03/04/2002  

EL MERCOSUR NO PUEDE SER UNA UNIDAD DE DESIGUALES, DIJO BATLLE

El Presidente de la República, Jorge Batlle, recalcó que el MERCOSUR no puede ser una unidad de economías desiguales, tomando como ejemplo el proceso integrador europeo.

El primer mandatario realizó una conferencia de prensa en la sede de la embajada uruguaya en Brasilia, antes de partir hacia Montevideo.

Batlle afirmó que no haber comenzado el proceso integrador por medidas de ajuste macroeconómico fue un error que se manifiesta en los problemas actuales del MERCOSUR.

El presidente uruguayo realizó un detallado balance de los temas tratado con su par brasileño, Fernando Henrique Cardoso, subrayando su satisfacción por los acuerdos alcanzados.

 

PRESIDENTE BATLLE: Buenas tardes, agradezco la concurrencia de todos ustedes. Hemos tenido un encuentro que yo calificaría de óptimo con el Señor Presidente Fernando Henrique Cardoso, y sus Ministros de Relaciones Exteriores, de Economía y Finanzas, y de Ganadería y Agricultura, Señores Lafer, Malán y Pratini de Moraes. Al cual yo concurrí acompañado fundamentalmente por nuestro Canciller y por nuestro embajador, con la presencia además del Embajador de la República Federativa del Brasil en Uruguay nuestro amigo Francisco Thompson-Flores. Ha sido para el Uruguay una reunión altamente positiva. Conversamos con el Presidente del Brasil, no solamente sobre los temas vinculados a la región, sino inclusive sobre todos los temas que le interesan a los países dentro y fuera de la región. El Uruguay, además, tenía especialísimo interés en informar, de esta manera muy clara, al gobierno del Brasil de cuales son sus puntos de vista a propósito de lo que en momento y con tanto acierto el Presidente Cardoso estableció cuando señaló que “o se exportaba, o se perecía”, y para el Uruguay ese es un tema que hoy más que nunca tiene un especial significado.

El Uruguay entiende que los tiempos de crisis y de dificultades sirven fundamentalmente para volver nuestra mirada sobre nuestro destino, y tratar de descubrir mejores caminos para alcanzar los objetivos que son comunes, el de crecer en común. Las dificultades que el MERCOSUR ha tenido, desde el punto de vista del Uruguay a partir del 13 de enero del 99, primero, y a partir de la crisis Argentina con posterioridad, nos han mostrado a los uruguayos la imperiosa necesidad de buscar alternativas que mejoren nuestras posibilidades exportadoras. Fundamentalmente ante el hecho de que hemos perdido en los últimos años el 50 % de las exportaciones al mercado brasilero, y la perspectivas de la Argentina hasta el día de hoy señalan una disminución quizás aun mayor de las exportaciones a ese país. Esa es la razón por la cual el Uruguay, al igual que el Brasil, está tratando de ampliar su presencia -de acuerdo a los convenios de ALADI- en el mercado mexicano, está viajando recientemente, como lo ha hecho el  Señor Canciller del Uruguay que viajó a Irán acompañado de un grupo de industriales uruguayos para vender nuestros productos en ese mercado; iremos a China al igual que lo está haciendo el Gobierno brasilero, a través de su ministro el Señor Amaral, el próximo mes de octubre, y estamos manteniendo conversaciones con los Estados Unidos. Conversaciones con los Estados Unidos que tienen tres niveles: un primer que es un nivel administrativo, y que tiene que ver fundamentalmente con las medidas administrativas relativas a los temas cárnicos, en donde el Uruguay a partir del 21 de agosto va estar en condiciones de acceder al mercado americano con un proyecto  de venta de productos madurados y de carnes sin hueso, tal que somos un país que estamos -digamos- bajo un régimen de vacunación sin aftosa, pero bajo un régimen de vacunación. En segundo lugar, tratar de incorporar algunos productos al sistema general de preferencias que beneficien lo que administrativamente Estados Unidos lo ha hecho con otros productos, algunos artículos industriales de exportación. Y en tercer lugar, discutir en la OMC todo lo que tiene que ver con la modificación de cuotas de carnes y de quesos que son discusiones que entre todos tenemos que trabajar en común en la OMC, para llevar adelante no solamente la apertura de los mercados, la política común contra subsidios agrícolas, contra subsidios que atentan contra los mercados terceros en materia de subsidios a las exportaciones y con forma de distorsiones a los mercados a las cuales tanto Brasil como nosotros nos hemos opuesto en forma reiterada y conjunta. Con respecto a la posibilidad de negociación bilateral  con los EE.UU. el Uruguay va a iniciar conversaciones con los EE.UU. que tendrán seguramente, a lo largo de este año, las vicisitudes propias de los cambios que se van a producir en ese país si es que podemos llevar adelante -ese país por lo menos- lo que ellos llaman la Trade Authority y al mismo tiempo si se continúan las conversaciones que en Asunción el MERCOSUR habilitó tratando de revivir las situaciones que se llamaron en su momento el Rose Garden Agreement. Manifestamos además  con toda claridad que los tiempos en el MERCOSUR no son todos los mismos. Estamos todos a favor del MERCOSUR porque es un gran proyecto que nos permitió a todos crecer, pero eso es lo que el MERCOSUR entendemos que tiene que ser, un proyecto que nos permita a todos crecer. Los tiempos en el MERCOSUR no son todos los mismos ni son todos iguales para todos los países. El Uruguay entiende, comparte, los puntos de vista brasileros con respecto a los procesos industriales como lo señaló el propio Uruguay en Québec a propósito del acero, a propósito del jugo de naranja. Y naturalmente, estas necesidades de este gran país industrial, el Uruguay las siente y las comparte. Y también decimos que Brasil es sensible a los tiempos que el Uruguay tiene. El Uruguay es un país sin mercado propio, que depende únicamente de la exportación, que la ha visto tremendamente afectada en los últimos años con sus dos grandes socios mayores y lo que trata de buscar son oportunidades de trabajo para su gente, y eso lo vamos a ir haciendo con un diálogo muy abierto y permanente con nuestra hermana, la República Federativa del Brasil.

Con respecto a las relaciones bilaterales, hay dos tipos de relaciones bilaterales que nosotros quisiéramos resaltar en este momento. Uno es el tradicional, el que tiene que ver con las relaciones en el campo agrícola, porque esa es una vieja relación que tiene sus altibajos en función de los mercados pero que está muy conocida y muy manejada por nuestros propios y respectivos interesados privados y los actores públicos. No solo en materia de leche, en materia de carne, en materia de arroz, estas cosas son conocidas entre nosotros, los mercados son conocidos, los operadores son conocidos. Es decir, que son temas que no son siempre fáciles pero que tienen un conocimiento antiguo e importante que facilita la solución de los problemas y que en este momento tampoco son importantes. Inclusive la propia Gazeta Mercantil, de la mañana de hoy, hizo alguna referencia con relación a los productos lácteos, lo cual significa que en los demás terrenos salvo en el caso de los procesos en donde intervienen medidas de carácter sanitario las cosas se pueden resolver. Y digo esto último porque es notorio que Brasil al igual que todos nosotros estamos siendo exigidos por el mundo comprador en cuanto a las, digamos, al cumplimiento de normas sanitarias en las que tenemos que estar muy seguros, porque nosotros ya sufrimos lo que fue el contagio de la aftosa desde la Argentina, sabemos lo que es eso, hemos sufrido mucho por eso y estamos trabajando en común con Brasil para desde PANAFTOSA ver si podemos hacer un área que nos proteja a lo largo de toda la frontera y así por  lo menos el Uruguay intentar, en el mediano plazo, volver a la condición de país libre de aftosa sin vacunación. Pero lo que sí nos interesó plantearle al gobierno del Brasil, y donde encontramos una receptividad muy grande, es implementar, aumentar, lo que ya algo se está dando con fuerza en el Uruguay que es la presencia creciente en el Uruguay de industriales brasileros, que se incorporan a nuestra actividad industrial con un destino exportador no solamente a Brasil sino a otros lugares del mundo, y en donde sentimos que este es un nuevo perfil que tenemos que tratar de impulsar. Ya existen organizaciones importantes de servicios en materia de seguros. Quisiéramos que pudiera darse la  oportunidad de que se radicaran en el Uruguay algunos de los grandes bancos brasileros, ya sea Itaú, Bradesco, la Caita, la Unión de Bancos cualquier de esos grandes bancos brasileros. Existe aún en este nivel de mayor reducción de intercambio comercial un intercambio comercial entre ambos países que superan los 1.200 millones de dólares y va a ir lentamente creciendo. Y entendemos que el Uruguay es un lugar que da oportunidades interesantes para el desarrollo de actividades industriales como de actividades financieras.

Hemos conversado además con el señor Presidente Cardoso a propósito de la situación regional, participando ambos una vez más de la necesidad de colaborar lo que sea posible con los esfuerzos que la República Argentina está realizando para ordenar su casa y para incorporarse de lleno a estas nuestras funciones comunes. Quiero decirles en resumidas cuentas de que ha sido para nosotros nuevamente, y lo digo con toda alegría además, un viaje espléndido en donde nuestras conversaciones siempre francas, siempre abiertas, siempre muy objetivas nos han permitido apreciar nuestras diferentes posiciones en un contexto de unidad. ¿En qué sentido en un contexto de unidad? Que el MERCOSUR tiene que ser una organización que nos sirva a todos, que nos permita a todos crecer, que nos permita a todos desarrollarnos y que vaya acompasando nuestras desigualdades naturales de manera de que todos podamos participar de él, no solamente con el interés propio, sino con el interés colectivo de trabajar en común y de negociar si es posible en común con los grandes mercados regionales. Aunque sabemos que en Europa, en el mes de mayo, las cosas no van a poder dar un paso importante en adelante, porque hay elecciones que impiden muchas veces en Europa resolver los problemas en este año. Pero sentar, por lo menos en mayo en España, en el análisis entre Europa y el MERCOSUR, bases para poder luego llevar adelante y estar detrás de un progreso en el área de las negociaciones comerciales en Europa. Todo esto y mucho más tuvimos el gusto de conversar con nuestro amigo el presidente Cardoso. Naturalmente que ustedes tendrán interés en preguntar cosas y, por tanto, es bueno que yo suprima acá mi largo y aburrido discurso.        

PERIODISTA: (pregunta periodista brasileño, casi inaudible)

PRESIDENTE BATLLE: Mire, vea, usted puso el dedo en el ventilador, ¿entiende?. Es muy clara la situación, nosotros fuimos a un mercado común y a una unión aduanera sin haber al mismo tomado medidas macroeconómicas comunes. No copiamos adecuadamente al Mercado Común Europeo, empezamos por el final. Quizás sea el problema de nuestra necesidad de alcanzar lo más rápidamente posible objetivos que nos venían presionando. Porque usted no debe de olvidarse cuando analiza éstos problemas políticos de nuestros países, que nuestros países vivieron en un sistema de comercio abierto en el mundo hasta la Segunda  Guerra Mundial, y, por tanto, estos sistemas que nacieron despues de Trafalgar, que se creó una civilización atlántica, con mercados abiertos para estos países, que tenían una enorme relación económica y cultural y de inversión con Europa, esto se cierra. Se cierra después de la Segunda Guerra Mundial. Europa se cierra hacia adentro después de los acuerdos franco alemanes y todos nuestros países comienzan a tener problemas económicos crecientes. Si usted mira la historia de nuestros países desde el 50 hasta el 90, fueron 40 años de  dificultades. Cuarenta años en donde intentamos sobrevivir con políticas proteccionistas, con sustitución de importaciones, con comercios bilaterales, porque el antiguo sistema de mercado libre y mercado abierto organizado por Inglaterra había desaparecido. Por tanto, el MERCOSUR fue una respuesta, que en ese momento no había otra, a esa situación. Y pensamos, con bastante acierto, que había un gran espacio para producir entre nosotros. Y en el fondo fuimos sustituyendo importaciones, porque en la medida en que eliminamos los aranceles entre nosotros  y nos mantuvimos hacia los terceros países, lo que hubo entre nosotros fue una desviación del comercio, lógicamente. Buena parte de las importaciones de productos con alto valor agregado industrial provenientes de nuestros países más desarrollados hacia el Uruguay, lo pagó la Tesorería uruguaya al no cobrar impuestos. Porque un similar que venía de los terceros países lo pagaba. Como contrapartida entonces nosotros crecimos en Brasil y crecimos en la Argentina. En los productos donde no éramos naturalmente competitivos, básicamente productos primarios y llegamos a tener un volumen de exportación  hacia el Brasil de 900 millones de dólares por año. Hasta que un día el Real pasó a valer de 1contra 1 a 1 contra 2.80, entonces pasamos de 900 a 500. Y, por tanto, lo que es un factor de crecimiento se transformó, utilizando una palabra argentina, en un "corralito", porque bajamos las exportaciones y tampoco podíamos salir a buscar afuera ningún otro mercado porque estábamos limitados por el MERCOSUR y sus disposiciones. ¿Por qué pasó eso? Porque el MERCOSUR en Ouro Preto solamente tomó las medidas arancelarias de carácter aduanero y no tomó las medidas macroeconómicas de carácter económico. Es posible que luego de que la Argentina salga de la crisis pudiéramos iniciar un proceso de esta naturaleza, siempre que nuestras naciones estén dispuestas a tener rigurosidad en el manejo de sus finanzas públicas, cosa difícil de imaginar. Por lo tanto, el MERCOSUR no puede transformarse en una organización en donde los países más débiles no tengan accesos en mercados de los países mayores o por cuestiones cambiarias y, al mismo tiempo, tampoco tengan posibilidad de conseguir otro mercado fuera. Eso hace que pensemos de nuevo en la Unión Económica Europea. La Unión Económica Europea al mismo tiempo que organizó un esquema que termina con el euro, el esquema no empieza con el euro, termina con el euro. El euro no es una causa, el euro es una consecuencia de haber durante veinte años tenido una política financiera común. Pero, al mismo tiempo que la Unión Europea hizo eso, le dio un tratamiento especial a España, le dio un tratamiento especial a Portugal, le dio un tratamiento especial a Irlanda, le dio un tratamiento especial a Grecia Y, ¿por qué? ¿por benevolencia? No, porque era de especial interés para la Unión Europea que los países más débiles y los países más chicos crecieran, para conformar una unidad de iguales, y no una unidad de desiguales. Es notorio que Brasil tiene sistemas fiscales que ayudan a la radicación de industrias en el Paraguay. Nosotros no pretendemos eso. Pero, eso es un reconocimiento que no surge del MERCOSUR, sino que surge de una decisión política inteligente del Brasil de ayudar a que un país más débil crezca. El MERCOSUR tiene que respetar esas desigualdades. O sea, las crisis ayudan a pensar de otra manera. O sea, el MERCOSUR tiene enormes posibilidades internas y enormes posibilidades externas, pero tiene que hacer uso de las crisis como un factor para reanalizar y reestudiar su estructura hacia adentro y hacia afuera. Creo que es más que un punto de vista de un Presidente de un país chico, es una cosa que es la consecuencia de los hechos que estamos viviendo todos. Es más: la propia situación de la Argentina, que tiene un intercambio comercial con Brasil de cinco mil millones de dólares por cada uno, lo va a obligar a Brasil a buscar otro mercado que reemplace en buena medida lo que la Argentina hoy no le puede comprar. Piensen en toda la industria automotriz. Yo sé que Argentina no es el comprador de la industria automotriz, que lo fue antes, de la industria brasilera. De aquí que Brasil, al igual que el Uruguay, esté procurando dentro de la ALADI hacer acuerdos con México. Esta es la realidad. Y uno puede hacer discursos siempre que no desatienda la realidad, porque en materia económica la economía, entre otras cosas, es, digamos, testaruda. Quiere decir que la economía es fuerte, consistente consigo misma, y puede más que nuestros discursos.

PERIODISTA: (pregunta de periodista brasileña, casi inaudible)

PRESIDENTE BATLLE: Yo creo que en el Uruguay, por suerte, las industrias brasileras que se están radicando no han necesitado ese tipo de situación fiscal que existe entre el Brasil y el Paraguay. Lo que yo sí no tengo duda es aprovechar estas circunstancias para hacer un análisis global, un poco más realista, de la situación del MERCOSUR. Me parece que eso es algo, diría yo, cuasi impostergable.

PERIODISTA: (pregunta casi inaudible)

PRESIDENTE BATLLE: No, ese es un asunto distinto, no hay un tipo de compensaciones. Se estableció en un acuerdo en el cual participó, acá, el señor Canciller en su momento, el precio mínimo  de exportación de determinados productos lácteos a un precio de 1.900 dólares la tonelada, que iba a regir hasta tanto Brasil no vendiera por debajo de ese precio y Brasil ha vendido a 1.450 a Argelia, por eso es que la propia persona que manejó ese convenio hace estas declaraciones en la Gazeta Mercantil, y siento que están dadas las condiciones para negociar el convenio, lo que le va a permitir al Uruguay colocar en Brasil a los precios más realistas que Brasil está hace tiempo utilizando como precio de exportaciones. Eso seguramente va a ser tramitado a la brevedad entre los representantes de ambos países.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: No, no, eso no tiene nada que ver, eso es un asunto que no está internalizado como norma del MERCOSUR, sino simplemente es un acuerdo entre las partes.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: El Uruguay no es que precise más independencia. Yo creo que lo que el Uruguay precisa es, digamos, observar con realismo lo que nos está pasando. Se podrá imaginar que si en vez de exportar 500 millones de dólares estuviéramos exportando 900 al Brasil, la confianza sería muy otra, o sea que son realidades. Hemos perdido el 50% de las exportaciones en Brasil y casi el 70% en la Argentina, lo que significa que tenemos que salir a buscar otros mercados y tenemos que salir a buscar otros compradores, porque de lo contrario, ¿cómo crece un país? El país no puede crecer solamente ajustándose, apretándose el cinturón, porque los que se apretan  el cinturón en las economías son simplemente los más pobres. Cuando se hacen ajustes, del tipo de ajuste de gastar menos, los que más sufren son los que menos tienen. La segunda cosa, vine a Brasil, en primer lugar, porque hacía tiempo que no tenía una conversa personal y particular con el presidente Cardoso, salvo cuando nos encontramos en las reuniones comunes. Y las obligaciones que tenemos de mantenernos en contacto, con todos los problemas bilaterales y regionales, son razones suficientes para tener una relación más a menuda y más fluida con el presidente Cardoso. Pero, al mismo tiempo también, para poner arriba de la mesa algo que tanto él como yo conocemos.

O sea, son las iniciaciones al análisis de lo que eventualmente se puede hacer. Si los tiempos son iguales para todos,  deseosos estamos de conversar todos juntos. Ojalá los tiempos sean los mismos para todos. Los tiempos del Uruguay son chicos, porque tienen el tamaño del país; los tiempos del Brasil son más grandes, porque también tienen el tamaño del país.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, sobre lo que opina el Presidente Cardoso le ruego que le pregunte al Presidente Cardoso. Yo hablo por mí y no tengo ningún derecho ha hablar por nadie más. Con respecto al Uruguay, yo le quiero decir que el Uruguay en primer lugar ha sido siempre muy estricto en cuanto a cumplir con los extremos del MERCOSUR, todos, todos. Yo le diría que hubo más para el Uruguay inclusive, cuando nosotros nos incorporamos al MERCOSUR, deseosos de participar, hubo algo que fue una primera etapa, desmantelamos la industria, porque en la competencia con los industriales argentinos y brasileros el que sobrevivió era porque estaba muy apto para sobrevivir. Quiere decir que tuvimos tres shocks. Eso no quiere decir que el MERCOSUR no funcione. Eso quiere decir que el MERCOSUR tiene que adaptarse a la nueva realidad. Y me parece que lo inteligente de todos nosotros es ver esa realidad y adaptarnos a la nueva realidad. Mire Chile, se sienta con nosotros, discute con nosotros, pero participa de una estructura económica completamente distinta.  Entiende que el MERCOSUR es un proyecto político, pero no está integrado económicamente y, por tanto, está buscando otro tipo de soluciones. Cuando nosotros estamos llegando a tener un intercambio comercial con México de 100 millones, Chile le vende mil. Quiere decir que ni Brasil, ni la Argentina, ni el Paraguay, ni el Uruguay, pueden desatender las realidades. Las realidades pueden más que los discursos.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: Yo le diría a usted, yo le contestaría a usted lo siguiente. Yo creo que esta es la primera oportunidad en que estuvimos conversando de las cosas tal como ellas pasan. No hemos tomado ninguna resolución y menos el Uruguay le pretendía plantear al Brasil una decisión de esa naturaleza. No, para nada.  Pero, hemos conversado de la realidad en la que vivimos. Y yo creo que la respuesta, no puede ser una respuesta diciendo "esto no o esto sí". Tenemos que ser un poco más inteligentes, tenemos que darnos cuenta de las diferencias y dificultades que todos tenemos y tenemos que tratar de analizar esas diferencias y esas dificultades. Y estamos en un proyecto, y estamos en un proceso que no lo hemos planteado para resolverlo hoy, no lo hemos informado para resolverlo hoy. Hemos puesto las cosas arriba de la mesa porque son cosas que las conocemos todos. Y lo peor que nos puede pasar en la vida es que nos hagamos trampas a nosotros mismos, que todo lo que sabemos no nos lo digamos y que nos lo ocultemos. Si lo sabemos; si sabemos cuales son nuestras recíprocas dificultades. Entonces, lo importante es ponerlas arriba de la mesa y darnos tiempo para pensarlas. Vamos a tener todo un año para analizar estas cosas Estas cosas no son cosas de un día para el otro. Van a transcurrir todo un año y en un año las cosas políticas van a ir cambiando en Europa, en los Estados Unidos, en la Argentina, con nosotros, pero es un proceso que nosotros no podemos ignorar: cometeríamos un error si lo ignorásemos.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: ¿En la Cúpula de Madrid? Mire, yo creo que en la Cúpula de Madrid las negociaciones van a estar limitadas -según en su momento lo manifestó el representante español- a  declaraciones de carácter político reafirmando nuestro recíproco interés, porque es notorio que existen procesos políticos electorales importantes en Europa que quizás impidan tomar decisiones mayores y porque además si no se ha cambiado este escenario según las comunicaciones que se nos hicieran por parte del delegado español en reciente reunión con todos los embajadores latinoamericanos, estas materias Europa preferiría analizarlas en el plano multinacional, multilateral, o sea en el plano de la OMC. Es más: se nos informó en ese momento de que estaría firmando un acuerdo con Chile, en abril, entre Europa y Chile -mayo, mejor dicho- y que con los demás países habría declaraciones de carácter político pero no habría adelantos específicos en las negociaciones y que se pretendía que esto se derivara hacia las organizaciones multilaterales.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: En realidad, de Florianópolis usted tiene mala memoria porque yo sé lo que dije yo con respecto a Chile y yo le dije a Chile que hacía bien en negociar: le dije que pusiera las patas contra la barranca y que negociara duramente porque nos iba a abrir el camino para negociar. Y además le debo asegurar que tuve participación activa en la Declaración de Asunción para revivir el Rose Garden Agreement, o sea el 4+1. Siempre he sido partidario de negociar con los Estados Unidos colectivamente y como veo que colectivamente no se negocia soy partidario de explorar la negociación bilateral de forma de tener durante este año las posibilidades de que el acontecimiento del Trade Authority le permita a estos países del MERCOSUR entrar en una negociación más activa con los Estados Unidos.

Me permito decirles que acabo de llegar de Monterrey, que es una ciudad que según la información que recogí en el lugar, se ha transformado en una ciudad de crecimiento vertiginoso después del acuerdo entre Estados Unidos y México.  Quisiera recordarles simplemente que en el año de 1991 México vendía al mundo 29.000 millones de dólares y hoy vende 160.000 millones, el doble de Argentina y Brasil juntos. Por tanto, debo decirles que si el MERCOSUR tiene que negociar para afuera todos juntos, hay que hacerlo rápido, porque los pueblos no esperan.

PERIODISTA: (pregunta inaudible)

PRESIDENTE BATLLE: Nosotros vamos a comenzar nuestras conversaciones con los Estados Unidos el día 12 de abril, con los planos que le acabo de definir. Primero están los administrativos, segundo las cosas que tienen que ver con el sistema general de preferencias y luego ver cómo podemos argumentar o cómo podemos racionalizar esa negociación dentro de las relaciones bilaterales y los necesarios,  las necesarias realidades que el MERCOSUR  debe reconocer. 

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: No se apuren si me quiere sacar bueno. No pregunte las cosas que van a pasar o que no van a pasar dentro de años, pregunte si va a estar vivo para entonces.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: El sistema general de preferencia que es un sistema que Estados Unidos establece para modificar los aranceles de algunos productos que llegan a su país, en donde están comprendidos prácticamente muchísimos países, también el Brasil; o sea, no es un sistema bilateral, es un sistema que vota todos los años el Congreso de los Estados Unidos, se incorpora una serie de artículos, por ejemplo, existe un sistema general de preferencias que incorpora un beneficio arancelario para el cuero, eso es para todos que exportan cueros, no es para el Uruguay.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: No es el Uruguay, es una cosa general. O sea, que algunos países han sido incorporados en tales o cuales artículos y otros países no. Pero no es un sistema que resulte de un acuerdo bilateral de comercio llamado... dentro de las normas como tiene por ejemplo Jordania o como tiene Israel o como lo está discutiendo Singapur. Eso es una cosa completamente distinta. El Sistema general de preferencias es un sistema legislativo que existe en el Congreso americano y que se aplica a una cantidad enorme de productos en donde hay rebajas totales o parciales de aranceles, para el ingreso de determinadas mercaderías.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: No, lo que nosotros estamos intentando es que se incorpore al Sistema General de Preferencias algún tipo de artículos nada más.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: No, no, nada.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: Nosotros estamos planteando cerámicas, cerámicas,  en donde ya hay otros países que tienen beneficios en el Sistema General de Preferencias con respecto a los aranceles en esa materia. Uruguay está planteando cerámicas planas de revestimiento.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: Estimado amigo, son dos cosas completamente distintas. Nosotros en el MERCOSUR  tenemos un acuerdo, un arancel externo común, ¿no es verdad? Arancel externo común que en algunos casos se modificó autorizando a la Argentina, en tiempos de Cavallo,  especiales entre nosotros, ¿no es verdad? ¿Por qué se hizo? Se hizo porque se sintió que la Argentina tenía esa necesidad, y la sentimos todos. ¿Será posible que esas cosas que se han dado para países grandes, en algún momento se puedan discutir para países más chicos? ¿O no será posible? Eso será un asunto que tendremos que mirar, que tendremos que ver . No es un asunto para resolverlo hoy, pero es una realidad y la realidad no nos puede dejar de hacernos ver los distintos valores que hay entre nosotros. Porque, usted, ¿quiere que el Uruguay desaparezca? ¿Usted cree que el MERCOSUR va a prosperar si el Uruguay desaparece? ¿No es verdad que no? Y Argentina, ¿usted cree que va a prosperar el MERCOSUR si la Argentina no puede pervivir. ¿No es verdad que no? O sea, ¿el MERCOSUR puede andar bien si Brasil anda mal? ¿No es verdad que no? Por tanto, tenemos que buscar un sistema que nos ayude a todos.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: Mire, usted lo que está planteando, estimado amigo, es un asunto que tiene un carácter profundamente técnico, ¿no es verdad? Que se podrá imaginar que se lo voy a contestar de una manera absolutamente general. A mi lo que me gustaría es que el MERCOSUR,  con tarifas bajas y muy abierto al mundo, porque esa es la que yo creo que es la forma de nuestras economías crecer. Cuando yo veo a Chile que tiene 6% de arancel lineal común e igual puede crecer, me parece que el sistema no es tener tarifas altas, es tener tarifas bajas. Pero yo comprendo que los ritmos de Chile son unos, los ritmos de Brasil son otros y los ritmos de Uruguay también son otros. Pero, por tanto, nadie puede obligar al prójimo, al otro, a hacer lo que el otro entiende que no le sirve. Yo no le puedo pedir a Brasil que pague nuestra  estructura arancelaria externa porque crea que es mejor el punto de vista del Uruguay. Tenemos que respetarnos recíprocamente y comprendernos recíprocamente. Por eso digo que los tiempos no son iguales, los ritmos no son iguales, los países somos diferentes y, por ende, las políticas que hoy usted puede aplicar en este país no las puede aplicar en este otro en el mismo momento, porque parte de realidades distintas. Chile vivió una realidad que lo condujo, en medio de un trastorno social terrible, a esta situación y esta situación hoy le sirve, le conviene. Pero, evidentemente, Brasil no está en condiciones de hacer eso. El Uruguay está en el medio, ¿vio? Es como el jamón del sándwich y, por tanto, tenemos que tratar de tener este caso arriba de la mesa, para analizarlo. 

PERIODISTA: ((pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: No, yo lo que digo es que lo más importante de la reunión de hoy es que, como decimos los uruguayos, "pusimos toda la carne en el asador". O sea, las cosas se pusieron arriba de la mesa y conversamos. Y conversamos abiertamente y todos entendimos la realidad del otro. En la vida, no se puede andar en la vida sin entender al otro. El Uruguay no le puede pedir al Brasil ritmos que le piden al Uruguay. Eso es lo fundamental acá. Y, por tanto, tenemos que buscar inteligentemente una forma de unidad que la Unión Europea eligió un camino con un objetivo para atender a los países más débiles, que no es el camino que podemos elegir nosotros hoy porque no tenemos los recursos que dispuso la Unión Europea. O tenemos que inventar otros, ¿no? No es fácil, pero es mucho más interesante, porque si fuera fácil hoy estar acá sería aburrido.

PERIODISTA: Presidente, hablando...

PRESIDENTE BATLLE: ¿Es la última?

PERIODISTA: Sí, la última (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: Me parece bien.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: No, si yo voy al gimnasio.

PERIODISTA: (pregunta ininteligible)

PRESIDENTE BATLLE: No, no, no qué voy a ir sólo. No, voy acompañado, primero llevo a mi señora, es la mejor compañía, imposible. No, no, nosotros vamos a ir a China en octubre. Bueno, muchísimas gracias.