02/12/03
LA LUCHA POR LA PAZ COLOMBIANA ES DE TODOS
“El Uruguay siente que la lucha por la
paz de Colombia, por la seguridad, por la convivencia recíproca, no es
solamente una lucha de Colombia, es una lucha de todos”, dijo el
Presidente de la República, Jorge Batlle, en la Sesión Plenaria del
Honorable Congreso colombiano.
El Presidente de la República, Jorge Batlle,
finalizó hoy su visita a la República de Colombia, con una extensa agenda.
A primera hora de la mañana, el Primer
Mandatario se hizo presente en la Alcaldía Mayor de Bogotá, donde fue
recibido por el Alcalde Antanas Mockus.
Posteriormente visitó el Museo del Oro.
A la hora 11:45 mantuvo una audiencia con su
par colombiano, Álvaro Uribe, en la Casa de Nariño.
En la tarde, el Presidente Batlle fue
condecorado con la Orden de Boyacá en el grado de Gran Collar.
El
Primer Mandatario uruguayo se trasladó al Capitolio Nacional donde
participó de la Sesión Plenaria del Honorable Congreso, para finalmente
brindar una conferencia de prensa.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA,
JORGE BATLLE, ANTE EL CONGRESO DE COLOMBIA AL RECIBIR LA CONDECORACIÓN DE
LA ORDEN DE BOYACÁ EN EL GRADO DE GRAN COLLAR
02/12/2003
PRESIDENTE
BATLLE: Señor Presidente del Senado, señor Presidente de la Cámara,
señoras y señores Legisladores:
Es
un enorme honor el que ustedes me han concedido, lo recibo en nombre del
pueblo del Uruguay. Yo no he hecho nada más que tratar de cumplir con mi
deber, y por tanto esta condecoración es una condecoración que ustedes se
la dan a todos los uruguayos. Muchas gracias.
Señor
Presidente, quiero decirle, antes que ninguna otra cosa, que soy portador de
un saludo fraterno del Uruguay con la clara intención de manifestar una vez
más la solidaridad del pueblo uruguayo con el pueblo colombiano. Yo diría
que este es el punto central de mi presencia en Colombia y de mi visita a
Colombia.
Quiero
decirles a ustedes que el Uruguay respeta y admira a Colombia, la admira por
su historia, la admira por su pasado, la admira por sus grandes hombres, por
los libertadores, la admira pues por todo lo que han hecho. La admira y la
respeta, además, por el hecho inusual, claro y fundamental de que en medio
de una violencia sin causa por años, ustedes jamás han resignado de
cumplir con todos los extremos de la democracia, y en cada oportunidad a
cabalidad se han expresado a través del voto libremente emitido, aunque
muchos de ustedes hayan caído en oportunidad que cumpliendo con su deber
cívico tuvieron que enfrentar las balas, para poder darle más fuerza
y más impulso a los que como ustedes estando atrás ocupan hoy el
lugar en la trinchera de la defensa de la democracia. El Uruguay los admira
y los respeta por todo eso.
El
Uruguay siente que la lucha por la paz de Colombia, por la seguridad, por la
convivencia recíproca, respetuosa, por el cumplimiento de la ley, no es
solamente una lucha de Colombia, es una lucha de todos, y nosotros sentimos
que este es un asunto de América no de Colombia solo. Y sentimos que si
Colombia es exitosa en este gran esfuerzo que hace, América entera será
exitosa, y que el bien de Colombia es el bien de América, y el mal de
Colombia es el mal de América. Nadie puede ser neutral en esta situación.
El Uruguay no lo es y lo quiere decir aquí en la Asamblea, ante ustedes,
puesto que eso va desquitado para decirlo, y tres razones obran en mí para
eso. En primer lugar, soy el Presidente de la república de un país
democrático que juró cumplir con la Constitución ante el Congreso; en
segundo lugar, he sido diputado, he sido senador, y finalmente -lo que es
más importante, porque esto lo seré siempre- soy un ciudadano del Uruguay,
de una República democrática, una República representativa, que cree en
el voto libremente emitido, que cree que ese es el camino de la verdadera
representatividad, que está aquí en ustedes, los legisladores, y
fundamentalmente en los partidos políticos, sin cuyo robustecimiento, sin
cuyo aggiornamiento y sin cuya modernización las democracias caducan, las
democracias caen, y por tanto como integrante de un partido, que lo he sido
desde siempre, considero que eso es obligación para afirmar la democracia,
hacer que los partidos políticos sean
sensibles a los cambios que en la sociedad se están produciendo a una
velocidad jamás anteriormente conocida.
Yo diría que en
ese sentido Colombia ha hecho claros esfuerzos por la paz, y pienso que esos
esfuerzos por la paz que ha hecho anteriormente, que no dieron los
resultados que todos esperaban, fueron igualmente buenos y fueron positivos
porque llegamos a la conclusión de que aquellos que están con la violencia
en la mano, a ellos no les interesa la paz. La paz nos destruye. La paz, con
ella no se puede participar del negocio de la droga, ni del secuestro ni de
la extorsión. En la paz nada de esto funciona, nada de esto tiene vigencia,
nada de eso es posible. Desde allí no se puede fundar un partido político.
Todo movimiento
que en algún momento llega a la acción guerrillera que nace de una base
ideológica y en un momento que opta, opta por la democracia. Opta por la
democracia, se integra a la democracia, constituye un partido, y como pasa
en el Uruguay, es justamente aquí que integra el Parlamento. Y se
transforma en un actor de ese mecanismo, el único posible, para progresar
en el mundo, para hacer que los pueblos vivan mejor, que es el mecanismo
constitucional que la democracia consagra.
Esa es la razón
por la cual nuestra América, que está llena de estos ejemplos, muestra que
el camino único posible para nosotros es crecer en lo moral, que es la base
del crecimiento posterior que tenemos que hacer en lo material, radica
precisamente en el respeto y en la observancia de la ley y en el
funcionamiento de las instituciones políticas de los regímenes
democráticos y la antigua y creciente participación de los partidos.
Todo ello,
señores legisladores, esta situación que vive Colombia y América, en la
que la droga juega un papel enorme, enorme, atañe y nos toca a todos,
puesto que llegan también al Uruguay las consecuencias de todas estas
cosas. Nos obliga en algún momento, frente a este voluminoso recurso
financiero que es capaz de vencer ejércitos, que es capaz de corromper, que
es capaz de hacerle tanto daño al sistema democrático, nos va obligar a
todos a reflexionar sobre su origen, y algún día nos va a obligar a
reflexionar sobre las causas económicas que ello sostiene, y sobre las
respuestas económicas que nos pueden destruir. Y pienso que en aquellos que
esta gente tiene su fuerza, aquello es precisamente su extrema debilidad. Y
sobre eso, algún día no muy lejano, vamos
a tener que reflexionar todos en común y resolver todos en común,
generadores , trasmisores y consumidores.
Pero en América tenemos también otros
problemas. En los últimos 50 años a todos nos ha pasado una cantidad de
cosas que son no comunes. En
primer lugar, en los últimos 50 años después de la Segunda Guerra
Mundial, América, como el Pakistán, o la India, optó por un modelo hacia
dentro, de cerrarse. Crecimos en la protección arancelaria, crecimos en una
muy importante intervención del Estado en la gestión muchas veces de la
mayor parte de los servicios públicos, crecimos en un sentido contrario
hacia donde el mundo se orientó y sin ninguna duda estos últimos 50 años
mas allá de algunos años buenos, y varios malos que le seguían al bueno,
mirado en su conjunto, yo creo que no podemos decir que los hayamos
aprovechado con bien para nuestros pueblos.
En este
entretiempo, más allá de nuestros problemas, nuestras ciudades crecieron
enormemente a expensas de las poblaciones rurales. Nuestros problemas
mayúsculos de marginación, por lo menos en el sur, del debilitamiento de
la red social, estuvieron vinculados a los así llamados conurbanos de las
grandes urbes del sur, por lo menos.
Al mismo tiempo a lo largo de estos años, la
ciencia y la tecnología, le permitió a los países desarrollados ser más
eficientes y más competitivos aún cuando sufran mayores costos.
Nosotros con
salarios bajos no podíamos competir con Alemania, puesto que sus
capacidades productivas acompañadas por sus viejas formas de acción
industrial con la investigación al servicio de ella, lograba espacios que
nosotros no podíamos alcanzar.
Fíjese lo que le
está pasando a otros países que estaban tan mal como nosotros: los
coreanos tenían 45% de desocupación, en la misma fecha después de la
Segunda Guerra. Su ingreso per cápita era la tercera parte del Brasil. Su
estado educativo era mucho más bajo que el de nuestros países.
Partieron de
salarios tan bajos como los nuestros, y de marginaciones tan profundas o
más que las nuestras; sin embargo optaron por modelos distintos, por cosas
que quizás en su momento fueron muy duras aunque venían de niveles tan
bajos que quizás allí la dureza tanto no se sentía, pero rápidamente
pudieron dar tanto que lo colocaron sin dudas muy por delante de lo que
nosotros hemos podido hacer.
Creo por tanto que
es fundamental que nosotros miremos estas cosas con un sentido realista, con
un sentido práctico. Después de la Segunda Guerra los franceses se
dedicaron a reconstituir el viejo Imperio Sacro Romano Germánico, al fin y
al cabo eso era el imperio Carolingio, y eso fue lo que hizo De Gaulle,
Adenauer, sobre el norte de Italia y el viejo Ducado de Borgoña, y se
cerraron.
Nosotros,
fundamentalmente allá en el Cono Sur, nuestra vía de comunicación era en
lo que había existido en el siglo XIX. En el siglo XIX hubo una fenomenal
globalización. Una globalización que determinó una transferencia de
recursos que desestacionalizados son mayores que lo que hoy recibimos. Una
emigración enorme, un aporte
con la revolución industrial de los últimos adelantos tecnológicos, y
fundamentalmente una vía de doble mano. En aquel tiempo, todos en América
de Sur crecimos. La Argentina, en aquel tiempo, entre 1870 y 1930, tenía un
producto bruto muy por encima de España, de Italia, de países centrales de
Europa. Su producción tenía acceso a los mercados del mundo, y además de
eso, los precios convergían, los salarios convergían. Y se quejaban muchas
veces en Europa los industriales, y los banqueros, que la presencia
de la producción industrial de América del Sur les afectaba
enormemente a sus negocios.
Pero eso se
cortó, se cortó en los últimos cincuenta años. Y se cortó tan solo en
los últimos cincuenta años que nosotros nos fuimos devorando a nosotros
mismos nuestras riquezas acumuladas y empezamos a tener no otra cosa que
dificultades. Cuando se habla hoy por mucha gente en el mundo, en Europa
inclusive, en contra de la globalización, no se advierte que lo que no
existe es globalización. Globalización era la del siglo XIX, hoy es una
vía de camino único, apuntalada por subsidios, además. Y, por lo tanto,
sin ninguna duda, a nosotros nos parece que la acción primera que todos
tenemos que hacer, más allá de apuntalar nuestras relaciones comerciales,
nuestras organizaciones regionales, nuestros lazos de unión de todo tipo
entre nosotros; más allá de fortalecer lo que son las estructuras
políticas de América, como es la OEA, en donde Colombia tanto tiene qué
ver, integrando este aval de América y de Colombia, con el ex presidente
Gaviria, que hoy es el Secretario de la OEA y que hace esfuerzos para que la
OEA pueda cumplir con sus objetivos políticos; más allá de robustecer la
ALADI, de robustecer por tanto, todas aquellas organizaciones como el Grupo
de Río, del cual Colombia es iniciador también, es absolutamente
imprescindible que nosotros nos pongamos todos juntos para salir fuera del
Continente a buscar los mercados sin los cuáles nuestros países entre
nosotros no van a tener la fuerza para crecer como necesitamos y debemos
hacerlo.
Yo llegué hace pocos días por primera vez a
Bogotá, pienso volver cada vez que pueda a este hermoso país, y vi desde
el aire -yo soy una persona muy vinculada a la cosa rural- vi desde el aire
unos invernaderos formidables. Pregunté, supuse que eran flores, y son
flores, me dijeron que exportan millones de dólares, cientos y que emplean
miles de personas. Yo no creo que ustedes estén pensando venderles flores
al Uruguay. No creo que el Uruguay se las pueda comprar. Creo que lo que
están pensando es ver cómo se las venden todas a los norteamericanos y en
contra-estación a los europeos, y mañana a los chinos.
El Uruguay vive de la carne. Después de dos
años recuperamos los mercados. Entramos en agosto a los Estados Unidos, con
carne. Sin haber terminado el año se han batido todos los récord de
compras, el Uruguay no puede pensar en vender carne a Colombia para poder
hacerse de seiscientos millones de dólares. Necesitamos de los mercados,
como lo tuvimos en aquel mundo que estaba abierto y que hoy no está.
Necesitamos que Colombia y que el Uruguay se enfoquen en Europa y en
América, en China y en la India.
Tenemos que mirarnos a nosotros mismos, no
solamente con ese corazón henchido de los sentimientos de un Bolívar que
llegó hasta el sur, y un Artigas que piensa lo mismo, y de hombres ilustres
y jóvenes que se hablaban y se carteaban mucho más que lo que hoy hacemos
los Presidentes, sino también que tenemos que mirar un poco cuál es
nuestra realidad para que esta inmensa muchedumbre de ciudadanos americanos
que demandan empleos, que demandan destinos, que demandan posibilidades, no
terminemos exportando a los que saben todos a Europa y teniendo que
quedarnos con aquellos que por falta de conocimiento y por la distancia no
se pueden ir de nuestros países.
Y por tanto tenemos que dar ese paso. Y
tenemos que esforzarnos. Y nosotros estamos dispuestos a hacerlo junto a
Colombia. Porque sentimos que además ese es el mejor
y más seguro camino para la paz. Y sentimos que además es el mejor
y más seguro camino para que estos países crezcan, más allá de las
ideologías de cada uno de nosotros. Porque las ideologías por exitosas que
sean en el papel, fracasan cuando llega el momento de transformarlas en
bienes concretos, en oportunidades de trabajo, si no tenemos ha quién
colocarles lo que producimos, que es lo que cada uno de nosotros sabe
defender, producir para poder seguir, trabajar para poder educar a nuestros
hijos, tener una familia, vivir y si se puede morir en paz.
Señores, yo pienso que no es un camino tan
difícil, y pienso que nosotros lo estamos sintiendo en nosotros mismos, en
carne propia, en nuestro propios países.
Vivimos una enorme crisis y salimos de la
crisis cumpliendo a rajatabla con todas nuestras obligaciones financieras, y
la crisis nos ha ayudado en cierta medida a ver el horizonte. Y hoy estamos
en China, y estamos en México y estamos en Estados Unidos y estamos en
Europa, con una enorme fuerza. Y si ustedes me dicen a mi adónde usted
quiere vender lo que el Uruguay produce, a quién me lo pueda comprar. Muy
sencillo, a quién me lo pueda comprar.
Repito las palabras que mi padre como
Presidente de la República, en 1955, dijo en los Estados Unidos, que había
que incorporar a China a Naciones Unidas y cuando le preguntaron si estaba
dispuesto a venderle productos a China Comunista, dijo:”yo le vendo el
trabajo de la gente no le vendo el alma de los uruguayos”. Lo que
necesitamos es que nuestra gente pueda trabajar, producir y vender. Si no
vendemos no crecemos, nuestro discurso se agota. Cuando hay crisis la
oposición crece, llega al gobierno y le pasa lo mismo que al que estaba
antes.
Tenemos que asegurarnos los mercados, si no
nos aseguramos los mercados, no consolidamos la democracia que es una
plantita que si no regamos todos los días, y cuidamos todos los días, se
marchita con facilidad.
Yo
le agradezco enormemente al Congreso, no solamente por esta condecoración
que personalmente no merezco, reitero, la merecen los uruguayos, y
por haberme permitido transmitir lo que siento, que es poco y es simple:
creo en la paz, creo en la libertad, creo en la democracia, no creo en la
violencia sin causa, en el terror, en el asesinato; no creo que ese sea el
camino bueno para nadie, ni para el que lo ejerce ni menos para aquellos que
lo cumplen. Creo en regímenes abiertos para poder comerciar, prefiero
sentarme a la mesa con uno que tenga mucho, porque sé que tengo confianza
que vamos a defender nuestros intereses con valor y con inteligencia, y
vamos a poder llegar hacer lo que necesitamos hacer: darle a cada americano
un destino en libertad y en paz. Muchas gracias.
DECLARACIÓN CONJUNTA DEL SEÑOR
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA, ÁLVARO URIBE VÉLEZ Y EL SEÑOR
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ORIENTAL DE URUGUAY, JORGE BATLLE IBÁÑEZ
1. Atendiendo la invitación formulada por el señor
Presidente de la República de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, el señor
Presidente de la República Oriental de Uruguay, Jorge Batlle Ibáñez,
realizó una visita oficial a Colombia, los días 1 y 2 de diciembre de
2003.
2. En un contexto de cordialidad y unión entre ambos
Gobiernos, los Mandatarios de Colombia y Uruguay se reunieron para abordar
los temas de interés común bilateral y para intercambiar puntos de vista
sobre asuntos de mutuo interés regional y multilateral, destacándose entre
otros, las relaciones comerciales; los temas de seguridad; y la cooperación
colombo-uruguaya en educación, ciencia y tecnología,
3. Resueltos a continuar afianzando los lazos de amistad
y cooperación entre las dos naciones, los Presidentes de Colombia y Uruguay
adoptaron la siguiente:
DECLARACIÓN CONJUNTA:
Relaciones Bilaterales
4. Los Presidentes se congratularon por el excelente
estado de las relaciones bilaterales y, en este sentido, resaltaron la
importancia de continuar profundizando el diálogo político entre los
Gobiernos de Colombia y Uruguay, al constatar de nuevo, la coincidencia en
temas de importancia para ambos países como la defensa de las instrucciones
y el sistema democrático, que constituyen principios fundamentales para la
promoción del desarrollo económico y social de sus pueblos,
5. Los Mandatarios destacaron los lazos históricos,
culturales y políticos que unen a ambos países y reconocieron la
importancia de buscar alternativas originales y creativas para profundizar
sus relaciones en diversos ámbitos.
6. En este sentido, los Presidentes encomendaron a sus
Ministros de Relaciones Exteriores establecer un mecanismo político de alto
nivel para fomentar un diálogo permanente, franco y directo entre ambas
naciones.
7. El Presidente Batlle expresó su más firme respaldo y
apoyo al Gobierno del Presidente Álvaro Uribe en su indeclinable lucha por
la paz, a través de la política de seguridad democrática y de
fortalecimiento del Estado de derecho, así como de la garantía de las
libertades fundamentales de los colombianos. Así mismo, el Presidente de
Colombia agradeció las reiteradas demostraciones de solidaridad del
Gobierno de Uruguay con el pueblo colombiano.
Asuntos de Seguridad
8. Los Mandatarios registraron con satisfacción los
resultados de la Conferencia Especial sobre Seguridad Hemisférica, llevada
a cabo en México el pasado 27 y 28 de octubre, donde constataron la
voluntad de los Gobiernos firmantes de abordar de manera conjunta las nuevas
amenazas a la seguridad hemisférica, y celebraron la creación de
mecanismos de cooperación para luchar contra ellas en este marco. En este
sentido, reiteraron la voluntad de ambos gobiernos de apoyar la plena
aplicación de los compromisos contenidos en la Declaración sobre Seguridad
en las Américas, acordada en esta reunión.
9. En este sentido, los Presidentes manifestaron su
ánimo de fortalecer los mecanismos de cooperación bilateral en la lucha
contra el terrorismo, el tráfico ilícito de drogas y delitos conexos, y el
crimen transnacional organizado, por lo cual instaron a las autoridades
competentes de ambos países a suscribir acuerdos de cooperación en materia
tanto policial corno técnico militar. .
10, Al registrar con satisfacción la entrada en vigor
del Acuerdo sobre Asistencia Reciproca sobre Cooperación y Colaboración en
la lucha contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Sicotrópicas y su Abuso, en el marco de Ia Convención de las Naciones
Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes, el cual permite
fortalecer la cooperación en esta materia, los dos Mandatarios se
comprometieron a fomentar las medidas necesarias para su aplicación y a
encomendar a las autoridades competentes de ambos países convocar la
primera reunión del grupo de trabajo bilateral que se deriva de ese
acuerdo.
11. Conscientes de la necesidad de incrementar la
cooperación legal en la lucha contra el crimen, manifestaron su
determinación de adelantar las gestiones pertinentes para apoyar la entrada
en vigor del Convenio de Cooperación Judicial en Materia Penal, suscrito en
la ciudad de Santa Fe de Bogotá el 17 de febrero de 1998.
12, Considerando el mutuo interés en incrementar el
nivel de conocimiento en materia de lucha contra el fenómeno del lavado de
activos y el financiamiento del terrorismo, el Presidente Batlle tomó nota
de la invitación formulada por la Unidad de Análisis Financiero -UIAF- de
Colombia a su homólogo en Uruguay, para asistir al evento de capacitación
e intercambio de experiencias entre unidades de inteligencia financiera de
la región que tiene previsto realizar en la ciudad de Bogota, en el primer
semestre del 2004
13. Los Presidentes observaron con optimismo, la
propuesta del Gobierno de Uruguay de celebrar los días 28, 29 y 30 de enero
de 2004 el Cuarto Período Ordinario de Sesiones del Comité Interamericano
contra el Terrorismo (CICTE), en la ciudad de Montevideo. En este sentido,
lo identificaron como una oportunidad para fortalecer la cooperación y la
concertación en estos temas, con miras a mejorar, entre otros, la
coordinación de iniciativas en los planos nacional, regional e
internacional para reforzar la respuesta internacional al terrorismo.
Asuntos Comerciales y Económicos
14. Los Presidentes se congratularon por los avances
logrados en las negociaciones comerciales entre ambos bloques en desarrollo
de los términos fijados en el Acuerdo Marco suscrito entre CAN-MERCOSUR en
diciembre de 2002 y manifestaron su vivo interés respecto de la
culminación de las negociaciones en curso.
15. Los Presidentes reiteraron su apoyo a la Iniciativa
para la Integración e Infraestructura Regional Suramericana -IIRSA- y los
proyectos de financiamiento a favor de dicha Iniciativa.
16, Destacaron la importancia de coordinar posiciones con
países de la región en las negociaciones económicas-comerciales
internacionales, en la Organización Mundial de Comercio y en el proceso de
conformación del ALCA.
17. Con relación a las negociaciones en la OMC y en
particular en materia agrícola, coincidieron plenamente en que los
resultados de dichas negociaciones deben reflejar fielmente el mandato
acordado en Doha en el año 2001, en cuanto a lograr mejoras sustanciales
del acceso a los mercados, reducciones de todas las formas de subvenciones a
la exportación, con miras a su eliminación definitiva y reducciones
sustanciales de la ayuda interna causante de distorsión del comercio.
18. Ambos Presidentes enfatizaron la necesidad de
fortalecer e Incrementar el intercambio comercial bilateral, en especial en
aquellos rubros de particular Interés para cada país, de manera de generar
corrientes estables y diversificadas de comercio, en beneficio de ambas
economías.
19. Para instrumentar el incremento y la profundización
del intercambio comercial, los Presidentes acordaron encargar a las
autoridades competentes de ambos países estudiar la viabilidad de realizar
un encuentro empresarial en el 2004, el cual podrá incluir otros países de
la región.
20. Los Presidentes registraron con satisfacción el
incremento de ventas de vacunas colombianas anti-aftosa a Uruguay, las que
representan un importante producto de comercio bilateral por su alta calidad
y precio competitivo y, a la vez, constituyen un significativo instrumento
de apoyo a la estrategia nacional de vacunación masiva promovida por el
Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de este país.
21. Así mismo, ambos Presidentes encomendaron a las
autoridades competentes de sus respectivos países culminar, en un breve
plazo, los procedimientos requeridos para habilitar el ingreso de productos
cárnicos uruguayos al mercado colombiano.
22. De igual manera, los Presidentes manifestaron su
voluntad de apoyar la implementación de políticas dirigidas á fomentar el
intercambio turístico entre ambos países, con el ánimo de fortalecer la
integración y el conocimiento mutuo. En este sentido encargaron a las
autoridades competentes de ambos países a realizar una reunión técnica
para estudiar Ias potencialidades de este sector y poner en marcha los
mecanismos de cooperación existentes y necesarios para darles impulso.
Asuntos de Cooperación
23. Los Jefes de Estado, conscientes de la importancia
del compromiso de los gobiernos con el fortalecimiento de las relaciones
bilaterales en áreas que fundamentan y complementan su ideario político,
social, económico y cultural, coincidieron en instruir a las instancias
competentes de cada país a poner en marcha las acciones de cooperación
técnica, científica, económica y cultural identificadas de mutuo
beneficio.
24. Con el fin de asegurar la exitosa realización de la
Primera Reunión de la Comisión Técnica Mixta, enmarcada en el Acuerdo
Básico de Cooperación Técnica y Científica firmado el 31 de enero de
1989, los Mandatarios instruyeron a sus respectivas Cancillerías preparar
su celebración dentro del primer semestre de 2004 en la ciudad de
Montevideo.
25. A efectos de acelerar y darle impulso a los procesos
de cooperación, recomendaron a dichas instancias adoptar como punto de
iniciación, los temas puntuales ya identificados en las áreas de:
Agropecuaria, Educación, Cultura, Comercio, Competitividad, Ciencia y
Tecnología, Descentralización del Estado, Turismo, Salud y Sanidad, Medio
Ambiente, Minería y Transporte Fluvial.
26. Los Presidentes registraron con satisfacción el
interés de ambos países en desarrollar alianzas y proyectos de
cooperación entre instituciones, públicas, privadas y educativas, los
cuales conformarán un tema importante de la agenda de la comisión en
mención.
27. En ese sentido, ambos Presidentes registraron con
satisfacción la donación de software que la empresa uruguaya IdeaSoft
Uruguay, hizo efectiva al Departamento de Administración Nacional de
Estadísticas -DANE- y al Instituto Colombiano de Promoción de Estudios en
el Exterior -ICETEX-.
28. Ambos Presidentes manifestaron su satisfacción por
los resultados alcanzados durante el encuentro y el Presidente de Colombia,
Álvaro Uribe Vélez, expresó sus agradecimientos al Presidente de Uruguay,
Jorge Batlle Ibáñez. por su visita oficial a Colombia.
29. El Presidente de Uruguay, Jorge Batlle Ibáñez,
agradeció la cálida hospitalidad del pueblo y Gobierno colombianos y
extendió una invitación al Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez,
para que realice una visita oficial a Uruguay, en fecha a convenir por la
vía diplomática. El Presidente Álvaro Uribe Vélez agradeció la
invitación.
Suscrita en Bogotá, D.C., a los dos (2) días del mes de
diciembre de dos mil tres (2003).
Por Colombia
ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Presidente de la República de Colombia |
Por Uruguay
JORGE BATLLE IBÁÑEZ
Presidente de la República Oriental del Uruguay |
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