21/09/02
DÍA
DEL PATRIMONIO NACIONAL
Fue
celebrado en todo el país del “Día del Patrimonio :Antropólogo
Horacio Arredondo”, realizándose el acto de inauguración en el
Edificio Independencia, con la presencia del Ministro de Cultura, Antonio
Mercader.
PALABRAS
DEL MINISTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA, ANTONIO MERCADER, EN EL “DIA DEL
PATRIMONIO, HORACIO ARREDONDO”, EN EL EDIFICIO INDEPENDENCIA
MINISTRO
MERCADER: Señores integrantes de la Comisión del Patrimonio Cultural de
la Nación, señores integrantes de la Comisión de Patrimonio, señor
Director General del Ministerio de Educación y Cultura, señora Directora
de Cultura, señores que representan instituciones y personas que van a
recibir en el día de hoy esta distinción por su labor en defensa y
conservación del Patrimonio Nacional.
Como
decía Jorge Arteaga, el día de hoy es una revancha del año pasado que a
esta hora teníamos granizo y seis grados de temperatura, o sea que, el
día de la primavera nos ha favorecido y a permitido este despliegue que
sabemos que existe en este momento en todo el país, en más de
setecientos lugares de setecientos episodios que son estas fiestas que ha
hecho la gente, tanto ha hecho la gente que todos los años anunciamos
más actos, más encuentros, más sitios abiertos.
En
un esfuerzo que el Ministerio hace pero que en realidad consiste en
organizar, en distribuir las banderas, en crear el marco para que esta
fiesta popular, en que se ha convertido el Día del Patrimonio, se
desarrolle.
Es
un día de tregua también, es un día que los habitantes del país se
unen en torno aquellas cosas que representan precisamente lo que es el
legado cultural de nuestro pasado, el legado de nuestros mayores, las
cosas que precisamente hacen a la cohesión, al amor por el país, al
respeto entre nosotros. Aquí tenemos un caso del Patrimonio, un viejo
reloj que va marcando su carilloncito.
Decía
que es un día de reencuentro y es un día -repito- donde las diferencias
que podamos tener, diferencias religiosas, filosóficas, políticas se
deponen. Cuando uno ve en estas colas de gente visitando lugares, los
recorridos en las plazas, de las peñas folklóricas, de las conferencias,
de las cabalgatas, en toda la actividad cultural que se hace, lo que ve es
un día de reencuentro.
Un
día de reencuentro a nivel familiar, donde los padres le explican sus
cosas a los hijos, los abuelos a los nietos, o sea, que es un día de
familia y un día de alegría. Y a eso nos sumamos, no en un día sino en
dos, porque precisamente ha sido tal la exhuberancia de este movimiento
patrimonialista, ha tenido tanto eco en la gente que ha pedido, como se
nos había dicho ya desde el año pasado, lo extenderemos por el día de
hoy, 21, y por mañana 22 de setiembre.
Como
todos los presente saben, este día se hace bajo la evocación, bajo el
nombre de Horacio Arredondo que fue un investigador, un historiador, un
arqueólogo, pero un hombre que le dio un sentido de misión a su vida.
El
fue un misionero de las cosas de todos. Un hombre que pensó antes que se
iniciara todo este movimiento de conservación y respeto a los valores del
pasado, empezó su trabajo de restauración, algunos de ellos monumentales
como la Fortaleza de Santa Teresa y el Fuerte San Miguel. Ustedes saben
que esta tarde precisamente en la Fortaleza de Santa Teresa será uno de
los episodios centrales de este día, en este homenaje a Arredondo que le
hacemos y que lo hemos tomado como un símbolo, porque él encarna esos
valores que nosotros queremos enaltecer.
¿Cuál
es la lección que dejó Arredondo? Cuidar las cosas de hoy para que los
que vengan después las puedan disfrutar y puedan reencontrarse allí,
encontrar en ello precisamente el símbolo, el emblema de lo que es
nuestro país -repito- de las cosas que nos unen y que son las que se
exaltan en un día como el de hoy.
Creo
además que ha estas alturas, el Patrimonio -tanto el tangible como el
intangible, porque a veces cuando pensamos en el Patrimonio pensamos nada
más que en objetos, en casas, en piedras, en cuadros, en cosas- también
hay un Patrimonio intangible de altísimo valor: la música, el coro este
que hemos escuchado de niños del INAME, lo que nos ha cantado, el
contenido de las canciones, es una expresión poética, una expresión
musical, salvo que no se toca, que se oye pero que va directo al
espíritu. Y las cosas que han evocado, Figari, el Candombe, digo que
cosas más entrañables para nosotros y que cosas que nos identifican
tanto, en las cuales nos reconocemos.
Pero
decía que además de este concepto patrimonialista, hoy el Patrimonio
adquiere también un valor, y un valor en términos comerciales. Es muy
importante la conservación, es muy importante la exaltación de estos
valores culturales porque sabemos lo que significa y lo que está
suponiendo para varios departamentos del interior, para Montevideo, todo
lo que es el turismo cultural. O sea, además de ser una linda idea,
además de ser algo espiritual, algo que nos congrega, es también un buen
negocio, es también una buena posibilidad, como lo han demostrado algunos
emprendimientos que se están realizando en todo el país.
De
manera que, en este día de hoy, con satisfacción por iniciar la fiesta,
con el pesar que nos provoca la muerte de un colega de gabinete, pero
sabemos que él hubiera querido que se llevara adelante, que se llevara
adelante estos días de Patrimonio -digo, el Presidente de la República
no ha venido, porque adhiere al duelo a su forma y ha cancelado todas sus
actividades en el día de hoy- pero nosotros estamos obligados a seguir
adelante, a continuar.
En
lo personal vamos a ir al interior, en mi caso me dirijo ahora a Sarandi
de Yí, pero otros integrantes de la Comisión del Patrimonio lo harán a
la Fortaleza de Santa Teresa y otros recorrerán los distintos sitios de
Montevideo que hay muchos y muy bonitos para ver.
A
todos los presentes muchas gracias por acompañarnos y creo que ahora
vamos, a continuación, a la entrega de los premios.
|