10/03/03

EL ESTADO NO CREA EMPLEOS  

 

“El estado no da empleos, porque cuando lo hacía generaba un costo que después tenía que pagar el productor”, dijo el Presidente Jorge Batlle, al referirse a la disminución del desempleo, en su visita al departamento de Treinta y Tres.   

DECLARACIONES A LA PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, DURANTE SU VISITA A TREINTA Y TRES CON MOTIVO DE CUMPLIRSE 150 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DE LA CAPITAL DEPARTAMENTAL Y DE LOS 100 DE LA CIUDAD DE VERGARA

10-03-2003

PERIODISTA: Presidente, ¿qué consideración le merece este aniversario?

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, son cien años que empezaron desde muy abajo, cuando  no había caminos, no había luz, no había teléfonos, no había leyes previsionales, no había jubilaciones, no había prácticamente nada en el Uruguay. Todo se ha construido con el esfuerzo de la gente de Vergara y con el esfuerzo de la gente de Treinta y Tres. Y ese es el gran mensaje.

El mensaje de paz y entendimiento, de tolerancia, de respeto, porque en ese entorno es donde vamos todos a caminar y donde vamos todos a aprender. Por sobre todo -¿sabe qué?- con un campo que de nuevo esa afirmación de que el país se muere con el campo o se salva con el campo vuelve a tener fuerza.

El campo hoy está de nuevo produciendo, trabajando, exportando con buenos precios, con buenas posibilidades de obtener rentabilidades: la lana vale, la carne vale, la carne ovina vale, los granos valen, el arroz mejora, la leche mejora y hay mecanismos para que todo el mundo pueda cumplir con sus obligaciones. Eso es lo que tenemos que aprender a saber: que todos tenemos que respetarnos, cumplir con nuestras obligaciones.

PERIODISTA:  ¿Coincide con sus expresiones, doctor, de que el interior está llamado a las grandes  inversiones que vienen del extranjero? 

PRESIDENTE BATLLE: Todo lo que viene del extranjero va al interior -todo, absolutamente todo- y casi todo va al sector agricultor o al sector, digamos, de alimentos, ya sea pescado, en La Paloma, que se va a inaugurar este año, que son capitales extranjeros, noruegos y chilenos; ya sea fruta, en Paysandú, ya sean derivados de productos agropecuarios que están haciendo en Soriano gente que viene de la Argentina, ya sea exportación de fruta o exportación de verdura. ¿Usted podía imaginar que se estaban exportando el equivalente a cien hectáreas de zapallo cabutiá para Italia en el Uruguay? ¿Usted puede pensar que hay ciento cincuenta hectáreas que se van a dedicar a plantar ahí -en la Ruta 1, frente a  la planta de recepción de CONAPROLE- menta industrial para sacar la esencia y mandarla a la industria cosmética? ¿Usted puede imaginar que españoles estén recorriendo el país para ver dónde pueden desarrollar olivares en forma de falderas? Todo ese tipo de cosas vienen al Uruguay en procura de algo que es muy claro: estabilidad, respeto, seguridad, cumplimiento de la ley. Un país, en donde pese a que somos pocos y hemos desgraciadamente visto a mucha gente joven este año pasado irse del Uruguay por los problemas de la coyuntura trágica que  el Uruguay tuvo el año pasado, estamos seguros que muchos van a pensar  pronto en volver al país.

PERIODISTA: ¿El PUL, Presidente, pasa a ser el primer frigorífico del país?

PRESIDENTE BATLLE: El PUL tiene, además, perspectivas mejores, porque también hay capitales importantes de fuera de  este continente interesados en apoyar al PUL, sobre todo para desarrollar productos de valor agregado que le permitan a la carne no ser simplemente carne bien empaquetada y bien presentada sino transformarse en  productos de mayor valor agregado. Cada día hay que procurar que las cosas sean de mayor valor agregado. Si usted va al supermercado y se compra una caja de galletitas dinamarquesas: ni la harina es dinamarquesa. Es la marca, la fórmula para hacerla el envase y  se compran por los ojos. Eso se puede hacer en el Uruguay. Había plantas de empresas  internacionales dedicadas a hacer productos alimenticios como galletitas, que estaban paradas y cerradas. Hoy están de nuevo abiertas y empezando a trabajar. ¿Por qué?  Porque hoy la exportación, que es el motor que impulsa el empleo, está de nuevo en condiciones de funcionar.

Por eso es que ha empezado a  bajar el desempleo. El desempleo  no ha empezado a bajar porque el Estado haya dado empleos. El Estado no da empleos. No los puede dar el Estado; no está en condiciones más de dar empleos el Estado. Cuando el Estado daba empleos resolvía a veces la desocupación, sobre todo en el interior, pero generaba un costo que después lo tenía que pagar el productor, y lo tenía que pagar el industrial, y nos quitaban de la competencia. Y cuando el país estaba cerrado como si estuviéramos todos adentro de un corral, se tenía algún margen para hacer eso,. Pero hoy los países no están más encerrados; hoy los países están abiertos. Y cuando usted tiene un producto y lo vende, usted tiene que competir con todos los países del mundo que van a vender el mismo producto que usted. El suyo tiene que ser mejor. Usted tiene que ir con seriedad, tiene que entregar a tiempo, tiene que tener la mejor tecnología.

En este momento hay un hombre joven en Montevideo llamado Félix Sacchi, que tiene en camino una sociedad con un italiano, para producir tomate para determinada época del año para mandar a Italia, pero hay que traer la  tecnología, hay que traer el mercado y hay que vender lo que el mercado quiere. Ya el productor no produce más lo que él puede producir; tiene que producir lo que el mercado quiere. Ese es el que manda, el mercado es el que manda. Y el Uruguay está en condiciones de hacerlo.  

PERIODISTA: Presidente, ¿recibió algún planteamiento del Intendente de Treinta y Tres, o de las fuerzas locales, hoy?

PRESIDENTE BATLLE: No, perdón, yo no he recibido planteamientos, sino que he recibido expresiones sí de algunas personas, como han hablado de la situación de los jubilados, procurando siempre mejores retribuciones; las mejores retribuciones están todas limitadas por los ingresos que el país tiene. Nosotros no podemos aumentar los impuestos, el país no está en condiciones de aumentar los impuestos.

Es más, nosotros seguimos creyendo -como lo hemos venido diciendo inclusive desde antes de la elección pasada- que hay que agrandar, ensanchar la base y bajar la tasa. Acá el impuesto es angosto y alto, tiene que ser ancho y bajo. ¿Qué negocio gana el 23 por ciento del IVA? Ninguno. El mejor negocio entonces es no pagar el IVA; cuando usted no paga el IVA, usted se queda contento. Pero después no se pueden aumentar los sueldos a los jubilados. Entonces, usted me dice “pero es una barbaridad el IVA al 23 por ciento”. Y yo le digo: tiene razón. Qué le parece si lo ampliamos a todo el mundo y lo bajamos. Entonces, después hay que ir a la Cámara y conseguir los votos. Y ahí tenemos que estar todos, porque a todos nos va a beneficiar que todo el mundo pague, aunque se pague cada uno menos porcentaje, pero que todo el mundo pague.

El país no precisa más impuestos. Precisa que todo el mundo lo pague. Y para que todo el mundo lo pague, tienen que ser más amplios, más anchos, que comprendan a más actividades y entonces la tasa es más baja y no es más negocio no pagarla.

PERIODISTA: Presidente, usted hablaba de la imagen que tiene el país para los inversores. ¿Qué imagen tiene actualmente el país en el extranjero después que ha cerrado un banco en el cual el Estado es el propietario del 51 por ciento del paquete accionario?

PRESIDENTE BATLLE: Mire, lo que un país es no se juzga por los bancos que se cierran. Porque, vea, en la crisis del ’29 en los Estados Unidos deben haber cerrado 2.000 bancos; y bancos seguramente usted no vio cerrados en el Uruguay porque usted es joven. El amigo que está al lado vio cerrar al Banco Rural, al Banco  Trasatlántico, al Banco Minorista y Agrario, al Banco Litoral. O sea, que podríamos hacer una nómina de bancos, y el país siguió. Un banco es un lugar a donde alguien lleva dinero, lo deposita -supóngase que aquél edificio es un banco- usted lleva su dinero y luego el banco parte de ese dinero se lo presta a él. Cuando todos los que depositan en el banco tienen temor y van al banco y se llevan la plata, el banco no la tiene para devolvérsela a todo el mundo, porque se la prestó a todo el mundo y todo el mundo no está obligado ese mismo día a devolverla. Eso es lo que pasa aquí y en la China. En cualquier lugar del mundo pasa eso con los bancos cuando no hay confianza.

Eso en relación al Uruguay a principio de enero del año pasado. Comenzó, en primer lugar, con el Banco Comercial a raíz de los problemas en la República Argentina, y comenzó con el Banco de Galicia; ambos con distintos problemas de carácter argentino.

El Uruguay perdió, durante cinco meses consecutivos, depósitos. Porque fundamentalmente la gente de la República Argentina cruzaba el río, como tenía “corralito” en la Argentina no podía sacar su dinero de los bancos allá, tenía su dinero o parte de su dinero depositado en los bancos acá, venía y se llevaba el dinero. Eso determina que el Uruguay perdiera el 40 por ciento de todos los depósitos. ¿Usted se imagina una corrida bancaria de cinco meses, como tuvo el Uruguay, en donde el Uruguay perdió el 40 por ciento de todos los depósitos? Los bancos extranjeros, que tienen su respaldo en las casas matrices, aguantaron el tirón, y cuando les faltaba dinero pedían plata al extranjero, a sus casas matrices. Pero los bancos que estaban fundamentalmente basados en, digamos, que no eran sucursales de casas importantes, sino que eran bancos locales, esos no pudieron aguantar. Eso fue lo que le pasó prácticamente a los bancos que tuvimos que intervenir. Es más, por primer vez, que yo tenga memoria, en este siglo que terminó el Banco de la República sufrió también una agresión muy fuerte.                                          

Si usted va a cualquier lugar del país y trata de alquilar un cofre Fort, no hay; la gente tiene el dinero metido en los cofres Fort, porque todavía tiene temor en volverlo a poner al banco.

Usted habrá visto, y por primera vez usted ha visto, y yo también por primera vez, que la gente compra el ganado al contado. Y eso era en la época de nuestros abuelos. Ahora la gente va con la plata y compra el ganado. ¿Qué quiere decir? Que la gente todavía no ha vuelto al sistema financiero; al contrario, la gente en el mundo lo que ha visto es que este país ha podido aguantar una crisis feroz, que nos vino de afuera, que empezó con la devaluación brasilera, terrible, en 1999.

Para que usted tenga una idea: supóngase una casa de comercio que hoy vende mil millones de dólares y que de un día para el otro vende 500 millones, ¿cuánta gente tiene que echar del trabajo? ¿Cuántas actividades tiene que cerrar? Eso fue lo que le pasó al Uruguay con la crisis brasilera.

El Uruguay le vendió al Brasil mil millones de dólares; después que el Brasil devaluó, el Uruguay pasó a venderle la mitad. ¿Y con la Argentina? Le vendemos un 67% menos a la Argentina, por la dificultad argentina.

Es más, el Uruguay vendía más del 50% de todo lo que producía a la Argentina y al Brasil; hoy vende apenas el 27%.

Todo el esfuerzo exportador uruguayo tuvo que cambiar su orientación y dirigirse hacia otros países del resto del mundo. Por tanto, a su pregunta: ¿cuál es la opinión que el mundo tiene -a mi juicio- de que en el Uruguay se haya cerrado un banco? En primer lugar, es buena opinión, porque es bueno cerrar una cosa que no funciona y que no puede funcionar. O sea, es un gobierno serio que no la va a engañar a la gente diciéndole: “usted esté tranquilo que el banco puede seguir”, cuando el gobierno entendió que los que tenían que poner el dinero no lo iban a poner, lo habían comunicado en una carta diciendo que no lo iban a poner, y entonces el banco no se podía sostener.

En segundo lugar, el mundo ha visto como el Uruguay -a diferencia de sus vecinos- ha soportado una terrible crisis con otros resultados, desde el punto de vista institucionales, desde el punto de vista de la confiabilidad que el país merece en el exterior de una manera -a mi juicio- acertada.

PERIODISTA: Presidente, usted hablaba del agro como el impulsor de la reactivación, ¿no complica de cierta forma el incremento que ha tenido el gasoil y también la instalación de los peajes en cierta forma...?

PRESIDENTE BATLLE: No, no, los peajes son tan viejos que seguramente si usted va por la ruta 5, cuando llega a Mendoza, paga peaje, y a los de Mendoza no les pasa nada ¿no? Así que cuando llega a Soca también paga peaje, y a los de Solís no les ha pasado nada.

No, eso es un asunto menor, que inclusive en Pirarajá lo organizó un edil de Lavalleja ¿no es verdad? Que todos lo conocemos, sus antecedentes inclusive.

El tema del gasoil es un tema coyuntural. Nosotros estamos con una guerra anunciada para el 17 de marzo. Esperemos que eso no suceda. El gasoil valía, hace dos años, nueve dólares; nueve, hoy vale 36. La pregunta que todos nos tenemos que hacer es cómo aguantamos un cambio de esa barbaridad. Por eso lo tenemos que cambiar por el gas, porque el gas es más limpio, el gas viene de la Argentina. En la Argentina y en Bolivia hay un enorme sobrante de gas. Tenemos que cambiar toda la industria que deje el fuel oil y que pase a gas, tenemos que acelerar la conexión de gas  en todo el país, tenemos que hacer la usina nueva a gas, para generar energía eléctrica a gas; la vamos a hacer en San José, para  400 megavatios. Y tenemos que analizar el tema del gas en los vehículos y en el transporte.