24/04/03
URUGUAY-EEUU
ESTUDIARAN ACUERDO BILATERAL DE INVERSIONES
El
Presidente Jorge Batlle informó que el Secretario de Comercio de EEUU,
Robert Zoellick, planteo la posibilidad de realizar un acuerdo bilateral
de incentivo de las inversiones, similar al realizado recientemente con
Chile, pero sosteniendo igualmente que es partidario del acuerdo 4+1 entre
el MERCOSUR y aquel país.
Declaraciones del
Presidente Batlle a periodistas uruguayos en Washington, D.C.
PRESIDENTE
BATLLE: En primer lugar quería agradecer a ustedes -digamos- que han
podido tomar las decisiones en medio de tantas dificultades económicas
para la prensa de llegar a los Estados Unidos a acompañar a esta serie de
encuentros que hemos tenido primero Chicago, ahora en Washington, y a
partir del día el jueves por la noche en New York.
Con
respecto a los temas de Chicago pienso que es interesante que les diga
algo sobre Chicago. Nosotros estuvimos en una cena con el Mayor Daley. El
Mayor de Chicago es un hombre singularmente importante y eficaz, no
solamente por su condición en medio de una formidable ciudad, sino porque
además es realmente una fuerza de la naturaleza ¿no?, o sea, es un
hombre que expresa energía en cada uno de sus palabras y sus actitudes.
Su staff, su staff financiero, quienes manejan para él una serie de
proyectos de inversión en la ciudad, está integrado por personajes que
en su medio financiero y en sus medio económico son muy destacados;
inclusive gente de firmas que tienen ya en el Uruguay instaladas sus
representaciones, como en el
caso de Prudential, que es una formidable compañía de seguros.
Y
por tanto, estamos en contacto a través de las expresiones del Mayor
Daley, estamos en contacto con ellos para organizar contactos entre
inversores de Chicago y posibilidades de negocios en el Uruguay. Es
posible que podamos, que tengamos, tanto el Embajador como eventualmente
yo en el mes de setiembre de nuevo pasar por Chicago, porque allí se va a
realizar una muy importante reunión sobre globalización de comercio, y
ellos ya están invitando a alguien del Uruguay, que en el caso de que yo
no lo pueda hacer, lo hará el señor Embajador o alguien que venga del
Uruguay para acompañarlo, para participar de esas reuniones que ellos le
atribuyen mucha importancia; y que quieren colocar a Chicago en el
exterior de la misma forma y con la misma fuerza con que Chicago está
colocado aquí dentro de los Estados Unidos, como uno de los centros
económicos y financieros más importantes.
Nosotros
conocíamos Chicago, y hemos estado bastante veces por acá, sobre todo
porque realmente Chicago es una de las ciudades que desde el punto de
vista cultural, del punto de vista arquitectónico, del punto de vista de
sus universidades es una de las ciudades más pujantes de los Estados
Unidos.
Nuestra
serie de reuniones del día de hoy comenzaron por la mañana, con la
reunión con el Presidente Bush; ustedes conocen quienes participaron de
la reunión. Desde nuestro punto de vista, concurrimos con el señor
Embajador, la participación del Secretario de Estado, de Colin Powell,
del jefe del gabinete, el señor Zoellick como el representante para el
comercio, de Condoleeza Rice y del señor Taylor, que es Undersecretary
for International Economics, que tuvo muchísimo que ver en todas las
actividades nuestras de carácter financiero desarrolladas ya el año
pasado. Fue una reunión para nosotros realmente más que importante; casi
yo podría decirles a ustedes, sorprendente. Yo pensé que nos íbamos a
encontrar, sí con el Presidente, con Colin Powell como había estado
antes y con su asesora, Condoleeza Rice, pero no creí que iba a estar en
una reunión buena parte del Gabinete del Presidente Bush y de sus
asesores especiales en el área del Hemisferio Occidental, y también -por
supuesto- nuestro amigo el Embajador Silverstein.
Creo
que fue una reunión muy franca, muy abierta y muy positiva: muy franca,
muy abierta y muy positiva. El Presidente Bush hizo algunas
manifestaciones muy claras y muy específicas en cuanto a las actitudes
del Uruguay en relación con
la amistad con los Estados Unidos, cosa que no es de ahora, sino que es de
siempre. Y empezamos a conversar. En primer lugar, yo quise expresar muy
claramente, porque lo había dicho públicamente allá en el Uruguay, pero
nunca había tenido la oportunidad de hacerlo personalmente, el
agradecimiento que tiene el Uruguay de la intervención decisiva que
tuvieron los Estados Unidos en el aspecto financiero no solamente en la
crisis de julio, sino también el apoyo recibido cuando los acuerdos
definitivos con el Fondo Monetario Internacional, en las últimas
gestiones realizadas con él. Y también particularmente, en todo lo que
tiene que ver con el proceso que actualmente estamos llevando delante de
la reprogramación de parte de nuestra deuda en cuanto a sus plazos,
manteniendo y honrando –digamos- la tasa de interés, así como el
volumen de la misma, así como la moneda en la cual ella fue contratada. Y
cumpliendo hasta el día de hoy, absolutamente con todas las obligaciones
de pagos de los intereses, tanto como
de lo principal.
Sobre
esto luego hablamos largamente con el señor Taylor. Al mismo tiempo le
manifestamos al Presidente Bush que el Uruguay se sentía aliado de los
Estados Unidos en lo que tiene que ver con las cuestiones del terrorismo.
Nosotros
sentimos claramente que las distintas prácticas terroristas no
conducen a otra cosa que a una confrontación profunda en el mundo,
y sentimos que ese es un camino que tenemos que tratar de impedir
que se lleve adelante, haciendo todos los esfuerzos necesarios para
asegurar la paz.
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Quiero
decirles que ante distintas manifestaciones que supe que se habían dicho
en Montevideo, en ningún momento el Presidente Bush le planteó al
Presidente del Uruguay la presencia de tropas uruguayas en el Irak.
Jamás, en ningún momento, ni por parte del Presidente Bush, ni por parte
de sus asesores, ni por parte del gobierno del Uruguay, estuvo ese tema
arriba de la mesa. El único tema que estuvo arriba de la mesa en cuanta
al Irak, fue nuestra oferta de una ayuda humanitaria, específicamente
referida a los que son todas las UPAS de la OSE, inclusive han permitido
entregarle al Presidente Bush -que se lo entregó inmediatamente a Colin
Powell- un brochure hecho en inglés, sobre las organizaciones esas
móviles, de rápida instalación, que nos va a permitir a todos nosotros
llevar, como hemos hecho en el Congo, como lo hemos estado haciendo en la
India, como lo hemos hecho en América Central, y hemos contratado ya casi
noventa o noventa unidades de producción de agua potable móviles para
Sudáfrica, hacerlo también en el Irak. Es más: le hemos informado al
gobierno de los Estados Unidos - que seguramente tendrá a su vez su
propia información- que nosotros estamos empeñados con un contingente
muy importante de Fuerzas Armadas del Uruguay en el Congo, que se nos ha
pedido personalmente, por parte del Presidente de Sudáfrica -que me
habló esta semana pasada- de que podamos trasladar parte de nuestra gente
a la frontera con Uganda y Ruanda, y que así hemos dispuesto.
Y
por cierto esa es la única posibilidad que el Uruguay tiene de
participar con sus Fuerzas Armadas es en operaciones de paz, del
capítulo sexto de Naciones Unidas y ninguna otra forma tendrá el
Uruguay para llevar adelante ningún tipo de participación de
Fuerzas Armadas.
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PERIODISTA:
¿Los trasladados de unidades son en el marco de las Naciones Unidas?
PRESIDENTE
BATLLE: Ese traslado está dentro del marco de la misión de paz
organizada por Naciones Unidas en el Congo. O
sea, que estamos desplegando allí tres compañías; una primera
compañía que seguramente será trasladada en la próxima semana, y luego
dos compañías más, según la conversación que yo mantuve con el
Presidente de Sudáfrica un día antes de salir para los Estados Unidos, y
que le comunicamos al Secretario de Naciones Unidas que íbamos a
disponer de ese cambio de posicionamiento dentro del Congo.
Ahí
naturalmente que hablamos de la situación cubana.
Nosotros
ratificamos nuestra línea de conducta y vamos a solicitarle a la
Comisión de Derechos Humanos Interamericana que trate de hacer un
seguimiento muy cercano, y una información muy precisa a la
Corporación de la OEA y al cuerpo de la OEA, sobre todo lo que está pasando en
Cuba con relación a los detenidos que han sido procesados con penas
de no menos de veinte años mucho de ellos, y a la situación
-¿no?- de los muertos por ajusticiamientos rápidos, como si fuera
un nuevo paredón en vigencia en Cuba, sino a las consecuencia de
todo esto con respecto al respeto de los derechos humanos en ese
país. Pero simplemente no hubo ningún comentario mayor, amén de
esta –digamos- común participación sobre este tema, pero muy
referida a lo que ha estado sucediendo y a las actitudes que ambos
países hemos tenido -junto con otros- en Ginebra y la que tendremos
también aquí en la OEA.
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Inmediatamente
después, también pasamos a considerar las situaciones emergentes desde
punto de vista comercial alrededor del tema del ALCA o del 4 + 1. Ahí
nosotros teníamos especial interés en expresarle al Presidente Bush, que
mientras que se hizo cuestión de llevar adelante
el proceso del ALCA a
través de la reunión primaria de Québec, con posterioridad a esos
hechos se han ido llevando adelante acuerdos regionales. O sea, está
anunciado el acuerdo con los países centroamericanos para una fecha que
se supone que es anterior a la finalización de este año. Está concluido
el acuerdo con Chile. Ese acuerdo con Chile esta concluido, debe enviarse
al Congreso, y nosotros sostuvimos ante el Presidente Bush
-y le expresamos así nuestra opinión, muy clara, muy abierta- de
que entendíamos que era muy conveniente no solamente para Chile sino para
toda América del Sur, que se procesara lo más rápidamente posible y se
alcanzara lo más rápidamente posible un acuerdo como el que han,
digamos, concluido la representación comercial americana y la
representación comercial chilena. Sentimos
que eso es algo conveniente para todas nuestras cosas.
Pero
agregamos que a nosotros nos parecía oportuno tratar, luego de que
se realicen las elecciones en la Argentina y en el Paraguay, de
volver a considerar la posibilidad del Rose Garden Agreement.
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Luego,
en ese sentido le trasmití al Presidente Bush una conversación que
había tenido antes de partir con el ex-presidente Menem, quien me
manifestó que él sentía que esa era una línea sobre la cual había que
trabajar. Y también le comuniqué que lo mismo le había planteado en su
momento, en una reciente conversación, al señor Canciller del Brasil, el
señor Celso Amorin, porque el Uruguay entiende que los acuerdos
comerciales son absolutamente necesarios para poder llevar adelante el
cumplimiento de todas nuestras obligaciones, tanto en el Uruguay como en
la Argentina y en Brasil.
Si
queremos crecer, vamos a crecer desde las exportaciones.
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No
es pagando nuestras respectivas Tesorerías el no cobrar impuestos a las
reciprocidades comerciales de nuestros países en una, digamos diversión
o una deformación del comercio en función de que entre nosotros no nos
pagamos impuestos, que vamos a crecer, que vamos a obtener los resultados
económicos necesarios para poder cumplir con nuestras obligaciones. Para
poder cumplir con nuestras obligaciones y crecer tenemos que crecer hacia
afuera. Y para crecer hacia afuera tenemos que tener acuerdos con los
grandes mercados del mundo: con Europa, con el NAFTA, con China, con
India, con los grandes mercados del mundo.
Estaba
presente el señor Zoellick, con quien conversamos más adelante de las
mismas cosas, pero no manifestamos una oposición al ALCA, sino
simplemente decimos que cuando se inició este proceso del ALCA el Uruguay
ya había expresado su punto de vista en favor de hacer acuerdos
regionales para luego, hechos los mismos acuerdos regionales, ser mucho
más fácil la integración de las partes en un acuerdo global que
analizar todos juntos con 34 países una solución de esta naturaleza. Y
que como ninguno de estos países nuestros puede esperar muchos años para
crecer en materia económica, sentimos que cuando aparezcan los nuevos
presidentes electos en la Argentina y en el Paraguay, va a ser el momento
de conversar entre los cuatro y allí el Uruguay como próximo presidente
del MERCOSUR a partir del mes de junio tratara de proponérselo a las
partes, y yo personalmente le voy a ir a ver al Presidente Lula el
próximo 11 y 12 de mayo y conversaré de estas cosas, también con él,
porque entiendo que estas cosas son esenciales y principales para todos
nosotros.
PERIODISTA: ¿Hay
posibilidad de que el Presidente Bush viaje próximamente al Uruguay?
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, me permití decirle al Presidente Bush que en la medida en
que el Uruguay como Presidente Pro Tempore del MERCOSUR así lo pueda
organizar y pueda obtener una aprobación y el consenso de distintos
presidentes, es nuestro interés, es nuestra intención, de que se puedan
encontrar los presidentes del MERCOSUR, y del MERCOSUR ampliado, con el
Presidente de los Estados Unidos para ver si podemos así de esa manera
empujar en favor de un muy rápido acuerdo comercial.
PERIODISTA: ¿Cuál
fue la respuesta del Presidente Bush en relación a esta vía, la vía del
4+1?
PRESIDENTE BATLLE:
Bueno, el Presidente Bush fundamentalmente trató de que el Ministro
Zoellick diera una visión de sus cosas, y el Ministro Zoellick, luego en
una entrevista bilateral que tuvimos con él, manifestó que desde su
punto de vista, la cuestión del MERCOSUR más Estados Unidos, al igual
que el ALCA, eran simplemente buscar decisiones de los países participes
para poder llevar adelante cualquiera de las dos soluciones. No tenia
notoriamente una inclinación preferente por ninguna de las dos, sino que
sentía que estaba en la base de la cosa la decisión de los países
participes. Y siendo que una resolución de las cuestiones comerciales
entre cinco es más fácil que entre 35, nosotros por lo menos seguimos
pensando que hay que hacer una gestión, porque no hay peor gestión que
aquella que no se hace. Y voy a hablar con Lagos.
Nosotros, en una necesaria solidaridad de los países de ayudarnos
a esclarecer los problemas, y a que las cosas tomen el camino natural que
deben de tener.
Después
de esta larga conversación, finalmente
yo aborde el tema bilateral, que es el tema más importante en las
relaciones bilaterales actuales, que es el que tiene que ver con la
carne.
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Sobre
ese tema, la cosa fue también muy clara. Nosotros estamos en
conocimiento, porque estuvimos hoy con el representante de la Asociación
de Ganaderos y Productores de Carne de los Estados Unidos, que ellos
fueron quienes pidieron la prórroga del plazo para que se terminen los
comentarios públicos hasta el día viernes 25. Por tanto, legalmente,
hasta el viernes 25 Estados Unidos no puede hacer absolutamente nada.
Nosotros tenemos ya una información, que nos dio el propio representante
de la National Cattle and Beef Association, sobre la naturaleza del
informe que van a producir donde nos dijo además que había estado en el
Uruguay, que había tenido una optima impresión de cómo el Uruguay
estaba trabajando en estas cosas, y que eso iba a ser lo que ellos iban a
expresarle al AFIS, o sea a la organización sanitaria americana
dependiente del Ministerio de Ganadería y Agricultura.
Entonces,
habida cuenta de que el Uruguay nunca pide nada que no esté dentro de la
Ley, y que nosotros a ningún presidente le vamos a pedir que haga algo
que esté fuera de Ley, la otra cosa que sí le dijimos es lo siguiente:
Bueno, si el viernes 25 terminan todos los procedimientos legales, y lo
que resta por hacer es una información de los comentarios públicos, la
mayor parte de los cuales no tiene ninguna trascendencia. Y algunos
importantes son a favor, como los producidos por una persona que está
vinculada a una importante universidad que voluntariamente entró a hacer
análisis en profundidad sobre el tema, e hizo una apreciación muy
positiva a favor del Uruguay, lo que pedimos es que los tres pasos que hay
que dar ahora sean dados al mismo tiempo. Dos de ellos dependen del
Ministerio de Agricultura, que es el comentario que AFIS haga de estos
comentarios públicos sobre los cuales, salvo este ultimo, todos los
demás ya están producidos y están claramente expresados en resoluciones
que son fácilmente alcanzables, positivas en favor del Uruguay. E
inmediatamente, consistentemente con eso, la redacción final de las
reglas a las cuales el Uruguay tiene que atenerse para poder incorporarse
al mercado. Esto pasa inmediatamente a la Oficina de la Casa Blanca, que
se llama la OMB, que es un poco como Planeamiento en el Uruguay, y que le
pedimos que el trámite, en vez de ponerse en la planta baja de la pila de
expedientes, se ponga en la
planta alta de la pila de los expedientes.
El
Presidente de la República de los Estados Unidos, el señor Bush, le
manifestó delante nuestro a la señora Condoleeza Rice que se encargara
de este tema ella personalmente y nos dijo que nos iba a dar la ayuda
necesaria sin hacer nada contra la ley, que Uruguay no lo pide, para que
esto pueda resolverse rápidamente.
Es
más, nosotros le informamos al Presidente Bush que el día 21 de mayo la
Organización Mundial de Salud Animal lo va a declarar al Uruguay Libre de
Aftosa con Vacunación, y por tanto, que tendríamos a nuestro juicio que,
hecha esa declaración, en este tramo que va desde hoy hasta el 21 de
mayo, tratar de que se terminen los pasos administrativos que hay que dar,
que se pueden finalizar, para lograr que –pari passu con la declaración
de la OPIC- también pari passu,
haya
una declaración que apruebe el tema en forma definitiva todo lo que se ha
concluido ya.
Nosotros
tenemos una información científica muy positiva, que es la misma que nos
ha permitido entrar al Canadá hace ya varios meses, y que por otra parte
no ha sido para nada, digamos, rechazada por nadie de quienes han hecho
hasta el día de hoy una apreciación o comentario público a las
cuestiones vinculadas a nuestra presencia nuevamente en el mercado de la
carne.
Yo
en ningún momento hablé, como ya lo dije en el Uruguay, de ningún
tipo de extra cuota.
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Y voy a decir por que
no hable de ningún tipo de extra cuota. Porque creo que la primera cosa
que tenemos que hacer es obtener rápidamente nuestra incorporación en el
mercado americano. Y porque, en segundo lugar, creo que el Uruguay tiene
que mirar su presencia en el mercado americano y en cualquier mercado del
mundo, con un crecimiento firme y sólido. Eso de decir, bueno, como
perdimos la cuota el año pasado, pretendemos en este año tener doble
cuota, sería absolutamente inconveniente para la economía uruguaya,
porque generaría un pico de demanda que haría crecer enormemente el
precio de la carne, haría crecer enormemente el precio de la reposición
y al año siguiente, cumplida esa extra cuota, entonces los precios de la
carne, tendrían que caer, por lógica, y los precios de la reposición
estarían mas bajos y habríamos hecho hacer un mal negocio a todos los
productores, cargando mucho los precios de la reposición, digamos al
socaire de la circunstancia de que haya un aumento muy grande de la
demanda para un mercado que paga los mejores precios, como el mercado
americano.
O
sea, todas esas cosas las vamos a conversar después, pero no las estamos
conversando ahora, porque no entendemos que ello sea procedente ni
conveniente. Lo que queremos es que rápidamente después del viernes se
puedan cumplir las tres etapas administrativas, que son meramente
administrativas y que no suponen ninguna clase de investigación ni
ninguna clase de confirmación científica o de nada para que el Uruguay
pueda rápidamente acceder a este mercado.
PERIODISTA:
Presidente, ¿qué impacto va a tener que se aprueben estos pasos sin el
aumento de la cuota?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo creo que el impacto es acceder al mercado de mejor
calificación de precios, que nos va a permitir inclusive volver a estar
presentes en el mercado canadiense. Porque una de las razones por las
cuales después de haber completado nuestra cuota en el mercado del
Canadá es que hoy no estamos incorporando con carne nuestra producción
al mercado canadiense, es porque nuestros precios de referencia, que son
los precios americanos para el mercado canadiense, no se están dando.
Así que no solamente reabre el mercado americano, sino que reabre y
normaliza el mercado canadiense.
PERIODISTA: ¿Tras
Estados Unidos, México puede estar cercano?
Tras
Estados Unidos, nosotros vamos a ir hasta México,
porque además vamos a ir allí con dos cosas: con la
declaración de la OPIC y con la resolución de los americanos, más
la anterior resolución de Canadá.
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Luego
de esta reunión con el Presidente Bush, nosotros estuvimos
fundamentalmente en contacto con la Ministro de Agricultura, con quien...
PERIODISTA:
¿Le puedo hacer una pregunta?
PRESIDENTE
BATLLE: Sí, como no. Todas.
PERIODISTA: ¿Cómo se
entiende la presencia de todo este equipo acompañando al Presidente Bush
en la entrevista, en relación a lo que es el Uruguay en cuanto a su
población o a su peso político en el concierto latinoamericano y
mundial?
PRESIDENTE
BATLLE: Yo en todo caso le pediría que usted le hiciera esta pregunta al
invitante.
PERIODISTA:
¿Cómo lo evalúa usted?
PRESIDENTE BATLLE:
Bueno, yo lo evalúo como una distinción al Uruguay. El Uruguay no es un
país que genere hoy instancias distintas a las que ha generado siempre.
El Uruguay siempre ha sido igual. Yo recuerdo perfectamente, y se lo
comentaba anche en la casa del embajador, en una reunión que tuvimos con
todos los representantes de los Estados Unidos en el Departamento de
Estado y en la OEA, que se vinculan con la América Latina, más también
la presencia en la cena del Ministro de Vivienda, Melquíades Martínez,
y de su hermano, que es el nuevo representante americano en la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Yo le decía que en una
reunión que tuvo el Ministro Opertti con el señor Colin Powell en
Quebec, los americanos habían hecho un análisis estadístico de todos
los votos emitidos por el Uruguay y por los Estados Unidos en las
organizaciones de Naciones Unidas y las afines y se habían encontrado con
que habíamos votado una enorme cantidad de veces -la mayor parte de las
veces- siempre lo mismo, sin habernos hablado nunca previamente y sin
haber tenido ningún petitorio de unos sobre otros, fundamentalmente de
los americanos sobre nosotros; nosotros qué le vamos a pedir a los
americanos como tienen que votar. Porque pensábamos igual sobre las cosas
fundamentales en las que teníamos nosotros que trabajar y en las que
tenemos que cada día actuar.
Lo
importante, yo creo, que ese fue un reconocimiento al Uruguay; no
fue un reconocimiento a mi persona, sino fue un reconocimiento al
Uruguay, a lo que el Uruguay es. El Uruguay es un país serio; es un
país confiable; es un país que hasta el día de hoy ha cumplido
con todas sus obligaciones, que ha hecho esfuerzos enormes por
cumplir con ellas, que tiene un pueblo maravilloso que ha sido capaz
de voluntariamente decirle al banco “Mire, yo estoy dispuesto a
aportar parte de mis ahorros para que ese banco se vuelva a abrir”.
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Y
yo creo que es justo que toda esta gente tan importante que tiene en sus
manos tantas cosas que pueden gravitar de una manera decisiva para el bien
o para el mal en los destinos humanos, en los destinos de la gente que
vive sobre este planeta, bueno, con su presencia están reconociendo este
hecho. Y yo creo que no es una circunstancia del actual gobierno para
nada, pero que es el fruto de lo que el Uruguay ha sido en toda su vida.
Y
yo me permití decírselo. Y lo dije afuera, ¿eh?, porque se lo dije
antes adentro: “Usted, señor Presidente, tiene que saber de que yo soy
un hombre viejo y tengo larga memoria. Yo lo vi al Uruguay acompañar a
Inglaterra en 1939 cuando Inglaterra estaba sola en el mundo. Y decirle a
un acorazado de la vieja Alemania hitleriana “No se puede quedar más de
tres días en el puerto”. Y eso lo hacía aquel pequeño país, sin que
nadie se lo pidiera, cuando Estados Unidos ni siquiera estaba en la
guerra.
Porque
los uruguayos tenemos esa manera de ser, pero siempre la hemos tenido. Eso
fue lo que determinó que un día, el señor Adams, a través del cónsul
norteamericano en Montevideo, le ofreciera a Artigas antes de exiliarse en
el Paraguay, que se exiliara aquí en los Estados Unidos y que le iban a
dar el rango de General y la categoría e inclusive la asistencia
económica del rango de un general. Eso lo dice el gobierno norteamericano
en 1820 a Artigas. Y Artigas decidió internarse en el Paraguay, por
razones que naturalmente son obvias. Pero eso lo hicieron en 1820; no es
de ahora esta cuestión.
Cuando
nosotros decimos “¡Qué maravilla la enseñanza primaria en el Uruguay!”
y toda la gente de uno y otro partido dicen “¡Qué fantástica la
enseñanza primaria, qué fantástica la escuela!”, pero... ¿y José
Pedro Varela dónde vino a aprender? Y aprendió acá, en Estados Unidos.
¿Y de quién recibió el sistema que hoy todavía está vigente en la
escuela primaria del Uruguay? De Horacio Mann, un señor que era un
educador de Illinois y que dirigía las escuelas de uno de los Estados, no
sé si de Connecticut.
Quiere
decir que el Uruguay tiene una tradición de conducta muy anterior;
no es de ahora. No es una hechura –digamos- de este gobierno, ni
menos de mi persona. Es lo que el Uruguay es: siempre hemos sido
así. Por eso es que somos independientes.
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Por eso podemos decir
que sí y por eso podemos decir que no. Porque somos un país
independiente, pequeño pero fuerte en nuestras decisiones y en la
coherencia de las mismas.
Eso nos permitió
hablar con la señora Veneman en el mismo sentido que habíamos hablado
con el Presidente Bush; eso nos permitió hablar con el señor Zoellick y
con el señor Taylor y con el señor Ministro interino del Comercio.
Con
el señor Zoellick volvimos a plantear el tema del 4+1 y el señor
Zoellick nos dijo que tratáramos de hacer un estudio sobre la
posibilidad o conveniencia desde nuestro punto de vista de cerrar un
acuerdo bilateral en cuanto a las inversiones similar al acuerdo que
se ha firmado ya entre Chile y los Estados Unidos.
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El capítulo
correspondiente al acuerdo TCL entre Chile y Estados Unidos que falta su
ratificación, pero que está concluido, visáramos si entendíamos que
para el Uruguay eso era conveniente para facilitar las inversiones
americanas en los Estados Unidos. Y la recíproca, porque hay compañías
uruguayas como Genexus que están operando aquí en Chicago a través de
una compañía con sus conocidos softwares. Y que si entendíamos que eso
era una cosa beneficiosa para el Uruguay, ya era un primer paso que estaba
el gobierno americano en condiciones de llevar adelante. Así que vamos a
procesar a nuestro regreso el análisis de ese capítulo de las
inversiones concluido entre Chile y Estados Unidos, a ver si es
conveniente para el Uruguay y si es así, lo vamos a hacer.
PERIODISTA:
¿Se habló de qué rubros específicos podrían ser estas inversiones?
PRESIDENTE
BATLLE: No, las inversiones son genéricas. No establecen rubros
específicos, aunque yo no conozco por detalle, con detalle, el texto
chileno-americano.
PERIODISTA: ¿En
qué medida significa un paso hacia este acuerdo?
PRESIDENTE
BATLLE: Ah, significa una medida muy importante porque las inversiones son
lo que le va a permitir al país crecer y para crecer el país precisa
inversiones. Si el país no crece, el país no tiene inversiones. Cuando
la gente de Weyerhaeuser nos planteó le año pasado que le diéramos
beneficios fiscales para invertir 300 millones de dólares en los
próximos años en fábricas para procesar la madera de lo que ellos
llaman pino amarillo, “yellow pine” del Uruguay, nosotros estábamos
facilitando una inversión.
Si
este acuerdo que nos ofrece llevar adelante el señor Zoellick
contiene beneficios mayores, seguramente la inversión va a ser más
rápida y con mejor resultado.
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Y
pienso que esto se extiende a otras inversiones que estamos en condiciones
de organizar. Porque hemos dejado pendientes, tanto en Chicago como para
el próximo mes de setiembre -cosa que conversamos con el Ministro de
Comercio- la realización de encuentros entre empresarios uruguayos y
empresarios americanos de la costa del Este. Porque ellos nos manifestaron
en el Departamento de Comercio, que hay un grupo importante de empresas de
alta tecnología que estaban en condiciones de juntarse con nuestra gente
para ver cuáles son los negocios posibles a hacer en el Uruguay. Así que
concretamente con Zoellick hablamos de estas cosas y naturalmente
repetimos toda la conversación sobre el 4+1.
PERIODISTA:
Presidente, las inversiones propuestas a Chile...
PRESIDENTE
BATLLE: Perdón, yo no conozco el texto chileno-americano. No quisiera
hablar sobre un texto que no conozco, pero es una oferta muy concreta. Y
pienso que la tenemos que estudiar para no rechazarla in límine ni
aceptarla con ojos cerrados.
PERIODISTA: Existe
una preocupación suya por parte de los países que comercian con
commodities con las ventas
tecnológicas, con respecto a la exportación de tecnología. El
Presidente Bush tiene esa misma
preocupación? ¿Es decir comparte con usted...?
PRESIDENTE
BATLLE: La misma, absolutamente la misma. Y bueno, y eso lo ha dejado en
manos de Zoellick y en manos del Departamento de Comercio. Porque Zoellick
es el que organiza los acuerdos entre naciones y el Departamento de
Comercio después es el que los instrumenta internamente para que sean
operativos. Así que eso es lo que tenemos que llevar adelante, si estamos
de acuerdo con el capítulo firmado entre Chile y Estados Unidos y luego
transferirlo al Departamento de Comercio en las reuniones que
específicamente tendremos en el mes de setiembre en Miami. Y,
eventualmente, también en Chicago, de acuerdo a lo que conversamos con el
Alcalde de Chicago que, sin ninguna duda, es hombre que tiene unas enormes
posibilidades de colaborar con el Uruguay en esta materia.
PERIODISTA:
Presidente, en relación al acuerdo del 4 + 1, ahora en mayo viene su
reunión con Lula y también una visita de Zoellick. ¿Se habló de eso?
PRESIDENTE
BATLLE: Exactamente; sí, se habló de eso. Después que nosotros vayamos
a hablar con el Presidente Lula, el señor Zoellick va a ir a hablar con
el Presidente Lula, a hablar las mismas cosas que nosotros; naturalmente,
con sus puntos de vista, con sus apreciaciones. Y nosotros le haremos la
nuestra al Presidente Lula, sintiendo que es una oportunidad que no
podemos demorar más.
Ni
Brasil, ni Argentina, ni Uruguay, ni Paraguay podemos demorar la
realización de acuerdos que le permitan a todos nuestros países
crecer en las exportaciones.
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Incluso
se lo dije muy claramente al Presidente Bush cuando le reiteré lo que son
las cifras de las exportaciones mexicanas y de las importaciones que de
los Estados Unidos hacía México. Un acuerdo mexicano-americano es un
acuerdo de una sola mano, de doble mano, al tiempo que México le exporta
a los Estados Unidos un altísimo porcentaje del total de 160.000 millones
que exporta actualmente México; también México es un gran importador de
artículos americanos. Quiere decir que hay una corriente que beneficia a
ambos países.
Y,
por tanto, lo mismo nos pasa a nosotros cuando nosotros sentimos que
Argentina más Brasil exportan entre los dos este año 60.000 millones de
Brasil y 25 mil de Argentina, son 85 mil millones -la mitad de México- y
sentimos que tenemos obligaciones fundamentalmente financieras que cumplir
para poder llevar adelante nuestro propósito de mejoramiento del nivel de
vida de nuestros uruguayos, brasileros y argentinos, sentimos que si esto
no sale por el lado de la exportación, no sale por ningún otro lugar. Y
la exportación hay que hacerla con este bloque, con la Comunidad
Económica Europea. También hablamos de esto con el señor Zoellick,
claramente de nuestras actividades comunes en cuanto a la ronda de Doha. Y
tratar de hacer otro tanto con China, como lo hemos hecho en el pasado. O
sea, tener una relación más fuerte, más sólida y más rápida con los
grandes bloques económicos del mundo.
PERIODISTA: ¿Cómo
cayó -con esta respuesta- a Estados Unidos el planteo, incluso esta
estrategia, de ir al ALCA pero hacer una negociación por bloques?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo creo que es una cosa que ya está decidida en cierta
medida en los hechos, o cuando los bloques tienen un acuerdo con los
Estados Unidos participan del ALCA, ya vienen participando con los
acuerdos que ya han obtenido. O sea, ya hay un acuerdo en marcha
Centroamérica-Estados Unidos; hay un acuerdo concluido Chile-Estados
Unidos, tiene que ser acordado por el Congreso; hay beneficios legales
otorgados a los países andinos en leyes votadas por el Congreso. Y los
únicos que todavía no hemos tenido ningún beneficio colectivo concreto
somos los del MERCOSUR. Así que la verdad es llegan a la discusión del
ALCA, con la mitad del trabajo hecho o con el 80 o 90% del trabajo hecho.
Ya tienen acuerdos comerciales con los Estados Unidos, unos votados, otros
a punto de votarse y otros en marcha.
Y
los que no tenemos nada somos los países del MERCOSUR. O sea, vamos
a esperar a que nos juntemos todos, todos los integrantes, que somos
35 porque incluye también los países del Caribe y el CARICOM o
vamos a ver si podemos adelantar un acuerdo de entre 4+1 como,
además, por otra parte –se lo recordé al Presidente Bush- ése
fue un acuerdo que fue propuesto por el Presidente Bush en su
administración primera –el Presidente Bush padre- y fue aceptado
como leyes que se incorporaron a la legislación nacional por los
cuatro países: en 1991, por Brasil, Argentina y Paraguay, y en 1993
por el Uruguay, siendo Ministro de Relaciones el ex-Ministro de
Industrias, el doctor Abreu.
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PERIODISTA: El tema
de competir Estados Unidos en
cuanto a tecnología, ¿no
genera cierta desconfianza?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo lo que creo es que la desconfianza existe siempre cuando
uno analiza cuando entró. La mejor forma de resolver la desconfianza es
sentarse a negociar. Porque si usted no se sienta a negociar, hay una cosa
que es real: Por más desconfianza que yo tenga con usted, si usted
representa a un país que tiene una tecnología tan superior en todos los
tramos de la actividad tecnológica del mundo, que cuando usted invierte
el 1% de su presupuesto, de su producto bruto nacional en investigación,
está invirtiendo muchísimo más que todos los países juntos porque su
producto es enormemente mayor, lo que usted está consiguiendo es que en
vez de achicar la brecha, usted la va agrandando la brecha. O sea, cada
día que pasa, la brecha no se achica, la brecha se agranda. Para meterse
en el mercado tiene que sentarse en la mesa para discutir cómo me meto en
ese mercado.
PERIODISTA:
Presidente, ¿hubo comentarios sobre el tema transgénicos y la
autorización que está pendiente en Uruguay?
PRESIDENTE
BATLLE: Hubo comentarios sobre el tema de los transgénicos, sí. Hubo
comentarios sobre el tema de los transgénicos y yo hice algunas
apreciaciones que en nuestro país, en materia agrícola en términos -por
ejemplo- de soja, todos estamos trabajando con transgénicos. E inclusive,
en algunos países que no admitido todavía legalmente el transgénico,
hay varios millones de hectáreas sembradas con transgénicos, en materia
de soja, me estoy refiriendo. Y también hubo comentarios a favor del
Uruguay manifestado por el –digamos- por el Ministro de Comercio sobre
las normas de protección de los Derechos
de Autor, votadas por el Uruguay. Y también hubo comentarios sobre la
necesidad de alimentar al mundo a través de transformaciones de esta
naturaleza en un mundo que demanda crecientesvolúmenes
de alimentos y que no tiene crecientes volúmenes de tierra disponibles
para producirlos. Al punto tal, que la demanda de soja en el mundo es de
tal magnitud y naturaleza que hoy por hoy los cultivos de verano desplazan
a los cultivos de invierno como consecuencia de la presión del precio
sobre el productor.
PERIODISTA:
¿Va a autorizar el transgénico de maíz?
Nosotros
estamos dispuestos a llevar adelante la autorización del maíz DT.
Eso se lo he manifestado con toda claridad al Ministro de Ganadería
y Agricultura, porque si no los que plantan maíz más tarde, están
terminando con el maíz comido por el “bichito” y no se puede
hacer nada para impedirlo.
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O
sea que van a terminar dejando de plantar maíz de segunda, porque si no,
no tienen cómo cosechar absolutamente nada y tendremos que terminar
importando el maíz de otro lugar, cuando notoriamente este año hemos
tenido rendimientos de maíz superiores, en donde he visto como cosa
prácticamente común en esta cosecha, rendimientos de siete mil kilos por
hectárea, de ocho mil kilos por hectárea, de diez mil kilos por
hectárea en Soriano, en Colonia, y once mil kilos por hectárea en San
José. O sea, en esa línea estamos.
PERIODISTA: ¿Presidente,
qué evaluación recibió por parte de Taylor del proceso de salida
financiera?
PRESIDENTE BATLLE: Ese es
un tema que para mi es muy importante. En primer lugar porque le agradecí
personalmente al señor Taylor que hubiera estado presente, trabajando
sábados y domingos, y lo recordaba el Embajador uruguayo, Fernández
Faingold junto con nuestra gente, con Davrieux y con toda nuestra gente y
con nuestros amigos del Ministerio de Economía, para resolver los
problemas financieros. Yo no sé quién más concurría, que yo creo que
concurría Sténeri y concurría Alfie y concurría usted y concurría
Davrieux a las reuniones con
Taylor y le signifiqué a Taylor lo importante que era para el Uruguay el
hecho de que sábados y domingos él y su gente, se sacaban el saco, se
remangaban y se ponían a trabajar con nuestra gente para ayudarnos a
resolver los problemas. Precisamente comentamos una cosa, a mi juicio muy
positiva, en cuanto a nuestra postura en esta materia.
O
sea nosotros manifestamos que habíamos llegado a la conclusión muy
clara y simple de que en los
procedimientos que en
algún momento se habían querido implementar desde alguna
organización internacional de crédito, como crédito final, en
cuanto a la bancarrota de los países, no la creíamos conveniente
porque ya no alcanzaba ninguno de los objetivos que se proponían.
Porque un día cuando los países dejaran de ser, digamos, correctos en cuanto a cumplir con sus contratos y con sus
obligaciones, al día siguiente, sobre todo al primero que no
cumplía con ello, al
día siguiente los particulares iban a hacer lo mismo y tras cartón
los bancos iban a no poder funcionar y luego de ello no íbamos a
tener nunca más -o con mucha dificultades- accesos a los mercados
secundarios.
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Y
por lo tanto nosotros creíamos que el cambio que se había instrumentado,
que había recibido además el apoyo de la Tesorería, era el adecuado
y que lo íbamos a alcanzar con éxito.
Pero
además comentamos también, un artículo aparecido en el diario hoy, en
el Financial Times, en cuanto a lo que allí se expresa. Lo habían leído
prácticamente todos los que habían concurrido a la reunión en la Casa
Blanca, o sea no sé si el Presidente,
pero por lo menos los ministros todos. Lo que se expresa en cuanto a que
éste del Uruguay sería un caso, un leading case, o sea un caso que hace
camino, para utilizarlo como tipo, o como un experimento tipo para
resolver problemas de otras naciones.
Yo
creo que en cada nación, tiene su forma de resolver sus problemas
atendiendo a sus realidades, a sus necesidades. Esto no es cartabón para
que se aplique a todos los demás, de ninguna manera. Esto es una cosa
hecha a medida para los problemas del Uruguay.
Pero
más: en ese propio artículo, el señor que lo comentaba, un señor que
intervino con algunas apreciaciones, que fue anteriormente técnico del
Fondo Monetario Internacional, el señor Musa,
dice que para esto el Uruguay precisa crecer un 5%, para cumplir en
el largo plazo o en el mediano plazo, precisa crecer un 5%. Razón de más
para buscar una solución comercial.
Si
los Estados Unidos han contribuido con este esfuerzo financiero tan
formidable, que en dos oportunidades le permitió al Uruguay salir
adelante para poder seguir cumpliendo con sus obligaciones y los llamados
técnicos de este asunto creen, así
como
lo dice Standard & Poors, que nuestros países precisan una apertura
comercial, entonces es el momento de ir en busca de
la apertura comercial.
¿Porque
si no cuál es la alternativa que están preconizando
estos señores tan sabios que hacen crítica de nuestros sistemas?
¿Qué todo el mundo declare la bancarrota? ¿Y con eso, qué? ¿Y con eso van a vivir mejor los pueblos? ¿Y con eso los
países que tienen intereses en exportar sus bienes industriales no vamos
a poder comprar nada? ¿Y con eso vamos a sostener la democracia? La
democracia se sostiene cuando los países crecen en la exportación.
Y
por eso la afirmación tiene contrario efecto de lo que se procura en el
artículo publicado en el Financial Times. Precisamente la apertura del
comercio está justificada por la necesidad de que el crecimiento del
comercio genere recursos genuinos para poder pagar las obligaciones y no
pretender que las obligaciones se paguen únicamente haciendo que cada
día la gente gane menos dinero y esté más lejos de sus anteriores
niveles de vida.
El
sentido de todas las conversaciones, ustedes ven, giran alrededor del
mismo tema. Señores, para que estos países del MERCOSUR, y otros como
Bolivia u otros puedan crecer, cumplir con sus obligaciones, no tener que
seguir arreglando con el Fondo Monetario Internacional, no tener que
seguir haciendo ajustes fiscales, acá hay una sola cosa para hacer: acá
hay que hacer un acuerdo comercial. Y cuanto más rápido mejor. O sea,
¿no pueden ser bilaterales? Entonces será el 4+1. ¿No puede ser 4+1?
Será el ALCA, pero rápido.
Y
por tanto, no hay peor gestión que la que no se hace. Y por tanto el
Uruguay -que no tiene nada para perder y sí todo para ganar- lo que viene
a hacer a Estados Unidos es a decir en una forma clara y fuerte, tenemos
que rápidamente caminar hacia un acuerdo de 4+1. Quizá
otros países mucho más grandes y con mucho más obligaciones
hacia adentro, por los grandes mercados que ellos manejan en sus propios
países y por las representaciones lógicas de sus intereses industriales
o comerciales, no tengan tanta libertad como el Uruguay tiene para decir
todos esto. Porque el Uruguay, con millones cuatrocientos mil habitantes,
lo que produce es únicamente
es para exportar.
PERIODISTA:
¿Usted cree que esta firmeza y esta actitud de Uruguay puede traer
también alguna consecuencia o algún impacto político o económico con
otros países?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo lo que creo es que los únicos países que quedan en
cuestión son los del MERCOSUR, porque todos los demás van encaminados a
acuerdos regionales, unos concluidos,
otros en marcha, otros ya otorgados en cierta medida por leyes
específicas dadas en beneficios de los países Andinos. Los únicos que
hasta ahora estábamos nada más que discutiendo o considerando estos
hechos alrededor de distintas mesas de negociación -más grandes, más
chicas, bilaterales, multilaterales o 4+1- somos los países del MERCOSUR.
Y somos ¿sabe qué? Somos los más necesitados. Porque somos,
precisamente como dijo el Presidente Duhalde, los socios mayores. Porque
Brasil representa el 70% del
producto bruto de casi el resto de toda América Latina o más o menos
¿no es verdad? Una cosa
parecida.
Y
por tanto el que tiene que caminar primero es Brasil, el que tiene que
caminar atrás es la Argentina; después caminaremos paraguayos y
uruguayos, pero es alrededor del mercado de Uruguay que nadie se va a
hacer rico.¿Usted cree que hay algún industrial
que se va a hacer rico vendiéndole algo al Uruguay, que tiene tres
millones cuatrocientos mil habitantes? Para eso se va para Recife, que
tiene un mercado que crece mucho más, porque hay más brasileros que
uruguayos.
PERIODISTA: ¿Qué
comentario recibió de Taylor, finalmente, que habló un poco de lo que
usted le expuso, pero no fue muy...?
Taylor
es un hombre realmente formidable, con quien hemos trabajado de una
manera muy positiva, y el señor Taylor está, en primer lugar, de
acuerdo con el camino que plantea el Uruguay para el
refinanciamiento de sus deudas.
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De
lo contrario no hubiera participado tan activamente en favor de buscar
soluciones desde la primera hora y está también naturalmente de acuerdo
en que los países crecen con la exportación. Naturalmente no es su ramo
éste sino que su ramo es específicamente
el atender y preocuparse porque los acuerdos que nosotros hemos
llevado adelante se cumplan, y se cumplan con bien y se cumplan
exitosamente, y se cumplan rápidamente.
PERIODISTA: ¿Hubo
un mensaje del Fondo Monetario, los últimos días...
PRESIDENTE
BATLLE: Muy positivo.
PERIODISTA: ... que
pueda leerse como una exhortación a la comunidad...
PRESIDENTE
BATLLE: Fue un mensaje muy positivo, sobre todo muy importante, porque
ayer partió el señor Sténeri para el Japón para atender todo lo que
tiene que ver con los Bonos Samurai, para hacer la presentación
correspondiente ante el Japón. Así que yo
creo que el mensaje del señor Köhler
fue un mensaje muy positivo, que le anuncia a la comunidad
financiera internacional la posición de fondo. Por otra parte, nosotros,
en el día de mañana jueves –por la noche-
vamos a estar en New York, una reunión que organiza el señor
William Mac Donald, que es, por ahora y
hasta próxima fecha el Presidente
de la Federal Reserve de Nueva York. Es una reunión con gente de la
banca, tanto americanos como europeos y japoneses, con la presencia,
además, del señor William Rhodes, que es además representante del
Citibank. La organización financiera que acompaña todo esto está
asociada al Citibank, que es una de las más importantes del mundo, y
pretendemos que para el mes de mayo todo esto esté bien encaminado y bien
resuelto en beneficio del Uruguay y
en beneficio de la región. Porque sabiendo bien lo nuestro, también
puede haber alguien a quien le interese seguir el modelo.
PERIODISTA:
¿Podría ser Argentina, en este caso...?
PRESIDENTE
BATLLE: Estoy pensando en los que tengan que hacer sus pasos financieros,
como dicen los viejos dichos uruguayos, los den, a la brevedad más
inmediata.
PERIODISTA: Confía,
entonces, en que el experimento va a ser un experimento como el que
mencionaba.
PRESIDENTE
BATLLE: Estoy confiado en que va a ser positivo. Está toda la comunidad
financiera a favor de ello: toda, absolutamente toda. Y eso creo que es
bueno para la comunidad financiera encontrar un camino en donde los
países puedan hallar por su sola fuerza su destino sin necesidad de
sufrir las cosas tan trágicas que
pueden sufrir los países cuando tienen que
llegar a extremos como al que han tenido que llegar algunos
países.
PERIODISTA:
Presidente, no es políticamente correcto pegarse tanto a Estados Unidos.
¿Qué proyección se hizo de este hecho?
Yo
no me estoy pegando para nada a los Estados Unidos. Yo estoy
haciendo lo que hemos hecho siempre. ¿En qué medida me he pegado a
los Estados Unidos? En la misma medida en que el Uruguay se ha
pegado a la China en procura de acuerdos comerciales; en la misma
medida en que el Uruguay se ha pegado a Europa, procurando, e
impulsando.
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Porque
ustedes recordarán que cuando se hizo la primera reunión en el Uruguay,
en el Río de la Plata, entre Europa y el MERCOSUR, el que impulsó
fundamentalmente que se llevara adelante una propuesta del MERCOSUR a Europa, fue el Uruguay. Así que el Uruguay fue, en ese
sentido, muy sólido en sus posiciones, y hoy por hoy, no se olvide usted
que el Uruguay, a través del señor Del Castillo, nuestro representante
en Ginebra, es el presidente de la Comisión Negociadora de los Acuerdos
de Doha, en donde el Uruguay, junto con China, junto con el grupo de
Cairns, junto con los Estados Unidos, está haciendo una propuesta, y
estamos inclusive, por otra parte, mirando que del lado europeo hay
propuestas muy interesantes de la Comisión de Bruselas que nosotros
sentimos que tenemos que utilizar esos instrumentos para ver si podemos,
también, contribuir a que todo el mundo entre en lo que es imprescindible
e impostergable: un acuerdo internacional sobre comercio. Porque de lo
contrario no vamos a poder crecer ninguno. Ni unos ni otros. Ni los ricos,
ni los pobres. Porque al final todos saturan sus propio mercados, lo que
el Uruguay ha estado haciendo.
En
este caso muy concreto, nosotros hemos visitado a los Estados Unidos.
Vamos a ir este año a Italia , donde tenemos también una agenda muy
importante con el gobierno italiano, en materia financiera, en materia
económica, en materia de
inversiones, sobre todo en pequeñas y medianas industrias, con la
participación muy activa de algunas regiones italianas como el Véneto,
cuya gente ha estado en el Uruguay trabajando y nosotros trabajando con
ellos, y seguramente el año
que viene vamos a poder concurrir a buscar acuerdos con otros países
europeos. Pero la matriz de
todo esto radica en la voluntad política de las partes.
PERIODISTA:
Volviendo a lo que fue su reunión con el presidente Bush, ¿hablaron
sobre cuál es el rol futuro de las Naciones Unidas?
PRESIDENTE
BATLLE. No específicamente hablamos del tema Naciones Unidas con respecto
a su rol en el mundo. Yo le diría que yo siento que Naciones Unidas tiene
que robustecer y reanalizar los roles que tiene, no solamente las Naciones
Unidas en sí como organización sino todas las organizaciones que pari
passu se fueron llevando adelante y conformando después de la II Guerra
Mundial. Y eso sí, eso se lo manifesté.
PERIODISTA:
¿Uruguay está pensando algo para proponer en la ONU?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, en primer lugar el
señor Opertti siempre ha estado trabajando en esa línea con respecto a
Naciones Unidas. Pero además quiero decirle lo siguiente. Nosotros
tenemos, por un lado, lo que se llamó, en su momento, el GATT, Acuerdo
General de Tarifas y Comercio . Por otro lado tenemos las organizaciones
multilaterales de crédito, ya sea IMF, como el BID, como el Banco
Mundial. Por otro lado tenemos otras organizaciones. Pero las que tienen
que ver con las cuestiones financieras no se manejan entre sí de común
acuerdo. O sea: imagínese usted que todo el mundo analista del sector
económico que proviene del IMF, con el señor Köhler a
la cabeza y el señor
Wolfensohn a la cabeza, tanto en Monterrey ambos, como recientemente en
estos editoriales financieros, todos ellos, que representan lo que se
organizó para resolver los problemas monetarios, financieros y
económicos del mundo después de la II Guerra Mundial,
dicen: todo esto se resuelve si el comercio crece. ¿A quién se
están refiriendo? A los mandantes de ellos. Se están refiriendo a los
propios países europeos, al Japón y a Corea, que tiene sus limitaciones
establecidas en cuanto a la apertura del comercio, y que son los que
están, de una manera u otra, teniendo que dar la baraja y las cartas
fundamentales en lo que son hoy los acuerdos comerciales imprescindibles e
impostergables. Entonces, si nosotros tenemos un continente como el
África, que está permanentemente perturbado por sus cuestiones internas,
y si tenemos un continente como América, que tiene tantas dificultades
para llevar adelante su progreso como lo había hecho anteriormente,
porque tiene limitados sus accesos a los mercados, ¿cómo no vamos a
resolver ese tema? ¿Cuánto tiempo más y cuántos gobiernos más van a
tener que hacer negociaciones similares a las hechas por los gobiernos en
el pasado y actuales para seguir caminando sobre la misma senda sin llegar
a un resultado positivo? Es que ha llegado el momento de juntarnos todos y
decirnos un poco la verdad de las cosas como son.
PERIODISTA: En la
reunión de anoche, donde había gente de Asuntos Hemisféricos del
gobierno de Estados Unidos, ¿se hizo referencia a la situación de otros
países de América Latina, como Colombia y Venezuela?
PRESIDENTE BATLLE: No,
no hablamos de Colombia y Venezuela. Yo no quise hablar de Colombia porque
ustedes saben perfectamente cuál es mi punto sobre el tema y no quise
poner un gato de esa naturaleza arriba de la mesa. Me pareció que era
excesivo. Yo no creo que se pueda combatir a
la droga por la vía de la represión, por la vía de la acción
militar.
Yo
creo que la droga es un tema de carácter económico,
así como lo fue la ley seca del alcohol en su tiempo. Acá
habrá que tomar, algún día, alguna decisión común, una
decisión colectiva, y ese día se van a terminar los recurso que
hoy, generosamente, ofrecen los cultivos de determinadas plantas y
el proceso industrial, para luego incorporarlas, violando la ley, a
los países consumidores.
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Y
esto no se logra persiguiendo consumidores o persiguiendo plantaciones o
haciendo guerras, donde grupos armados ocupan pedazos de país, y donde
terminan luego secuestrando un avión. En el Uruguay, cuando se les cayó
el avión anterior, terminan secuestrando un avión en el Uruguay.
Esto
se logra cuando el negocio se termina financieramente. No se hace tan
rentable como es ahora. Entonces, cuando sea tan rentable como es ahora,
el negocio sigue. Y entonces resulta que los que lo manejan tienen más
fuerza que los Estados. Y la prueba está: tienen más fuerza que los
Estados Unidos.
PERIODISTA:
¿De la Triple Frontera, del Chuy, no se habló nada?
PRESIDENTE
BATLLE: No, nada. Absolutamente para nada.
PERIODISTA: ¿Le
merece un comentario que en Montevideo a esta hora se está haciendo una
manifestación en contra de este viaje?
PRESIDENTE
BATLLE: Sí, me merece un comentario diciendo que, cuando el presidente de
un país va a hablar con el presidente de otro país, y da la casualidad
de que es el país más importante del mundo, al cual emigra la mayor
parte de la gente que quiere irse del Uruguay, me parece que es un
sinsentido en cuanto a la realidad.
O
sea: el Uruguay tiene que conversar con todo el mundo. Quiere decir
que si mañana voy a conversar con los chinos ¿van a hacer una
manifestación contra los chinos porque los chinos tuvieron el
problema A, B o C, o el
del SARS y no dieron cuenta inmediata?
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¿Entonces
van a hacer una manifestación? ¿O si mañana voy a Europa van a hacer
una manifestación porque no están de acuerdo con la política de Aznar,
o con la política de Berlusconi o
con la política de Blair? Me parece que eso no tiene ningún sentido.
Pero como el Uruguay es un país libre, en donde a nadie lo ponen preso
veinte años por decir una opinión distinta a la que el gobierno quiere
que se diga, y a nadie lo ajustician en 72 horas
y lo ponen frente a un pelotón de fusilamiento por el delito de
querer irse del país. Imagínense si nosotros llegáramos a eso, la
cantidad de problemas que tendríamos que resolver.
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