18/05/2001

El Presidente Batlle en los actos conmemorativos de la Batalla de Las Piedras

CAT: "NO CEDER ANTE LA ADVERSIDAD SINO VENCERLA"

En Las Piedras, con la presencia del Presidente de la República Dr. Jorge Batlle, tuvo lugar el acto central de conmemoración del 190º aniversario de la batalla en la que el General José Artigas, batiendo a fuerzas españolas, comenzó a afianzar el proceso de la independencia nacional.

Las ceremonias comenzaron cuando la comitiva de autoridades nacionales y militares colocaron ofrendas florales al pie del Obelisco que recuerda a la Batalla de las Piedras. Posteriormente, desde las instalaciones del Palco Oficial, las autoridades presentes , una vez ejecutadas las estrofas del Himno Nacional, escucharon una alocución del Presidente del Comité Patriótico de Las Piedras, Julio César Hernández. La parte oratoria fue cerrada en nombre del Poder Ejecutivo por el Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente Ing. Carlos Cat, luego de lo cual tuvo lugar el tradicional desfile militar.

En su discurso, el Ministro Cat señaló que en esta oportunidad el homenaje se realiza cuando el país enfrenta "una situación adversa con recursos limitados", por lo que la personalidad y el ideario artiguista surgen como una "fuente de inspiración" para gobernantes y gobernados. Formuló asimismo un llamamiento a "afirmar los valores que justifican nuestra existencia como comunidad y como nación y nos unen en una identidad común." Concluyó instando a la ciudadanía del país a no ceder ante la adversidad sino vencerla, siguiendo el ejemplo del fundador de nuestra nacionalidad.

Lo que sigue es el texto completo de las palabras pronunciadas por el Ministro.

 

"Sr. Presidente de la República

Señoras y señores:

Como todos los años en esta fecha Patria, 18 de mayo, los uruguayos celebramos orgullosos el aniversario de la Batalla de Las Piedras, que se erige, en la memoria de propios y extraños, hoy como ayer, en un hito fundacional de nuestra gran nación.

Hace 190 años por primera vez los patriotas comandados por José Gervasio Artigas vencían a las fuerzas militares españolas.

Este resultado obligó a los españoles a quedar encerrados en Montevideo y la campaña en masa se adhirió a la revolución.

Y Artigas comentaría así esta heroica gesta:

"El 18 amaneció sereno - Exhorté a las tropas recordándoles.... el honor con que debían distinguirse los soldados de la patria.

En una jornada que duró desde las once del día hasta la puesta del sol y después de vigorosa resistencia , se rindieron las tropas españolas y el campo de batalla quedó en poder nuestro."

A lo largo de nuestra historia hemos venido a este lugar al pie del Obelisco, en momentos felices y de prosperidad y en otros de estrechez y de dificultades.

Y hoy como siempre al pie del espíritu imperecedero de nuestras libertades, como gobierno de un pueblo valiente y esforzado trasmitimos un mensaje de esperanza y un llamado a la unidad en torno a ciertos valores básicos que nos dan identidad en la región y en el mundo.

Este homenaje a Artigas se lleva a cabo cuando nuestro país enfrenta una situación adversa con recursos limitados. La personalidad, el ideario y la trayectoria del primer líder de los Orientales son una fuente de inspiración para gobernantes y gobernados en esta circunstancia.

Pero igualmente Artigas sería nuestra fuente de inspiración si el contexto nacional y regional fuera otro.

Los hombres que siempre ponen su mirada en el horizonte, más allá de la parcela en que se dirimen las cuestiones circunstanciales y locales, son no solo conductores, sino estadistas.

Líderes así, iluminan con el ejemplo; nuclean, unifican con su atracción carismática, y, con su conducta y sus principios, marcan caminos que trascienden su particular momento histórico.

En este mismo lugar, donde año a año rendimos homenaje a nuestro prócer, Artigas logró para las armas de la patria una resonante victoria militar. En una época bárbara demostró su vocación humanitarista al reclamar a sus hombres clemencia para los vencidos, mientras que, en un gesto señorial de delicadeza mandaba a un sacerdote, a recibir la espada del enemigo derrotado.

Soldado de la independencia platense, visceralmente republicano, nunca confundió lo esencial con lo accesorio: no lo sedujeron el poder y la gloria que pudo haber alcanzado renunciando a sus principios. Aceptó el exilio antes que el renunciamiento a sus ideales y de esa forma enfrentó la pobreza material con la grandeza de su espíritu que se mantuvo hasta el final de sus días.

Y porque nunca confundió lo esencial con lo accesorio nos legó un concepto de soberanía fundada en el bienestar de los pueblos más que en la acumulación del poder del Estado y los Gobiernos.

La determinación, el compromiso firme con sus objetivos, fue uno de los pilares del temperamento artiguista.

Frente a las limitaciones y las dificultades que los orientales enfrentamos hoy, reza su disposición a seguir la lucha uniéndonos brazo con brazo todos los orientales.

Cada generación tiene su lugar en la historia y la nuestra debe inspirarse en el ideario y en la trayectoria artiguista para hacer frente a los desafíos del presente.

Si los recursos se achican y las dificultades se agrandan, que también se nos agrande el gran corazón. Ese corazón que desde Artigas, los orientales tenemos pronto para salir adelante, aún con perros cimarrones.

Frente a las incertidumbres de la hora, preguntémonos, qué pais queremos para nuestros hijos; afirmemos los valores que justifican nuestra existencia como comunidad y como Nación y nos unen en una identidad común. De ellos saldrá el aliento para el esfuerzo y los sacrificios que tendremos que hacer para alcanzar nuestras metas.

Artigas no pudo desarrollar su proyecto de una federación sudamericana. Pero nos legó el orgullo de nuestra identidad de orientales y la inspiración americanista que nos permite, sin dejar de ser quienes somos, aspirar a integrarnos en la región.

En el mundo intercomunicado de hoy, esa lección de apertura e integración preservando la autonomía, es una herramienta intelectual de la cual debemos servirnos para construir nuestro futuro.

El contexto internacional de estos días nos permite alentar la esperanza representada en la frase popular según la cual por cada puerta que se cierra hay otra que se abre.

Pero dejémoslo claro. En el mundo de hoy nadie regala nada y las puertas no se abren fácilmente. Sí para todos aquellos que tienen la creatividad, la capacidad y el tesón necesarios para que los proyectos y los sueños se transformen en realidades.

Frente a las dificultades actuales, nos toca a nosotros todos los orientales, juntos, doblegarlas, así como el ejército de Artigas doblegó a los españoles aquí en este mismo lugar.

Bendito seas Artigas; que nos enseñó a no esperar nada más que de nosotros mismos, a ser orientales, republicanos y americanistas y A NO CEDER ANTE LA ADVERSIDAD, SINO A VENCERLA!!

¡Viva la Patria!"