18/12/02
2003
TIENE QUE SER EL AÑO DE LAS TRANSFORMACIONES
“Nos
toca a todos nosotros utilizar este año 2003 como el año de nuestras
transformaciones de manera que en el 2004 el país, con un horizonte más
despejado, pueda volcarse a elegir a los ciudadanos en quienes depositará
su confianza para dirigir los destinos de la nación”, dijo el
Presidente Jorge Batlle al realizar un balance y perspectiva de la
gestión gubernamental.
PALABRAS
DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, DURANTE SU DISERTACIÓN EN
EL ALMUERZO DE ADM
18 de diciembre de 2002
PRESIDENTE
BATLLE: Señores Ministros, señores Legisladores, señores Embajadores,
señores integrantes de las Empresas y Oficinas del Estado, y señores presidentes e integrantes de las distintas
asociaciones que aquí están
hoy representados. Señores amigos de ADM no es esta la primera vez, por
cierto, que he tenido el gusto y el honor de participar de estas reuniones
para hacer uso de la palabra, aunque sin ninguna duda de todas las
oportunidades y circunstancias en que me ha tocado hablar aquí, esta es
la más difícil y sin error, creo, la más importante.
Porque
estamos finalizando el año más traumático que ha vivido el Uruguay en
los últimos cien años. No tengo ninguna duda al afirmarlo que esto es
así y que el año que termina es, en todos los órdenes, el año en donde
el Uruguay ha enfrentado las mayores dificultades de todas.
Estos
acontecimientos comenzaron el 24 de abril de 2001, cuando perdimos la
condición de país libre de aftosa sin vacunación, se fueron
incrementando a fin del mismo año a raíz de los acontecimientos
políticos y financieros ocurridos en la Argentina, se acentuaron sin
ninguna duda con una presión sostenida a partir de los acontecimientos de
febrero, presión contra el sistema financiero del Uruguay que se mantuvo
por seis meses corridos, en dónde perdimos
el cuarenta por ciento de los depósitos, en dónde por primera vez
los bancos públicos del Uruguay, particularmente el Banco de la
República, aunque también el Banco Hipotecario, sufrieron fuertes
retiros.
Todo
ello, como es de conocimiento público, determinó que nuestras reservas
disminuyeron en forma superlativa, nos obligó a clausura la actividad de
los Bancos hasta ahora intervenidos, y ha establecer un feriado bancario
que impuso la paralización por algunos días de las actividades del resto
del sector financiero.
Hago
estas referencias, por todos conocidas, para que sí apreciemos hoy seis
meses después lo que significó entonces para nuestro país la decisión
del Presidente Bush de auxiliar al Uruguay.
Entre
los numerosos análisis que hemos visto, desde entonces acá, sobre lo que
le ocurrió al Uruguay, lamentablemente no hemos leído ninguno que haya
descrito la situación de lo que pudiera haber sido la situación del
Uruguay si el viernes 26 de julio, a eso de las nueve de la noche, el
señor Embajador del Uruguay de los Estados Unidos, el señor Hugo
Fernández Faingold, con palabra entrecortada me anunció que se había
producido el milagro.
Creo
que ser agradecido es sin duda una buena convicción; y el Gobierno del
Uruguay, en nombre del pueblo de nuestro país, está agradecido por lo
que allí ocurrió y porque con ese paso evitamos sin ninguna duda males
mayores.
Yo
quisiera hacer, a propósito del tiempo vivido, algunas reflexiones. La
primera, a mi juicio la más importante, tiene que ver con la conducta de
nuestro pueblo.
La
familia uruguaya es la que más ha sufrido con las dificultades vividas:
pérdida de empleo, angustia, incertidumbre, alejamiento del país de
muchos, años de esfuerzos perdidos en industrias y comercios,
contratiempo de toda índole que han afectado la vida de la inmensa
mayoría de todos los ciudadanos del país.
¿El
pueblo ha respondido cómo? Actuando con un alto sentido de
responsabilidad y de comprensión.
En
el caso particular de los ahorristas de los bancos intervenidos han dado
un ejemplo de patriotismo y sensatez, manteniendo sus depósitos en los
bancos, corriendo su suerte, sin sacarlos del país, disponiéndose a
colaborar para la reapertura de estas instituciones.
No
conozco una conducta colectiva voluntaria igual a la nuestra en
situaciones similares.
Estas
actitudes condicionan y determinan el destino de las naciones, y es
necesario que los técnicos y los funcionarios de los organismos, como el
Fondo Monetario, por ejemplo, tomen en cuenta estos hechos al hacer sus
diagnósticos, porque ellos constituyen un insustituible activo nacional.
Quiero
expresar que al Gobierno le hubiera sido muy difícil atender plenamente a
las arduas tareas, y tremenda presiones vividas en lo que va del año, de
no haber contado con la actitud noble y superior del pueblo del Uruguay.
Lo
quiero reiterar, del 6 de febrero en adelante, hemos vividos meses de
angustia diaria. De no haber contado con una actitud sensata y superior
del pueblo del Uruguay al gobierno le hubiera sido, sin ninguna duda, muy
difícil enfrentar las graves dificultades, que pudimos y supimos
enfrentar. (Aplausos)
Deseo
agregar algunas palabras respecto al sistema político del país.
Nuestra
democracia surge robustecida de la tormenta.
Algunos
de los integrantes del gobierno hoy no forman parte del mismo; todos ellos
merecen nuestro reconocimiento. En tiempos difíciles, y en cargos de
responsabilidad, ministerios e instituciones financieras, supieron
enfrentar -con coraje cívico, honradez y lealtad- las tremendas
circunstancias vividas. A todos ellos, nuestro agradecimiento. (Aplausos)
El
año próximo, el 2003, será un año de desafíos y oportunidades para todos. Tanto el sector público, como el
privado; desafíos y oportunidades hacia afuera de fronteras y hacia
adentro, entre nosotros mismos.
Quisiera,
en primer lugar, referirme al mundo y a nuestra inserción en él. Chile
nos acaba de mostrar claramente el camino. Luego de concluir un acuerdo
con Europa y otro con Corea, acaba de firmar uno similar con los Estados
Unidos. Chile, también en este aspecto, nos vuelve a sacar ventaja, al
tiempo que nos indica lo que hay que hacer, no sólo en esta área.
Miremos
al Brasil, y reconozcamos que las decisiones del Presidente “Lula”
también nos indican algo. Un presidente del Banco Central, antiguo
presidente mundial del Banco
de Boston; el señor Furlán, presidente de Sadia, integrante de la Fiefu,
ministro de Industria; el señor Rodriguez, presidente de la Sociedad de
Agribusiness, Ministro de Agricultura.
Todos ellos partidarios de un sistema abierto de competitividad del
MERCOSUR, de la negociación con Europa y de una justa negociación con el
ALCA.
Miremos
a la Argentina; la Argentina pese a las dificultades, se viene recuperando
y se encamina rápidamente a un claro acto electoral democrático que la
volverá a reinstalar, como tiene derecho, en lo mejor de su historia
política.
Miremos
a los Estados Unidos, y recibimos el mismo mensaje. Al cuerdo con Chile,
se agrega el anuncio del señor Zoelick del comienzo de negociaciones con
Centroamérica. Singapur y Marruecos están en la lista anunciada;
Panamá, República Dominicana y Uruguay, así como los países andinos,
que ya recibieron ventajas legislativas en la ultima aprobación de la ley
del Trade Authority, serán los próximos, si existen obstáculos para el
ALCA en el 2005.
¿Qué
sucede en Europa? En el 2004 se incorporan diez países a la Unión
Europea; en el 2007, Rumania y Bulgaria, llegando a 27.
La
Unión Europea, por la vía de su comisario agrícola, el señor Fishler,
ha anunciado un programa de rebajas y subsidios y aranceles que debemos
considerar en la Ronda de Doha.
No
nos convence. Pero es un comienzo de una discusión engorrosa y difícil
en sí misma, que comienza por lo menos con un signo positivo.
Doha,
pues, en marzo, será un punto central, tanto como el ALCA, de todas estas
negociaciones. Y es allí
donde el MERCOSUR deba actuar con empeño y con unidad de objetivos.
Es
notorio que nuestros países solamente crecen cuando la exportación
crece. Las cifras mexicanas lo
muestran: 29 mil millones de dólares de exportación en 1996, 160 mil en
el 2002; 25 mil millones en el 2002 la Argentina, 60 mil millones en el
2002, el Brasil; sumados, la mitad de México.
¿Qué
esta haciendo el Uruguay? El Uruguay esta actuando en esta línea en todos
los foros en los que participa. Tiene constituida desde febrero una
comisión bilateral de trabajo con los Estados Unidos, que progresa. Ha impulsado los acuerdos con la Unión Europea. Estamos
trabajando, y se concluirá en enero, un tratado que amplía nuestra
relación comercial con México.
Hemos
avanzado enormemente en nuestras relaciones comerciales con China;
fortalecido las ya antiguas con Irán, abierto un mercado con India. Hemos
recuperado los mercados de la carne con Canadá a partir de lo faenado
desde el 3 de octubre.
Nuestras
actuales condiciones generales nos permiten acceder a nuevos mercados con
nuevos productos.
A
todo ello han contribuido nuestros servicios, particularmente los de
Relaciones Exteriores, donde continuamos procesado cambios sustantivos en
su estrategia y orientación; clausurando representaciones diplomáticas,
disminuyendo sensiblemente el número de funcionarios de carácter
político, reforzando las tareas en lugares claves, vendiendo inmuebles
innecesarios, y adquiriendo con su producto oficinas en Estados Unidos,
Inglaterra, Bruselas; proseguiremos en esta tarea.
Si
miramos hacia dentro del Uruguay, nuestra primera reflexión apunta a
ratificar nuestro compromiso con las obligaciones contraídas con los
organismos multilaterales de crédito, y con los tenedores de nuestros
bonos. Creo que, a propósito de
ello, han sido muy positivas las declaraciones de la señora Gaviria,
vocera del Fondo Monetario Internacional, cuando dice: “Los desarrollos
macroeconómicos bajo el programa han estado en línea hasta ahora con las
metas establecidas en agosto, y estamos alentados por la estabilización
de los indicadores financieros desde entonces”.
Tal
como se dice, hemos cumplido con las metas fiscales y con nuestras
obligaciones en los mercados financieros. Ello ha demandado un gran
esfuerzo por parte de la población, en momentos en que la importación,
al disminuir mucho, causa un efecto negativo en la recaudación.
Más
que nunca entonces debemos proteger a los que cumplen sus obligaciones.
Es
notorio que nos hemos reunido con sectores privados y públicos para
concretar acciones y coordinar informaciones entre los servicios
recaudadores. Asimismo, estamos considerando en diversas áreas la
incorporación de instrumentos electrónicos de control: no se podrá
exportar más mercadería a los Estados Unidos, a partir de junio del
2003, si los contenedores no pasan primero por un scanner que asegure qué
es lo que llevan y que asegure, por tanto, la seguridad de lo que está
incluido en los envíos.
Lo
mismo debemos aplicar a otras actividades: control de cargas, de
pasajeros, controles tributarios, control de energía eléctrica, control
de la Salud Pública, en donde cosas simples hechas por medios
electrónicos nos permite evitar que aquellos que están en condiciones de
atenderse en determinadas organizaciones, al mismo tiempo tratan por otra
vía de atenderse en Salud Pública.
El
Estado y las Intendencias deben actuar para que se cumpla la ley; tanto el
Estado Central como las Administraciones Municipales deben actuar para que
se cumplan las leyes tributarias.
La
demanda mayor, que a mi juicio hoy se hace presente en la opinión
pública, referida a las cosas a hacer para alcanzar una mayor
competitividad, tiene que ver con el Estado y con su reforma.
La
Rendición de Cuentas, la ley del nuevo Banco Hipotecario, la
transformación de AFE, de Colonización, de la Administración Nacional
de Puertos, de la ANCAP, los cambios que está considerando la OSE, el
Banco de Seguros con respecto a los accidentes de trabajo y otras áreas
de su actividad, son la antesala de un proyecto integral de reforma que
deberá asumirse como una política del Estado.
En
ese orden de cosas, todo programa de desarrollo tiene un punto central en
la consolidación de la infraestructura, que todavía en buena medida
está en manos del Estado, en momentos de notoria escasez de recursos para
invertir.
Hemos
apelado para superar estas dificultades a los antiguos sistemas de
concesión, y a otras ingenierías financieras.
En
ese orden de cosas, conocen ustedes que al remate inicial de la Playa de
Contenedores le ha seguido la posibilidad de reformar y reparar quinientas
escuelas.
Se
está dragando el Puerto de Montevideo a 33 pies al cero, como primera
etapa; lo que ha permitido la llegada de barcos porta-contenedores de
dimensiones que pueden hacer de Montevideo un puerto de concentración de
cargas de la región.
Se
procesa un segundo llamado a una terminal polivalente en el Puerto de
Montevideo. Para mediados de año estará operativa y rehabilitada la
planta de Astra, en la Paloma, con destino pesquero.
Empresarios
chilenos se han presentado, bajo el régimen de servicios ofrecidos al
sector público, para construir un puerto granelero en La Paloma, con una
cinta que debe internarse en 1.100 metros en el mar, con el fin de
alcanzar profundidades naturales que permitan la estiba de madera cipriada
en navíos de hasta 70 mil toneladas.
Nueva
Palmira aumentó un 45% su movimiento y ha duplicado la capacidad de silo;
y hoy se aplica a construir nuevos muelles y silos para graneles
líquidos, que le permitan romper con la estacionalidad.
M’bopicúa,
sobre el Uruguay, continúa afianzando su proyecto ya conocido.
En
materia de ferrocarriles es notoria la necesidad de un cambio inmediato en
la operación ferroviaria. La Rendición de Cuentas transfiere al
Ministerio de Obras Públicas la gestión de la infraestructura; hemos
comprado y disponemos de vías férreas adquiridas con parte de la deuda
rusa para incorporar en forma inmediata; eliminaremos en AFE un subsidio
cuyo valor equivale al doble del precio del flete terrestre. AFE será un
servicio que deberá vivir de los recursos que genere en competencia con
los demás transportistas. Por otra parte, el uso de la vía férrea por
parte de los empresarios privados ya está habilitado por ley.
La
concesión del Aeropuerto de Carrasco está en marcha; supone una
inversión importante en pistas y una nueva área de pasajeros, quedando
la actual para carga.
El
Aeropuerto tendrá las mismas condiciones jurídicas que el Puerto Libre,
pudiendo con ello atender servicios logísticos regionales.
Como
ustedes saben ya ha comenzado la Megaconcesión, que suplanta los
esfuerzos que estaban incorporados en el Presupuesto General de Gastos a
Obras Públicas, y cuya reducción tuvimos que llevar a cabo por la
necesidad de bajar los gastos públicos. Ella supone atender 1.272
kilómetros de carreteras, el 70% de nuestra red vial, con una inversión
en dos años de 140 millones de dólares y, entre otras obras, incorpora
la doble vía interbalnearia, la doble vía a Colonia, los puentes de la
ruta 3, 5 y 8.
También
por el mismo sistema de concesión se concluirá el año próximo el nuevo
puente sobre Santa Lucía, la pavimentación de la doble vía
Montevideo- Progreso y la ruta 8, de Pando al Este.
En
materia de energía creo que estamos ante un hecho de enorme
significación histórica como lo constituye la llegada del gas al
Uruguay. Una energía limpia para la
Industria los servicios, los consumos familiares, nos coloca en
condiciones de competir en igualdad de factores con nuestros vecinos.
UTE
aseguró a los transportistas el consumo de 300 millones de metros
cúbicos de gas por año, a partir del 2004; ello permitió la
construcción de la cañería que hoy puede abastecer a Colonia, San
José, Montevideo, Canelones y que queremos abastecer a Florida.
Estamos
explorando el arrendamiento con opción de compra de una central que nos
permita generar nuestra propia energía y hacerlo antes de la fecha
referida.
Mientras
tanto UTE mantiene sus contratos con la Argentina para abastecer nuestra
demanda.
En
el orden de la empresa ANCAP mantenemos la decisión de buscar un socio
para ANCAP. Todas las empresas de esta área procuran una integración
vertical: petróleo, gas, refinación, distribución; todas procuran una
economía de escala que les permita en la refinación bajar costos. Nada
de esto existe entre nosotros.
Además,
la operativa ANCAP absorbe las pérdidas de Portland y Alcoholes, que no
son pocas; se agrega a ellos la distorsión de los precios, propia de la
región. La nafta, carísima,
subsidia al gasoil. Cada día circulan más autos a gasoil, que debilitan
al subsidio. Ello genera un excedente de nafta que hay que vender en el
mercado en condiciones por demás débiles.
Seguimos
creyendo que el Uruguay no puede darse el lujo de tener dos instituciones
que traten del mismo tema, la energía. Insistimos en la necesidad de un
holding que maneje a ambas empresas con una política nacional de
energía.
No
olvidemos, por otra parte, que a todo esto se agrega otro jugador, el gas,
en sus distintas formas: GASEBA, ACODIKE, RIOGAS, CONECTA, que tienen la
concesión de la distribución en el resto del país; finalmente Salto
Grande y los grandes consumidores.
Para
todo esto se ha creado la Unidad Reguladora correspondiente y el despacho
de cargas por la Administración independiente del mercado eléctrico que
aún no ha sido integrada.
El
tema de la energía, pues, es de subido contenido técnico, de enorme
relevancia dentro de la economía; tiene que despolitizarse, más que
ningún otro, y a nuestro entender un directorio técnico para el holding
y no uno político es el camino a seguir.
En
materia de comunicaciones, esta área de la actividad del Estado hoy se
encuentra en el corazón del cambio. Por ello venimos bregando desde hace
años. Lo confieso que con poco éxito, al igual que en otras áreas, en
su transformación.
Aunque
a mi parecer el tiempo va haciendo su obra y nos va persuadiendo de lo
impostergable de las decisiones a tomar. La unidad reguladora creada ha
comenzado a abrir el espectro radioeléctrico.
La
subasta de la banda 1900 que contó con un solo participante, dada la
situación del mercado, fue un paso positivo. La incorporación de
servicios de distinta índole le han proporcionado al mercado instrumentos
imprescindibles en la dura
tarea de competir.
Creo
que todas estas cosas forman parte central de las actividades de la
Administración Pública y del país en el próximo año.
A
ella nos vamos a abocar a partir del 2 de enero, como fruto de las
resoluciones votadas por el Parlamento de la República en la Rendición
de Cuentas, y como expresión de nuestro pensamiento que mantenemos, desde
tiempo ha, en procura de transformar estas realidades.
Quiero
hacer ahora algunas apreciaciones sobre los sectores productivo, empezando
por el sector primario.
Hemos
señalado, desde siempre una y otra vez, que el sector primario es el
generador de por lo menos el 80% de nuestras exportaciones, y que ha
sufrido durante años de condiciones muy adversas; en todos los órdenes,
condiciones muy adversas. Hoy son otras, y por cierto opuestas, al punto
que este año el producto agropecuario del Uruguay ha crecido la expresiva
cifra del 5,1%.
Se
suma a ello el hecho de que la producción de carne de este año alcance
un nuevo récord, que será superado el año próximo; al punto, que hay
quien asegura que de mantenerse los consumos actuales en el mismo nivel, y
dada la producción, podremos pasar de 250.000 toneladas de exportación a
cifras muy próximas a las 400.000.
Igualmente este año se registra un
récord, el número de vientres de más de 4 millones, con una parición
formidable. Lo mismo está ocurriendo en los ovinos, al punto que mi amigo
Garagaray, uno de los grandes impulsores del Merino fino, dado los precios
de la lana y los valores de la carne ovina, parafraseando un poco lo que
yo he dicho desde el principio, agrega aquello de que la vaca les gana, la
oveja les gana; y esto es absolutamente cierto lo
que ha estado ocurriendo en este mercado.
En
los cultivos de verano, el aumento del área sembrada coincide con mejores
precios. Es bueno seguir la evolución de la exportación de los
oleaginosos en el Uruguay.
En
el año 2000, se exportaron ochocientos mil dólares; en el año 2001 se
exportaron diez millones de dólares; en el año 2002, se exportaron
cuarenta y siete millones de dólares. Y de acuerdo a
lo sembrado, de primera de verano y de
segunda de verano, las cifras de exportaciones de este año no va a bajar
de ciento cuarenta millones de dólares.
El
sector arrocero ha vuelto a plantar 160 mil hectáreas.
La
horticultura ha sido beneficiada con una Ley que impuso el IVA y el COFIS
a los productos importados, creando un fondo para apoyar sus actividades.
Muchos productores hemos recibido un fuerte apoyo por los daños del
último temporal.
La
granja tiene perspectivas exportadoras muy interesantes, particularmente
en el tomate tipo industria, cuyo subsidio en la Unión Europea bajará
considerablemente en el 2006. Los productores que participan en el
programa “Tomate industria” están esperando una producción del orden
de seis mil toneladas, aumentando la producción nacional un cuatrocientos
por ciento. Ya se están instalando en el Uruguay asociaciones entre
industriales italianos e industriales uruguayos, en el Departamento de
Canelones, para atender ese mercado.
La
contra estación, como el caso del citrus en China, nos abre interesantes
oportunidades de negocios en Asia y en Europa. Y estamos en condiciones de
desarrollar hoy en el plano agrícola y en la industria alimenticia una
serie de mercados muy exigentes que, sin embargo, estamos en condiciones
de acceder a ellos con los actuales regímenes tarifarios.
El
agro, como siempre, ha incorporado la tecnología más
avanzada; no sólo la directa, sino los
avances en materia de semillas; las técnicas específicas y los
materiales aplicable a cada cultivo, y espero que a breve tiempo la
trazabilidad, elemento exigido en los mercados compradores para dar
seguridades alimentarias de los productos que hoy se puede transformar en
una barrera no arancelaria, para acceder a ellos.
El
gobierno siente la obligación de reconocer la estupenda tarea de nuestros
Servicios Sanitarios, que nos ha permitido recuperar los mercados
cárnicos, firmar protocolos sanitarios adecuados con muchos países,
sobre todo con China; y creo que en lo que hace al Canadá, que es la
última noticia positiva en materia cárnica, estamos entrando de nuevo a
ese gran mercado a partir de lo faenado desde el 3 de octubre.
No
debemos olvidar en este asunto, de la producción primaria, en donde es
enorme lo que podemos hacer para impulsar muchísimo más la exportación,
la condición de país natural que el Uruguay exhibe.
El
Uruguay ocupa el lugar número seis en esta clasificación mundial,
después de Finlandia, Canadá, Suecia, Noruega y Suiza.
El
agro, además de lo reseñado, cuenta hoy con condiciones de trabajo mucho
mejores.
Se
ha terminado el atraso cambiario, hemos eliminado la carga impositiva, se
han instrumentado soluciones específicas para Bella Unión, la granja y
los productores lecheros, a quiénes con la intervención legislativa, se
le ha organizado un sistema que atiende a su endeudamiento, que se
firmará mañana entre el Banco Central y el Banco República.
Dos
mil ciento cuarenta y nueve pequeños productores han reprogramado sus
deudas a través del FIDA; se han presentado al BROU y han sido aceptadas
dos mil ciento noventa y tres solicitudes, con un importe de hasta ochenta
y tres millones de dólares en bono y en efectivo, la inmensa mayoría de
deudores categoría III, IV y V; se ha dispuesto que los certificados de
depósitos sean utilizados para cancelar las deudas.
Se
está analizando con las gremiales forma de atender a los que aún no
hayan accedido a los mecanismos anteriores, con condiciones claras, en
donde no se rompan los contratos otorgados y se tenga en cuenta -hoy más
que nunca- la condición del Banco de la República, al que tenemos que
cuidar y al que no le podemos exigir más de lo mucho que está haciendo.
Pero
hay más. Pese a las dificultades vigentes, se encontraron fórmulas con
la insustituible participación del sector privado, proveedores de
semillas, fertilizantes y agro químicos, con la participación de la
ANCAP y de las AFAPs, para financiar la implantación de cultivos; de
manera que el crédito realmente le sirva al productor y no se transforme
por su dimensión en un instrumento negativo.
La
Ley de Fideicomisos, a consideración del Parlamento, se ha de constituir
en otro instrumento útil para financiar sociedades entre productores y
personas con capital deseosas de invertir.
Se
sigue comprando el ganado al contado en las Ferias y en los remates por
pantalla.
Todo
esto muestra la preferencia, que con toda justicia, el sector agropecuario
ha recibido de la sociedad toda, que reconoce así su potencialidad y sus
enormes posibilidades
Debo
decir que ha sido enormemente difícil este tiempo para la industria, cuya
producción notoriamente ha caído en grados significativos. Estimo que
lentamente comienza su recuperación.
Son
distintas las condiciones cambiarias en el mercado. Con enormes esfuerzos
se han mantenido los beneficios fiscales, reintegros, que debemos cuidar,
para que los justos no paguen por los pecadores.
Hemos
instrumentado la eliminación de los aportes patronales a la industria, al
transporte de carga, al que le agregamos otros beneficios, amén de la ley
que sustituye al IMESI por el IVA, que cuenta con medida sanción, y que
ahorra costos y combate a la informalidad; al transporte de pasajeros, al
taxímetro. Mejoras fiscales a la construcción, al software.
En
fin, esfuerzos necesarios en tiempos que
han sido, como todos lo saben, muy difíciles. Pero la industria
vuelve, todo aquello vinculado al sector privado lo acompaña con fuerza.
Esta semana volvimos a faenar 40.000 reses.
Ha
comenzado a accederse a nuevos mercados: alimentos, cueros, aluminio,
maderas serradas, artesanías; horas que son expresión del valor
artístico de nuestra gente. También el arte es un factor de ocupación y
de trabajo.
A
poco que el mercado interno comience su recuperación, los productos
nacionales comenzarán a competir con ventaja. Hemos utilizado la única
línea de crédito del BROU, el crédito multisectorial, en un 94% para la
industria.
Las
PYMES, a quienes les hemos otorgado una financiación muy conveniente a 15
años de plazo, las podremos atender con un crédito de diez millones de
dólares que se esta instrumentando con España y que se firmará en el
próximo mes de enero.
Comienza
nuevamente a aparecer inversiones industriales en áreas destinadas a la
exportación: minería, pesca, alimentos, textiles, servicios; que muestra
que comenzamos un proceso de recuperación.
No
hemos descuidado para nada el sector turístico, donde se ha desarrollado
una intensa campaña publicitaria, controlando precios, estimulando al
sector transporte con la rebaja de pasajes, con el propósito de
aprovechar al máximo el nuevo nivel de precios, así como las condiciones
de seguridad que el Uruguay mantiene, tema éste hoy de singular
importancia en las decisiones familiares.
Señores,
la cuestión económica repercute de inmediato sobre la cuestión social.
El
desempleo marcó su índice más alto en el trimestre móvil
julio-setiembre, con una tasa del 19.2%. Al tiempo que hay sectores que
van retomando su ritmo, como los frigoríficos, las curtiembres, otros
atraviesan tiempos difíciles, como los bancos.
El
Uruguay no ha dejado de hacer enormes esfuerzos para mantener su red de
protección social; incluso aumentando las existentes.
El
programa Sistema Nacional de Comedores aumentó un 33% sus funciones;
pasando de 45 a 54 centros, atendiendo de 8.500 personas a 19.000
personas. La canasta, como complemento, recibió un aumento del 21%.
Los
programas AIPT y CAIF han aumentado en orden del 15% y del 20%. El Plan de
Seguridad Alimentaria atiende a 44.500 personas. El Programa de
Alimentación Escolar, en 2.237 escuelas, atiende a 207.673 niños, que es
el 53% de la matrícula. El gasto en este ámbito aumentó 100 millones de
pesos en los últimos dos años.
El
próximo viernes, firmaremos con el presidente del BID un crédito de 45
millones de dólares con destino a un programa destinado a apoyar la
Infancia, la Adolescencia y la Familia en Riesgo.
Tratamos con este programa de atender a las jóvenes madres embarazadas,
muchas veces solteras, para que puedan apostar por la vida y no tengan que
pensar en otras soluciones.
Al
mismo tiempo, continúan desarrollándose los plantes del PIAI en los
asentamientos, particularmente en el interior de la República, cuyas
autoridades departamentales no han perdido tiempo en incorporarse al
programa.
Salto,
Rivera, Paysandú, Artigas, Durazno, Canelones, Flores, son muestras de lo
hecho. El Ministerio de Vivienda y el Banco de Previsión continúan sus
tareas pese a lo reducido de sus recursos,
en el SIAV y en las viviendas para jubilados. Así como también el
MEVIR ha podido, con apoyo de algunos préstamos europeos, llevar adelante
algunas obras.
El
Banco de Previsión continua pagando un numeroso seguro de desempleo, que
se suma a la muy fuerte participación del sistema jubilatorio en el gasto
social.
Todos
estos recursos, a los que se agrega tan solo en Asignaciones Familiares 55
millones de dólares, que se distribuyen entre 370.000 beneficiarios, cuya
inmensa mayoría se sitúa en la franja de menores ingresos, señala el
cuidado con el que el Uruguay, pese a las enormes dificultades, atiende a
las cuestiones sociales.
Por
otra parte, no se han disminuido los esfuerzos ni en la educación ni en
la salud, y en mantener una vasta red social de asistencia a los más
débiles.
Hemos
tratado, finalmente, en forma resumida, de abordar la situación global de
nuestro país en las actuales circunstancias.
Seguimos
convencidos, como lo hemos estado siempre, que las estructuras públicas,
y como consecuencia de ellas las privadas, que prevalecieron en las
ultimas décadas, no guardan relación alguna con el mundo en que vivimos.
La
sociedad uruguaya, por la vía de sus representantes políticos,
sindicales, empresariales, ha expresado en el pasado una fuerte
resistencia al cambio. Hoy, como siempre, la realidad nos muestra el
único camino posible. Reconocerlo no es solo tarea del gobierno, sino de
todos.
El
gobierno ratifica hoy, una vez más, su decisión de llevar a buen fin las
reformas anunciadas. Así como está dispuesto y abierto a escuchar todas
las ideas, todas las soluciones que contribuyan a este objetivo.
La
crisis que el mundo vive, la aversión al riesgo, que se expresa en la
desaparición de los mercados secundarios como fuente de financiamiento y
en la baja sustancial de los valores en las bolsas del mundo, nos enfrenta
con nuestros problemas y solo tenemos nuestro propio esfuerzo para
resolverlo.
Lo
que hemos hecho estos seis meses ha sido enorme y, como lo expresara,
particularmente por el aporte del pueblo en este desempeño.
Nos
toca a todos nosotros utilizar este año 2003 como el año de nuestras
transformaciones, de manera que en el 2004 el país con un horizonte más
despejado pueda volcarse a elegir a los ciudadanos en quienes depositará
su confianza, para dirigir los destinos de la nación.
En
lo que hace al gobierno, continuaremos empecinadamente en la tarea de
cumplir con nuestras obligaciones internacionales, bajar el gasto
público, impulsar las reformas estructurales, insertar en el Uruguay en
el mundo, y con ello tratar de contribuir a que nuestro país, que fue en
el pasado un país de vanguardia, lo vuelva a ser.
Parafraseando
a un ilustre sociólogo, el ciudadano de este país, digo finalmente que
tomemos aquel impulso como tal y no como un freno, es la solución a la
que todos nos debemos abocar.
Este
es nuestro compromiso, confiamos en el pueblo de este país, en su
sabiduría y en su sensatez.
Muchas
gracias.
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