10/11/2001

Las Naciones Unidas “no tendrán más remedio” que intervenir

 BATLLE ABOGO POR LA LIBERTAD DE COMERCIO PARA EVITAR UN  CONFLICTO DE GRAVES ALCANCES

El Presidente Dr. Jorge Batlle, hablando en conferencia de prensa luego de su intervención en la sesión inaugural del 56º Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, señaló que la realidad del comercio mundial tiene que cambiar, porque de lo contrario se corre el riesgo de entrar en una guerra comercial que sería un pandemonium luego de que expire, el 31 de diciembre de 2003, la cláusula de paz de la OMC. Hay un conflicto muy “grave” y “profundo” que las Naciones Unidas tendrán que enfrentar: el mundo vive circunstancias completamente distintas a las de hace 50 años y que por ello hay que adecuar los instrumentos a esas nuevas condiciones. Calificó de “absurdo” al terrorismo, que –afirmó- no tiene ningún apoyo en ningún lugar.  Sobre el MERCOSUR, sostuvo que debe ir a un acuerdo “4+1” respetando los distintas necesidades de cada país miembro, ya que cada uno tiene tiempos diferentes.

Lo que sigue es la Transcripción de la conferencia de prensa.

PRESIDENTE BATLLE: No sé si todos entienden el español. Supongo que sí, pero de cualquier manera pienso que es mucho más fácil que ustedes me hagan todas las preguntas que quieran, porque por más que yo diga lo que diga, después me las van a hacer las preguntas. (sonrisas) Entonces, es mucho más sencillo que ustedes empiecen disparando desde allí. Señores

PERIODISTA: Señor Presidente, ¿me puede dar sus impresiones sobre la declaración que hizo el Presidente Bush ante la Asamblea General? ¿Le hubiera gustado que hiciera un llamamiento más general a los delegados en la sala sobre el compromiso de Estados Unidos con respecto a una variedad de objetivos de las Naciones Unidas, como la erradicación de la pobreza en sí, en lugar de concentrarse sobre su visión del terrorismo?

PRESIDENTE BATLLE: Podría ser una pregunta natural y lógica en el caso de que no se tratara del país que ha estado sometido a esta tremenda agresión. Y por cierto, siendo ésta su primera presentación ante la Asamblea de las Naciones Unidas, más que establecer un objetivo para Naciones Unidas, a mi juicio, tenía que hacer una reflexión sobre la naturaleza de los hechos y la consecuencia de los mismos sobre la vida de la humanidad. Hubiera quizás parecido excesivo que, siendo él el que ha sufrido en su país la agresión tan enorme del 11 de setiembre, además de establecer las razones suficientes que le habilita para las reacciones y las apreciaciones que hizo, encima nos dijera qué es lo que tuviéramos que hacer. Creo que acá hizo bien  en hacer las reflexiones que ha hecho, que fueron además muy importantes, porque no solamente tuvieron que ver con los hechos ocurridos en sí mismos, sino que tuvieron que ver con la forma de ser y de vivir de los seres humanos arriba de este planeta siempre, cualquiera sea su religión, cualquiera sea su fe y cualquiera sea su condición. Por tanto, sin ninguna duda, fue un discurso cargado de emoción – como es lógico y natural – y también con un mensaje político muy claro. Este realismo, en todos los tiempos, ataca a los seres humanos en su esencia y por tanto, también va en contra de todas las formas de cultura y de religión, aún la de aquellas que pretende defender. Y pienso que cuando dijo eso no se estaba refiriendo únicamente a la situación ocurrida el 11 de setiembre. Se estaba refiriendo también a lo que pasa en España con ETA, que no es una novedad, que hace pocos días mataron a un juez y unos días antes hirieron a 95 personas. O sea, los preceptos que pretende sostener y defender son aquellos que aniquila con la forma de actuar.

PERIODISTA: Presidente, buenas tardes. En su discurso hizo referencia a la pobreza como una de las causas del terrorismo a nivel internacional. ¿Piensa que su discurso  es un mensaje que los países miembros de la Organización de Naciones Unidas pueden atender, ese reclamo de atender la pobreza para evitar el mal mayor que viene como consecuencia de ello, el terrorismo, por ejemplo?

PRESIDENTE BATLLE: No tengo el pecado de soberbia, por tanto no puedo pensar que el discurso de Uruguay sea escuchado. Pero creo que yo no he dicho otra cosa diferente que lo que muchos han dicho. Lo que pienso, sí, que agregamos, es de que realmente estas Naciones Unidas se constituyeron en San Francisco en 1945 por razones completamente diferentes a aquellas que hoy el mundo le demanda cosas. En 1945 Uruguay fue el sexto firmante de ese texto de Naciones Unidas. El entonces Ministro de Relaciones del Uruguay, el Ingeniero Serrato, que fuera Presidente del Uruguay, fue uno de los redactores del texto de Naciones Unidas. Uruguay, por tanto tiene una antiquísima tradición internacionalista. Participó en el Congreso de La Haya en 1906, en donde participaron Drago, el Barón de Rio Branco y Batlle y Ordóñez, para establecer el arbitraje como mecanismo para la paz en el mundo, con la famosa teoría, entre nosotros, de Batlle y Ordóñez a propósito de que si tantas veces las naciones se han unido para la guerra, es bueno que llegue el momento de que lo hagan para la paz.

Entonces, digo, el Uruguay siente de que las causas que dieron origen a la Sociedad de Naciones y a las Naciones Unidas no tiene nada que ver con el mundo de hoy. Hay algún tema que se reitera pero que no tiene una consideración primera en el peso de los asuntos que se tratan.

¿Cuántos seres humanos habitaban el mundo en el año que yo nací, en 1927? No pasaban de 2.000 millones. Hoy estamos en 6.000. Cuando mis nietos tengan 40 años, vamos a estar en 9.300. La explosión de los países con poblaciones en medio de problemas serios de pobreza no es que van a generar el terrorismo. Van a generar algo mucho peor: van a generar un mundo casi invivible. Van  a haber 2.000 millones de habitantes. ¿Cuántos de ellos van a caminar para tratar de instalarse dentro de Europa? Extrapolen las cifras hasta el 2050 de los africanos que viven en los distintos países en  Europa. De los turcos en Alemania, de los argelinos en Francia y de los marroquíes a través de Ceuta y de los senegaleses y de los países que vienen, los habitantes de los que vienen de los países subsaharianos. ¿Cuántos son los millones que están viviendo en Europa? ¿Cuál es el grado de desequilibrio que esa circunstancia va a generar en la convivencia en el mundo? Ya no se trata de guerras, no se trata de bombas, no se trata de terrorismo: se trata de las dificultades enormes de sobrevivencia pacifica en un mundo en esas condiciones.

Entonces si usted le suma a eso el problema de lo que es la consecuente destrucción ecológica de los continentes. Uno de los países más poblados en África, en el futuro próximo, es Etiopía. No le digo nada de Nigeria, que tiene ya 120 millones de habitantes. Si usted mira las condiciones del mundo en 50 años -50 años, se da cuenta, yo tengo 74- 50 años no es nada, 50 años: ¿cuántos de ustedes no van a vivir 50 años más? Casi todos van a vivir 50 años más. Los que tenemos decisión de vivir vamos a vivir 50 años más. En América van a haber 800 millones de habitantes, nomás en América del Sur. Y en Asia 5.400 y  en África, 2000. Y de los 9.322 millones de habitantes, los 1.100 que hoy viven en países desarrollados van a ser los mismos 1.100 que van a vivir en países desarrollados. El resto va a vivir nada más que en países pobres. Entonces el tema es ese. No es el tema de esa extrema diferenciación en los medios adquisitivos de vida que hay entre unos y los otros y que se va a agudizar muchísimo. La primera cosa que genera es una visión en donde la primera cosa que nos preguntamos es, estamos en Doha hoy, ¿no es verdad? Hoy estamos en Doha, discutiendo en Doha si vamos a seguir con la política agrícola subsidiada o si va a haber libertad de comercio. 

El día que no haya libertad comercio, a mucha gente no le sirve de mucho que le presten plata. Porque si le prestan dinero después hay que pagarlo ¿no? Y el dinero hay que implementarlo para poder mejorar las condiciones de vida de los países, de las infraestructuras, de la educación y en los productos que uno produce. Y después no se puede vender, porque no se lo dejan. En una palabra, la cosa pasa, no pasa más por la guerra. Habrá, sí, conflictos como este absurdo del terrorismo que no llega a ningún lado, porque si sigue no tiene apoyo ninguno en ningún lugar. Pero hay otro conflicto mucho más grave, mucho más profundo, y acá las Naciones Unidas no va tener más remedio que enfrentar ¿y que de la mano de quién?. Y de la mano de los que más tienen, lo que más manejan la comunidad y los que la van a  organizar la comunidad, porque quienes organizaron todas estas formas de la acción internacional, que es una cosa exitosa y  buena que exista, y  por suerte se hizo y por suerte vive, no lleva la vida de un lirio que tuvo la Sociedad de Naciones que rápidamente desapareció porque el primero que se retiró de ella  fue los Estados Unidos. Esta Sociedad de Naciones, esta que tiene ya cincuenta años que el señor Kofi Annan lo viene diciendo en forma permanente, bueno que no tiene más el problema del mundo dividido entre Rusia y Estados Unidos, esa bipolaridad que generaba aquí en Naciones Unidas todo centro de todas las cuestiones políticas, eso no existe más. Entonces ¿qué es lo que existe? Existe otra cosa. No existen más situaciones políticas de poder que son las transferencias de situaciones militares anteriores. Hoy existe un porvenir pero es, que puede llegar a ser, trágico en continentes enteros. ¿Imaginan lo que es África? Hace algunos años, algunos de ustedes recordarán que en una de aquellas conferencias de ADM, yo dije que el Uruguay era uno de los países mejores del mundo para vivir. Por vivir en un continente que tenía dos ventajas. La primera que leía un solo libro y la segunda que estaba separado por océanos del resto de los continentes y no había mas barcos de pasajeros, mientras que todo el resto de los continentes se recorren de a pie de una punta a otra. Uno puede ir del Cabo de Nueva Esperanza hasta el Gran Belt de a pie, y puede ir de Vladivostok al Cabo de Finisterra de a pie. Quiere decir que este es el mundo en que estamos viviendo. Entonces los viejos de la época típica del Bajo Imperio Romano, al lado de los de ahora es la nada, porque antes en el mundo entero toda la población junta cabía ¿en dónde? Y adentro del Canadá. Pero hoy son miles de millones. Y además, el Corán los estimula. Fíjese que en estos calculitos, cuando uno mira la población de la Europa dentro de 50 años, tiene 603 millones contra 726 de ahora. Quiere decir, que es para atrás. No es lo mismo que la tasa del Uruguay, que tiene la misma tasa demografía que Alemania

PERIODISTA: Señor Presidente, en ese sentido, usted viene planteando ese asunto de la necesidad de abrir los mercados. Yo recuerdo que desde su campaña y probablemente desde mucho antes....

BATLLE: Es por la edad.

PERIODISTA: ...pero el mundo, o las conferencias internacionales, Doha en este momento, yo no sé si están hablando verdaderamente de esto o si van a abrir esas puertas. ¿Qué hay que hacer entonces? Usted dijo en su campaña, recuerdo, “si es necesario patear las puertas”, como hizo su padre acá en Estados Unidos. ¿Qué es más lógico...?

PRESIDENTE: Mire, perdóneme, lo que hay que hacer es insistir. Yo le diría, aunque parezca, digamos, un poco trágico, decirle que han pasado muchos años de los hechos que usted refiere, pero no han pasado en vano. Yo creo que hoy todo el mundo se da cuenta que esta es una realidad que no puede demorarse en cambiar. Además, hay otra cosa muy clara. El 31 de diciembre del 2003 termina la Cláusula de Paz firmada después de Marrakech. Por tanto, a partir de esa fecha va a haber múltiples controversias por estas cuestiones planteadas ante la OMC ahora en Doha. Eso termina, la Cláusula de Paz, el 31 de diciembre del 2003. Y por tanto, si termina la Cláusula de Paz, y bueno, cuando termina la Cláusula de Paz, ¿qué viene?: la guerra. Y la guerra en materia comercial va a ser un pandemonium y por tanto va a haber que hacer alguna cosa y van a tener que hacer alguna cosa para resolver este problema, sin ninguna duda.

PERIODISTA: ¿Y quiénes son nuestros aliados?

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, usted sabe que los aliados de nuestras propuestas son muchos y son pocos. Al mismo tiempo que son muchos porque todo el mundo necesita del comercio, no son muchos porque todos tienen diferentes,  diferentes intereses. Pero yo le diría que básicamente el MERCOSUR siente todo la misma necesidad. La diferencia en el MERCOSUR, son los tiempos.

No es lo mismo una apertura para Brasil que  una apertura para el Uruguay. Brasil tendría que tener un grado de mayor tiempo para poder acomodar su inserción en el mundo. Dado su desarrollo industrial, Brasil por tanto necesita más tiempo que el Uruguay. El Uruguay no puede esperar los tiempos de Brasil y Brasil no se puede acomodar a los tiempos del Uruguay.

Yo pienso que tenemos que hacer una cosa como el Tratado del Río de la Plata. El Tratado del Río de la Plata es un marco jurídico global dentro del cual hay muchos tratados: uno de navegación, otro de pesca, otro de las aguas, otro de las boyas, otro de las islas, otro de todo cuanto se puede hacer, de los recursos submarinos, todo cuanto se puede imaginar. Yo tengo la impresión de que nosotros tenemos que ir a un acuerdo del 4+1 respetando esa diversidad. O sea para el Uruguay hay cosas que son importantísimas y que no afectarían para nada el esquema de Brasil, y el Uruguay tiene que darse cuenta de que Brasil precisa otros plazos que son diferentes a los plazos del Uruguay. En el medio está la Argentina, que está más cerca del Uruguay en algunas circunstancias y más cerca de Brasil en otras. Ya eso es harina de otro costal, pero pienso que eso es lo básico ¿no? y me parece que eso es lo que tenemos que intentar hacer.

Con la Comunidad Económica Europea hemos intentado formalizar un diálogo. Creo que el Uruguay ha tenido en eso una participación muy activa porque creemos que tenemos que sentarnos a conversar con la Comunidad. Sería, además, muy útil hacerlo a partir no digo de los documentos en sí, porque el documento de la Comunidad Económica Europea, más que ninguna otra cosa fue una especie de invitación genérica. No tenemos que fijarnos tanto en el texto; el texto en sí mismo no es realmente un texto de grandes ofertas. Tampoco es nuestra respuesta, como por consiguiente, una respuesta de grandes ofertas. Es un comienzo y comienzo quieren las cosas y me parece que lo de Doha estos días va a ser una circunstancia particularmente importante para saber cómo van a seguirse los pasos en el futuro.

Además hay dos problemas además de ello. Uno es de Japón y Corea, que tienen una posición muy antiaperturista, tradicional, quizás la más dura de todas, y por otro lado, los  Estados Unidos, que quieren la baja de los subsidios porque evidentemente para los Estados Unidos la baja de los subsidios, aunque corresponde también en ello incorporar la baja de los propios subsidios como corolario  de una demanda en ese sentido hacia la Comunidad Económica Europea, les va a permitir a ellos competir mucho mejor en el mundo por una razón bastante sencilla: por los espacios que se manejan para plantar trigo en los Estados Unidos y los espacios que se manejan para hacer lo mismo en Francia. Es un tema de escala. 

PERIODISTA: ¿Ha podido hablar algo con Bush?     

PRESIDENTE BATLLE: No, no...

PERIODISTA: ¿Con respecto a las cuestiones comerciales?

PRESIDENTE BATLLE: No, no lo he visto a Bush, no lo he visto a Bush. Inclusive, no ha estado en la Asamblea. Entró a decir el discurso pero se retiró.

PERIODISTA: Presidente ¿va a haber una reunión de los Presidentes del MERCOSUR finalmente?

PRESIDENTE BATLLE: Esta noche, además con la presencia de Fox, del presidente Fox.

PERIODISTA: ¿A efectos de qué, Presidente?

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, para empezar es conversar entre nosotros sobre las cosas que estamos viviendo acá y seguramente aprovecharemos para conversar un poco de las cosas nuestras. Tendremos algunas noticias de cómo van las cosas en Doha y siempre es bueno encontrarnos a conversar. Yo pienso que además va a ser muy bueno encontrarnos con el presidente De la Rúa, cosa que hemos estado ya conversando, para recibir de él sus impresiones a propósito del canje de la deuda. Yo personalmente soy optimista. Considero que eso es una cosa que puede llevarse adelante y que se está, el presidente De la Rúa, está encaminando sus gestiones en ese sentido con expectativas positivas, así que a eso todos estamos deseosos de colaborar.

PERIODISTA: Se ha manejado también la posibilidad de que usted tuviera un encuentro con el Alcalde de Nueva York.

PRESIDENTE BATLLE: No, acá el Alcalde de Nueva York nos fijó oportunidades para recibirnos a todos, luego nos dijo a todos que no. Después fijó encuentros de a tres y luego dijo que no. El pobre  Alcalde, además, está participando permanentemente de los funerales. Ayer estuvimos por la tarde en uno de ellos, en St. Patrick, y creo que hoy tiene dos, y por consiguiente no podía decirnos a algunos que sí y a otros que no. Después organizó un asunto para recibirnos, como le digo, de a tres y después no pudo. Hay que entender la situación que tienen las autoridades aquí, en los Estados Unidos.

PERIODISTA: ¿En Nueva York ha hablado...?

PRESIDENTE BATLLE: Oiga, sabe que... ninguna, porque llegué ayer. Apenas pude salir hasta St. Patrick para estar un poquito ahí, en esa oportunidad. Luego volví al hotel, salí a cenar. Mañana, hoy, tenemos una agenda vinculada acá a todas las cosas. La impresión que a uno le causa es de que, a través de recorrer las avenidas cuando uno llega desde la, desde el Kennedy, es que hay un sentimiento no digo sentimiento nacionalista, porque eso no sería la expresión lógica, sino que está todo el mundo muy afectado por lo ocurrido. Usted ve los automóviles todos con banderas y eso quiere decir algo mucho más que el hecho de “yo soy americano”. No, es la existencia, como no puede ser de otra manera, de un sentimiento muy profundo que tiene que afectar muchísimo la vida de la gente de futuro en este país.

PERIODISTA: En este tema de la pobreza y del origen del terrorismo, ¿no siente usted que esto es un poco más, digamos, extraño, que el terrorismo en otras instancias tiene un objetivo bien focalizado y en este caso acá nadie todavía dictaminó exactamente o dijo exactamente por qué? Usted menciona la pobreza como una de las causas, ¿pero también puede pasar en un país culto, que tiene gente con una gran preparación?

PRESIDENTE BATLLE: Vea, yo creo que hay gente siempre con una gran preparación que decide la vía del terrorismo para resolver un problema y para imponer una solución. Eso todavía es peor.