15/09/2001

BATLLE EXHORTÓ A ENCAMINAR LAS COSAS POR LA VÍA DE LA RAZÓN MÁS QUE POR LA VÍA DE LA EMOCIÓN

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Momento en que el Presidente de la República hace uso de la palabra en el acto de apertura del Día del Patrimonio

El Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle Ibáñez, sostuvo hoy que "todos deberíamos hacer internamente un esfuerzo de reflexión, para ver si ese esfuerzo de reflexión pudiera llegar como una onda, sumado al que harán seguramente millones y millones de personas, seguramente, en todos los lugares del mundo, para que las cosas tremendas que se están viviendo se puedan encaminar por la vía de la razón más que por la vía de la emoción". De esta forma el primer mandatario se refirió a la tensa situación que en el ámbito internacional se vive tras los atentados terroristas ocurridos el martes pasado en los Estados Unidos. El Presidente Batlle, quien participó en el Edificio Independencia del acto del Día del Patrimonio, agregó, en referencia a los hechos ocurridos en Washington y Nueva York, que "el patrimonio de la sociedad básicamente es la paz y el entendimiento que tenemos que alcanzar. Que los uruguayos hagan lo posible por ayudar en ese sentido y hoy resaltarlo es necesario más que nunca". Batlle señaló también que si se deja paso libre meramente a la emoción, por más justa que ella sea, "podemos incorporarnos a un tiempo en donde solamente lo que se conoce es el punto de entrada y ni se sabe cuál va a ser el punto de salida".

A continuación ofrecemos las palabras del Presidente de la República, Dr. Jorge Batlle.

PRESIDENTE BATLLE: Cada sociedad tiene su civilización que se expresa a través de infinita cantidad de asuntos, de circunstancias, de hechos, de hábitos, de personas, de cultura, de expresiones. Las expresiones de la más alta capacidad intelectual, hasta las expresiones más simples y más humildes y más sentidas, conforman muchas veces y se acercan muchas veces más a las esencias, a veces, que otras y ésta es una referencia que quiero hacer, en un momento, como dijo el señor Ministro, tremendamente delicado de la vida de la civilización mundial, no de la civilización uruguaya.

El señor Hunttington ha escrito bastante sobre el tema de lo que él llama las confrontaciones de las civilizaciones. Pienso, por tanto, que todos deberíamos hacer internamente un esfuerzo de reflexión, para ver si ese esfuerzo de reflexión pudiera llegar como una onda, sumado al que harán seguramente millones y millones de personas en todos los lugares del mundo, para que las cosas tremendas que se están viviendo se puedan encaminar por la vía de la razón más que por la vía de la emoción.

Si dejamos el paso libre meramente a la emoción, por más justa que ella sea o más representativa de sentimientos muy sentidos y muy auténticos y nobles, y jerarquizados o elevados, de un lado y del otro, y del otro, podemos incorporarnos a un tiempo en donde solamente lo que se conoce es el punto de entrada y ni se sabe cuál va a ser el punto de salida.

Recuerdo siempre otro libro que habían escrito los que fueron enviados por "La Nación" de Buenos Aires, en oportunidad de la última guerra civil, en 1904, que se llama "Sangre de hermanos", un libro muy interesante. En el fondo, hermanos somos todos. Tenemos diferencias que nos han impuesto las circunstancias, de tal naturaleza que a veces no las podemos superar. Uno tiene una religión, otro tiene la otra; otro no tiene ninguna y, al fin y al cabo, todos tienen la misma. Es todo lo mismo. Quiere decir, que si se ha globalizado el mundo, que como digo insistentemente en lo que nos importa no se ha globalizado, o sea, en el comercio, pero si se ha globalizado el mundo hay que globalizar las ideas y hay que globalizar las soluciones. Por tanto, el Uruguay, que no tiene fuerza ni capacidad mayor de expresarse que lo que ha tenido siempre, pero que siempre ha tenido la posibilidad de decir lo que siente y no ha sido equivocada la línea que el Uruguay ha mantenido a lo largo de su existencia, expresa en este momento, en donde estamos refiriéndonos al patrimonio de una sociedad y el patrimonio de una sociedad no son solamente, como lo estamos tratando, de abrir las puertas a todo el mundo, los bienes que surgen de las expresiones distintas de la sociedad a través de su historia, el patrimonio de la sociedad básicamente es la paz y el entendimiento que tenemos que alcanzar. Que los uruguayos hagan lo posible por ayudar en ese sentido y hoy resaltarlo es necesario más que nunca.

Ahora procedemos así, al acto donde le vamos a dar a ustedes el agradecimiento por todo lo que nos deleitan con las cosas que hacen, que escriben, que nos muestran, con las imágenes que Testoni nos ha dado a lo largo de su vida de nosotros mismos, mucho más embellecidas de lo que nosotros somos. Pero en fin, eso es el arte que nos ha mejorado, cosa que conmigo es imposible, pero con el resto sí.