10/09/2001

BATLLE: OPTIMISMO SOBRE EL FUTURO INMEDIATO Y UN ALERTA SOBRE LOS PERJUICIOS DEL PROTECCIONISMO

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El Presidente Dr. Jorge Batlle visitó hoy las instalaciones de la Expo Prado, efectuando una recorrida por diversos stands y haciéndose presente en las instancias finales del juzgamiento de reproductores ovinos. Las notas gráficas registran el momento en que coloca la cocarda que distingue a unos de los ejemplares premiados y el posterior diálogo que mantuvo con medios de prensa.

Durante su visita a la Expo Prado efectuada hoy, el Presidente Batlle elogió el esfuerzo realizado por la cabaña uruguaya en un año que definió como "muy particular" para Uruguay. Agregó que, de no producirse un cambio aperturista en los mercados, los países agropecuarios que se ven impedidos de vender lo que producen pueden sufrir trastornos sociales "que, sin ninguna duda, nadie quiere." Pero sostuvo que hay señales de cambio que permiten alentar un optimismo de base firme.

Ante una pregunta concreta que le fuera formulada, el Presidente Batlle respondió:

"Amigos que ya han venido me han hablado mucho y muy bien de todo el esfuerzo que se ha hecho. Yo creo que este es un año muy particular. En primer lugar particular porque hemos tenido el terrible daño de la aftosa, un terrible daño de la aftosa que no ha sido originario –por cierto- de nuestro país. Hemos tenido la fortuna de tener un invierno muy benigno, muy benigno, que ha sido sin ninguna duda una fortuna. Estamos a punto de tener una parición excelente. Se va a vacunar en noviembre a todo el ganado chico para dar certezas más aun que las que tenemos. Por cierto podemos decir que desde el 3 de agosto en los registros veterinarios no aparecen focos. Hemos tenido una excelente conversación en Punta del Este con los países del Grupo de Cairns. Diría yo que, además de eso, también hemos tenido una excelente conversación con los representantes de los Estados Unidos, con la Ministro de Ganadería y Agricultura y con el Señor Zoellick, y también debo agregar que hemos recibido comunicaciones importantes de carácter político de los integrantes de la Comunidad Económica Europea desde Bruselas, que nos permiten mirar con optimismo las negociaciones que se van a hacer en noviembre en Qatar. Es un tiempo que ha sido sin ninguna duda muy difícil, como lo han sido los últimos 40 años para el agro. El agro ha venido sufriendo en estos países el cierre de los mercados y con el cierre de los mercados, el castigo en los precios, los precios que en valores nominales se han mantenido y en todo caso diría si algo ha ocurrido con ellos es que han bajado y estoy hablando de valores nominales de la moneda americana de hace más de 30 años y pienso que hemos sobrevivido en medio de tantas dificultades. A pesar de los esfuerzos que ha hecho la sociedad uruguaya tratando de aliviar todo el sector fiscal de los productores del campo, estamos todavía muy lejos de poder acceder a los mercados con la libertad a la que tenemos derecho. Creo que ese es un tiempo que está tocando a su fin. Me da la impresión de que la proximidad de la fecha de la Cláusula de Paz el año que viene, a fin del año que viene, y la proximidad de estas reuniones con Europa y con los americanos, canadienses y mexicanos señala que estos tiempos están llegando a su fin. Yo siempre cuando hablaba con la gente que viene de Europa, como hablé recientemente con el negociador europeo, el Señor Dami, como hablé con el Señor Patten, el Comisario inglés para la Comunidad, siempre les dije que nuestro problema era que siempre pensábamos que estas cosas las iban a ver nuestros nietos y que no sabíamos si íbamos a estar en condiciones de resistir hasta esa fecha. Yo diría que hoy soy más optimista. No es un optimismo que tenga que ver con el hecho de que soy Presidente de la República y por tanto quiero transmitir optimismo, porque eso sería una tontería y además sería una mentira y una mentira corta y como mentira corta, enseguida se conocería. Yo sí creo que en este momento- en el momento en que estamos viviendo, comienza a haber tanto en Europa –y digo comienza, ¿eh?- comienza a haber tanto en Europa como en Estados Unidos una percepción mucho más concreta y mucho más real de la naturaleza de los problemas que pueden estar viviendo los países de América del Sur, entre otros, si no hay un cambio en los mercados. Porque esos problemas no van a afectar únicamente –que lo hacen y mucho- a la producción agropecuaria. Va a afectar el orden social mismo de estas naciones, naciones que no pueden crecer porque no pueden vender lo que producen, pueden comenzar a tener dificultades de carácter social que, sin ninguna duda, nadie quiere que lleguen a estos países y que son, en buena media, responsabilidad de la política que ha hecho el Grupo G-8, de la política de cierre de mercados de Europa, de Japón y también de los subsidios aplicados por los Estados Unidos. Pienso que estamos –siempre estuvimos- en el buen camino, pero estamos mucho más cerca de la otra orilla."