28/05/2001
ENTREVISTA REALIZADA AL SEÑOR PRESIDENTE JORGE BATLLE
POR EL PERIODISTA SILVIO HUBERMAN DE LA EMISORA ARGENTINA RADIO AMERICA
HUBERMAN: Presidente: ¿ilusiones que haya perdido,
esperanzas que mantenga de su larga trayectoria política, corona siendo
Presidente. Me imagino que cuando uno está en el llano en las diferentes
etapas de la vida va viendo las cosas de determinada manera. Bueno, ahora
tiene la herramienta, ahora tiene el instrumento. ¿Qué se puede y qué
no se puede hacer en esta América de hoy?
PRESIDENTE BATLLE: Yo le diría a usted que en
cierta medida uno debe tratar de ser honesto, fundamentalmente, con los
ciudadanos que por no conocerlo pueden creer que uno, como un
consuetudinario opositor que un buen día llegó al gobierno. Eso sería
una mentira. No es así. Yo siempre estuve en el gobierno porque el
Partido Colorado ha estado toda la vida en el gobierno y, por tanto, si el
Partido Colorado ha estado toda la vida en el gobierno, nosotros siempre
desde el cargo de diputado o de senador, o simplemente de integrante del
Partido en sus órganos ejecutivos o en la prensa partidaria, siempre he
estado vinculado al gobierno del Uruguay. Y además cuando el gobierno del
Uruguay estuvo en manos del Partido Blanco es notorio que tanto en un caso
como en el otro hemos hecho acuerdos de gobierno que nos han permitido
consolidar las instituciones en el Uruguay luego de los años de presencia
militar, del ’85 para adelante, y por tanto hemos tenido siempre una
vinculación con el gobierno. Yo creo que en el Uruguay hay una
continuidad de cosas, ¿no verdad? O sea hemos venido haciendo cosas en
donde las cosas que se pueden hacer hoy, son sin ninguna duda el fruto de
las que se hicieron ayer y de las que se hicieron antes de ayer. O sea en
términos generales -con los ajustes correspondientes a la manera de ser y
de pensar de cada uno y a la coyuntura social de cada momento, que
determina respuestas diferentes- hemos ido caminando en la misma línea. O
sea gobiernos que tratan de abrir la economía; gobiernos que tratan de
poner la inflación por debajo del diez por ciento para que tenga un signo
de un solo dígito; gobiernos que tratan de no tener déficit
presupuestal, que son los que generan los endeudamientos, endeudamientos
que después no se pueden pagar; gobiernos que tratan de tener una tasa de
riesgo como la que tenemos hoy, que son 280 puntos sobre los 5 por ciento
del Tesoro americano. Nosotros acabamos de colocar 125 millones de
dólares a 25 años de plazo a 7.8 de interés. O sea que esas pautas
generales han sido cosa común en todos los gobiernos. Ahora bien; el
cambio que la sociedad uruguaya ha ido generando a sí misma por el andar
del tiempo, por el influjo del mundo sobre ella, por la reflexión de los
ciudadanos sobre la realidad del mundo en el que vive, le ha ido
permitiendo a todos los gobiernos, y a este actual también, ir procesando
con un ritmo más rápido esas modificaciones, sobre todo en el sector
público. El sector público uruguayo se había expandido mucho en el
área de las actividades comerciales e industriales, con monopolios
legales, sobre todo a partir de 1950 cuando después de la II Guerra
Mundial el Uruguay intenta, igual que la Argentina, cobrar sus deudas a
Inglaterra, Inglaterra dice ‘Mire, plata no hay. Llévese los
ferrocarriles, llévese el agua corriente, llévese el gas, llévese todas
esas cosas que nosotros hacíamos durante tanto tiempo y bien, a ver cómo
las hace usted’, ¿no? Eran bastante viejos los fierros que dejaron y
había que haber hecho una inversión formidable para ponerlos de nuevo en
pie y el tiempo no era el que favorecía ese tipo de desarrollos y, por
tanto, hemos convivido con esas situaciones y creo que recién ahora las
estamos procesando, en un cambio que no se originó en esta
administración sino que algunas de sus cosas se hicieron ya antes. Por
ejemplo, en pocos días, en sesenta o noventa días, vamos a estar
convocando a una concesión para liberar mucho más la operativa
portuaria, pero esa es la consecuencia de una ley que se votó en
administraciones anteriores. Quiere decir que lo que podemos decir sí a
ciencia cierta, es que el Uruguay ha venido en una evolución en un camino
muy lineal en donde han participado las distintas administraciones, que
han tratado de armar una economía que esté acotada a los elementos que
les acabo de señalar.
HUBERMAN: Presidente: Uruguay ha hecho las
transformaciones que sobre todo tuvieron lugar en las dos últimas
décadas del siglo XX en América Latina, las ha hecho más lentamente y a
aprovechado de alguna manera la posibilidad de ver los resultados de esas
transformaciones en países como Brasil y Argentina. ¿Qué conclusiones
saca usted personalmente de lo que hay que hacer y de lo que no hay que
hacer a la luz de esa transformación?
PRESIDENTE BATLLE: Vea, yo creo que una de las
peores cosas que nos pueden pasar es creer que estos países son todos
iguales. Inclusive muchas veces nosotros mismos cometemos este error con
respecto a nosotros mismos. A veces le criticamos a los europeos o a los
americanos que no distinguen la diferencia entre Venezuela, Bolivia y
Argentina, pero también a veces nosotros cometemos ese mismo error. La
modalidad, la manera de ser, la situación social, las tradiciones, las
dimensiones del país, una serie de cosas, han determinado que lo que se
aplica en la Argentina a veces no se puede aplicar en el Uruguay y
viceversa. Aquí en la Argentina o en Brasil se dieron privatizaciones,
ventas de activos. Nosotros no hemos pensado en privatizaciones porque el
Uruguay tiene un mercado de 3:400.000 habitantes y entonces no es lo mismo
abrir un mercado en el Uruguay que abrir un mercado en la Argentina. Usted
en la Argentina, por la propia dimensión del mercado, puede tener más de
un operador, mientras que en el Uruguay es muy difícil tener más de un
operador. Por tanto lo que tiene que hacer en el Estado es tratar de
buscar por la vía de las concesiones, por la vía de las asociaciones,
por otras vías, de mejorar el servicio, incorporar al servicio sectores
privados, pero lo que no podemos hacer es sustituir un monopolio público
por un monopolio privado y por tanto la mecánica a aplicar en el Uruguay
no podía haber sido nunca similar a la mecánica aplicada en Brasil o la
aplicada en la Argentina. Inclusive tanto en Brasil como en la Argentina
se han dado distintos modelos, distintas formas. Que nosotros hemos ido
haciendo las cosas más lentamente es cierto; más lentamente. No ha sido
eso una virtud; ha sido, por el contrario, un defecto. Pero las hemos ido
haciendo a escala de nuestra realidad y pienso que van procesándose a una
velocidad uniformemente acelerada. Me da la impresión de que este año
vamos a poder hacer muchas cosas más en distintas áreas bajo distintas
formas. Algunos casos como en el caso de las comunicaciones ya apertura de
bandas, con subasta de bandas, subasta de, digamos, de casillas de
Megahertzs para aumentar la posibilidad de los operadores que se puedan
presentar. En otros casos con concesiones, como en el caso de la
operación de la playa de contenedores en el Puerto de Montevideo. En
otros casos buscaremos asociaciones, como las que estamos ofreciendo en el
sector energético, tanto sea en el gas como en el petróleo, dado que no
tenemos ni gas ni petróleo. En otros casos vamos a tratar, en la
construcción de una nueva usina, vamos a tratar de hacerlo alrededor del
tema de operadores independientes que tengan su propia generación, en
donde nosotros guardamos la distribución pero alquilamos la transmisión
y autorizamos a generadores que quieran instalarse que se instalen, de
acuerdo a las leyes vigentes en el Uruguay. O sea que vamos a utilizar
distintos elementos, no vamos a caminar en un solo sentido y, por tanto,
esto es la respuesta a una realidad de un país pequeño que tiene su
propia manera de ser, su propia manera de pensar y su propio discurrir
político.
HUBERMAN: Presidente, ¿van a ceder gerenciamiento y
también la mayoría accionaria de las empresas o no?
PRESIDENTE BATLLE: Depende; depende de cada caso.
Por ejemplo en el caso de la playa de contenedores, sí, por cierto. En el
caso de la posibilidad de que haya una generación independiente, ya lo
autoriza la ley. Hay hoy quien genera e incorpora aun pequeña cantidades
de energía a la red pública: ya existe esa posibilidad. Quiere decir que
hay posibilidad de hacerlo en común, hay posibilidad que lo haga el
Estado; hay posibilidad que lo hagan los particulares; está todo abierto.
HUBERMAN: Estamos dialogando con el señor Presidente
de la República Oriental del Uruguay, el Doctor Jorge Batlle.
PRESIDENTE BATLLE: Hincha de Boca.
HUBERMAN: Ahí tenemos serias diferencias.
PRESIDENTE BATLLE: Es un problema suyo.
HUBERMAN: Doctor Batlle: ¿la situación argentina -que
algunos dicen que es de recesión de tres años y otros creen que es de
depresión, lo cual sería bastante más serio- cómo influye sobre el
Uruguay?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, usted sabe que hay mucha
gente que sostiene que sí, que tiene una influencia muy importante dado
que tenemos una conexión muy íntima desde siempre; es lógico y es
natural. Yo creo que en algunos casos influye y en otros casos no influye.
Hablábamos recién de la tasa de riesgo, ¿no verdad?. Si la situación
argentina influyera tanto sobre el Uruguay, la tasa de riesgo del Uruguay
sería distinta de la que es. Sin embargo, la tasa de riesgo del Uruguay
es mucho menor inclusive que la tasa de riesgo brasilera. Parecería que
la situación argentina tiene más receptividad en Brasil en cuanto a la
influencia negativa que pueda tener. Posiblemente que Brasil tiene una
tasa de riesgo alta por sí mismo independientemente de lo que tenga la
Argentina. Porque si influye en Brasil, que es tan grande, ¿cómo no va a
influir en el Uruguay, que es más chiquito? Quiere decir que esta
expresión así genérica de cuánto influye, cuánto no influye, yo digo
que no se puede decir, influye mucho en todas las cosas o influye poco en
todas las cosas. Depende del área, depende de las circunstancias.
Notoriamente tenemos una relación muy fuerte entre la Argentina y Uruguay
y si la Argentina prospera, si la Argentina mejora, cuando llega el verano
siempre hay mucho más movimiento en el Uruguay que cuando la Argentina no
está en condiciones de exhibir esa prosperidad que todos queremos que la
Argentina tenga. En mi opinión con respecto a la Argentina es que yo le
diría que la Argentina está fiscalmente mal pero económicamente bien.
HUBERMAN: ¿Cómo es eso? ¿Se recauda mal? ¿Se gasta
mucho?
PRESIDENTE BATLLE: Para mí se gasta mucho. Yo creo
que muchas veces los que actúan en política –de los cuales yo soy uno
de ellos- tenemos una idea equivocada de cómo se consolida un éxito
electoral. A veces creemos que lo que servía hace cuarenta o cincuenta
años –porque sí servía hace cuarenta o cincuenta años porque
teníamos una sociedad diferente- sirve hoy. Y se equivocan: no sirve más
hoy. La sociedad argentina, como la sociedad uruguaya -como la sociedad de
Cundinamarca- es muy receptiva a expresiones muy sensatas porque la
sociedad está integrada por grupos familiares y cualquier padre de
familia o madre de familia encargada de la familia donde hay tantos
hogares donde es la madre la que dirige la cosa -y son mucho mejores
Ministros de Hacienda las madres que los padres- saben perfectamente que
no se puede gastar tres veces más de lo que se recibe por mes. Y saben
perfectamente que eso conduce a la quiebra de la estructura social de una
familia. Y si saben eso, lo saben también para el Estado. Lo que pasa es
que alguien hay que pide y alguien hay que dice que sí creyendo que al
decir que sí le va a hacer un bien al que le pide y que va a conseguir
como contrapartida que lo vote. No es así. Los pueblos están en contra
de la equivocada conducta de los gobernantes en dar mucho más de lo que
deben dar creyendo que de esa manera vana mejorar. No; los pueblos no
mejoran así. Los gobernantes tampoco mejoran así. Al contrario: los
gobernantes pierden después. El gobernante muchas veces tiene que decir
que no y tiene que decir que no porque si dice que sí en vez de hacer un
bien hace un mal. Entonces, si los gobernantes tomaran la decisión
colectiva de decir ‘Bueno señores: este déficit es intolerable para un
país’ y si los gobernantes tomaran en la Argentina la decisión
colectiva de decir ‘Vamos a bajar este déficit’ yo estoy
absolutamente convencido que los gobernantes no estarían en condiciones
de advertir la clase de país que tendrían dentro de uno o dos años: la
Argentina crecería como si fuera un misil que sale para arriba.
HUBERMAN: Usted sabe que Argentina tiene un nivel de
desocupación del 15-16 por ciento y que muchas veces el Estado –sobre
todo en las provincias, en algunas provincias- subsidia la desocupación.
¿Cómo se hace para salir de esto?
PRESIDENTE BATLLE: Yo creo que la desocupación no
es una cosa que usted la pueda eliminar de un día para otro. Inclusive se
ha encontrado en Europa tasas altas de desocupación en países muy
sólidos económicamente, como pasó en Francia, como pasó inclusive y
pasa a veces en otros países, como en el caso de España. Pero acá la
desocupación no se resuelve con subsidios. Usted puede tener un subsidio
de paro, un seguro de paro, por un plazo porque hay situaciones
coyunturales en donde la sociedad tiene que ayudar a aquel que está
pasando una situación anómala. Pero el tema es la política global
futura. Si usted tiene una política global de equilibrio fiscal usted por
empezar va a bajar la tasa de riesgo. Y si va a bajar la tasa de riesgo no
va a tener que pagar es montaña de miles de millones de dólares de
intereses que salen del bolsillo de cada ciudadano argentino. Como
consecuencia, lo que va a pasar es que la Argentina va a tener muchos
mejores recursos para poder aplicarlos a través del sector privado o del
sector público a cosas mucho más racionales que no es el gasto sin
respuesta. Por tanto es evidente que un corte del gasto en un país genera
al principio todo tipo de inconveniente. Puede generar al principio
paralización de determinadas actividades. Sí, es cierto; eso ineludible
que ocurra. Pero la respuesta a eso es que va a mejorar la economía,
mientras que al seguir aumentando el gasto la respuesta a eso es que va a
seguir empeorando la economía. Es como cuando usted tiene una enfermedad
y le mandan decir ‘Usted vaya a ver al médico’ y el médico le dice
‘Bueno, usted tiene un ataque permanente de vesícula. Hay que
extirparle la vesícula.’ ¿Y quién le dijo a usted que no le va a
doler que le extirpen la vesícula? Ahora, si usted no quiere que le
duela, entonces después se muere. Y bueno, con las sociedades pasa lo
mismo: algo les va a doler si se hace un ajuste, pero sin ninguna duda,
después se va a sanar. Ahora, seguir gastando por encima de lo que se
puede y hacer que tanto el gobierno central como los gobiernos
provinciales tengan unos agujeros imposibles de pagar no resuelve el
problema político de nadie. Entonces todos los días va a haber una
situación parecida. Quiere decir que, sin ninguna duda, si la Argentina
quiere rápidamente resolver sus problemas, todos los sectores políticos
se juntan y dicen ‘Bueno, vamos a parar el gasto’, y en poco tiempo la
Argentina va a crecer a una tasa del seis o del siete por ciento del
producto anual. No tengo ninguna duda, porque económicamente la Argentina
es sana y además lo que a Argentina produce, lo que la Argentina produce,
que son los granos -que es el corazón de la producción argentina- la
habilita a la Argentina para competir en todos los mercados del mundo.
Vamos a no embromar.
HUBERMAN: Le quiero consultar sobre dos temas más:
ALCA y MERCOSUR por un lado, Usted ha dicho que es partidario de que
Uruguay comience una conversación bilateral con Estados Unidos...
PRESIDENTE BATLLE: Sí señor, sí señor.
HUBERMAN:...y después quiero hablar, como colofón de
nuestro encuentro, sobre educación, si le parece bien.
PRESIDENTE BATLLE: Mire, es evidente que nosotros
no podemos pensar que el MERCOSUR es un fin en sí mismo. Hicimos el
MERCOSUR para crecer entre nosotros pero no para cerrarlo al mundo, para
abrirlo al mundo. Tenemos que negociar con Estados Unidos con el ALCA y
tenemos que negociar con el Mercado Común Europeo.
HUBERMAN: Una cosa no excluye la otra.
PRESIDENTE BATLLE: Nadie excluye nada: acá todo el
mundo negocia con todo el mundo. O sea decir que yo hago esto y porque
hago esto no hago lo otro es tratar de amputarnos y los países no se
pueden amputar en un mundo donde usted tiene que hablar con todo el mundo,
negociar con todo el mundo y venderle a todo el mundo. Así que no hay
nada que sea incompatible. Estamos a favor del ALCA, estamos a favor del
MERCOSUR y también estamos a favor de negociaciones bilaterales y
negociaciones multilaterales. Inclusive hay cosas que ni en el ALCA se
pueden resolver. Todas las cuotas que dan los países en negociaciones en
la OMC no se pueden resolver en el ALCA aunque usted las quiera resolver.
O sea que decir ‘Si estamos acá no podemos ir para allá’ son todo
macanas. Acá en Buenos Aires el año pasado el MERCOSUR resolvió hacer
un acuerdo de libre comercio con México, otro con el Grupo Andino y otro
con Sudáfrica. ¿Y? No hemos empezado ni a conversar.
HUBERMAN:´¿El arancel externo común del MERCOSUR no
es muy alto?
PRESIDENTE BATLLE: Es altísimo. Hay que bajarlo,
pero ya sabemos que hay dificultades.
HUBERMAN: Educación, último tópico de nuestra
entrevista.
PRESIDENTE BATLLE: Sí señor.
HUBERMAN: Yo personalmente...
PRESIDENTE BATLLE: Usted sabe que nosotros tenemos
un héroe nacional civil llamado José Pedro Varela que fue el que
modificó todo el sistema de la educación pública. José Pedro Varela
salió del Uruguay, familiar de los Varela de acá de la Argentina, salió
del Uruguay y se fue para Europa porque su idea inicial era hacer
política. Revisó los sistemas políticos europeos, en fin, y cruzó para
los Estados Unidos. Cuando cruzó para los Estados Unidos se encontró con
un tal Sarmiento. Y entonces Sarmiento, que lo conocía, le dice: ‘¿Querés
hacer una república en el Uruguay? Entonces, formá republicanos. Educá
a la gente.’ Varela volvió al Uruguay bajo el régimen de Latorre y fue
muy criticado porque se incorporó de esa manera al régimen de la época
militar, de la primera época militar del Uruguay en 1875. Hizo la Ley de
la Educación Popular, trajo los sistemas pedagógicos de Horacio Mann de
los Estados Unidos e hizo la escuela pública, laica, gratuita y
obligatoria del Uruguay, escuela primaria que ha hecho del Uruguay, un
país, sin ninguna duda –al igual que la Argentina- un país en donde la
alfabetización ha sido moneda corriente desde el siglo pasado. Quiere
decir que si somos lo que somos es por la educación y si queremos jugar
en una Liga Premier tenemos que seguir educando y educando, educando y
educando.
HUBERMAN: ¿Por qué lanzó este debate, decía, sobre
el alcance de la laicidad en la educación uruguaya?
PRESIDENTE BATLLE: Porque vea, hay una cosa muy
clara. Hace un lote de años la discusión era entre religión y no
religión. Ese punto fue superado en el Uruguay. Hoy, la discusión es
entre valores y no valores. O sea los valores no son solamente propios de
la educación religiosa de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. La
religión hebrea también tiene valores; la musulmana también tiene
valores: todas las religiones del mundo tienen valores. Los que no
participamos de ninguna religión positiva y estamos acá también tenemos
valores, ¿no verdad? Entonces, ¿qué quiere decir? El tema no es
discutir si vamos a enseñar religión o no religión. El tema de la
laicidad o no laicidad es si vamos a discutir, si vamos a enseñar o no,
lo que son los valores. Ese es el asunto central: los valores. Porque si
no, alcanza con tener y es mucho más importante ser. Se puede ser muy
rico y muy atorrante y se puede ser muy pobre y muy digno. El tema es los
valores, no la cantidad de cosas que vamos a tener. Así que si valemos
tantas veces como autos tenemos ¿el que tiene siete autos es bueno y el
que no tiene ninguno es un atorrante? No, no es así. Hay otras cosas en
la vida. Y esas cosas en la vida hay que enseñarlas. Porque además, el
cristiano como el musulmán saben, sin que nadie le enseñe nada, lo que
es bueno y lo que es malo. Por tanto estas cosas tienen que ser el eje
central de la educación futura. La educación de valores y la educación
mayeútica: enseñarle al tipo a utilizar los instrumentos del
pensamiento, no solamente la máquina de calcular. El tipo tiene que
aprender a pensar, porque si aprende a pensar va a aprender a aprender
durante toda su vida. Ese el negocio.
HUBERMAN: ¿Y ese es el desafío que usted ha lanzado
para el Uruguay?
PRESIDENTE BATLLE: Y bueno, una de las cositas que
hay que conversar.
HUBERMAN: Presidente, muchas gracias, ¿Qué espera
para el final de su mandato? ¿Cómo va a dejar al Uruguay usted?
PRESIDENTE BATLLE: Todos los gobernantes pretenden
dejar a sus países mejores de lo que lo encontraron. Allá vamos...
HUBERMAN: Ya tiene experiencia. Ya ha hecho un
caminito.
PRESIDENTE BATLLE: Allá vamos.
HUBERMAN: Gracias, Presidente.