PRESIDENTE BATLLE: Se podrán imaginar ustedes la
trascendencia que para el Uruguay tiene la resolución que ustedes en
alguna medida conocen, y de la cual vamos a dar una información oficial
en el día de hoy, en donde podemos anunciar que el reglamento definitivo
del Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas, APHIS, del
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, que modifica las
disposiciones actuales para permitir el ingreso de carne fresca, enfriada,
deshuesada y madurada, a los Estados Unidos, se presentará en el día de
hoy al público en Washington DC y se publicará en el Registro Federal en
el día de mañana, 29 de mayo del 2003.
Quiere decir que todos aquellos, que vinculados están
al negocio de la producción y exportación de carne, tendrán a su
alcance a partir de mañana el reglamento definitivo titulado
"Importación de carne desde el Uruguay", cuya publicación de
los expedientes de APHIS estarán a disposición en Internet., y para que
ustedes puedan tener acceso a todo ello es www.aphis.usda.gov, del
gobierno norteamericano.
Mas allá de estos hechos administrativos muy claros,
muy definitivos, en que determinan la nueva situación que la producción
uruguaya de carne tiene con respecto a sus accesos al mercado
norteamericano, más allá de la enorme importancia económica que esto
significa para el Uruguay, cuando el 24 de abril del 2001, precisamente el
día en que visitábamos al Presidente Bush en la Casa Blanca, antes de
salir de la Embajada del Uruguay para visitarlo, fuimos informados por los
Servicios Veterinarios del Uruguay que en la zona sur del litoral, en el
departamento sur, departamento de Soriano, ya se había observado por
primera vez en muchos años un brote de aftosa en aquel momento.
Dos años después -precisamente dos años después, el
23 de abril del 2003- en la conversación que tuvimos con el Presidente
Bush le señalamos que el Uruguay había concluido todos los esfuerzos
técnicos, había sido su actividad totalmente observada por las
delegaciones sanitarias correspondientes de los Estados Unidos y del
Canadá, y que estábamos en condiciones de llegar a la última etapa de
la negociación, y que lo que estábamos solicitando era que esa
negociación pudiera realizarse en un plazo breve, puesto que el 21 de
mayo estábamos seguros, como así ocurrió, que la Organización
Internacional de Epizootias nos iba a declarar un país libre de aftosa
con vacunación, le estábamos solicitando al Presidente Bush que tratara
de facilitarnos, empujando la Administración en sus múltiples
actividades burocráticas, no solamente con el Uruguay, sino con muchos
países, particularmente en el APHIS y en las organizaciones específicas
de este tema, nuestro acceso antes de fin del mes de mayo.
Y yo quiero en este momento decir que las cosas se han
dado como el Presidente Bush nos lo dijo, en función no solamente de su
expresa voluntad, sino en función de cómo recibimos de parte de todos
los sectores de la Administración, los sectores involucrados, la Ministro
de Agricultura de los Estados Unidos, la señora Ann Veneman, que en el
día de ayer tuvo la gentileza de llamarlo al Ministro Gonzalo González
para informarle de que 24 horas después íbamos a poder anunciar esta
medida; por todos los sectores del APHIS, todos sus funcionarios, el
señor Bobby Acord, que es uno de los que maneja la cosa desde el punto de
vista administrativo, todos los servicios correspondientes en los Estados
Unidos.
La Casa Blanca, en su específica tarea de hacer la
evaluación del impacto económico que tienen estas medidas, que los
procedimientos administrativos exigen que ella así los determine y,
fundamentalmente, como siempre, el Embajador de los Estados Unidos en el
Uruguay, el amigo Silverstein, y su gente, la señorita que aquí está
con nosotros y que apoya desde el punto de vista profesional las
actividades veterinarias y técnicas-sanitarias de los Estados Unidos en
el Uruguay.
Quiere decir, pues, que éste es un gran logro para el
país, de enorme importancia, que nos coloca de nuevo en el camino en el
que veníamos en forma ascendente y creciente en el plano de la
producción agropecuaria y en la economía nacional hasta aquel aciago
día del 24 de abril del 2001, y que nos va a permitir de ahora en
adelante alcanzar otros objetivos.
Este es un objetivo que hemos logrado; ahora tenemos
que ir en pos de otros objetivos.
En América, tenemos que ir en pos del objetivo de, a
través de las estructuras existentes desde siempre, como me explicaba
ayer el doctor Casas Olascoaga, de la erradicación de la fiebre aftosa en
todos los países de la zona atlántica, comenzando por el aspecto
endémico que tiene la fiebre aftosa en el BENI, y ahí podemos
rápidamente trabajar todos los países del MERCOSUR juntos.
Esa es realmente -a mi juicio- la tarea de
infraestructura común que el MERCOSUR tiene que hacer para ir resolviendo
los problemas comunes desde la base, que nos permita a todos
desarrollarnos y a todos crecer.
Pero, particularmente, este episodio para el Uruguay es
un episodio sustantivo, absolutamente sustantivo.
El Uruguay, en materia de carne, tiene un porvenir muy,
muy, muy cierto.
Hemos -durante estos dos años- perdido muchísimo,
muchísimo, esfuerzo, trabajo, expectativas, posibilidades, empleo.
Ha sido un tiempo muy duro para el Uruguay, muy duro. Y
los productores y los frigoríficos y las plantas que han comercializado
durante estos dos años lo que se podía hacer, han tenido que hacer
esfuerzos para poder seguir en la línea y para poder seguir trabajando.
Y esta medida, realmente, cambia el escenario
totalmente porque no solamente por lo que ese escenario significa lo
cambia, sino porque los demás escenarios en relación a ése también
sufrirán los impactos positivos de la decisión que tomó el gobierno de
los Estados Unidos en un lapso tan corto, como el que fue desde el 23 de
abril del 2003 al día de hoy, apenas un mes y poquitos días. Todo un
récord.
Yo quisiera que el Embajador dijera dos o tres
palabras, porque él ha sido siempre parte de esta tarea, de este trabajo,
y es uno de los más importantes impulsores de la presencia del Uruguay en
el mercado americano, no sólo en este rubro. Porque el Embajador recién
me decía "Bueno, ahora que hemos concluido la etapa de la carne,
ahora tenemos que empezar otras etapas específicas para otras
cosas", lo cual significa que sí, es cierto, que éste es un paso
muy importante que hemos consolidado. Hay otros para dar en el futuro.
Y estoy absolutamente convencido que nos vamos a poder
reunir acá para las mismas cosas, referidas a otros temas vinculados al
comercio entre Estados Unidos y el Uruguay.
PALABRAS DEL EMBAJADOR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMÉRICA, MARTIN J. SILVERSTEIN
SILVERSTEIN: Han transcurrido dos años desde que la
fiebre aftosa golpeó a Uruguay, y prohibió la exportación de carne a
los Estados Unidos.
El proceso de solicitud para reingresar al mercado
cárnico de los Estados Unidos es prolongado, siendo su único motivo la
protección de la salud del consumidor estadounidense.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de
Uruguay, el Ministro González y especialmente la industria cárnica de
Uruguay han luchado para controlar esta enfermedad y han cooperado
plenamente con APHIS, el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y
Plantas, en su obligación esencial de efectuar una meticulosa
evaluación.
Por consiguiente, me complace confirmar que a partir de
mañana 29 de mayo de 2003, Uruguay podrá comenzar a exportar carne a los
Estados Unidos.
Muchas personas son dignas de agradecimiento hoy. No
obstante, quiero darles las gracias concretamente a la Secretaria Ann
Veneman y al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos por su
profesionalismo y su rápida dirigencia.
En especial, aplaudo el liderazgo del Presidente
Batlle. Su interés y perseverancia personal fueron absolutamente vitales
para lograr este éxito.
El Presidente de los Estados Unidos continúa
interesándose personalmente en la recuperación económica de Uruguay, y
espera que las medidas de hoy desempeñen un papel clave en la mejora
económica de Uruguay.
Al mirar hacia los próximos años, la larga tradición
de democracia de Uruguay y su historia de liderazgo político responsable,
constituyen cualidades que respaldamos. Exhorto a los patriotas, que se
preocupan e interesan por el futuro de esta hermosa tierra, a trabajar
juntos para el bien común.
PALABRAS DEL MINISTRO DE GANADERÍA, AGRICULTURA Y
PESCA, GONZALO GONZÁLEZ, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
MINISTRO GONZALEZ: Señor Presidente, señor Embajador,
señor Subsecretario, señor Secretario de la Presidencia, gente de la
prensa.
Me gustaría que esto llegara como pensamiento, a
través de la prensa, realmente al pueblo uruguayo.
Para nosotros es una gran satisfacción que hoy podamos
anunciar, conjuntamente con el señor embajador de los Estados Unidos de
Norteamérica, la culminación de una nueva etapa, yo diría, en nuestro
trabajo de todos los días.
Esto, obviamente, creo que habla por sí solo. Creo que
es algo que siente todo el país. Y a todo el país yo quiero
agradecérselo, y a todo el país quiero dedicárselo.
Esto ha sido la conquista de gente que ha trabajado
todos los días, sin reparar en si hay temporal o buen tiempo, con el
tesón que permite el conocer que sólo a través del esfuerzo y sólo a
través de hacer las cosas bien hechas que se deben hacer, es posible
conquistar los horizontes que todos los uruguayos queremos conquistar para
este país.
El país ha vivido dos años trágicos a consecuencia
de la fiebre aftosa. Eso lo ha sentido todo el mundo y eso hoy lo festeja
todo el mundo en la medida en que nos damos cuenta de que ahora se están
abriendo precisamente esos nuevos horizontes por los cuales todos hemos
trabajado.
En esto ha trabajado, de forma muy importante, los
servicios veterinarios de nuestro Ministerio, al que quiero reconocer su
capacidad, su acción técnica.
En esto ha trabajado muy importantemente los asesores
que hemos tenido, dentro de los cuales quiero destacar especialmente la
asesoría personal que tenemos del doctor Raúl Casas Olascoaga, que ha
sido condecorado recientemente en la Reunión de la Organización
Internacional de Epizootias, en París, con la Medalla al Mérito.
Quiero destacar la acción de los productores
uruguayos.
Es ejemplar la forma en que los productores han sabido
llevar adelante las campañas de vacunación, la responsabilidad con la
que eso se ha asumido y estamos hoy en día cosechando, todos los
uruguayos, los beneficios de esa acción responsable que -como les digo-
se da día a día.
Quiero agradecer los servicios de la profesión liberal
veterinaria, que en todo momento y en todos los rincones del país
estuvieron con las necesidades del Uruguay, con las necesidades de su
ganadería.
La gente que se encarga del transporte del ganado, la
gente que se encarga de la compra-venta de los señores consignatarios,
todos los sectores vinculados a nuestro quehacer rural han estado
involucrados en esto. Pero también han estado involucradas todas las
personas, todos los uruguayos que queremos un Uruguay mejor para nosotros
y para nuestros hijos.
A todos ellos creo que va dedicado este triunfo, porque
no deja de ser un triunfo.
Todo eso -además- fue posible por el entendimiento que
tuvimos con los servicios técnicos de los Estados Unidos de
Norteamérica, concretamente el APHIS del Servicio del Departamento de
Agricultura.
Eso fue posible por la acción realmente decidida que
prestó el Embajador Silverstein en todo esto.
Todo fue también determinado por la colaboración que
impuso la señora Ministra Ann Veneman, y obviamente por la gestión de
nuestro Presidente, que fue correspondida por el Presidente de los Estados
Unidos de Norteamérica.
Yo creo que esto, que es un hecho que se logra en
tiempo record, porque eso es lo que también tenemos que tener conciencia,
que va junto al reconocimiento que ha tenido este país en la OIE hace
poco más de cinco días, muestra de que cuando los uruguayos queremos
hacer las cosas bien, las sabemos hacer y las podemos hacer, y el único
secreto es trabajar todos los días.
No hay otra cosa. No hay maravillas. Esto es el
trabajo. Esto es la acción de credibilidad que generó este país cuando
dijo las buenas y cuando dijo las malas. Y cuando dijo qué cosas hacía
para superar los momentos críticos que le estaba tocando vivir.
Eso lo hemos ganado los uruguayos. Ese es el tesoro que
nosotros hemos amasado en estos dos años de desgracia, y que creo que si
los uruguayos nos damos cuenta, podemos utilizarlo hacia el futuro como un
factor de impulso para la conquista de los horizontes que -como decíamos-
queremos para nuestros hijos, queremos para los hijos de nuestros hijos.
Muchas gracias. Muchas gracias a todos. Hemos sufrido
mucho, pero hoy estamos muy contentos, y yo creo que eso nos ha pasado a
todos.
Yo agradezco la oportunidad, y especialmente a usted,
señor Presidente, que me ha dado la posibilidad de ser una tuerquita
más, de ser un granito de arena en este montón que los uruguayos hemos
sabido juntar.