13/06/03
URUGUAY Y BRASIL JUNTOS
EN CONTROL SANITARIO
“Es muy importante que
los encargados de las gestiones de producción, nos juntemos a trabajar en
las cuestiones sanitarias”, dijo el Presidente Batlle, asegurando que
Río Grande del Sur ha trabajado en forma muy seria, responsable y eficaz
en el control sanitario de las distintas epizootias que afectan al ganado.
El Presidente de la
República, Jorge Batlle, se entrevistó con el Gobernador del Estado de
Río Grande del Sur, Germano Rigotto, en el Palacio Piratiní.
Rigotto expresó que: “Nos
sentimos honrados con su presencia y queremos aprovechar esta oportunidad
para hablarle de nuestra convicción sobre la importancia del MERCOSUR
para nuestros países, en un sentido general, y para nuestro Estado y el
Uruguay en un sentido más específico, dada la proximidad y la semejanza
de nuestras economías.
Presidente, tenemos mucho
que conversar y mucho que integrar. Creo conocer su pensamiento sobre el MERCOSUR y el ALCA, y
tenemos un entendimiento semejante.
Es importante que estemos
unidos en el MERCOSUR para que sean provechosas
las negociaciones del ALCA.
Veo al MERCOSUR como un
destino de nuestros países y al ALCA como una opción.
Haremos negociaciones
provechosas en el ambiente del ALCA si el MERCOSUR está consolidado, y si
nuestros países actúan juntos, tanto en el frente político como
económico.
En lo personal considero
inaceptable un proceso de integración continental, la manutención de las
barreras proteccionistas norteamericanas, aduaneras o no, bien como sus
subsidios agrícolas, pauta que ellos prefieren discutir en el foro de la
OMC.
Desde nuestra perspectiva
riograndense, el MERCOSUR es una realidad geográfica y un destino
histórico.
El ALCA por su parte, es un
espacio para la negociación del cual no nos debemos apartar.
Pienso que tenemos más
fuerza si defendemos nuestros intereses en nombre de 210 millones de
habitantes, ostentando un PBI de un millón de dólares y un poder de
compras externas de 100 billones de dólares.
En contraposición, si
negociamos en rebanadas probablemente seremos rebanados.
Presidente, soy un
Gobernador optimista, creo en la fuerza generadora de trabajo, en los
bienes que proveen de una cultura elevada, en los avances que se obtienen
con los cambios tecnológicos, en el dinamismo de las iniciativas
privadas, y en los altos papeles que le caben al Estado como institución
reguladora del bien común.
PALABRAS DEL PRESIDENTE
DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, LUEGO DE ENTREVISTARSE CON EL GOBERNADOR
DEL ESTADO DE RIO GRANDE DO SUL, GERMANO RIGOTTO
12/06/2003
Señor Gobernador, se
podrá usted imaginar el honor que usted me ha hecho al habernos recibido
-con todos sus colaboradores- en este lugar; este no es un lugar
cualquiera en la historia del Brasil, señor gobernador. Aquí estamos en
la casa de Julio del Castillo, o sea, este es un ámbito que representa
para riograndenses y para uruguayos uno de los puntos centrales de nuestra
historia común. No puedo hablar tanto de nuestros correligionarios, los
Saravia, porque aunque Gumersindo era nacido acá, algunos de sus hermanos
eran del Partido Colorado y otros eran del Partido Blanco, aunque el
gobernador no sabia que además de ser yo colorado, tengo un corazón y un
número que también es 15 (aplausos).
Quiere decir que tengo mi
porvenir resuelto. Cuando pierda allá, me vengo para acá. Pero espero
que eso no suceda, lo de perder, y si suceda lo de venir , y venir muchas
veces, y muchas veces a Río Grande del Sur, a donde volveré siempre,
donde tengo tantos y tan buenos amigos, y donde han transcurrido cosas
importantes de la vida de mi familia, de mi padre y de mi mismo.
Pero hoy estamos en otras
cosas, aunque es bueno siempre recordar, que es volver a vivir. En las
cosas en que estamos, son todas cosas, además de positivas, entiendo
relativamente fáciles de alcanzar.
En esta reunión de julio,
en donde tendremos el enorme placer de recibir al señor Gobernador y a
sus colaboradores del sector público y del sector privado, podemos ir
haciendo cosas que ya están en cierta medida en marcha.
En primer lugar, nosotros
firmamos con el señor entonces Presidente de la República, Don Fernando
Henrique Cardoso, acuerdos de frontera que han sido ya sancionados por la
Cámara de Diputados del Uruguay, y que están a consideración del Senado
de la República, donde también van a ser votados acuerdos muy
importantes que establecen un sistema especial para la vida y el trabajo
en las fronteras en un área de 20 kilómetros a ambos lados de esta
frontera, que va a pasar a ser un ámbito común en donde muchas cosas se
van a poder ir resolviendo. Como en buena medida usted saben que ocurre
entre Santana do Livramento y Rivera, en donde no existe el río que nos
separa, o como también sucede en otros puntos de la frontera, tanto seca
como fluvial, entre Río Grande y el Uruguay. Creo que también el
Parlamento de Brasilia va a votar favorablemente este tratado y tengo que
-para mi- la idea de que este es un tratado que puede ser utilizado por
los demás países del MERCOSUR con igual propósito.
No les voy a contar a
ustedes lo que ya saben, que existen en el Uruguay desde hace ya bastante
tiempo y todos los días hay personas importantes, serias, interesadas en
invertir en el Uruguay, tanto en el sector agropecuario, como en el sector
de la producción industrial. Recientemente inclusive yo diría que el
frigorífico de los más desarrollados, de los más desenvueltos
técnicamente del Uruguay, en las zonas de Cerro Largo, en Melo, ha sido
adquirido en su mayoría accionaria por un productor brasilero del Estado
de Río Grande, con una enorme e importante inversión que lo va a colocar
decididamente al frente de todo el esfuerzo exportador del Uruguay.
Eso facilita enormemente
que pensemos en acuerdos comunes, y supongo, señor Gobernador, que aunque
a veces el exceso de peso conspira contra los transportes aéreos, usted
llevará a Schelotto en julio a Montevideo. Lo mismo pienso que con el
amigo Proenca, quisiéramos recibirlos porque también industriales
riograndenses, particularmente gaúchos, están haciendo contacto con
gente del Uruguay y tenemos oportunidades recíprocas muy interesantes,
que tenemos que explorar en distintas áreas específicas.
Es muy importante que los
encargados de las cuestiones de la producción nos juntemos para trabajar
las cuestiones sanitarias. Río Grande ha trabajado en forma muy seria,
muy responsable y muy eficaz en el control sanitario de las distintas
epizootias que afectan al ganado. Tenemos que trabajar juntos en materia
agrícola, podemos trabajar juntos en otros tipos de actividades.
Y
como lo señaló el señor Secretario de Desarrollo del Estado, podemos
también en el plano científico y tecnológico trabajar. Con ese
propósito estuve ayer, junto con el Decano de la Facultad de Química del
Uruguay, trabajando en un proyecto específico, en donde podemos hacer un
joint ventuire de determinado tipos de productos en donde no existirían
competencias en los desarrollos a nivel de laboratorio en el Uruguay y
Brasil, por la naturaleza distinta que la flora brasilera y la flora
uruguaya producen, en esos productos que hoy tienen un creciente interés
por parte de los consumidores. Productos medicinales de origen
directamente vegetal, en donde podemos desarrollar una tarea común de
enorme provecho para nuestras dos regiones, aquí, en el Sur, en este
clima templado en donde estamos actuando en común.
O
sea, cuando yo era fazendeiro aquí, en Río Grande do Sul, y iba a la
Cooperativa, allá a Santa Ana do Livramento, mi preocupación primera era
preguntarme, ¿por qué los sperótos de acá, los sperótos de allá, no
se juntan para vender juntos, para negociar juntos las cosas? ¿Por qué
nosotros cuando cosechamos el arroz, un poquito después que lo cosecha
Río Grande do Sul, vamos a venir aquí a competir para bajar los precios
de los productores locales? ¿Por qué no nos podemos poner de acuerdo
cuando el mercado es común y es el resto del Continente y buena parte del
mundo?
Yo
siempre que lo decía, en aquella época, cuando yo vine por primera vez a
comprar un toro a lo de Pacífico, había que cruzar todavía -para llegar
a Santa María- en balsa, casi me muero. Fíjese, Schelotto, lo que ha
cambiado Río Grande do Sul. Julio del Castillo quisiera estar vivo para
ver lo que es esta gran potencia del gran Estado de Río Grande do Sul. Y
seguramente esto va a cambiar muchísimo más, y muy rápidamente.
Entonces,
no existen razones de facilidad de convivencia para que no nos podamos
poner de acuerdo en hacer cosas en común; sobretodo, porque no sé qué
porcentaje, pero no ha de bajar de treinta y cinco por ciento, cuarenta
por ciento, que es lo que planta el arroz en el Uruguay son brasileros, -o
más, dice speroto-, a de ser más, de cualquier manera dentro de poco
votan todos allá. Lo cual son, como-dice un amigo mío que está sentado
acá en la primera fila, son doble chapa.
Yo
creo que eso es algo que hace muchos años nos espera, hace muchos años
nos espera. Yo diría más, usted sabe Gobernador, hemos ido para atrás.
Hace muchos años, hace muchos años -no le digo, casi treinta- le hablo
de, yo soy un hombre viejo, Gobernador, yo tengo setenta y cinco, calcule,
podría ser su padre; la gente del norte del Uruguay, los ganados, los
mandaban todos para el norte, no iban para el sur, venían todos para el
norte. Es natural. No había caminos, no había comunicaciones en el
Uruguay para llevar los ganados para el sur en todas las antiguas llamadas
vaquerías del mar. La gente de Lascano, toda la gente de Treinta y Tres,
y de Cerro Largo, los ganados se faenaban acá en el norte. Era más
fácil.
En
esa época la gente mandaba a sus esposas a tener familia, desde Cáceres
a Cuiaba, en barco a Montevideo. Era más fácil llegar en barco a
Montevideo que ir de Cáceres y de Cuiaba hasta San Pablo. Y las
mercaderías se transportaban hacia el norte, y después venimos para
atrás. Después nos encerramos. Entonces, volver a abrirnos, volver a
entendernos, volver a ser fáciles las cosas que eran fáciles antes, y
que nosotros transformamos en difíciles, no es sencillo. Se necesita
mucha buena voluntad, mucha capacidad de comprender la razón del otro. Es
preciso una actitud de cada uno de nosotros, sentándonos para decir no,
antes de decir lo nuestro tenemos que empezar a pensar que el otro tiene
razón, para poder llegar a un punto medio en donde el beneficio sea
común, porque el negocio es bueno cuando los dos ganan, sino el negocio
no es bueno.
Yo,
por cierto, he hecho buenos negocios acá trayendo ganado a Galoforte y
vendiéndolo en todo el Estado de Río Grande Do Sul, durante algunos
años, y lo hacía con placer, y lo volvería a hacer con mucho placer.
Pero ahora, de la mano del señor Gobernador y de todos ustedes, estoy
seguro que vamos a hacer cosas mejores. Muchas gracias.
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