04/07/03 

Nunca pensé en renunciar

EL DEFAULT SIGNIFICABA EL QUIEBRE INSTITUCIONAL DE URUGUAY

El Presidente Jorge Batlle afirmó en una entrevista con el periodista Neber Araujo, que los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI)  le recomendaron en medio de la crisis financiera del año pasado que Uruguay se declarara en default (cesación de pagos) a lo que se negó por que esto hubiera significado el quiebre institucional.

Batlle señaló que la madurez del pueblo uruguayo junto a la reacción positiva y rápida del sistema político fueron las bases para que el país superara el “terremoto” que sufrió.

Para definir la estrategia comercial que aplica Uruguay, señaló que la misma tiene tres líneas de acción, con el presidente brasileño Lula, planteó recientemente en Estados Unidos: fortalecimiento del MERCOSUR; 4+1 con Estados Unidos y acuerdos bilaterales con EEUU , Unión Europea y países orientales.

Finalmente el primer mandatario envió un mensaje de tranquilidad y estabilidad para todos los uruguayos, que vienen superando la crisis, pero destacando que sabe que “Montevideo está sufriendo mucho”, lo que percibe cuando transita por la ciudad.

 

ENTREVISTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, EN AGENDA CONFIDENCIAL
04/07/2003

ARAÚJO: ¿Qué tal, amigos? Muy buenas noches. Antes que nada, el agradecimiento al señor Presidente de la República, el doctor Jorge Batlle, por la deferencia de recibirnos en su casa, aquí en la residencia de Suárez, para departir esta noche. Yo digo departir porque no me gusta eso de que vengo a preguntarle. Le voy a preguntar, pero algunas cosas también le voy a mezclar para que usted nos las aclare.

Vamos a hablar del presente, naturalmente. Vamos a hablar de lo que le interesa a todos los uruguayos, del futuro. Pero si usted me permite, señor Presidente, me gustaría comenzar por recorrer algún tramo del pasado reciente, de ese sufrido pasado reciente para todos nosotros los uruguayos, y que tiene en usted el testimonio más elocuente. Es decir, es el número uno que lidió con todos los problemas que vivió el Uruguay el año pasado, en particular el comienzo del año, pero en particular uno tiene muy presentes los meses de mayo, junio, julio, agosto, la cantidad de plata que se iba del Uruguay, como inconteniblemente se iba la plata, se perdía confianza en este mercado de capitales que por tantos años luchó para ganarse la confianza de los depositantes y de los ahorristas. ¿Por qué no se pudo parar -que es lo que todos nos preguntamos- esa  fuga de capitales que se daba, Presidente?

PRESIDENTE BATLLE: Mire, Néber, en primer lugar, es un gusto volver a conversar con usted. Puesto que esa cosa que usted me pregunta usted la sitúa promediando el año 2002 y yo le diría que la fiesta negativa para el Uruguay empezó el 24 de abril del 2001, con la aftosa.

ARAUJO: Aha, claro.

PRESIDENTE BATLLE: La aftosa , Néber, nos costó mil millones de dólares. Por lo que perdimos, por lo que no pudimos exportar, por los mercados que perdimos, por la pérdida de valor, por la pérdida de trabajo, por el cierre de los frigoríficos, por el cierre de las inversiones, por el cierre de las expectativas. Ya en el último trimestre del 2001, la situación argentina comenzó a endurecerse por todas las medidas financieras que tomó la administración argentina, particularmente el Ministro Cavallo, que tomaba medidas en función de lo que creía que era lo más adecuado para defender la economía de su país.  Y en la primera semana de enero -en la primera semana de enero-...

PONERLOS PRESOS

ARAUJO: Del 2002

PRESIDENTE BATLLE: Del 2002, yo recibí directamente el anuncio de parte del señor Mulford, de que ellos me tenían que comunicar que yo podía estar tranquilo que iban a honrar con sus obligaciones para con el Banco Comercial. Y a las pocas horas el mismo señor me llamó para decirme que habían tenido una tremenda desgracia, que sus socios los habían traicionado y que tenían que decirme que ellos abandonaban sus obligaciones. A lo que yo le dije que ellos habían llegado al Uruguay porque habían querido, habían comprado un banco a la administración de la época porque habían entendido que era un buen negocio, de que habían hecho durante muchos años un buen negocio, que nosotros nos alegrábamos de que hubiéramos hecho un buen negocio porque eso era bueno para el país, que el Banco creciera, y que el banco además crecía en función de lo que ellos representaban en los tres bancos internacionales que eran accionistas del Banco Comercial. Y que en un momento en que ellos se sentían traicionados por sus socios, siendo mayoría, en lugar de cumplir con sus obligaciones, ellos le ponían un revolver en la nuca al Uruguay y le pegaban un tiro en la nuca y que si yo los podía poner presos los iba a poner presos.

Y eso empezó en enero. Y fue una cosa que no paró, que no paró durante todo el año, porque las medidas argentinas, que repercutieron sobre el Banco de Galicia, y repercutieron sobre todo el sistema, hacía que los argentinos vinieran en ferry-boat a Colonia.

ARAUJO: Exacto.

PRESIDENTE BATLLE: Y nosotros, todos los santos días -todos los días- al caer la tarde, teníamos que andar recorriendo la información para saber cuánto dinero habían retirado los argentinos esos días. Porque es claro, porque lo precisaban, porque habían quedado con la incertidumbre de que no tenían acceso a los recursos propios, porque lo necesitaban, porque además se les empezó a trasmitir desde muchos lados de que lo mismo pasaría en el Uruguay. entonces perdían también lo que tenían en el Uruguay. El Banco de Galicia pudo pagar, no sé, 400, 500, 600 millones de dólares, pero después no pudo pagar más, porque el propio Banco Central argentino no les permitió recurrir a otros fondos que tenían en otros lugares. Un buen día tuvo que cerrar.

Las otras cosas del Banco Comercial. ¿Quiénes fueron los bancos que pudieron resistir? Y los bancos que tenían casas centrales en Europa, en Estados Unidos, que los sostuvieron. pero todos los bancos que estaban digamos limitados en sus recursos en la región, como el Banco de Galicia, como el Comercial, como otros bancos, todos no pudieron resistir. y por primera vez desde por lo menos desde que yo tengo memoria, o sea desde el año 1935 a la fecha, por primera vez el Banco República y el Banco Hipotecario empezaron a perder dinero.

Entonces nosotros todos los días con los acuerdos que habíamos arreglado con el Fondo, el Fondo había creído que poniendo ellos 500 millones de dólares la cosa se iba a resolver, pero no se podía resolver, porque había una demanda extra Uruguay.

ARAUJO: Ahora, ¿el gobierno llegó a poner cierta cantidad en determinado momento pensando que podía rescatar?

PRESIDENTE BATLLE: El gobierno, naturalmente, hizo todo el esfuerzo para sostener a los bancos porque si no hace un esfuerzo para sostener a los bancos y los dejaba a todos caer, hubiéramos entrado, hacía ya mucho tiempo, a lo que es la situación llamada de default. Hubieran dado quiebra todos los bancos, el sistema financiero uruguayo hubiera desaparecido delante de nuestra vista, no hubiéramos podido pagar nuestras obligaciones. Usted fíjese Néber que el Uruguay llegó un instante que tuvo que cerrar los bancos. ¿Por qué no los cerramos antes?

ARAUJO: Eso le iba a preguntar. Teníamos tres mil y pico de millones de dólares de reserva. ¿Por qué no se cerró a los dos mil millones, a los mil millones?

PRESIDENTE BATLLE: Si hubiéramos cerrado antes, le hubiéramos declarado al mundo que estábamos en cesación de pagos. O sea,  usted tiene un depósito en el banco. El banco tiene dos mil millones. O sea, tiene para pagarle a usted el deposito. ¿y el banco resuelve por sí y ante sí no pagarle? Entonces el banco no esta cumpliendo con un contrato. Usted tiene un depósito, usted tiene derecho de retirarlo. ¿Y por qué el banco le va a decir "Ah, no, a mí se me ocurre no pagarle más a usted". ¿Cuándo fue que el Uruguay no tuvo más remedio de cerrar la banca, que se cerró por una semana? Cuando no había más dinero, cuando prácticamente los bancos, que luego cerraron en forma definitiva...

ARAUJO: ¿Y no fue casi lo mismo, señor Presidente?

PRESIDENTE BATLLE:¿Qué?

ARAUJO: Digo, al término, al agotarse las reservas, decir...

PRESIDENTE BATLLE: No, pero perdón una cosa es que usted no pague porque no tiene más dinero a otra cosa que usted teniendo dinero no pague porque no quiera. Eso hubiera sido lo mismo que el "corralito" en la Argentina. Y eso hubiera sido trágico para el Uruguay. Hubiéramos caído en default pero no sé cuánto tiempo ha.

RESPETAMOS LOS CONTRATOS

ARAUJO: ¿Es cierto que el Fondo Monetario desde comienzos del año pasado -no sé si el verbo es el correcto, es el pertinente, usted me corregirá o lo suscribirá- hostilizaba al Uruguay para que fuera al default o para que hiciera el "fair cut" famoso, cortara las devoluciones?

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, mire, yo no creo que el Fondo pudiera decirse que hostilizara al Uruguay. Sería una expresión quizá demasiado hostil. No, yo diría otra cosa. Yo diría que el Fondo tuvo una idea, que la sostuvo uno de los miembros más importantes del Fondo, que fue la señora Kruger, que sostuvo teóricamente, y lo manifestó públicamente, y lo discutió con los países integrantes del Fondo -se discutió inclusive con un grupo de banqueros aseguradores y gerentes generales de los fondos de pensiones y previsiones que operan en el mundo con una organización que existe y con sede en Estados Unidos- su teoría de aplicarle a los países con dificultades el mismo sistema de un concordato. Y cosa que lo discutimos, por cierto que sí, que lo discutimos. y sostuvimos claramente que eso era inviable en un país, porque cuando un país hace un concordato de esa naturaleza, la primera cosa que el país esta reconociendo es que no va a cumplir con sus contratos. Por tanto, si el Uruguay hubiera dicho "No cumplimos con el contrato de devolver el dinero que la gente nos ha prestado en los bonos que nosotros hemos emitido", al día siguiente todos los uruguayos se hubieran acercado al Parlamento, sus propuestas, o a los bancos directamente, les hubieran dicho, "bueno, pero si el Estado es el primero que no cumple con los contratos, ¿por qué quiere usted que yo cumpla con los contratos?

Por tanto, el sistema jurídico uruguayo hubiera caído a pedazos, el país hubiera quedado sin crédito, sin prestigio. Y perdón, no estamos hablando de un país del tamaño de Brasil, en donde, ¿usted sabe lo que le pasa a un gerente cuando viene un deudor que le debe 7, 8, o 10 millones de dólares? El que tiene el problema es el gerente. Y cuando le viene un individuo que tiene diez mil dólares de deuda, el que tiene el problema es el deudor.

Y, bueno, el Uruguay es un país muy chiquitito. Si hubiéramos tenido una mala experiencia con esa idea, a nosotros nos hubiera ido horrible y al mundo no le hubiera pasado nada. La tesis hubiera sido no bien recibida en el mundo porque la experiencia hubiera sido mala. Los que hubiéramos "pagado el pato" hubiéramos sido nosotros.

Yo lo recuerdo perfectamente, nunca se me olvidará, son de esas cosas que lo marcan a uno. Fue el 20 de julio, sábado a mediodía.

ARAUJO:¿Puede decir que fue el día más amargo de todo el trayecto?

PRESIDENTE BATLLE: Mercedes estaba sentada al lado mío. Estábamos en la bohardilla, acá arriba. Era mediodía y me llamó Aninat. Y me dijo Aninat que teníamos que hacer lo mismo que la Argentina. Dice Mercedes que creyó que me podía venir un infarto. Y yo le dije que no, que de ninguna manera, que si nos teníamos que hundir con el barco, nos hundíamos, pero que no lo íbamos a hacer.

ARAUJO: Este es un capitulo muy sabroso, Presidente, que yo quiero abundar en él.

PRESIDENTE BATLLE: Pero, perdón, no...

SITUACIÓN TERRIBLE

ARAUJO: Le iba a pedir una pausa.

PRESIDENTE BATLLE: Perdóneme. Es como terrorífico, porque ¿usted sabe lo que fue? Seguimos así hasta febrero del 2003. ¿Y por qué estoy sentado acá? Lo he dicho públicamente. Porque cuando estábamos en esa situación terrible, terrible, y yo lo mandé a Davrieux y a Alfie y Sténeri a Estados Unidos a negociar, esa semana, nos decían que no, que no había posibilidad ninguna. Estábamos muertos. Y el viernes por la mañana me llamó Davrieux y me dijo "Jorge, me vuelvo. Acá no hay nada que hacer". Dije: "No, quédese, quédese, quédese".

ARAUJO: Es decir, "No hay nada que hacer". Querían el default. Punto.

PRESIDENTE BATLLE: No, no. No es que quisieran el default . Como nos decían que no a lo que planteábamos terminábamos en la zanja: punto. Entonces ese viernes yo le  dije a Davrieux: “No, quédese, Davrieux, quédese.” Yo le hablé a Hugo Fernández Faingold, el Embajador, y le dije “Hugo, pida una audiencia con O’Neill”, el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Le dio una audiencia: “usted vaya y explíquele lo que pasa”. El viernes, ese mismo día a la noche, una hora que serían las nueve de la noche de acá, las siete o las ocho de Washington, recibí una llamada de Fernández Faingold diciéndome que se había producido el milagro.

ARAÚJO: El día del milagro, dice: el  26 de julio del año pasado.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Qué le parece? Es una fecha cubana también.

ARAUJO: Moncada.

PRESIDENTE BATLLE: El 26 de julio, esa noche a las nueve de la noche, me  llamó Fernández Faingold, el Embajador, para decirme que se había producido el milagro, que el gobierno de los Estados Unidos, el Presidente Bush  había dado la orden de ayudar. Y fue después, unos días después, que el Embajador Silverstein, ¿se acuerda? En los primeros días de agosto anunció que llegaba el dinero y que se pudieron abrir los bancos y se pusieron 1.500 millones de dólares de frente.

NUNCA HABLÉ CON BUSH

ARAÚJO:  Sobre esto es muy importante lo siguiente, porque hubo muchas versiones que se cruzaron. Claro, lo relevante eran los 1.500 millones de dólares, no era lo otro. Pero se  dijo que usted había llamado a Bush y se dijo que no, que Bush lo había llamado a usted. ¿Hubo una conversación de Presidente a Presidente?

PRESIDENTE BATLLE: Jamás. Ni hablé yo con Bush ni Bush jamás me llamó a mí, ni mi hermano habló con Jeb Bush, a quien no lo conoce hasta el día de hoy; nunca habló. Ni yo hablé con Jeb Bush. Yo simplemente sabía que Jeb Bush estaba en Londres; lo había llamado. Y cuando él regresó a Miami me llamó y yo dije “Mirá, te llamo porque no quiero molestar a tu hermano, para que le agradezcas. Le agradezcas porque  realmente, bueno, estamos vivos.”

CUMPLIR Y PAGAR

ARAUJO: Doctor Batlle, ¿cómo se explica usted que el gobierno de Estados Unidos, el Fondo Monetario, dejó caer a un país tan grande como la Argentina y sin embargo, así en el momento en que nosotros estábamos en la recta final...

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, yo creo que el capítulo argentino es un capítulo para analizarlo en otro momento. Son condiciones completamente distintas, situaciones completamente distintas. Bueno, el presidente de la época argentina declaró el default, cosa que  nosotros jamás hicimos. Además, por el contrario, nosotros nos resistimos siempre a eso, ¿no? Y por tanto se entró en un quid pro quo público en donde el Estado tomó parte al declarar default y al decir que no pagaba nada, y bueno, eso seguramente enredó mucho la  conversación. Pero yo estoy seguro que ahora van a poder, cuando el señor Lavagna en setiembre haga su presentación de su punto de vista para resolver el problema de la deuda, la Argentina lo va a poder encaminar, como lo ha ido encaminando el Brasil, porque al fin y al cabo,  tanto Fernando Henrique Cardoso como el Presidente Lula han ido haciendo no solamente una muy buena relación con el Fondo sino que han ido probando que el sistema no consiste en no pagar, en no cumplir, sino que consiste, en materia financiera, en cumplir y en pagar. Y en materia comercial, consiste en pelear para que le abran los mercados de estos países.

ARAUJO: Ya vamos a ir a esos temas, pero quiero  volver un momento más  a esto. Porque antes de que ocurriera esa decisión del Tesoro norteamericano yo recuerdo que a lo largo y a lo ancho de América Latina y del mundo recorría la  afirmación de que con Bush se terminaban las asistencias directas del gobierno de los Estados Unidos, o las recomendaciones directas al Fondo Monetario, para asistir a países en  graves dificultades, como era el caso del Uruguay. Es decir que hubo como un quiebre allí también. Es decir que hubo como  quiebre allí también, muy significativo, desde el punto de vista político.

PRESIDENTE BATLLE:  Mire, le voy a contar una cosa muy interesante, ¿no?  Ahí en el gobierno norteamericano, seguramente como en todos los gobiernos, hay mucha gente muy valiosa que uno no conoce. Yo conocí a uno que es el Subsecretario del Tesoro, el señor Taylor, que es un profesor de economía, un hombre tranquilo, como todo profesor, que sabe escuchar, que tiene tiempo, y que además se saca el saco, se arremanga las mangas de su camisa y se sienta en su mesa de trabajo -en la que he estado- y trabajó sábados y domingos enteros con sus asistentes para encontrar el hueco legal que le permitiera, sin dar marcha atrás de lo que el gobierno americano había sostenido en su campaña preelectoral, encontrar el mecanismo legal para prestarnos la plata. Nos la prestaron por quince días, la devolvimos con los intereses correspondientes, porque entonces el Fondo Monetario se puso a hacer lo que, a nuestro juicio, tendría que haber hecho desde el primer día.

ARAUJO: Volviendo, digamos, al momento crítico, hubo dos episodios. Uno usted lo relató:  el del Banco Comercial. Luego está el episodio del Banco de Montevideo. ¿Para usted son  equiparables las conductas de los Röhm con la de los Peirano?

PRESIDENTE BATLLE: No, no.

DIFERENCIAS DE CAUSAS

ARAUJO: En definitiva, el saldo termina siendo el mismo: la estafa o casi estafa...

PRESIDENTE BATLLE: Sí, sí. El saldo es el mismo y serán los jueces los que  tendrán la decisión sobre el tema. Lo que yo digo que al Banco de Montevideo, al Banco de Crédito, al Banco de Galicia, les pasó a todos lo mismo. Tuvieron una corrida acá, en Buenos Aires, en todos lados.  Estaban seguramente posicionados a largo plazo. Posiblemente la crítica más dura que se puede hacer es que  derivaron créditos especialmente en favor de las organizaciones que ellos mismos ejercían la titularidad  de las mismas. Pero si no hubiera habido esta corrida, vamos a hablar en plata: si no hubiera habido esta corrida, los señores que iban apresurados a colocar dinero al Banco de Montevideo y a su sucursal en la Isla Caimán estarían muy contentos, hubieran seguido cobrando  intereses muy altos y estarían hoy pidiéndole a los señores del Banco de Montevideo que les recibieran la plata. O sea, la corrida no fue por causa individual del Banco de Crédito o del Banco de Montevideo, que en el  mes de abril -antes de la corrida- había recibido un mejoramiento de su  condición de riesgo por la organización que juzga a Dios y a todo el mundo, la Standard & Poor’s y Moody’s y los demás. O sea que cayó en la volteada que cayeron todos los bancos con el mismo sistema. Ahora, en el caso del Banco Comercial, parecería -yo no tengo el conocimiento técnico ni la  información precisa- pero por lo que me dijo a mí el propio Mulford parecería que  ha habido un mecanismo, digamos, que consistió en algún momento en que el capital del propio Banco Comercial en títulos había sido depositado en el Banco General de Negocios y cuando lo fueron a buscar no estaba. Quiere decir que ahí había desde hace tiempo, se había generado una maniobra que no sé ni puedo juzgar por qué sucedió, pero que no tenía buen destino. Salvo que los negocios en los cuales pusieran ese dinero hubieran sido negocios muy exitosos. Lo cierto es que me parece que todos los casos -todos los casos en cuestión- fueron casos absolutamente diferentes. Pero todos causados por una misma situación: la situación de presión financiera generada en la República Argentina. Porque vea usted que los dos bancos que inician esta situación son bancos vinculados fundamentalmente a la situación financiera en la República Argentina y al propio Banco de Montevideo, muy vinculado a negocios en la República Argentina, también le pasa lo mismo.

Quiere decir que podríamos terminar este análisis diciendo, bueno, cuáles son las medidas que tenemos que tomar para que nuestra situación futura no dependa de lo que pasa ni en la República Argentina ni eventualmente mañana en Brasil.

ARAÚJO: Ah, se lo voy a plantear dentro de instantes.

PRESIDENTE BATLLE: Me parece que es un tema en donde nosotros tenemos que poner los ojos como el dos de oro, ¿vio? Notoriamente, porque si no, mañana podríamos caer en una  situación parecida.

ARAUJO: ¿Tienen alguna posibilidad de rescate de sus ahorros la gente que depositó en Caimán?

PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo he visto los documentos. He visto las liquidaciones que le han pasado a muchas personas, una, dos, tres, cuatro y cinco veces seguidas. Todos los papeles dicen que “por su cuenta y orden hemos depositado en Caimán.” Naturalmente la gente que depositaba y cobraba un interés que está muy por encima del interés vigente y veía que le decían “está su dinero depositado en Caimán”, bueno, parecería que quedó bastante satisfecha con el producido de los intereses que recibían y la renovación era permanente.  O sea que la legislación es muy clara. Esa autorización para funcionar esa sociedad se dio ya bajo la administración del  Banco Central del señor Ramón Díaz. Bajo la misma administración también se dieron los permisos para la venta del Banco de Montevideo al señor Peirano. Por lo tanto, esa sociedad de TBC existía desde entonces y todos los que estaban allí, muy tranquilos durante muchos años. Desde el punto de vista legal el Uruguay no es responsable cuando....Mire, hay algunas sociedades de seguros acá en el Uruguay que cuando a usted le contratan un seguro, en el propio documento del contrato que le dan a usted dice que si usted tiene alguna cosa que reclamar “la sede de esta sociedad es la Isla de Mann”. Ahora, si mañana no le pagan el seguro a ese señor y ese señor que recibió un contrato y firmó que la sede para reclamar es la Isla de Mann le quiere pedir al Banco Central que le pague eso, o al Uruguay que le pague eso, me parece que no corresponde.

EL TORBELLINO FINANCIERO

ARAUJO: Presidente, ¿usted encuentra que hubo algún grado de responsabilidad en los contralores que tenía que ejercer el Banco Central en la situación de uno u otro banco, Comercial o Montevideo?

PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo le voy a decir lo siguiente. Siempre pasa lo mismo, ¿no? Yo como tengo ya 75 años he visto muchas quiebras. Vi la del Banco Rural, la del Banco del Litoral, la del Banco Mercantil, la del Banco de Italia, la del Banco Transatlántico y  siempre la primera reacción es cuál es el culpable. Ah, no, no se fijaron en los controles. Yo creo que no; yo creo que las crisis financieras y bancarias, salvo casos absolutamente excepcionales, no son responsabilidad de Juan ni de Pedro ni de Diego. El Banco Central, el Banco Central, sus funcionarios y no  solamente sus directores sino sus funcionarios, que son los que están todos los días teniendo que seguir paso a paso todas las cosas, siempre hacen lo posible para que las cosas a ellos mismos les den exitosas. Lo que pasa es que a veces la ola fue como el tsunami. Esto fue como un tsunami: fue una cosa que tomó de sorpresa a todo el sistema financiero argentino, pasó por arriba de todos nosotros. ¿Usted  cree, por ejemplo, que en las grandes naciones del mundo en el pasado, cuando se hizo la crisis del ’29 en el “setiembre negro” en Estados Unidos, cuántos fueron los bancos que dieron quiebra? Y trece mil. ¿Y usted cree que era porque los de la Reserva Federal americana no tenían elementos para juzgarlos y  averiguar qué hacían? No; cuando la cosa viene como vino acá en el área, en la región, que se sumó además a una recesión y baja de precios y demás, no hay forma de contenerla hasta que se produce lo que se produjo entre nosotros, o sea que los bancos algunos de ellos dan quiebra. Y bueno, lo que yo digo, y quiero para terminar quizás este capítulo, yo digo varias cosas. ¡Qué pueblo el del Uruguay!

Un amigo mío tenía unos documentos en un cofre fort en el Banco Comercial, se cierra por esa semana, y cuando se anuncia que se va a abrir se pone en la cola, iba acompañado de un amigo uruguayo, este amigo mío es argentino. A la media hora de estar allí el uruguayo le dice, mirá venimos mañana; no, no, yo me quedo. Pero, ¿por qué te quedás?. Y mirá aquella señora que está allá fue aquel bar trajo unos sandwiches y unas coca colas y están todos conversando y comiendo; aquel otro señor trajo un banquito y está leyendo no sé qué cosa. Mirá, tú con la tranquilidad y con el respeto con que están esperando para entrar a ver cómo pueden resolver, nada menos que los problemas que para muchos de ellos han de ser angustiantes, centrales, yo me quedo acá, yo quiero ver esto.

LOS SOPORTES

O sea, que la primera cosa que yo tengo que decir como Presidente de la República, que más allá de la ayuda que nosotros recibimos, si el pueblo uruguayo no fuera el pueblo que es, y no hubiera comprendido las causas externas que motivaron toda esta situación, no hubiéramos podido tener la tranquilidad social que nos ha permitido analizar, encarar e ir superando esta crisis.

La segunda cosa Néber que quiero decir, que si el sistema político uruguayo no hubiera actuado con la sensatez, con la seriedad y con la estabilidad y la respuesta inmediata parlamentaria, a los problemas que les planteamos en su momento, tampoco hubiéramos podido llegar a buen puerto como hemos llegado. Porque el pueblo del Uruguay tiene que saber, que esos dos atributos fueron reconocidos en el mundo, y que esas fueron las cosas que nos permitieron, que nos permitieron, hacer la conversión de deuda, en una forma como nadie, ni siquiera los más optimistas de nosotros creíamos que la podíamos hacer. Y fue ejemplar, la primera que se hace en el mundo, y detrás de la nuestra mucha gente va a tratar de ver si puede hacer otro tanto.         

ARAUJO: Sobre eso una pregunta para una respuesta muy breve, porque vamos a la pausa. ¿La idea del canje de deuda fue del equipo económico, fue de alguno de ustedes en el gobierno? ¿Fue desde el exterior que vino? ¿Vino de Wall Street, vino del Fondo Monetario? ¿De dónde vino la idea? Para la anécdota.

PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo puedo decir de dónde no vino. Vino del equipo económico y de quienes nosotros consultamos como operadores para hacer el canje de la deuda. El equipo económico, desde el primer día, con Bensión en su momento, con Davrieux cuando lo reemplazó en el primer viaje, con Alfie, con Carlos Sténeri, y por supuesto con Atchugarry, que no participa porque además del español habla el vasco, creo; entonces, Atchugarry se queda por acá pero es muy activo en todo esto, siempre nosotros discutimos de que nuestra deuda era sustentable y que por tanto estábamos en condiciones de obtener  una respuesta favorable a una propuesta de reprogramación. Siempre. Y encontramos operadores del otro lado que nos dijeron: “Sí, tienen razón, lo pueden hacer”. Y por eso al final esto se pudo hacer, y fue un esfuerzo de todos, y fue un esfuerzo que demuestra que el Uruguay es capaz de hacer muchas cosas en favor de afrontar su porvenir.

ARAUJO: Señor Presidente, usted acaba de reconocer las virtudes del pueblo uruguayo frente a esta circunstancia tan dramática, trágica en muchos aspectos que vivimos, y cuyos efectos los seguimos viviendo. En muchos aspectos usted mismo lo definió de una manera contundente:  fue un sismo, fue un terremoto que se dio acá.

PRESIDENTE BATLLE:  ¡Puaj!

ARAUJO: Tras un terremoto quedan los escombros.

PRESIDENTE BATLLE: ¡Pah!

ARAUJO:  Entonces ese pueblo, con esa capacidad de tolerancia, de pacifismo, de equilibrio emocional para encajar un golpe tan duro, se merece mucho, y bueno y lo que uno se pregunta es: ¿ahora el gobierno qué rumbos tiene para sacarnos de esta situación o para que nos saquemos pero rumbeando por usted y por el equipo de gobierno? A una pausa y hablamos de eso.

PRESIDENTE BATLLE: Bueno.

RESPUESTA A ANINAT

ARAUJO: Yo no me puedo resignar, digamos, a la curiosidad, Presidente. Usted dijo en determinado momento, este año, después que midió todo aquello que había pasado el año pasado, que estuvimos al borde del quiebre institucional. En un minutito, allí, díganos cómo lo ve. ¿Cómo define eso del quiebre institucional? ¿Por dónde iba a venir? ¿En qué se iba a traducir?

PRESIDENTE BATLLE: Dígame una cosa, Néber, un país que no tiene petróleo, que no tiene gas, que no tiene un mercado propio que lo pueda soportar ante una crisis, o sostener ante una crisis importante. Que tenía una crisis exportadora muy fuerte, que se queda sin sustento financiero, después de un estrepitoso fracaso de todo el sistema y la destrucción del mismo. En donde el gobierno hace un esfuerzo enorme para ver si lo puede reflotar y termina diciendo “Señores, no lo podemos reflotar”. ¿Qué hubiera pasado, qué hubieran pedido? La primera cosa que hubieran pedido, ¿sabe qué hubieran pedido? Lo mismos que le dije a Aninat. ¿Sabe lo qué le dije a Aninat? Le dije: “Usted me está diciendo a mi que yo en quince minutos, en quince minutos, acá tengo que empezar a hacer las valijas para que me pase lo mismo que le ha pasado a otros, y yo eso no lo voy a hacer”.

Porque la única salida es la que el país dijera: “Bueno, este gobierno fracasó, tenemos que hacer elecciones”. Y hubiera sido natural, que yo mismo hubiera franqueado esa posibilidad para que de repente viniera otra cosa .....

ARAUJO: No lo pensó en ningún momento.

PRESIDENTE BATLLE: ¡Qué lo voy a pensar! Porque eso era la quiebra institucional. Eso era saber que el que venía atrás mío, iba a estar peor que yo. Porque iba a encontrar ¿qué? Un terremoto que no podía levantar. Yo me tenia que jugar la ultima carta. Y la carta que me jugué fue mandarlos hablar con O’Neill. Y se dio. Y acá estamos. Y acá estamos... Y perdóneme,  por dos veces, ¿eh? Porque en toda negociación para persuadir a las instituciones internacionales de crédito que el camino que nosotros sosteníamos de la reprogramación era viable y posible, que duró meses. Activamente participaron, no solamente los uruguayos, también participó la Reserva Federal, presidida hasta el 1º de junio por un intimo amigo mío, que había sido Secretario acá de la Embajada americana, que es muy conocido del Doctor Lacalle, muy conocido del Doctor Sanguinetti, que se llama Bill Mac Donald, que da la casualidad que es presidente de la Reserva Federal de Nueva York, que interviene fundamentalmente frente a los bancos. Y por la eficacia y la tenacidad feroz de los operadores que colaboraron con el Uruguay y por la Tesorería americana que puso a su favor su punto de vista, su capacidad de convencer y persuadir. O sea que no jugamos solos en la cancha. El cuadro nuestro era un cuadro fuerte. Y a mi fue la primera pregunta que me hizo el Presidente Kirchner, en la conversación. ¿Y cómo fue la reconversión de la deuda? Y fue así, le dije. Porque es así, porque ese es el mundo real. Y en ese mundo real, cuando usted hace las cosas bien, usted sale a flote. Que fue lo que el Uruguay ha podido hacer y ha hecho. Al punto tal, que ¿cuánto es el riesgo país hoy? Setecientos y poco....

ARAUJO: Seticientos y poco, ¿no?

PRESIDENTE BATLLE:  Y bueno, ¿qué cambió en el Uruguay para pasar de dos mil y pico, que parecía que nos íbamos a la estratosfera con el riesgo país, de un día para otro a setecientos y poco? ¿Qué pasó para que hoy los certificados de depósitos del Banco República valgan el cien por ciento? ¿Qué pasó para que ofrezcamos sesenta y cinco millones de dólares de devolución a los depositantes en el Banco República y el 0,5% ya ha retirado el dinero? Y, bueno, pasó que se restableció la confianza. Eso es un hecho que se ha consolidado y que además ha modificado todo el sistema de pagos de intereses, de forma que el próximo gobierno tiene el problema resuelto. Sea el partido que sea tiene el problema resuelto.

ARAUJO: Usted citó al Presidente Kirchner, que lo recibió a usted después del Príncipe de Asturias, fue el primer Presidente, el primer mandatario electo que lo recibió. A mi me contaron esta anécdota, a ver si es así; que le preguntó a usted:  ¿Cómo armaron la reprogramación de la deuda? ¿Cómo hicieron el canje? Y me contaron que usted le dijo: “Mire Presidente, para eso” - me lo contaron así- “hay que tragarse dos sapos crudos.....

PRESIDENTE BATLLE: No, no, no, perdón, eso es mentira

ARAUJO: Uno el Fondo Monetario y el otro el vaquero.

PRESIDENTE BATLLE: Eso es mentira.

ARREGLAR CON EL COWBOY

ARAUJO: El cowboy, dijeron.

PRESIDENTE BATLLE: Del cowboy hablé porque hablo siempre. Eso es mentira. Yo hice lo que dije, porque lo que dije no tengo ningún empacho en contarlo, porque es la verdad. Le dije tres cosas: Primero hubo uno que se puso  la cosa al hombro, y peleó para hacerlo al hombro: fue el operador financiero que el Uruguay eligió. Segundo: la Reserva Federal de los Estados Unidos, y tercero un señor llamado Taylor. Esos tres trabajaron arduamente en favor de la propuesta del Uruguay, en las oportunidades en que tuvieron que intervenir a lo largo del tiempo. Ahora, después le dije “Mire que usted tiene que hablar con el Presidente Bush, porque mire que con ese cowboy, usted va a arreglar”. Y yo se lo dije con toda claridad, porque además el Presidente Bush lo sabe, porque el que enviaron a Buenos Aires de representante, es un señor llamado Melquíades. ¿Qué le parece? Melquiádes Martínez, que salió de Cuba, como un niño, escondido con un nombre –digamos- no real, e hizo su escuela en Florida, hizo su grado y se metió en política y hoy es Ministro de Vivienda del gobierno de Bush y es amigo mío, y yo le puedo comunicar todo lo que tengo interés en comunicarle para bien de que estos países encuentren un acuerdo comercial con mercados que nos permitan crecer, vendiendo el trabajo de nuestra gente. Y ese es, ¿sabe qué es ese?, ese es el nudo de la cuestión.    

ARAUJO: Vamos a ir a él. Y discúlpeme que lo estuve distrayendo con estas otras preguntas....

PRESIDENTE BATLLE: No, no, no.... 

ARAUJO: Una pausa y vamos a entrar a eso que le reclamaba antes.

PRESIDENTE BATLLE: Mire, Néber, acá no hay nada que esconder. No hay nada para esconder, está todo muy clarito. Todo muy clarito. Yo además soy muy directo para hablar, a veces exagero. Lo confieso, sí, a veces se me va la cosa, sí, Acá no hay nada para esconder, acá es todo muy claro, todo muy transparente. Y lo que yo digo, se lo digo a usted, se lo repito afuera, no tengo ningún problema. 

BLOOMBERG: UNOS COCHINOS

ARAUJO: ¿No se arrepiente nunca de cuando se le va la lengua un poquitito?

PRESIDENTE BATLLE: Mire en algún caso cuando se me fue la legua, se tienen que haber arrepentido los de Bloomberg porque se comportaron como unos cochinos. Punto, muy clarito, y se lo digo de vuelta. En segundo lugar, cuando contesté lo que contesté, fue porque recibí una sarta de insultos, uno al lado de otro, y porque realmente, Néber, yo como todo ser humano siento que disponer de la vida ajena es una cosa que hay que pensarla más de una vez, ¿no?  Y por cierto se dispuso de la vida ajena de mala manera. 

ARAUJO: Está hablando de Fidel Castro.

PRESIDENTE BATLLE: Estoy hablando de unos pobres ciudadanos que quisieron irse de Cuba y terminaron fusilados.

ARAUJO: El Ministro Atchugarry acaba de proponer, o invitar, digamos, a las fuerzas políticas del país a hacer una tregua hasta las proximidades de las primarias del año que viene, para poder hacer algunas cosas importantes que tienen que ver con la inversión, que tienen que ver con el empleo, que tienen que ver con políticas sociales, etcétera.

El Ministro Atchugarry es un miembro de su gobierno. Es fácil colegir que cuando habla, ha hablado con el Presidente y el Presidente estará en condiciones de ir en más detalles con respecto a la propuesta.

PRESIDENTE BATLLE: Y más en el caso de Alejandro -¿no?- que es cómo si fuera un sobrino próximo, ¿no? Yo creo que tiene razón, que Atchugarry tiene razón. No porque dejemos de hacer política, porque acá todo el mundo hace política todo el día, y está muy bien, a mi me parece muy bien que esa política la hagan. Lo que Atchugarry dijo es otra cosa, no dedicarnos en el Parlamento a la guerrilla política preelectoral, y darnos un espacio para poder resolver con bien algunas cosas ¿no?.

ARAUJO: ¿Usted cree que hay tiempo doctor Batlle, para hacer cosas todavía antes de que empiecen las pasiones electorales?

PRESIDENTE BATLLE: ¡Uh, Dios me libre! ¡Si habrá tiempo!

MENSAJE DE ESTABILIDAD

ARAUJO: ¿Y en qué estaría usted en condiciones de empujar ahora?

PRESIDENTE BATLLE: En primer lugar, Néber, a veces más que creer que uno puede resolver cosas muy importantes empujando una ley, empujando otra cosa, yo digo que más que eso, lo que un país en condiciones como tiene Uruguay, que acaba de salir de un proceso tan crítico y tan difícil, lo que tiene que enviar al mundo y a todos sus vecinos, o sea, a sus propios integrantes, a las personas que lo componen, sobre todo a todos aquellos que más sufren, que están más lastimados y más dañados, fundamentalmente la gente de Montevideo que es la que más ha sufrido de todo esto, y la que más va a demorar en resolver sus problemas, tienen que enviarle el mensaje de que esa actitud colectiva, de estabilidad, de seguir todos buscando una conducta o una acción política y económica beneficiosa, le da espacio al país, le da oxígeno al país, le da tranquilidad. Bueno, venimos de una situación -digamos- tremenda, de un terrible terremoto. Bueno, estamos recién arreglando la cosa, estamos tratando de ordenar los resultados tan negativos de todo eso, y ya al día siguiente estamos empezando, sin haber arreglado el techo de la casa, ni la puerta, ni las paredes, ya estamos empezando a discutir entre nosotros quién va a ocupar mañana esos restos. Me parece que lo que todo el país precisa es darse a sí mismo un tiempo, darse a sí mismo un tiempo, inclusive va a ser mejor para todos, porque en menos tiempo va a estar mucho más concentrada la campaña, los medios le van a permitir a la gente llegar rápidamente al conocimiento de la opinión de todo el mundo, y este año va a ser muy provechoso para el Uruguay si nosotros le damos al Uruguay esa clase de mensaje de tranquilidad. Porque no solamente un país progresa porque se vote la Ley del Fideicomiso, porque se vote una Rendición de Cuentas, que sea eso nada más que Rendición de Cuentas, porque se vote la modificación de los estatutos de las Cajas Profesionales, Policiales y Militares, porque se vote una reforma impositiva que extienda la base del Impuesto en donde no se recauda más, pero nos va habilitar si recaudamos más y mejor a ir bajando el IVA del 23 a 19 y de 14 a 12 y a 10, no es solamente eso lo que un país precisa. Un país precisa que, en la medida que la cosa empieza a revertirse, le gente vea que no nos lanzamos de un día para otro a ver cuánto malos somos unos, y cuántos malos somos los otros, y oscurecer con eso un panorama y un horizonte que yo creo que es un horizonte positivo en la medida que todos nos demos cuenta de algunas cosas. Y ese es el tema. Porque hoy, ¿qué le pasa a un muchacho joven en el Uruguay, a un estudiante? ¿Quién no tiene una familia, un amigo, un pariente, que no está pensando irse del Uruguay, y que no se ha ido del Uruguay? ¿Y adónde se van? ¿Se van adónde? Se van a España, o se van a Italia que ha sacado un pasaporte, si pueden irse a los Estados Unidos y Canadá, se van a Estados Unidos y Canadá. Si usted le pregunta a cualquier persona, Néber, a cualquiera, ¿cuál es el país de América que anda bien? ¿Qué le contesta automáticamente cualquier tipo? Chile, ¿no?

ARAUJO: Chile es la estrella

PRESIDENTE BATLLE: Chile.

ARAUJO: Ahora hay otra estrella como presidente, que es Lula.

PRESIDENTE BATLLE: No, pero eso como presidente.

EJEMPLO CHILENO

ARAUJO: Como país, sin duda, barrió todas las crisis.

PRESIDENTE BATLLE: ¿Y por qué? ¿Y por qué? ¿Qué hizo Chile para andar bien?.  O sea, yo digo, este auto es bueno, este auto es el mejor, pero yo fabrico  autos totalmente contrarios a este, y por tanto el mío es malo. Pero yo digo que este es el bueno. ¿Y por qué no copio el que anda bien?. O sea, Chile tiene una pata en el MERCOSUR, hizo un acuerdo con Estados Unidos, hizo otro acuerdo con México, hizo otro acuerdo con Canadá, hizo otro acuerdo con Europa, hizo otro acuerdo con los países del EFTA, hizo otro acuerdo con Corea, tiene un seis por ciento de arancel, es un país abierto y crece. ¿Y por qué nos empeñamos en ser un país cerrado, nosotros?.

CRECIMOS DESDE EL ESTADO

ARAUJO: Un hombre que aprecia mucho su talento y que se ve que apostó mucho a usted en la Presidencia, el ex ministro de Posadas, se declara frustrado, porque dice que ese hombre que es usted, el Presidente de la República, no ha acometido las reformas que el país esperaba. Y yo creo que este es un momento para que usted lo diga, ¿por qué no las ha hecho?

PRESIDENTE BATLLE: Primero que no voy a discutir con el señor Posadas, porque el señor Posadas lamentablemente se fue del Senado, como senador, porque tenía que atender su estudio y todos los días hace política, así que no sé con cuál discutir: si con el que está en el estudio o con el que está en la política, así que no voy a discutir. Lo que yo digo es que yo perdí varias elecciones. ¿Por qué? Seguramente porque era un mal candidato y porque además las cosas que proponía a la gente no le gustaba. Y yo llegué al gobierno, no porque el Partido Nacional que me votó, o porque el resto del Partido Colorado estuviera totalmente de acuerdo con las supuestas locuras que yo decía hace cincuenta años. Por ejemplo, yo fui el único candidato que dije que no había que hacer la reforma de la Constitución, aquella del sistema previsional, que dije que había que vender el oro, vio lo que quedaba lo vendí, una parte la vendió Ramón Díaz y otra parte la vendí yo. Y por tanto, para que el Uruguay en su fuerza política se decidiera hacer la apertura, tenía que romper con una cantidad de esquemas que existían en el Uruguay prácticamente desde la década del año 30. O sea, el mundo se abrió en 1860 y se cerró después de la Primera Guerra Mundial, y como nosotros después de la Primera Guerra Mundial, primero aprovechamos la apertura del mundo y crecimos, como creció Argentina, usted mire, agarre el producto bruto por cápita por la Argentina, de la Argentina, en 1870, en 1913, y lo compara con el producto bruto por cápita de muchos países europeos y el de la Argentina era mejor. Pero después de 1913, de la Primera Guerra Mundial, que siguió hasta el 44, todos nos enriquecimos fantásticos, nos llenamos de dinero. ¿Por qué? Por la desgracia ajena. Y ese sistema de enriquecimiento y de economía cerradas que se generaron en el mundo, a raíz de la Primera y Segunda Guerra Mundial a nosotros nos encontró cada día más ricos. Y por tanto, todos nosotros a partir de 1935 -el señor Batlle y Ordóñez se murió en 1929, no hizo nada de eso- crecimos desde el Estado, hicimos un Estado con una cabeza así, y como vivíamos tan bien con ese Estado, con una cabeza así, ¿por qué lo íbamos a cambiar? Y son seis generaciones desde el 30 hasta el 80, y entonces nadie lo quiere cambiar. Mire, le voy a dar un dato último, de ayer: el Parlamento acaba de dar marcha atrás, en el Senado, una ley para eliminar los servicios médicos de los Entes Autónomos.

ARAUJO: Sí, es verdad.

PRESIDENTE BATLLE: El mismo día dicen que hay que achicar el gasto del Estado. ¿Entonces, qué es lo que está cambiando en el Uruguay? El gobierno que yo presido no lo está cambiando al Uruguay; al Uruguay lo que lo está cambiando es la crisis.

ARAUJO: ¿Pero dónde encuentra usted el cambio?

PRESIDENTE BATLLE: Brutal, es brutal en los seres humanos, en cada uno de nosotros. Mire, ¿sabe un problema que tenemos nosotros? Y usted no lo debería tener, ¿eh? Porque usted es de Melo, no salimos de Montevideo. Yo convidaría a los uruguayos de Montevideo que dieran una vuelta por el interior. Y que vean qué está pasando en el país, porque resulta que en el país las exportaciones del primer semestre del 2003 es ya mayor que la del 2002, y pareja con la del 2001. Vamos a terminar este año con mucho mejores rubros de exportación. Resulta que los agricultores el año pasado plantaron sin crédito, trescientas mil hectáreas de oleaginosos, y este año van a plantar medio millón. Y los campos pasaron de valer seiscientos, setecientos dólares a valer mil, y todo vale, vale la lana, y vale la carne, y vale la fruta, y vale el citrus, y vale la pera, y vale la manzana, y vale la leche, y eso crece. Ahora, ¿de dónde va a crecer un país? Desde donde es competitivo. ¿Y de dónde es competitivo el Uruguay? El Uruguay es competitivo de las materias primas que produce, que son competitivas y del valor agregado a esa materia prima, que es lo que da trabajo. Y vemos la otra punta, los servicios, todos los días aparece gente hacer cosas en el país, claro, no en Montevideo que es la capital de la administración y que es la que ha sufrido, han sufrido los Entes Autónomos, hay quinientos empleados menos en el ANCAP desde que empezó esta Administración, solamente en el ANCAP. Acá han sufrido los Entes Autónomos, han sufrido los bancos, han sufrido las mutualistas, ha sufrido el empleo público, que no es más un generador de trabajo. Y entonces, ¿qué es lo que más se resiente? Se resiente Montevideo más todo ese circuito de ciudadanos que vinieron del Interior hacia Montevideo, cuando el Interior empezó a perder pie, y que son los asentamientos. Nosotros cuando empezamos este período de gobierno, Néber, teníamos setenta y seis asentamientos identificados con el crédito del BID para cambiarlos, renovarlos, con la reducción de recursos vamos a poder hacer solamente veintiuno.

ARAUJO: Y hay más asentamientos.

PRESIDENTE BATLLE: Y hoy nosotros le acabamos de dar para lotes y servicios, diez millones de dólares a los Ministerios para que armen lotes y servicios para que pueda resolver la situación de mucha otra gente. Pero el recorte de los recursos motivados por la crisis son las cosas que han impedido que pudiéramos hacer las transformaciones de ese tipo. Pero la crisis, Néber, la crisis es como dicen los chinos: “es una oportunidad”. Y el Uruguay tiene que aprovechar esa oportunidad para abrirse, abrirse. Néber, si usted agarra Ambito Financiero de ayer y lee la página cuatro, usted va a ver un título que dice: “Se perdió la dependencia brasilera, la brasilero dependencia”. Solamente el 13% de nuestras exportaciones van para Brasil desde la Argentina. Lo mismo pasa en el Uruguay. Nosotros antes le exportábamos más del 50% al MERCOSUR, hoy le exportamos al mundo, Néber, es allí donde está el porvenir: en la India, en la China, en el mundo, es allí donde está el porvenir.

ARAUJO: Hoy de mañana le pregunté a unos de mis hijos, si tuvieras al doctor Batlle delante, ¿qué le preguntarías? Me dice “mirá, yo veo que el tema del mercado capitales, el tema de la banca vamos a tener un tiempo largo para recuperar todo lo que se perdió”. Por suerte esos datos que da usted, que se conoció estos días, pautan de que en el espíritu de los uruguayos está en devolver esa confianza, esa credibilidad, pero va a llevar un rato. La industria está muy golpeada, la industria muy golpeada, los indicadores están muy feos.

PRESIDENTE BATLLE: Perdón, estimado Néber, no había ningún indicador bueno, ¿eh?

ARAUJO: Pero están muy feos. El comercio está...

PRESIDENTE BATLLE: Es el que va a demorar más.

ARAUJO: Está golpeadísimo...

PRESIDENTE BATLLE: Lo sé, lo sé.

ARAUJO: Y los impuestos y eso lo matan. El otro día el presidente de la Cámara de Comercio nos decía en nuestro programa que habría que despedir a 100 mil funcionarios públicos ahora, si quieren recuperar el país.

PRESIDENTE BATLLE: Me parece que es un gravísimo error.

ARAUJO: Pero contésteme dentro de un instante.

PRESIDENTE BATLLE: Me parece que esa afirmación...

ARAUJO: De Castells.

PRESIDENTE BATLLE: De mi amigo Castells, es un gravísimo error. Pero, en fin, cada uno tiene derecho a dar las informaciones que desee, ¿no?.

NO DIJIMOS NADA

ARAUJO: Entonces, yo supongo que esta noche la gente quiere saber de nuestro Presidente cuáles son las cosas que usted piensa que hay que empezar hacer, aprovechando el desafío de la crisis que debe ser una oportunidad, como usted dice. En materia de inversión, de empleo, de alivio fiscal..

PRESIDENTE BATLLE: ¿Me permite? Ustedes hablan de alivio fiscal y de inversión y de empleo, ¿no es verdad? Vamos a mirar las cosas en un plano de realidades y no de las cosas que todos quisiéramos tener mañana, ¿no?

Durante mucho, mucho tiempo, colaboradores míos me decían “pero, Jorge, ¿por qué las cosas que estás haciendo no las publicitás?”, y yo decía de ninguna manera; “pero, ¿por qué?”. Porque si una persona estaba con 36 y sube a 37 y a 38, y a 39 y a 40, y está para morir, y yo le digo mire que hice esto, hice esto, e hice esto, y el individuo me dice “pero, ¡Dios me libre! ¡Y yo me siento cada día peor! Lo que usted hizo no sirve para nada”. Y, por tanto, nosotros en el gobierno jamás dijimos nada de las cosas que entendíamos que estábamos haciendo, y cosas importantes. Pero, vea, le voy a decir una sola cosa: en medio de la peor de las crisis, le sacamos todos los impuestos al campo y le sacamos el aporte patronal a toda la industria, a todo el transporte, a los fleteros y a los taximetristas y a los omnibuseros, y le mantuvimos -devaluación mediante, hasta el 28 de febrero de 2005- el cien por cien de los reintegros a la industria para que pudiera exportar. ¿Y cuánto supone eso en millones de dólares? ¿Alguien lo ha evaluado? ¿Alguien ha dicho cuánto han dejado de pagar al Banco de Previsión? ¿Alguien se ha fijado si el Banco de Previsión, entre enero y abril, subieron 40.000 afiliaciones o no subieron? Yo creo que mucho se habla pero con poco manejo de la información.

¿Alguien ha revisado las cuentas del Fondo Nacional de Recursos, para ver el déficit que teníamos, y cómo ahora no tenemos más déficit? ¿Alguien ha revisado las cuentas del Ministerio de Salud Pública, para ver lo que sucesivos ministros han ido haciendo, achicando el déficit de salud Pública, y mejorando la atención médica? ¿El esfuerzo que estamos haciendo para poner a las mutualistas de nuevo en pie? ¿Por qué dije yo, en Estados Unidos, que no podía haber mutualistas de menos de 100.000 afiliados? Porque es así. Porque hoy en el mundo se precisa escala, escala, y si usted no tiene escala no puede bajar el costo. Y, por tanto, el Estado uruguayo, la sociedad uruguaya, todos, fuimos partícipes de un sistema absolutamente corporativo, cada uno tenía un pedazo de país a su servicio. O sea, los que tenían en ANCAP un servicio médico, tenían un servicio médico basado en el precio de la nafta, y los demás no eran buenos ciudadanos para tener un servicio médico como el de ANCAP. Y eso es lo que el país todo tiene que deshacer, pero para deshacer eso nos hemos encontrado con las oposiciones de nosotros mismos, de distintos sectores de la sociedad, públicos, privados, partidos políticos, organizaciones comerciales, industriales, sindicatos; todos hemos estado en contra de todo esto.

ARAUJO: Su gobierno lo intentó en ANTEL, en parte, bueno, usted después se...

PRESIDENTE BATLLE: Perdón, nosotros no solamente lo hemos intentado en ANTEL, lo estamos intentando en ANCAP.

ARAUJO: Y en ANCAP, pero en ANTEL no hubo batalla, ¿pero va haber batalla por ANCAP, ahora?

PRESIDENTE BATLLE: Pero, por supuesto...

DEBATIR SOBRE ANCAP

ARAUJO: ¿Se va a dar batalla...?

PRESIDENTE BATLLE: Yo ya lo había dicho varias veces, ya había dicho varias veces que va a haber firmas y que el gobierno entiende que es bueno que el país discuta el tema de ANCAP y que lo discuta con toda amplitud, para saber qué queremos hacer con esa institución. Si la queremos dejar metida acá adentro aislada, cuando pierda el monopolio, porque el MERCOSUR ahora en Brasil también el sistema petrolero a partir del 1° de enero del 2003 es libre, en la Argentina es libre. O sea, mire qué cosa más interesante. En algún momento  ANCAP, bien o mal, compró 200 estaciones de venta de combustibles en  Argentina, pensando en que con la, digamos con la nueva refinería iba a abastecer la nafta que le sobra, porque acá sobra nafta porque hay una deformación de los consumos en favor del gas oil, por las diferencias de los impuestos de uno y otro, la gente compra autos a gas oil, no compra autos a nafta, pensando que de esa manera el sobrante de nafta, en vez de venderlo en el Golfo, compitiendo con todo el mundo, lo iba a poder colocar en la Argentina. Bueno,  muy bien, usted va a llevar la nafta de acá para la Argentina. ¿Y qué le van a decir los operadores argentinos cuando usted le saque a ellos lo que ellos le venden hoy a esa compañía? La distribuidora de Shell y de Repsol, que tienen ahí enfrente terroríficas refinerías que refinan cuatro, cinco, seis, siete y diez veces más que la ANCAP. "Ah, pero cómo no, usted venga para acá y nosotros vamos para allá". ¿Y cómo le dice que no? Y el día que vengan, ¿qué le pasa a la ANCAP? Porque del cien por ciento de todos los combustibles que se venden, el 40% lo vende ANCAP, y el 60% lo venden ESSO, Shell y Texaco. Así que, ustedes, señores, compren enfrente con el mismo derecho que tenemos nosotros de vender enfrente, cierra ANCAP, ¿no es verdad?

Por tanto hay que mirar la realidad. Y esa realidad la  tenemos que mirar porque esa realidad puede más que nuestros discursos. El mundo ha cambiado. Lo dijo Lula: “Yo no he cambiado, es el mundo que ha cambiado”. Y por eso él esta haciendo los acuerdos con el Fondo, y bajó la inflación, y por eso nosotros que pensábamos que íbamos a tener 27 y pico de inflación, vamos a tener 12 y poco de inflación. Es que todo el mundo, sea lo que sea, de izquierda, de derecha, del centro, de abajo, de arriba, rubio o flaco o alto , tiene que jugar ese partido con las mismas variables que en el mundo se dan. Y el Uruguay, que es un país chico, lo tiene que hacer. Por eso es que el gobierno del Uruguay, que esta en el MERCOSUR, ha insistido en salir a buscar acuerdos, en poner el tema arriba de la mesa, para discutirlo, para no tener miedo. Porque si no lo hacemos con los países que tienen un gran mercado, va a ser para todos, mucho más para los grandes que para nosotros, resolver los problemas del endeudamiento.

ARAUJO: Doctor Batlle, usted, recuerdo bien, fue defensor muy fuerte de la idea del ALCA.

PRESIDENTE BATLLE: Sigo siendo.

ARAUJO: Después quería un acuerdo bilateral con los Estados Unidos

PRESIDENTE BATLLE: Sigo queriendo.

ARAUJO: Después sostuvo el 4+1 con los Estados Unidos.

PRESIDENTE BATLLE: Sigo queriendo.

ESTRATEGIA COMERCIAL

ARAUJO:¿Sigue queriendo esas tres cosas? ¿Y algo más?

PRESIDENTE BATLLE: Sí, una cosa. Yo me acuerdo de un cuento de Felisberto Hernández. Parece que Felisberto Hernández, en una época, no sé si siempre, era vegetariano. Y llegó a la casa con unos amigos que le ofrecieron una milanesa. Y entonces le dijeron otros que estaban allí: "Pero usted no es acaso vegetariano?". Y el dijo "También". O sea, esto es como un telescopio, ¿vio? Si yo puedo hacer un acuerdo bilateral con los Estados Unidos que me permita recibir un beneficio para venderle textiles sin pagar el impuesto que estamos pagando para poder competir con todos los países que pagan cero de impuesto, y eso es un acuerdo bilateral de textiles de lana que no lo molesta a Brasil ni que molesta a la Argentina, lo hago.

TRES LINEAS DE ACCIÓN

ARAUJO: Pero hasta ahora no ha sido posible.

PRESIDENTE BATLLE: Hasta ahora. El sistema general de preferencias esta semana ya nos dio algunas ventajas particulares en determinados productos, fundamentalmente variedades de quesos que nos van a permitir aumentar nuestra presencia. Si podemos llevar adelante una negociación como la que estamos llevando y culminarla para en contra estación poder vender citrus en los Estados Unidos, eso es un acuerdo bilateral. Lo hago. Si podemos hacer revivir el acuerdo 4+1 que se votó en 1991 entre Estados Unidos y los cuatro países del MERCOSUR, que es un acuerdo que es una ley de los cuatro países del MERCOSUR, lo impulso. Y si me puedo meter en el ALCA en el 2005, también lo empujo. Todas las opciones que nos permitan abrir el mercado para que nuestra gente pueda trabajar y vender lo que es su capacidad de hacer, lo voy a impulsar.

Es más, ya Brasil también ha cambiado un poco la postura. Porque el Presidente Lula tuvo con el Presidente Bush una reunión muy importante, con la participación de todos sus ministros, y el documento dice: Brasil habla de tres líneas de acción. Una primera línea es un paraguas global llamado ALCA, con normas generales. Una segunda  línea, que es  4+ 1, o sea el análisis de los cuatro países del MERCOSUR con Estados Unidos para mejorar los accesos al mercado americano. Y una tercera línea, que es la Ronda de Doha, o sea la organización Mundial de Comercio, en donde -así como Europa y Estados Unidos quieren allí trasladar las cuestiones agrícolas- entonces nosotros trasladamos allí las cuestiones sensibles a nuestro sistema, que son las que le interesan a  Europa y a Estados Unidos, bajo una frase “Single undertaking”, o sea todo arriba de la mesa: o todo o nada.

Entonces, yo creo que todos nosotros estamos explorando todas las formas, porque al mismo tiempo el MERCOSUR está tratado de armar un acuerdo con la India, y al mismo tiempo, resolvimos en el 2000 en  Buenos Aires los países del MERCOSUR, buscar una asociación de libre comercio con los países del Grupo Andino, cosa que está todavía muy lejos, porque los países del Grupo Andino quieren poner una lista de mil artículos sensibles, que hace que lo que quede más o menos de intercambio sea la nada, por lo menos para el Uruguay.  

ARAÚJO: Bueno, Lula estuvo el otro día hablando a favor de eso, ¿no?

PRESIDENTE BATLLE: Sí, pero la reunión fue horrible, no por el Presidente del Brasil sino porque hay una gran desinteligencia comercial. Pero además hay una cosa: ¿cuánto porcentaje del producto bruto de nuestros países de la región se negocia entre nosotros? ¿Cuánto se negocia en el Grupo Andino? En el Grupo Andino se negocia el uno por ciento del producto bruto de los países del  Grupo Andino entre ellos, y entre nosotros entre el cuatro y el cinco por ciento. O sea, ¿qué quiere decir? Quiere decir que ni siquiera estamos consolidados entre nosotros.

ARAUJO: Bien, eso le iba a preguntar. Usted enumeraba una serie de cosas que se están haciendo, y sin embargo en el momento en que se reúnen, la cumbre de los Presidentes del MERCOSUR, se plantean temas como un Parlamento, una moneda única, que aun yo creo que el más ignorante del mundo dice “Pero eso lo están soñando. ¿Un Parlamento para qué? Si  ya tenemos cada uno un Parlamento y le vivimos reprochando que no es suficientemente ágil.”

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, el Uruguay no votó ninguna de esas cosas. El Uruguay manifestó con toda claridad que esos temas eran temas que en el Uruguay, en primer lugar, los considerábamos  entre todos,. Y en segundo lugar, que entendíamos que eran temas que requerían un procesamiento muy cuidadoso para ver cuándo, cómo y de qué manera se podían llevar adelante. Como consecuencia, en mi condición actual de Presidente Pro Tempore, se me encargó de organizar las reuniones -una en agosto, otra en octubre y otra en diciembre- para ir viendo cómo se desarrollan esos temas. Yo se lo informé todo eso con detalle al doctor Sanguinetti, al doctor Lacalle, al doctor Vázquez y a los señores legisladores del Nuevo Espacio Independiente. Y, además, también articulamos una agenda de trabajo que la semana que viene comenzará con una  reunión con el Secretario Técnico,  Alcuri, porque la primera cosa que vamos a tratar de llevar en agosto a los Presidentes es una información de qué hemos hecho  con todo lo que hemos votado del ’91 acá; punto uno. La segunda cosa: ¿cuál es el estado de situación de la negociación colectiva entre el MERCOSUR y la Zona de Libre Comercio Andino? La tercera cosa: ¿cuáles son los temas que el MERCOSUR ha venido tratando y resolviendo por áreas de trabajo? Por ejemplo, el Uruguay planteó en la reunión de Brasilia la constitución de un grupo de trabajo, que hoy se llama IRSA, que está reunido en este momento en Caracas, para armar un esquema común para el desarrollo de la infraestructura. Para ir de aquí a Asunción tenemos que ir a dormir a San Pablo. O sea que no tenemos ni capacidad de comunicación entre nosotros.  El Presidente de Bolivia el otro día recordaba que no puede sacar sus productos por el Río Paraguay porque en la Hidrovía hay tiempos en los cuales no se ha limpiado. No es que se modifique la traza del río: no se ha limpiado el río. O sea que son tantas las cosas elementales  que tenemos que hacer antes de hacer un discurso, para conseguir saltar de la nada no sé a dónde, que pienso que vamos a tener una agenda de trabajo, la vamos a  ir mirando y nos va a llevar el tiempo necesario para ir cumpliendo los objetivos de un acuerdo que

aunque tiene un sentido comercial, ese es esencialmente un acuerdo político. 

ARAUJO: Doctor Batlle...

PRESIDENTE BATLLE: Es una razón bastante sencilla. Porque cuando usted toma una medida de carácter comercial, es una medida que está respaldada por una decisión política. Entonces, lo que el doctor Lacalle dice con razón de que no se trata de un acuerdo político, es cuando él le niega a esa idea del Parlamento común una situación de -digamos- de soberanía, especial y supra soberana a los países, por tanto no es que el que el doctor Lacalle no esté de acuerdo en que sea un asunto político todo lo demás, no. Él entiende, y me parece que ahí todos debemos estar de acuerdo, en que cuando él se refiere a un MERCOSUR no político se está refiriendo a la condición que él rechaza y todos han acompañado, que lo del Parlamento por ahora no en cuanto al Parlamento, ¿verdad? O por lo menos así, lo entiendo yo.

ARAUJO: Cuando dice todos, ¿qué dice, todos los líderes políticos?

PRESIDENTE BATLLE: Todos.

ARAUJO: Porque el Doctor Vázquez había dicho que le parecía....

PRESIDENTE BATLLE:  No, no... El Doctor Vázquez me dijo que había que fortalecer la posición parlamentaria. No, no, no....

ARAUJO: Vamos a arrancar este bloque, doctor, con algo que, una  figuración: si el Uruguay tuviera un sistema monárquico de gobierno... 

PRESIDENTE BATLLE: Sería espantoso.

ARAUJO: Bueno, no se adelante. Si usted fuera el Rey...

PRESIDENTE BATLLE: Sería peor...

ARAUJO: ¿El Primer Ministro sería Atchugarry?

PRESIDENTE BATLLE: No se precisa ser Rey, alcanza con ser Presidente.

ARAUJO: Otro tema. ¿Cómo conoció al Presidente Bush? ¿Dónde lo conoció? La sensación que hay es que ustedes hacen muy buenas migas.

PRESIDENTE BATLLE: Lo conocí en Quebec.

ARAUJO: Claro, allí estaban los Presidentes, se saludaron...

PRESIDENTE BATLLE:  No, no, pasó una cosa... Lo conocí ahí, nos saludaron. Me dijo una cosa muy graciosa que yo no entendí nada, que después me la explicó el Canciller. “Muchas gracias por lo de China”. Yo no entendí nada por qué me lo decía. Y, bueno, después el Canciller me lo explicó. Y entonces después llegamos a la mesa en Quebec, y todos teníamos unos minutos para hablar. Y a mi me tocó entre los que le daban cinco minutos. A otros quince y a otros cinco. Bueno, yo lo de quince lo hubiera querido para mí, naturalmente, por muchas cosas. Pero me salió cinco. Entonces todos sacaban unos discursos hispánicos -¿no?- fantásticos... Y yo creí que era una cosa política. Entonces yo dije, mire, el Presidente Bush .... Además, ¿cómo estaba la cosa sentada? Era Antilla, Argentina, ta, ta, ta, ta, ta, ta, Uruguay, Venezuela. Entonces, acá estaban los tres Presidentes: Lagos, Chretien y Bush, estaban ahí. Y, bueno, el Presidente Bush, el Presidente Chretien, se comprometieron formalmente al ALCA. ¿Qué es el ALCA para nosotros? Para Brasil es el ALCA la naranja, jugo de fruta y acero. Para el Ecuador es la banana, para este es esto, para este es el azúcar. Bueno, para la Argentina y para el Uruguay el ALCA es la carne. Acá, de todos los que estamos acá, el único que está en el ALCA, es mi amigo Chávez. Porque tiene trece mil estaciones de gasolina y varias refinerías ya en los Estados Unidos; es el único que está dentro del ALCA. Yo la única cosa que quiero que me deje vender carne en cada estación de gasolina. (Risas) Ya se me desarmó el amigo. Entonces, después dije: pero usted no tiene votos, usted no tiene votos en la Cámara, le dije a Bush. Por tanto, ¿qué es lo que tenemos que hacer nosotros, todos nosotros? Venir acá y tratar de hablar con todos los congresistas y todos los interesados en las cosas y tratar de ayudar a que tenga votos.   

Yo no sé si el ALCA es bueno, dije, lo que sí sé es que si no tenemos ALCA nos va a ir muy mal. No dije nada más que esto. ¿Y qué pasó después? Se levantaron y me vinieron a saludar. Y al día siguiente me invitaron a que fuera a Washington a visitarlo, y ahí arrancó la mano. Y cuando llegamos a Washington, le dije una serie de barbaridades y él también, porque él es un individuo muy franco y yo también y, bueno, dijimos lo que pensábamos; inclusive, pensamos diferente sobre muchas cosas, pensamos diferente.

DIFERENCIAS CON BUSH

ARAUJO: ¿Sobre Irak, por ejemplo?

PRESIDENTE BATLLE: Sí, pensamos diferente. Yo dije cosas que a él le parecieron distintas que a mí, y yo dije otras cosas, pero muy franco, muy abierto.

ARAUJO: ¿Y qué le contestó cuando dijo que habría que levantar el embargo a Cuba?

PRESIDENTE BATLLE: No, no me dijo nada. No me dijo nada porque no estaba en la agenda previa, yo lo metí igual porque me parecía que tenía que decirlo. Y después tomó confianza y cada tanto me llamaba por teléfono para chismear, que es lo que hacemos cuando yo lo llamo a Lagos, o cuando lo llamaba a De la Rúa, o cuando llamaba a Fernando Enrique, y tenemos que empezar a hacerlo también con los presidentes actuales. Para conversar, para las cosas que tenemos que conversar con los presidentes, que deberíamos tener un sistema de estos que hay ahora para hacer conferencias, ¿no es verdad?

CORTE PENAL DE ROMA

ARAUJO: ¿No lo ha llamado ahora por este tema de la -que aparece como una sanción a Uruguay- suspensión de la ayuda militar?

PRESIDENTE BATLLE: No, no, no. Pero, no, son esas cosas que mucha gente no entiende, ¿vio? ¿Qué sucede? Estados Unidos es como todos los países, tiene su manera de ser, sus estilos, sus características; tienen clasificados los países en cuatro categorías: los de la NATO, la alianza estratégica, los que no están en eso y otros que no sé cuáles son. Nosotros somos ese grupo de países que no somos ni de la NATO ni de la alianza estratégica. Entonces, al Parlamento americano, decidió el Parlamento que aquellos países que no tenían un acuerdo con los americanos con respecto a este tema del artículo 98 de la Corte Penal de Roma, no estaban en condiciones de seguir recibiendo los apoyos que se les ha venido dando. ¿Y cuántos son los países de América del Sur que quedamos en la misma condición que Uruguay? Somos como nueve: Costa Rica, hoy hablé con el Presidente Pacheco; Costa Rica, nosotros, muchos más. ¿Y por qué no quedamos? Y, por una sencilla razón, porque nosotros somos afiliados, hemos votado y hemos -digamos- aprobado en los tratados aprobados por el Uruguay la Corte Penal de Roma, y por tanto no podemos hacer un tratado bilateral con otro país en contra de lo que dice el Tratado de Roma, ¿no es verdad? Y esa es la única razón, no hay otra. Y, bueno...

ARAUJO: Ahora, ¿le parece razonable la posición norteamericana?

PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo lo que creo de la posición norteamericana... Mire, yo soy también bastante más realista de lo que me parece que uno tiene que dejar de pensar solamente en forma teórica. Hay un lío en los Balcanes de la madona, ¿ no es verdad? Y la OTAN no arregla, y un buen día le dicen a los americanos que intervengan, y los americanos van e intervienen y después empieza una serie de arreglos. Ahora, después lo sancionan. Entonces, esa situación que tiene un país enormemente grande, enormemente poderoso -como lo hubiera sido la misma situación de Rusia, si Rusia estuviera en la misma condición- los hace ser víctimas de una situación de la cual necesitan defenderse y por eso están planteando lo que están planteando. Y yo entiendo lo del planteo. Ahora, también digo nosotros eso no estamos en condiciones de hacerlo, nada más.

ARAUJO: No lo acepta.

PRESIDENTE BATLLE: No, no es que no lo aceptamos...

ARAUJO: Tiene usted otra convicción.

PRESIDENTE BATLLE: No, no es que tenga otra convicción. Si yo pudiera darles una mano, les daría una mano. Pero nosotros, como uruguayos, hemos entendido que el mecanismo es en la Corte Internacional Penal de Roma. Y, por tanto, si los uruguayos -todos nosotros, empezando por el gobierno- entendió que el mecanismo legal es la Corte Internacional de Roma, no puede al mismo tiempo hacer lo contrario. Y nosotros no podemos participar de la idea de hacer lo contrario de lo que nosotros fuimos y firmamos. Por tanto, aunque usted quiera ayudarlos, porque usted quiera comprender la situación que ese país tiene, usted no está en condiciones de hacerlo porque viola lo que usted mismo ha resuelto firmar. Y si lo ha firmado es porque usted cree en eso, sino no lo hubiera firmado.             

ARAUJO: Presidente, ¿cómo se lleva con Lula? ¿Buen diálogo?

PRESIDENTE BATLLE: Muy bien, es muy fácil. En primer lugar, es clarito, lo mira a los ojos, trasmite sinceridad; es un hombre absolutamente confiable.

ARAUJO: ¿Y Kirchner?

PRESIDENTE BATLLE: Con Kirchner recién nos empezamos a conocer. Y yo creo que, tuvimos una sola reunión, yo creo que él está en un momento en donde tiene estos tres meses de buscar un acomodamiento en su propio país, porque tiene elecciones. Y fíjese que el tiene elecciones ahora de gobernadores por todos lados, de diputados por todos lados. Tiene la necesidad de postergar los acuerdos con el Fondo, tiene la necesidad de postergar la modificación de las tarifas de los servicios públicos. El tiene, yo creo, la necesidad de esperar al mes de setiembre, de cuando Lavagna presente -que creo que es una de las reuniones internacionales- cuando Lavagna presente su plan de reconversión o de arreglo de la deuda para poder enfocar su gobierno de futuro.

Yo diría que todos lo que tenemos que hacer con respecto al gobierno argentino, es darle espacio. No podemos pretender que eso mañana tenga una definición para un lado o para otro. Hay que darle espacio, porque son muchos los problemas que hay que resolver, muchos.

MONEVIDEO ESTÁ SUFRIENDO

ARAUJO: Presidente, nos quedan unos minutos finales. No le quiero plantear más preguntas. Y me gustaría si quiere decir algo que le quedó por afuera o que lo desvié yo.

PRESIDENTE BATLLE: No, Néber, mire,  yo la única cosa que quisiera decir es que, en primer lugar, yo salgo todos los días de mi casa temprano, voy a la Casa de Gobierno, vengo a almorzar. Almuerzo en casa, voy de vuelta a la Casa de Gobierno, a veces vengo a las 9.00, a veces vengo a las 10.00, a veces vengo a las 11.00. Ando por la calle, miro, y además de mirar, veo. Veo la mucha gente que anda en bicicleta, porque entiende que es necesario para ahorrar los pesos del ómnibus, veo la mucha gente que camina, veo los carritos con caballos y los carritos con gente de a pie. Y sé que Montevideo todavía está sufriendo mucho. Sé que la campaña está creciendo mucho. Mucho, mucho, mucho. Sé que inclusive hay lugares en la campaña donde hay escasez de mano de obra. Estoy seguro que no en poco tiempo alguna gente va a ir a mirar la campaña para volver, para allí. Sé que va a demorar todavía un tiempo que eso se transforme en un beneficio efectivo y real, fundamentalmente para la gente de Montevideo. Vamos a hacer un esfuerzo grande en lotes con servicios, en asentamientos, si podemos poner un poco más de dinero, en algunas cosas con los municipios, para ayudar a la gente que más necesidad tiene.

Pero le estamos diciendo a todo el país que estamos absolutamente convencidos -absolutamente convencidos- de que solamente un país que se abra al mundo es un país que retiene a su gente y que le da oportunidades. Un país que se cierra, es un país que echa a su gente. Y por tanto en eso yo sé que hay muchos que están en contra de lo que yo digo. Muchos. Que además lo digo hace, desde el año 56, 57 hasta ahora. Y que lo sigo pensando. Y lo voy a seguir intentando llevar adelante.

Todas las cosas que estamos procesando en el sistema financiero, en los Entes Autónomos, en el sistema de salud, en el sistema impositivo para extenderlo para que todo el mundo pague algo, aunque se pueda bajar la tasa, todo eso es para colocar al país en mejores condiciones de competir.

¿No me creen a mi? Pero miren al mundo. El que no está en condiciones de competir no tiene cómo crecer. Y en el Uruguay se crece hacia afuera, se crece exportando, porque no hay un mercado como el mercado brasilero que le permita esperar a esa circunstancia. Y por tanto para crecer hacia afuera, para crecer exportando, hay que tener liga con los mercados que compran. No nos podemos quedar encerraditos acá. Ni Brasil va a ser grande exportándole al Uruguay, ni el Uruguay va a crecer exportándole al Brasil. Si le exportábamos 1.000 millones y ahora exportamos la mitad. Es en el mundo donde se juega el partido. Es en China donde se juega el partido. Es en la India donde se juega el partido. Y es allí donde tenemos que ir si queremos que la gente de acá se quede acá. Y si queremos que la gente que está afuera del sistema, si queremos que toda esa gente que está en los barrios, esa muchachada que está en la esquina de Bulevar Artigas y Gral. Flores, que me ven todos los días, que los saludo, que los converso, que los invito a venir, que vienen; que conversamos, que quisiera ayudarlos. Dígame una cosa, el otro día todo el mundo dice qué contento estaba usted en Maroñas. ¿Y por qué estaba contento en Maroñas, yo? ¿Porque me gustan las carreras? ¡No! Porque aquello era un desastre. Hubo alguien que se le ocurrió que si había ciertas condiciones podía poner 20 millones de dólares, darle trabajo a la gente, mejorar el barrio, y darle expectativas a una cantidad de gente. Por lo mismo que intentamos hacer la concesión del Aeropuerto, por eso hicimos la Megaconcesión de las carreteras, por eso tenemos que buscar la concesión para lo ferrocarriles, para armar los ferrocarriles. Por eso van a venir más instalaciones industriales en el Interior de la República, que es lo que la gente cree mucho más. Porque se habla mucho del asunto este de que se disputan los departamentos: RIMA que vendrá o no vendrá según consiga dinero que le tienen que prestar en el banco de Brasil, porque el Uruguay no lo puede pedir, pero no se habla nada de otras cosas mucho más grande, mucho más importante, alrededor del negocio de la madera que van a instalar prontito en el Uruguay. Todo eso amigo Néber, me permito decirle que si seguimos firme, aunque estamos sufriendo, yo lo sé, hay un camino claro para el Uruguay.

ARAUJO: Que así sea Presidente. Muchas gracias por la conversación de esta noche.

PRESIDENTE BATLLE: Al contrario, a usted, muchas gracias.

ARAUJO: Muchas gracias.