31/07/03 

GRANDES AVANCES EN LAS RELACIONES COMERCIALES

“Hemos adelantado mucho, hemos dado pasos de siete leguas en las relaciones comerciales” con el Estado de Rio Grande do Sul, destacó el Presidente Batlle en el transcurso de su alocución de saludo al Gobernador Germano Rigotto. Éste señaló que su visita será “muy productiva” para el fortalecimiento de las relaciones mutuas.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, DURANTE LA CENA OFRECIDA AL GOBERNADOR DE RIO GRANDE DO SUL, GERMANO RIGOTTO
30/07/2003

Señor Gobernador del Estado de Río Grande Do Sul, estimado amigo, Germano Rigotto, señores Ministros de Estado, señor Presidente de la Asamblea Estadual, señor Diputado, señores dirigentes empresariales de las distintas organizaciones empresariales del Estado de Río Grande Do Sul, señores Prefeitos, señores empresarios, en nombre del pueblo y del gobierno del Uruguay, de los señores Intendentes de los departamentos de la frontera del Uruguay con Brasil, les damos la bienvenida.

Tengo el enorme honor y el enorme placer de recibir a los hermanos de Río Grande Do Sul. Le decía esta mañana al señor Gobernador de  que el es el segundo Gobernador del Estado de Río Grande que llega invitado al Uruguay oficialmente, y que da la casualidad que la primera invitación fue  cursada en 1947 al gobernador Jobim y el Presidente de la época era mi señor padre. Por tanto, las circunstancias, el azar, hacen que pueda agregar a los pocos hechos de la historia personal algunas cosas vinculadas a Río Grande do Sul porque mi padre estuvo asilado, escondido, en Don Pedrito, junto con dos señores que fueron después también Presidentes de la República, Tomás Berreta y Alfeo Brum, en el mismo lugar a donde muchos años después, cuando yo tuve la oportunidad de trabajar en Don Pedrito accidentalmente sin saber por qué el destino me llevó al mismo lugar, a la misma familia, a donde mi padre había estado muchos años antes también viviendo ahí en Don Pedrito y cerca además de la Estancia de Maneco Martins, descendiente del señor Martins, que había sido importante en la vida política de Río Grande a finales y principios del siglo XX y del siglo XIX, cuya familia está muy unida a la historia de la pecuaria del Uruguay porque son los dueños de la tradicional estancia La Invernada en el Uruguay, y además está unida y vinculada a la mejor diplomacia brasilera a través de nuestro queridísimo amigo, casi uruguayo, y sin ofender a nadie, casi colorado, Frank Tompson  Flores, Embajador de Brasil.

Quiero decirle, señor gobernador, reiterarle lo que dije esta mañana. No se puede entender  la historia  del Uruguay sin conocer la historia de Río Grande Do Sul. Tenemos los mismos habitantes de aquellas primitivas tribus que poblaron nuestras campañas: Charrúas o Minuanes, según ustedes les dicen, Tupis y Tapes, según ustedes les llaman, que fueron los primeros pobladores y los que inclusive luego fueron -con las misiones jesuíticas tanto en las costas del Río Uruguay como en las campiñas uruguayas posteriormente- los introductores de ganado, los que organizaron las primeras grandes estancias y que luego fueron cediendo paso a ciudadanos, que a lo largo de la historia de Río Grande y del Uruguay, tanto tuvieron que ver con nosotros: Beto Gonzálvez, Garibaldi.

El camino de Laguna a Colonia del Sacramento era una camino viejo que los antiguos escritores de distinta naturaleza, que recordaban el pasado, fundamentalmente los padres jesuitas relataban con detalle  lo que era el largo camino que unía la Colonia del Sacramento con Laguna, que fue la primera población al sur antes de fundar San Pedro de Río Grande, mucho antes que ocurriera la fundación de Porto Alegre.

Todo eso hizo que siguiéramos andando juntos. Los años me han dado el privilegio de haber conocido a muchos de los brasileros ilustres que salieron de Río Grande. Llegué a conocer a Don Getulio Vargas y a sus colaboradores íntimos, a Osvaldo Araña, a Batista Lusardo, e inclusive, tanto Lindolfo Colot, el primer Ministro de Trabajo de América del Sur, cuya fotografía luce al lado de Getulio cuando “ele tomo pose no Catete, no Palacio do Catete em 1931”, y sobre todo el abogado general, Flores Dacunha, a quien conocimos en el Parque Hotel, cuando allí  estaba en momentos en que la cosa política no venía soplando con el minuano a favor, sino soplando con el minuano en contra y venía aquí a estar entre nosotros. Quiere decir, señor Gobernador, que la historia política -y los dos somos políticos- nos han unido siempre, siempre.

No crea que hemos estado siempre a favor. A veces Gumersindo invadía desde acá siendo de allá y luego venía para acá y teníamos unos líos espantosos de los cuales tenga usted la certeza que Riet Correa es el responsable. ¿Dónde está? Está por allá. Porque en Santa Victoria do Palmar, el hoy Intendente del Departamento de Rocha, su familia, lo protegía a Gumersindo en Santa Victoria do Palmar. Quiere decir, estimado amigo Gobernador, que somos todos lo mismo, la misma gente, la misma pampa, la misma forma de pensar y de ser, la misma forma de vestir, de bailar, de cantar, de soñar y de luchar. Eso cada día nos va a unir más.  Y usted nos ha hecho el gran honor y nos ha traído la gran felicidad de venir acompañado de una formidable delegación, de hombres  de Estado de su país, de Prefeitos de su país, de uruguayos radicados allá por mitades, como el amigo Sores, mejor dicho, para que todo el mundo entienda el amigo Proenca, que está por acá pero que él sabe que tiene el 50%, la mitad de él en Artigas, y la otra mitad Cuaraí, ¿no es así?

Y, por tanto, no solamente nos ha hecho ese honor si no que nos ha hecho un gran bien. Porque hoy hemos adelantado mucho, hemos dado pasos de siete leguas en las relaciones, no las políticas que las hemos tenido siempre, sino en las relaciones comerciales. Y en Uruguay, que durante mucho tiempo fue como estructura un país bien formado y adelantado y que recibió por muchos años a mucha gente joven del sur de Brasil, de Río Grande,  que venía a estudiar acá entre nosotros. Hoy el Uruguay siente que va a encontrar en Río Grande un hermano mayor y más fuerte para ayudarlo a crecer.

Hoy se han cambiado los papeles. Ustedes forman parte de un formidable país, con 170 millones de habitantes al parecer fue la última cifra dada por el inventario de ciudadanos de Brasil, pero yo creo que hoy ya son como 180 millones, señor Gobernador, porque Brasil crece y crece todos los días. Y sin ninguna duda las instituciones de ustedes también se fortalecen y nos van a dar una gran ayuda para poder también hacer del Uruguay, este pedazo del continente, un país que al igual que ustedes pueda crecer al lado de ustedes.

Nuestro deseo, señor Gobernador, es que se sienta usted como siempre en su casa. Usted y todos los que lo acompañan. Nuestro deseo es seguir yendo siempre “a la cancha reta”, allá en Don Pedrito, a ver si podemos ganar una carrerita. Cosa difícil, señor Gobernador, pero, en fin, son las ilusiones de las cuales uno vive. Y acompañarlo en Esteio, y acompañarlo en todas sus cosas como lo hicimos recientemente en nuestra visita a Río Grande.

Le agradecemos que haya tenido la chance de venir y esperamos visitarlo muy pronto, todos juntos. Muchas gracias.      


PALABRAS DEL GOBERNADOR DE RIO GRANDE DO SUL, GERMANO RIGOTTO

GOBERNADOR RIGOTTO: Me gustaría saludar a todos, saludar al Excelentísimo Señor Presidente de la República del Uruguay, señor Jorge Batlle, y agradecer la recepción, el cariño, la presencia de todos aquí, y agradecer la invitación que me hizo el Presidente Jorge Batlle para que pudiéramos realizar esta visita oficial a Uruguay. Quiero agradecer la presencia del señor Vicepresidente de la República y Presidente del Senado, el señor Luis Hierro López, y de la misma forma al señor Presidente de la Cámara de Diputados, Cámara de Representantes, el diputado Jorge Chapper; saludar al señor Ministro de Relaciones Exteriores interino, Embajador Guillermo Valles, el señor Ministro de Agricultura y Pesca, Martín Aguirrezabala, que está con nosotros y que tenemos la oportunidad de estar juntos hoy; al señor Ministro de Industria y Energía y Ministro interino de Turismo, el señor Pedro Bordaberry, y de la misma forma el agradecimiento por haber estado juntos durante la tarde de hoy; al señor embajador de Brasil en Uruguay, el señor Eduardo do Santos, el señor presidente de la Asamblea Legislativa de Río Grande do Sul, diputado Vilson Covatti, el señor presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado de la República, el señor Carlos Julio Pereyra; el señor presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes, el diputado Sergio Laviña, el señor presidente de la Comisión Parlamentaria del MERCOSUR, Washington Abdala, el señor diputado federal Erico Rivero, el señor diputado presidente de la Comisión del MERCOSUR y la Comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Legislativa de Río Grande do Sul, señor cónsul de Uruguay en Porto Alegre, Oscar de María, el señor diputado Federico Antúnez, secretario de Obras Públicas y Saneamiento de Río Grande do Sul, el señor Luis Roberto Ponti, secretario de Asuntos Internacionales del Estado, el señor Odasir Clae secretario de Estado  de Agricultura y Abastecimiento de Río Grande do Sul, señores intendentes de Uruguay aquí presentes, señores presidentes de entidades empresariales de Río Grande do Sul que nos acompañan, y  saludo a todos en la persona del presidente de la Federación de Industrias del Estado de Río Grande do Sul, Francisco Renan Proenca, en la persona del presidente de la Federación de Agricultura del Estado de Rio Grande do Sul, Carlos Sperotto, y en la persona del presidente de las Asociaciones Comerciales y de Servicios de Río Grande do Sul, Paulo Alfonso Feijó.

Saludo a los directores de todas las entidades de comercio, de la Federación CBL, en fin, de todas las entidades empresariales que estamos acompañando.

Tenemos, Presidente Batlle, nada más y nada menos que 40 empresarios con nosotros, cuyos presidentes de cinco grandes federaciones de las entidades mayores del sector productivo de Rio Grande so Sul. Quería saludar a todos los amigos y compañeros de nuestra comitiva, de nuestra misión empresarial y nuestra misión política de Río Grande do Sul que visita oficialmente Uruguay. Quiero saludar a las autoridades civiles, militares, señores empresarios uruguayos, brasileros, señores representantes de prensa, señoras y señores.

Quiero decir, Presidente Batlle, quien mira así al mapa de esta parte del continente que muchos llaman la Pampa, ciertamente percibe la continuidad territorial y topográfica que se establece entre Río Grande do Sul y Uruguay. Son cuchillas que desconocen fronteras, y que se extiende de norte a sur, en dirección al Plata. En esta región, Presidente, vive un tipo de hombre como usted también dice, un tipo de hombre que es producto del encuentro de dos razas, que da origen a una cultura propia, gaúcho para nosotros o gaucho para los uruguayos. Conforma, sin duda, el tipo más marcante surgido en América después del descubrimiento. Su modo de ser, su modo de vivir, sus valores, la cultura que desarrolló, adquiere tal fuerza que traspasa las fronteras de Rio Grande e influye definitivamente en todos los que vinieron después. Quien anda en Brasil septentrional, incluso en las franjas de la Amazonia, va a encontrar centros de tradiciones gaúchas, animados por gaúchos y por sus mujeres, cuyos antepasados vinieron de Alemania, Italia, Polonia, de las más diferentes partes del mundo.

Eso me hace recordar a vuestro gran Fernán Silva Valdés: “hubiera querido ser un gaucho y no un hombre de la ciudad”. Hoy somos hermanos de esta misma raza, y por eso no existe en el mundo otra ciudad donde los gaúchos del norte nos sintamos tan cómodos como en esta bella Montevideo. Así, como en una playa tan portoalegrense, que nosotros cariñosa y familiarmente llamamos de Punta. Es verdad que la historia, durante dos siglos,  manchó esta frontera de fraterna sangre. Pero es una verdad mayor, y más valiosa, que el pueblo por sí mismo cuidó las cicatrices y trató de coser lo que estuviera rasgado. Es imposible para mí viajar por nuestra frontera sin reflexionar sobre aquello que, de una punta a la otra, fue siendo edificado por nuestros pueblos.

Ciudad aquí, ciudad allí, una enfrente a la otra, frente a frente: Chui – Chuy, Yaguarón - Río Branco,. Livramento – Rivera, Aceguá – Aceguá, Quaraí – Artigas; Barra de Quaraí - Bella Unión. Como puntos simétricos de una costura por donde pasa un fraterno hilo de relaciones humanas, uniéndonos de una forma ejemplar. Este es un momento de confraternización. Le agradezco, Presidente, la acogida que nos proporciona. Estamos aprovechando, aprovechamos el día de hoy y aprovecharemos mañana, una agenda intensa para formalizar contactos, entendimientos, empezando a dar marcha a diversos asuntos de interés común. Es verdad que son entendimientos binacionales, es verdad que toda nueva agenda respecta a Uruguay y a Río Grande do Sul.

Esta tarde, participamos del comienzo de una ronda de negocios entre empresarios riograndenses y uruguayos. Aproveché cada oportunidad para hablar sobre la reciproca necesidad de ampliar nuestras relaciones comerciales: 10 % de las importaciones uruguayas convergen en Río Grande do Sul. Tengo la certeza, Presidente, de que en sucesivas ruedas de negocios, fortalecimiento de las cámaras sectoriales, interrelacionamiento de nuestras cadenas productivas, podremos alcanzar niveles superiores en nuestras transacciones internas y creciente competitividad en nuestras transacciones externas comunes.

Tenemos todavía una jornada de mucho trabajo durante mañana. Pero hago hincapié en dejar registrado en este momento un hecho que considero fundamental, que le cabe un papel destacado en el sentido de nuestra integración. Como ningún otro de sus antecesores, el señor conoce Brasil y Río Grande do Sul. Ese conocimiento, Presidente, fortalece y le da sentido más profundo a nuestras expectativas. Las funciones de Estado que nos están delegadas, tienen una base solidaria, gaúcha, ibérica, con usted en la Presidencia de la República,   de esta República hermana que ahora se vuelve más fraterna y más amiga.

Esto vuelve todo mucho más fácil: somos de esta estirpe que como enseñó vuestro Fernán Silva Valdés, nació en la conjunción de dos razas, como el tallo de dos piedras, nacen los tallos. Es lo que somos, Presidente.

Muchas gracias por la recepción, muchas gracias por la amistad y por el cariño. Muchas gracias a todos los señores que nos reciben y que con certeza este viaje oficial, que a su invitación hicimos, será muy productiva para fortalecer nuestras relaciones, no sólo comerciales, no sólo culturales, sino nuestras relaciones de amistad que son muy importantes para el fortalecimiento de las otras relaciones. Muchas gracias y un abrazo. Y, Presidente, quiero entregarle –usted dijo que tendríamos algunas “carreritas” de ahora en adelante, y tendríamos que ganarlas- quiero pasar a sus manos un presente de los gaúchos: es un caballo vencedor, para el Presidente Batlle, de un gran pintor de Rio Grande do Sul, para que el Presidente Batlle continúe ganando muchas carreras y que podamos ganar juntos. Y que no es el número 15, sino el número 1, para el Presidente Batlle de todos los gaúchos. Muchas gracias.