03/04/2002
EL
MERCOSUR NO PUEDE SER UNA UNIDAD DE DESIGUALES, DIJO BATLLE
El
Presidente de la República, Jorge Batlle, recalcó que el MERCOSUR no
puede ser una unidad de economías desiguales, tomando como ejemplo el
proceso integrador europeo.
El
primer mandatario realizó una conferencia de prensa en la sede de la
embajada uruguaya en Brasilia, antes de partir hacia Montevideo.
Batlle
afirmó que no haber comenzado el proceso integrador por medidas de ajuste
macroeconómico fue un error que se manifiesta en los problemas actuales
del MERCOSUR.
El
presidente uruguayo realizó un detallado balance de los temas tratado con
su par brasileño, Fernando Henrique Cardoso, subrayando su satisfacción
por los acuerdos alcanzados.
PRESIDENTE BATLLE: Buenas tardes, agradezco la
concurrencia de todos ustedes. Hemos tenido un encuentro que yo
calificaría de óptimo con el Señor Presidente Fernando Henrique
Cardoso, y sus Ministros de Relaciones Exteriores, de Economía y
Finanzas, y de Ganadería y Agricultura, Señores Lafer, Malán y Pratini
de Moraes. Al cual yo concurrí acompañado fundamentalmente por nuestro
Canciller y por nuestro embajador, con la presencia además del Embajador
de la República Federativa del Brasil en Uruguay nuestro amigo Francisco
Thompson-Flores. Ha sido para el Uruguay una reunión altamente positiva.
Conversamos con el Presidente del Brasil, no solamente sobre los temas
vinculados a la región, sino inclusive sobre todos los temas que le
interesan a los países dentro y fuera de la región. El Uruguay, además,
tenía especialísimo interés en informar, de esta manera muy clara, al
gobierno del Brasil de cuales son sus puntos de vista a propósito de lo
que en momento y con tanto acierto el Presidente Cardoso estableció
cuando señaló que “o se exportaba, o se perecía”, y para el Uruguay
ese es un tema que hoy más que nunca tiene un especial significado.
El Uruguay entiende que los tiempos de crisis y de
dificultades sirven fundamentalmente para volver nuestra mirada sobre
nuestro destino, y tratar de descubrir mejores caminos para alcanzar los
objetivos que son comunes, el de crecer en común. Las dificultades que el
MERCOSUR ha tenido, desde el punto de vista del Uruguay a partir del 13 de
enero del 99, primero, y a partir de la crisis Argentina con
posterioridad, nos han mostrado a los uruguayos la imperiosa necesidad de
buscar alternativas que mejoren nuestras posibilidades exportadoras.
Fundamentalmente ante el hecho de que hemos perdido en los últimos años
el 50 % de las exportaciones al mercado brasilero, y la perspectivas de la
Argentina hasta el día de hoy señalan una disminución quizás aun mayor
de las exportaciones a ese país. Esa es la razón por la cual el Uruguay,
al igual que el Brasil, está tratando de ampliar su presencia -de acuerdo
a los convenios de ALADI- en el mercado mexicano, está viajando
recientemente, como lo ha hecho el Señor
Canciller del Uruguay que viajó a Irán acompañado de un grupo de
industriales uruguayos para vender nuestros productos en ese mercado;
iremos a China al igual que lo está haciendo el Gobierno brasilero, a
través de su ministro el Señor Amaral, el próximo mes de octubre, y
estamos manteniendo conversaciones con los Estados Unidos. Conversaciones
con los Estados Unidos que tienen tres niveles: un primer que es un nivel
administrativo, y que tiene que ver fundamentalmente con las medidas
administrativas relativas a los temas cárnicos, en donde el Uruguay a
partir del 21 de agosto va estar en condiciones de acceder al mercado
americano con un proyecto de venta de productos madurados y de carnes sin hueso, tal
que somos un país que estamos -digamos- bajo un régimen de vacunación
sin aftosa, pero bajo un régimen de vacunación. En segundo lugar, tratar
de incorporar algunos productos al sistema general de preferencias que
beneficien lo que administrativamente Estados Unidos lo ha hecho con otros
productos, algunos artículos industriales de exportación. Y en tercer
lugar, discutir en la OMC todo lo que tiene que ver con la modificación
de cuotas de carnes y de quesos que son discusiones que entre todos
tenemos que trabajar en común en la OMC, para llevar adelante no
solamente la apertura de los mercados, la política común contra
subsidios agrícolas, contra subsidios que atentan contra los mercados
terceros en materia de subsidios a las exportaciones y con forma de
distorsiones a los mercados a las cuales tanto Brasil como nosotros nos
hemos opuesto en forma reiterada y conjunta. Con respecto a la posibilidad
de negociación bilateral con
los EE.UU. el Uruguay va a iniciar conversaciones con los EE.UU. que
tendrán seguramente, a lo largo de este año, las vicisitudes propias de
los cambios que se van a producir en ese país si es que podemos llevar
adelante -ese país por lo menos- lo que ellos llaman la Trade Authority y
al mismo tiempo si se continúan las conversaciones que en Asunción el
MERCOSUR habilitó tratando de revivir las situaciones que se llamaron en
su momento el Rose Garden Agreement. Manifestamos además
con toda claridad que los tiempos en el MERCOSUR no son todos los
mismos. Estamos todos a favor del MERCOSUR porque es un gran proyecto que
nos permitió a todos crecer, pero eso es lo que el MERCOSUR entendemos
que tiene que ser, un proyecto que nos permita a todos crecer. Los tiempos
en el MERCOSUR no son todos los mismos ni son todos iguales para todos los
países. El Uruguay entiende, comparte, los puntos de vista brasileros con
respecto a los procesos industriales como lo señaló el propio Uruguay en
Québec a propósito del acero, a propósito del jugo de naranja. Y
naturalmente, estas necesidades de este gran país industrial, el Uruguay
las siente y las comparte. Y también decimos que Brasil es sensible a los
tiempos que el Uruguay tiene. El Uruguay es un país sin mercado propio,
que depende únicamente de la exportación, que la ha visto tremendamente
afectada en los últimos años con sus dos grandes socios mayores y lo que
trata de buscar son oportunidades de trabajo para su gente, y eso lo vamos
a ir haciendo con un diálogo muy abierto y permanente con nuestra
hermana, la República Federativa del Brasil.
Con respecto a las relaciones bilaterales, hay dos
tipos de relaciones bilaterales que nosotros quisiéramos resaltar en este
momento. Uno es el tradicional, el que tiene que ver con las relaciones en
el campo agrícola, porque esa es una vieja relación que tiene sus
altibajos en función de los mercados pero que está muy conocida y muy
manejada por nuestros propios y respectivos interesados privados y los
actores públicos. No solo en materia de leche, en materia de carne, en
materia de arroz, estas cosas son conocidas entre nosotros, los mercados
son conocidos, los operadores son conocidos. Es decir, que son temas que
no son siempre fáciles pero que tienen un conocimiento antiguo e
importante que facilita la solución de los problemas y que en este
momento tampoco son importantes. Inclusive la propia Gazeta Mercantil, de
la mañana de hoy, hizo alguna referencia con relación a los productos
lácteos, lo cual significa que en los demás terrenos salvo en el caso de
los procesos en donde intervienen medidas de carácter sanitario las cosas
se pueden resolver. Y digo esto último porque es notorio que Brasil al
igual que todos nosotros estamos siendo exigidos por el mundo comprador en
cuanto a las, digamos, al cumplimiento de normas sanitarias en las que
tenemos que estar muy seguros, porque nosotros ya sufrimos lo que fue el
contagio de la aftosa desde la Argentina, sabemos lo que es eso, hemos
sufrido mucho por eso y estamos trabajando en común con Brasil para desde
PANAFTOSA ver si podemos hacer un área que nos proteja a lo largo de toda
la frontera y así por lo
menos el Uruguay intentar, en el mediano plazo, volver a la condición de
país libre de aftosa sin vacunación. Pero lo que sí nos interesó
plantearle al gobierno del Brasil, y donde encontramos una receptividad
muy grande, es implementar, aumentar, lo que ya algo se está dando con
fuerza en el Uruguay que es la presencia creciente en el Uruguay de
industriales brasileros, que se incorporan a nuestra actividad industrial
con un destino exportador no solamente a Brasil sino a otros lugares del
mundo, y en donde sentimos que este es un nuevo perfil que tenemos que
tratar de impulsar. Ya existen organizaciones importantes de servicios en
materia de seguros. Quisiéramos que pudiera darse la
oportunidad de que se radicaran en el Uruguay algunos de los
grandes bancos brasileros, ya sea Itaú, Bradesco, la Caita, la Unión de
Bancos cualquier de esos grandes bancos brasileros. Existe aún en este
nivel de mayor reducción de intercambio comercial un intercambio
comercial entre ambos países que superan los 1.200 millones de dólares y
va a ir lentamente creciendo. Y entendemos que el Uruguay es un lugar que
da oportunidades interesantes para el desarrollo de actividades
industriales como de actividades financieras.
Hemos conversado además con el señor Presidente
Cardoso a propósito de la situación regional, participando ambos una vez
más de la necesidad de colaborar lo que sea posible con los esfuerzos que
la República Argentina está realizando para ordenar su casa y para
incorporarse de lleno a estas nuestras funciones comunes. Quiero decirles
en resumidas cuentas de que ha sido para nosotros nuevamente, y lo digo
con toda alegría además, un viaje espléndido en donde nuestras
conversaciones siempre francas, siempre abiertas, siempre muy objetivas
nos han permitido apreciar nuestras diferentes posiciones en un contexto
de unidad. ¿En qué sentido en un contexto de unidad? Que el MERCOSUR
tiene que ser una organización que nos sirva a todos, que nos permita a
todos crecer, que nos permita a todos desarrollarnos y que vaya
acompasando nuestras desigualdades naturales de manera de que todos
podamos participar de él, no solamente con el interés propio, sino con
el interés colectivo de trabajar en común y de negociar si es posible en
común con los grandes mercados regionales. Aunque sabemos que en Europa,
en el mes de mayo, las cosas no van a poder dar un paso importante en
adelante, porque hay elecciones que impiden muchas veces en Europa
resolver los problemas en este año. Pero sentar, por lo menos en mayo en
España, en el análisis entre Europa y el MERCOSUR, bases para poder
luego llevar adelante y estar detrás de un progreso en el área de las
negociaciones comerciales en Europa. Todo esto y mucho más tuvimos el
gusto de conversar con nuestro amigo el presidente Cardoso. Naturalmente
que ustedes tendrán interés en preguntar cosas y, por tanto, es bueno
que yo suprima acá mi largo y aburrido discurso.
PERIODISTA: (pregunta
periodista brasileño, casi inaudible)
PRESIDENTE BATLLE: Mire,
vea, usted puso el dedo en el ventilador, ¿entiende?. Es muy clara la
situación, nosotros fuimos a un mercado común y a una unión aduanera
sin haber al mismo tomado medidas macroeconómicas comunes. No copiamos
adecuadamente al Mercado Común Europeo, empezamos por el final. Quizás
sea el problema de nuestra necesidad de alcanzar lo más rápidamente
posible objetivos que nos venían presionando. Porque usted no debe de
olvidarse cuando analiza éstos problemas políticos de nuestros países,
que nuestros países vivieron en un sistema de comercio abierto en el
mundo hasta la Segunda Guerra
Mundial, y, por tanto, estos sistemas que nacieron despues de Trafalgar,
que se creó una civilización atlántica, con mercados abiertos para
estos países, que tenían una enorme relación económica y cultural y de
inversión con Europa, esto se cierra. Se cierra después de la Segunda
Guerra Mundial. Europa se cierra hacia adentro después de los acuerdos
franco alemanes y todos nuestros países comienzan a tener problemas
económicos crecientes. Si usted mira la historia de nuestros países
desde el 50 hasta el 90, fueron 40 años de
dificultades. Cuarenta años en donde intentamos sobrevivir con
políticas proteccionistas, con sustitución de importaciones, con
comercios bilaterales, porque el antiguo sistema de mercado libre y
mercado abierto organizado por Inglaterra había desaparecido. Por tanto,
el MERCOSUR fue una respuesta, que en ese momento no había otra, a esa
situación. Y pensamos, con bastante acierto, que había un gran espacio
para producir entre nosotros. Y en el fondo fuimos sustituyendo
importaciones, porque en la medida en que eliminamos los aranceles entre
nosotros y nos mantuvimos
hacia los terceros países, lo que hubo entre nosotros fue una desviación
del comercio, lógicamente. Buena parte de las importaciones de productos
con alto valor agregado industrial provenientes de nuestros países más
desarrollados hacia el Uruguay, lo pagó la Tesorería uruguaya al no
cobrar impuestos. Porque un similar que venía de los terceros países lo
pagaba. Como contrapartida entonces nosotros crecimos en Brasil y crecimos
en la Argentina. En los productos donde no éramos naturalmente
competitivos, básicamente productos primarios y llegamos a tener un
volumen de exportación hacia
el Brasil de 900 millones de dólares por año. Hasta que un día el Real
pasó a valer de 1contra 1 a 1 contra 2.80, entonces pasamos de 900 a 500.
Y, por tanto, lo que es un factor de crecimiento se transformó,
utilizando una palabra argentina, en un "corralito", porque
bajamos las exportaciones y tampoco podíamos salir a buscar afuera
ningún otro mercado porque estábamos limitados por el MERCOSUR y sus
disposiciones. ¿Por qué pasó eso? Porque el MERCOSUR en Ouro Preto
solamente tomó las medidas arancelarias de carácter aduanero y no tomó
las medidas macroeconómicas de carácter económico. Es posible que luego
de que la Argentina salga de la crisis pudiéramos iniciar un proceso de
esta naturaleza, siempre que nuestras naciones estén dispuestas a tener
rigurosidad en el manejo de sus finanzas públicas, cosa difícil de
imaginar. Por lo tanto, el MERCOSUR no puede transformarse en una
organización en donde los países más débiles no tengan accesos en
mercados de los países mayores o por cuestiones cambiarias y, al mismo
tiempo, tampoco tengan posibilidad de conseguir otro mercado fuera. Eso
hace que pensemos de nuevo en la Unión Económica Europea. La Unión
Económica Europea al mismo tiempo que organizó un esquema que termina
con el euro, el esquema no empieza con el euro, termina con el euro. El
euro no es una causa, el euro es una consecuencia de haber durante veinte
años tenido una política financiera común. Pero, al mismo tiempo que la
Unión Europea hizo eso, le dio un tratamiento especial a España, le dio
un tratamiento especial a Portugal, le dio un tratamiento especial a
Irlanda, le dio un tratamiento especial a Grecia Y, ¿por qué? ¿por
benevolencia? No, porque era de especial interés para la Unión Europea
que los países más débiles y los países más chicos crecieran, para
conformar una unidad de iguales, y no una unidad de desiguales. Es notorio
que Brasil tiene sistemas fiscales que ayudan a la radicación de
industrias en el Paraguay. Nosotros no pretendemos eso. Pero, eso es un
reconocimiento que no surge del MERCOSUR, sino que surge de una decisión
política inteligente del Brasil de ayudar a que un país más débil
crezca. El MERCOSUR tiene que respetar esas desigualdades. O sea, las
crisis ayudan a pensar de otra manera. O sea, el MERCOSUR tiene enormes
posibilidades internas y enormes posibilidades externas, pero tiene que
hacer uso de las crisis como un factor para reanalizar y reestudiar su
estructura hacia adentro y hacia afuera. Creo que es más que un punto de
vista de un Presidente de un país chico, es una cosa que es la
consecuencia de los hechos que estamos viviendo todos. Es más: la propia
situación de la Argentina, que tiene un intercambio comercial con Brasil
de cinco mil millones de dólares por cada uno, lo va a obligar a Brasil a
buscar otro mercado que reemplace en buena medida lo que la Argentina hoy
no le puede comprar. Piensen en toda la industria automotriz. Yo sé que
Argentina no es el comprador de la industria automotriz, que lo fue antes,
de la industria brasilera. De aquí que Brasil, al igual que el Uruguay,
esté procurando dentro de la ALADI hacer acuerdos con México. Esta es la
realidad. Y uno puede hacer discursos siempre que no desatienda la
realidad, porque en materia económica la economía, entre otras cosas,
es, digamos, testaruda. Quiere decir que la economía es fuerte,
consistente consigo misma, y puede más que nuestros discursos.
PERIODISTA:
(pregunta de periodista brasileña, casi inaudible)
PRESIDENTE
BATLLE: Yo creo que en el Uruguay, por suerte, las industrias brasileras
que se están radicando no han necesitado ese tipo de situación fiscal
que existe entre el Brasil y el Paraguay. Lo que yo sí no tengo duda es
aprovechar estas circunstancias para hacer un análisis global, un poco
más realista, de la situación del MERCOSUR. Me parece que eso es algo,
diría yo, cuasi impostergable.
PERIODISTA:
(pregunta casi inaudible)
PRESIDENTE
BATLLE: No, ese es un asunto distinto, no hay un tipo de compensaciones. Se
estableció en un acuerdo en el cual participó, acá, el señor Canciller
en su momento, el precio mínimo de
exportación de determinados productos lácteos a un precio de 1.900
dólares la tonelada, que iba a regir hasta tanto Brasil no vendiera por
debajo de ese precio y Brasil ha vendido a 1.450 a Argelia, por eso es que
la propia persona que manejó ese convenio hace estas declaraciones en la
Gazeta Mercantil, y siento que están dadas las condiciones para negociar
el convenio, lo que le va a permitir al Uruguay colocar en Brasil a los
precios más realistas que Brasil está hace tiempo utilizando como precio
de exportaciones. Eso seguramente va a ser tramitado a la brevedad entre
los representantes de ambos países.
PERIODISTA:
(pregunta ininteligible)
PRESIDENTE
BATLLE: No, no, eso no tiene nada que ver, eso es un asunto que no está
internalizado como norma del MERCOSUR, sino simplemente es un acuerdo
entre las partes.
PERIODISTA:
(pregunta ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: El Uruguay no es que precise más
independencia. Yo creo que lo que el Uruguay precisa es, digamos, observar
con realismo lo que nos está pasando. Se podrá imaginar que si en vez de
exportar 500 millones de dólares estuviéramos exportando 900 al Brasil,
la confianza sería muy otra, o sea que son realidades. Hemos perdido el
50% de las exportaciones en Brasil y casi el 70% en la Argentina, lo que
significa que tenemos que salir a buscar otros mercados y tenemos que
salir a buscar otros compradores, porque de lo contrario, ¿cómo crece un
país? El país no puede crecer solamente ajustándose, apretándose el
cinturón, porque los que se apretan
el cinturón en las economías son simplemente los más pobres.
Cuando se hacen ajustes, del tipo de ajuste de gastar menos, los que más
sufren son los que menos tienen. La segunda cosa, vine a Brasil, en primer
lugar, porque hacía tiempo que no tenía una conversa personal y
particular con el presidente Cardoso, salvo cuando nos encontramos en las
reuniones comunes. Y las obligaciones que tenemos de mantenernos en
contacto, con todos los problemas bilaterales y regionales, son razones
suficientes para tener una relación más a menuda y más fluida con el
presidente Cardoso. Pero, al mismo tiempo también, para poner arriba de
la mesa algo que tanto él como yo conocemos.
O sea, son las
iniciaciones al análisis de lo que eventualmente se puede hacer. Si los
tiempos son iguales para todos, deseosos
estamos de conversar todos juntos. Ojalá los tiempos sean los mismos para
todos. Los tiempos del Uruguay son chicos, porque tienen el tamaño del
país; los tiempos del Brasil son más grandes, porque también tienen el
tamaño del país.
PERIODISTA: (pregunta ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: Bueno, sobre lo que opina el
Presidente Cardoso le ruego que le pregunte al Presidente Cardoso. Yo
hablo por mí y no tengo ningún derecho ha hablar por nadie más. Con
respecto al Uruguay, yo le quiero decir que el Uruguay en primer lugar ha
sido siempre muy estricto en cuanto a cumplir con los extremos del
MERCOSUR, todos, todos. Yo le diría que hubo más para el Uruguay
inclusive, cuando nosotros nos incorporamos al MERCOSUR, deseosos de
participar, hubo algo que fue una primera etapa, desmantelamos la
industria, porque en la competencia con los industriales argentinos y
brasileros el que sobrevivió era porque estaba muy apto para sobrevivir.
Quiere decir que tuvimos tres shocks. Eso no quiere decir que el MERCOSUR
no funcione. Eso quiere decir que el MERCOSUR tiene que adaptarse a la
nueva realidad. Y me parece que lo inteligente de todos nosotros es ver
esa realidad y adaptarnos a la nueva realidad. Mire Chile, se sienta con
nosotros, discute con nosotros, pero participa de una estructura
económica completamente distinta. Entiende
que el MERCOSUR es un proyecto político, pero no está integrado
económicamente y, por tanto, está buscando otro tipo de soluciones.
Cuando nosotros estamos llegando a tener un intercambio comercial con
México de 100 millones, Chile le vende mil. Quiere decir que ni Brasil,
ni la Argentina, ni el Paraguay, ni el Uruguay, pueden desatender las
realidades. Las realidades pueden más que los discursos.
PERIODISTA: (pregunta ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: Yo le
diría a usted, yo le contestaría a usted lo siguiente. Yo creo que esta
es la primera oportunidad en que estuvimos conversando de las cosas tal
como ellas pasan. No hemos tomado ninguna resolución y menos el Uruguay
le pretendía plantear al Brasil una decisión de esa naturaleza. No, para
nada. Pero, hemos conversado
de la realidad en la que vivimos. Y yo creo que la respuesta, no puede ser
una respuesta diciendo "esto no o esto sí". Tenemos que ser un
poco más inteligentes, tenemos que darnos cuenta de las diferencias y
dificultades que todos tenemos y tenemos que tratar de analizar esas
diferencias y esas dificultades. Y estamos en un proyecto, y estamos en un
proceso que no lo hemos planteado para resolverlo hoy, no lo hemos
informado para resolverlo hoy. Hemos puesto las cosas arriba de la mesa
porque son cosas que las conocemos todos. Y lo peor que nos puede pasar en
la vida es que nos hagamos trampas a nosotros mismos, que todo lo que
sabemos no nos lo digamos y que nos lo ocultemos. Si lo sabemos; si
sabemos cuales son nuestras recíprocas dificultades. Entonces, lo
importante es ponerlas arriba de la mesa y darnos tiempo para pensarlas.
Vamos a tener todo un año para analizar estas cosas Estas cosas no son
cosas de un día para el otro. Van a transcurrir todo un año y en un año
las cosas políticas van a ir cambiando en Europa, en los Estados Unidos,
en la Argentina, con nosotros, pero es un proceso que nosotros no podemos
ignorar: cometeríamos un error si lo ignorásemos.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: ¿En
la Cúpula de Madrid? Mire, yo creo que en la Cúpula de Madrid las
negociaciones van a estar limitadas -según en su momento lo manifestó el
representante español- a declaraciones
de carácter político reafirmando nuestro recíproco interés, porque es
notorio que existen procesos políticos electorales importantes en Europa
que quizás impidan tomar decisiones mayores y porque además si no se ha
cambiado este escenario según las comunicaciones que se nos hicieran por
parte del delegado español en reciente reunión con todos los embajadores
latinoamericanos, estas materias Europa preferiría analizarlas en el
plano multinacional, multilateral, o sea en el plano de la OMC. Es más:
se nos informó en ese momento de que estaría firmando un acuerdo con
Chile, en abril, entre Europa y Chile -mayo, mejor dicho- y que con los
demás países habría declaraciones de carácter político pero no
habría adelantos específicos en las negociaciones y que se pretendía
que esto se derivara hacia las organizaciones multilaterales.
PERIODISTA: (pregunta ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE:
En realidad, de Florianópolis usted tiene mala memoria porque yo sé lo
que dije yo con respecto a Chile y yo le dije a Chile que hacía bien en
negociar: le dije que pusiera las patas contra la barranca y que negociara
duramente porque nos iba a abrir el camino para negociar. Y además le
debo asegurar que tuve participación activa en la Declaración de
Asunción para revivir el Rose Garden Agreement, o sea el 4+1. Siempre he
sido partidario de negociar con los Estados Unidos colectivamente y como
veo que colectivamente no se negocia soy partidario de explorar la
negociación bilateral de forma de tener durante este año las
posibilidades de que el acontecimiento del Trade Authority le permita a
estos países del MERCOSUR entrar en una negociación más activa con los
Estados Unidos.
Me permito decirles que
acabo de llegar de Monterrey, que es una ciudad que según la información
que recogí en el lugar, se ha transformado en una ciudad de crecimiento
vertiginoso después del acuerdo entre Estados Unidos y México.
Quisiera recordarles simplemente que en el año de 1991 México
vendía al mundo 29.000 millones de dólares y hoy vende 160.000 millones,
el doble de Argentina y Brasil juntos. Por tanto, debo decirles que si el
MERCOSUR tiene que negociar para afuera todos juntos, hay que hacerlo
rápido, porque los pueblos no esperan.
PERIODISTA: (pregunta inaudible)
PRESIDENTE BATLLE:
Nosotros vamos a comenzar nuestras conversaciones con los Estados Unidos
el día 12 de abril, con los planos que le acabo de definir. Primero
están los administrativos, segundo las cosas que tienen que ver con el
sistema general de preferencias y luego ver cómo podemos argumentar o
cómo podemos racionalizar esa negociación dentro de las relaciones
bilaterales y los necesarios, las
necesarias realidades que el MERCOSUR
debe reconocer.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: No se
apuren si me quiere sacar bueno. No pregunte las cosas que van a pasar o
que no van a pasar dentro de años, pregunte si va a estar vivo para
entonces.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: El
sistema general de preferencia que es un sistema que Estados Unidos
establece para modificar los aranceles de algunos productos que llegan a
su país, en donde están comprendidos prácticamente muchísimos países,
también el Brasil; o sea, no es un sistema bilateral, es un sistema que
vota todos los años el Congreso de los Estados Unidos, se incorpora una
serie de artículos, por ejemplo, existe un sistema general de
preferencias que incorpora un beneficio arancelario para el cuero, eso es
para todos que exportan cueros, no es para el Uruguay.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: No es
el Uruguay, es una cosa general. O sea, que algunos países han sido
incorporados en tales o cuales artículos y otros países no. Pero no es
un sistema que resulte de un acuerdo bilateral de comercio llamado...
dentro de las normas como tiene por ejemplo Jordania o como tiene Israel o
como lo está discutiendo Singapur. Eso es una cosa completamente
distinta. El Sistema general de preferencias es un sistema legislativo que
existe en el Congreso americano y que se aplica a una cantidad enorme de
productos en donde hay rebajas totales o parciales de aranceles, para el
ingreso de determinadas mercaderías.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: No, lo
que nosotros estamos intentando es que se incorpore al Sistema General de
Preferencias algún tipo de artículos nada más.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: No,
no, nada.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE:
Nosotros estamos planteando cerámicas, cerámicas,
en donde ya hay otros países que tienen beneficios en el Sistema
General de Preferencias con respecto a los aranceles en esa materia.
Uruguay está planteando cerámicas planas de revestimiento.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE:
Estimado amigo, son dos cosas completamente distintas. Nosotros en el
MERCOSUR tenemos un acuerdo,
un arancel externo común, ¿no es verdad? Arancel externo común que en
algunos casos se modificó autorizando a la Argentina, en tiempos de
Cavallo, especiales entre
nosotros, ¿no es verdad? ¿Por qué se hizo? Se hizo porque se sintió
que la Argentina tenía esa necesidad, y la sentimos todos. ¿Será
posible que esas cosas que se han dado para países grandes, en algún
momento se puedan discutir para países más chicos? ¿O no será posible?
Eso será un asunto que tendremos que mirar, que tendremos que ver . No es
un asunto para resolverlo hoy, pero es una realidad y la realidad no nos
puede dejar de hacernos ver los distintos valores que hay entre nosotros.
Porque, usted, ¿quiere que el Uruguay desaparezca? ¿Usted cree que el
MERCOSUR va a prosperar si el Uruguay desaparece? ¿No es verdad que no? Y
Argentina, ¿usted cree que va a prosperar el MERCOSUR si la Argentina no
puede pervivir. ¿No es verdad que no? O sea, ¿el MERCOSUR puede andar
bien si Brasil anda mal? ¿No es verdad que no? Por tanto, tenemos que
buscar un sistema que nos ayude a todos.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE BATLLE: Mire,
usted lo que está planteando, estimado amigo, es un asunto que tiene un
carácter profundamente técnico, ¿no es verdad? Que se podrá imaginar
que se lo voy a contestar de una manera absolutamente general. A mi lo que
me gustaría es que el MERCOSUR, con
tarifas bajas y muy abierto al mundo, porque esa es la que yo creo que es
la forma de nuestras economías crecer. Cuando yo veo a Chile que tiene 6%
de arancel lineal común e igual puede crecer, me parece que el sistema no
es tener tarifas altas, es tener tarifas bajas. Pero yo comprendo que los
ritmos de Chile
son unos, los ritmos de Brasil son otros y los ritmos de Uruguay también
son otros. Pero, por tanto, nadie puede obligar al prójimo, al otro, a
hacer lo que el otro entiende que no le sirve. Yo no le puedo pedir a
Brasil que pague nuestra estructura
arancelaria externa porque crea que es mejor el punto de vista del
Uruguay. Tenemos que respetarnos recíprocamente y comprendernos
recíprocamente. Por eso digo que los tiempos no son iguales, los ritmos
no son iguales, los países somos diferentes y, por ende, las políticas
que hoy usted puede aplicar en este país no las puede aplicar en este
otro en el mismo momento, porque parte de realidades distintas. Chile
vivió una realidad que lo condujo, en medio de un trastorno social
terrible, a esta situación y esta situación hoy le sirve, le conviene.
Pero, evidentemente, Brasil no está en condiciones de hacer eso. El
Uruguay está en el medio, ¿vio? Es como el jamón del sándwich y, por
tanto, tenemos que tratar de tener este caso arriba de la mesa, para
analizarlo.
PERIODISTA:
((pregunta ininteligible)
PRESIDENTE
BATLLE: No, yo lo que digo es que lo más importante de la reunión de hoy
es que, como decimos los uruguayos, "pusimos toda la carne en el
asador". O sea, las cosas se pusieron arriba de la mesa y
conversamos. Y conversamos abiertamente y todos entendimos la realidad del
otro. En la vida, no se puede andar en la vida sin entender al otro. El
Uruguay no le puede pedir al Brasil ritmos que le piden al Uruguay. Eso es
lo fundamental acá. Y, por tanto, tenemos que buscar inteligentemente una
forma de unidad que la Unión Europea eligió un camino con un objetivo
para atender a los países más débiles, que no es el camino que podemos
elegir nosotros hoy porque no tenemos los recursos que dispuso la Unión
Europea. O tenemos que inventar otros, ¿no? No es fácil, pero es mucho
más interesante, porque si fuera fácil hoy estar acá sería aburrido.
PERIODISTA:
Presidente, hablando...
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Es la última?
PERIODISTA: Sí,
la última (pregunta ininteligible)
PRESIDENTE
BATLLE: Me parece bien.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE
BATLLE: No, si yo voy al gimnasio.
PERIODISTA: (pregunta
ininteligible)
PRESIDENTE
BATLLE: No, no, no qué voy a ir sólo. No, voy acompañado, primero llevo
a mi señora, es la mejor compañía, imposible. No, no, nosotros vamos a
ir a China en octubre. Bueno, muchísimas gracias.
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