03/09/2001

El Presidente anunció también negociación del MERCOSUR con Estados Unidos en el marco del "4+1"

BATLLE: "EL GRUPO CAIRNS TIENE LA VITALIDAD Y LA CAPACIDAD PARA GOLPEAR LA PUERTA DEL G-8"

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El Dr. Jorge Batlle hace uso de la palabra en la reunión inaugural de la XXII Reunión Ministerial del Grupo CAIRNS que se viene llevando a cabo en Punta del Este.

El Presidente Dr. Jorge Batlle hizo uso de la palabra –y lo hizo, como dijo, expresamente fuera del protocolo habitual en los encuentros internacionales- en la sesión inaugural de la XXII Reunión Ministerial del Grupo CAIRNS, que se realiza en Punta del Este. "La verdadera globalización", expresó, "y la única que nos va a dar a todos la posibilidad de crecer es la globalización del comercio." Mostró escepticismo sobre las rondas negociadoras de la OMC y sostuvo que el Grupo CAIRNS, de países productores agrícolas, "tiene la vitalidad y la capacidad moral para golpear la puerta del G-8", es decir el grupo de naciones más adelantadas industrialmente y más ricas del mundo. Anunció también que el MERCOSUR inicia este mes con Estados Unidos las "conversiones de entendimiento" en el marco conocido como "4+1".

A continuación se transcribe la alocución del Presidente de la República en la instancia señalada.

Mister Vaile, señores Ministros, señores Delegados de los países miembros del Grupo CAIRNS, señores invitados especiales, señoras y señores. Una de las cosas que uno aprende cuando llega a Presidente de la República es que hay unas personas que son del protocolo que le dicen a uno lo que tiene que hacer y lo que tiene que decir. Aquí me dieron estos papeles que repiten todo lo que han dicho todos (hilaridad) por tanto voy a dejar los papeles. Y voy a hablar de lo único que he hecho en mi vida de política, que me parece que esta es una reunión de agricultores para hablar de política. Aquí se están dando, en este momento, circunstancias por especiales que favorecen los objetivos de este grupo CAIRNS. Que celebra quince años y que ya está en una mayoría de edad y se llega a una mayoría de edad dos meses antes de llegar a Doha con el antecedente del esplendoroso fracaso de Seattle, por tanto ni la Organización Mundial de Comercio ni los países que participan de ella pueden darse el lujo de tener un nuevo fracaso. Si el mundo obtuviera un nuevo fracaso en la negociación comercial estaríamos ante el hecho inexorable de la cláusula de paz que llega en el 2003 y ello generaría, después de dos fracasos, una situación que podría caer, en cierta medida, fuera de control de los actores que participan de este tipo de mitin. Al mismo tiempo no vivimos en un momento de crecimiento de la economía mundial. Por el contrario no sólo aquí en América estamos atravesando por momentos de difícil recesión sino que el mundo en los últimos años y por distintas causas ha vivido situaciones similares en distintos lugares del planeta que hoy, en alguna medida, alcanzan también a los países centrales y más desarrollados, tanto en Europa como inclusive en algunos índices que uno advierte en la economía de los Estados Unidos. Quiere decir que hay algo que anda mal. Quiere decir que hay algo que todos tenemos que considerar más allá de las dificultades concretas que a los países productores agrícolas le surgen en función de las medidas arancelarias que todos padecemos. Parecería que lo que anda mal es la globalización y parecería que habría que darle una advertencia a los miles de jóvenes que protestan por la globalización como el reciente caso de Génova cuando la globalización no existe y quizás lo que nos está pasando es que non nos animamos a llevar adelante la verdadera globalización necesaria que es la única que nos va a dar posibilidades a todos de crecer, que es la globalización del comercio. Sin comercio libre no hay trabajo libre, sin trabajo libre no hay crecimiento y sin crecimiento la democracia empieza a tener dificultades para consolidarse y para crecer.

Quiere decir por tanto que siendo este un grupo tan especial, que representa un conjunto de naciones diversas en sus características pero que tienen un objetivo común y que tiene además la fortuna de contar hoy acá con la presencia de Estados Unidos de América, nación con la que el MERCOSUR comenzará en el mes de setiembre un diálogo cuatro más uno para llevar adelante también conversaciones de entendimiento, con la presencia de otros países, en el caso de Kenia que ha llegado y en el caso de otros países que han estado manifestando su interés, me parece que ha llegado el momento de que tengamos una, un intento de acción política de otro nivel.

Aquí nos reunimos con el Fondo Monetario internacional para analizar nuestras desdichas. No nos podemos reunir con la OMC porque no se reúne. Cuando iniciamos una ronda nuestros nietos ven los resultados y por lo tanto me parece que hay que golpear alguna otra puerta que no hemos golpeado. Yo creo que ha llegado el momento para que este Grupo de CAIRNS y los países que hoy están junto a nosotros mediten sobre la posibilidad de golpearle la puerta al G-8. No existe otro grupo de países en el concierto de naciones que haya buscado objetivos comunes y para ello se hayan reunido durante 15 años para discutir las esencias de los impedimentos que durante 15 años nos impiden crecer y que desde hace 15 años nos señalan y nos muestran como países que venimos luchando por mantener nuestros niveles de equidad social en medio de las más difíciles circunstancias económicas y financieras. Este grupo de países tiene, pues, la capacidad y la vitalidad moral para golpear la puerta del G-8 y para hablar con ese grupo de ciudadanos que se reúnen cada tanto entre sí para con mucho más fuerza, porque las realidades políticas son más fuertes que las realidades institucionales, para decirle al mundo qué es lo que nos va a pasar y cómo nos va a pasar.

Yo no soy quién para decirles a ustedes lo que ustedes tienen que hacer en Doha. Lo saben mucho mejor que yo y sobre todo después de 15 años de trabajar bajo el liderazgo permanente y el discurso permanente de la delegación australiana y la participación de todos ustedes, pero les digo, sí, que no golpear las puertas de los que intentan o tienen capacidad de decidir en Doha que son los señores del grupo de G-8 es quizás llegar tarde a los postres. Políticamente es necesario ubicarse en la escena y una de las cosas que nos puede pasar en que no nos abran las puertas pero si no nos abren la puerta esa también es una respuesta política. Y a veces es necesario tener respuestas políticas aunque sean negativas. Lo que no se puede seguir aislados discutiendo entre nosotros como nos va a ir en Doha y llegar allí simplemente con una pequeña palabra de estímulo de alguien, que en una reunión circunstancial amable nos dijo que las cosas van a cambiar porque ha llegado el momento de cambiar. Me parece que hay avisarle al que tiene el comando de esta nave planetaria que hay que realmente atender las circunstancias políticas que el mundo está viviendo desde hace algunos años y que ellas inexorablemente pasan por el mejoramiento de las condiciones comerciales, como la historia lo indica y lo señala.

Si no hay una capacidad política no hay capacidad de resolver las cosas en el ámbito técnico. A nivel técnico lo que he aprendido es que se inventan todo tipo de technicalities, de palabras y de términos que nos llevan a que participé junto los australianos y otros señores aquí sentados hace 37 años, en la primera discusión de carne con los ingleses, y seguimos igual Por tanto me parece que además de este ámbito hay otro ámbito en el cual hay que jugar y en el cual no estamos jugando, a mi juicio, como la oportunidad lo ofrece. Después de 15 años de estar constituidos, de ser una entidad reconocida, de tener una activa presencia nada menos que de los Estados Unidos y de tener además una oportunidad como pocas veces hemos tenido, porque la recesión es sin ninguna duda una circunstancia que nos favorece para poder actuar y no una circunstancia que nos impida hacerlo.

Esto puede ser demasiado exagerado, son las ventajas que tienen los países chicos que pueden decir barbaridades sin que nadie les lleve el apunte (hilaridad), pero que de repente, por ahí (hilaridad) se cuela alguna cosa que nos pueda permitir hablar en algún otro lugar. Porque si hablamos solamente entre nosotros creo que no vamos a llegar lejos.

Buena suerte (Aplausos)