RESPALDO DEL PRESIDENTE BATLLE A TODAS LAS AUTORIDADES DE LA ENSEÑANZA
El Dr. Jorge Batlle dialoga con
estudiantes de la Escuela Técnica de Las Piedras en ocasión de la
inauguración oficial de dicho centro de estudio. En las otras notas
gráficas aparece junto a las autoridades de la Enseñanza, mostrando el
obsequio que le fuera entregado y finalmente procediendo al corte de cinta
acompañado por una profesora y una alumna de la Escuela.
El gobierno apoya la tarea del CODICEN y
está dispuesto a hacerlo durante todo el resto del mandato presidencial.
También se respalda la labor de los Consejos de Primaria, de Secundaria y
de Educación Técnico Profesional, "para que todos ellos puedan
llevar adelante su tarea". Los conceptos precedentes están
comprendidos en la alocución que el Presidente de la República Dr. Jorge
Batlle formuló hoy al asistir al acto de inauguración de la Escuela
Técnica de las Piedras. Las palabras del Dr. Batlle figuran a
continuación.
PRESIDENTE BATLLE: Estimadas, estimados vecinos, padres
y madres, más vale madres primero que padres porque en las casas mandan
las madres y a los nenes los educan las madres. Los padres a veces venimos
y preguntamos cómo está el nene, la madre nos informa, nosotros tratamos
de que el nene se porte mal y ayudándolo a portarse mal, porque si, por
el poquito tiempo que lo vemos, aunque yo ya estoy en esos términos
relacionados con los nietos no con los nenes. Los míos ya están de barba
y bigote. Estimados chicos, muchachos, los de la primera fila, se podrán
imaginar que el gusto que significa para mi estar por acá en esta ciudad
que crece y crece, y que a la par que crece la ciudad, ha visto crecer en
ella a todos ustedes, y cada día es una ciudad que tiene más
personalidad, más fuerza y participa de una manera más importante de la
vida de todo el país. Sin ninguna duda forman parte de una comunidad que
cada día, como dije, representa una parte más sustantiva de la vida
cultural, de la vida social y de la vida económica, no solamente del
departamento de Canelones sino de todo el Uruguay. Este paso que se ha
dado, en agrandar esta escuela, gastándose para ello medio millón de
dólares forma parte de un gran proyecto de educación, que comenzó hace
15 años o más cuando regresada la democracia al Uruguay, el primer
director del CODICEN fue ese formidable ciudadano del Uruguay que fue el
Prof. Pivel Devoto, de quien todos aprendimos, de quien todos escuchamos
por sus grandes condiciones intelectuales y morales. Fue un gran profesor,
fue un gran educador, fue un gran ciudadano. Luego se hicieron planes
nuevos y se llevaron adelante fundamentalmente en épocas en que este
CODICEN lo presidió el Prof. Germán Rama, con quien en sus tiempos
incorporaron a la educación programas muy eficaces no solamente de
construcción de locales escolares y liceales, sino además también de
incorporación de los niños a la educación primaria, de la expansión de
una cantidad de servicios muy importantes que le han dado a la educación
cada día una participación mayor en la atención de todos los jóvenes
del Uruguay. El gobierno de la República, apoya la tarea del CODICEN y
está dispuesto a hacerlo durante todo el tiempo que la Constitución
señala que va a estar este presidente como titular del Poder Ejecutivo
del Estado apoyando al CODICEN y apoyando al Consejo de Primaria, al
Consejo de Secundaria y al Consejo de Educación Técnica para que todos
ellos puedan llevar adelante, la tarea que tiene que (llevar adelante)
(Aplausos).
No nos tenemos que asustar porque a veces haya algunos
chicos que tiren piedras, es la excepción, no es la regla, es la
excepción. Ha de haber algún problema, hay que
entenderlo, hay que escucharlo. Esas cosas se resuelven conversando con
ellos, hablando con ellos. Los profesores son quienes mejor saben hacerlo.
Y son ellos, conjuntamente con las autoridades, que tienen que hablar con
los muchachos. Estoy absolutamente seguro que agarrarlos mano a mano, uno
a uno, todos están arrepentidos de haber tenido un momento de locura que
les llevó a tirar piedras contra sí mismos, porque tiraban piedras
contra el lugar que era su casa, con su hogar, con el ámbito en donde
están formándose, que se ha hecho además y que se construye y que se
mantiene con el esfuerzo de tanta y tanta gente en el Uruguay. Tenemos
cientos de miles de alumnos en las escuelas, tenemos 2.300 escuelas en
todo el país, escuelas públicas, gratuitas, igualitarias, que nacieron
en el país desde la reforma vareliana de 1875. Tenemos cientos de liceos,
más de 250 liceos en varios turnos en todo el país. Pasa una cosa en uno
o en dos es decir que es un país de paz, de formidable paz. No
confundamos una situación como si eso fuera el sentimiento general de
alumnos, profesores y padres. Este es un cuerpo social que vive, trabaja y
quiere hacerlo en paz. Y esto es lo que vamos a seguir haciendo.
(aplausos)
El señor Bonilla, Profesor Bonilla, a quien conozco de
hace tiempo y a quien fui a buscar a los Estados Unidos donde estaba
trabajando en el BID, por cierto que con bastante mejor sueldo que acá, y
le pedí que volviera al Uruguay, a trabajar para construir con los
profesores y directores del CODICEN y de los servicios descentralizados de
los consejos descentralizados, llegó a este país y yo lo vi en los
Estados Unidos, en Washington hablando con él sobre la educación y, por
supuesto, cuando hablé con él sobre la educación, yo no pensaba ser
Presidente, simplemente pensaba ser lo que siempre fui, candidato, se dio.
Y, como se dio, después de haber conversado con él mucho tiempo y sin
haberle jamás transmitido mi idea de incorporarlo a esta tarea, lo llamé
y le dije que viniera, que se mudara con su mujer y su familia al Uruguay
de vuelta, porque acá lo que necesitábamos hacer es mirar el porvenir,
no mirar el pasado. (Aplausos) Lo que este país precisa es mirar el
provenir, no mirar el pasado. Aquí no se trata de contar cuántas
computadoras hay, si faltan va preso el que se las robó, lo que se
precisa es saber cuántas vamos a conseguir más, para que todo el mundo
la pueda tener. (Aplausos). Al Profesor Bonilla cuando le llamé, le pedí
que viniera para trabajar junto con los demás profesores y maestras y
maestros, en tratar de mejorar todo lo mucho que ya se había mejorado.
Las cosas en la vida de las naciones no son invento de uno. Hoy un
dinamarqués, periodista de un diario de Copenhague, me vino a hacer una
interview esta mañana porque quería averiguar cómo había sido el
desarrollo de este espíritu de Justicia del Uruguay a través de su gran
legislación. Y me dijo; "¿fue su tío abuelo el que hizo eso?"
Y yo le dije; "no, no fue mi tío abuelo, fue el Uruguay". Todos
los uruguayos de aquel tiempo sintieron y pensaron así. Seguramente, para
muchísimos de nosotros, empezando por mí seguramente, él fue un hombre
primordial, como la historia lo reconoce, más allá de todo concepto
partidario, porque se trata de personas que no pertenecen más a partidos,
como no pertenece a ningún partido más, como lo referí recientemente,
el Profesor Pivel Devoto, eximio buceador en la historia del Uruguay, es
una forma de enseñar el provenir porque nos informa del pasado. Mejor
dicho, nos dice qué vamos a hacer, porque nos dijo cómo habíamos
llegado a ser lo que somos. Pero ese es el espíritu del Uruguay. Y
entonces me dijo; "¿y por qué fue ese espíritu del Uruguay?".
Y yo le dije; "mire, yo creo que ese espíritu del Uruguay fue porque
somos inicialmente un puerto, un puerto abierto, a donde después de la
Revolución Francesa, cuando Napoleón fue derrotado en los campos de
Bélgica, en Waterloo, y se deshizo todo ese proceso de la Revolución
Francesa, llegaron a las costas del Río de la Plata millones y millones
de inmigrantes que poblaron América, gente que trajo, además de su
cultura, su civilización y las ideas de democracia, de igualdad, de
equidad, de justicia, de fraternidad, que transmitieron a nuestro país,
del cual formaron parte, al grado tal que cuando uno revisa las
estadísticas de 1840 y 42 y 44 en la ciudad de Montevideo, se encuentra
con la colonia, la más numerosa era la francesa y la que le seguía en
número era la italiana. Luego llegaron los valdenses y los suizos y los
piamonteses y llegaron los vascos franceses, los vieneses por millares y
los vascos españolas y luego nos dejaron venir a los catalanes, que no
nos habían dejado venir antes. Y ahí se echó a perder la cosa, por los
catalanes (sonrisas). Pero lo cierto es que este país se hizo así, de
gente que desde el principio que llegó trató de mantener su educación,
trató de mantener su cultura, trató de mantener, lo que Arredondo llama
con tanta razón la civilización uruguaya. Y ella camina junto a la
educación y de la mano de la educación. Y eso es lo que cuando uno le
explica a alguien que viene desde tan lejos a ver cómo es nuestro país
uno tiene el orgullo de decirle a esos jóvenes extranjeros este es uno de
los mejores países para vivir. Porque este es un país de gente educada,
que razona (sonrisas) y que toda ella se siente igual. Todos ustedes se
sienten igual al Presidente de la República, ninguno de ustedes se siente
menos que lo que puede sentirse un ciudadano que tiene el enorme honor de
haber recibido el encargo de por cinco años ayudar a conducir los
destinos de una nación. Y ese sentimiento de igualdad se aprende en la
escuela, en la escuela del Uruguay. Ahí se aprende ese sentimiento. Y es
por eso que nosotros tenemos que transmitir y la educación cada día más
y más apoyo y todos los recursos posibles. Estamos cortos de plata,
estamos corto de plata, no sobra la plata, falta. Hay un gran problema en
el barrio, problemas en la Argentina, problemas en el Brasil. El mundo no
está muy abierto para vender el trabajo del Uruguay. Creo que vamos a
poder seguir trabajando en eso con más éxito a medida que puedan
desarrollarse las conversaciones que el 24 de setiembre se van a reiniciar
en los Estados Unidos pese a todos estos problemas. Pero ciertamente, para
poder llevar adelante esas cosas algún recurso más necesitamos. Ya hemos
recibido los 17 millones de dólares que supuso el remate de la Playa de
Contenedores. Hoy al mediodía almorcé con el Presidente del ANCAP en
Suárez y volvimos a conversar sobre todo el proceso de asociación de
ANCAP. Los recursos que generen el proceso de asociación de ANCAP, sea un
millón o cien o doscientos, se podrán poner y se pondrán a interés
para con los intereses, atender el desarrollo de la enseñanza en las
nuevas tecnologías y conocimiento que le van a permitir a la gente ser
más libre. Porque la libertad cada día va a estar más atada al mejor y
al mayor conocimiento de nuestros jóvenes, de nuestros hijos y de
nuestros nietos. Y esa es la tarea en la que el gobierno se compromete,
ayudar al pueblo ayudando al CODICEN. Y por eso es que, una vez más, yo
quería ratificar desde acá el apoyo a la enseñanza en todo lo que nos
sea posible, en todo lo que esté a nuestro alcance y en todo los recursos
que por las vías similares a las que acabo de referir vamos a tratar de
poner arriba de la mesa a disposición de las actividades educativas, de
la creación de organizaciones como la que hoy estamos ayudando a mejorar
y a crecer y de las muchas otras que a lo largo de estos años va haber
que realizar en el país.
A los muchachos para despedirme de ellos, les digo lo
que siempre les digo. Muchachos, el mundo que ustedes van a vivir no tiene
nada que ver con el que viví yo. Yo soy un veterano de 73 años, un viejo
eterno de 73 años. Durante la mayor parte de mi vida, viví sin
televisión, la televisión es una novedad. Sin Internet, sin
computación, ni nada. Capaz que soy de la época de las señales de humo
o de las palomas mensajeras para comunicarse con alguien. Hoy ustedes
están en condiciones de meterse en el mundo en la medida que sepan, si no
saben, no existen. El que sabe existe y es libre. El que no sabe no existe
y nunca será libre. Todos ustedes a lo largo de su vida querrán formar
su familia, querrán tener su casa, sus hijos. En el sentimiento más
secreto de cada joven hay una cosa muy sencilla, poder llegar a viejo.
Nadie ha pensado en eso cuando es joven, nunca pensé cuando era joven
cómo será ser viejo y les aseguro que es bueno llegar a viejo. A cada
momento de la vida hay una cosa buena para disfrutar de ella, salvo cuando
los viejos nos creemos jóvenes y ahí nos hacemos los locos y entonces
andamos como la mona (sonrisas). Pero sino, la vida les va a dar a ustedes
muchas posibilidades distintas a las nuestras, porque será otro el mundo
de ustedes. La ciencia les agregará muchas cosas que nosotros ni siquiera
imaginamos. Pero para aprovecharse de esas cosas bien, hay que tener
conocimientos, por tanto en la próxima reunión nada de ahí, ahí eh....
Nada ¿cómo te fue? los de la primera fila: Ahí, ahí, (sonrisas) ahí,
ahí. Nada de ahí, ahí. La próxima reunión, mejor, mejor, mejor,
mejor, porque cuando uno mejora, mejoran todos. Cuando uno sabe más, el
de al lado también quiere saber un poco más. Cuando uno sabe más ayuda
al que está al lado que sabe menos. Cuando uno transmite a otro un
conocimiento, lo hace más rico. Cuando uno recibe de otro una ayuda, se
hace más amigo y, entre nosotros, en Las Piedras, vamos a tener sin
ninguna duda una vida de amistad en la medida que todos andemos un poco
mejor y estudiemos todos un poquito más. Ya saben, voy a venir a la
última reunión, ¿eh? (sonrisas) Nada de ahí, ahí. Hasta luego.