BATLLE: LA INTEGRACION PROSPERARA SI EL CAMINO ES DE IDA Y VUELTA
"Mientras el camino sea de ida y de vuelta la
integración prosperará para todos. El camino jamás podrá ser de mano
única porque entonces habrá vencedores y vencidos y ese no es el signo
de la globalización", expresó el Presidente de la República, Dr.
Jorge Batlle Ibáñez, al hacer uso de la palabra en la ceremonia de
inauguración de la reunión de los Ministros de Transporte del Hemisferio
Occidental que tiene como tema central "Transporte en las Américas:
Acercándonos mas" que se lleva a cabo en el "Conrad Resort
& Casino Punta del Este".
Esta fueron las palabras pronunciadas por el primer
mandatario:
Sin ninguna duda ustedes se podrán imaginar lo que
significa para nosotros la presencia de ustedes en el Uruguay. Es un
gusto, es un honor, desearíamos al compartir esta reunión con ustedes,
trasmitirles todo cuánto sentimos con respecto a la enorme tarea
histórica que tienen los señores ministros a su frente para encarar en
los próximos años.
El señor ministro Cáceres, usted sabe que a los
presidentes se les permite corregir a los ministros, se les permite tantas
cosas a los presidentes que, una de ellas es corregir ministros, ¿no,
verdad?, muy bien. El ministro Cáceres dijo, que la globalización es
irremediable, o sea, es una cosa que no tiene remedio, por tanto si es un
remedio la globalización ha de ser un mal, porque los remedios son para
curar los males. Yo digo que no, yo digo que la globalización es un bien.
Gracias a Dios que hay globalización, si no hubiera globalización que
sería de cada uno de nosotros, encerrados adentro de cada uno nosotros.
¿Es que América acaso no conoció globalización? Y es claro que
América conoció globalización. En el siglo XIX América conoció una
formidable globalización, en aquella época a la cabeza de la
globalización se colocó el imperio inglés, naturalmente el imperio
inglés que se colocó a la cabeza de la globalización, después de las
derrotas de Napoleón y de España en los mares y de Waterloo, tuvo esa
posibilidad de controlar el gran medio de transporte de su tiempo y de
bajar los fletes. En la otra punta estaban los mercados abiertos y el
siglo XIX vio una civilización atlántica con una formidable
globalización. Existe un formidable estudio hecho por economistas
ingleses y americanos a propósito de un análisis desestacionado de las
inversiones, de las inversiones financieras, hechas por Europa en América
en el siglo XIX y al mismo tiempo se la hacíamos a ellos. El agregado de
la emigración europea que pobló nuestro continente, la transferencia
tecnológica y de la habilitación de los mercados y de la baja de los
fletes, vemos que el desarrollo de ese tiempo en América con las
consecuencias naturalmente beneficiosas que cada país administró de
acuerdo a su real saber y entender fue producto de la existencia de esa
globalización. En donde hubo una convergencia en el mundo en precios y en
salarios, lo que nos permitió a todos crecer. Los uruguayos por ejemplo
durante cien años tuvimos una moneda estable, no había investment grade,
por supuesto, en aquella época, no había Banco Mundial, no había Fondo
Monetario Internacional, alcanzaba con hermanos compradores y en el
Uruguay entre mil ochocientos sesenta y poco y mil novecientos cincuenta,
un dólar era un peso, sin Ley de Convertibilidad y sin nada. ¿Por qué?,
porque teníamos una economía ordenada, en la medida en que teníamos una
economía abierta que nos permitía tener una economía ordenada. A mi me
tocó, privilegio de la edad discutir hace treinta y siete años en
Inglaterra junto con los argentinos y junto con australianos y
neozelandeses e irlandeses y polacos, el último convenio de carnes en
Sheffield. En aquella época vendíamos la carne a 2.400 dólares la
tonelada, hoy la vendemos a la mitad de precio. Con aquellos dólares y
con estos de hoy, quiere decir que nuestros productores son más que
sobrevivientes, son héroes. Por lo tanto la globalización es buena en la
medida que ella supone en sí mismo, por ser global, apertura. ¿Qué es
difícil? ¡Ah! por cierto que es difícil. Por tanto cuanto más rápido
mejor. Si es un asunto difícil cuanto antes nos pongamos a discutir
mejor, cuanto más tarde lo discutamos más demoraremos en obtener los
resultados beneficiosos que una globalización de esta naturaleza nos va a
dar.
Por supuesto como yo tengo que volver a Montevideo les
voy a dejar y ahora me voy a encontrar con el Ministro de Economía, le
voy a comunicar al Ministro de Economía que nuestro ministro Cáceres ha
multiplicado los panes y los peces (risas) por que sin ninguna duda una
multiplicación por cuatro de todos estos bienes determina que el Producto
Bruto va a ir, no se sabe adónde, va a salir para afuera y a más
Producto Bruto mejor recaudación y así bajaremos los impuestos y haremos
sociedades que puedan ser más justas, más equitativas, en la medida en
que podamos comerciar más libremente.
Y sin ninguna duda para comerciar se precisa
transportar la mercadería, tener medios físicos para hacerlo y por tanto
siempre es necesaria la presencia, como ustedes de grandes ministros de
infraestructura para que nos den los medios para poder realmente alcanzar
estos objetivos cuando en pocos años este mundo, tanto el de este
continente americano como notoriamente va a pasar también con Europa
porque Europa no puede dejar de reconocer el hecho de que también tiene
que ponerse en camino en la búsqueda de este tipo de asociaciones este
continente, que tiene entre otras tremendas ventajas en este planeta, el
de que está separado del resto de la tierra por océanos.
Es bastante distinto vivir al norte o al sur del
Mediterráneo que vivir alejado del resto del resto de la tierra por
océanos. Y pienso, entonces, que esta tarea puede ser, además, de muy
fructífera imprescindible, no irremediable, imprescindible, en la
medida en que ustedes contribuyan a que nuestros ríos sirvan para
transportarnos para que aquí en el MERCOSUR y en la Cuenca Andina
nuestros ríos sirvan para transportarnos. Y nuestros ferrocarriles
vuelvan a servirnos para aquellas cosas para las que se hicieron. Aunque
les parezca mentira en el Uruguay se construyeron por el sector privado,
en el siglo pasado, tres mil kilómetros de ferrocarriles, lo que
significa que pudimos tener un crecimiento, que algunos aprovechamos más
que otros, según nuestras condiciones particulares pero que fue la
consecuencia de que existiera esa civilización atlántica que nos
habilitó a recibir y a dar.
Mientras el camino sea de ida y de vuelta la
integración prosperará para todos. El camino jamás podrá ser de mano
única porque entonces habrá vencedores y vencidos y ese no es el signo
de la globalización. Que es difícil, ¡ah! Por cierto. Fácil nada hay
en este mundo Que vamos allí, también. Ese sí no es irremediable, es
inexorable y que vamos rápido, mejor.
Que tengan buena suerte y que disfruten de Punta del
Este que yo me voy a Montevideo a trabajar un poco (risas y aplausos).