26/03/2001

"Cuando empecemos a tener cada día más mujeres trabajando en la actividad pública, que por suerte en el Uruguay los hay en todas las actividades públicas y privadas, cada día con mayor responsabilidad, sin ninguna duda, las naciones van a trabajar más, van a estar más organizadas y van a ser más provechosas en su esfuerzo", expresó el Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle Ibáñez, en una alocución improvisada que realizó en oportunidad de la inauguración del XIIº Congreso Iberoamericano de Mujeres Empresarias" que se está desarrollando en el Hotel Radisson Victoria Plaza.

Estas fueron las palabras pronunciadas por el primer mandatario

La verdad es que yo, un día estaba en Nueva York y compré el "New York Times" y ví que había un aviso de página entera de ropa para festejar el "Día de los padres". Y abajo miré quienes eran los que, naturalmente, eran los que confeccionaban estas ropas y decía abajo: "Menafra Hermanas- Uruguay".

Pensé " Bueno, si son varias, capaz que ligo una". (risas) Porque tener una empresaria propia, ya es una gran ventaja. Uno mejora la vida, cosa que me ha pasado.

Pero lo cierto es que hace poco tiempo nos visitó el Premio Nobel de Economía, el Señor Gary Becker, y su tesis fue "La Familia como base del Desarrollo Económico".

Cuando las señoras tuvieron la amabilidad de pedirme que dijera unas palabras -después de las cosas importantes que ya se han dicho acá- muy poco era lo que yo podía agregar, recordé la conferencia pronunciada por el Premio Nobel de Economía en su visita al Uruguay, en donde su tesis gira alrededor de ese hecho, ¿no? Y les decía a las señoras, que la primera empresa, de las señoras es la familia. La familia sigue siendo la más importante de las empresas que solamente las mujeres saben manejar. Les decía a las señoras- haciendo un esfuerzo por pensar qué es lo que iba a decir- que si a cualquiera de nosotros del sexo supuestamente más fuerte nos ponen una semana a hacer las tareas que las señoras hacen en la casa, levantarse de mañana temprano para que los nenes estén preparados para ir a la escuela; revisar si tienen todo listo, todo pronto; darles el desayuno, después dárselo al marido; después arreglar la casa; después salir a trabajar; esperar que los nenes regresen; ayudarlos a hacer los deberes; arreglarse y peinarse y ponerse linda después de todo el trabajo para recibir al marido y contribuir con su esfuerzo al sustento económico de la casa. Y además "bancarlo" al marido cuando viene con los problemas de afuera, y se los cuenta a la mujer para él dormir y la que no duerma sea la mujer, (sonrisas) realmente no hay ningún hombre, (aplausos), no hay ningún hombre que resista a eso más de una semana. No creo que lleguen a una semana. Pese a que los hombres han inventado algo para que las mujeres puedan tener más tiempo, como son las máquinas que lavan la ropa, las máquinas que lavan los cubiertos, las máquinas que los planchan.

El otro día, la esposa de un señor, una familia que conozco en San Bautista, la familia Cedrés, que son plantadores de frutilla, me llamó por teléfono la Sra. - a quien conozco hace muchos años - y me dijo: "Jorge, ¿sabe una cosa? ¿Qué? Me compré una máquina de lavar. Mi señora había librado buena parte de su tiempo, que lo dedicaban al campo, a lavar, colgar la ropa, además de trabajar la tierra, además de atender a los hijos, y además de cumplir un horario que nunca es de ocho horas, que siempre es mucho más de ocho horas.

Pienso, por tanto que, las mujeres cuando se transforman en empresarias y aportan a la empresa la energía y la capacidad de relacionamiento -porque las mujeres todas son recibidas de psicólogas a partir de los 18 años de edad-, (sonrisas) tienen que arreglar a los hijos con las novias, con los amigos, con el padre, con las tías, con todo el mundo. Son las jefas del clan, además de eso cuidan de las abuelas, además de eso son pronto médicas y además de eso hacen una infinita cantidad de cosas más, todas para nuestra alegría. Quiero decir, por tanto, que si toda esa energía y toda esa capacidad, como lo ha estudiado y escrito mucho mejor que ninguno, de todos nosotros, el Premio Nobel de Economía, el señor Becker. Si todo lo hacen con enorme capacidad en sus casas y esa capacidad de organizarse, de disponer del tiempo, de estar siempre a la moda, que es innovar, de estar siempre con conocimiento de qué es lo último que se tocó en la radio, qué es lo último que se dijo en la televisión, porque mientras trabajan escuchan y se enteran y se informan. Cuando todo eso lo transforman en acciones concretas, en las empresas y en los gobiernos, cuando empecemos a tener cada día más mujeres trabajando en la actividad pública, que por suerte en el Uruguay las hay en todas las actividades públicas y privadas, cada día con mayor responsabilidad, sin ninguna duda, las naciones van a trabajar más, van a estar más organizadas y van a ser más provechosas en su esfuerzo.

Desde ya les digo que de eso tengo experiencia propia por haber conseguido una empresaria personal.