02/12/03

LA LUCHA POR LA PAZ COLOMBIANA ES DE TODOS

“El Uruguay siente que la lucha por la paz de Colombia, por la seguridad, por la convivencia recíproca, no es solamente una lucha de Colombia, es una lucha de todos”, dijo el Presidente de la República, Jorge Batlle, en la Sesión Plenaria del Honorable Congreso colombiano.

El Presidente de la República, Jorge Batlle, finalizó hoy su visita a la República de Colombia, con una extensa agenda.

A primera hora de la mañana, el Primer Mandatario se hizo presente en la Alcaldía Mayor de Bogotá, donde fue recibido por el Alcalde Antanas Mockus.

Posteriormente visitó el Museo del Oro.

A la hora 11:45 mantuvo una audiencia con su par colombiano, Álvaro Uribe, en la Casa de Nariño.

En la tarde, el Presidente Batlle fue condecorado con la Orden de Boyacá en el grado de Gran Collar.

El Primer Mandatario uruguayo se trasladó al Capitolio Nacional donde participó de la Sesión Plenaria del Honorable Congreso, para finalmente brindar una conferencia de prensa.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, ANTE EL CONGRESO DE COLOMBIA AL RECIBIR LA CONDECORACIÓN DE LA ORDEN DE BOYACÁ EN EL GRADO DE GRAN COLLAR
02/12/2003

PRESIDENTE BATLLE: Señor Presidente del Senado, señor Presidente de la Cámara, señoras y señores Legisladores:

Es un enorme honor el que ustedes me han concedido, lo recibo en nombre del pueblo del Uruguay. Yo no he hecho nada más que tratar de cumplir con mi deber, y por tanto esta condecoración es una condecoración que ustedes se la dan a todos los uruguayos. Muchas gracias.

Señor Presidente, quiero decirle, antes que ninguna otra cosa, que soy portador de un saludo fraterno del Uruguay con la clara intención de manifestar una vez más la solidaridad del pueblo uruguayo con el pueblo colombiano. Yo diría que este es el punto central de mi presencia en Colombia y de mi visita a Colombia.

Quiero decirles a ustedes que el Uruguay respeta y admira a Colombia, la admira por su historia, la admira por su pasado, la admira por sus grandes hombres, por los libertadores, la admira pues por todo lo que han hecho. La admira y la respeta, además, por el hecho inusual, claro y fundamental de que en medio de una violencia sin causa por años, ustedes jamás han resignado de cumplir con todos los extremos de la democracia, y en cada oportunidad a cabalidad se han expresado a través del voto libremente emitido, aunque muchos de ustedes hayan caído en oportunidad que cumpliendo con su deber cívico tuvieron que enfrentar las balas, para poder darle más fuerza  y más impulso a los que como ustedes estando atrás ocupan hoy el lugar en la trinchera de la defensa de la democracia. El Uruguay los admira y los respeta por todo eso.

El Uruguay siente que la lucha por la paz de Colombia, por la seguridad, por la convivencia recíproca, respetuosa, por el cumplimiento de la ley, no es solamente una lucha de Colombia, es una lucha de todos, y nosotros sentimos que este es un asunto de América no de Colombia solo. Y sentimos que si Colombia es exitosa en este gran esfuerzo que hace, América entera será exitosa, y que el bien de Colombia es el bien de América, y el mal de Colombia es el mal de América. Nadie puede ser neutral en esta situación. El Uruguay no lo es y lo quiere decir aquí en la Asamblea, ante ustedes, puesto que eso va desquitado para decirlo, y tres razones obran en mí para eso. En primer lugar, soy el Presidente de la república de un país democrático que juró cumplir con la Constitución ante el Congreso; en segundo lugar, he sido diputado, he sido senador, y finalmente -lo que es más importante, porque esto lo seré siempre- soy un ciudadano del Uruguay, de una República democrática, una República representativa, que cree en el voto libremente emitido, que cree que ese es el camino de la verdadera representatividad, que está aquí en ustedes, los legisladores, y fundamentalmente en los partidos políticos, sin cuyo robustecimiento, sin cuyo aggiornamiento y sin cuya modernización las democracias caducan, las democracias caen, y por tanto como integrante de un partido, que lo he sido desde siempre, considero que eso es obligación para afirmar la democracia, hacer que los partidos políticos sean sensibles a los cambios que en la sociedad se están produciendo a una velocidad jamás anteriormente conocida.

Yo diría que en ese sentido Colombia ha hecho claros esfuerzos por la paz, y pienso que esos esfuerzos por la paz que ha hecho anteriormente, que no dieron los resultados que todos esperaban, fueron igualmente buenos y fueron positivos porque llegamos a la conclusión de que aquellos que están con la violencia en la mano, a ellos no les interesa la paz. La paz nos destruye. La paz, con ella no se puede participar del negocio de la droga, ni del secuestro ni de la extorsión. En la paz nada de esto funciona, nada de esto tiene vigencia, nada de eso es posible. Desde allí no se puede fundar un partido político.

Todo movimiento que en algún momento llega a la acción guerrillera que nace de una base ideológica y en un momento que opta, opta por la democracia. Opta por la democracia, se integra a la democracia, constituye un partido, y como pasa en el Uruguay, es justamente aquí que integra el Parlamento. Y se transforma en un actor de ese mecanismo, el único posible, para progresar en el mundo, para hacer que los pueblos vivan mejor, que es el mecanismo constitucional que la democracia consagra.

Esa es la razón por la cual nuestra América, que está llena de estos ejemplos, muestra que el camino único posible para nosotros es crecer en lo moral, que es la base del crecimiento posterior que tenemos que hacer en lo material, radica precisamente en el respeto y en la observancia de la ley y en el funcionamiento de las instituciones políticas de los regímenes democráticos y la antigua y creciente participación de los partidos.

Todo ello, señores legisladores, esta situación que vive Colombia y América, en la que la droga juega un papel enorme, enorme, atañe y nos toca a todos, puesto que llegan también al Uruguay las consecuencias de todas estas cosas. Nos obliga en algún momento, frente a este voluminoso recurso financiero que es capaz de vencer ejércitos, que es capaz de corromper, que es capaz de hacerle tanto daño al sistema democrático, nos va obligar a todos a reflexionar sobre su origen, y algún día nos va a obligar a reflexionar sobre las causas económicas que ello sostiene, y sobre las respuestas económicas que nos pueden destruir. Y pienso que en aquellos que esta gente tiene su fuerza, aquello es precisamente su extrema debilidad. Y sobre eso, algún día no muy lejano,  vamos a tener que reflexionar todos en común y resolver todos en común, generadores , trasmisores y consumidores.

Pero en América tenemos también otros problemas. En los últimos 50 años a todos nos ha pasado una cantidad de cosas que son  no comunes. En primer lugar, en los últimos 50 años después de la Segunda Guerra Mundial, América, como el Pakistán, o la India, optó por un modelo hacia dentro, de cerrarse. Crecimos en la protección arancelaria, crecimos en una muy importante intervención del Estado en la gestión muchas veces de la mayor parte de los servicios públicos, crecimos en un sentido contrario hacia donde el mundo se orientó y sin ninguna duda estos últimos 50 años mas allá de algunos años buenos, y varios malos que le seguían al bueno, mirado en su conjunto, yo creo que no podemos decir que los hayamos aprovechado con bien para nuestros pueblos.

En este entretiempo, más allá de nuestros problemas, nuestras ciudades crecieron enormemente a expensas de las poblaciones rurales. Nuestros problemas mayúsculos de marginación, por lo menos en el sur, del debilitamiento de la red social, estuvieron vinculados a los así llamados conurbanos de las grandes urbes del sur, por lo menos.

Al mismo tiempo a lo largo de estos años, la ciencia y la tecnología, le permitió a los países desarrollados ser más eficientes y más competitivos aún cuando sufran mayores costos.

Nosotros con salarios bajos no podíamos competir con Alemania, puesto que sus capacidades productivas acompañadas por sus viejas formas de acción industrial con la investigación al servicio de ella, lograba espacios que nosotros no podíamos alcanzar.

Fíjese lo que le está pasando a otros países que estaban tan mal como nosotros: los coreanos tenían 45% de desocupación, en la misma fecha después de la Segunda Guerra. Su ingreso per cápita era la tercera parte del Brasil. Su estado educativo era mucho más bajo que el de nuestros países.

Partieron de salarios tan bajos como los nuestros, y de marginaciones tan profundas o más que las nuestras; sin embargo optaron por modelos distintos, por cosas que quizás en su momento fueron muy duras aunque venían de niveles tan bajos que quizás allí la dureza tanto no se sentía, pero rápidamente pudieron dar tanto que lo colocaron sin dudas muy por delante de lo que nosotros hemos podido hacer.

Creo por tanto que es fundamental que nosotros miremos estas cosas con un sentido realista, con un sentido práctico. Después de la Segunda Guerra los franceses se dedicaron a reconstituir el viejo Imperio Sacro Romano Germánico, al fin y al cabo eso era el imperio Carolingio, y eso fue lo que hizo De Gaulle, Adenauer, sobre el norte de Italia y el viejo Ducado de Borgoña, y se cerraron.

Nosotros, fundamentalmente allá en el Cono Sur, nuestra vía de comunicación era en lo que había existido en el siglo XIX. En el siglo XIX hubo una fenomenal globalización. Una globalización que determinó una transferencia de recursos que desestacionalizados son mayores que lo que hoy recibimos. Una emigración  enorme, un aporte con la revolución industrial de los últimos adelantos tecnológicos, y fundamentalmente una vía de doble mano. En aquel tiempo, todos en América de Sur crecimos. La Argentina, en aquel tiempo, entre 1870 y 1930, tenía un producto bruto muy por encima de España, de Italia, de países centrales de Europa. Su producción tenía acceso a los mercados del mundo, y además de eso, los precios convergían, los salarios convergían. Y se quejaban muchas veces  en Europa los industriales, y los banqueros, que la presencia de la producción industrial de América del Sur les afectaba  enormemente a sus negocios.

Pero eso se cortó, se cortó en los últimos cincuenta años. Y se cortó tan solo en los últimos cincuenta años que nosotros nos fuimos devorando a nosotros mismos nuestras riquezas acumuladas y empezamos a tener no otra cosa que dificultades. Cuando se habla hoy por mucha gente en el mundo, en Europa inclusive, en contra de la globalización, no se advierte que lo que no existe es globalización. Globalización era la del siglo XIX, hoy es una vía de camino único, apuntalada por subsidios, además. Y, por lo tanto, sin ninguna duda, a nosotros nos parece que la acción primera que todos tenemos que hacer, más allá de apuntalar nuestras relaciones comerciales, nuestras organizaciones regionales, nuestros lazos de unión de todo tipo entre nosotros; más allá de fortalecer lo que son las estructuras políticas de América, como es la OEA, en donde Colombia tanto tiene qué ver, integrando este aval de América y de Colombia, con el ex presidente Gaviria, que hoy es el Secretario de la OEA y que hace esfuerzos para que la OEA pueda cumplir con sus objetivos políticos; más allá de robustecer la ALADI, de robustecer por tanto, todas aquellas organizaciones como el Grupo de Río, del cual Colombia es iniciador también, es absolutamente imprescindible que nosotros nos pongamos todos juntos para salir fuera del Continente a buscar los mercados sin los cuáles nuestros países entre nosotros no van a tener la fuerza para crecer como necesitamos y debemos hacerlo.

Yo llegué hace pocos días por primera vez a Bogotá, pienso volver cada vez que pueda a este hermoso país, y vi desde el aire -yo soy una persona muy vinculada a la cosa rural- vi desde el aire unos invernaderos formidables. Pregunté, supuse que eran flores, y son flores, me dijeron que exportan millones de dólares, cientos y que emplean miles de personas. Yo no creo que ustedes estén pensando venderles flores al Uruguay. No creo que el Uruguay se las pueda comprar. Creo que lo que están pensando es ver cómo se las venden todas a los norteamericanos y en contra-estación a los europeos, y mañana a los chinos.

El Uruguay vive de la carne. Después de dos años recuperamos los mercados. Entramos en agosto a los Estados Unidos, con carne. Sin haber terminado el año se han batido todos los récord de compras, el Uruguay no puede pensar en vender carne a Colombia para poder hacerse de seiscientos millones de dólares. Necesitamos de los mercados, como lo tuvimos en aquel mundo que estaba abierto y que hoy no está. Necesitamos que Colombia y que el Uruguay se enfoquen en Europa y en América, en China y en la India.

Tenemos que mirarnos a nosotros mismos, no solamente con ese corazón henchido de los sentimientos de un Bolívar que llegó hasta el sur, y un Artigas que piensa lo mismo, y de hombres ilustres y jóvenes que se hablaban y se carteaban mucho más que lo que hoy hacemos los Presidentes, sino también que tenemos que mirar un poco cuál es nuestra realidad para que esta inmensa muchedumbre de ciudadanos americanos que demandan empleos, que demandan destinos, que demandan posibilidades, no terminemos exportando a los que saben todos a Europa y teniendo que quedarnos con aquellos que por falta de conocimiento y por la distancia no se pueden ir de nuestros países.

Y por tanto tenemos que dar ese paso. Y tenemos que esforzarnos. Y nosotros estamos dispuestos a hacerlo junto a Colombia. Porque sentimos que además ese es el mejor  y más seguro camino para la paz. Y sentimos que además es el mejor y más seguro camino para que estos países crezcan, más allá de las ideologías de cada uno de nosotros. Porque las ideologías por exitosas que sean en el papel, fracasan cuando llega el momento de transformarlas en bienes concretos, en oportunidades de trabajo, si no tenemos ha quién colocarles lo que producimos, que es lo que cada uno de nosotros sabe defender, producir para poder seguir, trabajar para poder educar a nuestros hijos, tener una familia, vivir y si se puede morir en paz.

Señores, yo pienso que no es un camino tan difícil, y pienso que nosotros lo estamos sintiendo en nosotros mismos, en carne propia, en nuestro propios países.

Vivimos una enorme crisis y salimos de la crisis cumpliendo a rajatabla con todas nuestras obligaciones financieras, y la crisis nos ha ayudado en cierta medida a ver el horizonte. Y hoy estamos en China, y estamos en México y estamos en Estados Unidos y estamos en Europa, con una enorme fuerza. Y si ustedes me dicen a mi adónde usted quiere vender lo que el Uruguay produce, a quién me lo pueda comprar. Muy sencillo, a quién me lo pueda comprar.

Repito las palabras que mi padre como Presidente de la República, en 1955, dijo en los Estados Unidos, que había que incorporar a China a Naciones Unidas y cuando le preguntaron si estaba dispuesto a venderle productos a China Comunista, dijo:”yo le vendo el trabajo de la gente no le vendo el alma de los uruguayos”. Lo que necesitamos es que nuestra gente pueda trabajar, producir y vender. Si no vendemos no crecemos, nuestro discurso se agota. Cuando hay crisis la oposición crece, llega al gobierno y le pasa lo mismo que al que estaba antes.

Tenemos que asegurarnos los mercados, si no nos aseguramos los mercados, no consolidamos la democracia que es una plantita que si no regamos todos los días, y cuidamos todos los días, se marchita con facilidad.

Yo le agradezco enormemente al Congreso, no solamente por esta condecoración  que personalmente no merezco, reitero, la merecen los uruguayos, y por haberme permitido transmitir lo que siento, que es poco y es simple: creo en la paz, creo en la libertad, creo en la democracia, no creo en la violencia sin causa, en el terror, en el asesinato; no creo que ese sea el camino bueno para nadie, ni para el que lo ejerce ni menos para aquellos que lo cumplen. Creo en regímenes abiertos para poder comerciar, prefiero sentarme a la mesa con uno que tenga mucho, porque sé que tengo confianza que vamos a defender nuestros intereses con valor y con inteligencia, y vamos a poder llegar hacer lo que necesitamos hacer: darle a cada americano un destino en libertad y en paz. Muchas gracias.

DECLARACIÓN CONJUNTA DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA, ÁLVARO URIBE VÉLEZ Y EL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ORIENTAL DE URUGUAY, JORGE BATLLE IBÁÑEZ

1. Atendiendo la invitación formulada por el señor Presidente de la República de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, el señor Presidente de la República Oriental de Uruguay, Jorge Batlle Ibáñez, realizó una visita oficial a Colombia, los días 1 y 2 de diciembre de 2003.

2. En un contexto de cordialidad y unión entre ambos Gobiernos, los Mandatarios de Colombia y Uruguay se reunieron para abordar los temas de interés común bilateral y para intercambiar puntos de vista sobre asuntos de mutuo interés regional y multilateral, destacándose entre otros, las relaciones comerciales; los temas de seguridad; y la cooperación colombo-uruguaya en educación, ciencia y tecnología,

3. Resueltos a continuar afianzando los lazos de amistad y cooperación entre las dos naciones, los Presidentes de Colombia y Uruguay adoptaron la siguiente:

DECLARACIÓN CONJUNTA:

Relaciones Bilaterales

4. Los Presidentes se congratularon por el excelente estado de las relaciones bilaterales y, en este sentido, resaltaron la importancia de continuar profundizando el diálogo político entre los Gobiernos de Colombia y Uruguay, al constatar de nuevo, la coincidencia en temas de importancia para ambos países como la defensa de las instrucciones y el sistema democrático, que constituyen principios fundamentales para la promoción del desarrollo económico y social de sus pueblos,

5. Los Mandatarios destacaron los lazos históricos, culturales y políticos que unen a ambos países y reconocieron la importancia de buscar alternativas originales y creativas para profundizar sus relaciones en diversos ámbitos.

6. En este sentido, los Presidentes encomendaron a sus Ministros de Relaciones Exteriores establecer un mecanismo político de alto nivel para fomentar un diálogo permanente, franco y directo entre ambas naciones.

7. El Presidente Batlle expresó su más firme respaldo y apoyo al Gobierno del Presidente Álvaro Uribe en su indeclinable lucha por la paz, a través de la política de seguridad democrática y de fortalecimiento del Estado de derecho, así como de la garantía de las libertades fundamentales de los colombianos. Así mismo, el Presidente de Colombia agradeció las reiteradas demostraciones de solidaridad del Gobierno de Uruguay con el pueblo colombiano.

Asuntos de Seguridad

8. Los Mandatarios registraron con satisfacción los resultados de la Conferencia Especial sobre Seguridad Hemisférica, llevada a cabo en México el pasado 27 y 28 de octubre, donde constataron la voluntad de los Gobiernos firmantes de abordar de manera conjunta las nuevas amenazas a la seguridad hemisférica, y celebraron la creación de mecanismos de cooperación para luchar contra ellas en este marco. En este sentido, reiteraron la voluntad de ambos gobiernos de apoyar la plena aplicación de los compromisos contenidos en la Declaración sobre Seguridad en las Américas, acordada en esta reunión.

9. En este sentido, los Presidentes manifestaron su ánimo de fortalecer los mecanismos de cooperación bilateral en la lucha contra el terrorismo, el tráfico ilícito de drogas y delitos conexos, y el crimen transnacional organizado, por lo cual instaron a las autoridades competentes de ambos países a suscribir acuerdos de cooperación en materia tanto policial corno técnico militar. .

10, Al registrar con satisfacción la entrada en vigor del Acuerdo sobre Asistencia Reciproca sobre Cooperación y Colaboración en la lucha contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas y su Abuso, en el marco de Ia Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes, el cual permite fortalecer la cooperación en esta materia, los dos Mandatarios se comprometieron a fomentar las medidas necesarias para su aplicación y a encomendar a las autoridades competentes de ambos países convocar la primera reunión del grupo de trabajo bilateral que se deriva de ese acuerdo.

11. Conscientes de la necesidad de incrementar la cooperación legal en la lucha contra el crimen, manifestaron su determinación de adelantar las gestiones pertinentes para apoyar la entrada en vigor del Convenio de Cooperación Judicial en Materia Penal, suscrito en la ciudad de Santa Fe de Bogotá el 17 de febrero de 1998.

12, Considerando el mutuo interés en incrementar el nivel de conocimiento en materia de lucha contra el fenómeno del lavado de activos y el financiamiento del terrorismo, el Presidente Batlle tomó nota de la invitación formulada por la Unidad de Análisis Financiero -UIAF- de Colombia a su homólogo en Uruguay, para asistir al evento de capacitación e intercambio de experiencias entre unidades de inteligencia financiera de la región que tiene previsto realizar en la ciudad de Bogota, en el primer semestre del 2004

13. Los Presidentes observaron con optimismo, la propuesta del Gobierno de Uruguay de celebrar los días 28, 29 y 30 de enero de 2004 el Cuarto Período Ordinario de Sesiones del Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE), en la ciudad de Montevideo. En este sentido, lo identificaron como una oportunidad para fortalecer la cooperación y la concertación en estos temas, con miras a mejorar, entre otros, la coordinación de iniciativas en los planos nacional, regional e internacional para reforzar la respuesta internacional al terrorismo.

Asuntos Comerciales y Económicos

14. Los Presidentes se congratularon por los avances logrados en las negociaciones comerciales entre ambos bloques en desarrollo de los términos fijados en el Acuerdo Marco suscrito entre CAN-MERCOSUR en diciembre de 2002 y manifestaron su vivo interés respecto de la culminación de las negociaciones en curso.

15. Los Presidentes reiteraron su apoyo a la Iniciativa para la Integración e Infraestructura Regional Suramericana -IIRSA- y los proyectos de financiamiento a favor de dicha Iniciativa.

16, Destacaron la importancia de coordinar posiciones con países de la región en las negociaciones económicas-comerciales internacionales, en la Organización Mundial de Comercio y en el proceso de conformación del ALCA.

17. Con relación a las negociaciones en la OMC y en particular en materia agrícola, coincidieron plenamente en que los resultados de dichas negociaciones deben reflejar fielmente el mandato acordado en Doha en el año 2001, en cuanto a lograr mejoras sustanciales del acceso a los mercados, reducciones de todas las formas de subvenciones a la exportación, con miras a su eliminación definitiva y reducciones sustanciales de la ayuda interna causante de distorsión del comercio.

18. Ambos Presidentes enfatizaron la necesidad de fortalecer e Incrementar el intercambio comercial bilateral, en especial en aquellos rubros de particular Interés para cada país, de manera de generar corrientes estables y diversificadas de comercio, en beneficio de ambas economías.

19. Para instrumentar el incremento y la profundización del intercambio comercial, los Presidentes acordaron encargar a las autoridades competentes de ambos países estudiar la viabilidad de realizar un encuentro empresarial en el 2004, el cual podrá incluir otros países de la región.

20. Los Presidentes registraron con satisfacción el incremento de ventas de vacunas colombianas anti-aftosa a Uruguay, las que representan un importante producto de comercio bilateral por su alta calidad y precio competitivo y, a la vez, constituyen un significativo instrumento de apoyo a la estrategia nacional de vacunación masiva promovida por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de este país.

21. Así mismo, ambos Presidentes encomendaron a las autoridades competentes de sus respectivos países culminar, en un breve plazo, los procedimientos requeridos para habilitar el ingreso de productos cárnicos uruguayos al mercado colombiano.

22. De igual manera, los Presidentes manifestaron su voluntad de apoyar la implementación de políticas dirigidas á fomentar el intercambio turístico entre ambos países, con el ánimo de fortalecer la integración y el conocimiento mutuo. En este sentido encargaron a las autoridades competentes de ambos países a realizar una reunión técnica para estudiar Ias potencialidades de este sector y poner en marcha los mecanismos de cooperación existentes y necesarios para darles impulso.

Asuntos de Cooperación

23. Los Jefes de Estado, conscientes de la importancia del compromiso de los gobiernos con el fortalecimiento de las relaciones bilaterales en áreas que fundamentan y complementan su ideario político, social, económico y cultural, coincidieron en instruir a las instancias competentes de cada país a poner en marcha las acciones de cooperación técnica, científica, económica y cultural identificadas de mutuo beneficio.

24. Con el fin de asegurar la exitosa realización de la Primera Reunión de la Comisión Técnica Mixta, enmarcada en el Acuerdo Básico de Cooperación Técnica y Científica firmado el 31 de enero de 1989, los Mandatarios instruyeron a sus respectivas Cancillerías preparar su celebración dentro del primer semestre de 2004 en la ciudad de Montevideo.

25. A efectos de acelerar y darle impulso a los procesos de cooperación, recomendaron a dichas instancias adoptar como punto de iniciación, los temas puntuales ya identificados en las áreas de: Agropecuaria, Educación, Cultura, Comercio, Competitividad, Ciencia y Tecnología, Descentralización del Estado, Turismo, Salud y Sanidad, Medio Ambiente, Minería y Transporte Fluvial.

26. Los Presidentes registraron con satisfacción el interés de ambos países en desarrollar alianzas y proyectos de cooperación entre instituciones, públicas, privadas y educativas, los cuales conformarán un tema importante de la agenda de la comisión en mención.

27. En ese sentido, ambos Presidentes registraron con satisfacción la donación de software que la empresa uruguaya IdeaSoft Uruguay, hizo efectiva al Departamento de Administración Nacional de Estadísticas -DANE- y al Instituto Colombiano de Promoción de Estudios en el Exterior -ICETEX-.

28. Ambos Presidentes manifestaron su satisfacción por los resultados alcanzados durante el encuentro y el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, expresó sus agradecimientos al Presidente de Uruguay, Jorge Batlle Ibáñez. por su visita oficial a Colombia.

29. El Presidente de Uruguay, Jorge Batlle Ibáñez, agradeció la cálida hospitalidad del pueblo y Gobierno colombianos y extendió una invitación al Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, para que realice una visita oficial a Uruguay, en fecha a convenir por la vía diplomática. El Presidente Álvaro Uribe Vélez agradeció la invitación.

Suscrita en Bogotá, D.C., a los dos (2) días del mes de diciembre de dos mil tres (2003).

Por Colombia

ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Presidente de la República de Colombia

Por Uruguay

JORGE BATLLE IBÁÑEZ
Presidente de la República Oriental del Uruguay