16/11/02   

EL MERCADO NO ES TODO, PERO VIVIR SIN LOS MERCADOS ES MORTAL

“Que el mercado no es todo es cierto, pero vivir sin los mercados es absolutamente y definitivamente mortal”, dijo el Presidente Jorge Batlle, al hacer uso de la palabra en la sesión de hoy en la XII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, EN LA XII CUMBRE IBEROAMERICANA DE JEFES DE ESTADO Y GOBIERNO, EN LA REPUBLICA DOMINICANA

PRESIDENTE BATLLE: Señor Presidente Mejía, muchas gracias por todo. Realmente pudiera haberles ahorrado a ustedes mi intervención porque suscribo todo lo que ha dicho el señor Presidente antes de entrar, salvo esa referencia al humor con que se trataba con los candidatos. Yo soy un tipo de humor, así que entendemos esa circunstancia. Pero en todo lo demás son iguales.

Por supuesto que aceptamos de muy buen grado la propuesta que hemos votado, que está acá. Nosotros participamos en el Grupo de Río, en el MERCOSUR, procurando una asociación con la Comunidad Andina, con el mercado Centroamericano, con el CARICOM, existe el NAFTA, existe la OEA, existe el ALCA y este grupo sudamericano. ¿Son muchas cosas, no?.

O sea, que hay que tener un poco de cuidado en que la excesiva cantidad de foros no los transforme a muchos de ellos en instituciones endebles; mis nietos no son tan grandes pero van a hacerse la misma pregunta.

Quiero decirles que esto lo tenemos que robustecer para que responda a algo que sí, que es auténtico, que nosotros somos una unidad cultural. La razón de ser es porque somos una unidad cultural. Todos básicamente herederos de la cultura española, de la cultura portuguesa; una fuerte corriente italiana, pero estamos aquí y, por tanto, esta es la cosa fundamental que tenemos que atender, que tenemos que defender en un momento en donde la cultura es algo que está básicamente en peligro ante el hecho que el criterio y la razón está sustituido por la imagen de información.

La imagen y la información sustituyen la racionalidad y el criterio para tomar decisiones, al punto que se ha llegado a decir que lo que no aparece en la televisión no existe.

Por tanto, la situación a la cual hacía referencia el señor presidente del Paraguay a propósito de la situación de los estados, de alguna manera debilitada por este tipo de movimientos, respuesta republicana y democrática en donde las formas hacen –desde antes del derecho romano- a la esencia de las cosas. Y entonces un grupo de personas, reunidos contra la globalización, que no saben ni de que se trata la globalización contra la cual están, no ataca los males de la globalización, no entienden lo bueno de la globalización, y han llegado al extremo de impedírselo a los presidentes electos por millones de personas en forma libre, reunirse en paz para atender los problemas que ellos, en unas circunstancias siempre especiales o minoritarias, que crean enormes dificultades para poder cumplir con nuestra tarea.

Resulta que ahora nos tenemos que reunir de manera protegidos para poder reunirnos en paz, y para poder cumplir con nuestras obligaciones.

Es absolutamente cierto que tenemos que actuar sobre temas concretos vinculados a las cuestiones reales.

El mundo está en un continuo cambio ya es reconocido por todos y no estamos atendiendo estos cambios con instrumentos adecuados a la realidad, también.

Las instituciones que nacieron en Bretton Woods se hicieron para un mundo que no existe más. Tienen 50 años de antigüedad.

Hoy no podemos seguirnos manejando con instituciones que se plasmaron en un mundo donde Naciones Unidas tenía pocos países y hoy hay 150 o 160 países.

Las circunstancias son hoy absolutamente diferentes. Aquél mundo era controlado por los Estados, los prestamistas eran los bancos. Hoy los bancos no exigen  como prestamistas, los Estados no están en condiciones de controlar los flujos comerciales.

Los jóvenes responden a un interés individual de cada uno de los ciudadanos que procuran ahorrar todos los días para asegurar su jubilación y su pensión, y por tanto ellos tienen que ser terriblemente fríos en el análisis de la situación para defender las circunstancias que protegen a aquellos miles y millones de ciudadanos que todos los días ahorran algo para poder tener una vejez más tranquila. Y no hemos creado ni imaginado los instrumentos para esas circunstancias.

Y cuando en América tenemos dificultades porque tenemos economías que son siempre procíclicas, porque gravamos la exportación y los consumos, las discusiones que nos enfrían (...) para crear más recesión y, por lo tanto, terminamos cambiando los tipos de cambios para premiar la exportación a los mismos mercados, hasta que luego nos ponemos ese colchón diferencial que nos permite por un tiempo mejorar.

Yo no dudo en cuanto a que es cierta la afirmación de que no se puede vivir pensando en el mercado como el único regulador de las cosas. Pero me parece que mucho más grave es sostener que se puede vivir sin los mercados. Que el mercado no es todo, es cierto. Pero vivir sin los mercados es absolutamente y definitivamente mortal.

Hay quienes no pueden pagar la deuda. Cómo va a pagar la deuda la Argentina que tiene 25.000 millones de exportaciones, o el Brasil que tiene 57.000, o el Uruguay que tiene 2.000; vendiendo qué y a quién.

Estamos desde hace muchos años no haciendo otra cosa que renegociando la deuda. No le podemos comprar a Europa lo que Europa produce, porque no le podemos vender lo que producimos.

Y esa acaso nos es la historia de Irlanda, no es la de Grecia, y no es la de España y no es la de Portugal. Esa es la historia nuestra, exactamente esa es la historia nuestra.

Esa historia no fue así hasta 1930. Después nos beneficiamos del horror de la guerra. Sí, fue un beneficio determinado por el sufrimiento de otros. Después que eso terminó, se terminó nuestra posibilidad de crecer.

Creo, por lo tanto, que es bueno que en la próxima reunión tratemos temas muy concretos, temas que hacen a la esencia de las cosas y que nos van a permitir darle utilidad cierta a estas reuniones, que son necesarias para encontrarnos, para conocernos, para transmitir nuestras inquietudes, para resolver problemas.

Quisiera dos cosas, finalmente: saludar  al presidente Cardoso, por suerte hemos cumplido con nuestro deseo. Se ha manifestado  públicamente y en forma insistente desde aquella reunión en Nueva York  y que dejó de trabajar y no ha hecho nada en los últimos años; que se ponga a trabajar para que tengamos el enorme beneficio de recibir su conocimiento, su calidez, su experiencia, su sentimiento de amistad para con todos nosotros.

Al amigo Novoa y al amigo González Macchi, que no van a estar con nosotros la próxima reunión, le decimos es muy cierto que han enfrentando crisis tras crisis políticas, económicas. Pero que no se preocupen: primero, han sabido hacerlo, segundo, han preservado la democracia; tercero, que han legado un camino abierto y libre a los que le van a suceder, y cuarto, no se preocupen, si nos comparamos hemos tenido muchos traspiés, pero nuestros mayores los han tenido mayores y nos han metido en más problemas.

Finalmente, quisiera hacer una moción concreta. Alguno de nosotros somos miembros del Bureau Internacional  de Exhibición; que fue organizado para el 2010 una exhibición en algunas ciudades del mundo para la que están como candidatos presentes México y otros países.

Nosotros naturalmente hemos decidido votar por México y estamos haciendo una moción en el sentido de que le comuniquemos a los países que son miembros de este bureau, que esta comunidad iberoamericana reunida en Barbados, decide en forma unánime, si fuera posible, apoyar en todas las instancias correspondientes la justa aspiración del gobierno de México de ser sede de la Exposición  Universal a celebrarse en el año 2010.

Son 200 años de la revolución de 1810 por una forma muy organizada en el calendario que hicimos en toda América y, al mismo tiempo, sería la primera vez que en América exista una exposición de ésta naturaleza. Y sería muy importante que actuáramos como una unidad en algo concreto: vamos a apoyar a México para que sea la sede de esa gran exhibición mundial.

Muchas gracias, señores Presidentes.