01/10/2001 

BATLLE ABOGÓ POR UN BLOQUE REGIONAL MÁS FUERTE

El Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle, resaltó la necesidad de fortalecer el MERCOSUR, no sólo en materia económica, sino como proyecto político viable para favorecer el desarrollo regional.  El mandatario, quien realizó las siguientes declaraciones en el marco de la cena en su honor en el Palacio de la Moneda, resumió en una frase la posición del gobierno sobre la inminente respuesta a los ataques terroristas: “castigo sí, venganza no”.  

PRESIDENTE BATLLE: Señor Presidente de la hermana República de Chile, Don Ricardo Lagos, Señora de Lagos, Señores Presidentes del Poder Legislativo de Chile, Señores Ministros, Señores Embajadores, señoras y señores. Siempre resulta, a la vez de cómodo, difícil hablar en Chile. Cómodo, porque uno se siente en su casa y puede de hablar de la misma forma con lo que hablamos entre nosotros y difícil porque me toca siempre hablar después de Lagos. Y sus discursos siempre tan profundos y tan estructurados dicen todo lo que nosotros quisiéramos decir, expresan todo nuestros sentimientos, nuestros anhelos, al punto que hemos tenido la suerte en más de una oportunidad, en esas conferencias, en donde todos estamos siempre los mismos y la mayor parte de las veces repetimos lo mismo. Cuando él habla, me preguntan a mí qué opino y yo digo: yo ya hable a través de las palabras del amigo Lago, es absolutamente cierto. Tenemos una historia común con Chile, tenemos muchísimas cosas en común, muchísimas cosas que la historia nos señala, que las historia nos muestra. Yo recordaba hoy en la Alcaldía las cosas importantes que en el Río de la Plata hicieron y tuvieron los pensadores chilenos, algunos no tan chilenos por nacimiento, pero si por adopción. (André Velle, Francisco Bilbao, don José Victorino Lascarria) que tanto influyeron en la generación del 37 en la Argentina, en lo que hoy es la Argentina y en lo que entonces era la Banda Oriental, que sigue siendo la Banda Oriental, porque –como ustedes saben – el nombre nuestro es simplemente, da una idea de ubicación. Estamos por definir todavía el nombre del país, somos la República que está al oriente del Río Uruguay. Bien dijo el Presidente Lagos que tenemos muchas similitudes, muchas concordancias, porque hemos recorrido un camino común. Si uno va repasando la historia de ambos países a lo largo de los mismos tiempos, uno advierte como, quizás nosotros un poquito atrás de Chile, fuimos haciendo las mismas cosas, dando los mismos pasos. Yo le agradezco al Presidente Lagos al generosa reflexión que ha hecho a propósito de mis mayores, lo que a mí la única cosa que hace es llenarme de compromisos, porque están todos allá arriba mirándome y diciéndome por favor no hagas eso, trata de hacer las cosas que debes hacer. Pero quiero sí decirle que esas cosas que se produjeron en el Uruguay no fueron el fruto, ni de una persona y menos de un partido, fue la expresión de un sentimiento colectivo. Al tiempo que sí, que es cierto, que Batlle y Ordóñez fue un hombre señero en esas cosas, también los hubo en las otras colectividades, porque nuestros partidos políticos, por suerte, todos ellos, son muy antiguos, todos proceden del siglo pasado. Algunos como nosotros, como nuestros íntimos adversarios, el Partido Nacional, procede igual que nosotros, de los albores de la patria. Nos juntamos y nos separamos, desde entonces estamos en lo mismo, para suerte del Uruguay estamos en lo mismo y por eso el Uruguay ha podido hacer las cosas de las que todos nos enorgullecemos. Pero los demás partidos son también partidos tradicionales, a fines del siglo pasado había semanarios anarquistas que tiraban ocho mil ejemplares por edición en Montevideo. A fines del siglo pasado estaba el Partido Católico ya en pie, nada menos que con un gran poeta uruguayo, Zorrilla de San Martín. A fines del siglo pasado estaban los comunistas, los socialistas con hombres que, junto con Batlle y Ordóñez y con los hombres de su época, como Carlos Roxlo, nada menos y nada más que Emilio Frugoni, que fui sin ninguna duda uno de los grandes adalides de todo eso que pudimos hacer en el Uruguay. Porque las naciones son eso, es el fruto del trabajo de todos, del pensamiento que a veces se suma y a veces se opone, pero como resultancia de todo ello nos ha permitido hacer ese pequeño país, que sin ninguna duda hoy, al igual que todos, atraviesa momentos de tormenta, regionales y globales. En cuanto a las regionales, partió de esa idea sublime que tienen los pueblos hispánicos del Mediterráneo. Uno a uno era una medida que el mundo no iba a cambiar, un peso era un dólar, un real era un dólar, aquello no iba a cambiar jamás.  No fue así, ninguno de nosotros en nuestras economías podemos estar ajenos a las situaciones a las que vivimos y, por ello, el MERCOSUR, que tiene dificultades, como bien se dijo en aquella reunión de Buenos Aires, en la que usted y yo participamos por primera vez en junio del 2000, el MERCOSUR  es un proyecto político. Sin ninguna duda tenemos toda clase de líos económicos que, por otra parte, no son nuevos, son de siempre, pero es fundamentalmente un proyecto político. Hace pocos días nos reunimos en el Uruguay para celebrar, justo el día del fallecimiento de Luis Pasteur, con la presencia del Director del Instituto Pasteur de Francia, la reunión en la cual el Instituto Pasteur se va a radicar en el Uruguay para trabajar en la región.           

Pocos días antes, doce universidades del grupo de Montevideo, como universidades chilenas, argentinas, paraguayas y brasileñas y uruguayas, nos habíamos reunido para tratar de armar proyectos que nos van a presentar a la Reunión del MERCOSUR de diciembre en Montevideo para poder trabajar en común.

El crecimiento de nuestras naciones no se va a hacer solamente a través de una estructura comercial más sana, de una estructura comercial más abierta, más sincera y más franca, sino también se va a hacer a través de la conjunción de los esfuerzos para pensar globalmente, para trabajar en la ciencia, en la investigación, en la educación globalmente y no para solamente pedir préstamos para la educación, formar jóvenes y que después se nos mueran o vayan a trabajar por algún otro lugar que no es el nuestro, nuestra zona, nuestro país, nuestra región.

Quiero decir, por tanto, que estas dificultades posiblemente nos van a generar momentos de duda, nos van a generar momentos de inquietud. Yo le contaba hoy al Presidente Lagos que nuestro Ministro de Economía no está hoy acá porque estaban reunidos esta mañana con el Ministro Cavallo y con el Ministro Malán en Montevideo, tratando precisamente, de que nuestra imaginación nos conduzca por el buen camino de ver cómo resolvemos los problemas y no cómo tiramos piedras dentro de una estructura que, teniendo ya 10 años de existencia, ha hecho mucho camino en favor de algo que está por encima de la coyuntura, que aunque sin ninguna duda hoy es difícil, tiene méritos que le permiten tener fuerzas para superar la adversidad del momento.

Naturalmente en ese mundo Chile y el Uruguay han navegado yo diría que con éxito, notoriamente con éxito. El Presidente Lagos hoy anunció que iba a marchar una vez más ese éxito de Chile tratando de colocar una serie importante de bonos en el mercado. Nosotros, hace pocos días hicimos otro tanto, y tuvimos cómodo éxito recibiendo una tasa que estaba por debajo del 5%. Porque creo que los mercados saben cuál es la conducta seria, la conducta responsable que tiene la República de Chile como no cosa nueva, sino como cosa que nos viene de todas las demás Administraciones a partir del año de mil novecientos ochenta y poco y como también sucede entre nosotros en el Uruguay.

Quiere decir que no es un problema de tamaño. No es un problema de ser grande y chico. Es un problema diferente. Es un problema de tener actitudes, actitudes políticas, actitudes empresariales, ortodoxas, responsables, que nos permitan, hoy más que nunca, manejarnos mejor en estas aguas, en donde sin ninguna duda el 11 de setiembre asistimos todos a algo que es trágico, a algo que es absolutamente trágico de ver como inclusive una enorme nación, que ha tenido siempre un concepto de la libertad que hace que la gente ni sistema de identificación propia tenga, pudo ser atacado en el corazón de sus cosas más emblemáticas de una manera tan fuerte que nos ha generado a todos, no solamente en el corazón, sino inclusive en las perspectivas económicas, temores, inquietudes, que tienen que ser señales que nos lleven y nos llamen a buscar nuevas solidaridades, como sin ninguna duda Estados Unidos lo está haciendo en el mundo. No se ha respondido a la violencia con violencia, no se ha respondido a una acción vandálica con sentimiento de venganza. Nosotros hemos dicho, “Castigo sí, venganza, no”. Y pienso que por ese camino es que vamos a poder entre todos ir resolviendo los problemas de este mundo, sobre todo cuando ellos se nos han planteado de tal forma que si no nos juntamos todos, los problemas planteados no se van a resolver con bien y menos rápidamente para todos.

Señor Presidente, usted como siempre apela a una de las cosas más hermosas de su país, Neruda y sus poemas. Y me hizo el honor de regalarme esa colección de mascarones de proa, a cada uno de los cuales, mascarones femeninos, a cada uno de los cuales Neruda le dedica una hermosa poesía. Los mascarones de proa, sobre todo cuando son femeninos, señor Presidente, señalan buenos rumbos. La poesía de Neruda, además, los eleva a la gloria. Esos son los rumbos que tenemos que seguir, señor Presidente. Que viva Chile.