23/04/02
QUEREMOS LO QUE CUBA
NO TIENE: LIBERTAD
El
Presidente Jorge Batlle, enfatizó que no tiene sentido mantener las
relaciones diplomáticas con Cuba, y lo que Uruguay “quiere es que se
franqueé al pueblo cubano lo que cualquier pueblo democrático tiene y
que notoriamente allí no existe: libertad”.
El
primer mandatario uruguayo detalló la escalada de ataques por parte de
funcionarios del gobierno cubano y del propio Presidente cubano, Fidel
Castro, que “colocan las relaciones en un clima de agresión, en un
clima de agravio, ya no a una persona, sino a un país”, lo que provoca
“un distanciamiento en las relaciones que es inexorable”.
Entrevista
del Presidente Jorge Batlle con la prensa en el Edificio Libertad.
A
propósito de lo resuelto por la Comisión de Naciones Unidas, que trató
recientemente una propuesta hecha por el Uruguay, antes de que eso mismo
ocurriera y luego de haber ocurrido,
han habido -por distintos dignatarios de Cuba- algunas expresiones de subido tenor, a lo que el Uruguay
naturalmente como ustedes comprenderán ha tomado de ellas debida nota y
también las condignas resoluciones.
Antes
de ello yo quisiera simplemente expresar que la resolución que se votó
en la Comisión en Ginebra, por 23 votos, fue propuesta por el Uruguay y
fue co-patrocinada por un conjunto de países, algunos de los cuales
integran la Comisión y otros no la integran, pero que estaban también en
condiciones de copatrocinar esa resolución.
Yo
les he puesto por acá arriba de la mesa algunos ejemplares para que
ustedes puedan sacar copia de los mismos. Son 35 países los que
co-patrocinaron la resolución uruguaya, en donde están todos los países
de Europa menos Rusia, prácticamente todos los países de América que
algunos de los cuales no tanto como co-patrocinadores pero que también
votaron, como México y como Chile, salvo Brasil, que ha tenido siempre
una política de abstenerse en estos temas, más países de Asia y
Oceanía, como Japón, como Corea, como Australia. Luego es bueno señalar
los países que votaron en contra.
Los
países que votaron en contra fueron Argelia, Bahrein, Burundi, China,
Cuba, Congo, India, Indonesia, Libia, Malasia, Nigeria, Pakistán, Rusia,
Saudi Arabia, Sudáfrica, Sudán, Siria, Togo, Venezuela, Vietnam y
Zambia. Por tanto, salvo Venezuela y Cuba, fueron prácticamente países
africanos, países del Medio Oriente y países asiáticos los que se
opusieron a la resolución que formuló el Uruguay.
Quiero decirles que en
la Comisión de Derechos Humanos y en representación de la Unión
Europea, España hizo un comentario general sobre el proyecto de
resolución diciendo :“la Unión Europea comparte la preocupación
expresada sobre la situación de los derechos humanos en Cuba y aprecia y
estima los esfuerzos realizados por el Uruguay de presentar una iniciativa
que cuenta particularmente con el apoyo de un número significativo de
países iberoamericanos. La Unión Europea sigue preocupada por las
consecuencias negativas del aislamiento económico impuesto a Cuba. Nos
gustaría” –continúa- “reiterar que el objetivo de la Unión
Europea en sus relaciones con Cuba es alentar un proceso de transición a
una democracia pluralista y el respeto de los Derechos Humanos y las
libertades fundamentales, así como una recuperación sostenible y una
mejora en el nivel de vida del pueblo cubano. La Unión Europea enfatiza
una vez más que no apoya una política de imponer cambios a través de
medidas coercitivas que incrementan la penuria económica en el pueblo
cubano. La Unión Europea espera que las medidas contenidas en el proyecto
de resolución contribuyan también a asegurar un progreso en el respeto
de los derechos civiles y políticos en Cuba.”
El
Uruguay, consecuente con su postura y su política permanente en esta
materia,
en
primer lugar, la primera cosa que ha manifestado ,no ahora, sino
públicamente y desde siempre su posición contraria al bloqueo
económico. Es mas, hemos llegado a decir que el bloqueo económico nos
parece, no solamente una medida unilateral equivocada, sino que también
de alguna forma nos ha parecido en cierta medida también paradójico, que
Cuba entiende que los Estados Unidos es su gran enemigo lo que reclama
permanentemente es comerciar con su gran enemigo, como si en el comercio
con su gran enemigo resolviera la solución de sus problemas.
Esto
nos parece paradójico pero de cualquier manera ha sido una reiterada
afirmación. Es notorio, que Cuba puede comerciar con el resto del mundo,
con todos los países del Universo, salvo con Estados Unidos. Y por
cierto, Estados Unidos ha
sido para Cuba siempre señalado como su gran opositor, su gran
adversario, su gran enemigo. Y por lo tanto, insisto, me parece
paradójico que se vea la salvación de ese país o la causa de la mala
situación de él el comerciar con aquel
que lo ofende, con aquel que establece públicamente que es su
adversario. Más allá de eso el Uruguay siempre ha querido preocuparse
más que nada de los problemas de América y en este caso nada más y nada
menos que lo que propuso fue una invitación, no una sanción, una
invitación a que el gobierno de Cuba pudiera recibir a la Alta
Comisionada para Derechos Humanos, funcionaria de Naciones Unidas, que
está precisamente para vigilar eso y para atender eso. No tendría
sentido que nosotros tuviéramos una Organización Mundial de la cual
formamos parte, que por votación de todos nosotros se ha
dado esa función la de vigilar los Derechos Humanos y que la
primera cosa que resolviéramos todos los países que integramos ese
cuerpo es que esa persona no pudiera visitar nuestras naciones. Porque
entonces cual sería la función de esa funcionaria sino pudiera visitar
nuestras naciones como lo ha hecho en nuestro caso cuando ella
precisamente tiene por tarea primera y única la de cuidar de los Derechos
Humanos.
El
Uruguay por tanto, no ha sancionado, no ha tenido una actitud agresiva,
simplemente ha solicitado y así lo ha planteado y ha recibido todo el
apoyo de todas estas naciones para que el gobierno de Cuba invite a la
Alta Comisionada o a quien ella designe para contribuir a establecer los
derechos políticos, y los Derechos Humanos, los derechos de prensa, los
derechos de expresión, las libertades democráticas a las cuales todos
nosotros, no solamente estamos acostumbrados, sino que sabemos que forman
parte de las esencias de los sistemas republicanos que nos hemos dado.
A
raíz de estos acontecimientos han habido expresiones que han ido subiendo
de tono, primero del Encargado de los Asuntos lnternacionales de Cuba,
luego de la persona que ha sido designada como sucesor de su dignatario
mayor, y finalmente del señor Castro. No es un asunto que me afecte
personalmente a mí, sino que creo que en esto va algo que es esencial
sí, a las relaciones entre los Estados.
Las
relaciones de los Estados deben guardar un clima de respeto, para que
ellas aún en la diversidad de opiniones, aún en la confrontación de
ideas puedan mantenerse estable y puedan llevarse adelante para ir
resolviendo los problemas cuando ellos se dan. Pero cuando las relaciones
se colocan en un clima de agresión, en un clima de agravio, ya no a una
persona sino a un país, naturalmente ese clima al romperse genera
también un distanciamiento en las relaciones que es inexorable.
El gobierno del
Uruguay, como primera medida, le pidió a su Embajador ante el gobierno
cubano que volviera a su país, y esperó a ver cuál era la evolución de
los acontecimientos. La evolución de los acontecimientos es pública; el
tono de los agravios, han subido. Y por tanto la respuesta nuestra es
también sencilla. No creo que sea ni que tenga sentido continuar las
relaciones diplomáticas con Cuba. En ese sentido le he pedido al señor
Canciller que proceda a dar los pasos para establecer esa situación, de
ruptura de las relaciones, hasta tanto se advierta por parte de quien
corresponda que lo que el Uruguay quiere es que el pueblo cubano tenga
más libertad y se le franquee al pueblo cubano lo que hoy cualquier
pueblo democrático tiene y que notoriamente allí no existe: libertad.
Muchas gracias.
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