20/02/03

POSICIÓN DE URUGUAY EN CONFLICTO CON IRAK

“Uruguay entiende que en este momento y en las actuales circunstancias, antes de recurrir a las extremas medidas de fuerza, debemos transitar los caminos que aún resten para lograr el objetivo de desarmar a Irak sin el cruento costo de una guerra”, expresó el representante uruguayo en el Consejo de Seguridad de ONU, Felipe Paolillo.

Intervención del Gobierno del Uruguay por el Representante Permanente ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Dr. Felipe Paolillo, En La mañana de hoy, relativa a la situación en Irak.

"Señor Presidente:

Desde hace años el gobierno de Irak tiene una grave deuda pendiente con la comunidad internacional, cuyo pago debe exigirse sin dilaciones y sin transacciones. Este Consejo ha enviado señales claras al régimen de Saddan Hussein de que el tiempo de la paciencia y la tolerancia se ha agotado; estamos ahora en otra etapa y si quiere evitar ser objeto de medidas graves de fuerza, Irak debe no solo demostrar fehacientemente que no tiene armas de destrucción máxima  y si las tiene, destruirlas de inmediato bajo la dirección y control de las Naciones Unidas.

Uruguay entiende que en este momento y en las actuales circunstancias, antes de recurrir a las extremas medidas de fuerza, debemos transitar los caminos que aun resten para lograr el objetivo de desarmar a Irak sin el cruento costo de una guerra. Ante todo, corresponde agotar todas las instancias y medidas que este Consejo de Seguridad  ha dispuesto en numerosas resoluciones, en particular la resolución 1441, instancias y medidas que como se ha dicho en reiteradas  veces aquí, aun no han  sido suficientemente ejecutadas.

La semana pasada los Señores  BLIX Y ELBARADEI   nos informaron que los inspecciones  reiniciadas hace apenas once semanas han producido ya resultados positivos, aunque no totalmente satisfactorios. Debemos persistir en este camino y dar mas tiempo a los inspectores para completar una tarea que, como lo sabíamos desde el principio, es extremadamente compleja y demanda nuevas acciones.

Debemos agotar todos los recursos disponibles antes de exponer al mundo a las más aterradora de las experiencias humanas, como lo es la guerra. Se ha recordado muchas veces en esta sala que Irak ha estado engañando, ocultando y burlándose del resto del mundo por un largo periodo de doce años. Esto es verdad: han sido doce años de tolerancia que no pueden ser prolongados sin causa que lo justifique. Pero tampoco podemos neutralizar ese exceso de tolerancia del pasado sin aguardar los nuevos resultados de la acción internacional en curso, lo que podría llevarnos, sin desearlo, a adoptar decisiones con consecuencias graves e irreversibles.

La guerra causaría inevitablemente muerte y destrucción que es precisamente lo que, desarmando a Irak, la comunidad internacional debe prevenir.

El Uruguay cree al igual que otros Estados que las inspecciones deben continuar, profundizarse y fortalecerse de manera  concluyente, para sacar a Irak de la condición en que se ha  colocado  de Estado violador de las resoluciones de Naciones Unidas. Sin embargo, esta extensión  de los procedimientos no debe ser entendida en modo alguno como renuncia definitiva
al empleo de la fuerza, ni como flexibilización de la posición del Consejo, ni mucho menos como un atisbo de solidaridad con el dictatorial gobierno de Saddan  Hussein. El gobierno de Irak debe recibir un mensaje muy claro y sin equívocos.

Cuando insistimos en que debe recurrirse a la fuerza como ultimo recurso, en un caso extremo y de acuerdo con el Derecho Internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas, estamos reafirmando nuestro compromiso con la solución  pacifica y efectiva de esta difícil situación.

Montevideo, 19 de febrero 2003