"Creo que esta ha sido casi una semana
histórica en el Uruguay", dijo el Presidente Batlle haciendo
referencia no solamente a la apertura del mercado cárnico estadounidense,
sino también la declaración de Uruguay país libre de aftosa con
vacunación, y la conclusión exitosa del canje, lo que ha determinado la
abrupta disminución del riesgo país a 793 puntos básicos.
ENTREVISTA EN DIRECTO DE CX 8 RADIO SARANDI AL
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE
29/05/2003
PONCE DE LEON: El gusto de recibir a partir de este
momento al Presidente de la República, doctor Jorge Batlle. Presidente,
bienvenido ¿cómo le va?
PRESIDENTE BATLLE: Muy bien, y usted, ¿cómo anda?
PONCE DE LEON: Muy bien. Contento se le vio ayer
después de conocer estos datos de que Uruguay volvía a reconquistar el
mercado de la carne en Estados Unidos.
PRESIDENTE BATLLE: Bueno, vea, yo creo que esta semana
ha sido casi -diría yo- una semana histórica acá en el Uruguay, ¿no?
Porque, no solamente lo de ayer, sino lo de dos o tres días antes, cuando
la Organización Internacional de Epizootias nos declaró un país libre
de aftosa con vacunación, y además también la conclusión exitosa del
canje, que ha determinado que el riesgo país haya caído así
abruptamente desde una tasa muy alta a la de 793 puntos.
PONCE DE LEON: 2.458 estaba el riesgo país el 21 de
abril.
PRESIDENTE BATLLE: Exactamente, habíamos llegado al
extremo de casi 2.500 puntos y estamos ubicados en el rango de 793, lo que
significa apenas un poco más de lo que el Uruguay había mantenido
durante bastante tiempo antes de que comenzara la crisis bancaria, a
principios del año 2002, con la crisis del Banco de Galicia primero y
luego del Banco Comercial. O sea, que aftosa por un lado, el 24 de abril
del 2001, y ambas crisis bancarias, concluyen esta semana con dos
episodios que yo creo que son muy significativos e importantes para el
Uruguay: la Declaración de París de la Organización Internacional de
Epizootias y la resolución del gobierno de los Estados Unidos, un mes
después apenas de nuestra conversación con el Presidente Bush, en donde
le pedíamos, bueno, que estos trámites burocráticos que a veces llevan
siete, ocho, diez meses, se pudieran hacer por lo menos en el tiempo
récord en que se hicieron.
PONCE DE LEON: ¿La apuesta a las relaciones
bilaterales con Estados Unidos en este tipo de cosas han dado buen
resultado para el país?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo creo que es más que eso,
¿no? Yo creo que no es la apuesta a la relación bilateral, para mí acá
existen dos cosas: unas nuestras, propias, y otras del gobierno americano.
Las propias tienen que ver con la forma de conducir los elementos
sanitarios uruguayos por parte de nuestros veterinarios, ¿no? Cuando uno
ve en el Ministerio de Ganadería y Agricultura -yo he estado trabajando
allí, inclusive personalmente en tiempos de la aftosa- y a los
funcionarios nuestros, empezando por el doctor Casas Olascoaga, que es una
inminencia reconocida en todos los ámbitos internacionales sobre estos
temas, al doctor Correa, al doctor Recaredo Ugarte, a Baroffio, a Tapié y
a todos los demás que trabajan allí, cuyos nombres los uruguayos no
conocen y que tienen una actividad silenciosa, los veterinarios de campo
además en todo el país. Ellos han hecho las cosas con tanta seriedad,
con tanta responsabilidad, que han podido recibir la confianza de todos
los sistemas de controles sanitarios que en el mundo cada día son más
exigentes. Si no hubiéramos tenido una base de esa naturaleza, si no
hubiéramos contado con este grupo humano no hubiéramos podido prosperar
en nuestros petitorios para que las cosas se hicieran propiamente. Las
cosas se pudieron hacer rápidamente por la excelente y buena voluntad del
gobierno de los Estados Unidos, pero sobre la base de la excelencia y el
nivel técnico de responsabilidad y confiabilidad que emanaba de nuestros
servicios sanitarios. Quiere decir que se conjugaron dos cosas: lo nuestro
y fundamentalmente la decisión que fue el Presidente Bush personalmente
el que lo dijo así a quienes correspondía decírselo, a sus ministros,
en la reunión del 23 de abril del 2003 en la Casa Blanca. Yo creo que de
eso tenemos que estar agradecidos, porque si no hubiéramos perdido
prácticamente la faena de la temporada de otoño de este año. Advierta
usted que hemos tenido un año que ha corrido muy bueno para el ganado.
Tenemos mucho ganado preparado, altísimo porcentaje de parición el año
pasado. Lo mismo este año. Estamos en pleno ascenso de nuestra
producción, y hubiera sido espantoso perder un año entero por demoras,
las normales, los cinco, seis meses normales de demoras que tienen este
tipo de resoluciones, que se suman a otras muchas referidas a otros temas
sanitarios propios de los Estados Unidos, o en relación con otros
países. Así que eso es así.
PONCE DE LEON: Presidente, para que la gente que no
está directamente ligada al campo pueda entender, qué significa esta
reapertura del mercado americano, en el sentido de transformarse como una
locomotora también de la economía uruguaya.
PRESIDENTE BATLLE: Mire, en primer lugar, la primera
cosa que significa es que usted accede al mercado más exigente, y por
tanto, como es el mercado más exigente desde el punto de vista de la
sanidad animal, es también el mercado que paga los mejores precios. Y es
un mercado referente. Cuando usted llega a otro mercado, con la carta de
presentación que usted ha sido catalogado como un país libre de aftosa
sin vacunación, y que el sistema americano de control de sanidad, el
APHIS, a usted le da una carta de presentación que le dice "Usted
puede entrar acá porque su producto es bueno, y es sano, y es
confiable", bueno, usted tiene todas las puertas abiertas. Por lo
tanto, es muy difícil que le puedan hacer a usted un argumento de
cualquier naturaleza, de precaución, como se pudo haber hecho antes de
que existieran estas dos medidas: la de la Organización Internacional de
Epizootias y la del sistema sanitario americano.
PONCE DE LEON: Después de Estados Unidos, ¿puede
venir México? ¿Cómo percibe las relaciones con México, que han estado
bastante duras con respecto a habilitar la carne?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, México ha estado siempre muy
duro con respecto a habilitar la carne. Sin ninguna duda, los mexicanos
hace muchos años tuvieron una gran crisis con una infección aftósica
que tuvieron hace muchos, muchos años, muy grave; hicieron en ese momento
un tremendo esfuerzo, aplicando un rifle sanitario en forma muy profunda.
Y, por tanto, como adquirieron acceso así al mercado norteamericano
-estoy hablando de cosas que ocurrieron, no sé, pero hace no menos de 30
años, ¿no?- cuidaban con un enorme celo esa condición de certeza
sanitaria para no perder su acceso al mercado americano. En este momento,
también allí están presentes en ese mercado no solamente los productos
mexicanos en los Estados Unidos, sino también los productos americanos en
México, que son también lógicamente nuestros competidores. La relación
del NAFTA ha fortalecido esos lazos y, por tanto, México se cuida muy
mucho de aceptar ingresos que puedan perturbar esa relación. Estimo que
va a ser mucho más fácil ahora; eso está en manos de nuestros
representantes comerciales y diplomáticos del Ministerio de Relaciones,
del Ministerio de Ganadería, del Ministerio de Economía, y de
Industrias, que son quienes están negociando no solamente esos temas,
sino también otros, como certificado de origen y algunos otros temas
puntuales que son centrales a cualquier negociación comercial.
PONCE DE LEON: Presidente, usted ayer decía
"después de la carne, hay que mirar para adelante y viene la
leche". ¿Hay posibilidades de que Uruguay pueda ingresar al mercado
norteamericano con productos lácteos?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo creo que nosotros tenemos
que fijarnos en objetivos, así como nos fijamos el objetivo de la carne,
tenemos que fijarnos el objetivo de los citrus en contra-estación y de
los productos lácteos. Creo que la negociación de citrus está bastante
avanzada, con planteos importantes; nosotros hemos tomado conocimiento,
por otra parte, de que se ha instalado en el Uruguay, adquiriendo una
quinta de productos cítricos, de naranjas y mandarinas, importantes en su
dimensión, en Paysandú. Y que esa firma, que es una firma entiendo que
europea, participa con importancia como productora en la producción
cítrica de los Estados Unidos, en el Estado de Florida. Quizás ellos
puedan ser un buen "trade union" para ayudarnos en la búsqueda
de resolver algunos temas sanitarios que están hace tiempo en
consideración por parte de la organización respectiva de los Estados
Unidos en las cuestiones cítricas. Ese es un asunto que hace tiempo que
el Uruguay lo viene planteando; no es esta administración, sino varias
administraciones anteriores lo han estado haciendo. Y nosotros tenemos la
esperanza de que ese sea un paso que podamos alcanzar, que sería muy
importante; estamos hablando de nuestra presencia en ese mercado en la
contra-estación. Y también tenemos que ir a la leche. La leche tiene el
siguiente problema: las organizaciones respectivas americanas han dejado
el tema de la leche a la consideración de las organizaciones de cada
Estado en los Estados Unidos. Por tanto, tenemos que negociar con algún
Estado que designe una comisión que certifique nuestra -digamos- nuestra
calidad de producción, nuestras seguridades y certezas. Y con eso,
iniciar el trámite correspondiente. No es fácil, porque muchos Estados
americanos también son productores de leche y como usted sabe, tanto en
Canadá como en los Estados Unidos existen regímenes de protección muy
fuertes para los productos lácteos. Pero hay cosas que podemos plantear y
que tenemos que estar esperanzados en que las vamos a alcanzar.
PONCE DE LEON: Presidente, hablamos del riesgo país,
que ha bajado en forma significativa, se ha logrado un buen resultado con
la reprogramación de la deuda. ¿Qué significa esto? ¿Que se ha
equilibrado el sistema financiero, que empieza a recuperarse, que lo peor
ya pasó?
PRESIDENTE BATLLE: En primer lugar, significa que
salimos de una de las crisis, quizás la más importante en materia
financiera, que ha tenido el país en toda su historia. Bueno, también
tuvimos crisis terribles en la época de la Guerra Grande, donde el
gobierno llegó hasta a hipotecar la Plaza Independencia, pero estábamos
en plena guerra. Era completamente distinto el panorama. Pero crisis
financiera de la vastedad y de la profundidad de la que tuvimos en el año
2002, no conozco otra, ¿no? Imagínese usted lo que significó para el
Uruguay el haber sufrido una corrida bancaria que duró cinco meses, seis
meses, una cosa que no existe en ningún libro de texto de economía. La
corrida de los bancos dura una semana: a la semana, o se detuvo la corrida
o desapareció el banco, mientras que en el Uruguay duró desde enero
hasta el mes de julio, agosto. Tuvimos que llegar al extremo, recuerda
usted, de tener que cerrar algunos bancos, fundamentalmente movidos por
las situaciones vividas allende el río, cosa que todo el mundo conoce, lo
del Banco de Galicia y en el Banco Comercial, que arrastró a todos los
bancos que no tenían un respaldo exterior en su casa matriz y que los
demás bancos pudieron sostenerse precisamente por eso, porque cuando
llegaban a su casa los depositantes a pedir que les devolvieran el dinero,
la solución era: "bueno, mire, deposítelo en nuestra casa matriz en
Rótterdam, o en Suiza, o en Nueva York, o en Berlín, o en
Francfort", y entonces la gente se sentía segura y el banco
mantenía su situación de cierta estabilidad, pese a que todos sufrieron
enormemente. Pero los bancos que no tenían esa condición, bueno,
inclusive los bancos nacionales que no tenían esa condición, sino nada
más que los recursos propios del Uruguay, como el Banco Hipotecario, o
como el Banco de la República, por primera vez el Banco de la República,
en muchísimos años, sufría retiros que llegaron a ser insostenibles.
Eso determinó que nosotros tuviéramos una crisis enorme, profunda, que
nos hubiera llevado a una situación muy insostenible y que la pudimos
salvar por muchas razones. La principal, a mi juicio, fue, en su momento,
el sentimiento claro de la población, inclusive de los propios
depositantes, de que lo que estaba ocurriendo era algo que no era
responsabilidad de los uruguayos, y tuvieron todos un sentimiento
colectivo de sensatez y de equilibrio, de estabilidad, que permitió al
país mantenerse indemne de todo punto de vista en su estructura social y
en su estructura política. A mi juicio, el segundo factor positivo,
enormemente positivo e insustituible en cualquier crisis, fue la solidez
del sistema político uruguayo. La solidez del sistema político, el
aporte de todos los partidos políticos, la estabilidad de las
instituciones, sintió ese respaldo y con ello pudimos internamente
superar la crisis. Y finalmente la ayuda, la ayuda que recibimos del
exterior. Si no hubiéramos tenido la ayuda especial que se nos hizo desde
la Tesorería de los Estados Unidos, en una forma excepcional que pudimos
devolver en 15 días, no hubiéramos podido evitar un daño mucho mayor
sobre la economía. Por regla general, nadie percibe la gravedad de lo que
nos hubiera podido suceder, pues como no sucedió, nadie lo percibe.
PONCE DE LEON: Presidente, como secuela de la crisis
económica financiera del año pasado hubo que modificar la política
cambiaria. Quedó una cantidad de gente muy complicada con la
devaluación. Todavía se está discutiendo a nivel del Parlamento, en
negociación con el Ministro Atchugarry, una solución. ¿Cómo percibe
usted este tema? A veces hay que estar en la piel del que debe, quiere
pagar, y tiene serias dificultades, porque su salario ....
PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo lo que creo, es que las
personas que tienen dificultades de pago -como es el caso de los países-
salen no rompiendo los contratos. Porque si se rompen los contratos,
entonces las personas -igual que los países- pierden toda credibilidad y
nunca más vuelven a tener crédito. Los países y las personas salen
igual: con esperas, con soluciones como las que nosotros hemos conseguido
para el Uruguay. La tarea que ha hecho el Ministerio de Economía,
Atchugarry, De Brun, Davrieux, y toda esa gente que ha trabajado,
Sténeri, la tarea que ya venía haciendo Bensión, es la que nos ha
permitido salir a flote. La que nos permite tener como país, no como
persona, pero como un país, la circunstancia de poder decir nuestra tasa
de riesgo bajó de 2000 y pico a 700.
PONCE DE LEON: Hemos salido con un gran endeudamiento
también, ¿no, Presidente?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, perdón, el que teníamos.
Nadie más nos prestó un peso, es el que teníamos. O sea, lo que tenemos
es el endeudamiento que lo diferimos en el tiempo, es el mismo que
teníamos. Nosotros teníamos, endeudados los uruguayos, desde tiempo
atrás, en términos de deuda con tenedores privados, personas,
instituciones, o bancos, del orden de 5000 y pico de millones. Eso lo
mantenemos igual, y lo diferimos en el tiempo, lo cual significa que usted
va a pagar la misma cantidad, pero de una manera que a usted le resulta
más accesible, más cómoda. Lo mismo le va a pasar a un particular.
PONCE DE LEON: ¿Y usted cree que las soluciones que
van surgiendo desde el Ministerio, estas soluciones administrativas, dan
respuesta a las necesidades de la gente?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, en primer lugar, dan
respuesta, porque los propios bancos son los primeros interesados en que
eso suceda, mucho antes de este tipo de planteo, de la modificación que
se pretendía por ley, que sería absolutamente inconveniente y negativa
para el Uruguay todo. Inclusive, sería vista desde el exterior, como una
marcha atrás del Uruguay como país, con respecto a lo que ha venido
haciendo ahora. Mucho antes de eso, los bancos han ido procurando arreglar
con clientes, porque los bancos viven de prestar el dinero que tienen
depositado, y tratar de recuperar ese dinero para devolverle al
depositante el dinero. Si el banco tiene una obligación con usted, que le
depositó dinero, y a mi, que se lo pedí, no me lo puede -digamos- pedir
a mi a su vez, tampoco se lo puede devolver a usted. Y el banco es eso, el
banco es un lugar, que así se iniciaron en la historia los bancos. ¿Por
qué se llaman bancos? Se llaman bancos, porque era un banco donde había
un señor sentado que recibía plata, y prestaba plata. No la de él, la
suya que se la daba, y la del otro que se la pedía. Entonces, esa
organización -que existe en el Uruguay, como en todos lados del mundo- lo
que hace, cuando existen estas dificultades y el Estado colabora, es
bueno, muy bien, vamos a hacerlo todo en un plazo diferente. Entonces,
usted, que me estaba pagando por el auto 200 dólares por mes de cuota,
bueno, págueme 100 dólares por mes de cuota, y yo le alargo el plazo.
Son negociaciones que todos hemos hecho a lo largo de nuestra vida, cada
vez que hemos tenido que resolver con un banco un problema de un vale. Es
lo que ha hecho el Uruguay, el Uruguay ha hecho eso.
PONCE DE LEON: Lo que pasa es que a todo esto se suma
que los salarios han caído, ¿no? La caída del salario real en el
último año...
PRESIDENTE BATLLE: Mire, no es el caso de las personas
que están debiendo dólares. Los que deben dólares no es el asalariado
común, son otro tipo de circunstancias, y por eso mismo si usted ha
tenido una deuda en dólares, y hoy el dólar está a 30, y si hubiera
seguido naturalmente la línea anterior, estaría a 22 o a 23, a usted le
dicen, usted va a pagar en más plazo, y en menor cuota, usted va a
alcanzar una solución, que es la más sana para usted, y la única
adecuada y sana para un país. Porque sino estaríamos haciendo hacia
adentro lo que le dijimos al Fondo Monetario que no se podía hacer con el
Uruguay. Y entonces estaríamos teniendo para resolver el mismo tema, dos
menús diferentes, y sería, sin ninguna duda, enormemente negativo para
el país.
PONCE DE LEON: ¿Usted cree esto no se soluciona,
entonces, por ley y que no va a haber tampoco suspensión de ejecuciones?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, suspensión por ley no creo
que sea conveniente. Creo que sería totalmente contraria a los intereses
del Uruguay.
PONCE DE LEON: Pero Uruguay ya tuvo otras leyes de
financiación y tampoco fue tan dramático como se quiere plantear ahora.
PRESIDENTE BATLLE: Las situaciones eran completamente
distintas. Si hubieran sido situaciones como esta, después de haber
salido de una crisis bancaria terrorífica, entonces la situación hubiera
sido también similar a la actual. Entonces, no teníamos este tipo de
circunstancia que hemos vivido en los últimos tiempos. En este momento,
además, en el mundo entero, en este momento, no hay mercados secundarios.
O sea, a raíz de la crisis del 11 de setiembre y de otro tipo de
circunstancias económicas y de recesión que existen en el mundo, los
países, ni Uruguay, ni ningún país, salvo alguna excepción, pueden
salir al mercado a buscar recursos. Por tanto, los países están muy
limitados, y eso, un país pequeño está todavía más limitado. Si
nosotros no tomamos en cuenta este tipo de cosas y no resolvemos con
inteligencia hacia el interior las mismas cosas que con inteligencia hemos
resuelto hacia afuera, nos haríamos un enorme daño.
PONCE DE LEON: Presidente, el tema, usted hizo
referencia a que la crisis argentina nos pegó muy fuerte, hubo
comentarios duros que usted realizó en más de una oportunidad. ¿Cómo
fue la reunión que tuvo con el Presidente Kirchner? ¿Hubo alguna
referencia al tema de la aftosa?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, en primer lugar el tema de la
aftosa no lo levanté yo. Lo levantó el gobierno argentino cuando el 6 de
agosto del 2002 pidió públicamente perdón en la oportunidad de la
Exposición de Palermo del año 2001. No se olvide que en el año 2000, el
6 de agosto del 2000, en la Exposición de Palermo, el gobierno argentino
anunció su condición de libre de aftosa sin vacunación. No se olvide
que durante todo el año, recuerdo perfectamente las palabras de Chiarino,
entre otros, y las palabras mías dichas en privado a quien correspondía,
y las palabras de nuestros técnicos, dichos de los técnicos argentinos,
y las palabras de las sociedades agropecuarias argentinas, y de los
productores argentinos, denunciando la situación en todo el país. Y la
negativa pública permanente. Hasta que en la Exposición de agosto del
2001, al año, el mismo gobierno anunció que se había estado durante
todo ese año con una muy importante infección de aftosa en todo el
país, al punto que el presidente de la Sociedad Rural de Argentina dijo
que él había sostenido lo contrario a solicitud del gobierno.
PONCE DE LEON: Es cierto.
PRESIDENTE BATLLE: Quiere decir que no lo dije yo, lo
dijeron ellos.
PONCE DE LEON: Pero a nadie le gusta que le digan estas
cosas, que se las recuerden.
PRESIDENTE BATLLE: Mire, perdóneme, a nadie le gusta
que haya un terremoto, pero cuando hay un terremoto usted no puede decir,
"No, no pasó un terremoto".
PONCE DE LEON: ¿Y qué percepción sacó de la
entrevista con Kirchner?
PRESIDENTE BATLLE: No, no tuvo nada que ver eso, ni
hablamos de eso. Al contrario, el interés mayor de todo lo que
conversamos todos los presidentes de todos los países, y la primera
pregunta que me hizo el Presidente Kirchner, fue cómo habíamos resuelto
el tema de la deuda. Les pareció a todos un camino, el mejor. A todos les
pareció que era un ejemplo que tenían interés en conocer para ver si lo
podían incorporar o seguir. No sé si lo harán o no lo harán. Pero lo
que sí sé, es que todo el mundo, era como la vedette, el canje de la
deuda del Uruguay era como la vedette de la reunión. Y, bueno, yo creo
que eso es lo que hemos hecho allá afuera y lo que tenemos que hacer
hacia dentro para ser coherentes con nosotros mismos, para mantener los
niveles de seriedad, de fuerza, de prestigio, que el Uruguay ha ido
conquistando con su conducta.
PONCE DE LEON: Presidente, ¿insiste en el tema de la
construcción del puente Colonia-Buenos Aires? ¿Hay condiciones objetivas
como para pensar que vengan inversores a esta zona del mundo a invertir
ahora?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, usted sabe que la gestión que
usted no realiza es la peor, ¿no es verdad? Así que nosotros insistimos
y le planteamos al Presidente de la República Argentina nuestro interés
en que el Senado de la República Argentina considere el tratado que
habilita a la construcción del puente, puesto que si esta construcción
queda habilitada por la sanción del tratado -no sé si hoy, pero sí
estoy seguro que mañana o pasado- va a haber interesados en que se
participe en la construcción de ese puente. Pero, además, si estamos
todos incorporados los países del MERCOSUR ampliado y de América a la
propuesta que hiciera el gobierno del Uruguay en Brasilia, que se ha
reunido ya una vez en Montevideo y otra en Santa Cruz, el grupo de
Ministros de Obras Públicas y de Energía, grupo de trabajo llamado
Birsa, que en buena medida lidera nuestro Ministro de Obras Públicas, el
ingeniero Cáceres, que nosotros le hemos planteado al Presidente Lula y
al Presidente Kirchner la posibilidad de buscar un financiamiento
colectivo entre todos los países del MERCOSUR ampliado para concluir todo
el sistema de integración vial y de vías naturales que unen el
Atlántico con el Pacífico en los seis países. Si esto lo pretendemos
plantear nuevamente durante la Presidencia Pro-Témpore del Uruguay en el
mercado del MERCOSUR, para ver si podemos hacer otro tanto de lo que
Europa hizo cuando le dieron un préstamo, al margen de toda condición de
las que imponen las organizaciones internacionales para su red ferroviaria
en Europa, ¿por qué nosotros no podemos hacer lo mismo para América o,
por lo menos, intentarlo? Y si lo hacemos y lo logramos, ¿qué vamos a
hacer con la carretera? ¿La vamos a llevar hasta Colonia y ahí la vamos
a parar? ¿Y luego vamos a tirar los camiones a nado para que lleguen a
Buenos Aires? O sea, no poder formar parte en todo o en parte de ese plan
que une un continente y lo atraviesa, el puente entre Colonia y Buenos
Aires como parte de la gran carretera que viene desde San Pablo y termina
en el Pacífico... ¿No es lo natural?
PONCE DE LEON: Presidente, el otro día escuchaba
declaraciones del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en Buenos Aires,
y hacía referencia a que era un momento de integración latinoamericana.
Y habló de petróleos, petróleos del Sur o petróleo América; decía:
"¿por qué no juntar PEDEVESA con Petrobras?" ¿Hay alguna
posibilidad de que Uruguay se pueda integrar?
PRESIDENTE BATLLE: Nosotros no tenemos petróleo, no
tenemos gas, por lo menos hasta el día de hoy; nuestro consumo es un
consumo mínimo. Los precios en los países Brasil, Argentina y Uruguay
están totalmente deformados. Usted, para tener un gas oil barato, tiene
que tener una nafta cara porque del precio de la nafta sale el subsidio
para el gas oil. Por tanto, somos un país con un mercadito muy pequeño.
Y si todos compramos auto a gas oil, entonces, nos empieza a sobrar una
cantidad enorme de nafta. Porque el petróleo tiene un porcentaje de nafta
y uno de gas oil y eso no se puede modificar. Tenemos que salir a vender
nafta al mundo, de la que nos sobra y, por tanto, tenemos un sistema que
no es un sistema de un país productor, sino que es un sistema de un país
que tiene que importar la materia prima, tiene que pagar los precios
internacionales de la materia prima y, además, tiene por imperio de
circunstancias propias y de la competencia en el área, tiene que
subsidiar el precio del gas oil y, para hacerlo, tiene que cobrar cara la
nafta. Por tanto, si no vendemos nafta, no podemos subsidiar el gas oil. Y
eso es un factor muy limitante en todas las decisiones que en ese orden el
Uruguay tiene que tomar. Y por eso se propuso la ley, para ver si
podíamos hacer una sociedad, o con Petrobrás o con PEDEVESA, o con
alguna otra empresa, o con Repsol, con quien fuera que teniendo recursos
propios de materias primas. Porque tanto Petrobrás, como PEDEVESA, como
Repsol, tienen gas y tienen petróleo, al integrarnos en una sociedad con
un productor de esa magnitud y naturaleza, entonces, nuestro esquema
económico y financiero cambia totalmente. Pero, como usted bien sabe,
estamos rejuntando firmas. Yo creo que las firmas existen. No tengo
ninguna otra cosa que una mera información superficial, creo que las
firmas existen. Y el pueblo uruguayo en su momento decidirá si quiere
mantener este sistema, que lo tiene digamos como ahorcado, porque no puede
ligarse a otra organización mayor que la americana, la sudamericana, y
que eso determina esta carga muy fuerte sobre nuestro mercado.
PONCE DE LEON: Muy bien. Presidente, le agradezco que
nos haya acompañado. La última pregunta, cortita: parece que esto de la
carne a Estados Unidos, la refinanciación, hay un punto de inflexión
distinto. ¿Va a movilizar a los ministros en esta última etapa de su
gobierno? ¿Hasta cuándo va a estar Bordaberry con los dos ministerios,
Industria y Turismo?
PRESIDENTE BATLLE: Bueno, yo estoy esperando ...
PONCE DE LEON: ¿Tiene planteada alguna reforma de
ministerios?
PRESIDENTE BATLLE: Estoy esperando estos días para
conversar con los líderes políticos para tomar una decisión final a
propósito de nuestro planteo, que está pendiente todavía en el
Parlamento, de la eliminación de los ministerios de Deporte y Turismo.
Parecería -parecería- que hubiera consenso para eliminar el Ministerio
de Deporte, y no así en el caso del Ministerio de Turismo. Y con ello
entonces podríamos estar resolviendo a la brevedad ese problema.
PONCE DE LEON: ¿Va a estar convocando a los líderes
políticos?
PRESIDENTE BATLLE: Tenemos una cantidad de cosas para
conversar y seguramente la semana que viene, yo tenía necesidad de
esperar que se concluyeran los temas, fundamentalmente el tema de la
deuda, porque era central para cualquier análisis de la situación
política del Uruguay.
PONCE DE LEON: ¿Va a ser una convocatoria individual o
en conjunto?
PRESIDENTE BATLLE: No sé, vamos a esperar, no tenemos
en este momento especial decisión sobre el tema.
PONCE DE LEON: Presidente Batlle, gracias por habernos
acompañado.
PRESIDENTE BATLLE: A usted.
PONCE DE LEON: Hasta luego, que pase bien.
PRESIDENTE BATLLE: Hasta luego.