26/03/2002
PRESIDENTE BATLLE:
“LA OPCIÓN URUGUAYA PARA CRECER ESTÁ FUERA DEL MERCOSUR”
El
Presidente de la República regresó de su viaje a la Cumbre de Naciones
Unidas sobre financiación para el desarrollo realizada en Monterrey y una
posterior visita a Nueva York. Brindó en conferencia de prensa un
pormenorizado informe de todo lo actuado y de las conclusiones que es
posible extraer de ello. Advirtió un cambio muy significativo en el
enfoque del Fondo Monetario Internacional y otros organismos
internacionales y sostuvo que, sin duda, la reunión de Monterrey había
sido la más trascendente de todas de las que ha participado hasta el
presente. En lo que respecta a Uruguay, recordó que
nuestro país ya llegó a un acuerdo con el FMI. Sobre perspectivas
de futuro para nuestro comercio exterior, el Presidente Batlle sostuvo que
la opción de crecimiento para Uruguay está “fuera del MERCOSUR.”
Pronosticó un crecimiento de las exportaciones que se hará más notorio
en el segundo semestre de este año.
Lo
que sigue es la transcripción del informe ofrecido por el Dr. Batlle y su
diálogo con los periodistas.
PRESIDENTE BATLLE: Yo
quisiera sobre la misma ratificar - creo que es importante hacerlo - lo
que a nuestro juicio constituyó una excelente reunión, organizada,
además, de una manera muy eficiente por el gobierno que preside el
Presidente Fox, en una ciudad como Monterrey que no conocíamos y que es
una ciudad totalmente industrial. La ciudad y sus alrededores tienen ya
casi cuatro millones de habitantes y el desarrollo industrial es
notoriamente - a poco tiempo de estar allí - muy fuerte, como
consecuencia de los acuerdos comerciales desarrollados entre Estados
Unidos de Norteamérica y México. La salida y entrada de los vehículos,
no menor a 5 mil camiones diarios en Laredo y Nuevo Laredo, dan la pauta
de lo que es la magnitud del desarrollo industrial de la zona y la
integración de ambos países en esa área y, sobre todo, en el Norte
mexicano, que al decir de nuestro cónsul honorario en la ciudad de
Monterrey, el señor Grasida, que es también un industrial de allí: “Monterrey
es el mañana en México”. Una ciudad que, pese a que es de tono
totalmente industrial, sin embargo, ha tenido un desarrollo cultural muy
interesante, con establecimientos museísticos de primer nivel, de una
enorme belleza; una ciudad como todas las ciudades mexicanas, embellecida
por grandes esculturas y a la vuelta de una esquina, uno se encuentra con
una escultura en el medio de una plaza de Rufino Tamayo, como integrada al
escenario en la forma más natural. Grandes museos, grandes frescos de sus
tradicionales pintores y muralistas. En una palabra, una ciudad que
progresa, una ciudad que crece, una ciudad con un espíritu de desarrollo
y de creatividad.
Yo
diría que nosotros hemos tenido la oportunidad de participar - y lo vamos
a seguir haciendo – de las reuniones que se organizan en el continente
entre los Presidentes, las patrocinadas por España y Portugal, las
reuniones de las organizaciones regionales como el MERCOSUR. También
hemos tenido la oportunidad de participar en la reunión del Milenio de
Naciones Unidas. Ninguna de esas reuniones, con ser importantes en sí
mismas - porque se traba un mayor conocimiento entre los dirigentes
políticos de los distintos países, una mayor información, una mayor
aproximación y esto es realmente muy importante en un mundo que tiende a
estar cada día más integrado y que tiende a estar cada día más
globalizado - yo diría que siendo que eso ha sido siempre importante,
ninguna ha tenido la dimensión y la característica de ésta de Monterrey
de la que acabamos de participar. Puesto que más allá del hecho de que
el tema de convertir la pobreza con aumento de ofertas financieras y
económicas por parte de los Estados Unidos y por parte de los países
europeos haya sido importante en cuanto a la dimensión de esa ayuda, me
parece que lo significativo y lo claro con respecto a los problemas - no
de los países menos desarrollados, de los países de extrema pobreza,
sino de la estructura general de la actividad financiera y comercial en el
mundo - estuvo radicado en otras expresiones. Expresiones muy claras del
Director del Fondo Monetario Internacional, que luego las reiteró a la
hora de almorzar, cuando el así llamado “Retiro de los Presidentes”,
en donde el Director General del Fondo Monetario, el señor Kohler, tanto
en su discurso referida las actividades y a las nuevas formas de la
actividad del Fondo, como de sus expresiones improvisadas a la hora del
almuerzo, participando precisamente en el tema “Ayuda contra Comercio”
o “Comercio contra Ayuda”, tuvo expresiones que marcan
- a mi juicio -un
cambio muy significativo y muy profundo en una institución como el Fondo
Monetario Internacional, que además de tener como función la de mantener
estable, proteger y ayudar al
equilibrio monetario y financiero, aparece ahora también teniendo
expresiones absolutamente definitivas en cuanto al tema que me acabo de
referir.
Resulta
que al momento en que el señor representante de Sudáfrica, en nombre de
él y en nombre nuestro, hablaba de la intervención de los organismos
multilaterales, ante la intervención de un representante de un país
europeo, referido a las ayudas que ese país europeo y otros países
europeos estaban en condiciones de dar, me tocó intervenir y a esa altura
del proceso – como no había muchos servicios de traducción en el
almuerzo – todos empezamos a hablar inglés y haciendo lo que los
franceses llaman un “calamburro”, o sea una unión de palabras
parecidas – yo sostuve que era un asunto moral. Yo
dije, el Uruguay dijo: “Is a moral issue”, es un asunto moral, “
Is not the question of aid, is the question of trade”. “No
es un asunto de ayuda, es un asunto de comercio”,
aprovechando lo parecido de ambas expresiones.
Allí
tomó la palabra el señor Köhler y fue realmente muy, muy significativa
su expresión. Porque lo tomó sobre el tema de que era un asunto moral y
de que no era uno más el otro o uno contra el otro, sino que,
precisamente, había algo que hacía a la dignidad de los pueblos, que los
pueblos tuvieran acceso a las oportunidades de consolidar su identidad
colectiva e individual a través del trabajo y a través de la inversión,
a través de la asunción de riesgos y a través de las expresiones de su
condición social y personal que el comercio genera. Y que no lo hace la
ayuda. La ayuda es un beneficio para que alguien reciba una dádiva
financiera, pero eso no contribuye no solamente a mejorar la condición
económica, sino lo que es más importante realzar: no contribuye a
mejorar la condición humana de una sociedad ni de un individuo en el caso
de que sienta que se le da un beneficio que después cuando este beneficio
termina, la condición central de la vida de las sociedades no se modifica
y no se establecen los accesos mínimos necesarios para que las sociedades
crezcan desde su propio esfuerzo.
Quiero
decirles, además, que en igual sentido pero con cifras clarísimas,
significando cuánto en más supone para todos los países en vías de
desarrollo y países emergentes, la apertura comercial
que las mejores proporciones de ayuda de otra naturaleza que se dan
por los países desarrollados en el mundo, lo estableció el Director
General de la OMC, el señor Moore en un discurso que deberíamos
publicitar y difundir. Porque tiene una serie de instrumentos financieros
y de carácter matemático, que nos va a permitir a todos ver con qué
claridad el señor Moore comentó y dijo cuánto mucho más importante es
para el desarrollo de los pueblos la cuestión comercial que el sentido de
pasar del 0.37 del producto a 0.7 del producto, la ayuda concedida por los
países europeos o el aumento en 5 mil millones de dólares de lo que
aporta los Estados Unidos.
En
igual sentido, quiero decir que de una manera, naturalmente, menos
comprometida por su condición, pero muy clara, estuvimos escuchando al
presidente de la Comisión Europea, el que fuera Primer Ministro italiano
y Profesor de Economía de Bolonia, señor Romano Prodi, con quien pudimos
conversar largamente y quien me contó, además, que en su juventud su
familia había estado casi decidida – su padre era ingeniero – a
emigrar al Uruguay. Y yo le dije que por suerte no lo había hecho -
porque la madre se había resistido a hacerlo – porque si no
él ...sería él el Presidente de la República y no yo, en lugar
de ser como es, buen amigo del Uruguay por sus recuerdos familiares y
Presidente de la Comisión Europea. Yo creo que el señor Prodi también
ve estas cosas con claridad. De sus palabras públicas y de sus
conversaciones en privado me habilitan a decir que el señor Romano Prodi
entiende de este tema y lo ve con claridad.
Diría
pues que hay no un cambio ya alcanzado, logrado, pero sí algo que está
arriba de la mesa con más fuerza que nunca: el tema de la necesidad de
abrir el comercio. Y este tema no ya en boca de los interesados sino en
boca de los dirigentes de las grandes instituciones mundiales –como el
Fondo, como la OMC- son algo que tiene trascendencia y que la va a tener
en el futuro.
Desde
el punto de vista del Uruguay yo debo decir, como ustedes ya conocen, la
conversación que mantuvimos y el encuentro que mantuvimos con el
Presidente Fox a propósito
de la ampliación para llegar a un TLC de los acuerdos comerciales
existentes bajo el régimen de ALADI entre México y el Uruguay no
solamente fueron muy satisfactorios sino que además, con posterioridad,
el Canciller y el Ministro de Economía –que tuvo que retirarse
rápidamente- y el Embajador Lichtensztejn tuvieron encuentros con el
encargado de la economía en México, el Ministro de Economía, y ya
fijaron para el mes de mayo el encuentro de trabajo entre México y el
Uruguay para continuar en la línea de comercio que ya hemos desarrollado
con México y ampliarla significativamente.
También
hablamos con el señor Primer Ministro Chrétien, el señor Ministro
canadiense. Yo diría que con el señor Chrétien aunque tenemos con los
uruguayos y los canadienses un buen entendimiento, una conversación,
digamos, que fue una especie de prólogo, no fue una conversación que
podamos decir estamos ya adentro de un sistema, aunque 24 horas después,
a la hora del mismo almuerzo el señor Chrétien señaló: ‘Los
economistas dicen que no hay almuerzos gratis. Por este almuerzo estoy
pagando yo’, dijo el señor Chrétien, porque el día anterior el
gobierno no había podido acordar con el gobierno canadiense sus
encuentros comerciales a propósito de la madera y le habían puesto un
impuesto de frontera que le costaba 3.000 millones de dólares. Entonces
dijo, muy sonriente, ‘de los 5.000 que dieron ayer, 3.000 los estoy
pagando yo.’ A lo que alguno le dijo, ‘Bueno, es bueno que vayamos
todos viendo que nos pasa a los países que tenemos dificultades para
entrar a sus mercados.’
Creo
que esto está llegando a situaciones en las cuales ya es imposible rehuir
este tema, es imposible rehuir este tema. Diría, por lo tanto, que fue
una reunión muy positiva, de la que todos salimos satisfechos, sobre todo
los Presidentes de los Estados americanos, centroamericanos y
sudamericanos que estuvimos allí participando y, como siempre, actuando
en común y conversando entre nosotros. La gente de Centroamérica, que
luego se encontraría con el Presidente Bush, dos o tres días después
para iniciar un acuerdo bilateral entre los Estados Unidos y
Centroamérica, el Presidente de Bolivia y el Presidente Pastrana, el
Presidente Toledo –que tuvo que retirarse rápidamente por
acontecimientos del Perú- que también están en la misma línea de
afianzar los acuerdos y beneficios legislativos que los Estados Unidos les
ha concedido por vía legislativa en el pasado a esos cuatro países
andinos.
Más
tarde nosotros regresamos a, salimos de Monterrey para dirigirnos a los
Estados Unidos, donde estuvimos el domingo, llegamos el sábado de
madrugada, la madrugada del domingo, estuvimos el domingo y el lunes al
mediodía participamos de un almuerzo organizado por el Presidente del
Banco Federal de la reserva Federal de Nueva York, el señor William
McDonald, que invitó a un conjunto, bueno, de pesos pesados de la
actividad financiera, de bancos de inversión, el Director General de
Merryl Lynch y organizaciones de seguros, gente de significación en
importancia que naturalmente preguntó sobre el Uruguay y preguntó
también sobre Argentina, como todos ustedes pueden suponer. Creo que
existe una idea muy clara de lo que el Uruguay ha hecho en todo este
tiempo para poder sobreponerse a las dificultades generadas de carácter
financiero y de carácter económico y de carácter comercial, de
carácter turístico y de carácter sanitario, que en el año 2001 hemos
recibido desde la Argentina. Y están naturalmente, como todo el mundo,
satisfechos en ese mundo de lo que nosotros hemos hecho, al tiempo que
preocupados por la situación argentina.
El
Uruguay el día lunes recibió el acuerdo con el Fondo Monetario. La
Argentina aun no lo ha podido hacer. Todos coincidimos
en que la Argentina es un país con recursos naturales muy
sólidos, muy importantes, con una dimensión y una relación
dimensión/población muy favorable y todos esperamos que se pueda
encontrar por parte de los dirigentes políticos y de los líderes
económicos de la República Argentina un, digamos, un programa que
traduzca estabilidad y que pueda ser aceptado por todos aquellos que
están involucrados dentro y fuera del país e interesados en la buena
marcha de esa nación hermana. Finalmente quiero decir también, de que
estuvimos en esa reunión con el Embajador uruguayo en los Estados Unidos
el señor Fernández Faingold, que en el día de hoy está entregando al
haber recibido del Ministerio de Ganadería las equivalencias que son
necesarias para administrativamente llevar adelante los acuerdos que nos
permitan reingresar con carne al mercado americano, en el día de hoy con
la debida antelación estamos entregando el documento producido por los
técnicos uruguayos respecto a las equivalencias –en la jerga técnica
tienen que ver con las equivalencias en materia de procesos de carne-, de
acuerdo a un planteo que habitualmente hace los Estados Unidos a todos los
países exportadores, se entregaron en la tarde de hoy. Al tiempo que
también queremos anunciar que seguimos trabajando para presentar antes
del 12 de abril, que es la fecha en donde vamos a iniciar las reuniones a
propósito del acuerdo bilateral con los Estados Unidos aquí en
Montevideo, seguimos avanzando para presentar con las firmas de numerosos
senadores un proyecto de ley al Parlamento de los Estados Unidos, que
señale la decisión política -si así se vota- de llevar adelante un
acuerdo bilateral con el Uruguay, entre Estados Unidos y el Uruguay. Es de
todo lo que hemos estado viendo y conversando, cuanto entiendo debo
trasmitirle a todos ustedes, estoy naturalmente a la orden de todos
ustedes para las preguntas que tengan ustedes interés en hacer.
PERIODISTA: Señor
Presidente, se ha mencionado por ejemplo que el respaldo al programa
económico del Fondo Monetario Internacional obedece al grado de confianza
que se ha ganado el país en el pago de sus compromisos, pero se ha
mencionado la eventualidad que existen algunas recomendaciones. Por
ejemplo en cuanto a la flexibilidad de la política cambiaria o monetaria.
¿Usted tiene la certeza que eso es así, o de pronto es simplemente una
sugerencia del Fondo Monetario?.
PRESIDENTE BATLLE: No,
vea, la certeza que yo tengo es de que el Uruguay siempre pagó. O sea, la
actitud del Fondo al decir, al reconocer eso no es que el Fondo reconozca
una actitud del Uruguay hoy. Uruguay siempre pagó, siempre cumplió, por
ello es que en forma permanente hemos hecho acuerdos con el Fondo y han
sido acuerdos en donde siempre hemos cumplido además, o sea, en los
acuerdos se fijan normas, se fijan metas, que siempre hemos cumplido,
algunas tienen que ver con procesos relativos a la Administración
Central, otras tienen que ver con procesos relativos a modificaciones
estructurales, como lo fue por ejemplo, el cambio que se produjo en la
legislación nacional en el sistema de Seguridad, Jubilaciones y
Pensiones. O sea, que en ese sentido el Fondo, está con confianza con el
Uruguay porque el Uruguay siempre ha cumplido, el Uruguay siempre ha dicho
la verdad, el Uruguay no oculta cifras, el Uruguay no esconde, digamos,
sus resultados fiscales, es más a veces como pasa siempre pueden haber
cosas que los funcionarios del Fondo que vienen por tres, cuatro, cinco
días no están en condiciones de verlas todas y el Uruguay las ha
comunicado y se las ha informado adecuadamente. El Fondo seguramente, en
el contrato final que el Fondo hace con sus clientes que somos los
países, al igual que un empresario o un particular va a un banco a pedir
un crédito, en los contratos que hace con los países el Fondo sugiere
soluciones sí pasan determinado tipo de cosas, pero por suerte el impacto
que produjo en el Uruguay la situación argentina tuvo mucha fuerza en la
situación del Banco de Galicia al principio del año y por ende también
repercutió en depósitos hechos
por argentinos a lo largo del 2001 en demás, en otros bancos,
fundamentalmente en
bancos extranjeros, que por estar ubicados tanto en la Argentina como en
el Uruguay eran quienes captaban más los depósitos de parte de aquello
que los argentinos retiraron del sistema bancario de su país. O sea, de
los catorce o quince mil millones de dólares, quizás un diez por ciento
quedó en el Uruguay como si fuera un dinero para disponer rápidamente, y
ese dinero cuándo el corralito se implantó como una cosa que no se iba a
modificar, determinó que en muchos casos y sobre todo en el caso del
Banco de Galicia que fue asistido en forma especial por el Banco Central
Argentino lo que necesitaban de esos recursos vinieran a buscarlos a
Montevideo, donde era más fácil acceder a los mismos y en lugar de ir a
rescatar su dinero que habían depositado en Suiza o en Estados Unidos o
en Inglaterra. Pero eso por suerte en el Uruguay fue un impacto que
finalizó ya antes de nosotros llegar el acuerdo definitivo con el Fondo,
que además, cuando vino al Uruguay estudió ese tema, o sea, el Fondo
inclusive vino al Uruguay y trajo expertos en materia bancaria y estudió
ese tema para asegurarse de que todo aquello que nosotros sosteníamos que
era la tradición de la plaza financiera uruguaya se venía operando en la
manera en como así lo decíamos. Y por eso es que el Fondo seguramente en
ese contrato que no he visto, a de decir bueno si pasan tales y cuáles, y
cuáles cosas, sería conveniente que ustedes en su momento flotaran, pero
esa no es nuestra percepción, ni es nuestra idea. El Uruguay ha
establecido un sistema de movimiento administrativo del tipo de cambio de
2 con 4 por mes y no hemos tenido ninguna razón para modificar.
PERIODISTA:
Presidente, pero ¿en que medida Uruguay más allá de la recomendación
del Fondo no va a tener necesidad de ajustar la política cambiaria,
tomando en cuenta por ejemplo que ayer en Argentina el dólar
estaba a 4 pesos?.
PRESIDENTE BATLLE:
Bueno, yo diría que para tomar en cuenta lo de la Argentina usted
tendría que cambiar la política cambiaria tres o cuatro veces por día,
o tres o cuatro veces por hora. Pero, además, no se olvide que esto en la
Argentina tiene varias lecturas, porque si usted mira la tasa de aumento
de los precios en los dos primeros meses y usted la extrapola en los 12
meses del año, se va a dar cuenta que a este precio de 3 pesos el dólar
la inflación, más o menos, va a ser algo parecido. Quiere decir, que lo
que usted tiene que mirar no es solamente el valor de una moneda, sino
cuál es el precio real que de esa moneda se transfiere a la economía de
un país. Si usted tiene una moneda que pasa de 1 a 3 y llega a tener una
inflación del 300 por ciento es como si tuviera la misma moneda de antes.
Por tanto, la Argentina está en un proceso en donde es tan errático el
valor de su moneda, tan errático, que puede tener una hiperinflación o
puede llegar a tener capacidad de control de su moneda si se toman
determinadas medidas internas para permitir que la economía funcione.
Entonces, si usted cierra las casas de cambios, si usted acorta el tiempo
en que pueden haber cambios y si usted al mismo tiempo genera mayor poder
de compra, porque estaba en condiciones de emitir -supóngase- una
determinada cantidad durante 12 meses y esa determinada cantidad usted la
emitió en los primeros 90 días, la gente que dispone del dinero va al
mercado y compra dólares y, entonces, de pronto hay una operación de 3
millones de dólares en total en un día que llega a un extremo de 4 pesos
y ese no es el valor real de la moneda. Ese es el valor de una situación
de coyuntura en un día. Por tanto, los argentinos tienen que tomar una
medida que les permita a su economía procesar un sistema que le dé un
valor real en función de, bueno, de las distintas variables que en una
economía funcionan. Hoy los exportadores no saben que tipo de cambio van
a recibir cuando venden, los importadores no pueden importar porque no
saben a qué tipo de cambio van a tener que cotizar su mercadería cuando
la incorporan al país ni quién le va a dar los dólares. Hay una serie
de circunstancias que tienen la economía tan trabada que no hace que
usted tenga un número real de los valores para saber si su situación es
compatible o no es compatible. Así que por ahora me parece que esos
números no son números estables ni números definitivos. Pueden subir
como pueden bajar. Lo cierto es que ayer, por ejemplo, en la prensa
argentina que estuve mirando cuando viajé de Buenos Aires para acá, una
venta de petróleo por parte de REPSOL el banco interviniente la compró a
3 pesos el dólar. Que podría decirse “bueno, fíjese, ahí hay una
especie de índice más aproximado de lo que podría valer hoy esa
mercadería, porque ambas partes -que no especulan, sino que tratan de
buscar valores reales para poder seguir funcionando- coincidieron en un
valor de 3 pesos”. Pero eso quiere decir que hay una inflación también
enorme. Por tanto, el resultado final no está ni siquiera próximo, ni
menos claro.
PERIODISTA:
Presidente, ¿cuándo prevé usted que Uruguay va a salir de la crisis y
de la recesión en base a esta situación?
PRESIDENTE BATLLE:
Mire, los países crecen desde la exportación, sobre todo un país con un
mercado interno tan pequeño como es el uruguayo. El Uruguay tuvo un
proceso histórico que fue hasta, digamos, hasta el final de la Segunda
Guerra, en donde su articulación comercial era con Europa, básicamente
con Inglaterra. Después que vino la Segunda Guerra Mundial, después de
ella, la unión con Europa se empezó a debilitar al punto que el Uruguay
llegó un instante que para poder exportar sus carnes tenía que hacer
acuerdos especiales. En su tiempo los hizo con Grecia, después los hizo
con Egipto, después los hizo con España. Finalmente, en la primera
administración del Dr. Sanguinetti, se organizó lo que se llamó el PEC
y el CAUCE. El PEC y el CAUCE era un sistema de negociación bilateral con
Brasil y con la Argentina. Usted podía exportar a la Argentina hasta el 5
por ciento el total de lo que era el consumo global de la Argentina en un
determinado rubro y hasta ese 5 por ciento usted podía exportar
sin pagar los tributos aduaneros, y tenía usted un sistema similar con
Brasil. Ahí empezamos a crecer en los mercados argentinos y brasileros, y
empezamos a reemplazar a los mercados europeos en cierres casi absolutos
por los mercados argentinos y brasileros. Hasta que llegó un momento que
se inaugura el MERCOSUR, en 1991, y cuando se inaugura el MERCOSUR en
1991, hay una paridad monetaria argentina-brasilera: 1 dólar, 1 peso, 1
real. Hay una estabilidad y el Uruguay adentro crece, hasta que llega un
momento en 1997, que es el momento de mayor fuerza exportadora, en donde
más del 40 por ciento de las exportaciones uruguayas se canalizan adentro
del MERCOSUR. Eso se mantiene en 1998, hasta que en 1999 usted tiene el
primer gran contratiempo cuando Brasil devalúa. O sea, que usted no puede
tener una zona de libre comercio, o una zona de unión aduanera -como
sería, por ejemplo, la mesa- en donde estamos todos con un corral que es
el impuesto aduanero común y uno de los socios adentro le devalúa la
moneda de tal forma que la relación entre ese país y el exterior cambia
completamente, mientras que usted no puede hacer lo mismo. Y no puede
hacer lo mismo porque la condición interna del Brasil es completamente
distinta a la condición interna del Uruguay, como consecuencia el Uruguay
entre 1999 y el 2001, pierde un porcentaje muy importante de su
exportación a Brasil. No solamente la pierde, sino que no puede crecer
dentro del consumo brasilero. Para darle una sola idea de cifras, en 1998
nosotros exportamos, bueno, que se calcula en el 99, exportamos a Brasil
en productos lácteos, 79 millones de dolares. En el 2001, 26. Quiere
decir que exportamos la tercera parte de leche, que es algo en lo que
comparativamente el Uruguay es eficiente y en donde tenia además una
situacion de presencia en el mercado con CONAPROLE instalada en el
mercado, lo que ha hecho mucho más difícil la situacion exportadora de
ese tipo de productos. Mientras tanto, hasta el 2001, al principio,
teníamos una situacion con la Argentina que era bastante estable, cuando
empieza la recesión argentina, que empieza a ser más difícil la
presencia de los productos uruguayos en la Argentina. Esa presencia de los
productos uruguayos en la Argentina se hace todavía más difícil al
final del 2001 y yo diría que en el primer trimestre del 2002 el mercado
argentino prácticamente desaparece. Pero tenga en cuenta que el mercado
argentino en el 2001 significó de exportaciones para el Uruguay 300
millones de dolares que hay que salir a reemplazar. Ahora, si usted mira
las cifras de la exportación del 2000 y del 2001, se encontrará una cosa
bien interesante: siendo que en el 2001 ha descendido en forma muy
importante la exportación al MERCOSUR, la global del Uruguay es
prácticamente la misma, aun sin carne. Piense que a partir del 24 de
abril del 2001 nosotros dejamos de exportar carne y dejamos de faenar
carne, pasamos de 40.000 reses semanales a 10.000 reses semanales. Y
si usted mira el final de las exportaciones entre el 2001 y el 2000, es
prácticamente, casi una cifra similar, por esos los exportadores
uruguayos sintieron que su opción estaba en el resto del mundo, que
tenían que avanzar a exportar sobre el resto del mundo y así lo hicieron
en el 2001 y entonces nosotros en el 2001 comenzamos nuestra acción para
tratar de alcanzar un encuentro comercial que nos abra el mercado
americano y tratamos de aumentar el ritmo de exportaciones en el mercado
mexicano, porque pretendemos con el mercado mexicano primero y el mercado
americano en el transcurso de este año aumentar mercados que no pueden
sustituir los mercados locales, o sea, la Argentina no lo puede ser no
porque no quiera sino por su situación interna y Brasil recién ahora,
con el tipo de cambio que Brasil tiene este año, empieza a darse alguna
posibilidad mayor para que determinados sectores productivos –tipo
leche, tipo arroz- recuperen parte de ese mercado. Pero eso es un proceso
lento, lo que significa con toda claridad que la opción uruguaya es fuera
del MERCOSUR.
El
Uruguay no tiene otra posibilidad de crecer con fuerza si ordena sus
exportaciones hacia afuera del MERCOSUR y procura encontrar socios hacia
afuera del MERCOSUR sin dejar de tener en cuenta nuestra presencia en ese
sector. Va a ser mucho más rápida la expansión en México que el tiempo
que nos llevará acordar con los Estados Unidos. Algunas cosas con los
Estados Unidos se van a resolver por la vía administrativa a lo largo de
este primer semestre y otras se van a resolver a lo largo del año.
Esperamos que próximamente se vote en los Estados Unidos, en el Senado de
los Estados Unidos, lo que se llama la Autoridad para Comerciar y esto nos
permitirá andar más rápido a todos: a Chile, que tiene un acuerdo
prácticamente firmado, a los países de América Central y también al
Uruguay. O sea que yo espero que este año las cifras de exportación del
segundo semestre crezcan: las cifras de carne van a crecer, sin ninguna
duda, mucho; las cifras de cueros van a crecer mucho, inclusive el Uruguay
está importando cueros, está importando cueros para industrializar y
reexportar. Lo está haciendo desde la República Argentina con cueros
salados y lo está haciendo de Estados Unidos inclusive. Va a crecer mucho
la exportación de lanas, por los nuevos precios de la lana, lo que
significa que sin ninguna duda nuestro crecimiento va a ser fuera del
MERCOSUR, con especial fuerza en los mercados nuevos –en México- y con
especial fuerza en nuestra presencia a partir del segundo semestre en los
mercados no aftósicos –Estados Unidos, Canadá y México- amén de
hecho de que Chile y Rusia han sido también incorporaciones que nos abren
mercados nuevos.
La
economía es un proceso: la economía ni se deshace de golpe ni se rehace
de golpe. La economía es un proceso, y yo creo que el proceso en el cual
el Uruguay está, es el proceso, el camino adecuado, en donde además
procuraremos en el mes de mayo –cuando con todos los demás países nos
juntemos en España- tratar de ver si la Comisión Europea no llega a
entender la necesidad de que, dadas las circunstancias tan difíciles por
las que atraviesan algunos países del MERCOSUR, particularmente la
República Argentina, no podamos adelantar en la OMC el análisis de la
modificación de las cuotas para aumentar los accesos tanto en carne
vacuna como en carne ovina que tenemos con Europa.
PERIODISTA:
Presidente, basado en lo que usted decía, la gran piedra en el zapato del
MERCOSUR, parece que es la diferencia cambiaria. ¿No es posible llegar a
un acuerdo para una moneda única, como se está escuchando desde Brasil?
PRESIDENTE BATLLE:
Imposible, señor. Es absolutamente imposible, hacer un acuerdo con una
moneda única porque, el acuerdo de la moneda única supone no acordar
sobre la moneda; supone acordar sobre las variables que determinan los
valores de la moneda. Cuando usted dice una política común de una moneda
común, la moneda no es la causa, la moneda es el efecto; la moneda es el
resultado. Si usted y yo decimos: “vamos a poner una moneda común”,
lo que importa saber cuál es el déficit fiscal que usted va a tener y
cuál es el déficit fiscal que nosotros vamos a tener. Porque si su
déficit fiscal es de 2% y el déficit fiscal del otro es del 7%, no hay
moneda común posible. O sea, la moneda común es el final de una
historia, no es el principio de la historia. Para alcanzar una moneda
común, los países tienen que ponerse de acuerdo, como se hace en Europa,
en lo que se llama “la serpiente monetaria”, en donde hay una serie de
valores macroeconómicos comunes: endeudamiento, déficit, crédito,
tarifas; todo lo demás, de eso surge un valor que es el valor monetario,
que, en la medida en que todos los países cumplan con esos valores
monetarios, se da la posibilidad de tener una moneda común. Pero hablar
de una moneda común es prácticamente hablar de algo imposible, cuando
hasta el día de hoy, cuando se fijó en Ouro Preto - precisamente en
Brasil - cuando se fijó en Ouro Preto, el acuerdo que nos transformó en
una zona aduanera, no se fijaron las normas macroeconómicas que todos
debíamos de cumplir para poder tener una zona aduanera, mucho antes
siquiera, de alcanzar la moneda común. El euro, moneda común, llega como
consecuencia de un larguísimo proceso macroeconómico, en donde todos los
países del más chico hasta el más grande, se han venido comprometiendo
por años en políticas macroeconómicas que posibiliten una moneda
común. O sea, la moneda común, el euro, esa cosita así, es lo menos
importante de todo. Lo más importante son las causas y cosas que por
hacerlas durante años, permiten a países diferentes llegar al extremo de
tener una moneda común.
PERIODISTA: Presidente, ¿qué opinión le
merece el discurso que realizó el Presidente cubano, Fidel Castro, quien
criticó al neoliberalismo y además destacó el desequilibrio de la
riqueza de los países poderosos frente a los pobres y a su vez,
Presidente, le consulto qué posición va a tener nuestro país frente a
la votación que se va a realizar con lo que es el bloqueo a Cuba, no?
PRESIDENTE
BATLLE: En primer lugar, la palabra del Presidente cubano son las de
siempre. Hace 44 años que está en el gobierno; ha tenido la fortuna de
que lo “elijan” durante 44 años y hace 44 años que viene sosteniendo
las mismas teorías económicas, con las que notoriamente a Cuba le va
horrible. Desde el punto de vista de nuestra posición, va a ser la misma,
no vamos a cambiar. No creemos que exista un sistema democrático abierto
en Cuba y no tenemos ninguna razón para cambiar de manera de pensar.
PERIODISTA:
Presidente, usted estuvo reunido con empresarios americanos interesados en
la mega-concesión. ¿Cuál fue el alcance de ...?
PRESIDENTE BATLLE: No,
señor, no estuve reunido. Yo no estuve reunido con empresarios americanos
interesados en la mega-concesión; yo estuve reunido el lunes al mediodía
en la Reserva Federal, en un almuerzo que organizó el señor William Mc
Donalds, con la participación de los ciudadanos que acabo de señalar,
pero ninguno de ellos tenía que ver con ninguna actividad de
mega-concesión.
PERIODISTA:
Señor Presidente, coincidiendo con su visita, su paso por Nueva
York, Standards & Poors, la calificadora, dio un panorama bastante
pesimista para los próximos meses para el país. ¿En qué manera eso
incide en la negociación que se va a encarar con los Estados Unidos?
PRESIDENTE BATLLE: No
tiene nada que ver en la negociación con Estados Unidos las afirmaciones
de las distintas agencias, que han sido a veces más o menos positivas y
más o menos negativas. La negociación con los Estados Unidos va por
aparte de todo eso.
PERIODISTA: Estados
Unidos puso como condición volver al marco legal de la Ley sobre
Propiedad Intelectual. ¿Qué posición va a tener el Uruguay?.
PRESIDENTE BATLLE: No,
perdóneme: Estados Unidos no puso como condición tal cosa. En primer
lugar, no nos hemos reunido todavía nunca con los Estados Unidos
oficialmente para encarar temas y, por tanto, no existe ninguna condición
ni de parte de ellos ni de parte nuestra. Los grupos de trabajo
comenzarán a hacerse efectivos a partir del 12 de abril. Con respecto a
la Ley de Propiedad Intelectual uruguaya, yo le diría que es una Ley muy
defendible porque es sin ninguna duda, más importante la protección que
le da al Derecho de Autor que la propia Ley americana. Así que nosotros
vamos a defender nuestras disposiciones legales con fuerza, porque creemos
que son buenas y que están respetando los acuerdos internacionales
fijados. Lo que pasa es que acá había una ley anterior que se sancionó
en el Uruguay en tiempos del señor Ministro Haedo, allá por el año
treinta y pico. Era una ley omnicomprensiva de todas las actividades de
los autores. En cualquier momento de esa actividad, si usted y yo nos
sentábamos aquí en esta mesa y copiábamos el libro de, digamos, de
Eduardo Acevedo Díaz y lo utilizábamos en nuestra familia o en nuestros
hijos o en nuestros amigos esa copia, ese libro, para trabajar, para
estudiar, eso podía caer. Y eso nunca se hizo porque no se consideró eso
como un delito porque no había interés comercial. Entonces cuando se
analizó y se discutió el tema del software y de todo lo demás, se
pretendió o se quiso extender esa actividad para mantener los límites y
los niveles de la original Ley uruguaya, que va mucho más allá de las
disposiciones vigentes en los Estados Unidos con la Ley americana. Quiere
decir que nosotros estamos en condiciones de defender nuestro punto de
vista y negociar nuestro punto de vista con fuerza porque creemos que
nuestra ley es una buena ley, sin perjuicio de que nos reclamen el
cumplimiento o el extremo de
la Ley anterior vigente. Pero eso lo discutiremos, y no se trata de un
impedimento para hacer un acuerdo.
PERIODISTA:
Presidente, a propósito de la mega concesión, en alguna medida, usted,
con los contactos que mantuvo, ¿sondeó la posibilidad de un respaldo,
más allá de...?
PRESIDENTE
BATLLE: No señor. No señor. Acabo de decir que no estuve para nada
reunido con industriales, ni en ningún momento de mi viaje, ni en
Monterrey, ni en los Estados Unidos a propósito de la mega concesión. En
ningún momento.
PERIODISTA: ¿Pero, qué expectativa
tiene....?
PRESIDENTE BATLLE:
Perdón, acabo de llegar. Nadie me ha planteado ni yo he buscado a nadie
para plantearle el tema.
PERIODISTA:
Presidente, hoy se maneja una versión de la posibilidad de que el
gobierno desista finalmente de enviar el proyecto de ley para habilitar la
importación de combustibles refinados a partir del 2004.
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, perdóneme, yo acabo de llegar. Se podrá imaginar que de
ese tipo de información que usted me plantea, le podría contestar como
el doctor Chiarino, “No tengo conocimiento”. Acabo de llegar. La
única cosa que sé, es que, porque lo leí en la prensa, que levanté de
Internet, o que me acercaba en Internet, que el Ministro de Salud Pública
había decidido vacunar en Montevideo y en el resto de Canelones y
seguramente en alguna otra zona proxima metropolitana, como puede ser el
Rincón de la Bolsa. Y me pareció muy bien la decisión que se tomó por
parte del señor Presidente Hierro en tiempos de su interinato, cosa que
apruebo porque esta bien que se haya tomado esa medida.
PERIODISTA:
A propósito de este tema se está reclamando que se extienda a todo el
país.
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo creo que hay que ver las cosas en función un poco de los
valores técnicos, ¿no es verdad? O sea, notoriamente hubo un proceso en
una zona y creo que vacunar la zona me parece que está muy bien. Ahora,
salir así a vacunar a todo el pais, Artigas o Rivera o Treinta y Tres o
Rocha, sin que haya habido durante todo este proceso ninguna expresión de
la enfermedad, es una cosa que la tienen que resolver los técnicos, los
médicos, los pediatras de la Comisión Nacional de Vacunación, que son
los que han estado opinando en todo este proceso desde el principio.
PERIODISTA:
Presidente, sobre el decreto firmado en su ausencia que habilita a la
guardia carcelaria a disparar contra los reclusos.
PRESIDENTE BATLLE:
Mire, es lo mismo que pasó con el Ejército, ¿no es verdad? Yo creo que
los reclusos están para no escaparse del recinto, para que se les dé la
voz de alto como es correspondiente. Y para que en el caso de que
pretendan igualmente escaparse del recinto, darse a la fuga y no cumplir
con la voz de alto, no va a haber más remedio que detenerlos. Y para
detenerlos en la forma como está organizado, y con la precariedad que
están organizadas nuestras cárceles, hasta tanto no podamos tener los
nuevos establecimientos, es lógico que tanto el Ejército, como ha
sucedido en un caso, como que quien lo sustituya o lo remplace en esa
función, tenga las mismas potestades.
PERIODISTA:
Presidente, me permite una pregunta.
PRESIDENTE
BATLLE: Cómo no.
PERIODISTA:
Volviendo al tema Argentina, usted habló de lo errático que es la
política cambiaria argentina. De todas maneras hoy se esta hablando en
Argentina de hiperinflación y de libre flotación. ¿Eso no implicaría, en caso de que se
concretara digamos, y se consolidara.......?
PRESIDENTE BATLLE:
Cuando se concreten las cosas, vamos a ver qué hacemos y cómo hacemos
las cosas. Pero lo peor que le puede pasar a un país es “porqué, en
función de qué, pasaría tal cosa o tal otra, uno haría tal cosa o tal
otra”. Eso es entrar en el mundo del divague y de las confusiones por
parte del gobierno. Y eso es lo que le hace mal a la economía. Los
gobiernos tienen que ser estables y tienen que ser tranquilos y no pueden
andar todos los días cambiando de opinión en función de que en el país
de enfrente pasa esto o pasa lo otro o pasa aquello. O sea, por ahora, no
tenemos ninguna razón para cambiar. Es más, si usted abre un diario en
la Argentina, en esta página de acá dice que va a haber hiperinflación,
en la página que sigue, dice que van a intervenir en el mercado con
tantos cientos de millones de dólares para bajar los precios, en la otra
página a la vuelta, da la vuelta y se encuentra con que hay otras ideas y
otros caminos y otras soluciones. Por tanto, hasta hoy, el proceso en la
Argentina, es en sí mismo, digamos, errático en cuanto a tomar un
camino. Por otro lado, dicen que el 2 de abril viene de nuevo
la misión del Fondo a analizar los temas. Entonces, cualquier cosa
que digamos, no tiene mucho peso. Cualquier cosa que hagamos, haríamos
daño. Y hasta ahora el Uruguay, ha podido sobrellevar las dificultades
tremendas que le pudo haber causado la situación argentina a nuestro
sistema financiero con éxito. Hemos acabado de firmar un acuerdo con el
Fondo muy exitoso, y por lo tanto vamos a seguir así. Muchas gracias.
|