El Presidente Batlle en los actos conmemorativos de la
Batalla de Las Piedras
CAT: "NO CEDER ANTE LA ADVERSIDAD SINO
VENCERLA"
En Las Piedras, con la presencia del Presidente de la
República Dr. Jorge Batlle, tuvo lugar el acto central de conmemoración
del 190º aniversario de la batalla en la que el General José Artigas,
batiendo a fuerzas españolas, comenzó a afianzar el proceso de la
independencia nacional.
Las ceremonias comenzaron cuando la comitiva de
autoridades nacionales y militares colocaron ofrendas florales al pie del
Obelisco que recuerda a la Batalla de las Piedras. Posteriormente, desde
las instalaciones del Palco Oficial, las autoridades presentes , una vez
ejecutadas las estrofas del Himno Nacional, escucharon una alocución del
Presidente del Comité Patriótico de Las Piedras, Julio César
Hernández. La parte oratoria fue cerrada en nombre del Poder Ejecutivo
por el Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente
Ing. Carlos Cat, luego de lo cual tuvo lugar el tradicional desfile
militar.
En su discurso, el Ministro Cat señaló que en esta
oportunidad el homenaje se realiza cuando el país enfrenta "una
situación adversa con recursos limitados", por lo que la
personalidad y el ideario artiguista surgen como una "fuente de
inspiración" para gobernantes y gobernados. Formuló asimismo un
llamamiento a "afirmar los valores que justifican nuestra existencia
como comunidad y como nación y nos unen en una identidad común."
Concluyó instando a la ciudadanía del país a no ceder ante la
adversidad sino vencerla, siguiendo el ejemplo del fundador de nuestra
nacionalidad.
Lo que sigue es el texto completo de las palabras
pronunciadas por el Ministro.
"Sr. Presidente de la República
Señoras y señores:
Como todos los años en esta fecha Patria, 18 de mayo,
los uruguayos celebramos orgullosos el aniversario de la Batalla de Las
Piedras, que se erige, en la memoria de propios y extraños, hoy como
ayer, en un hito fundacional de nuestra gran nación.
Hace 190 años por primera vez los patriotas comandados
por José Gervasio Artigas vencían a las fuerzas militares españolas.
Este resultado obligó a los españoles a quedar
encerrados en Montevideo y la campaña en masa se adhirió a la
revolución.
Y Artigas comentaría así esta heroica gesta:
"El 18 amaneció sereno - Exhorté a las tropas
recordándoles.... el honor con que debían distinguirse los soldados de
la patria.
En una jornada que duró desde las once del día hasta
la puesta del sol y después de vigorosa resistencia , se rindieron las
tropas españolas y el campo de batalla quedó en poder nuestro."
A lo largo de nuestra historia hemos venido a este
lugar al pie del Obelisco, en momentos felices y de prosperidad y en otros
de estrechez y de dificultades.
Y hoy como siempre al pie del espíritu imperecedero de
nuestras libertades, como gobierno de un pueblo valiente y esforzado
trasmitimos un mensaje de esperanza y un llamado a la unidad en torno a
ciertos valores básicos que nos dan identidad en la región y en el
mundo.
Este homenaje a Artigas se lleva a cabo cuando nuestro
país enfrenta una situación adversa con recursos limitados. La
personalidad, el ideario y la trayectoria del primer líder de los
Orientales son una fuente de inspiración para gobernantes y gobernados en
esta circunstancia.
Pero igualmente Artigas sería nuestra fuente de
inspiración si el contexto nacional y regional fuera otro.
Los hombres que siempre ponen su mirada en el
horizonte, más allá de la parcela en que se dirimen las cuestiones
circunstanciales y locales, son no solo conductores, sino estadistas.
Líderes así, iluminan con el ejemplo; nuclean,
unifican con su atracción carismática, y, con su conducta y sus
principios, marcan caminos que trascienden su particular momento
histórico.
En este mismo lugar, donde año a año rendimos
homenaje a nuestro prócer, Artigas logró para las armas de la patria una
resonante victoria militar. En una época bárbara demostró su vocación
humanitarista al reclamar a sus hombres clemencia para los vencidos,
mientras que, en un gesto señorial de delicadeza mandaba a un sacerdote,
a recibir la espada del enemigo derrotado.
Soldado de la independencia platense, visceralmente
republicano, nunca confundió lo esencial con lo accesorio: no lo
sedujeron el poder y la gloria que pudo haber alcanzado renunciando a sus
principios. Aceptó el exilio antes que el renunciamiento a sus ideales y
de esa forma enfrentó la pobreza material con la grandeza de su espíritu
que se mantuvo hasta el final de sus días.
Y porque nunca confundió lo esencial con lo accesorio
nos legó un concepto de soberanía fundada en el bienestar de los pueblos
más que en la acumulación del poder del Estado y los Gobiernos.
La determinación, el compromiso firme con sus
objetivos, fue uno de los pilares del temperamento artiguista.
Frente a las limitaciones y las dificultades que los
orientales enfrentamos hoy, reza su disposición a seguir la lucha
uniéndonos brazo con brazo todos los orientales.
Cada generación tiene su lugar en la historia y la
nuestra debe inspirarse en el ideario y en la trayectoria artiguista para
hacer frente a los desafíos del presente.
Si los recursos se achican y las dificultades se
agrandan, que también se nos agrande el gran corazón. Ese corazón que
desde Artigas, los orientales tenemos pronto para salir adelante, aún con
perros cimarrones.
Frente a las incertidumbres de la hora, preguntémonos,
qué pais queremos para nuestros hijos; afirmemos los valores que
justifican nuestra existencia como comunidad y como Nación y nos unen en
una identidad común. De ellos saldrá el aliento para el esfuerzo y los
sacrificios que tendremos que hacer para alcanzar nuestras metas.
Artigas no pudo desarrollar su proyecto de una
federación sudamericana. Pero nos legó el orgullo de nuestra identidad
de orientales y la inspiración americanista que nos permite, sin dejar de
ser quienes somos, aspirar a integrarnos en la región.
En el mundo intercomunicado de hoy, esa lección de
apertura e integración preservando la autonomía, es una herramienta
intelectual de la cual debemos servirnos para construir nuestro futuro.
El contexto internacional de estos días nos permite
alentar la esperanza representada en la frase popular según la cual por
cada puerta que se cierra hay otra que se abre.
Pero dejémoslo claro. En el mundo de hoy nadie regala
nada y las puertas no se abren fácilmente. Sí para todos aquellos que
tienen la creatividad, la capacidad y el tesón necesarios para que los
proyectos y los sueños se transformen en realidades.
Frente a las dificultades actuales, nos toca a nosotros
todos los orientales, juntos, doblegarlas, así como el ejército de
Artigas doblegó a los españoles aquí en este mismo lugar.
Bendito seas Artigas; que nos enseñó a no esperar
nada más que de nosotros mismos, a ser orientales, republicanos y
americanistas y A NO CEDER ANTE LA ADVERSIDAD, SINO A VENCERLA!!
¡Viva la Patria!"