26/06/02
ESTAMOS DEJANDO
ATRÁS UN PERÍODO MUY DIFÍCIL
“Estamos dejando
atrás uno de los período más difíciles, si no el más difícil, de
nuestra historia económica como país independiente. Y lo estamos
haciendo en un marco de convivencia democrática, en el que todos creemos
con profunda convicción”, dijo el Ministro de Economía y Finanzas,
Alberto Bensión.
Discurso pronunciado
por el señor Ministro de Economía y Finanzas, contador Alberto Bensión,
en el almuerzo de la Asociación de Dirigentes de Marketing.
Como
todos sabemos, el primer semestre del año estuvo dominado por los efectos
que sobre nuestra economía tuvo el abandono de la convertibilidad en
Argentina. Podemos dividir este período en dos partes, que se separan a
mediados del mes de abril.
En el comienzo, el efecto Argentina nos impactó
prácticamente en el arranque de la temporada turística, la que poco más
o menos se redujo a la mitad del año anterior. Además, se nos cortó de
hecho nuestro acceso exportador de bienes al vecino país, al punto que a
fines de mayo nuestras ventas con destino a ese mercado, que fue el
segundo en importancia hasta el año pasado, habían bajado un 75 %. Hubo,
además, el consabido efecto del desplazamiento de una parte de nuestra
demanda interna hacia el mercado argentino, dada la diferencia de los
precios medidos en dólares, afectando en forma negativa a nuestra
producción y recaudación. En adición, y largamente en exceso por sobre
nuestras previsiones, la intervención del Banco Galicia y el fraude hecho
público en el Banco Comercial, provocaron una corriente de retiro de
depósitos en el sistema bancario, principalmente por parte de no
residentes. Peor aún, la visión directa de los acontecimientos de la
vecina orilla fueron despertando de a poco una sensación de incertidumbre
en nuestra sociedad, con indudables efectos negativos sobre la
economía.
MEDIDAS
ANTI-CRISIS
Frente
a esta situación, nuestros esfuerzos iniciales de política económica se
orientaron en cuatro direcciones principales.
La
primera de ellas fue la modificación de nuestra política cambiaria, que
duplicó a la vez el ritmo de deslizamiento y el ancho de la banda de
flotación, en base a la
ganancia de competitividad que
habíamos logrado con respecto a Argentina en los meses anteriores y
también en una cierta proyección de lo que podría ser la evolución de
futuro de la mejora del tipo de cambio real en el vecino país.
En
segundo lugar, instrumentamos diversas medidas en materia de gastos e
ingresos tendientes a cumplir con la meta de déficit fiscal definida para
el año, de un 2.5 % del PBI. Así, dos decretos en el mes de febrero
pusieron límites a los gastos de funcionamiento y de inversión, en el
primer caso con una baja de 113 millones de dólares y en el segundo de 93
millones con respecto al año
anterior. En cuanto a los ingresos, se promovió y se obtuvo la
aprobación parlamentaria para un aumento y modificación de ellos.
En
tercer lugar, y después de una muy intensa negociación, se logró la
capitalización del Banco Comercial en 133 millones de dólares, 100
aportados por los bancos internacionales accionistas y 33 por parte del
Estado.
En
cuarto lugar, se formalizó un nuevo acuerdo stand-by con el Fondo
Monetario por dos años, a partir de abril, por un monto de 743 millones
de dólares, a fin de afirmar la confianza de los mercados interno y del
exterior en la evolución de futuro de la economía nacional.
En
este marco económico, el PBI sufrió una muy severa contracción en el
primer trimestre del año, con una baja de algo más del 10 %, que se
reiteró en todos los sectores, con excepción del agro.
El
comercio exterior, por su parte, asistió
en los cinco primeros meses del año a una baja del 15% en las
exportaciones y del 30 % en las importaciones, con un cierto matiz en la
comparación, teniendo en cuenta que el primer trimestre del 2001 había
sido relativamente bueno, en especial con el impulso de las exportaciones
de carne hacia los mercados no aftósicos. Más recientemente, sin
embargo, en abril y mayo ha comenzado una cierta recuperación de las
importaciones en admisión temporaria y también de las exportaciones, en
este caso principalmente hacia fuera de la región, marcando los primeros
indicadores ciertos de recuperación después de un comienzo tan
desfavorable.
En
cuanto a los depósitos bancarios, el ritmo de retiros se fue atenuando en
forma progresiva, en marzo, al punto que ya a principios de abril la
situación del sistema estaba prácticamente normalizada.
Como
consecuencia, hubo una baja de las reservas internacionales del Banco
Central de unos 1600 millones de dólares
hasta el fin de mayo, a partir de un nivel inicial cercano a los
3000 millones.
Finalmente,
las cuentas públicas mostraron un cumplimiento acorde a las previsiones
en el primer trimestre, con un deterioro importante a partir del mes de
abril.
Justamente,
la segunda mitad del mes de abril nos mostró con toda crudeza algunos de
estos datos tan adversos que he repasado recién,
advirtiéndonos respecto a la necesidad de introducir correctivos a
nuestro programa inicial. Peor aún, a partir del anuncio de un nuevo
feriado bancario en Argentina de mediados de abril, una nueva ola de
desconfianza se expandió sobre nuestro sistema financiero, con un aumento
importante del ritmo de retiro
de los depósitos bancarios.
REDISEÑO
DEL PROGRAMA
Como
consecuencia de ello nos abocamos a rediseñar el programa de política
económica que habíamos proyectado a principios de año. Quiero,
entonces, referirme ha algunos de los rasgos más salientes del programa
actual en ejecución. Claramente, era necesario, en estas condiciones que
señalaba en forma muy somera, generar un fuerte choque de confianza para
revertir ese estado de expectativas que amenazaba, ya no la evolución de
la economía sino, sin exagerar en lo más mínimo, las bases mismas de
nuestra convivencia democrática y civilizada. A propósito, la idea de
generar un choque de confianza fue en ese momento, y lo es aún hoy, un
reclamo generalizado por parte de la unanimidad de la opinión pública.
Pues bien, que quede bien claro: ello no se logra mediante un acto de
magia indoloro sino mediante decisiones políticas muy de fondo, en
general con un cierto costo inmediato para el conjunto de la sociedad, a
lo que hay que agregar el respaldo de una masa de recursos financieros muy
importante, contantes y sonantes. Parece una nimiedad, pero ya se sabe que
los problemas derivados de la falta de confianza sobre el dinero sólo se
arreglan con dinero. Por eso es que nos vimos en la obligación de pedir
una segunda ley de aumento de los impuestos y por eso es que solicitamos a
los tres organismos internacionales de significación, comenzando por el
Fondo Monetario Internacional, un refuerzo muy significativo de su apoyo
crediticio.
Afortunadamente,
nuestra solicitud de apoyo a la ley de aumento de la recaudación tuvo una
respuesta generosa e inmediata de la casi totalidad de los partidos
políticos que integran el gobierno de coalición, que mucho destacamos y
agradecemos. A su vez, y después de un complejo proceso de negociación,
estamos recibiendo las primeras respuestas favorables de apoyo de los
organismos internacionales, comenzando la semana anterior con el préstamo
multisectorial del BID por 180 millones de dólares, continuando luego con
la decisión de ayer del Fondo Monetario de un aumento de 1.500 millones
de dólares en el crédito stand by aprobado a fines de marzo, al tiempo
que estamos culminando las gestiones con el Banco Mundial por un préstamo
estructural de al menos 400 millones de dólares.
Me
permito detenerme un instante en la decisión de ayer del Fondo Monetario,
que ya nos ha habilitado un primer desembolso de unos 500 millones de
dólares, porque alcanza con leer la prensa de todos los días para
valorar en todos sus términos esa decisión de apoyo a nuestro país por
parte de toda la comunidad financiera internacional, en estos momentos tan
especiales que vive la región.
Estamos
pues en camino de lograr unos 3.000 millones de dólares desde ahora hasta
fines del 2003, a fin de financiar nuestros vencimientos de deuda pública
hasta entonces, disponer de unos 1.000 millones de dólares para integrar
un fondo más amplio destinado a fortalecer al sistema bancario y,
finalmente, dedicar una parte de aquel total a una recomposición parcial
de las reservas del Banco Central.
Hasta
aquí, el gobierno de coalición ya encaminó una parte sustancial de sus
deberes, y ya hemos comenzado a percibir los primeros efectos favorables
de este choque de confianza que se nos reclamó desde todos los sectores
de opinión, en especial en el logro de una mayor estabilidad del nivel de
los depósitos bancarios.
Como
es sabido, otras medidas fueron necesarias y hay otras en proceso de
elaboración, que ya han sido algunas de ellas parcialmente difundidas
entre la opinión pública.
La
primera de ellas se refiere a la modificación del régimen cambiario
dispuesta el pasado jueves 20. No voy a abundar en los fundamentos que ya
hice públicos en esa oportunidad. Sólo voy a repasar tres causas
principales de nuestra decisión.
CAUSAS
DE LA LIBRE FLOTACIÓN
La
primera es que la volatilidad de la región y de nuestros dos vecinos es
hoy claramente mucho mayor que hace dos meses. En estas circunstancias, el
régimen cambiario anterior carecía de la flexibilidad necesaria para
enfrentar las vicisitudes del futuro, más allá que confiamos en que
ellas puedan ser finalmente neutralizadas por los gobiernos de nuestros
vecinos. En todo caso, déjenme decirlo en la forma más gráfica posible:
otra perturbación regional más,
para correrla de atrás, con una eventual nueva pérdida de competitividad
y de reservas: no, no, no, y definitivamente no. Seguramente muchos de los
que hoy nos critican por haber hecho lo que hicimos, nos habrían
criticado más adelante por haber hecho tarde, obligado y después de
perder reservas, lo que de todas formas tendríamos que hacer.
La
segunda precisión es que, como es sabido, la baja de depósitos en la
banca provocó una pérdida relativamente importante de reservas en el
Banco Central. Por las dudas, reitero que después del 7 de enero el Banco
Central no vendió un sólo dólar para defender la cotización
cambiaría, así que lo que se anunció el jueves 20 fue primero para
aventar definitivamente esa eventualidad y para concentrar luego nuestras
reservas en la defensa de la estabilidad del sistema bancario, que es un
valor que todo el sistema político, sin excepciones, ha coincidido en
priorizar.
Finalmente,
y teniendo en cuenta que en los últimos años
ya habíamos devaluado y ya veníamos abriendo la banda de
flotación y porque, además, aspiramos a mantener el desequilibrio fiscal
dentro de las metas ya anunciadas y el Banco Central va a desarrollar una
política monetaria muy activa, tenemos plena confianza en que la
evolución del tipo de cambio se va a mantener dentro de niveles muy
normales, en comparación con las previsiones que hubieran regido de
acuerdo a la pauta anterior
al jueves 20. Y les reitero: en una flotación, el tipo de cambio puede
subir y puede bajar, y dentro de una flotación que reitero será limpia,
no nos excluimos a priori de marcar nuestra presencia, en el mercado
cuando lo entendamos conveniente.
METAS
En
consecuencia, nuestras primeras proyecciones anuncian una variación de la
base monetaria del orden del 7% anual y una inflación de entre un 12 y un
15% para este año.
En
los días posteriores al jueves 20 ha surgido una preocupación colectiva
por un eventual rebrote de la inflación y
por el aumento de algunos precios.
Es
sabido que no creemos en el control administrativo de los precios. Pero
sin perjuicio de ello, no vamos a permanecer indiferentes a variaciones
injustificadas y excesivas de ellos. Disponemos de una variedad de
instrumentos de intervención que haremos jugar según los casos. Entre
ellos me permito recordar a los decretos de defensa de la producción
nacional recientemente emitidos y que pueden dejar de aplicarse en los
casos en que comprobemos subas injustificadas de precios; obviamente,
también disponemos de mecanismo de fijación administrativa de precios,
al igual que otras formas de intervención no menos efectivas.
La
segunda consecuencia de la nueva realidad en que nos ubica la trayectoria
de devaluación-inflación de los últimos meses, junto con la decisión
del jueves 20, es la de que estamos en condiciones de decidir un cambio de
importancia en el régimen de devolución de impuestos a las
exportaciones. Repasemos los datos: en los últimos doce meses la
devaluación fue de un 40%, la inflación de un 7%, el aumento de los
sueldos del sector privado de un 2% y los aumentos de UTE y de ANTEL de un
8.5% y un 6.5%. Pensamos,
entonces, que todo ello más
que compensa la reducción a 0 de la devolución de impuestos a la
exportación, que en promedio es de un 3.5%, así como un descenso de dos
puntos en los regímenes vigentes según la Ley Pineda y el sector
automotriz, todo esto con vigencia a partir del próximo 1° de julio.
SISTEMA
BANCARIO
Un
segundo orden de problemas, que ya estaba presente en la realidad
económica del país, se hizo más explícito el viernes 21 al decretar el
Banco Central la intervención de los Bancos Montevideo y Caja Obrera. A
estos efectos, como parte del acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional, hemos dictado un decreto y estamos trabajando en un
proyecto de ley para fortalecer el sistema bancario, a partir de un fondo
que tendrá un primer aporte de préstamos internacionales de por lo menos
1.000 millones de dólares, a ser complementado por la emisión de deuda
pública, para llegar si fuera necesario, a un total de 2.000 a 2.500
millones de dólares y dejar al sistema bancario del país completamente
saneado y en condiciones de dar las máximas garantías tanto al interior
como al exterior del país. Y que quede bien claro: habrá recursos para
los bancos pero no para los accionistas de los bancos que no aporten a su
capitalización. Y también habrá una conversación muy franca con
el sindicato bancario, porque el sistema que viene será claramente más
reducido que el que fue y porque los
trabajadores y la Caja Bancaria deberán afrontar una realidad que ya no
será la misma de antes.
A
partir de este fortalecimiento del sistema bancario, confiamos en la
definitiva normalización del sistema y en un gradual restablecimiento del
crédito bancario a las empresas, que claramente ha sido hasta ahora una
limitación de importancia para la producción.
ACCIONES
DE FUTURO
Quisiera
referirme ahora a las acciones que habremos de encarar en lo inmediato. En
primer lugar, deseo referirme a la inminente presentación del proyecto de
Rendición de Cuentas. Por motivos que todos conocemos, es ésta una
instancia muy importante en el momento actual del país. Creo,
sinceramente, que el Gobierno habrá de presentar un proyecto muy
compacto, en el que se plantearán reformas muy significativas, que nunca
antes se habían discutido en el país.
Voy
a dejar de lado las reformas políticas: más allá de matices, todos los
uruguayos están de acuerdo en que el número de ministerios es excesivo y
que también lo es el número de directores de las empresas públicas. No
deberá ser tan difícil entonces encontrar puntos de acuerdo respecto a
estos objetivos.
Sigamos
con las propuestas respecto a la supresión de AFE, Colonización y la
venta de las acciones de PLUNA, todas ellas tendientes a dejar atrás un
pasado definitivamente superado, con organismos deficitarios que ya no
tienen una función que cumplir, pese a lo cual siguen existiendo
como si el mundo fuera el mismo que hace cincuenta años atrás.
En
un sentido aún más de fondo, el Gobierno habrá de insistir
con la idea de derogar los monopolios de ANTEL y de ANCAP, que es
profundamente transformadora de la realidad económica y política del
país.
En
particular, quisiera hacer algunas reflexiones respecto al proyecto de
reforma del Banco Hipotecario. Los resultados últimos del BHU son la
consecuencia de un pasado sobre el que no es conducente detenerse ahora.
La idea de un Banco Público de la Vivienda
ha quedado desactualizada en la realidad actual del país: por ello
es que, en el futuro, ningún gobierno deberá enfrentar en forma
ilimitada el riesgo de cobro
de un préstamo bancario a un sector muy vasto de la población de
ingresos bajos y medios. La tentación de la interferencia política por
un lado o la morosidad por el otro son demasiado importantes. Tampoco
tiene sentido que un banco sea a la vez banco y empresa constructora. Por
lo tanto, el BHU del futuro sólo deberá mantener su facultad para
prestar con destino a la compra de vivienda con fines sociales a las
personas de ingresos medios y bajos, pero con límites muy precisos que,
una vez alcanzados, deberá vender al sector privado, para que sea éste y
no el Hipotecario el que se encargue de la cobranza. A estos efectos, y en
forma gradual hacia el futuro, el Banco deberá financiarse exclusivamente
mediante la emisión de títulos de deuda
de mediano y largo plazo, ajustados de acuerdo a los precios de
consumo.
Otros
componentes del proyecto de Rendición de Cuentas se refieren a la
racionalización del gasto público, mediante una reducción de los
créditos presupuestales y en particular la baja del gasto dedicado al
Servicio Exterior y las Fuerzas Armadas. También hay normas referidas al
retiro anticipado e incentivado de los empleados públicos, el
perfeccionamiento del sistema de compras, el cierre o reestructura de
ciertas unidades ejecutoras, etcétera. Hay también todo un capítulo
creando un nuevo marco regulatorio para los funcionarios públicos, en
materia de topes salariales, eliminación de ciertos beneficios
especiales, establecimiento de un horario único de funcionamiento, un
nuevo estatuto de los contratos, nuevas regulaciones en materia de
causales de destitución, etcétera.
En
la misma oportunidad, el gobierno está comprometiendo la apertura al
sector privado de diversas obras bajo el régimen de concesión, entre las
que corresponde destacar la privatización de la megaconcesión.
En
conjunto, estamos estimando que esas medidas permitirán una baja
de unos 250 millones de dólares en el gasto público y contribuirán
además a la reactivación de la economía del país.
Otro
punto de significación es el que se refiere a los impuestos. Estamos
ratificando un compromiso ya anunciado con anterioridad, de poner a la
consideración del Parlamento en un plazo de tres o cuatro meses un
proyecto de reforma tributaria, que concentre el cúmulo de impuestos
existentes en la actualidad en un IVA unificado y con tasas a la baja, un
impuesto a determinados consumos, un impuesto a las varias formas de
ingreso de la población y un impuesto sobre las importaciones: cuatro
impuestos y no más. Confiamos en la aprobación de este proyecto de
reforma a fin de asegurar una mayor eficiencia en la asignación de
recursos y la solvencia de las cuentas públicas hacia el futuro. De todas
formas y en tanto se procese este trámite, en el Proyecto de Rendición
de Cuentas habremos de pedir la facultad para mantener más allá de fines
del 2003 el aumento de impuestos recientemente aprobado por el Parlamento.
DESMONOPOLIZACIONES
Finalmente,
y en el curso de los próximas semanas y meses, el Gobierno habrá de
persistir en su línea de desregulaciones y desmonopolizaciones. Así, en
esta semana se habrá de dictar un decreto estableciendo un nuevo marco
regulatorio para la transmisión y distribución de electricidad, a fin de
introducir mayor competencia en el sector. Vamos a proponer nuevos
lineamientos legales para el sector de telecomunicaciones, ya nos hemos
referido a la desmonopolización de
ANCAP, habremos de avanzar en nuevas formas de concesión al sector
privado en materia de agua y saneamiento y propondremos distintos
proyectos en materia de gas, ferrocarril y servicios postales, todos en la
misma dirección.
En
conjunto, la nueva política cambiaria, el impulso al sector exportador,
la defensa de la producción dirigida al mercado interno, el impulso al
sector de la construcción a través de la exoneración del aporte
patronal para las obras nuevas en el sector privado, la política de
concesiones al sector privado, la baja del gasto público, las reformas de
estructura, todas ellas son una parte que en conjunto habrán de impulsar
el esfuerzo de reactivación que la sociedad reclama y legítimamente
necesita.
Unas
palabras finales, muy sentidas.
Estamos
dejando atrás uno de los períodos más difíciles, si no el más
difícil, de nuestra historia económica como país independiente. Y lo
estamos haciendo en un marco de convivencia democrática, en el que todos
creemos con profunda convicción.
Recordemos
que tres de los períodos más difíciles de nuestra historia reciente,
como los de las crisis del petróleo de 1973 y 1979
y la crisis cambiaria de 1982,
ocurrieron en un marco político autoritario.
Entonces,
con la fuerza que viene del fondo de nuestra historia, con nuestro orgullo
y nuestra convicción en la más plena vigencia de nuestras libertades,
quiero finalizar este mensaje con una reafirmación plena de mi confianza
en la superación de estas dificultades de hoy y en un futuro promisorio
para todos los uruguayos a partir de las medidas que estamos adoptando
como gobierno y, en especial, sobre el esfuerzo y la confianza de nuestra
ciudadanía.
Muchas
gracias.
PREGUNTAS
EN ADM AL MINISTRO ALBERTO BENSION
MODERADOR:
La primera de las preguntas -que nos están llegando en un número
bastante importante- es formulada por el economista Pablo Gutiérrez, de
COFAC: a la luz de la necesaria salida de la recesión actual y de las
dificultades por las que ha atravesado el sistema bancario, ¿cuál es el
rol que usted le asignaría a la banca nacional, tanto pública como
cooperativa?
MINISTRO
BENSION: Captar depósitos y prestar bien, y mantener la solvencia como
cualquier banco.
MODERADOR: La
pregunta ésta está firmada por Juan Martínez. Dice: al no obtener
líneas de crédito para pagar aguinaldos, ¿no hubiese sido oportuno para
la actividad privada asimilarlo a la política para el pago de
funcionarios públicos, o sea, a la postergación de esta primera parte
del aguinaldo?
MINISTRO
BENSION: Bueno, más allá de las consideraciones que se podrían hacer
sobre la conveniencia o no de esa medida, el marco legal no nos lo
permitía. La ley es bien clara sobre las posibilidades para pagar el
aguinaldo en el sector público y en el sector privado. Ocurre, sin
embargo, que en el sector público un artículo de la reciente Ley de
Presupuesto, aprobada el año pasado, nos dio la facultad, que hemos
utilizado, para disponer el pago de esta primera cuota, de esta primera
mitad del aguinaldo en dos cuotas, en julio y agosto, cosa que no era así
en el sector privado.
MODERADOR: Ministro,
yo tengo una pregunta que me ha llegado vía oral acá en el almuerzo y en
días previos. En el programa que ustedes prevén, de incentivos para el
retiro de los funcionarios públicos y para las reformas, esos incentivos,
esos programas, ¿van abarcar a todos los funcionarios de la
Administración Central incluyendo militares y policías?
MINISTRO
BENSION: No estoy en condiciones de dar respuesta precisa sobre esa
pregunta. He estado trabajando a medias, porque como es público y
notorio, he tenido otras tareas simultáneas. Estamos ahora dando la
revisión final a los artículos que se van a presentar y en consecuencia
hoy no estoy en condiciones de contestar esa pregunta.
MODERADOR:
Bueno, Ministro, generalmente aparece en estas ocasiones alguna pregunta
sobre las tasas de interés y el costo del crédito. En este caso dice:
las tasas de interés en moneda nacional para préstamos están hoy entre
el 115% y el 130% anual. A este nivel no es posible financiar actividades
económicas. Y pregunta: ¿qué puede esperarse para el segundo semestre
para estas tasas de interés, teniendo en cuenta incluso los cambios que
ha habido en la política cambiaria? ¿Cuáles son las expectativas del
gobierno en materia de intereses para esta segunda mitad del año?
MINISTRO
BENSION: Bueno, en condiciones normales creemos que la evolución de la
tasa de interés, a partir de
ahora y hacia el futuro inmediato por lo menos, va a ser uno de los
efectos más favorables de la decisión cambiaria del jueves 20.
Claramente, en el marco de la política cambiaria anterior había una
cuota de incertidumbre importante sobre la evolución futura del tipo de
cambio y las posibilidades de mantenimiento de la pauta cambiaria vigente
hasta entonces, que se trasladaba a las tasas de interés. En el marco de
la flotación que hemos dispuesto a partir del jueves 20 y en la medida en
que, como esperamos, se confirme una evolución más o menos normal del
tipo de cambio, obviamente que con un papel muy activo de la política
monetaria a través del Banco Central, las expectativas irán acomodando los niveles de incertidumbre
que se reflejan en la tasa de interés y eso tendrá un primer efecto a la
baja sobre ellas con relación a la situación anterior. Eso en primer
lugar. En segundo lugar, creo que no podemos desconocer que los aumentos
de la tasa de interés, de las tasas de interés en general, tanto en
moneda nacional como en moneda extranjera, en los últimos meses obedecen
a dos realidades evidentes, una de las cuales confiamos que ya se esté
superando, pero que fue un dato bien importante en el pasado reciente. Me
refiero, por un lado, a que la pérdida del grado inversor de Uruguay ha
levantado el riesgo-país como tal y en consecuencia ello se refleja en el
nivel de tasas de interés que el país tiene que pagar y, por lo tanto,
el piso que a su vez sirve de referencia para la determinación de las
tasas de interés del sistema bancario. Y en segundo lugar, el hecho de
que, como hemos reiterado en el curso de nuestra exposición y como es de
conocimiento público, en estos meses ha habido olas expansivas más
moderadas, pero en definitiva una realidad de retiro de depósitos que
lógicamente también se tiene, se tuvo que traducir en un aumento de las
tasas de interés. Esta última parte de nuestra realidad más reciente es
la que estamos confiando que se haya superado a partir justamente de este
paquete, de este fondo, de fortalecimiento del sistema bancario uruguayo
que, repetimos, justamente a partir de esta nueva realidad va a estar en
condiciones de solvencia y seguridad claramente muy por encima de los
niveles de la región.
MODERADOR:
Tenemos dos preguntas relacionadas con la presión fiscal. Una de ellas es
formulada por la Cámara Nacional de Comercio
que señala que la alta presión fiscal que tienen las empresas en
el Uruguay, les hace muy difícil ser competitivas, por otra parte esa
alta presión ha llevado a un informalismo de cifras históricas. La
Cámara Nacional de Comercio y Servicios dio a conocer ayer el estimativo
de una economía informal en valores que oscilan entre 5.600 y 7.600
millones de dólares, más del 30% del Producto Interno Bruto. ¿Cómo se
puede revertir esa realidad? La otra pregunta formulada por el señor
Néstor González señala: conociendo la importancia de la economía
informal, ¿cuál es la verdadera razón para no apostar a una mayor
participación contributiva a partir de tasas impositivas menores en lugar
de desestimular a la sociedad por continuos aumentos impositivos?
MINISTRO
BENSION: En primer lugar hay distintas realidades en materia tributaria.
El sector agropecuario se ha visto aliviado en estos últimos años por un
descenso prácticamente generalizado de los tributos que paga, de hecho en
el momento actual creo que está sujeto a un par de impuestos nada más y
uno de ellos municipal, o dos municipales. En el sector industrial hemos
bajado también impuestos en el curso de nuestra gestión. Recién ahora
hemos dispuesto un aumento generalizado de impuestos que afectan a las
empresas, en el caso de la última Ley tributaria con referencia al IRIC y
al Impuesto a las Comisiones, pero en términos generales con grandes
dificultades los impuestos sobre las empresas se han ido reduciendo, por
lo menos sobre las empresas agropecuarias e industriales, en el curso de
nuestra gestión. No así sobre otro tipo de empresas, en particular las
que están agrupadas sobre la Cámara de Comercio, y de allí que sin duda
en ese sector como en otros, es cierto que hay un fenómeno de
informalidad y de evasión que en parte está alimentado por un nivel de
impuestos que sin duda tenemos que bajar. Olvidé decir que también en el
sector de la construcción hemos dispuesto una rebaja de aportes
patronales como tuve ocasión de señalarlo recién para las obras nuevas
en el sector de la construcción privada. De modo que creo que la pregunta
abarca distintos matices que es necesario distinguir. En todo caso lo que
también es cierto es que en el marco del déficit fiscal que hemos tenido
y pese a que estamos bajando fuertemente el gasto público de todas
maneras nos vimos obligados a solicitar al Parlamento y a obtener un
aumento de los impuestos de modo que en lo inmediato claramente se nos
hace muy difícil acceder a nuevas bajas de impuestos. Será una tarea de
nuestro gobierno, espero, confío que sí y sobre todo del conjunto del
sistema político graduar hacia el fututo en la medida en que recobremos
crecimiento productivo, una suerte de combinación tal que
la mayor recaudación asociada al crecimiento productivo se pueda
justamente afectar hacia el lado de baja de impuestos y no de aumento de
gastos como ocurrió en el pasado.
MODERADOR: Creo
Ministro, que detrás de la pregunta de la Cámara de Comercio está una
referencia muy directa al sector informal de la economía y al combate a
la evasión. La pregunta es, muchas veces se ha hablado de esto, y hemos
hablado aquí y en otros ámbitos, y en virtud del planteo parecería que
hay insatisfacción con este
tema.
MINISTRO
BENSION: Bueno, creo que todos tenemos insatisfacción. Evidentemente
supongo que en Estados Unidos no deben estar contentos con que exista la
Mafia, pero existe. Así que vamos a no ponernos en posiciones
absolutistas que no son realistas. Desde la administración estamos
haciendo esfuerzos muy importantes por bajar la evasión. Son públicas y
notorias actuaciones que se han dado a publicidad en los últimos tiempos.
Es público y notorio también y en esto creo que también es bueno
decirlo, que la sociedad uruguaya tiene una especie de doble discurso
porque hace poco un cuerpo de
inspectores en una ciudad del interior fue prácticamente repudiado por
las gremiales de comerciantes existentes en esa ciudad, y se produjeron
situaciones enojosas que hacen al convivir civilizado de los uruguayos. De
modo que en esta historia nosotros estamos haciendo todos nuestros
esfuerzos. Creemos que es necesario, para avanzar más en este sentido, un
perfeccionamiento institucional a través de la ley de la reforma de la
DGI que hemos presentado el año pasado, lamentablemente hemos tenido
diferencias en el seno de la coalición sobre esta ley y no ha podido ser
todavía votada. De modo que, como ustedes ven, aquí hay distintos
aspectos, algunos de orden administrativo, otros de orden institucional,
otros que hacen a la opinión pública, al estado público sobre estas
cosas de quejarse por un lado de una cierta realidad y por el otro lado de
resistirse a combatirla, que hacen que como todos sabemos este sea un
fenómeno muy complejo, que yo acepto la cuota de responsabilidad que
tiene el gobierno pero en el que también sin duda tengo cosas para decir
del resto de la sociedad.
MODERADOR:
Ministro, están llegando varias preguntas, vamos a agrupar algunas que
están referidas en este caso al Comercio Exterior y a exportaciones. El
Señor Julio Jiménez dice: la devolución de impuestos indirectos es un
régimen autorizado y aceptado por la Organización Mundial de Comercio,
en general ningún país exporta impuestos. La liberación del mercado
cambiario permite adecuar los costos uruguayos pero no tiene relación con
lo anterior. Le pregunta: ¿por qué anular la devolución de impuestos
directos? Y hay otra pregunta de un industrial, Carlos Shuarsberg, que
dice que no escuchó impulsos a la exportación en su disertación y
quería saber qué opinaba de eso.
MINISTRO
BENSION: Bueno, la segunda pregunta no sé si fue por un defecto de audio
o un problema conceptual.
MODERADOR:
Quizás se refiere a algún instrumento. Usted habló al final sobre que
el gobierno iba a impulsar al sector exportador.
MINISTRO
BENSION: Bueno, si con las cifras que di sobre la mejora de la
competitividad del sector exportador hay alguien que tiene alguna duda
sobre que la política económica está impulsando al sector exportador,
es que en realidad estamos con los conceptos muy equivocados. Ahora, en el
marco de esa política económica y particularmente de esa política de
precios relativos, habida cuenta de la diversidad de precios a los que me
referí, es que hemos definido esta medida de reducción a cero de la
devolución de impuestos a las exportaciones con excepción de los dos
regímenes, Ley Pineda y automotriz, en los que vamos a bajar dos puntos
en esta ocasión. Me permito recordarle al conjunto de la sociedad
uruguaya que este régimen de devolución de impuestos tiene un costo que
oscila -según los cálculos que se puedan hacer y los conceptos que se
incluyan- entre 70 y 90 millones de dólares para el conjunto de las
cuentas públicas, y que una vez solucionado el régimen cambiario, tal
como era la aspiración de vastos sectores de la sociedad y como en
definitiva tuvimos que reconocerlo y aceptarlo, en función de la realidad
de estos últimos dos meses, nos parece lo más natural del mundo -como
buena orientación de política económica- dejar reposar en el tipo de
cambio la evolución de las exportaciones.
MODERADOR:
El Ing. Luis Dalies, de “Pepsico Snacks” pregunta: qué va a suceder
con la protección a la industria nacional. Usted Ministro se refirió a
los instrumentos estos que se habían comenzado a aplicar de precios de
referencia, precios de derechos específicos a las importaciones cuando
habló de los problemas de
repercusión en la inflación sobre la medida cambiaria, que podían
quitarse alguno de esos instrumentos. Y hace algunos días se había
hablado de que podía ampliarse la lista de productos que abarcaban esos
derechos. ¿Qué es lo que el gobierno tiene previsto en materia de ese
mecanismo de protección?
MINISTRO
BENSIÓN: Este mecanismo al
que estamos haciendo referencia se concretó en dos decretos que se
dictaron casi inmediatamente después del abandono de la convertibilidad
en la Argentina y básicamente están orientados a defender a nuestra
producción nacional, a nuestra producción destinada al mercado
doméstico, de una importación a precios distorsionados provenientes de
la Argentina. El régimen se va a mantener; tanto el decreto de
financiamiento obligatorio, como el de la facultad para fijar derechos
específicos. Es cierto, tenemos una cantidad importante de pedidos para
ser incorporados a este régimen, especialmente el de derechos
específicos, que estamos estudiando. Ahora, lo que está claro es que si
alguno de los precios que han evolucionado en los últimos tiempos, a
partir del jueves 20, por encima de lo que nos parece normal está en esa
lista de bienes sujetos a derechos específicos, lo primero que vamos a
hacer es sacarlos de esa lista.
MODERADOR:
Tenemos una pregunta del presidente de la Cámara de Industrias del
Uruguay, el Ing. Diego Balestra, y dice así: “para un país en el cual
la única salida del crecimiento pasa por las exportaciones, ya dijo el
Presidente Dr. Jorge Batlle que había que llegar a cinco mil millones y
exportar mano de obra uruguaya. Una medida como la que se propone eliminar
que es el único incentivo que tiene el actor parece ir totalmente en
contra de lo deseado, máxime teniendo en cuenta el costo de ese
beneficio, 90 millones de dólares, y teniendo en cuenta que esa cifra
podría ser fácilmente sustituida por una reducción del gasto público a
pesar del costo político que esto pueda tener.
MINISTRO
BENSIÓN: Bueno, vamos por
partes; así como durante muchos años yo me negué a reconocer un eslogan
fácil que decía que había un único sector que importaba en la
economía y todo lo demás no era relevante, yo no creo que exista una
única salida para nuestra economía, como son las exportaciones. La
economía es un conjunto de sectores; algunos exportan, otros se dirigen
al mercado interno, otros forman parte del sector de servicios, etcétera,
primera cosa. Así que, yo creo que no es bueno poner direcciones
exclusivas en lo que es el destino de un país. La economía de un país,
la sociedad de un país, es mucho más que un sector, es mucho más que un
componente determinado de la demanda, como se puede decir en términos
económicos.
La
segunda cosa es que el instrumento idóneo por excelencia en materia de
comercio exterior es el tipo de cambio. Y a partir de la decisión del
jueves 20 es el tipo de cambio el que va a regir las decisiones y los
resultados en materia de producción, exportaciones, importaciones. Durante el período de toda la década del ’90, que se
conoció como atraso cambiario, para darle el nombre más gráfico y
simplificado con el que se hizo referencia a él, los distintos gobiernos,
en distinta medida, con distinta fuerza, tuvieron que recurrir al uso de
instrumentos complementarios para compensar esa situación cambiaria.
Ahora, a la luz de la política cambiaria que ya venimos aplicando desde
el año pasado y que acabamos de perfeccionar y consolidar en
la decisión del jueves 20, entendemos que estos instrumentos
complementarios no son necesarios, tienen un costo fiscal importante, que
no es contradictorio con la baja del gasto público, porque como es
público y notorio hemos bajado en forma muy importante el gasto público
y es uno de los puntos que más críticas ha merecido de nuestras acciones
de Gobierno. Recuerden las pautas de contención salarial que hemos dado
en materia de salarios públicos, recuerden las pautas de evolución de
las jubilaciones, recuerden el comienzo de mi exposición la baja del
gasto de funcionamiento, y de gastos de inversión, recuerden en
particular la baja de inversión pública que hemos estado obligados a
llevar adelante. De modo que creo que estamos en condiciones de decir que
hemos hecho esfuerzos muy importantes en materia de gasto público y que
en ese contexto, 70 o 90 millones de dólares, cuando se ha decretado la
liberación del mercado cambiario nos parece que es una cifra relevante
que el país ya no tiene necesidad de dedicar en esos términos y que por
el contrario nos van a permitir el alivio de un tema muy fuerte como es el
déficit fiscal, que todos sabemos que ha estado en el cuestionamiento
principal de nuestra política económica en los últimos tiempos.
MODERADOR: Ministro,
hay una pregunta que está relacionado con lo que usted estaba diciendo,
el señor Mario Medina pregunta: ¿cómo se puede abatir sustancialmente
el gasto público, teniendo en cuenta que aproximadamente más del 50 por
ciento del mismo está destinado a pasividades, más del 25 por ciento a
sueldos y un porcentaje similar al servicio de la deuda. Yo le agrego,
Ministro, usted habló de la Rendición de Cuentas, que se envía ahora
antes de fin de mes, y después de una reforma tributaria, también hay
una pregunta que le pide alguna aclaración sobre eso, pero que no van a
entrar a regir, supuestamente, en un corto plazo, la Rendición de Cuentas
no sé si comenzará a regir el 1° de enero o el gobierno tiene previsto
que pueda haber alguna actualización antes. ¿Hay medidas previstas
adicionales para poder cumplir con la meta...
MINISTRO
BENSIÓN: De a una, de a una...
MODERADOR:
Es para dejarlo libre, ¿tiene alguna otra tarea hoy de tarde?
MINISTRO
BENSIÓN: No. Vamos por parte. Es cierto, el gasto público es muy
rígido, si como hemos tenido hasta ahora estamos en un régimen de
estabilidad, porque, es cierto, son sueldos, son jubilaciones, eso hace
creo que alrededor de 60-70 por ciento del gasto público y en
consecuencia no son de difícil modificación en el corto plazo. Repito,
especialmente en el marco de una estabilidad de precios. Creo que el
Uruguay dio un paso gigantesco en la buena dirección de la baja del gasto
público, con la reforma de la Seguridad Social en el 96, porque eso ha
significado una reforma muy de fondo en el sistema, que claramente se
está viendo en la evolución del número de pasivos año a año, y con
una proyección hacia el futuro. Creo que sí, como efectivamente se ha
planteado, hacia el futuro Uruguay puede reducir en forma importante
sectores de la Administración en materia de –como está planteado-
Servicio Exterior, Fuerzas Armadas, normas sobre funcionarios,
inamovilidad, etcétera, eso va a facilitar enormemente el futuro del
Uruguay, en cuanto a que va a ser la forma genuina de bajar el gasto
público más allá de los avatares que pueda tener la evolución de la
inflación. Den lo inmediato, hemos hecho esfuerzos muy importantes para
abatir el gasto público. Hemos disminuido los gastos de funcionamiento,
hemos disminuido los gastos de inversión, hemos tenido una política muy
restrictiva en materia de ajustes de salarios y pasividades, y son todas
formas conducentes a esa baja del gasto público que se nos pide. Ahora,
repito, los gobernantes de los próximos 10 años, 20 años, ojalá tengan
una plantilla de funcionarios públicos -en términos generales, para no
especificar determinados sectores que no sería conducente hacerlo ahora-
que sea muy inferior a la actual, de tal modo que en consecuencia estén
en condiciones de tener un menor gasto público y estén en condiciones de
tener menores impuestos sobre el conjunto de la población. La Rendición
de Cuentas se va a procesar, como es público y notorio, en la discusión
parlamentaria correspondiente. Probablemente, eso signifique que vamos a
tener que esperar al cumplimiento de los plazos constitucionales y que en
lo sustantivo esté en vigencia recién a partir del próximo 1° de
enero. Si es posible un acuerdo político que adelante la aprobación,
quizás, podamos ya en el correr de este año comenzar a aplicar algunas
de las medidas que se puedan lograr en esa Rendición de Cuentas. En
cuanto a la reforma tributaria claramente tenemos el compromiso de
presentarla, tenemos un muy fuerte compromiso del Partido Nacional de
trabajar en esta misma dirección. Creo que conceptualmente estamos, creo
que toda la sociedad uruguaya está de acuerdo, hay que concentrar la
diversidad impresionante y muy poco eficiente de impuestos que tenemos
actualmente en no más de cuatro, cinco, seis, y vamos a trabajar en esa
dirección. La idea es tenerla aprobada lo antes posible.
MODERADOR: En ese
sentido hay una pregunta de un periodista, un colega muy querido,
Aureliano Folle, que le plantea que usted habló de cuatro impuestos:
¿cuáles serán y que sustituyen? ¿El Impuesto a la Renta Personal se ha
manejado?
MINISTRO BENSIÓN: Yo
hablé de cuatro impuestos: el IVA, unificado y con tasas menores a las
actuales, los impuestos específicos a los consumos, como existe hoy el
impuesto a los automóviles, a los cigarrillos, a las bebidas
alcohólicas; hablé sobre un impuesto a los ingresos, a las diversas
formas de ingresos que existen en la sociedad uruguaya, de hecho ya los
hay: hay un Impuesto a las retribuciones Personales, hay un Impuesto a las
Rentas Empresariales, a las Comisiones, las vamos a tener que ver en su
conjunto, no necesariamente significa eso un Impuesto a la Renta, y
finalmente un impuesto sobre el Comercio Exterior.
MODERADOR: Esta es
una pregunta del economista Álvaro Carella, de COFAC, dice: ¿la meta de
crecimiento de la base monetaria es compatible con el déficit fiscal
proyectado y con la restricción de financiamiento? Si es así, ¿la
utilización de instrumentos de esterilización monetaria continuará
apareciendo como un competidor del financiamiento al sector privado?
MINISTRO BENSIÓN: No,
es una pregunta bien técnica, vamos a no estropearles el postre a los
asistentes. En todo caso, en todos los países del mundo los instrumentos
de esterilización monetaria coexisten con diversas formas de créditos al
sector privado, no hay porque poner una oposición entre uno y otro. Pero
está claro que en las circunstancias actuales necesariamente tenemos que
compatibilizar los niveles de déficit con los niveles de expansión
monetaria para lograr los objetivos que estamos planteando ahora en forma
primaria, habida cuenta de la modificación del jueves 20, en temas tales
como la inflación y evolución del tipo de cambio.
MODERADOR: Hay una
pregunta adicional, Ministro: ¿metas monetarias o metas inflacionarias?.
Si es monetaria, ¿qué definición –también es una pregunta bastante
técnica- qué definición va a tomar de la base monetaria para adoptarla
como anclaje, y cada cuánto va a publicar?. El Banco Central había
informado que las reservas se iban a publicar día a día.
MINISTRO BENSIÓN: Las
reservas se van a publicar en forma diaria a partir, si no recuerdo mal,
del próximo 18 de julio, en todo caso a partir de este fin de mes. Y, por
ahora lo que estamos anunciando, obviamente, estamos entrando en un nuevo
régimen, el Banco Central va a hacer sus anuncios correspondientes a
medida que vaya procesando toda la instrumentación correspondiente.
Estamos trabajando con un concepto de base monetaria y por el momento
vamos a dejarlo en esos términos.
MODERADOR:
Ministro, aquí hay una pregunta del señor Gustavo Sthal, de la empresa
GTN, y establece si es posible pasar la economía uruguaya en dólares,
dolarizar la economía y estabilizar los gastos y estabilizar la economía
de esa manera.
MINISTRO BENSIÓN: En
otro vecindario sí, en el actual no.
MODERADOR: ¿Qué
significa eso?
MINISTRO BENSIÓN: Y
significa que si nos ponemos los precios en dólares y tenemos
devaluaciones en Argentina con fuerte variación en los precios medidos en
dólares, o devaluaciones en Brasil con fuerte variaciones en los precios
medidos en dólares en Brasil, vamos a estar más o menos con el mismo
problema que hemos tenido hasta ahora: corriente de contrabando, pérdida
de competitividad, ganancias de competitividad, porque en definitiva vamos
a estar con precios en dólares fijos, frente a precios en dólares
variables en los dos países vecinos.
MODERADOR: Bueno,
Ministro, hay otra pregunta: si puede especificar sobre la propuesta que
mencionó usted sobre el tema de la Caja Bancaria, esa adecuación que
iban a tener que asumir los trabajadores bancarios y también la Caja
Bancaria. ¿Si es pasar a un régimen general de BPS a AFAP o si es alguna
otra fórmula más o menos definida?
MINISTRO BENSIÓN: No,
por ahora no voy a entrar en detalles, es un tema sobre el que todavía no
hemos tomado definición en el Poder Ejecutivo. Tenemos ideas avanzadas a
nivel de las distintas autoridades vinculadas a este tema, pero de lo que
yo hablé es de la necesidad de un diálogo franco y muy urgente con el
sindicato bancario.
MODERADOR: Ministro
esta, está firmada por Leonardo Shadeau y más que una pregunta podría
ser el título de una conferencia. ¿En el largo plazo siempre triunfa
Keynes? Ahora, en este
caso Ministro, usted debe haber escuchado en estos días que han
preguntado, es decir, bueno se proponía bajar el costo del Estado y bueno
ahora el Estado va a tener más bancos y va a fijar precios, hago un poco
de cuestionamiento ideológico. ¿Qué respuesta da a eso usted?
MINISTRO BENSIÓN: No,
no, no. No sé si es en esa dirección que apunta la pregunta, el Estado
no va a fijar precios, lo que es posible es que vamos a pisar algún pie
que ande por ahí medio desalineado. No vamos a fijar precios,
está claro y esto de los bancos ha sido una emergencia que claramente nos
ha caído como un regalo del cielo, o de la vecina orilla. Y vamos a salir
de esto tan pronto podamos.
MODERADOR: Bueno,
como bien dijo Lord Keynes, en el largo plazo todos estamos muertos.
MINISTRO BENSIÓN:
Además, en todo caso después de dos años espero no voy a estar en este
negocio.
MODERADOR: Bueno, y
como esto ya estamos en el largo plazo, vamos a hacer la última pregunta.
Y dice así, es formulada por el señor Vicente Galistio, dice: ¿cómo
piensa el Estado frenar la corrida de depósitos de no residentes iniciada
en febrero y la de residentes provocada por la incertidumbre? ¿No sería
conveniente ofrecer al sistema bancario una garantía de depósitos para
los ahorristas?
MINISTRO BENSIÓN: Lo
de la garantía de depósitos está bajo estudio del gobierno desde hace
tiempo es una intención compartida con las autoridades del Banco Central
y seguramente lo vamos a poner en funcionamiento en los próximos meses.
La diferencia que yo me permito señalar cuando se me hacen este tipo de
comentarios es que los seguros de depósitos están pensados para los
problemas en un banco, y lo que ha pasado en estos últimos meses en el
Uruguay desafortunadamente no fue problemas en un banco.
MODERADOR: Bueno y
había dicho la última pero esta digamos que es la del estribo.
MINISTRO BENSIÓN:
Nunca diga la última.
MODERADOR: Ni nunca
diga siempre. Dice: ¿en qué se basa para afirmar que pasamos o estamos
dejando atrás el período de mayores dificultades?
MINISTRO BENSIÓN:
Porque tenemos una, bueno en primer lugar hemos pasado lo peor de la
situación argentina. Nos impactó en plena temporada turística, nos
impactó en la desaparición inicial de nuestros mercados, las
exportaciones ahora se están reorientando hacia otros mercados, esperamos
que Argentina en algún momento recobre su normalidad. Pienso que ya ha
hecho su efecto negativo sobre nosotros más importante. Tenemos un apoyo
internacional muy fuerte como el que ha quedado de manifiesto en este
pronunciamiento del Fondo Monetario Internacional que yo reitero es de
excepción en el marco de las dificultades que vive la región y es una
muestra de confianza en le país, en su historia, en este gobierno, y con
toda modestia en estas épocas tan tormentosas en las autoridades
económicas del país. Así que creo que vamos a superar confío estas
dificultades y que ya hemos pasado lo peor.
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