24/04/03 

NUESTRO DESTINO ESTA FUERA DE FRONTERAS

“Todos tenemos que sentir más que nunca que el destino nuestro está lejos de nuestras fronteras y no hacia dentro de las mismas”, dijo el Presidente Jorge Batlle, en su presentación en la 13º Reunión Interamericana a nivel ministerial, en Salud y Agricultura (RIMSA) en la sede la  Organización Panamericana de la Salud (OPS).

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, EN CONFERENCIA DE LA OPS. (24/04/2003)

PRESIDENTE BATLLE: Es un honor personal para mi poder participar de esta conferencia, como Presidente del Uruguay, el más pequeño país de América del Sur, sino además como que para nosotros en el Uruguay la importancia que tiene la producción animal en nuestro país, sumada además a la difícil tarea que hemos tenido de alcanzar niveles sanitarios óptimos en las actividades agrícolas y en la salud pública, la población no ha estado exentos de dificultades y de contrariedad como fue el daño que causó a nuestra economía hoy hace dos años, el 24 de abril de 2001, cuando se apareció desde tierras más remotas entre nosotros la fiebre aftosa.

Nosotros nos habíamos comprometido a luchar contra eso desde 1946, aprobamos luego una ley en 1961 y en 1969 hicimos la vacunación primera, masiva del rodeo nacional, y en 1993 se obtiene el estándar de país libre de aftosa con vacunación, y en 1996 obtuvimos el estándar de país libre sin vacunación. Fuertes medidas en las que participamos todos, y digo todos porque yo en aquella época vacunaba mi ganado, y fue una tarea que le permitió al Uruguay crecer e incluirse entre los países que alcanzaron un nivel de excelencia en materia sanitaria en su rodeo vacuno y ovino.

Nosotros pudimos controlar, no sufrir, grandes consecuencias económicas en el Uruguay puesto que, como ustedes saben, más del 80 por ciento de nuestras exportaciones tiene que ver con la producción primaria, fundamentalmente carne y leche, y lana, que han sido siempre los puntos de apoyo básico de la economía uruguaya.

Ustedes conocen que el Uruguay es un país pequeño, que tenemos diecinueve millones de hectáreas,  dieciséis  y  medio de pasturaje natural, hay 48.000 explotaciones ganaderas, con un promedio de 200 hectáreas, un promedio que muchas veces quiere decir mucho y otras veces quieren decir nada, porque a veces en tres hectáreas de buena vid se puede hacer mucho más que en 1.000 hectáreas de suelos cristalinos en donde no hay casi un árbol y en donde apenas uno puede tener algunas buenas ovejas Merino.

El Producto Bruto uruguayo de origen primario, que es el agropecuario, es muy alto y más del 80 por ciento -como dije- de nuestras exportaciones tienen por origen los productos primarios. Tenemos 12 millones de cabezas de ganado -aquí no están contados los que van a nacer ahora esta primavera- y 11 millones de ovinos y  3.400.000 de orientales. Quiere decir, que desde el punto de vista de lo que nos va a tocar a cada uno es muy buena la cantidad; 3.4 vacunos y 3 ovinos por habitantes, lo que es bastante para cada uno.

Hemos ido creciendo en tecnología, y yo diría que el sector agropecuario en el Uruguay es el que más ha invertido en materia tecnológica, y es el que más se ha destacado siempre en cuanto a estar con efecto de baja en materia tecnológica en el Uruguay. Las situaciones mayores las tenemos siempre todos, particularmente los que tenemos, según un viejo dicho entre nosotros, los que tenemos una vida de segunda para poder tener un entierro de primera. Quiero decirles que en esa materia el Uruguay en el 2000 produjo 558 millones de dólares de carne vacuna y 57 millones de carne ovina, 230 millones de lácteos, 95 millones de lanas y subproductos, y vamos a ser el segundo exportador de tops de lana del mundo, somos el quinto exportador de arroz del mundo, producimos en buenos niveles promedio, en materia de arroz, los más altos del mundo.

Naturalmente que los precios internacionales afectaron mucho la economía del Uruguay, porque somos un país tomador de precios imagínese usted en un país que no tiene mercado propio todo lo que producimos es para exportar. Consumimos aunque somos muy glotones, nos da para comer todo  lo que producimos y con mucho y yo creo que por suerte la producción agropecuaria ha cambiado, el mundo realmente ha ido moviéndose en ese sentido.

Muchas veces, por ejemplo, entre nosotros -entre los del MERCOSUR, del Cono Sur- siempre miramos a la Argentina como la gran potencia agrícola; Argentina sigue siéndolo, este año va a producir -en medio de dificultades- 70 millones de toneladas de granos, y el año que viene se prepara para producir más. Pero, la gran potencia agrícola de América del Sur es el Brasil: 350 millones de cabezas de ganado bovino. Pero, lo que pasa que me tocó también ser productor agropecuario en Carniza, aquélla época en que el colegio democrático en nuestro país estaba cerrado.

Ustedes saben que las fronteras entre Brasil y Uruguay ahí fue donde se inventó el MERCOSUR, hace mucho tiempo.

Entonces, somos países que vivimos de los mercados exteriores, vivimos de los mercados exteriores, y aunque integramos el MERCOSUR -que fue al principio una cosa muy buena, hicimos una formidable integración de comercio, crecimos para adentro, hasta que un buen día aquello después explotó y entonces en 1999 tuvimos un real que desapareció de nuestra vista -y en el 2001 por eso perdimos el 50 por ciento de las exportaciones al Brasil, que eran millones de dólares- y dos años después nos pasó lo mismo con la Argentina y perdimos el 67 por ciento de las exportaciones.

El hecho es que nosotros somos productores de lo mismo que Argentina y que Brasil, y ellos producen muchísima más cantidad que nosotros, y es tan buena o mejor calidad que nosotros porque son muy eficientes. Y, por tanto, yo creo que todos tenemos que sentir hoy más que nunca que el destino nuestro está lejos de nuestras fronteras y no hacia dentro de nuestras fronteras. Nadie puede creer que alguien vaya a ser rico, o hacerse rico, porque le venda al Uruguay, y nadie puede creer que la Argentina pase lo mismo que el Uruguay. Naturalmente, para el Uruguay el acceso a los mercados vecinos es muy importante, pero yo creo que ha llegado el momento de darnos cuentas todos que para crecer tenemos que mirar realmente lo que ha pasado en nuestros países. México exportó 29.000 millones de dólares en 1996 y 160.000 millones hoy. Brasil exporta 60, el año pasado, y la Argentina 25; los dos juntos son la mitad de México. Nosotros, una pulga, chiquitos. Por tanto, lo que quiere decir que para poder cumplir con nuestros objetivos no solamente tenemos que tener una estructura saneada, sino que además tenemos que darnos cuenta rápidamente que lo que dijo la señora Ministra Veneman -en cuyos conceptos básicos estoy totalmente de acuerdo- es una realidad impostergable.

Si queremos que nuestra salud animal y nuestra salud humana realmente crezcan, realmente mejoren, y eso van acompañados de los mejoramientos de los niveles de vida, tenemos que darnos cuenta que desde Alaska a Tierra del Fuego somos un solo continente, leemos el mismo libro –algunos hace tiempo que no lo leemos, por cierto-  pero todos estamos bautizados por los mismos valores, por las mismas posturas, estamos separados del resto del mundo por dos grandes océanos; no tenemos problemas de sobrepoblación, tenemos un vasto campo de riquezas para explotar. Juntos, en los próximos 40 años, apenas tenemos 1.200 millones de habitantes, no tenemos otra cosa que hacer que no tener más desconfianza entre nosotros, y sentarnos a la mesa a hablar entre nosotros de nuestros problemas. Nosotros en el FTAA, o en el Rose Garden Agreement, pero hacerlo y hacerlo rápido porque si no todos los proyectos de sustentabilidad económica a los cuales nos ayuda tanto el IMF, y fondos del Word Bank y del BID, terminan repitiendo y reiterando todos los años los mismos ajustes fiscales para dar cumplimiento de nuestras obligaciones,  qué  mucho más fácil sería hacerlo simplemente con el producto de nuestro trabajo y con el comercio libre, que es en donde vamos a encontrar una democracia más sólida y más ciertamente capaz de darle las respuestas que las poblaciones realmente tienen derecho a esperar de todos los gobiernos.

Naturalmente, que yo había escrito un discurso completamente distinto, pero ustedes saben como somos los políticos: empezamos diciendo una cosa y terminamos diciendo otra. Los que están leyendo lo que yo digo en inglés están totalmente perdidos. Pero, no hay problema, es lo que siempre tratamos de hacer, confundir al electorado.

Acá, en el MERCOSUR está muy preocupado por esto de la fiebre aftosa y yo creo que hemos hecho cosas muy importantes para erradicarla. Nosotros ya lo venimos planteando hace mucho en la reunión de Florianópolis, diciendo que teníamos que ocuparnos fundamentalmente de todo ese aspecto comenzando por en Beni y hacer una tarea en común, entre todos nosotros, inclusive tenemos que hacer algo que a veces a nuestras soberanías les resulta medio rechinante,  bueno, crear una auditoría que no dependa de ningún gobierno, que nuestros técnicos y otros que no sean nuestros puedan entrar como “perico por su casa” en la casa de todos nosotros para revisar si vacunamos.

Yo recuerdo, al principio, -no me podrá negar eso, señora ministra de Agricultura, porque usted también es productor como yo- recuerdo al principio las dificultades que teníamos para convencer a la gente que era bueno vacunar. Ahora, hoy, es una práctica tan común entre nosotros que todo el mundo ha retomado esa tarea sin dificultad y mantenemos un nivel sanitario buenísimo, y sobre todo hoy más que nunca cuando estamos viendo como el ministro de Salud Pública de nuestro país siente que yo todos los días llamo para decirle lo mismo: “está preparado para inmunizar, está preparado, está preparado”. Porque realmente ese es el tema que importa, por tanto, tremendas son las enfermedades animales y las enfermedades humanas, y de eso habla de la enorme necesidad de la calidad de la agropecuaria, de la calidad alimentaria de la región y, por ende, por cierto de lo más lindo que viera ahora que es la libertad de sumarse entre todos, que creo que es algo fundamental para todos nosotros.

Yo diría que en esta materia no tengo mucha cosa que agregar, porque yo no sé mucho de estas cuestiones, de cómo se hacen estas cosas, la única cosa que sé es el latín, pero espero que los que están encargados de eso lo lleven adelante con seriedad y nosotros los que tenemos responsabilidades políticas nos tenemos que comprometernos a hacerlo, comprometernos a hacerlo. En poco tiempo más las diligencias de los pueblos van mucho más enfocadas en esta dirección que en otras direcciones. Ya hay, en eso ustedes lo conocen mucho mejor que nosotros, en sociedades desarrolladas una tremenda atención por la calidad alimentaria, porque los alimentos en sus envases digan claramente todo lo que ellos contienen, y para ello nosotros -por lo menos en el Uruguay que no tenemos los recursos científicos ni tecnológicos necesarios para toda esta tarea- tengo por cierto firmado el 8 de abril pasado con la señora ministra Ann Veneman, y nuestro ministro de Ganadería, ambos concurrieron a su vieja escuela Davies, en (...) un acuerdo de trabajo que nos va a permitir recibir información para hacer trabajos complementarios, que nos van a permitir ir desarrollarnos muy mucho en todo este tema junto a los organismos internacionales como el IICA, FAO, el BID y en  todo lo demás.

Yo quiero decirles señores que van haber muchos más habitantes en el mundo y  va haber mucho más tierra en el mundo disponible, por tanto la biotecnología en esta materia es algo esencial para poder darle a todo el mundo los alimentos que necesitan.

Por tanto, necesitamos incorporar racionalmente todos los aspectos que la ciencia forma a nuestra vida para poder de esa manera sacar un beneficio que nos sirva a todos para producir más, para alimentar mejor, para enseñar más, para crear productores y consumidores más capaz de cumplir cabalmente con sus funciones y ayudar así a los ministros de Ganadería y a los ministros de Salud en una tarea que cada día va a ser más compleja y al tiempo, por ello mismo, más necesaria. 

No es cierto que la agricultura no produzca la riqueza de los pueblos, no, no es cierto; si fuera así no se preocuparían tanto por subsidiar.                                                                                                                        

Nosotros estamos dispuestos a competir con hechos, en igualdad de condiciones, en calidad de alimentos, en atención al consumidor, en precios, y sobre todo generando recíprocas posibilidades, para crecer y eliminar las dificultades de muchos de nosotros en nuestros países.

Cuando yo veo al gran presidente Lula, y me pregunto a mi mismo cuando él habla de la OMC, cómo no va hablar de la OMC, si el primer desafío fue sobrevivir. Entonces, si estamos en condiciones de hacer tanto con la colaboración de todos los países nosotros tenemos que dejar de lado nuestras pequeñas soberbias, nuestros pequeños orgullos, nuestros pequeños sustos, nuestras pequeñas cosas de vejez. ¿Y qué nos va a pasar si nos pasa esto?  Miren, los uruguayos hemos aprendido en un año más que en cien, ya que el año pasado caminamos todo el año arriba del alambre sin red y el precipicio abajo era enorme, lo que ha cambiado el sentimiento, la forma de producir del uruguayo, la forma de pensar todas estas dificultades, supone que ciertamente los países y los pueblos están en condiciones de cambiar.

Tenemos que tomar decisiones para ayudar a cada uno de nosotros, a cada uno de los productores a saber que unirnos va a ser mejor para todos y que las dificultades circunstanciales que a veces surgen de las transformaciones rápidamente se transforman en beneficios que mejoran la vida de todos. Ustedes tienen tiempo acá para trabajar, volverán a sus países y todo depende de cada uno de ustedes de que podamos tomar las decisiones políticas necesarias.

La experiencia que hemos nosotros vivido y sufrido en este año nos muestran como las crisis sirven para cambiar la realidad y para hacer que los pueblos enderecen mejor su camino, buscando soluciones que existían y que antes no habían advertido su presencia. Y como muchas veces nosotros sentimos que la dificultad para cambiar, radica más en nosotros mismos que en la realidad que nos circunda. Que tengan muy buena tarea, mucho éxito les desea no solamente yo, como Presidente de la República,  sino como ciudadano de un continente que cada día está más unido. Muchas gracias.


ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA SALUD

Comunicado de prensa

Presidente de Uruguay inaugura foro regional de salud y agricultura

Washington, D.C., 24 de abril de 2003 (OPS)--"No tenemos problemas de sobrepoblación, tenemos un continente con vastas extensiones de tierra para trabajar. Lo único que tenemos que hacer es dejar de lado nuestras pequeñas soberbias y confiar en nosotros mismos", resumió el presidente de Uruguay, Jorge Batlle, al comienzo de la 13va Reunión Interamericana, a nivel ministerial, en Salud y Agricultura (RlMSA) que reúne hoy y mañana a ministros de Salud y Agricultura de las Américas en la sede de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Este es el único foro regional para promover la colaboración y coordinación en seguridad alimentarla, erradicación de la fiebre aftosa, y control y prevención de las zoonosis.

"Cada vez más nos damos cuenta de que nuestro destino está lejos de nuestras fronteras", dijo Batlle. Ante ministros de salud y agricultura, productores y consumidores, agregó que "debemos promover un comercio libre, para tener democracias más sólidas, y darle una enorme atención a la calidad alimentarla, generar acuerdos en biotecnología, aprender y unirnos en las dificultades, ejercer controles, vacunar a nuestro ganado, seguir los lineamientos internacionales para cuidar de la salud de las personas y de los animales".

El panel que inauguró el encuentro estaba formado por la Dra. Mirta Roses Periago, directora de la OPS, el Dr. Lester Crawford, comisionado de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de los Estados Unidos, y Ann Veneman, secretaria de Agricultura de los Estados Unidos.

"Desde hace 30 años la OPS ha venido convocando a RIMSA hasta hacer realidad el esfuerzo de acción intersectorial entre salud y agricultura, para trabajar en la erradicación de la fiebre aftosa, en la prevención de las zoonosis y en la seguridad alimentarla. RIMSA se ha convertido en el foro de más alto nivel político, en el que se discuten y debaten los documentos que regirán las acciones y los programas de cooperación entre los países de las Américas, acciones que ya quedaron plasmadas en el manifiesto de Alma Ata, hace 25 años", definió Roses.

La directora de la OPS dijo que "vivimos en un mundo globalizado, próximo y pequeño, una aldea global por la que circulan bienes, servicios. Se exportan alimentos y también personas que viajan, migran. Es nuestro compromiso asegurar la salud pública de todos estos individuos. Este continente puede celebrar el aumento de la expectativa de vida en los últimos 20 años, pero para completar estos logros debe zanjar la persistencia de inequidades, del hambre en un continente que es campeón mundial en producción de alimentos" .

El espíritu del encuentro demostró que, para que la salud pública tenga impacto, todos los países deben trabajar al mismo tiempo y con los mismos instrumentos. "El papel de la inocuidad de los alimentos, el trabajo común, es central en la armonización de un libre comercio en las Américas, que cubra nuestro hemisferio eliminando barreras", completó Veneman.

La secretaria de Agricultura destacó la importancia de la biotecnología, como una herramienta esencial para abordar temas de inocuidad y seguridad alimentaria. "Podemos producir frutas que contengan vacunas, tenemos alternativas para mejorar el contenido nutritivo de los alimentos. Es esencial el aumento de las capacidades y la asistencia técnica", destacó.

Y agregó que, luego del 11 de septiembre, la amenaza del bioterrorismo hizo que se reforzaran controles para detectar presencia de agentes patógenos en los alimentos, pero así y todo, "ninguna nación, en nombre de la seguridad de la patria, puede imponer medidas restrictivas", aseguró.

Por su parte, Crawford destacó que esta era una reunión esencial para el intercambio de ideas, y se comprometió "a trabajar en conjunto, apoyando el esfuerzo sin precedentes realizado por la OPS".

En estos dos días de actividades se reforzarán alianzas y se presentarán los nuevos planes de acción para la erradicación de la fiebre aftosa, el fortalecimiento de los programas de inocuidad de los alimentos, y los de control y prevención de las zoonosis emergentes y re-emergentes. Paneles de expertos debatirán sobre los siguientes temas centrales: "inocuidad de los alimentos -de la producción al consumo"; "cooperación internacional en inocuidad y seguridad alimentaría, una perspectiva global"; "agricultura, salud y desarrollo rural"; "alimentos genéticamente modificados" y "bioterrorismo: amenaza en el hemisferio occidental".

El principal objetivo de la RIMSA 13 -cuya primera reunión fue en 1968- es convocar a las autoridades nacionales de los sectores de salud y agricultura, a nivel ministerial, para juntos promover iniciativas nacionales, subregionales y regionales para eliminar el hambre y reducir la pobreza en la Región. El incremento en la producción de alimentos, contribuye nos solo a aumentar la disponibilidad de proteínas de origen animal, pero contribuye a la generación de empleo, al incremento del ingreso familiar en el medio rural, y consecuentemente, a la mejora de las condiciones de vida y salud de la población.

"Ojalá podamos tomar en estos dos días las decisiones políticas necesarias para cuidar la salud de nuestros pueblos", reflexionó Batlle. Con este llamado a la unidad de criterios culminó la ceremonia inaugural y comenzaron dos intensas jornadas de trabajo, de las que surgirán resoluciones esenciales para acercarse al sueño de un continente más saludable.

La OPS, establecida oficialmente en 1902, es la organización de salud pública más antigua del mundo. Trabaja con los países de las Américas para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes. Funciona como la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud.