11/11/2001
BATLLE:
AMÉRICA LATINA LLEVARÁ ADELANTE POLÍTICAS Y PLANTEOS COMUNES
América
Latina llevará adelante políticas comunes y planteos comunes, en todas
las áreas económicas en las cuales estamos vivamente interesados,
afirmó el Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle Ibáñez, luego
de reunirse anoche con los presidentes de América Latina. Asimismo, en
conferencia de prensa con periodistas uruguayos, destacó la importancia y
los logros alcanzados en el encuentro. El presidente uruguayo también
hizo referencia a sus impresiones recogidas al visitar las ruinas de las
Torres Gemelas.
A
continuación ofrecemos el diálogo mantenido por el primer mandatario con
los representantes de los medios de comunicación.
PERIODISTA:
Señor Presidente, usted participó esta noche en un encuentro con los
presidentes de América Latina. ¿Qué se trató en esa reunión?
PRESIDENTE
BATLLE: Esta noche, con la presencia de todos los presidentes de América
Latina que habían concurrido a la reunión de la Asamblea, o sea ,
estaban los presidentes Fox, De la Rúa, Fernando Enrique Cardoso, Lagos,
Toledo, Chávez, Pastrana, el presidente del Paraguay, González Macci, el
presidente Quijano, de Bolivia, el presidente de Chile, el presidente de
Guatemala y quien habla. Fue una reunión excepcional, fue una reunión de
trabajo, en donde programamos el trabajo en común, que vamos a
desarrollar en las reuniones de Lima, en la reunión de Ottawa, en la
reunión de Monterrey, los planteos comunes que vamos a desarrollar en
todas esas reuniones, de cara a los problemas que son comunes en toda
América. Quiere decir que, la tarea que hemos resuelto llevar adelante
entre todos, han sido tareas de unidad, de enorme trascendencia y de
enorme importancia. A medida que los distintos presidentes, encargados de
las distintas cuestiones, que son aquellos que van a tener como sede las
organizaciones de los eventos que van a ocurrir en Lima, Perú, en
Monterrey y en México, y la participación que vamos a tener con nuestros
Ministros de Economía en Ottawa, los países que hoy nos reunimos vamos a
llevar adelante políticas comunes y planteos comunes, que sin ninguna
duda de concretarse, no solo los planteos, sino los resultados, van a ser
–a nuestro juicio y a juicio de todos los estábamos esta noche, allí-
de enorme importancia para América.
PERIODISTA:
¿En qué áreas, Presidente?
PRESIDENTE
BATLLE: En todas la áreas económicas en las cuales estamos todos
vivamente interesados.
PERIODISTA:
¿Puede hablar de algunos de los proyectos?
PRESIDENTE
BATLLE: Yo creo que lo importante es que se hizo una reunión de franca
camaradería, de planteos muy abiertos, en donde todos coincidimos en la
necesidad de acciones comunes. Los distintos presidentes que van a hacerse
cargo de estas cuestiones, a medida que ellas se desarrollen, se van a
hacer públicas. Pero hoy convinimos en que los hechos iban hablar mucho
mejor y más elocuentemente que las expresiones particulares de cada uno
de nosotros y que los discursos que podamos hacer. Por tanto, resolvimos
–digamos- mantener la reserva de las cosas, pero le puedo asegurar que
en los muchos y muchos años que tengo de haber estado cerca de la
política, y cerca de la política internacional del continente, es esta
una de las reuniones más importantes que hemos tenido.
PERIODISTA:
¿Se puede decir que va América Latina a negociar unida con Estados
Unidos y Europa?
PRESIDENTE
BATLLE: Se puede decir que fue una reunión de la cual surgieron planteos
comunes, todos muy constructivos, vinculados a las cuestiones que nos
afectan primordialmente y que vamos a plantear en cada uno y en todos los
foros en los cuales en los próximos cuatro meses nos vamos a reunir.
Primero, en Lima, luego... no, primero en Ottawa dentro de dos semanas,
luego en Lima, luego en Monterrey y de seguro también en la reunión que,
conjuntamente con los demás países, tendremos en España, en mayo, con
la Unión Económica Europea.
PERIODISTA:
Presidente, estuvo en las ruinas de las Torres Gemelas hoy, ¿qué
impresión le causaron?
PRESIDENTE
BATLLE: Todos estuvimos, a distintas horas, y todos sacamos la misma
impresión. Primero, es un shock tremendo el que se recibe al estar
contemplando los efectos de una destrucción masiva. Y los relatos que
recibimos de quienes estaban allí encargados de ilustrarnos sobre las
cosas que sucedieron y las tareas que están llevando adelante, nos hacen
ver una vez más y con toda claridad los terribles efectos de las acciones
terroristas que se han sufrido y que han vivido los neoyorquinos el 11 de
setiembre Y pienso que si siempre estuvimos radicalmente en contra
de todas las formas de terrorismo, el haber contemplado de cerca y en
forma directa lo que allí aconteció, aunque sea ya a dos meses de lo
ocurrido, donde hay ya mucho trabajo adelantado para limpiar los
escombros, lo que se ve allí es absolutamente tremendo. Absolutamente
tremendo. Es más, hay fuego. Sacaron algunos escombros hoy a una
temperatura de 1.500 grados Fahrenheit. Hay prácticamente incendios en
actividad, hay una tarea muy difícil, muy esforzada. Se están
encontrando, como ustedes lo conocen, todavía restos humanos, aunque
notoriamente la mayor parte de aquellos que encontraron la muerte ese
trágico día sufrieron las consecuencias de esas terribles temperaturas y
también las consecuencias horribles de los que concurrieron en auxilio
que sufrieron tantas bajas. El Capellán, por ejemplo, de los bomberos,
que estaba asistiendo a un herido, murió a causa del impacto que le
causó el cuerpo de una persona que se había arrojado al vacío para no
morir incinerada. Quiero decir que la tragedia, que hoy a la distancia
vivimos, nos impactó a todos de una manera indeleble.
PERIODISTA:
¿Usted habría cambiado en algo su discurso de haber ido antes a las
Torres Gemelas?
PRESIDENTE BATLLE: No
señor. No, no lo hubiera cambiado, porque el discurso quería más allá
de mostrar nuestra solidaridad en la conducta que todos expresaron hoy en
la Asamblea. El discurso, por ejemplo, del Presidente de Pakistán fue
extraordinario. Absolutamente extraordinario. Cuando él comenzó su
discurso, como es un teólogo y un filósofo, refiriéndose a Sócrates y
a su vida, realmente una de las piezas más importantes de las que tuvimos
oportunidad de escuchar hoy. Pero, además, todos los Presidentes de
América que tuvieron oportunidad esta mañana de hacer uso de la palabra,
coincidimos todos, fundamentalmente, en la apreciación sobre los hechos
presentes y sobre los hechos que entendemos que en el porvenir deben
desarrollarse. No nos podemos olvidar que los efectos de los cambios
demográficos en el mundo son tan tremendos que alcanza con repetir estas
cifras que han sido dadas a publicidad por los organismos internacionales.
Mil cien millones de habitantes viven hoy en este Planeta en países
desarrollados y el resto, más de cinco mil, viven en países con pobreza
extrema o en vías de desarrollo. Y en el año 2050 van a seguir viviendo
mil cien millones de personas en países desarrollados y ocho mil millones
de personas en países que crecen demográficamente muy mucho, más que
los otros, y que viven buena parte de ellos en extrema pobreza. Quiere
decir que los problemas del mundo de hoy no son más los problemas que
dieron origen a Naciones Unidas, son otros los que tenemos que atender.
Mañana entrevistaremos al señor Kofi Annan y le reiteraremos esas
apreciaciones, que son precisamente las que Naciones Unidas consideró en
la Reunión del Milenio, y sobre las cuales tenemos que basarnos para
intentar reformar los fines esenciales en cuanto a las prácticas de
Naciones Unidas y los de los organismos y agencias internacionales que
existiendo, como hemos dicho, no actúan coordinadamente. Y sobre todo, lo
que tienen que ver -lo reitero una vez más- con las imposibilidades y las
negativas al acceso a los mercados. Todos los seres humanos arriba de este
Planeta no solamente tienen derecho a trabajar, sino que tienen el derecho
a ver que el producto de su trabajo pueda circular por el mundo cada día
con mayor libertad. Le corresponderá a cada país, luego, hacer, con los
recursos que genere el trabajo de cada uno de sus habitantes, las
inversiones y las políticas de justicia social que son propias de las
obligaciones de cada país. Pero los países pobres o en extrema pobreza,
y los países como los nuestros, que no lo son tanto, ven las
imposibilidades reales de crecer naturalmente, sin necesidad de préstamos
o sin necesidad de ayudas,
sino que a través de lo que es lo más honorable y justo en la vida de
los seres humanos: poder trabajar en libertad y hacer que el fruto de ese
trabajo acceda a los mercados del mundo. Muchas gracias.
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