Y cuando terminen de estudiar, estudien, que se aprende hasta a mi edad se sigue aprendiendo. Después ya agarran licencia de 75 para afuera, pero hasta los 75 estudien. Estudien y agarren los libros que no muerden, no lean más apuntes, vayan a la biblioteca y lean los libros (aplausos)

No hagan como le pasó a mi madre, que un domingo hizo los ravioles, sentada con toda la familia, estaba mi sobrino Conrado sentado y mi madre dijo sí porque a mi marido, a Batlle, cuando era joven, le decían "Voltaire y su tío", y mi sobrino dijo ¿quién es mamama, Voltaire García?. Era el único Voltaire que conocía, era uno que había jugado al fútbol, y se llamaba Voltaire García. (risas) Agarren los libros, que no muerden y que son sanos. Hasta luego y hasta pronto (aplausos)"