18/07/02   

MEJORARÁN LOS MERCADOS AGRÍCOLAS

 

“Quiero transmitirles la firme esperanza que tenemos de que a partir de setiembre nuestros mercados de colocación comiencen a mejorar .No hablamos sólo de la carne, sino que hablamos también de otros rubros, como la lana , los cueros, los lácteos, los cítricos, la madera, el arroz y tal vez algunos otros”, afirmó el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Gonzalo González.

 

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL MINISTRO DE GANADERIA AGRICULTURA Y PESCA, ING. AGR. GONZALO GONZÁLEZ, EN OCASIÓN DEL 172° ANIVERSARIO DE LA FECHA DE LA JURA DE LA CONSTITUCIÓN 

Señor Presidente de la República; señor Vicepresidente de la República; señores Ministros y Subsecretarios; señores miembros del Poder Judicial; señores Legisladores; señor Intendente de Montevideo; autoridades nacionales y departamentales; autoridades militares; señores del Cuerpo Diplomático; señoras y señores:

Hoy nos reunimos aquí para celebrar un hito. Hace 172 años, el 18 de Julio de 1830, se juró la Constitución del Estado Oriental del Uruguay. Esta era la primera Constitución que aprobó la Asamblea Constituyente cumpliendo  lo establecido por la Convención Preliminar de Paz de 1828. ¿Qué aportó? Tuvimos por eso la primera Constitución codificada, se estableció un régimen republicano, un Poder Ejecutivo elegido por la Asamblea General y un Poder Legislativo bicameral, con un Senado de elección indirecta y una Cámara de Diputados que se elegía directamente por los votantes.

Como toda cosa hecha por el hombre, era perfectible y tenía limitaciones y estaba inserta en una dinámica la cual necesitaba aportes para seguir su cambio. Por supuesto que tuvo limitaciones, se votaba a mano alzada. No votaban las mujeres, ni los peones, ni los analfabetos, ni los sirvientes a sueldo, y la gente que había servido en el Ejército estaba excluida de ocupar cargos en el gobierno. No existía representación proporcional, la Constitución era rígida, para cambiarla necesitaba tres legislaturas. Era inadecuada, tal vez podríamos decir, mirándola en retrospectiva,  a la realidad social de la época si hubiéramos pensado solo en una situación estática.  Si bien ella era nacional, no establecía los limites territoriales. Pero era el inicio.

En esa época, tal como describe Barrán, en el Uruguay pastoril y caudillezco de la primera mitad del siglo XIX el país real salteó este orden jurídico, un orden jurídico que se inspiraba en la Constitución francesa y en la Constitución de Estados Unidos. El país todavía en adelante vivió guerras civiles hasta los inicios del siglo XX.

De esa Constitución hoy sobrevive sólo en nuestra Constitución el artículo 8, aquel que refiere a que los uruguayos se distinguen y se diferencian solamente por sus virtudes y sus talentos.

Pero lo verdadero, lo trascendente, que celebramos hoy es que esta Constitución marca el momento en que este país decide pensarse a sí mismo como nación. Ya no sólo basta con ser independientes, sino que había que estructurarse mental y formalmente para los cambios, desafíos y exigencias que imponían una sociedad que comenzaba a verse a sí mismo como autónoma, soberana y autosuficiente.

Me gustaría pensar en este momento qué proyecta ese hito de 1830 al día de hoy. Sin pretender anotar, existen muchos valores logrados. Una estructura de país republicano-democrática conquistada por una sociedad que la forjó a través de muchos años de lucha, sufrimientos y trabajo. Un apego social a los valores constitucionales y legales, un Poder Judicial independiente, un respeto a los derechos individuales, una estructura de Partidos políticos que forjó la historia y asegura el libre juego democrático, un respeto a la autoridad legalmente constituida.

Estos son el producto de todo un proceso, al cual le marcamos el inicio en esa Constitución del ’30. Pero lo que espiritualmente se nos proyecta, que también estuvo presente ahí, fue el nacer de un sentimiento en la sociedad uruguaya que nos permitió afrontar situaciones muy difíciles en pro de lograr el crecimiento de un país.

Hoy eso debe estar vivo y es el sentimiento que debemos impulsar para ayudar a nuestro Uruguay a afrontar los momentos difíciles que nos ha tocado vivir. Señoras y señores, yo hablo hoy aquí, yo hablo hoy aquí en representación del Poder Ejecutivo y lo hago desde la investidura de Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, convencido que el sector para el cual trabajo está afrontando momentos muy duros. Sin embargo, no me cabe duda -no me cabe duda- que nuestra recuperación y crecimiento estarán basados en el agro.

Quiero trasmitirles la firme esperanza que tenemos de que a partir de setiembre nuestros mercados de colocación comiencen a mejorar. No hablamos sólo de la carne, sino que hablamos también de otros rubros como la lana, los cueros, los lácteos, los cítricos, la madera, el arroz y tal vez algunos otros.

Eso lo basamos en el trabajo que venimos desarrollando entre nuestro Ministerio, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Industria, el Ministerio de Economía, nuestras misiones, nuestro trabajo, nos da esa firme esperanza.

Tengamos fe, juntos, los uruguayos trabajaremos el futuro que merecemos.

Por último, señoras y señores, creo que este 18 de Julio de hoy tiene mucho de aquel 18 de Julio fundacional de 1830, en ambos generamos importantes cambios que tuvieron y tendrán que ser moderados. Hoy, concluyendo una de estas largas etapas, tratamos de cerrar una vieja deuda con la nación charrúa. Los restos de Vaimaca Perú mañana descansarán en paz en la tierra oriental.

Uruguayos y uruguayas, mostremos a nuestros hijos que ese espíritu fundacional de 1830 está entre nosotros. Juntos trabajemos el destino que merecemos. (aplausos)