04/07/03
Nunca pensé en renunciar
EL DEFAULT SIGNIFICABA EL QUIEBRE
INSTITUCIONAL DE URUGUAY
El
Presidente Jorge Batlle afirmó en una entrevista con el periodista Neber
Araujo, que los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI)
le recomendaron en medio de la crisis financiera del año pasado
que Uruguay se declarara en default (cesación de pagos) a lo que se negó
por que esto hubiera significado el quiebre institucional.
Batlle señaló que la madurez del
pueblo uruguayo junto a la reacción positiva y rápida del sistema
político fueron las bases para que el país superara el “terremoto”
que sufrió.
Para definir la estrategia comercial que
aplica Uruguay, señaló que la misma tiene tres líneas de acción, con
el presidente brasileño Lula, planteó recientemente en Estados Unidos:
fortalecimiento del MERCOSUR; 4+1 con Estados Unidos y acuerdos
bilaterales con EEUU , Unión Europea y países orientales.
Finalmente el primer mandatario envió
un mensaje de tranquilidad y estabilidad para todos los uruguayos, que
vienen superando la crisis, pero destacando que sabe que “Montevideo
está sufriendo mucho”, lo que percibe cuando transita por la ciudad.
ENTREVISTA AL
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, EN AGENDA CONFIDENCIAL
04/07/2003
ARAÚJO:
¿Qué tal, amigos? Muy buenas noches. Antes que nada, el agradecimiento
al señor Presidente de la República, el doctor Jorge Batlle, por la
deferencia de recibirnos en su casa, aquí en la residencia de Suárez,
para departir esta noche. Yo digo departir porque no me gusta eso de que
vengo a preguntarle. Le voy a preguntar, pero algunas cosas también le
voy a mezclar para que usted nos las aclare.
Vamos a hablar del presente,
naturalmente. Vamos a hablar de lo que le interesa a todos los uruguayos,
del futuro. Pero si usted me permite, señor Presidente, me gustaría
comenzar por recorrer algún tramo del pasado reciente, de ese sufrido
pasado reciente para todos nosotros los uruguayos, y que tiene en usted el
testimonio más elocuente. Es decir, es el número uno que lidió con
todos los problemas que vivió el Uruguay el año pasado, en particular el
comienzo del año, pero en particular uno tiene muy presentes los meses de
mayo, junio, julio, agosto, la cantidad de plata que se iba del Uruguay,
como inconteniblemente se iba la plata, se perdía confianza en este
mercado de capitales que por tantos años luchó para ganarse la confianza
de los depositantes y de los ahorristas. ¿Por qué no se pudo parar -que
es lo que todos nos preguntamos- esa
fuga de capitales que se daba, Presidente?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, Néber, en primer lugar, es un gusto volver a conversar con
usted. Puesto que esa cosa que usted me pregunta usted la sitúa
promediando el año 2002 y yo le diría que la fiesta negativa para el
Uruguay empezó el 24 de abril del 2001, con la aftosa.
ARAUJO: Aha,
claro.
PRESIDENTE
BATLLE: La aftosa , Néber, nos costó mil millones de dólares. Por lo
que perdimos, por lo que no pudimos exportar, por los mercados que
perdimos, por la pérdida de valor, por la pérdida de trabajo, por el
cierre de los frigoríficos, por el cierre de las inversiones, por el
cierre de las expectativas. Ya en el último trimestre del 2001, la
situación argentina comenzó a endurecerse por todas las medidas
financieras que tomó la administración argentina, particularmente el
Ministro Cavallo, que tomaba medidas en función de lo que creía que era
lo más adecuado para defender la economía de su país.
Y en la primera semana de enero -en la primera semana de enero-...
PONERLOS
PRESOS
ARAUJO: Del 2002
PRESIDENTE
BATLLE: Del 2002, yo recibí directamente el anuncio de parte del señor
Mulford, de que ellos me tenían que comunicar que yo podía estar
tranquilo que iban a honrar con sus obligaciones para con el Banco
Comercial. Y a las pocas horas el mismo señor me llamó para decirme que
habían tenido una tremenda desgracia, que sus socios los habían
traicionado y que tenían que decirme que ellos abandonaban sus
obligaciones. A lo que yo le dije que ellos habían llegado al Uruguay
porque habían querido, habían comprado un banco a la administración de
la época porque habían entendido
que era un buen negocio, de que habían hecho durante muchos años un buen
negocio, que nosotros nos alegrábamos de que hubiéramos hecho un buen
negocio porque eso era bueno para el país, que el Banco creciera, y que
el banco además crecía en función de lo que ellos representaban en los
tres bancos internacionales que eran accionistas del Banco Comercial. Y
que en un momento en que ellos
se sentían traicionados por sus socios, siendo mayoría, en lugar de
cumplir con sus obligaciones, ellos le ponían un revolver en la nuca al
Uruguay y le pegaban un tiro en la nuca y que si yo los podía poner
presos los iba a poner presos.
Y eso empezó en enero. Y fue una cosa que
no paró, que no paró durante todo el año, porque las medidas
argentinas, que repercutieron sobre el Banco de Galicia, y repercutieron
sobre todo el sistema, hacía que los argentinos vinieran en ferry-boat a
Colonia.
ARAUJO:
Exacto.
PRESIDENTE
BATLLE: Y nosotros, todos los santos días -todos los días- al caer la
tarde, teníamos que andar recorriendo la información para saber cuánto
dinero habían retirado los argentinos esos días. Porque es claro, porque
lo precisaban, porque habían quedado con la incertidumbre de que no
tenían acceso a los recursos propios, porque lo necesitaban, porque
además se les empezó a trasmitir desde muchos lados de que lo mismo
pasaría en el Uruguay. entonces perdían también lo que tenían en el
Uruguay. El Banco de Galicia pudo pagar, no sé, 400, 500, 600 millones de
dólares, pero después no pudo pagar más, porque el propio Banco Central
argentino no les permitió recurrir a otros fondos que tenían en otros
lugares. Un buen día tuvo que cerrar.
Las otras cosas
del Banco Comercial. ¿Quiénes fueron los bancos que pudieron resistir? Y
los bancos que tenían casas centrales en Europa, en Estados Unidos, que
los sostuvieron. pero todos los bancos que estaban digamos limitados en
sus recursos en la región, como el Banco de Galicia, como el Comercial,
como otros bancos, todos no pudieron resistir. y por primera vez desde por
lo menos desde que yo tengo memoria, o sea desde el año 1935 a la fecha,
por primera vez el Banco República y el Banco Hipotecario empezaron a
perder dinero.
Entonces
nosotros todos los días con los acuerdos que habíamos arreglado con el
Fondo, el Fondo había creído que poniendo ellos 500 millones de dólares
la cosa se iba a resolver, pero no se podía resolver, porque había una
demanda extra Uruguay.
ARAUJO:
Ahora, ¿el gobierno llegó a poner cierta cantidad en determinado momento
pensando que podía rescatar?
PRESIDENTE BATLLE: El gobierno,
naturalmente, hizo todo el esfuerzo para sostener a los bancos porque si
no hace un esfuerzo para sostener a los bancos y los dejaba a todos caer,
hubiéramos entrado, hacía ya mucho tiempo, a lo que es la situación
llamada de default. Hubieran dado quiebra todos los bancos, el sistema
financiero uruguayo hubiera desaparecido delante de nuestra vista, no
hubiéramos podido pagar nuestras obligaciones. Usted fíjese Néber que
el Uruguay llegó un instante que tuvo que cerrar los bancos. ¿Por qué
no los cerramos antes?
ARAUJO: Eso le iba a preguntar.
Teníamos tres mil y pico de millones de dólares de reserva. ¿Por qué
no se cerró a los dos mil millones, a los mil millones?
PRESIDENTE
BATLLE: Si hubiéramos cerrado antes, le hubiéramos declarado al mundo
que estábamos en cesación de pagos. O sea,
usted tiene un depósito en el banco. El banco tiene dos mil
millones. O sea, tiene para pagarle a usted el deposito. ¿y el banco
resuelve por sí y ante sí no pagarle? Entonces el banco no esta
cumpliendo con un contrato. Usted tiene un depósito, usted tiene derecho
de retirarlo. ¿Y por qué el banco le va a decir "Ah, no, a mí se
me ocurre no pagarle más a usted". ¿Cuándo fue que el Uruguay no
tuvo más remedio de cerrar la banca, que se cerró por una semana? Cuando
no había más dinero, cuando prácticamente los bancos, que luego
cerraron en forma definitiva...
ARAUJO: ¿Y no fue casi lo mismo, señor
Presidente?
PRESIDENTE
BATLLE:¿Qué?
ARAUJO: Digo,
al término, al agotarse las reservas, decir...
PRESIDENTE
BATLLE: No, pero perdón una cosa es que usted no pague porque no tiene
más dinero a otra cosa que usted teniendo dinero no pague porque no
quiera. Eso hubiera sido lo mismo que el "corralito" en la
Argentina. Y eso hubiera sido trágico para el Uruguay. Hubiéramos caído
en default pero no sé cuánto tiempo ha.
RESPETAMOS
LOS CONTRATOS
ARAUJO: ¿Es cierto que el Fondo
Monetario desde comienzos del año pasado -no sé si el verbo es el
correcto, es el pertinente, usted me corregirá o lo suscribirá-
hostilizaba al Uruguay para que fuera al default o para que hiciera el
"fair cut" famoso, cortara las devoluciones?
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, mire, yo no creo que el Fondo pudiera decirse que
hostilizara al Uruguay. Sería una expresión quizá demasiado hostil. No,
yo diría otra cosa. Yo diría que el Fondo tuvo una idea, que la sostuvo
uno de los miembros más importantes del Fondo, que fue la señora Kruger,
que sostuvo teóricamente, y lo manifestó públicamente, y lo discutió
con los países integrantes del Fondo -se discutió inclusive con un grupo
de banqueros aseguradores y gerentes generales de los fondos de pensiones
y previsiones que operan en el mundo con una organización que existe y
con sede en Estados Unidos- su teoría de aplicarle a los países con
dificultades el mismo sistema de un concordato. Y cosa que lo discutimos,
por cierto que sí, que lo discutimos. y sostuvimos claramente que eso era
inviable en un país, porque cuando un país hace un concordato de esa
naturaleza, la primera cosa que el país esta reconociendo es que no va a
cumplir con sus contratos. Por
tanto, si el Uruguay hubiera dicho "No cumplimos con el contrato de
devolver el dinero que la gente nos ha prestado en los bonos que nosotros
hemos emitido", al día siguiente todos los uruguayos se hubieran
acercado al Parlamento, sus propuestas, o a los bancos directamente, les
hubieran dicho, "bueno, pero si el Estado es el primero que no cumple
con los contratos, ¿por qué quiere usted que yo cumpla con los
contratos?
Por tanto, el
sistema jurídico uruguayo hubiera caído a pedazos, el país hubiera
quedado sin crédito, sin prestigio. Y perdón, no estamos hablando de un
país del tamaño de Brasil, en donde, ¿usted sabe lo que le pasa a un
gerente cuando viene un deudor que le debe 7, 8, o 10 millones de
dólares? El que tiene el problema es el gerente. Y cuando le viene un
individuo que tiene diez mil dólares de deuda, el que tiene el problema
es el deudor.
Y, bueno, el
Uruguay es un país muy chiquitito. Si hubiéramos tenido una mala
experiencia con esa idea, a nosotros nos hubiera ido horrible y al mundo
no le hubiera pasado nada. La tesis hubiera sido no bien recibida en el
mundo porque la experiencia hubiera sido mala. Los que hubiéramos
"pagado el pato" hubiéramos sido nosotros.
Yo lo recuerdo
perfectamente, nunca se me olvidará, son de esas cosas que lo marcan a
uno. Fue el 20 de julio, sábado a mediodía.
ARAUJO:¿Puede decir que fue el día
más amargo de todo el trayecto?
PRESIDENTE
BATLLE: Mercedes estaba sentada al lado mío. Estábamos en la bohardilla,
acá arriba. Era mediodía y me llamó Aninat. Y me dijo Aninat que
teníamos que hacer lo mismo que la Argentina. Dice Mercedes que creyó
que me podía venir un infarto. Y yo le dije que no, que de ninguna
manera, que si nos teníamos que hundir con el barco, nos hundíamos, pero
que no lo íbamos a hacer.
ARAUJO: Este es un capitulo muy sabroso,
Presidente, que yo quiero abundar en él.
PRESIDENTE
BATLLE: Pero, perdón, no...
SITUACIÓN TERRIBLE
ARAUJO: Le
iba a pedir una pausa.
PRESIDENTE
BATLLE: Perdóneme. Es como terrorífico, porque ¿usted sabe lo que fue?
Seguimos así hasta febrero del 2003. ¿Y por qué estoy sentado acá? Lo
he dicho públicamente. Porque
cuando estábamos en esa situación terrible, terrible, y yo lo mandé a
Davrieux y a Alfie y Sténeri a Estados Unidos a negociar, esa semana, nos
decían que no, que no había posibilidad ninguna. Estábamos muertos. Y
el viernes por la mañana me llamó Davrieux y me dijo "Jorge, me
vuelvo. Acá no hay nada que hacer". Dije: "No, quédese,
quédese, quédese".
ARAUJO: Es decir, "No hay nada que
hacer". Querían el default. Punto.
PRESIDENTE
BATLLE: No, no. No es que quisieran el default . Como nos decían que no a
lo que planteábamos terminábamos en la zanja: punto. Entonces ese
viernes yo le dije a
Davrieux: “No, quédese, Davrieux, quédese.” Yo le hablé a Hugo
Fernández Faingold, el Embajador, y le dije “Hugo, pida una audiencia
con O’Neill”, el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Le dio
una audiencia: “usted vaya y explíquele lo que pasa”. El viernes, ese
mismo día a la noche, una hora que serían las nueve de la noche de acá,
las siete o las ocho de Washington, recibí una llamada de Fernández
Faingold diciéndome que se había producido el milagro.
ARAÚJO: El día del milagro, dice: el
26 de julio del año pasado.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Qué le parece? Es una fecha cubana también.
ARAUJO: Moncada.
PRESIDENTE
BATLLE: El 26 de julio, esa noche a las nueve de la noche, me llamó Fernández Faingold, el Embajador, para decirme que se
había producido el milagro, que el gobierno de los Estados Unidos, el
Presidente Bush había dado
la orden de ayudar. Y fue después, unos días después, que el Embajador
Silverstein, ¿se acuerda? En los primeros días de agosto anunció que
llegaba el dinero y que se pudieron abrir los bancos y se pusieron 1.500
millones de dólares de frente.
NUNCA HABLÉ CON BUSH
ARAÚJO:
Sobre esto es muy importante lo siguiente, porque hubo muchas
versiones que se cruzaron. Claro, lo relevante eran los 1.500 millones de
dólares, no era lo otro. Pero se dijo
que usted había llamado a Bush y se dijo que no, que Bush lo había
llamado a usted. ¿Hubo una conversación de Presidente a Presidente?
PRESIDENTE
BATLLE: Jamás. Ni hablé yo
con Bush ni Bush jamás me llamó a mí, ni mi hermano habló con Jeb
Bush, a quien no lo conoce hasta el día de hoy; nunca habló.
Ni yo hablé con Jeb Bush. Yo simplemente sabía que Jeb Bush estaba en
Londres; lo había llamado. Y cuando él regresó a Miami me llamó y yo
dije “Mirá, te llamo porque no quiero molestar a tu hermano, para que
le agradezcas. Le agradezcas porque realmente,
bueno, estamos vivos.”
CUMPLIR Y PAGAR
ARAUJO: Doctor Batlle, ¿cómo se
explica usted que el gobierno de Estados Unidos, el Fondo Monetario, dejó
caer a un país tan grande como la Argentina y sin embargo, así en el
momento en que nosotros estábamos en la recta final...
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, yo creo que el capítulo argentino es un capítulo para
analizarlo en otro momento. Son condiciones completamente distintas,
situaciones completamente distintas. Bueno, el presidente de la época
argentina declaró el default, cosa que nosotros jamás hicimos. Además, por el contrario, nosotros nos
resistimos siempre a eso, ¿no? Y por tanto se entró en un quid pro quo
público en donde el Estado tomó parte al declarar default y al decir que
no pagaba nada, y bueno, eso seguramente enredó mucho la
conversación. Pero yo estoy seguro que ahora van a poder, cuando
el señor Lavagna en setiembre haga su presentación de su punto de vista
para resolver el problema de la deuda, la Argentina lo va a poder
encaminar, como lo ha ido encaminando el Brasil, porque al fin y al cabo,
tanto Fernando Henrique
Cardoso como el Presidente Lula han ido haciendo no solamente una muy
buena relación con el Fondo sino que han ido probando que el sistema no
consiste en no pagar, en no cumplir, sino que consiste, en materia
financiera, en cumplir y en pagar. Y en materia comercial, consiste en
pelear para que le abran los mercados de estos países.
ARAUJO: Ya vamos a ir a esos temas, pero
quiero volver un momento más
a esto. Porque antes de que ocurriera esa decisión del Tesoro
norteamericano yo recuerdo que a lo largo y a lo ancho de América Latina
y del mundo recorría la afirmación
de que con Bush se terminaban las asistencias directas del gobierno de los
Estados Unidos, o las recomendaciones directas al Fondo Monetario, para
asistir a países en graves
dificultades, como era el caso del Uruguay. Es decir que hubo como un
quiebre allí también. Es decir que hubo como quiebre allí también, muy significativo, desde el punto de
vista político.
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, le voy a
contar una cosa muy interesante, ¿no?
Ahí en el gobierno norteamericano, seguramente como en todos los
gobiernos, hay mucha gente muy valiosa que uno no conoce. Yo conocí a uno
que es el Subsecretario del Tesoro, el señor Taylor, que es un profesor
de economía, un hombre tranquilo, como todo profesor, que sabe escuchar,
que tiene tiempo, y que además se saca el saco, se arremanga las mangas
de su camisa y se sienta en su mesa de trabajo -en la que he estado- y
trabajó sábados y domingos enteros con sus asistentes para encontrar el
hueco legal que le permitiera, sin dar marcha atrás de lo que el gobierno
americano había sostenido en su campaña preelectoral, encontrar el
mecanismo legal para prestarnos la plata. Nos la prestaron por quince
días, la devolvimos con los intereses correspondientes, porque entonces
el Fondo Monetario se puso a hacer lo que, a nuestro juicio, tendría que
haber hecho desde el primer día.
ARAUJO: Volviendo, digamos, al momento
crítico, hubo dos episodios. Uno usted lo relató:
el del Banco Comercial. Luego está el episodio del Banco de
Montevideo. ¿Para usted son equiparables
las conductas de los Röhm con la de los Peirano?
PRESIDENTE BATLLE: No, no.
DIFERENCIAS DE CAUSAS
ARAUJO: En definitiva, el saldo termina
siendo el mismo: la estafa o casi estafa...
PRESIDENTE
BATLLE: Sí, sí. El saldo es el mismo y serán los jueces los que
tendrán la decisión sobre el tema. Lo que yo digo que al Banco de
Montevideo, al Banco de Crédito, al Banco de Galicia, les pasó a todos
lo mismo. Tuvieron una corrida acá, en Buenos Aires, en todos lados.
Estaban seguramente posicionados a largo plazo. Posiblemente la
crítica más dura que se puede hacer es que
derivaron créditos especialmente en favor de las organizaciones
que ellos mismos ejercían la titularidad
de las mismas. Pero si no hubiera habido esta corrida, vamos a
hablar en plata: si no hubiera habido esta corrida, los señores que iban
apresurados a colocar dinero al Banco de Montevideo y a su sucursal en la
Isla Caimán estarían muy contentos, hubieran seguido cobrando
intereses muy altos y estarían hoy pidiéndole a los señores del
Banco de Montevideo que les recibieran la plata. O sea, la
corrida no fue por causa individual del Banco de Crédito o del Banco de
Montevideo, que en el mes de
abril -antes de la corrida- había recibido un mejoramiento de su
condición de riesgo por la organización que juzga a Dios y a todo
el mundo, la Standard & Poor’s y Moody’s y los demás.
O sea que cayó en la volteada que cayeron todos los bancos con el mismo
sistema. Ahora, en el caso del
Banco Comercial, parecería -yo no tengo el conocimiento técnico ni la
información precisa- pero por lo que me dijo a mí el propio
Mulford parecería que ha
habido un mecanismo, digamos, que consistió en algún momento en que el
capital del propio Banco Comercial en títulos había sido depositado en
el Banco General de Negocios y cuando lo fueron a buscar no estaba.
Quiere decir que ahí había desde hace tiempo, se había generado una
maniobra que no sé ni puedo juzgar por qué sucedió, pero que no tenía
buen destino. Salvo que los negocios en los cuales pusieran ese dinero
hubieran sido negocios muy exitosos. Lo cierto es que me parece que todos
los casos -todos los casos en cuestión- fueron casos absolutamente
diferentes. Pero todos causados por una misma situación: la situación de
presión financiera generada en la República Argentina. Porque vea usted
que los dos bancos que inician esta situación son bancos vinculados
fundamentalmente a la situación financiera en la República Argentina y
al propio Banco de Montevideo, muy vinculado a negocios en la República
Argentina, también le pasa lo mismo.
Quiere decir que
podríamos terminar este análisis diciendo, bueno, cuáles son las
medidas que tenemos que tomar para que nuestra situación futura no
dependa de lo que pasa ni en la República Argentina ni eventualmente
mañana en Brasil.
ARAÚJO: Ah,
se lo voy a plantear dentro de instantes.
PRESIDENTE BATLLE: Me parece que es un tema
en donde nosotros tenemos que poner los ojos como el dos de oro, ¿vio?
Notoriamente, porque si no, mañana podríamos caer en una
situación parecida.
ARAUJO: ¿Tienen alguna posibilidad de
rescate de sus ahorros la gente que depositó en Caimán?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo he visto los documentos. He visto las liquidaciones que
le han pasado a muchas personas, una, dos, tres, cuatro y cinco veces
seguidas. Todos los papeles dicen que “por su cuenta y orden hemos
depositado en Caimán.” Naturalmente la gente que depositaba y cobraba
un interés que está muy por encima del interés vigente y veía que le
decían “está su dinero depositado en Caimán”, bueno, parecería que
quedó bastante satisfecha con el producido de los intereses que recibían
y la renovación era permanente. O
sea que la legislación es muy clara. Esa autorización para funcionar esa
sociedad se dio ya bajo la administración del
Banco Central del señor Ramón Díaz. Bajo la misma
administración también se dieron los permisos para la venta del Banco de
Montevideo al señor Peirano. Por lo tanto, esa sociedad de TBC existía
desde entonces y todos los que estaban allí, muy tranquilos durante
muchos años. Desde el punto de vista legal el Uruguay no es responsable
cuando....Mire, hay algunas sociedades de seguros acá en el Uruguay que
cuando a usted le contratan un seguro, en el propio documento del contrato
que le dan a usted dice que si usted tiene alguna cosa que reclamar “la
sede de esta sociedad es la Isla de Mann”. Ahora, si mañana no le pagan
el seguro a ese señor y ese señor que recibió un contrato y firmó que
la sede para reclamar es la Isla de Mann le quiere pedir al Banco Central
que le pague eso, o al Uruguay que le pague eso, me parece que no
corresponde.
EL TORBELLINO FINANCIERO
ARAUJO: Presidente, ¿usted encuentra
que hubo algún grado de responsabilidad en los contralores que tenía que
ejercer el Banco Central en la situación de uno u otro banco, Comercial o
Montevideo?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo le voy a decir lo siguiente. Siempre pasa lo mismo, ¿no?
Yo como tengo ya 75 años he visto muchas quiebras. Vi la del Banco Rural,
la del Banco del Litoral, la del Banco Mercantil, la del Banco de Italia,
la del Banco Transatlántico y siempre
la primera reacción es cuál es el culpable. Ah, no, no se fijaron en los
controles. Yo creo que no; yo creo que las crisis financieras y bancarias,
salvo casos absolutamente excepcionales, no son responsabilidad de Juan ni
de Pedro ni de Diego. El Banco Central, el Banco Central, sus funcionarios
y no solamente sus directores
sino sus funcionarios, que son los que están todos los días teniendo que
seguir paso a paso todas las cosas, siempre hacen lo posible para que las
cosas a ellos mismos les den exitosas. Lo que pasa es que a veces la ola
fue como el tsunami. Esto fue como un tsunami: fue una cosa que tomó de
sorpresa a todo el sistema financiero argentino, pasó por arriba de todos
nosotros. ¿Usted cree, por
ejemplo, que en las grandes naciones del mundo en el pasado, cuando se
hizo la crisis del ’29 en el “setiembre negro” en Estados Unidos,
cuántos fueron los bancos que dieron quiebra? Y trece mil. ¿Y usted cree
que era porque los de la Reserva Federal americana no tenían elementos
para juzgarlos y averiguar
qué hacían? No; cuando la
cosa viene como vino acá en el área, en la región, que se sumó además
a una recesión y baja de precios y demás, no hay forma de contenerla
hasta que se produce lo que se produjo entre nosotros, o sea que los
bancos algunos de ellos dan quiebra. Y bueno, lo que yo digo, y quiero
para terminar quizás este capítulo, yo digo varias cosas. ¡Qué pueblo
el del Uruguay!
Un amigo mío tenía unos documentos en un
cofre fort en el Banco Comercial, se cierra por esa semana, y cuando se
anuncia que se va a abrir se pone en la cola, iba acompañado de un amigo
uruguayo, este amigo mío es argentino. A la media hora de estar allí el
uruguayo le dice, mirá venimos mañana; no, no, yo me quedo. Pero, ¿por
qué te quedás?. Y mirá aquella señora que está allá fue aquel bar
trajo unos sandwiches y unas coca colas y están todos conversando y
comiendo; aquel otro señor trajo un banquito y está leyendo no sé qué
cosa. Mirá, tú con la tranquilidad y con el respeto con que están
esperando para entrar a ver cómo pueden resolver, nada menos que los
problemas que para muchos de ellos han de ser angustiantes, centrales, yo
me quedo acá, yo quiero ver esto.
LOS SOPORTES
O
sea, que la primera cosa que yo
tengo que decir como Presidente de la República, que más allá de la
ayuda que nosotros recibimos, si el pueblo uruguayo no fuera el pueblo que
es, y no hubiera comprendido las causas externas que motivaron toda esta
situación, no hubiéramos podido tener la tranquilidad social que nos ha
permitido analizar, encarar e ir superando esta crisis.
La
segunda cosa Néber que quiero decir, que si el sistema político uruguayo
no hubiera actuado con la sensatez, con la seriedad y con la estabilidad y
la respuesta inmediata parlamentaria, a los problemas que les planteamos
en su momento, tampoco hubiéramos podido llegar a buen puerto como hemos
llegado. Porque el pueblo del Uruguay tiene que saber, que esos
dos atributos fueron reconocidos en el mundo, y que esas fueron las cosas
que nos permitieron, que nos permitieron, hacer la conversión de deuda,
en una forma como nadie, ni siquiera los más optimistas de nosotros
creíamos que la podíamos hacer. Y fue ejemplar, la primera que se hace
en el mundo, y detrás de la nuestra mucha gente va a tratar de ver si
puede hacer otro tanto.
ARAUJO: Sobre eso una pregunta para una
respuesta muy breve, porque vamos a la pausa. ¿La idea del canje de deuda
fue del equipo económico, fue de alguno de ustedes en el gobierno? ¿Fue
desde el exterior que vino? ¿Vino de Wall Street, vino del Fondo
Monetario? ¿De dónde vino la idea? Para la anécdota.
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo puedo decir de dónde no vino. Vino del equipo económico
y de quienes nosotros consultamos como operadores para hacer el canje de
la deuda. El equipo económico, desde el primer día, con Bensión en su
momento, con Davrieux cuando lo reemplazó en el primer viaje, con Alfie,
con Carlos Sténeri, y por supuesto con Atchugarry, que no participa
porque además del español habla el vasco, creo; entonces, Atchugarry se
queda por acá pero es muy activo en todo esto, siempre nosotros
discutimos de que nuestra deuda era sustentable y que por tanto estábamos
en condiciones de obtener una
respuesta favorable a una propuesta de reprogramación. Siempre. Y
encontramos operadores del otro lado que nos dijeron: “Sí,
tienen razón, lo pueden hacer”. Y por eso al final esto se pudo hacer,
y fue un esfuerzo de todos, y fue un esfuerzo que demuestra que el Uruguay
es capaz de hacer muchas cosas en favor de afrontar su porvenir.
ARAUJO: Señor Presidente, usted acaba
de reconocer las virtudes del pueblo uruguayo frente a esta circunstancia
tan dramática, trágica en muchos aspectos que vivimos, y cuyos efectos
los seguimos viviendo. En muchos aspectos usted mismo lo definió de una
manera contundente: fue un
sismo, fue un terremoto que se dio acá.
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Puaj!
ARAUJO: Tras un terremoto quedan los
escombros.
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Pah!
ARAUJO:
Entonces ese pueblo, con esa capacidad de tolerancia, de pacifismo,
de equilibrio emocional para encajar un golpe tan duro, se merece mucho, y
bueno y lo que uno se pregunta es: ¿ahora el gobierno qué rumbos tiene
para sacarnos de esta situación o para que nos saquemos pero rumbeando
por usted y por el equipo de gobierno? A una pausa y hablamos de eso.
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno.
RESPUESTA A ANINAT
ARAUJO: Yo no
me puedo resignar, digamos, a la curiosidad, Presidente. Usted dijo en
determinado momento, este año, después que midió todo aquello que
había pasado el año pasado, que estuvimos al borde del quiebre
institucional. En un minutito, allí, díganos cómo lo ve. ¿Cómo define
eso del quiebre institucional? ¿Por dónde iba a venir? ¿En qué se iba
a traducir?
PRESIDENTE
BATLLE: Dígame una cosa, Néber, un país que no tiene petróleo, que no
tiene gas, que no tiene un mercado propio que lo pueda soportar ante una
crisis, o sostener ante una crisis importante. Que tenía una crisis
exportadora muy fuerte, que se queda sin sustento financiero, después de
un estrepitoso fracaso de todo el sistema y la destrucción del mismo. En
donde el gobierno hace un esfuerzo enorme para ver si lo puede reflotar y
termina diciendo “Señores, no lo podemos reflotar”. ¿Qué hubiera
pasado, qué hubieran pedido? La primera cosa que hubieran pedido, ¿sabe
qué hubieran pedido? Lo mismos que le dije a Aninat. ¿Sabe
lo qué le dije a Aninat? Le dije: “Usted me está diciendo a mi que yo
en quince minutos, en quince minutos, acá tengo que empezar a hacer las
valijas para que me pase lo mismo que le ha pasado a otros, y yo eso no lo
voy a hacer”.
Porque
la única salida es la que el país dijera: “Bueno, este gobierno
fracasó, tenemos que hacer elecciones”. Y hubiera sido natural, que yo
mismo hubiera franqueado esa posibilidad para que de repente viniera otra
cosa .....
ARAUJO: No lo
pensó en ningún momento.
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Qué lo voy a pensar! Porque eso era la quiebra institucional.
Eso era saber que el que venía atrás mío, iba a estar peor que yo.
Porque iba a encontrar ¿qué? Un terremoto que no podía levantar. Yo me
tenia que jugar la ultima carta. Y la carta que me jugué fue mandarlos
hablar con O’Neill. Y se dio. Y acá estamos. Y acá estamos... Y
perdóneme, por dos veces, ¿eh? Porque en toda negociación para
persuadir a las instituciones internacionales de crédito que el camino
que nosotros sosteníamos de la reprogramación era viable y posible, que
duró meses. Activamente participaron, no solamente los uruguayos,
también participó la Reserva Federal, presidida hasta el 1º de junio
por un intimo amigo mío, que había sido Secretario acá de la Embajada
americana, que es muy conocido del Doctor Lacalle, muy conocido del Doctor
Sanguinetti, que se llama Bill Mac Donald, que da la casualidad que es
presidente de la Reserva Federal de Nueva York, que interviene
fundamentalmente frente a los bancos. Y por la eficacia y la tenacidad
feroz de los operadores que colaboraron con el Uruguay y por la Tesorería
americana que puso a su favor su punto de vista, su capacidad de convencer
y persuadir. O sea que no jugamos solos en la cancha. El cuadro nuestro
era un cuadro fuerte. Y a mi fue la primera pregunta que me hizo el
Presidente Kirchner, en la conversación. ¿Y cómo fue la reconversión
de la deuda? Y fue así, le dije. Porque es así, porque ese es el mundo
real. Y en ese mundo real, cuando usted hace las cosas bien, usted sale a
flote. Que fue lo que el Uruguay ha podido hacer y ha hecho. Al punto tal,
que ¿cuánto es el riesgo país hoy? Setecientos y poco....
ARAUJO:
Seticientos y poco, ¿no?
PRESIDENTE
BATLLE: Y bueno, ¿qué
cambió en el Uruguay para pasar de dos mil y pico, que parecía que nos
íbamos a la estratosfera con el riesgo país, de un día para otro a
setecientos y poco? ¿Qué pasó para que hoy los certificados de
depósitos del Banco República valgan el cien por ciento? ¿Qué pasó
para que ofrezcamos sesenta y cinco millones de dólares de devolución a
los depositantes en el Banco República y el 0,5% ya ha retirado el
dinero? Y, bueno, pasó que se restableció la confianza. Eso es un hecho
que se ha consolidado y que además ha modificado todo el sistema de pagos
de intereses, de forma que el próximo gobierno tiene el problema
resuelto. Sea el partido que sea tiene el problema resuelto.
ARAUJO: Usted
citó al Presidente Kirchner, que lo recibió a usted después del
Príncipe de Asturias, fue el primer Presidente, el primer mandatario
electo que lo recibió. A mi me contaron esta anécdota, a ver si es así;
que le preguntó a usted: ¿Cómo
armaron la reprogramación de la deuda? ¿Cómo hicieron el canje? Y me
contaron que usted le dijo: “Mire Presidente, para eso” - me lo
contaron así- “hay que tragarse dos sapos crudos.....
PRESIDENTE
BATLLE: No, no, no, perdón, eso es mentira
ARAUJO: Uno
el Fondo Monetario y el otro el vaquero.
PRESIDENTE
BATLLE: Eso es mentira.
ARREGLAR CON EL COWBOY
ARAUJO: El
cowboy, dijeron.
PRESIDENTE
BATLLE: Del cowboy hablé porque hablo siempre. Eso es mentira. Yo hice lo
que dije, porque lo que dije no tengo ningún empacho en contarlo, porque
es la verdad. Le dije tres cosas: Primero hubo uno que se puso
la cosa al hombro, y peleó para hacerlo al hombro: fue el operador
financiero que el Uruguay eligió. Segundo: la Reserva Federal de los
Estados Unidos, y tercero un señor llamado Taylor. Esos tres trabajaron
arduamente en favor de la propuesta del Uruguay, en las oportunidades en
que tuvieron que intervenir a lo largo del tiempo. Ahora, después le dije
“Mire que usted tiene que
hablar con el Presidente Bush, porque mire que con ese cowboy, usted va a
arreglar”. Y yo se lo dije con toda claridad, porque además el
Presidente Bush lo sabe, porque el que enviaron a Buenos Aires de
representante, es un señor llamado Melquíades. ¿Qué le parece?
Melquiádes Martínez, que salió de Cuba, como un niño,
escondido con un nombre –digamos- no real, e hizo su escuela en Florida,
hizo su grado y se metió en política y hoy es Ministro de Vivienda del
gobierno de Bush y es amigo mío, y yo le puedo comunicar todo lo que
tengo interés en comunicarle para bien de que estos países encuentren un
acuerdo comercial con mercados que nos permitan crecer, vendiendo el
trabajo de nuestra gente. Y ese es, ¿sabe qué es ese?, ese es el nudo de
la cuestión.
ARAUJO: Vamos
a ir a él. Y discúlpeme que lo estuve distrayendo con estas otras
preguntas....
PRESIDENTE
BATLLE: No, no, no....
ARAUJO: Una
pausa y vamos a entrar a eso que le reclamaba antes.
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, Néber, acá no hay nada que esconder. No hay nada para
esconder, está todo muy clarito. Todo muy clarito. Yo además soy muy
directo para hablar, a veces exagero. Lo confieso, sí, a veces se me va
la cosa, sí, Acá no hay nada para esconder, acá es todo muy claro, todo
muy transparente. Y lo que yo digo, se lo digo a usted, se lo repito
afuera, no tengo ningún problema.
BLOOMBERG: UNOS COCHINOS
ARAUJO: ¿No
se arrepiente nunca de cuando se le va la lengua un poquitito?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire en algún caso
cuando se me fue la legua, se tienen que haber arrepentido los de
Bloomberg porque se comportaron como unos cochinos. Punto, muy clarito, y
se lo digo de vuelta. En segundo lugar, cuando contesté lo que contesté,
fue porque recibí una sarta de insultos, uno al lado de otro, y porque
realmente, Néber, yo como todo ser humano siento que disponer de la vida
ajena es una cosa que hay que pensarla más de una vez, ¿no?
Y por cierto se dispuso de la vida ajena de mala manera.
ARAUJO: Está
hablando de Fidel Castro.
PRESIDENTE
BATLLE: Estoy hablando de unos pobres ciudadanos que quisieron irse de
Cuba y terminaron fusilados.
ARAUJO: El
Ministro Atchugarry acaba de proponer, o invitar, digamos, a las fuerzas
políticas del país a hacer una tregua hasta las proximidades de las
primarias del año que viene, para poder hacer algunas cosas importantes
que tienen que ver con la inversión, que tienen que ver con el empleo,
que tienen que ver con políticas sociales, etcétera.
El Ministro Atchugarry es un miembro de
su gobierno. Es fácil colegir que cuando habla, ha hablado con el
Presidente y el Presidente estará en condiciones de ir en más detalles
con respecto a la propuesta.
PRESIDENTE
BATLLE: Y más en el caso de Alejandro -¿no?- que es cómo si fuera un
sobrino próximo, ¿no? Yo creo que tiene razón, que Atchugarry tiene
razón. No porque dejemos de hacer política, porque acá todo el mundo
hace política todo el día, y está muy bien, a mi me parece muy bien que
esa política la hagan. Lo que Atchugarry dijo es otra cosa, no dedicarnos
en el Parlamento a la guerrilla política preelectoral, y darnos un
espacio para poder resolver con bien algunas cosas ¿no?.
ARAUJO: ¿Usted cree que hay tiempo
doctor Batlle, para hacer cosas todavía antes de que empiecen las
pasiones electorales?
PRESIDENTE
BATLLE: ¡Uh, Dios me libre! ¡Si habrá tiempo!
MENSAJE DE ESTABILIDAD
ARAUJO: ¿Y en qué estaría usted en
condiciones de empujar ahora?
PRESIDENTE
BATLLE: En primer lugar, Néber, a veces más que creer que uno puede
resolver cosas muy importantes empujando una ley, empujando otra cosa, yo
digo que más que eso, lo que un país en condiciones como tiene Uruguay,
que acaba de salir de un proceso tan crítico y tan difícil, lo que tiene
que enviar al mundo y a todos sus vecinos, o sea, a sus propios
integrantes, a las personas que lo componen, sobre todo a todos aquellos
que más sufren, que están más lastimados y más dañados,
fundamentalmente la gente de Montevideo que es la que más ha sufrido de
todo esto, y la que más va a demorar en resolver sus problemas, tienen
que enviarle el mensaje de que
esa actitud colectiva, de estabilidad, de seguir todos buscando una
conducta o una acción política y económica
beneficiosa,
le da espacio al país, le da oxígeno al país, le da tranquilidad.
Bueno, venimos de una situación -digamos- tremenda, de un terrible
terremoto. Bueno, estamos recién arreglando la cosa, estamos tratando de
ordenar los resultados tan negativos de todo eso, y ya al día siguiente
estamos empezando, sin haber arreglado el techo de la casa, ni la puerta,
ni las paredes, ya estamos empezando a discutir entre nosotros quién va a
ocupar mañana esos restos. Me parece que lo que todo el país
precisa es darse a sí mismo un tiempo, darse a sí mismo un tiempo,
inclusive va a ser mejor para todos,
porque en menos tiempo va a estar mucho más concentrada la campaña, los
medios le van a permitir a la gente llegar rápidamente al conocimiento de
la opinión de todo el mundo, y este año va a ser muy provechoso para el
Uruguay si nosotros le damos al Uruguay esa clase de mensaje de
tranquilidad. Porque no solamente un país progresa porque se vote la Ley
del Fideicomiso, porque se vote una Rendición de Cuentas, que sea eso
nada más que Rendición de Cuentas, porque se vote la modificación de
los estatutos de las Cajas Profesionales, Policiales y Militares, porque
se vote una reforma impositiva que extienda la base del Impuesto en donde
no se recauda más, pero nos va habilitar si recaudamos más y mejor a ir
bajando el IVA del 23 a 19 y de 14 a 12 y a 10, no es solamente eso lo que
un país precisa. Un país precisa que, en la medida que la cosa empieza a
revertirse, le gente vea que no nos lanzamos de un día para otro a ver
cuánto malos somos unos, y cuántos malos somos los otros, y oscurecer
con eso un panorama y un horizonte que yo creo que es un horizonte
positivo en la medida que todos nos demos cuenta de algunas cosas. Y ese
es el tema. Porque hoy, ¿qué le pasa a un muchacho joven en el Uruguay,
a un estudiante? ¿Quién no tiene una
familia, un amigo, un pariente, que no está pensando irse del Uruguay, y
que no se ha ido del Uruguay? ¿Y adónde se van? ¿Se van adónde? Se van
a España, o se van a Italia que ha sacado un pasaporte, si pueden irse a
los Estados Unidos y Canadá, se van a Estados Unidos y Canadá. Si usted
le pregunta a cualquier persona, Néber, a cualquiera, ¿cuál es el país
de América que anda bien? ¿Qué le contesta automáticamente cualquier
tipo? Chile, ¿no?
ARAUJO: Chile es la estrella
PRESIDENTE
BATLLE: Chile.
ARAUJO: Ahora hay otra estrella como
presidente, que es Lula.
PRESIDENTE
BATLLE: No, pero eso como presidente.
EJEMPLO CHILENO
ARAUJO: Como país, sin duda, barrió
todas las crisis.
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Y por qué? ¿Y por qué? ¿Qué hizo Chile para andar bien?. O sea, yo digo, este auto es bueno, este auto es el mejor,
pero yo fabrico autos
totalmente contrarios a este, y por tanto el mío es malo. Pero yo digo
que este es el bueno. ¿Y por qué no copio el que anda bien?. O sea, Chile
tiene una pata en el MERCOSUR, hizo un acuerdo con Estados Unidos, hizo
otro acuerdo con México, hizo otro acuerdo con Canadá, hizo otro acuerdo
con Europa, hizo otro acuerdo con los países del EFTA, hizo otro acuerdo
con Corea, tiene un seis por ciento de arancel, es un país abierto y
crece. ¿Y por qué nos empeñamos en ser un país cerrado, nosotros?.
CRECIMOS DESDE EL ESTADO
ARAUJO: Un hombre que aprecia mucho su
talento y que se ve que apostó mucho a usted en la Presidencia, el ex
ministro de Posadas, se declara frustrado, porque dice que ese hombre que
es usted, el Presidente de la República, no ha acometido las reformas que
el país esperaba. Y yo creo que este es un momento para que usted lo
diga, ¿por qué no las ha hecho?
PRESIDENTE
BATLLE: Primero que no voy a discutir con el señor Posadas, porque el
señor Posadas lamentablemente se fue del Senado, como senador, porque
tenía que atender su estudio y todos los días hace política, así que
no sé con cuál discutir: si con el que está en el estudio o con el que
está en la política, así que no voy a discutir. Lo que yo digo es que
yo perdí varias elecciones. ¿Por qué? Seguramente porque era un mal
candidato y porque además las cosas que proponía a la gente no le
gustaba. Y yo llegué al gobierno, no porque el Partido Nacional que me
votó, o porque el resto del Partido Colorado estuviera totalmente de
acuerdo con las supuestas locuras que yo decía hace cincuenta años. Por
ejemplo, yo fui el único candidato que dije que no había que hacer la
reforma de la Constitución, aquella del sistema previsional, que dije que
había que vender el oro, vio lo que quedaba lo vendí, una parte la
vendió Ramón Díaz y otra parte la vendí yo. Y por tanto, para que el
Uruguay en su fuerza política se decidiera hacer la apertura, tenía que
romper con una cantidad de esquemas que existían en el Uruguay
prácticamente desde la década del año 30. O sea, el mundo se abrió en
1860 y se cerró después de la Primera Guerra Mundial, y como nosotros
después de la Primera Guerra Mundial, primero aprovechamos la apertura
del mundo y crecimos, como creció Argentina, usted mire, agarre el
producto bruto por cápita por la Argentina, de la Argentina, en 1870, en
1913, y lo compara con el producto bruto por cápita de muchos países
europeos y el de la Argentina era mejor. Pero después de 1913, de la
Primera Guerra Mundial, que siguió hasta el 44, todos nos enriquecimos
fantásticos, nos llenamos de dinero. ¿Por qué? Por la desgracia ajena.
Y ese sistema de enriquecimiento y de economía cerradas que se generaron
en el mundo, a raíz de la Primera y Segunda Guerra Mundial a nosotros nos
encontró cada día más ricos. Y por tanto, todos nosotros a partir de
1935 -el señor Batlle y Ordóñez se murió en 1929, no hizo nada de eso-
crecimos desde el Estado,
hicimos un Estado con una cabeza así, y como vivíamos tan bien con ese
Estado, con una cabeza así, ¿por qué lo íbamos a cambiar? Y son seis
generaciones desde el 30 hasta el 80, y entonces nadie lo quiere cambiar.
Mire, le voy a dar un dato último, de ayer: el Parlamento acaba de dar
marcha atrás, en el Senado, una ley para eliminar los servicios médicos
de los Entes Autónomos.
ARAUJO: Sí, es verdad.
PRESIDENTE
BATLLE: El mismo día dicen que hay que achicar el gasto del Estado.
¿Entonces, qué es lo que está cambiando en el Uruguay? El gobierno que
yo presido no lo está cambiando al Uruguay; al Uruguay lo que lo está
cambiando es la crisis.
ARAUJO: ¿Pero dónde encuentra usted el
cambio?
PRESIDENTE
BATLLE: Brutal, es brutal en los seres humanos, en cada uno de nosotros.
Mire, ¿sabe un problema que tenemos nosotros? Y usted no lo debería
tener, ¿eh? Porque usted es de Melo, no salimos de Montevideo. Yo
convidaría a los uruguayos de Montevideo que dieran una vuelta por el
interior. Y que vean qué está pasando en el país, porque resulta que en
el país las exportaciones del primer semestre del 2003 es ya mayor que la
del 2002, y pareja con la del 2001. Vamos a terminar este año con mucho
mejores rubros de exportación. Resulta que los agricultores el año
pasado plantaron sin crédito, trescientas mil hectáreas de oleaginosos,
y este año van a plantar medio millón. Y los campos pasaron de valer
seiscientos, setecientos dólares a valer mil, y todo vale, vale la lana,
y vale la carne, y vale la fruta, y vale el citrus, y vale la pera, y vale
la manzana, y vale la leche, y eso crece. Ahora, ¿de dónde va a crecer
un país? Desde donde es competitivo. ¿Y de dónde es competitivo el
Uruguay? El Uruguay es competitivo de las materias primas que produce, que
son competitivas y del valor agregado a esa materia prima, que es lo que
da trabajo. Y vemos la otra punta, los servicios, todos los días aparece
gente hacer cosas en el país, claro, no en Montevideo que es la capital
de la administración y que es la que ha sufrido, han sufrido los Entes
Autónomos, hay quinientos empleados menos en el ANCAP desde que empezó
esta Administración, solamente en el ANCAP. Acá han sufrido los Entes
Autónomos, han sufrido los bancos, han sufrido las mutualistas, ha
sufrido el empleo público, que no es más un generador de trabajo. Y
entonces, ¿qué es lo que más se resiente? Se resiente Montevideo más
todo ese circuito de ciudadanos que vinieron del Interior hacia
Montevideo, cuando el Interior empezó a perder pie, y que son los
asentamientos. Nosotros cuando empezamos este período de gobierno,
Néber, teníamos setenta y seis asentamientos identificados con el
crédito del BID para cambiarlos, renovarlos, con la reducción de
recursos vamos a poder hacer solamente veintiuno.
ARAUJO: Y hay más asentamientos.
PRESIDENTE
BATLLE: Y hoy nosotros le acabamos de dar para lotes y servicios, diez
millones de dólares a los Ministerios para que armen lotes y servicios
para que pueda resolver la situación de mucha otra gente. Pero el recorte
de los recursos motivados por la crisis son las cosas que han impedido que
pudiéramos hacer las transformaciones de ese tipo. Pero la crisis,
Néber, la crisis es como dicen los chinos: “es una oportunidad”. Y el
Uruguay tiene que aprovechar esa oportunidad para abrirse, abrirse.
Néber, si usted agarra Ambito Financiero de ayer y lee la página cuatro,
usted va a ver un título que dice: “Se perdió la dependencia
brasilera, la brasilero dependencia”. Solamente el 13% de nuestras
exportaciones van para Brasil desde la Argentina. Lo mismo pasa en el
Uruguay. Nosotros antes le exportábamos más del 50% al MERCOSUR, hoy le
exportamos al mundo, Néber, es allí donde está el porvenir: en la
India, en la China, en el mundo, es allí donde está el porvenir.
ARAUJO: Hoy de mañana le pregunté a
unos de mis hijos, si tuvieras al doctor Batlle delante, ¿qué le
preguntarías? Me dice “mirá, yo veo que el tema del mercado capitales,
el tema de la banca vamos a tener un tiempo largo para recuperar todo lo
que se perdió”. Por suerte esos datos que da usted, que se conoció
estos días, pautan de que en el espíritu de los uruguayos está en
devolver esa confianza, esa credibilidad, pero va a llevar un rato. La
industria está muy golpeada, la industria muy golpeada, los indicadores
están muy feos.
PRESIDENTE
BATLLE: Perdón, estimado Néber, no había ningún indicador bueno, ¿eh?
ARAUJO:
Pero están muy feos. El comercio está...
PRESIDENTE
BATLLE: Es el que va a demorar más.
ARAUJO: Está golpeadísimo...
PRESIDENTE
BATLLE: Lo sé, lo sé.
ARAUJO: Y los impuestos y eso lo matan.
El otro día el presidente de la Cámara de Comercio nos decía en nuestro
programa que habría que despedir a 100 mil funcionarios públicos ahora,
si quieren recuperar el país.
PRESIDENTE
BATLLE: Me parece que es un gravísimo error.
ARAUJO: Pero contésteme dentro de un
instante.
PRESIDENTE
BATLLE: Me parece que esa afirmación...
ARAUJO: De Castells.
PRESIDENTE
BATLLE: De mi amigo Castells, es un gravísimo error. Pero, en fin, cada
uno tiene derecho a dar las informaciones que desee, ¿no?.
NO DIJIMOS NADA
ARAUJO: Entonces, yo supongo que esta
noche la gente quiere saber de nuestro Presidente cuáles son las cosas
que usted piensa que hay que empezar hacer, aprovechando el desafío de la
crisis que debe ser una oportunidad, como usted dice. En
materia de inversión, de empleo, de alivio fiscal..
PRESIDENTE
BATLLE: ¿Me permite? Ustedes hablan de alivio fiscal y de inversión y de
empleo, ¿no es verdad? Vamos a mirar las cosas en un plano de realidades
y no de las cosas que todos quisiéramos tener mañana, ¿no?
Durante
mucho, mucho tiempo, colaboradores míos me decían “pero, Jorge, ¿por
qué las cosas que estás haciendo no las publicitás?”, y yo decía de
ninguna manera; “pero, ¿por qué?”. Porque si una persona estaba con
36 y sube a 37 y a 38, y a 39 y a 40, y está para morir, y yo le digo
mire que hice esto, hice esto, e hice esto, y el individuo me dice “pero,
¡Dios me libre! ¡Y yo me siento cada día peor! Lo que usted hizo no
sirve para nada”. Y, por tanto, nosotros
en el gobierno jamás dijimos nada de las cosas que entendíamos que
estábamos haciendo, y cosas importantes. Pero, vea, le voy a decir una
sola cosa: en medio de la peor de las crisis, le sacamos todos los
impuestos al campo y le sacamos el aporte patronal a toda la industria, a
todo el transporte, a los fleteros y a los taximetristas y a los
omnibuseros, y le mantuvimos -devaluación mediante, hasta el 28 de
febrero de 2005- el cien por cien de los reintegros a la industria para
que pudiera exportar. ¿Y cuánto supone eso en millones de
dólares? ¿Alguien lo ha evaluado? ¿Alguien ha dicho cuánto han dejado
de pagar al Banco de Previsión? ¿Alguien se ha fijado si el Banco de
Previsión, entre enero y abril, subieron 40.000 afiliaciones o no
subieron? Yo creo que mucho se habla pero con poco manejo de la
información.
¿Alguien
ha revisado las cuentas del Fondo Nacional de Recursos, para ver el
déficit que teníamos, y cómo ahora no tenemos más déficit? ¿Alguien
ha revisado las cuentas del Ministerio de Salud Pública, para ver lo que
sucesivos ministros han ido haciendo, achicando el déficit de salud
Pública, y mejorando la atención médica? ¿El esfuerzo que estamos
haciendo para poner a las mutualistas de nuevo en pie? ¿Por qué dije yo,
en Estados Unidos, que no podía haber mutualistas de menos de 100.000
afiliados? Porque es así. Porque hoy en el mundo se precisa escala,
escala, y si usted no tiene escala no puede bajar el costo. Y, por tanto,
el Estado uruguayo, la sociedad uruguaya, todos, fuimos partícipes de un
sistema absolutamente corporativo, cada uno tenía un pedazo de país a su
servicio. O sea, los que tenían en ANCAP un servicio médico, tenían un
servicio médico basado en el precio de la nafta, y los demás no eran
buenos ciudadanos para tener un servicio médico como el de ANCAP. Y eso
es lo que el país todo tiene que deshacer, pero para deshacer eso nos
hemos encontrado con las oposiciones de nosotros mismos, de distintos
sectores de la sociedad, públicos, privados, partidos políticos,
organizaciones comerciales, industriales, sindicatos; todos hemos estado
en contra de todo esto.
ARAUJO:
Su gobierno lo intentó en ANTEL, en parte, bueno, usted después se...
PRESIDENTE
BATLLE: Perdón, nosotros no solamente lo hemos intentado en ANTEL, lo
estamos intentando en ANCAP.
ARAUJO:
Y en ANCAP, pero en ANTEL no hubo batalla, ¿pero va haber batalla por
ANCAP, ahora?
PRESIDENTE
BATLLE: Pero, por supuesto...
DEBATIR SOBRE
ANCAP
ARAUJO:
¿Se va a dar batalla...?
PRESIDENTE
BATLLE: Yo ya lo había dicho
varias veces, ya había dicho varias veces que va a haber firmas y que el
gobierno entiende que es bueno que el país discuta el tema de ANCAP y que
lo discuta con toda amplitud, para saber qué queremos hacer con esa
institución. Si la queremos dejar metida acá adentro aislada, cuando
pierda el monopolio, porque el MERCOSUR ahora en Brasil también el
sistema petrolero a partir del 1° de enero del 2003 es libre, en la
Argentina es libre. O sea, mire qué cosa más interesante. En
algún momento ANCAP, bien o
mal, compró 200 estaciones de venta de combustibles en Argentina,
pensando en que con la, digamos con la nueva refinería iba a abastecer la
nafta que le sobra, porque acá sobra nafta porque hay una deformación de
los consumos en favor del gas oil, por las diferencias de los impuestos de
uno y otro, la gente compra autos a gas oil, no compra autos a nafta,
pensando que de esa manera el sobrante de nafta, en vez de venderlo en el
Golfo, compitiendo con todo el mundo, lo iba a poder colocar en la
Argentina. Bueno, muy bien, usted va a llevar la nafta de acá para la
Argentina. ¿Y qué le van a decir los operadores argentinos cuando usted
le saque a ellos lo que ellos le venden hoy a esa compañía? La
distribuidora de Shell y de Repsol, que tienen ahí enfrente terroríficas
refinerías que refinan cuatro, cinco, seis, siete y diez veces más que
la ANCAP. "Ah, pero cómo no, usted venga para acá y nosotros vamos
para allá". ¿Y cómo le dice que no? Y el día que vengan, ¿qué
le pasa a la ANCAP? Porque del cien por ciento de todos los combustibles
que se venden, el 40% lo vende ANCAP, y el 60% lo venden ESSO, Shell y
Texaco. Así que, ustedes, señores, compren enfrente con el mismo derecho
que tenemos nosotros de vender enfrente, cierra ANCAP, ¿no es verdad?
Por tanto hay que mirar la realidad. Y esa
realidad la tenemos que mirar
porque esa realidad puede más que nuestros discursos. El mundo ha
cambiado. Lo dijo Lula: “Yo no he cambiado, es el mundo que ha cambiado”.
Y por eso él esta haciendo los acuerdos con el Fondo, y bajó la
inflación, y por eso nosotros que pensábamos que íbamos a tener 27 y
pico de inflación, vamos a tener 12 y poco de inflación. Es que todo el
mundo, sea lo que sea, de izquierda, de derecha, del centro, de abajo, de
arriba, rubio o flaco o alto , tiene que jugar ese partido con las mismas
variables que en el mundo se dan. Y el Uruguay, que es un país chico, lo
tiene que hacer. Por eso es que el gobierno del Uruguay, que esta en el
MERCOSUR, ha insistido en salir a buscar acuerdos, en poner el tema arriba
de la mesa, para discutirlo, para no tener miedo. Porque si no lo hacemos
con los países que tienen un gran mercado, va a ser para todos, mucho
más para los grandes que para nosotros, resolver los problemas del
endeudamiento.
ARAUJO: Doctor Batlle, usted, recuerdo
bien, fue defensor muy fuerte de la idea del ALCA.
PRESIDENTE
BATLLE: Sigo siendo.
ARAUJO: Después quería un acuerdo
bilateral con los Estados Unidos
PRESIDENTE
BATLLE: Sigo queriendo.
ARAUJO: Después sostuvo el 4+1 con los
Estados Unidos.
PRESIDENTE
BATLLE: Sigo queriendo.
ESTRATEGIA COMERCIAL
ARAUJO:¿Sigue queriendo esas tres
cosas? ¿Y algo más?
PRESIDENTE
BATLLE: Sí, una cosa. Yo me acuerdo de un cuento de Felisberto
Hernández. Parece que Felisberto Hernández, en una época, no sé si
siempre, era vegetariano. Y llegó a la casa con unos amigos que le
ofrecieron una milanesa. Y entonces le dijeron otros que estaban allí:
"Pero usted no es acaso vegetariano?". Y el dijo
"También". O sea, esto
es como un telescopio, ¿vio? Si yo puedo hacer un acuerdo bilateral con
los Estados Unidos que me permita recibir un beneficio para venderle
textiles sin pagar el impuesto que estamos pagando para poder competir con
todos los países que pagan cero de impuesto, y eso es un acuerdo
bilateral de textiles de lana que no lo molesta a Brasil ni que molesta a
la Argentina, lo hago.
TRES LINEAS DE ACCIÓN
ARAUJO: Pero hasta ahora no ha sido
posible.
PRESIDENTE
BATLLE: Hasta ahora. El sistema general de preferencias esta semana ya nos
dio algunas ventajas particulares en determinados productos,
fundamentalmente variedades de quesos que nos van a permitir aumentar
nuestra presencia. Si podemos llevar adelante una negociación como la que
estamos llevando y culminarla para en contra estación poder vender citrus
en los Estados Unidos, eso es un acuerdo bilateral. Lo hago. Si podemos
hacer revivir el acuerdo 4+1 que se votó en 1991 entre Estados Unidos y
los cuatro países del MERCOSUR, que es un acuerdo que es una ley de los
cuatro países del MERCOSUR, lo impulso. Y si me puedo meter en el ALCA en
el 2005, también lo empujo. Todas las opciones que nos permitan abrir el
mercado para que nuestra gente pueda trabajar y vender lo que es su
capacidad de hacer, lo voy a impulsar.
Es más, ya
Brasil también ha cambiado un poco la postura. Porque el Presidente Lula
tuvo con el Presidente Bush una reunión muy importante, con la
participación de todos sus ministros, y el documento dice: Brasil habla
de tres líneas de acción. Una primera línea es un paraguas global
llamado ALCA, con normas generales. Una segunda
línea, que es 4+ 1, o
sea el análisis de los cuatro países del MERCOSUR con Estados Unidos
para mejorar los accesos al mercado americano. Y una tercera línea, que
es la Ronda de Doha, o sea la organización Mundial de Comercio, en donde
-así como Europa y Estados Unidos quieren allí trasladar las cuestiones
agrícolas- entonces nosotros trasladamos allí las cuestiones sensibles a
nuestro sistema, que son las que le interesan a
Europa y a Estados Unidos, bajo una frase “Single undertaking”,
o sea todo arriba de la mesa: o todo o nada.
Entonces, yo
creo que todos nosotros estamos explorando todas las formas, porque al
mismo tiempo el MERCOSUR está tratado de armar un acuerdo con la India, y
al mismo tiempo, resolvimos en el 2000 en
Buenos Aires los países del MERCOSUR, buscar una asociación de
libre comercio con los países del Grupo Andino, cosa que está todavía
muy lejos, porque los países del Grupo Andino quieren poner una lista de
mil artículos sensibles, que hace que lo que quede más o menos de
intercambio sea la nada, por lo menos para el Uruguay.
ARAÚJO:
Bueno, Lula estuvo el otro día hablando a favor de eso, ¿no?
PRESIDENTE
BATLLE: Sí, pero la reunión fue horrible, no por el Presidente del
Brasil sino porque hay una gran desinteligencia comercial. Pero además
hay una cosa: ¿cuánto porcentaje del producto bruto de nuestros países
de la región se negocia entre nosotros? ¿Cuánto se negocia en el Grupo
Andino? En el Grupo Andino se negocia el uno por ciento del producto bruto
de los países del Grupo
Andino entre ellos, y entre nosotros entre el cuatro y el cinco por
ciento. O sea, ¿qué quiere decir? Quiere decir que ni siquiera estamos
consolidados entre nosotros.
ARAUJO: Bien, eso le iba a preguntar.
Usted enumeraba una serie de cosas que se están haciendo, y sin embargo
en el momento en que se reúnen, la cumbre de los Presidentes del
MERCOSUR, se plantean temas como un Parlamento, una moneda única, que aun
yo creo que el más ignorante del mundo dice “Pero eso lo están
soñando. ¿Un Parlamento para qué? Si
ya tenemos cada uno un Parlamento y le vivimos reprochando que no
es suficientemente ágil.”
PRESIDENTE
BATLLE: Bueno, el Uruguay no votó ninguna de esas cosas. El Uruguay
manifestó con toda claridad que esos temas eran temas que en el Uruguay,
en primer lugar, los considerábamos
entre todos,. Y en segundo lugar, que entendíamos que eran temas
que requerían un procesamiento muy cuidadoso para ver cuándo, cómo y de
qué manera se podían llevar adelante. Como consecuencia, en mi
condición actual de Presidente Pro Tempore, se me encargó de organizar
las reuniones -una en agosto, otra en octubre y otra en diciembre- para ir
viendo cómo se desarrollan esos temas. Yo se lo informé todo eso con
detalle al doctor Sanguinetti, al doctor Lacalle, al doctor Vázquez y a
los señores legisladores del Nuevo Espacio Independiente. Y, además,
también articulamos una agenda de trabajo que la semana que viene
comenzará con una reunión
con el Secretario Técnico, Alcuri,
porque la primera cosa que vamos a tratar de llevar en agosto a los
Presidentes es una información de qué hemos hecho
con todo lo que hemos votado del ’91 acá; punto uno. La segunda
cosa: ¿cuál es el estado de situación de la negociación colectiva
entre el MERCOSUR y la Zona de Libre Comercio Andino? La tercera cosa:
¿cuáles son los temas que el MERCOSUR ha venido tratando y resolviendo
por áreas de trabajo? Por ejemplo, el Uruguay planteó en la reunión de
Brasilia la constitución de un grupo de trabajo, que hoy se llama IRSA,
que está reunido en este momento en Caracas, para armar un esquema común
para el desarrollo de la infraestructura. Para ir de aquí a Asunción
tenemos que ir a dormir a San Pablo. O sea que no tenemos ni capacidad de
comunicación entre nosotros. El
Presidente de Bolivia el otro día recordaba que no puede sacar sus
productos por el Río Paraguay porque en la Hidrovía hay tiempos en los
cuales no se ha limpiado. No es que se modifique la traza del río: no se
ha limpiado el río. O sea que son tantas las cosas elementales
que tenemos que hacer antes de hacer un discurso, para conseguir
saltar de la nada no sé a dónde, que pienso que vamos a tener una agenda
de trabajo, la vamos a ir
mirando y nos va a llevar el tiempo necesario para ir cumpliendo los
objetivos de un acuerdo que
aunque tiene un
sentido comercial, ese es esencialmente un acuerdo político.
ARAUJO:
Doctor Batlle...
PRESIDENTE BATLLE: Es una razón bastante
sencilla. Porque cuando usted toma una medida de carácter comercial, es
una medida que está respaldada por una decisión política. Entonces, lo
que el doctor Lacalle dice con razón de que no se trata de un acuerdo
político, es cuando él le niega a esa idea del Parlamento común una
situación de -digamos- de soberanía, especial y supra soberana a los
países, por tanto no es que el que el doctor Lacalle no esté de acuerdo
en que sea un asunto político todo lo demás, no. Él entiende, y me
parece que ahí todos debemos estar de acuerdo, en que cuando él se
refiere a un MERCOSUR no político se está refiriendo a la condición que
él rechaza y todos han acompañado, que lo del Parlamento por ahora no en
cuanto al Parlamento, ¿verdad? O por lo menos así, lo entiendo yo.
ARAUJO:
Cuando dice todos, ¿qué dice, todos los líderes políticos?
PRESIDENTE
BATLLE: Todos.
ARAUJO:
Porque el Doctor Vázquez había dicho que le parecía....
PRESIDENTE
BATLLE: No, no... El Doctor
Vázquez me dijo que había que fortalecer la posición parlamentaria. No,
no, no....
ARAUJO: Vamos
a arrancar este bloque, doctor, con algo que, una
figuración: si el Uruguay tuviera un sistema monárquico de
gobierno...
PRESIDENTE
BATLLE: Sería espantoso.
ARAUJO:
Bueno, no se adelante. Si usted fuera el Rey...
PRESIDENTE
BATLLE: Sería peor...
ARAUJO: ¿El
Primer Ministro sería Atchugarry?
PRESIDENTE
BATLLE: No se precisa ser Rey, alcanza con ser Presidente.
ARAUJO: Otro
tema. ¿Cómo conoció al Presidente Bush? ¿Dónde lo conoció? La
sensación que hay es que ustedes hacen muy buenas migas.
PRESIDENTE
BATLLE: Lo conocí en Quebec.
ARAUJO:
Claro, allí estaban los Presidentes, se saludaron...
PRESIDENTE
BATLLE: No, no, pasó una
cosa... Lo conocí ahí, nos saludaron. Me dijo una cosa muy graciosa que
yo no entendí nada, que después me la explicó el Canciller. “Muchas
gracias por lo de China”. Yo no entendí nada por qué me lo decía. Y,
bueno, después el Canciller me lo explicó. Y entonces después llegamos
a la mesa en Quebec, y todos teníamos unos minutos para hablar. Y a mi me
tocó entre los que le daban cinco minutos. A otros quince y a otros
cinco. Bueno, yo lo de quince lo hubiera querido para mí, naturalmente,
por muchas cosas. Pero me salió cinco. Entonces todos sacaban unos
discursos hispánicos -¿no?- fantásticos... Y yo creí que era una cosa
política. Entonces yo dije, mire, el Presidente Bush .... Además,
¿cómo estaba la cosa sentada? Era Antilla, Argentina, ta, ta, ta, ta,
ta, ta, Uruguay, Venezuela. Entonces, acá estaban los tres Presidentes:
Lagos, Chretien y Bush, estaban ahí. Y, bueno, el Presidente Bush, el
Presidente Chretien, se comprometieron formalmente al ALCA. ¿Qué es el
ALCA para nosotros? Para Brasil es el ALCA la naranja, jugo de fruta y
acero. Para el Ecuador es la banana, para este es esto, para este es el
azúcar. Bueno, para la Argentina y para el Uruguay el ALCA es la carne.
Acá, de todos los que estamos acá, el único que está en el ALCA, es mi
amigo Chávez. Porque tiene trece mil estaciones de gasolina y varias
refinerías ya en los Estados Unidos; es el único que está dentro del
ALCA. Yo la única cosa que quiero que me deje vender carne en cada
estación de gasolina. (Risas) Ya se me desarmó el amigo. Entonces,
después dije: pero usted no tiene votos, usted no tiene votos en la
Cámara, le dije a Bush. Por tanto, ¿qué es lo que tenemos que hacer
nosotros, todos nosotros? Venir acá y tratar de hablar con todos los
congresistas y todos los interesados en las cosas y tratar de ayudar a que
tenga votos.
Yo
no sé si el ALCA es bueno, dije, lo que sí sé es que si no tenemos ALCA
nos va a ir muy mal. No dije nada más que esto. ¿Y qué pasó después?
Se levantaron y me vinieron a saludar. Y al día siguiente me invitaron a
que fuera a Washington a visitarlo, y ahí arrancó la mano. Y cuando
llegamos a Washington, le dije una serie de barbaridades y él también,
porque él es un individuo muy franco y yo también y, bueno, dijimos lo
que pensábamos; inclusive, pensamos diferente sobre muchas cosas,
pensamos diferente.
DIFERENCIAS CON
BUSH
ARAUJO: ¿Sobre Irak, por ejemplo?
PRESIDENTE
BATLLE: Sí, pensamos
diferente. Yo dije cosas que a él le parecieron distintas que a mí, y yo
dije otras cosas, pero muy franco, muy abierto.
ARAUJO: ¿Y qué le contestó cuando
dijo que habría que levantar el embargo a Cuba?
PRESIDENTE
BATLLE: No, no me dijo nada. No me dijo nada porque no estaba en la agenda
previa, yo lo metí igual porque me parecía que tenía que decirlo. Y
después tomó confianza y cada tanto me llamaba por teléfono para
chismear, que es lo que hacemos cuando yo lo llamo a Lagos, o cuando lo
llamaba a De la Rúa, o cuando llamaba a Fernando Enrique, y tenemos que
empezar a hacerlo también con los presidentes actuales. Para conversar,
para las cosas que tenemos que conversar con los presidentes, que
deberíamos tener un sistema de estos que hay ahora para hacer
conferencias, ¿no es verdad?
CORTE PENAL DE ROMA
ARAUJO: ¿No lo ha llamado ahora por
este tema de la -que aparece como una sanción a Uruguay- suspensión de
la ayuda militar?
PRESIDENTE
BATLLE: No, no, no. Pero, no, son esas cosas que mucha gente no entiende,
¿vio? ¿Qué sucede? Estados Unidos es como todos los países, tiene su
manera de ser, sus estilos, sus características; tienen clasificados los
países en cuatro categorías: los de la NATO, la alianza estratégica,
los que no están en eso y otros que no sé cuáles son. Nosotros somos
ese grupo de países que no somos ni de la NATO ni de la alianza
estratégica. Entonces, al Parlamento americano, decidió el Parlamento
que aquellos países que no tenían un acuerdo con los americanos con
respecto a este tema del artículo 98 de la Corte Penal de Roma, no
estaban en condiciones de seguir recibiendo los apoyos que se les ha
venido dando. ¿Y cuántos son los países de América del Sur que
quedamos en la misma condición que Uruguay? Somos como nueve: Costa Rica,
hoy hablé con el Presidente Pacheco; Costa Rica, nosotros, muchos más.
¿Y por qué no quedamos? Y, por una sencilla razón, porque
nosotros somos afiliados, hemos votado y hemos -digamos- aprobado en los
tratados aprobados por el Uruguay la Corte Penal de Roma, y por tanto no
podemos hacer un tratado bilateral con otro país en contra de lo que dice
el Tratado de Roma, ¿no es verdad? Y esa es la única razón, no hay
otra. Y, bueno...
ARAUJO: Ahora, ¿le parece razonable la
posición norteamericana?
PRESIDENTE
BATLLE: Mire, yo lo que creo de la posición norteamericana... Mire, yo
soy también bastante más realista de lo que me parece que uno tiene que
dejar de pensar solamente en forma teórica. Hay un lío en los Balcanes
de la madona, ¿ no es verdad? Y la OTAN no arregla, y un buen día le
dicen a los americanos que intervengan, y los americanos van e intervienen
y después empieza una serie de arreglos. Ahora, después lo sancionan.
Entonces, esa situación que tiene un país enormemente grande,
enormemente poderoso -como lo hubiera sido la misma situación de Rusia,
si Rusia estuviera en la misma condición- los hace ser víctimas de una
situación de la cual necesitan defenderse y por eso están planteando lo
que están planteando. Y yo entiendo lo del planteo. Ahora, también digo
nosotros eso no estamos en condiciones de hacerlo, nada más.
ARAUJO: No lo acepta.
PRESIDENTE
BATLLE: No, no es que no lo aceptamos...
ARAUJO: Tiene usted otra convicción.
PRESIDENTE
BATLLE: No, no es que tenga otra convicción. Si yo pudiera darles una
mano, les daría una mano. Pero nosotros, como uruguayos, hemos entendido
que el mecanismo es en la Corte Internacional Penal de Roma. Y, por tanto,
si los uruguayos -todos nosotros, empezando por el gobierno- entendió que
el mecanismo legal es la Corte Internacional de Roma, no puede al mismo
tiempo hacer lo contrario. Y nosotros no podemos participar de la idea de
hacer lo contrario de lo que nosotros fuimos y firmamos. Por tanto, aunque
usted quiera ayudarlos, porque usted quiera comprender la situación que
ese país tiene, usted no está en condiciones de hacerlo porque viola lo
que usted mismo ha resuelto firmar. Y si lo ha firmado es porque usted
cree en eso, sino no lo hubiera firmado.
ARAUJO:
Presidente, ¿cómo se lleva con Lula? ¿Buen diálogo?
PRESIDENTE
BATLLE: Muy bien, es muy fácil. En primer lugar, es clarito, lo mira a
los ojos, trasmite sinceridad; es un hombre absolutamente confiable.
ARAUJO: ¿Y
Kirchner?
PRESIDENTE
BATLLE: Con Kirchner recién nos empezamos a conocer. Y yo creo que,
tuvimos una sola reunión, yo creo que él está en un momento en donde
tiene estos tres meses de buscar un acomodamiento en su propio país,
porque tiene elecciones. Y fíjese que el tiene elecciones ahora de
gobernadores por todos lados, de diputados por todos lados. Tiene la
necesidad de postergar los acuerdos con el Fondo, tiene la necesidad de
postergar la modificación de las tarifas de los servicios públicos. El
tiene, yo creo, la necesidad de esperar al mes de setiembre, de cuando
Lavagna presente -que creo que es una de las reuniones internacionales-
cuando Lavagna presente su plan de reconversión o de arreglo de la deuda
para poder enfocar su gobierno de futuro.
Yo diría que
todos lo que tenemos que hacer con respecto al gobierno argentino, es
darle espacio. No podemos pretender que eso mañana tenga una definición
para un lado o para otro. Hay que darle espacio, porque son muchos los
problemas que hay que resolver, muchos.
MONEVIDEO ESTÁ SUFRIENDO
ARAUJO: Presidente, nos quedan unos
minutos finales. No le quiero plantear más preguntas. Y me gustaría si
quiere decir algo que le quedó por afuera o que lo desvié yo.
PRESIDENTE
BATLLE: No, Néber, mire, yo
la única cosa que quisiera decir es que, en primer lugar, yo salgo todos
los días de mi casa temprano, voy a la Casa de Gobierno, vengo a
almorzar. Almuerzo en casa, voy de vuelta a la Casa de Gobierno, a veces
vengo a las 9.00, a veces vengo a las 10.00, a veces vengo a las 11.00.
Ando por la calle, miro, y además de mirar, veo. Veo
la mucha gente que anda en bicicleta, porque entiende que es necesario
para ahorrar los pesos del ómnibus, veo la mucha gente que camina, veo
los carritos con caballos y los carritos con gente de a pie. Y sé que
Montevideo todavía está sufriendo mucho. Sé que la campaña
está creciendo mucho. Mucho, mucho, mucho. Sé que inclusive hay lugares
en la campaña donde hay escasez de mano de obra. Estoy seguro que no en
poco tiempo alguna gente va a ir a mirar la campaña para volver, para
allí. Sé que va a demorar todavía un tiempo que eso se transforme en un
beneficio efectivo y real, fundamentalmente para la gente de Montevideo.
Vamos a hacer un esfuerzo grande en lotes con servicios, en asentamientos,
si podemos poner un poco más de dinero, en algunas cosas con los
municipios, para ayudar a la gente que más necesidad tiene.
Pero le estamos
diciendo a todo el país que estamos absolutamente convencidos
-absolutamente convencidos- de que solamente un país que se abra al mundo
es un país que retiene a su gente y que le da oportunidades. Un país que
se cierra, es un país que echa a su gente. Y por tanto en eso yo sé que
hay muchos que están en contra de lo que yo digo. Muchos. Que además lo
digo hace, desde el año 56, 57 hasta ahora. Y que lo sigo pensando. Y lo
voy a seguir intentando llevar adelante.
Todas las cosas
que estamos procesando en el sistema financiero, en los Entes Autónomos,
en el sistema de salud, en el sistema impositivo para extenderlo para que
todo el mundo pague algo, aunque se pueda bajar la tasa, todo eso es para
colocar al país en mejores condiciones de competir.
¿No me creen a
mi? Pero miren al mundo. El que no está en condiciones de competir no
tiene cómo crecer. Y en el Uruguay se crece hacia afuera, se crece
exportando, porque no hay un mercado como el mercado brasilero que le
permita esperar a esa circunstancia. Y por tanto para crecer hacia afuera,
para crecer exportando, hay que tener liga con los mercados que compran.
No nos podemos quedar encerraditos acá. Ni Brasil va a ser grande
exportándole al Uruguay, ni el Uruguay va a crecer exportándole al
Brasil. Si le exportábamos 1.000 millones y ahora exportamos la mitad. Es
en el mundo donde se juega el partido. Es en China donde se juega el
partido. Es en la India donde se juega el partido. Y es allí donde
tenemos que ir si queremos que la gente de acá se quede acá. Y si
queremos que la gente que está afuera del sistema, si queremos que toda
esa gente que está en los barrios, esa muchachada que está en la esquina
de Bulevar Artigas y Gral. Flores, que me ven todos los días, que los
saludo, que los converso, que los invito a venir, que vienen; que
conversamos, que quisiera ayudarlos. Dígame una cosa, el otro día todo
el mundo dice qué contento estaba usted en Maroñas. ¿Y por qué estaba
contento en Maroñas, yo? ¿Porque me gustan las carreras? ¡No! Porque
aquello era un desastre. Hubo alguien que se le ocurrió que si había
ciertas condiciones podía poner 20 millones de dólares, darle trabajo a
la gente, mejorar el barrio, y darle expectativas a una cantidad de gente.
Por lo mismo que intentamos hacer la concesión del Aeropuerto, por eso
hicimos la Megaconcesión de las carreteras, por eso tenemos que buscar la
concesión para lo ferrocarriles, para armar los ferrocarriles. Por eso
van a venir más instalaciones industriales en el Interior de la
República, que es lo que la gente cree mucho más. Porque se habla mucho
del asunto este de que se disputan los departamentos: RIMA que vendrá o
no vendrá según consiga dinero que le tienen que prestar en el banco de
Brasil, porque el Uruguay no lo puede pedir, pero no se habla nada de
otras cosas mucho más grande, mucho más importante, alrededor del
negocio de la madera que van a instalar prontito en el Uruguay. Todo eso
amigo Néber, me permito decirle que si seguimos firme, aunque estamos
sufriendo, yo lo sé, hay un camino claro para el Uruguay.
ARAUJO: Que así sea Presidente. Muchas
gracias por la conversación de esta noche.
PRESIDENTE
BATLLE: Al contrario, a usted, muchas gracias.
ARAUJO:
Muchas gracias.
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