28/05/02    

ESTAMOS A MITAD DE CAMINO Y DEBEMOS CAMBIAR AHORA

El Presidente Jorge Batlle reclamó cambiar ahora el modelo de país que no es “ni chicha ni limonada: estamos a mitad de camino de un mercado cerrado y un mercado abierto”.

En el coloquio “Uruguay. Opciones para su inserción en un mundo global”, Batlle explicó que “tenemos muchas cosas que nos han conformado en un mercado muy cerrado y muy pocas de un mercado abierto”, exhortando a realizar la apertura que permita integrarnos y prosperar.

28-05-02

Palabras de Presidente Jorge Batlle en el coloquio "Uruguay: Opciones para su inserción en un mundo global"

PRESIDENTE BATLLE: Señor general Seregni; señores ex Presidentes de la República; señor Presidente de la Corte Electoral; Embajadores, legisladores: el señor General Seregni siempre a lo largo de su vida en cada uno de sus actos referidos a la cuestión nacional ha tratado de ayudarnos a abrir caminos y pienso que las jornadas que se vivieron anteriormente se suman a  esta como elementos muy valiosos y además de muy valiosos, necesarios, y además de necesarios, oportunos.

Quizás las cosas no sé si alguien las manejará o no. En ese sentido no formo parte de aquellos que creen que está todo preestablecido, pero hoy es un día bueno por la mañana para hacer estas reflexiones a propósito de lo que va a suceder por la tarde. Y es que el Parlamento se va a reunir para hacer un segundo ajuste en cuatro meses y eso en una semana, lo que demuestra el sentido de responsabilidad del sistema político del Uruguay. No es fácil que un país con escasos recursos propios en medio de una región que lo ha tenido a los saltos tenga la fuerza de ánimo para que los legisladores y los responsables políticos muestren la decisión y la energía de afrontarlas votando leyes que nunca son gratas porque votar impuestos nunca es grato; es lindo bajar impuestos, pero  subir impuestos no le gusta a nadie. Lo hemos tenido que hacer en más de una oportunidad cuando han habido otras crisis en el área. Los hemos incorporado al sistema para resolver problemas; los hemos quitado del sistema porque no lo necesitábamos más. Estamos haciendo otro tanto ahora, lo que nos va a  permitir a partir de eso hacer otras cosas.

Creo que si al tiempo que analizamos esta situación creyéramos que nuestra tarea se cumple con lo que vamos a hacer hoy en el Parlamento de la República cometeríamos un gravísimo error. Quienes hemos asumido la responsabilidad política, particularmente con la colaboración decidida del doctor Sanguinetti y del doctor Lacalle, sentimos hoy más que nunca que este paso que vamos a dar bueno en sí mismo porque ataca algunos de los problemas que el amigo Campos con tanta claridad señaló, es simplemente un paso inicial a algo que debe estar no solamente en la mira de todos nosotros sino más que en la mira en nuestra decisiones.

El tema que nos ha convocado el señor General Seregni lo dijo con toda claridad: se trata de estrategias de relacionamiento del Uruguay en el mundo actual. Complicado: no estamos en el mundo de los ingleses, muy ordenadito, en donde de la mano de aquel mundo todos crecimos en un mundo abierto. Los ingleses cobraban peaje pero no cerraban los mercados; ahora cierran los mercados y cobran peaje. Y a medida que las acciones exportadoras de los productos no dinámicos se hacen cada día menos dinámicos va en un relacionamiento proporcional a la suba de los subsidios en los países que subsidian. Hace poco tiempo nos desplazaron del mercado de Venezuela por los aumentos de los subsidios del mercado europeo a los productos lácteos. Se vende más barata la leche y el queso que se produce en Europa que la leche y el queso que se produce en el Uruguay y a los tamberos –y ahora lloro por la herida- nos pagan apenas 12 centavos de dólar el litro de leche, que es seguramente el precio más bajo del universo.

Quiere decir que efectivamente estamos en un mundo complejo, complicado, que no era tan simple como el que surgió a partir del 21 de octubre de 1805. Era mucho más orgánico con una globalización real: esta es de mentira. La de entonces  era real. Esta es una globalización que tiene mano única: de allá p’acá; de acá para allá no existe. Así que cuando la gente se suma y protesta contra la globalización yo, francamente, no entiendo nada. Porque los que deberíamos protestar somos nosotros, que somos los que tratamos de empujarla a la globalización para que nos comprenda y nos afecte con bien y no con mal.

Pero yo pienso –para ser breve- pienso que hay dos aspectos de este tema que deberían ocupar el centro de nuestra atención y que los voy a reducir a dos expresiones muy simples: tareas hacia adentro y tareas hacia fuera.

Vamos a hablar primero de las tareas hacia adentro. Hay sectores importantes de la sociedad uruguaya, como de otras, que dicen que hay que cambiar el modelo económico y yo creo que tienen razón: hay que cambiar el modelo económico. El que está no sirve. O sea nosotros no somos ni chicha ni limonada: estamos a mitad del camino de un mercado cerrado y de un mercado abierto. Tenemos una enorme cantidad de cosas que nos han conformado en un mercado muy cerrado y muy pocas en un mercado abierto. Entonces, como no somos ni chicha ni limonada, no cambiamos por nosotros, cambiamos por las cosas que nos vienen de afuera, p’a bien o p’a mal. Cuando nos vienen para bien, mejoramos; cuando nos vienen para mal, nos caemos.

Yo no sé si este mundo es mejor que otros, no sé si este mundo es mejor que el de mis padres, que el de mis abuelos o el de mis nietos, pero sé que este mundo es como es: o jugamos en este mundo con las reglas de este mundo o nos extrañamos de  este mundo, nos aislamos y nos morimos, nos asfixiamos y nos matamos entre nosotros, los que queden

Por tanto, si hay algún momento donde tenemos que decidir cambiar el modelo es este: o lo cambiamos inteligentemente nosotros ahora o estas crisis serán repetitivas y nos seguiremos enfrentando nosotros entre nosotros mismos para sacar conclusión cero. Algunos quieren cerrarnos más, con más intervención del Estado, más control, más dirigismo, más protección. Es posible que sea una receta buena: no lo sé. Lo que sí digo es que el Uruguay no tiene cómo hacerlo porque no tiene fuerza para hacerlo. Es imposible que el Uruguay pueda hacer eso, absolutamente imposible. Pero lo que es imposible es seguir como estamos, detenidos en la mitad del camino, tratando de protegernos de los huracanes y sintiendo que frente a los huracanes cada día somos más débiles.  Por tanto vamos a salir bien de esta crisis porque tenemos una sociedad muy estructurada, porque tenemos una capacidad de decisión bien clara. La tienen los sectores políticos que en este momento están apoyando al gobierno. Pero esto es un primer paso: si no hacemos los que siguen, no nos van a servir las cosas que vamos a hacer hoy y las que hemos estado haciendo.

Entonces esto quiere decir, preguntarnos ¿cómo es el mundo, cómo son las sociedades en el mundo pueden prosperar? Más allá o más acá de la otra cuestión de cómo nos insertamos en el mundo. Creo que para podernos insertar en el mundo tenemos que tener las aptitudes que los tiempos exigen a aquellos que se quieran insertar en el mundo. O sea, si queremos correr la carrera, tenemos que estar preparados para correrla, sino estamos preparados para correrla aunque se abra el mundo no participamos de la carrera.

Y eso tiene que ver con una serie de normas y medidas que fundamentalmente refieren a la presencia y a la actividad del Estado y eso es urgente que lo hagamos, que lo hagamos sin daño, individual, que lo hagamos como lo hemos sabido hacer hasta, hasta no hace mucho tiempo y que lo continuamos y que lo debemos continuar ya.

No hace siglos, sino hace pocos años, en la Administración Nacional de Puertos se movilizaron un millón de toneladas, había cuatro mil empleados, hoy se movilizan las mismas toneladas y hay mil y si hubiera doscientos se movilizarían las mismas toneladas y no pasaría nada.

O sea hay una enorme cantidad de cosas en este país que no tienen más sentido, porque no son respuestas a las cosas de hoy, fueron respuestas a las cosas del ayer, pero no son más respuestas a las cosas de hoy y menos los serán a las cosas del mañana.

O sea que la primera cosa es definir es lo que tenemos que hacer para adentro, sí, allí tendremos diferencias muy profundas y es bueno que tengamos diferencias profundas, porque si no tenemos diferencias profundas no vamos a poder elegir a conciencia, unos irán para un lado, otros irán para otro. Será bueno para todos, para los que vayan para un lado y para los que vayan para otro. Lo que es malo para todos es quedarnos en la mitad del camino sin saber  adonde vamos a ir en definitiva.

El Gobierno va a hacer una proposición en ese sentido, fuerte, que la hemos conversado, ya hace tiempo con todos los integrantes de Gobierno, para ver si ese es a nuestro juicio, el camino que debemos recorrer para poder insertarnos más y mejor en el mundo.

Entonces esa es la tarea hacia adentro, la tenemos que hacer nosotros, depende de nosotros, depende de nuestra voluntad y de nuestra decisión. Ahora vienen las tareas hacia fuera, ¿dónde, cómo y cuándo? Hacía afuera ¿dónde? Y hacia afuera ¿cómo? Y hacia afuera ¿cuándo? ¿Qué es más importante dónde, cómo o cuándo?. Cuándo. El MERCOSUR es fantástico, crecimos en el MERCOSUR y perdimos setecientos millones de dólares de exportaciones en el MERCOSUR. ¿Cómo lo recuperamos? ¿Le podemos exigir a nuestros socios que nos devuelvan esa cantidad de mercado? Es absurdo, es imposible.

Podemos nosotros resolver nuestros problemas con los mismos tiempos y con los mismos ritmo que lo van a resolver los demás.

Argentina está muy mal, todos los sabemos. Ojalá se restablezca su economía lo más rápido posible,  pero si tarda cinco años, nosotros cinco años haciendo qué ¿crochet?.           

Señores los plazos para un país no son los mismos que para otro país y las condiciones para un país no son las mismas que para otro país. El “cuándo”, para nosotros es lo más importante, es hoy “el cuándo”, no es dentro de diez años, es hoy y nosotros tenemos que buscar hacia fuera en el “cómo” y en el “dónde” que se compadezca con el “cuándo”. Y cómo lo dijo el Señor Ocampo, con toda claridad, esto supone reconocer que cada país es completamente distinto y cada economía es completamente distinto y que la realidad de cada país también debe ser analizada en forma particular, no solamente por nosotros mismos, sino por aquellos que interactúan con nosotros; eso el señor Köhler  lo dijo con toda claridad en Monterrey en un discurso que tuvo, que fue muy importante cuando hizo una referencia precisa a que el Fondo no podía analizar al mundo con un rasero como si todos fueran iguales.

Pero antes que nos lleve, efectivamente, digamos a la realidad las expresiones del señor Moore en la misma conferencia en donde numéricamente mostró lo que significaba la ayuda, por un lado a los países más pobres, que no estamos en ese sector y no lo vamos a recibir y la modificación de algunas pequeñas normas en el comercio internacional, en donde de esta modificación surgía un volumen enorme en recursos que se transferían a los países más pobres y a los países en vías de desarrollo y de este lado apenas eran unas migajas, que no resolvían absolutamente nada. Nada más que hacer beneficencia internacional que tampoco es una forma de alentar la vida de los pueblos. Antes que eso suceda, nosotros tenemos que ver nuestra realidad y ver cuándo, dónde, cómo y en qué, y tener flexibilidad para actuar.

Es evidente que nosotros no vamos a poder generar para la carne un espacio de precio similar al que teníamos cuando éramos un país libre de aftosa sin vacunación, para volver a ser un país libre de aftosa sin vacunación, tenemos que tener la certeza que la Argentina va a vacunar y hasta que eso no ocurra, cuando Panaftosa controle por encima de los Estados toda la vacunación en la región es muy difícil que volvamos a tener esa condición, por tanto es muy difícil que el precio más alto lo vayamos a poder alcanzar en los próximos cinco años, tampoco vamos a estar en el precio más bajo de ahora, vamos a estar en la mitad, que va a ser mucho mejor a partir de setiembre de lo que tenemos ahora. Entonces en esos productos naturales que dice el señor Ocampo que tenemos que diversificar, tenemos que ver que hacemos, tenemos que ver hacia donde rumbeamos y tenemos que mirar a veces más que a nuestras técnicas y a nuestros técnicos a la gente del común, que a veces saben mucho más que los políticos y que los técnicos y que los Gobernantes.

Porque cuando terminó el año pasado, en el mes de diciembre el fusarium arruinó todo el trigo y arruinó toda la cebada por el segundo año consecutivo y la gente estaba muerta en el campo y no sabía que hacer, un buen día apareció por arte de birlibirloque al cabo de tres meses de esa tristeza, ciento veinte mil toneladas de girasol en el puerto de Nueva Palmira. Y quién lo hizo eso, ¿el Gobierno, los técnicos que estudian?, no. Lo hicieron cuatro proveedores de insumo y un lote de agricultores eficaces. Y se juntaron cuarenta y cinco millones de dólares que llegaron a los hogares de los agricultores de Río Negro, de Soriano y de Colonia.

Para mercaderías que tienen colocación en el Mercado internacional y que decir, que eso lo podemos multiplicar por cuatro, lo podemos multiplicar por cinco, sobre todo cuando sabemos ya cuál va a ser el proceso hídrico de este año de vuelta. Si va a ver agua de vuelta este año. Quiere decir que nosotros en un país pequeño no solamente tenemos que buscar condiciones hacia adentro, que nos permitan salir, sino que al mismo tiempo tenemos que tener flexibilidad en lo que vamos a producir ¿cómo lo vamos a producir? Y en qué reglones vamos a actuar para que ese “cuándo” pueda ser inmediato, porque si hacemos un ajuste y al mismo tiempo que hacemos un ajuste no modificamos nuestra condición interna para abrir mercado interno de infraestructura y al mismo tiempo no somos dinámicos en lo que apoyamos para crecer hacia fuera, entonces vamos a perder la oportunidad y vamos a quedar más rezagados de lo que estamos.

Y creo que esa es la tarea fundamental de el Uruguay y creo que además no es difícil y creo que la ciudadanía la necesita, la entiende, la reclama y creo que las oportunidades no se pueden perder y las crisis son precisamente eso, oportunidades.

Señor General espero que desde su condición de tal, dirija este debate a buen puerto, aunque usted es de artillería lo dirija a buen puerto. Muy buenos días.

Aplausos. 

PERIODISTA: Presidente, ¿Usted va a concurrir a la reunión de líderes en el día de mañana, en la Bolsa de valores”

PRESIDENTE BATLLE: Se va a desarrollar, este, tengo que tener un poco de conocimiento que van hacer los dirigentes políticos o como va ser la cosa. Yo si lo que voy hacer es que, primero tratar de colaborar en todo este tipo de cosas y fundamentalmente considero, que todas estas cosas que estamos haciendo, este esfuerzo enorme que está haciendo el país, y la colaboración de los dirigentes políticos de los sectores que están acompañando al gobierno poniendo sus votos en el Parlamento, es simplemente, una primera etapa de un proceso de transformaciones que el Uruguay tiene que llevar adelante para poder realmente acompañar las soluciones financieras que vienen del exterior, con actividades que generen trabajo a lo interno, que generen apertura de la economía económica uruguaya al mundo y que generen inclusive un proceso exportador significativo, -no solamente en las cuestiones tecnológicas-, sino en las actividades primarias del Uruguay.