10/04/2002   

URUGUAY Y COSTA RICA INCENTIVARAN SU INTERCAMBIO COMERCIAL

Los presidentes de Uruguay, Jorge Batlle, y de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez, acordaron incentivar el intercambio comercial entre los países, según expresaron en una conferencia de prensa conjunta celebrada en la Casa Presidencial, en el marco de la visita oficial que realiza el mandatario uruguayo a este país.

Declaraciones de los presidentes de Uruguay y Costa Rica

PRESIDENTE BATLLE: Excelentísimo Sr. presidente de la República de Costa Rica, particular amigo a usted y a su señora esposa, particulares amigos nuestros, del Uruguay y nuestros, señores integrantes del gobierno de Costa Rica, niñas y niños de la escuela, de la gran educación de nuestro país. ¡Qué fácil le resulta a un uruguayo decir cuatro o cinco cosas cuando llega a su casa!, porque yo aquí hablo como si estuviera en mi casa. Hace no mucho vino aquí antes que yo otro Presidente del Uruguay, un particular amigo mío, el Dr. Julio María Sanguinetti, que hizo un discurso precioso y que dijo una cosa que yo quiero repetir recordando sus palabras; en donde exista un costarricense, aunque uno sólo quede, allí existirá la libertad. Y, por tanto, para un uruguayo decir eso y repetirlo y reiterarlo es hablar de lo que para nosotros más importante es en la vida. No hay forma de crecer en la vida, ni de las personas ni de los pueblos, si no se hace en libertad. Costa Rica y el Uruguay son ejemplo de eso. Y lo que Costa Rica ha hecho por su pueblo y lo que el Uruguay intenta hacer por el suyo es expresión de esa decisión absoluta de crecer en libertad y desde la libertad. Libertad que pasa además por el hecho central de que cada uno de nosotros pueda ser formado plenamente en sus capacidades y calidades. Por eso tanto para Costa Rica como para el Uruguay la enseñanza es algo fundamental. Habló el Sr. presidente de Costa Rica de un gran escritor del Uruguay, de un gran hombre; José Enrique Rodó. Yo quiero hablar de otro que se llamó José Pedro Varela, que fue anterior, que llegó a los Estados Unidos allá por el año de 1870 y poco y se encontró con otro gran americano que se llamaba Domingo Sarmiento, Domingo Faustino Sarmiento, que fue un gran argentino que después fue presidente de la República de su país. Varela era un educador, un maestro de escuela, un pensador y cuando llegó allá a los Estados Unidos y empezó a ver cómo era la educación primaria de Horacio Mann, Sarmiento le dijo; bueno, si querés  hacer una República hay que formar republicanos y para formar republicanos hay que tener una gran educación. Y creo que es a partir de ese sentimiento de libertad y de esa piedra fundamental que es la educación que la sostiene, que la agranda, que la hace lucir luminosamente en cada uno y en todos nosotros es que Costa Rica y el Uruguay han podido crecer, hacer lo que han hecho desde su pequeñez, desde la escasez de sus recursos, desde lo chico de su geografía pero de lo grande de su espíritu y de su valor, de su honorabilidad y de su respeto a aquellas cosas que valen la pena ser respetadas y queridas; la patria, la libertad y la dignidad. Estoy en mí casa, sí exactamente Sr. presidente me siento en mi casa. Y como estoy en mi casa puedo hablar a corazón lleno y decir; viva el pueblo de Costa Rica.  

PRESIDENTE RODRIGUEZ: Señor Presidente del Uruguay Jorge Batlle. Queridas amigas, queridos amigos, es un motivo de especial satisfacción para Costa Rica tener una visita de un presidente de un país al que admiramos y queremos, porque pese a la distancia geográfica compartimos y nos sentimos muy cercanos. Y tener además la enorme oportunidad de que sea el Presidente Batlle quien hace esta visita como presidente del Uruguay. Un amigo que todos los costarricenses admiramos por sus luchas francas, abiertas, en favor del comercio internacional, en favor de la inversión, en favor de los flujos de financieros adecuados, en defensa de los derechos humanos, en defensa de la democracia. Y que une un magnífico estilo con una visión pragmática de las cosas que de verdad interesan a nuestros pueblos para progresar y para vivir juntos. Y el espíritu  especial, por la cual tenemos la mejor de las suertes de tener a un visitante tan distinguido, con él hemos dialogado sobre el tema relacionado con el desarrollo del continente latinoamericano, con el futuro que tenemos que construir, buscando oportunidades de trabajo y de empresas para nuestros pueblos, oportunidades de educación y de superación que solo se pueden obtener con la construcción de las mismas.

También con el Sr. Presidente hemos dialogado,  y hemos conversado de nuestros esfuerzos en relación con el tema de los derechos humanos. Y en este campo hemos tomado la decisión, hemos compartido en forma de acompañar como copatrocinadores del pueblo uruguayo, de la posición que en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se sostiene. En la cual estamos reconociendo los derechos ciudadanos que no hay en Cuba, en el campo de derechos económicos, pero señalando  que existe necesidad de continuar el progreso de los derechos humanos en Cuba, que es un país de nuestro continente y que tenemos nosotros en nuestro continente y dentro de eso estamos solicitando que el Alta Comisionada de  Derechos Humanos de Naciones Unidas, posición que se debe a una lucha de muchos años, diecinueve años de protestas en las Naciones Unidas tratando de obtener que la Alta Comisionada envíe una delegación a Cuba para rendir un informe sobre la situación de los derechos humanos. Es una ponencia del Uruguay, que la compartimos en la Comisión de Derechos Humanos y que nos sentimos muy orgullosos de poder estar a la par de Uruguay en esta presentación, que cambia la manera de hacer la cosas, y que vamos a una observación,   es decir a un seguimiento posterior a esta observación, para de alguna manera objetiva y distinta de referirnos al tema de Derechos Humanos. También  con el Sr. Presidente de Uruguay, hemos compartido sobre la presentación que Costa Rica hizo primero en la reunión del Grupo de Río, reunión de cancilleres, relacionado con la necesidad de cambiar los procedimientos de la Comisión y de ir a un sistema objetivo y bien organizado de evaluación de la situación de los Derechos Humanos que nos pueda llevar a desarrollar un instrumento similar al instrumento que Naciones Unidas ha desarrollado para tener un índice de desarrollo humano. Y de la misma manera que Uruguay(,...) un trabajo objetivo que ha realizado para tener un índice de desarrollo humano haya índice generalizado de objetivos, de análisis de la situación de los derechos humanos que desde que desde ya signifique un medio para garantizar y para promover  el avance en el campo de los derechos humanos. Y una gusto poder compartir con el señor Presidente del Uruguay sobre estos temas. De manera que nos sentimos muy honrados de esta visita y nos sentimos también muy contentos de poder acompañar a Uruguay en esta posición.

PRESIDENTE BATLLE: Excelentísimo señor Presidente de Costa Rica, estimado amigo Miguel Angel Rodríguez, y  señor  Canciller, señoras y señores. Seré muy breve, seguramente ustedes quieren disponer de tiempo para poder gobernar. Se podrán imaginar que para cualquier uruguayo, más para el  representante del pueblo del Uruguay llegar a Costa Rica es algo como volver a estar en su propia casa tan así nos sentimos los uruguayos en Costa Rica, con quien compartimos desde hace muchos años ideales comunes y con quienes además hemos trabajado siempre en común, hemos siempre coincidido en practicamente en todos estos temas, los temas fundamentales de la libertad, los temas que hacen a la institución de la democracia y de su funcionamiento pleno, tanto en el marco de la garantía de los derechos políticos, de los derechos sociales y los derechos sindicales, de los derechos educativos, como en lo que tiene que ver también con las cuestiones internacionales, porque el Uruguay, Costa Rica igual, sienten que la globalización dista de ser perfecta, la globalización no existe, existe en un solo sentido y no en ambos sentidos, y por tanto no existe la globalización. Existirá la globalización cuando tengamos la misma libertad de acceso a los mercados que, a su vez, han pretendido como situación de digamos de base, del  análisis de la estructura del comercio, que es esencial a la vida de los pueblos y esencial a la democracia, la necesidad de una política de apertura, y no una apertura que va hacia una sola vía. No como fue en el siglo XIX en donde si hubo una civilización atlántica , y una globalización real donde la apertura era de doble vía. Había un acceso a los mercados europeos como lo había de Europa hacia América, o igual de Europa hacia América, y nuevamente hacia Europa. Y tampoco en  términos generales de América a los Estados Unidos, salvo en aquellos casos en donde estamos promoviendo los acuerdos bilaterales de comercio del tipo similar al que ha venido realizando México con el NAFTA, con Canadá y Estados Unidos, y al eventual que se propone por parte de Estados Unidos con Centroamérica, que lo vemos como algo muy favorable a la prórroga y la extensión de los beneficios que le ha dado la legislación americana a los países del Grupo Andino, al eventual acuerdo de Estados Unidos con Chile y al que hemos comenzado nosotros también con los Estados Unidos en situación dentro del MERCOSUR, que en Asunción trató de volver a poner en pie el viejo acuerdo del “4+1” que se celebrara entre los países del MERCOSUR  y el gobierno de Bush padre en el año de 1991. Así que, como me comprenderán ustedes, para los uruguayos estar acá, en Costa Rica, es como sentirse en su casa. Tenemos identidad absoluta en todo lo que pensamos y hacemos, y nos resulta muy fácil trabajar en común. Por eso nos ha resultado muy fácil siempre apoyar los esfuerzos reiterados de Costa Rica, señalados a través de la Declaración de San José de los Derechos Humanos, de la existencia e instalación y vigencia de la Corte que hace de juez supremo para la vigilancia de los mismos, y del proyecto de Costa Rica con el propósito de que haya un mecanismo objetivo para juzgar cómo están de vigentes en cada país esos derechos humanos, fundamentalmente, los derechos de la colectividad y de los ciudadanos en el orden político, y que ello sea el reemplazo del sistema que actualmente nos rige.

Quiero señalar, además, que estamos en Costa Rica en un momento muy particular. Nos recibe aquí un gobernante que dentro de poco tiempo va a dejar de serlo, porque como es lógico y es natural, y a nadie le extraña, ha ocurrido lo que es natural en Costa Rica, una elección libre, una votación democrática. Y eso que es natural aquí, en Costa Rica, y es natural en el Uruguay, y que sucede siempre desde hace muchos años, es una cosa que es bueno decirla de vez en cuando, porque como es tan natural parecería que no fuera el fruto de un esfuerzo concluyente y extendido a lo largo del tiempo, pero es así. Lo natural es, precisamente, que, tanto Costa Rica como Uruguay, pensamos que este tipo de sistemas democráticos que durante muchos y muchos años no han sido interrumpidos nada más que en forma excepcional, lo que hace que se confirme regla.

Con respecto al tema de los derechos humanos, es cierto sí que Uruguay ha presentado una declaración ante el Comité de Derechos Humanos, que ha sido –digamos- conversada, analizada con otros países, y fundamentalmente con Costa Rica, declaración que solicita a la Alta Comisionada de Naciones Unidas, de Derechos Humanos, que disponga el envío de un representante personal para que su oficina coopere con el gobierno de Cuba en la aplicación de la siguiente resolución. Se exhorta al gobierno de Cuba a tomar todas las medidas necesarias para la efectiva realización de dicha visita, tan pronto como sea posible, y decide seguir examinado esta cuestión en su próximo período de sesiones en relación con el mismo tema del programa, ocasión en la que el representante  personal de la Alta Comisionada efectuará su informe sobre la aplicación de la reciente resolución.

No estamos procurando ningún tipo de sanción, no nos creemos jueces. Lo que sí decimos es que lo que pretendemos es que se celebre  una visita de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, como órgano superior, instrumento del cual todos participamos por ser miembros de Naciones Unidas y que se le habilite, por parte del gobierno de Cuba,  a que recorra su país y que haga su informe correspondiente, iniciar un seguimiento para ver cómo, efectivamente, estas cosas se pueden ir desarrollando.

Creo que eso le hace bien al sistema, le hace bien a Cuba, a su autoridad y a su pueblo, y le hace bien a los países latinoamericanos de poder tomar una posición totalmente independiente, que claramente establece lo que nos interesa y lo que nos preocupa, y lo que nos ocupa. Aquí nosotros no somos jueces ni vamos a dictar sentencias, ni sanciones. Lo que queremos es que, si tenemos un Alto Comisionado para los Derechos Humanos, concurra a Cuba y que haga la misma tarea.

Desde ya quiero agregar de que en otros temas, particularmente la reunión de Monterrey, coincidimos con los demás países del continente en algo que nos parece fundamental, que lo señaló el doctor Kohler, director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, en su intervención: en primer lugar, los países tenemos todos realidades diferentes, aunque tenemos problemas comunes en cuanto a nuestro desarrollo, a nuestros sectores marginados, todos somos realidades diferentes y que nos debe tratar a todos como lo somos: totalmente diferentes. En segundo lugar, de las cuatro distintas áreas, de las cuales el Fondo Monetario señaló que había necesidades, digamos, de atenderlas a ellas en forma prioritaria, coincidimos en que la primera de ellas es el comercio. Sin comercio lo demás no existe. O sea, nos dan crédito para hacer la educación, formamos a los jóvenes, los educamos, los preparamos tanto para competir con sus conocimientos en cualquier lugar del mundo, como luego no pueden encontrar un camino, tienen que ir a los lugares a donde allí sí pueden desarrollar su vida, crecer, tener su familia y hacer su destino. Y, por tanto, para que todo esto sea operativo, funcione, sea real más allá de las declaraciones, más allá de que se aumente el porcentaje del Producto para dar ayuda a los países no desarrollados, o en vías de desarrollo, creo que lo importante es el comercio. El señor Moore, director de la OMC, que hizo un discurso también para mi particularmente importante en Monterrey, mostró con claridad como una pequeña apertura en el comercio internacional significa en cifras muchísimo más que la más importante de las ayudas que puedan recibir los pueblos. O sea, es a través del comercio, como hacia adentro de las sociedades y hacia fuera, se genera los recursos que hace posible que los gobiernos contribuyan con su conducta honorable y correcta a desarrollar sistemas, cada día, de mayor eficacia y de mayor justicia hacia el interior de sus países.       

Pero como, seguramente, es a ustedes más que a nosotros los que les interesa preguntar, yo les agradezco particularmente al señor presidente de Costa Rica en habernos dado la oportunidad de estar aquí, en este hermoso país, y de participar con ustedes en el festejo natural que debe tener todo latinoamericano cuando llega a este país, a un país pequeño, demócrata, y que además está siempre a la vanguardia de las ideas que conducen a fortalecer el sistema democrático. Muchas gracias.    

PERIODISTA: Uruguay es miembro del MERCOSUR, también vecino de la Argentina. Ahora, todo el mundo  se preocupa mucho por la situación de Argentina, quizás tenga un impacto especialmente sobre el MERCOSUR. Me gustaría saber cuál es su opinión, digamos como testigo y como vecino, sobre la situación de Argentina.  

PRESIDENTE BATLLE: Me corresponden las generales de la ley, porque soy vecino y, además, usted se imaginará que en el Uruguay, que el que no tiene padre argentino, madre argentina o esposa argentina, es muy raro. Yo tengo madre argentina, que tiene 95 años de edad, mi primera señora era argentina y conozco tres cuartas partes de Argentina. Así que se podrá imaginar si tengo relaciones con la Argentina, como todo uruguayo. Usted sabe que el Uruguay, como es un territorio geológico muy antiguo, que no tiene terremotos como hay en otros lugares del mundo, con fuertes escalas Richter. Bueno, allá el terremoto es más alto de lo que usted se puede imaginar, debido a la situación originada por la República Argentina. Pero de la Argentina ha venido siempre mucha cosa al Uruguay, mucha cosa buena. Mi mamá, por ejemplo, es una de ellas. Pero, más que eso, ha venido el desarrollo turístico uruguayo en buena medida es el fruto de la inflación argentina: el 85 por ciento de los turistas que físicamente, 2 millones de turistas, convoca el Uruguay por año, son argentinos. Hay una inversión argentina muy fuerte de la industria en el comercio local, hay una inversión argentina muy fuerte en la actividad agropecuaria en el Uruguay. Por tanto, hemos tenido siempre relaciones comerciales positivas muy fuertes. Eso determina que cuando a la Argentina le va mal, también nos pega a nosotros. En este caso hemos sido castigados por varias cosas muy importantes. En primer lugar, la aftosa. Uruguay es un país libre de aftosa sin vacunación, la Argentina estuvo durante un año con aftosa en todo el territorio, no vacunó adecuadamente y como tenemos fronteras muy extensas y muy fáciles de trasladar las bacterias, que no reconocen las fronteras, las bacterias no han sido todavía –digamos- domesticadas genéticamente para reconocer las fronteras, y así en el Uruguay hemos perdido el acceso a los mercados no aftósicos y, además de eso, hemos perdido años porque para recuperar esa posición que nos permite mejores precios y más libertad en los mercados, tardaremos años. Hemos perdido dinero, hemos perdido expectativas de crecimiento, hemos perdido enormemente. En segundo lugar, hemos perdido turismo. Vino la mitad de la gente y, además, la mitad de la gente gastaba la mitad de lo que podía gastar antes. En tercer lugar, hemos tenido repercusiones financieras. Los bancos argentinos en el Uruguay, como el caso del Banco de Galicia, ¿qué pasó? Tenía una sucursal en Montevideo, había depósitos en Montevideo, como no podían sacar los dineros de los bancos argentinos, iban a Montevideo a sacar los dineros de los bancos de Montevideo para poder vivir. Eso determinó que ese banco, que no podía recibir de su casa central los recursos financieros para atender sus obligaciones y que al poco tiempo tampoco pudo cobrar en la Argentina sus créditos, tuvo que ser finalmente intervenido por el estado uruguayo, clausurado. Después el otro banco, un banco nacional muy importante, cuyo directorio está integrado por las mismas personas que integran un banco argentino, que aunque no tengan jurídicamente ningún tipo de relaciones, ha tenido problemas entre los socios, originados por problemas ocurridos en la Argentina y eso también nos ha hecho daño.

El otro daño que también nos ha hecho es que hemos perdido el 66 por ciento, el 66 por ciento de la exportación uruguaya tradicional a la Argentina. O sea, por 800 millones de dólares del año pasado, con suerte, les exportaremos 120. El otro es que todas las señoras uruguayas concurren a Buenos Aires a comprar barato. ¿Por qué? Porque allí nada vale nada y eso todo es, gravita en nuestra economía.

Ahora, ¿cómo se va a resolver el problema argentino? Bueno, para mí la primera cuestión del problema argentino es restablecer la confianza del país con el sistema financiero erosionado, con la profundidad que lo está en la República Argentina, no tiene capacidad de funcionar normalmente en el mundo de hoy. Espero que el Fondo Monetario y que la República Argentina sigan conversando, que entren a un entendimiento para encontrar caminos para restablecer la operación del sistema financiero argentino. ¿Señor?

PERIODISTA: Esta resolución que insta al gobierno de Cuba a reconocer los derechos humanos, civiles y políticos, se suavizó porque en un principio Usted había mencionado que Uruguay, Argentina y Costa Rica iban a hacer una propuesta mucho más enérgica al gobierno cubano. ¿Estoy en lo cierto?

PRESIDENTE BATLLE: No está en lo cierto. En primer lugar nunca tuvimos un acuerdo con la República Argentina para hacer ninguna propuesta. Nosotros  siempre pensamos de la manera que nos estamos expresando. Porque nosotros los uruguayos –los costarricenses opinan igual- no creemos que seamos países que tengamos derecho a sancionar. No estamos actuando aquí como jueces. No tenemos derecho a sancionar. Tampoco creemos que una sanción sea conducente porque nadie la saca y por tanto ello no lleva a ningún extremo; nada más que a reiterar un planteo que no tiene, digamos, otro propósito que enunciar que hay una situación que debe ser corregida. Lo que nosotros queremos es que haya un mecanismo para generar los cambios. Entendemos que el único mecanismo posible en este mundo globalizado es a través de una Organización de la cual todos formamos parte, que son Naciones Unidas, que tiene un funcionario especial, un organismo especial, que es esa ciudadana, esa persona, que es la encargada de esas funciones. Le pedimos al gobierno cubano que la reciba y que la habilite a que ella actúe y que ella haga un informe, de la misma forma como ella concurre a cualquiera de nuestros países. Esa fue siempre nuestra idea, desde el primer día y nunca la concertamos con la República Argentina. La República Argentina ha estado ocupada en otras cosas, así que nunca la concertamos con ellos y prácticamente no la concertamos con nadie. Con quien la conversamos fue aquí con el gobierno de Costa Rica. Sabemos que otros gobiernos pueden participar de ese planteo, de esa solución, y como nosotros somos los que habilitamos el mismo, seremos los que tendremos que defenderlo ante la Comisión. Porque esto no es un problema de que tenga muchos votos o  que tenga pocos votos. Es mucho más importante. Acá no se trata de ganar o perder; acá se trata simplemente de habilitar algo que todos tenemos la obligación de abrir nuestras puertas ante un Comisionado de Naciones Unidas.

PERIODISTA: ¿En cuanto al problema de Cuba para cuándo podía estar solucionado y qué resultados se esperan?

PRESIDENTE RODRÍGUEZ: Señor Presidente: yo quiero ratificar lo que señaló el señor Presidente de Uruguay de que nunca Costa Rica ha estado produciendo ninguna resolución de condena y que hoy nos hemos adherido para la presentación del Uruguay, para que quede bien claro entre nosotros. En segundo lugar, esto es una propuesta que tiene que resolver la Comisión, ya le corresponderá a la Comisionada informar. En tercer lugar, quiero aclarar que esto no es hecho contra nadie. Costa Rica es firmante de un Acuerdo abierto, para, que nosotros hemos dicho que estamos en la construcción siempre, permanentemente, de vías que habiliten la presencia de la Alta Comisionada y de los funcionarios de Derechos Humanos. De manera que no nos parece mal que Cuba también acepte una visita. Nosotros hemos firmado un Acuerdo abierto para que cuando quiera la Comisionada, como lo hizo en Costa Rica, para inspeccionar derechos humanos. Creemos que todos los países del mundo  deberían firmar este convenio abierto, para propiciar un sistema objetivo y abierto que garantice los derechos humanos. 

PRESIDENTE BATLLE: Reitero lo que ha dicho el señor Presidente con respecto a la Declaración de Monterrey. Para nosotros el tema del comercio es un tema prioritario que está por encima inclusive de la situación de Monterrey. Porque si Costa Rica y nosotros estamos dentro de este sector de países que van a recibir una ayuda, digamos, sin tener que devolver. O sea que lo que nosotros necesitamos es crecer desde nosotros mismos, vender el trabajo de nuestros habitantes, para lo cual necesitamos acceso a los mercados. Me da la impresión de que la política norteamericana se orienta mucho más hoy por acuerdos bilaterales con regiones o con países que el del acuerdo general del ALCA. Lo muestran algunos hechos políticos importantes ocurridos recientemente en la visita del Presidente Bush a Salvador, a  Perú, en el acuerdo en trámite con Chile y en las conversaciones bilaterales que se inician con el Uruguay el próximo viernes en Montevideo. Es con este propósito que estamos trabajando. Y cuando más rápido mejor.

PERIODISTA: Presidente Batlle, quisiera que me refrescara un poco cuáles son los países que están apoyando la presentación de Uruguay, porque hasta esta mañana se ha asegurado que en Perú estaban analizando una, está llegando una presentación. Entonces quisiera saber si...

PRESIDENTE BATLLE: Sí, no, me da la impresión que por información que yo tengo de los señores cancilleres del Uruguay y de Costa Rica, la presentación que se va a hacer es esta, que tengo sobre la mesa y, naturalmente, fundamentalmente con nosotros está co-participando los costarricenses y luego se van a adherir también a ella, creo que inclusive hasta los propios peruanos, que no van a hacer ninguna presentación propia. Sería una, por lo menos de América, sería una sola. 

Sí señor, voy a decirle...

PERIODISTA: La prensa de América Latina, toda, incluyendo la uruguaya, se menciona lo que le interesa a Estados Unidos la presentación de esta resolución. Tengo aquí copia de un artículo de un periódico uruguayo, que menciona su visita a Estados Unidos, en el cual dice -el periódico- que se habría conversado sobre la presentación de esta resolución. Yo quisiera preguntarle...

PRESIDENTE BATLLE: Pregunte tranquilo... 

PERIODISTA: No, no.

PRESIDENTE BATLLE: Porque me da chance de contestarle. Si quiere preguntar, pregunté.

PERIODISTA: Es que no es eso, no.

PRESIDENTE BATLLE: ...Hágame el favor, porque le voy a contestar igual. 

PERIODISTA: Muy bien, una opinión clara...

PRESIDENTE BATLLE: Pregunte tranquilo.

PERIODISTA: Yo quisiera preguntarle, primero; ¿por qué cree usted que Estados Unidos, que siempre es el más interesado en estas resoluciones, nunca las acepta? Y segundo ¿por qué cree usted que a su país le conviene presentar resolución como esa que, como sabemos bien, divide tanto a América Latina?

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, yo le voy a decir varias cosas. En primer lugar, es falso que al Uruguay le hayan planteado, en la visita que yo hice a los Estados Unidos y que hablé con el Sr. Bush, un tema con respecto a Cuba. Es más, en la agenda de la conversación bilateral yo introduje el tema. El tema no estaba. Lo puedo decir, porque un tal Sr. Novak, publicó en el Washington Post,  un artículo diciendo que yo había planteado, en la conversación bilateral, hizo una referencia a esa conversación que no fue una referencia correcta. Y no fue una referencia correcta, porque lo que yo planté era que había que levantar el bloqueo. El Uruguay entendía que había que levantar el bloqueo, que no es una posición nueva del Uruguay, es una posición muy antigua del Uruguay, que lo ha sostenido públicamente el Uruguay. El Uruguay ha sostenido públicamente que hay que levantar el bloqueo. Yo se lo planteé al Presidente Bush, y no es cierto  que el Presidente Bush me haya contestado alguna cosa sobre el tema, como lo dice el articulista, el Sr. Novak. Escuchó, y no hizo ningún comentario sobre el tema, punto uno. Punto dos, sobre este tema han habido resoluciones de la Comisión de Derechos Humanos del año anterior y de la actividad y del año, digamos, del año 1999 y del 2000, desde la administración anterior a la que yo dirijo en esta han habido resoluciones sobre Cuba presentadas por Checoslovaquia, por los checos. Eso fue lo que se presentó. Nosotros, en el Uruguay, creímos siempre, y creemos, en primer lugar que no le corresponde a un país de otro continente andar presentando resoluciones a propósito de lo que sucede en América. En segundo lugar, los americanos aunque quisieran no podrían presentar ninguna resolución porque no integran la Comisión. En tercer lugar nosotros, que hemos sido independientes y lo hemos sido siempre, es más; no solamente lo hemos sido expresando públicamente lo que yo le acabo de decir que dije en la reunión con el presidente Bush, sino que además de eso, nosotros -le vuelvo a decir- no creemos que podamos ser jueces para sancionar. Pero creemos sí, que debemos, tratar de persuadir a la autoridad de Cuba a que procese un progreso de los derechos políticos. Porque si hay alguna cosa que todo el mundo tendrá, una explicación u otra explicación,  algunos tendrán una explicación a favor de que ello no exista y otros tendrán otra. Pero hay una cosa  en la que no podemos disentir, en Cuba no hay derechos políticos. ¿Usted sabe una cosa? Dentro de 20 días se va el Presidente Rodríguez del gobierno, yo me voy dentro de 3 años, algunos se van después de 43. Adelante.