3/09/2001
El Presidente uruguayo propuso una reunión del Grupo
de Cairns con el G-8
BATLLE: ES NECESARIO IR RAPIDAMENTE HACIA UNA VERDADERA
GLOBALIZACIÓN
El Presidente Dr. Jorge Batlle mantuvo una
reunión con representantes del sector privado de las Federaciones
Agrarias de los países miembros del Grupo de Cairns. La nota registra un
momento de esta reunión, con posterioridad a la cual el Presidente
ofreció declaraciones
La globalización existe en el área financiera pero no
en el resto de las actividades esenciales en la vida de las naciones.
Quizás habría que buscar la forma de que el Grupo de Cairns, y algún
otro, pudiera reunirse con el G-8 para estudiar lo que puede pasar en el
mundo si no se implementa "rápidamente una verdadera
globalización." Estos y otros conceptos fueron vertidos por el
Presidente Dr. Jorge Batlle hablando al término de la reunión que
mantuvo con representantes de los sectores privados de las Federaciones
Agrarias de los países del Grupo de Cairns, reunidos en Punta del Este.
A continuación se ofrece la transcripción de las
palabras pronunciadas pro el Primer Mandatario en la instancia referida.
PRESIDENTE BATLLE: En primer lugar, es un gusto para el
Uruguay, volverlos a tener entre nosotros, quince años después. Algunos
que son uruguayos saben que es un número que me sugiere siempre cosas
buenas (hilaridad) Yo creo que, por cierto que se ha hecho mucho en quince
años y por cierto que estamos en una circunstancia a mi juicio política
diferente a la que hemos vivido en el pasado reciente. Las épocas de
dificultades son las mejores para tratar de introducir cambios y las
dificultades que el mundo esta viviendo, no provienen únicamente de
cierta recesión que se está instalando, aunque es de esperar que por
poco tiempo, en Japón, en Alemania, incluso en los Estados Unidos, con
algunos índices de baja de la producción industrial. Provienen, al mismo
tiempo que de ello, de otro tipo de cosas que son mucho más profundas, y
que van convergiendo inexorablemente, y que tienen -entre otras
circunstancias- algunos puntos de inflexión y, como todas las cosas de la
vida, tienen un plazo y los plazos se cumplen. Hay un plazo que se cumple
que es la obligación política de Europa de incorporar a todos los
países del Este europeo, al Mercado Común Europeo, y son naturalmente
nuestros competidores lógicos. Países que están en condiciones de
llegar a ese mercado por su proximidad, con algunas ventajas importantes
en todo lo que nosotros podemos hacer. Pero, cuya presencia determina
inexorablemente algún tipo de cambio en la Políticas Agrícola Común
europea en mérito a las cuestiones financieras y presupuestales. Ha estos
cambios que tienen que ver con los problemas digamos aparecidos en Europa
con respecto a las cuestiones vinculados a determinado tipo de
enfermedades en los animales.
Hay otros cambios que surgen de que en el 2003 termina
la cláusula de paz. Pero hay otro cambio mucho más importante que todos
ese cambio, hay una cuestión política central. Esta forma de
globalización que existe solamente en el área financiera y en el área
de la muy alta tecnología, ha determinado en esta nueva historia de la
globalización, una situación que puede generar en algunos lugares del
mundo, una situación social poco controlable. La globalización del siglo
XIX, fue real. Fue financiera, fue de precio, de fletes, de convergencia
en los salarios, de convergencia en los precios de una apertura absoluta
de los mercados. Eso le permitió a todos los que estamos acá aprovechar
las circunstancias para desarrollarnos y para crecer, al tiempo que
recibimos el impacto beneficioso de la más sofisticada tecnología de la
época. Eso notoriamente terminó después de la Segunda Guerra Mundial. Y
en los últimos 50 años no solamente la globalización no existió sino
que ahora únicamente existe en forma muy fuerte en el área financiera;
no es tal en el resto de las actividades esenciales de la vida de las
naciones. Y ahí esa paradoja de tanta gente, o alguna gente, o poca gente
que hace mucho ruido, actuando contra una cosa que no existe. Se juntan en
Génova para protestar por la globalización y la globalización no
existe. Ojalá hubiera una globalización que nos
permitiera actuar en lo que nos interesa, de la misma forma que existe en
lo que les interesa.
Quiere decir además, que todo esto supone una
convergencia de hechos políticos que quizás no se debatan en la OMC pero
que se van a debatir en otro lugar. No hay, lamentablemente, un ámbito en
donde estas cosas se puedan debatir. Uno en la OMC debate accesos a los
mercados, luego en el fondo ve cómo se pueden crear circunstancias para
ayudar a los países y G-7 u 8 se junta para ver cómo pueden ellos
manejar las responsabilidades políticas que tienen que manejar. Naciones
Unidas es demasiado grande, por tanto no se puede allí discutir mucha
cosa y se resuelve menos, pero estas cosas no tienen ningún lugar en
donde realmente nos juntemos para analizarlas.
Quizás, habría que buscar, en primer lugar, desde el
punto de vista internacional que este grupo de países más algún otro,
pudiera concertar una reunión con el G-8 para analizar esta situación a
nivel de lo que puede pasar en América, de lo que puede pasar en África,
de lo que puede pasar en el resto del planeta si no implementamos
rápidamente una verdadera globalización.
La globalización significa trastornos en cada país.
Cuando hablamos de unificar subsidios, estamos hablando de personas que
pueden quedar sin acceso ellos mismos a sus mercados. Y eso genera aún en
los países que más violentamente subsidian, problemas sociales que no
podemos ignorar. Pero como ellos existen, no va a ser en esta pelea que
vamos a tener en cada reunión cada año, cada cinco o cada diez años, a
ver qué pico de arancel bajamos. La cosa es muchos más profunda, porque
los hechos políticos no se manejan con un calendario de conferencias; se
manejan con realidades que se mueven independientemente del calendario de
las conferencias.
Hoy, América, América del Sur, está en una
situación social mucho peor que la que estuvo hace veinte años. Sin
ninguna duda, mucho peor. No hablo de África porque alcanza con mirar los
informativos para ver los cientos de personas que arriesgan todos los
días su vida para llegar a Europa. No digo nada de los que están cerca
de Australia, llegando de Afganistán, lo que significa que hay una cosa
nueva que es la globalización de las expectativas, en donde millones y
millones y millones de personas que sienten que en que sus países no hay
chance alguna de mejorar, que resuelven tomar alguna forma, casi todas o
prácticamente todas no legales de incorporarse a otras sociedades. Todo
esto tiene una sola forma de resolverse: la que Estados Unidos le planteó
a México. Estados Unidos le planteó a México lo que le planteó porque
es muy difícil vivir en Pompeya y que el Vesubio explote. Y eso que es la
realidad del NAFTA es la realidad del mundo. Y eso es político, más
allá de un esfuerzo muy importante que todos ustedes tienen que continuar
haciendo y por lo que le agradecemos que estén junto con nosotros hoy
reunidos para dar un esfuerzo más en la buena línea.
¡Éxito!
(Aplausos)