05/11/03
PASAR DE LA
REACTIVACIÓN AL CRECIMIENTO
“Tenemos que pasar de
la reactivación al crecimiento, tenemos que lograr transformar ésta
recuperación de corto plazo en un crecimiento dinámico y sostenido de
largo plazo, para ello tenemos condiciones favorables en prácticamente
todos los aspectos”, dijo el Ministro de Economía, Isaac Alfie,
agregando que “esto va a seguir mejorando a partir de este último
trimestre, y el año que viene se va a consolidar esa mejora conjuntamente
con el crecimiento de la economía”.
DISERTACIÓN DEL
MINISTRO DE ECONOMÍA Y FINANZAS, ISAAC ALFIE, EN EL ALMUERZO DE TRABAJO
DE ADM
05/11/2003
MODERADORES: Se comentan
que siendo técnico no ha podido dejar de golpear todas las puertas para
encontrar consensos, y le plantean qué va a pasar con el técnico en esta
transición. Le plantean algunos temas: qué es lo que está ocurriendo
con los indicadores de la economía uruguaya, qué está pasando en
materia de oportunidades de negocios para el sector exportador, cuáles
son las perspectivas que visualiza en el tiempo electoral.
MINISTRO ALFIE: Bueno,
muchas gracias por la introducción. Señor presidente de la Asociación
de Dirigentes de Marketing, señores ministros de Estado, señor Director
de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, señor presidente del Banco
Central, señores Legisladores, señores miembros del Cuerpo Diplomático,
colegas, señoras y señores. Bueno, yo pensaba empezar directo, pero han
deslizado algunos conceptos en algunos que no tengo más remedio que
referirme, y en algunos que creo que hay un desliz de error. El primero,
es verdad, yo soy un técnico, pero parafraseando a Felipe González,
técnico pero no estúpido. El segundo, en realidad yo participé de
cuatro Administraciones. Yo creo que el maestro de casi todos los
economistas del Uruguay, el contador Davrieux, fue quien me introdujo en
el sector público en el año ’86, y a él -como quizás Julio de Brun,
y muchos otros aquí presentes- le debemos estar aquí hoy.
Bueno, el título es “La
economía más allá de los indicadores”. Ustedes dirán, bueno, nos
viene a hablar y no mostrar nada. Bueno, como buen cartesiano, si no
muestro indicadores no sé cómo empezar ni cómo hacer las cosas.
Entonces los voy a aburrir un poco mostrando indicadores y tratando de
decir después qué hay o que debería haber más allá de todo esto.
Vamos a hacer un breve
repaso. Todos sabemos la crisis que pasamos, todos sabemos cómo se
desencadenó, y cuál fue su punto culminante. Pero lo más importante
quizás fue el diseño de la salida. El diseño de la salida se basó en
algunos aspectos básicos muy, muy importantes. El marco fue el respeto de
los derechos de propiedad. Sin respetar la tradición uruguaya de mantener
las reglas de juego en todos sus aspectos, era imposible ordenar las
cosas. Y entonces se respetaron las reglas del juego. Las legales, sin
cambiar marcos jurídicos donde haya ganadores o perdedores, por la mera
discrecionalidad del poder político, poder político en sentido amplio,
Poder Ejecutivo y Poder Legislativo. Se respetaron las monedas, para
evitar transferencias indebidas e indeseadas de recursos entre los
sectores de la sociedad. Y se respetó la ley tributaria, algo muy caro al
Uruguay, desde mucho tiempo. Una tradición que en todo momento se pensó,
esto tenemos que mantenerlo porque si bien las tentaciones podrían ser
muchas, quizás el beneficio de corto plazo hubiera sido nada al lado de
los beneficios de largo plazo, y que no fueron en tan largo plazo porque
ya hoy los estamos viendo.
Además de esta
característica de marco y de reglas de juego, se instrumentó un plan con
un manejo fiscal ortodoxo. Ortodoxo en el sentido de que, evidentemente,
si no cuidábamos las finanzas, estábamos absolutamente perdidos y el
derrotero que tenía el valor del dólar en ese momento, y los precios,
hubieran aniquilado la base productiva que el país mantenía, sólo que
estaba inactiva en ese momento. Esto se complementó con un manejo
monetario ortodoxo de parte del Banco Central, tratando de hacer
intervenciones en el mercado de pesos, colocando Letras y esterilizando o
amortizando Letras, y tratando de darles liquidez, aún a costa de una
tasa de interés elevadísima en el corto plazo, y que muchos -entre los
que me encuentro- estaba en desacuerdo en aquel momento.
Las finanzas de las
empresas públicas también se mantuvieron bajo control. Esto que parece
trivial es algo tan importante que ni siquiera nos damos cuenta. Si
nosotros hubiéramos cedido a la tentación de no aumentar las tarifas
públicas en aquel momento, con qué dinero las empresas públicas
hubieran podido hacer el mantenimiento de sus equipos; con qué dinero se
podían haber evitado los apagones, con qué dinero se asegura el
suministro de agua, con qué dinero se mantienen las líneas de
teléfonos, etcétera, etcétera.
Todo eso es base para que
después toda la economía funcione. Los servicios públicos son públicos
no por la propiedad del Estado, son públicos por su característica
intrínseca.
Dos cosas más: se buscó
una salida a la crisis bancaria lo más rápidamente posible. Obviamente,
que todos podemos pensar que la salida de la crisis bancaria pudo haber
sido más rápida de manera diferente. Pero fue lo que los tiempos lo
permitieron, y fue lo que la capacidad de acción de momentos muy
difíciles lo permitió.
El último tema, que
estábamos absolutamente claros que teníamos que solucionar, era el tema
de la deuda. Evidentemente, teníamos y tenemos una deuda alta en
relación a nuestro Producto, a nuestra capacidad de generar ingresos, y
teníamos un riesgo de refinanciamiento de corto plazo muy elevado. Ese
problema teníamos que enfrentarlo, haciendo un difícil equilibrio y,
como decía el presidente del Banco Central –que hoy está ahí comiendo
tranquilo por suerte, fue la crítica que me hizo el otro día-, como
decía él, nos va a crecer la nariz de tanto que estamos mintiendo de que
no vamos a hacer nada. Evidentemente, teníamos que hacer, pero
evidentemente no podíamos decir lo que íbamos a hacer. Y tuvimos que
trabajar en una solución que al final, visto por los resultados, fue
exitosa y además marcó un quiebre yo creo que dramático y positivo en
las expectativas de la gente, y en el funcionamiento de la economía, en
la capacidad de producción, o mejor dicho, la producción de corto plazo
de la economía.
Ahora, estos que son los
instrumentos, el manejo fiscal, el manejo monetario, las finanzas de las
empresas públicas también bajo control, la crisis bancaria, la solución
de la crisis bancaria, la solución al problema de deudas a corto plazo;
son sólo instrumentos que nos permitieron construir una salida ordenada.
¿Y cuáles fueron los resultados de esa salida ordenada? Vamos a ver los
resultados en dos aspectos: resultados absolutos, y resultados
comparándolos con lo que fue la crisis de hace 20 años, del año 2002.
La primer gráfica que les
quiero mostrar muestra la sobre reacción u overshoting –como
decimos los economistas-, del tipo de cambio. La línea amarilla nos está
mostrando cuál fue la sobre reacción del tipo de cambio luego de la
devaluación del año ’82. Dieciséis meses después del quiebre de
noviembre, el tipo de cambio real era casi el doble de lo que era en el
momento de la evaluación. Quiere decir que los precios en dólares
habían bajado más o menos a la mitad. Obviamente, las consecuencias de
esto en materia de endeudamiento, de quiebra generalizada de empresas, de
capacidad de recuperación de corto plazo, son muy diferentes a las que
tenemos ahora donde la sobre reacción del tipo de cambio llegó a ser
hasta casi 50%, un poco menos, y hoy está -16 meses después- en el 30%.
¿Esto de qué es
consecuencia? Bueno, claramente es consecuencia de un manejo fiscal y
monetario mucho más ortodoxo, en el sentido de tener controlado la
necesidad de financiamiento, y tener controlada también la cantidad de
dinero, y moderar de esa manera y aplacar de esa manera las expectativas
de la gente. Esto tiene beneficios, es evidente. En temas absolutos: la
inflación.
Pasamos muchos años, desde
el año ’82, hasta lograr que la inflación sea baja –aunque no tan
baja como a niveles internacionales-, pero prácticamente llegando a
niveles internacionales. Y de hecho el principal punto de las agendas, o
el principal punto de discusión era, bueno, cómo dominar la inflación.
De hecho lo habíamos logrado, y todo el mundo temió después de la
crisis cambiara, que esto se hubiera disparado. En los hechos, ahí vemos
la pendiente tal cómo subió, bajó, y va a seguir bajando. En el fondo
inflación no tuvimos, lo que tuvimos fue un cambio de precios relativos
que se reflejó en el Índice de Precios. Básicamente fue eso y no un
proceso inflacionario como la teoría económica define los procesos
inflacionarios. Por suerte, también eliminamos este punto, como ser el
principal problema de la gente, y podemos pensar en otros problemas más
importantes seguramente, o por lo menos, tan importantes cómo. Una
consecuencia de esto, es cómo evoluciona el salario real. Siempre decimos
los economistas: mayor devaluación, más devaluación, menos salario
real. Bueno, más allá de las causas teóricas, la práctica así lo
muestra. Y también la menor sobre reacción del tipo de cambio nos
muestra la línea roja que el salario real, no solo después de la crisis
queda a un nivel superior, por suerte, a la crisis anterior, sino que
además ya se estabilizó cuando en la crisis anterior todavía estaba
cayendo; es más, si miramos esta gráfica poniéndola un año más
adelante, esto seguía cayendo y seguramente esta diferencia, esta brecha,
se va a ampliar.
A su vez, la salida
ordenada nos permitió este comportamiento de las Letras, perdón, de las
tasas de interés que paga el gobierno, que siempre son tasas de
referencia y todos sabemos que si las tasas de interés de referencia son
altas, ese es el piso sobre el cual el sector privado construye su costo
de financiamiento. Ahí tenemos la línea que, además, tuvimos que hacer
una mezcla rara: la línea roja nos marca el financiamiento de corto
plazo. El financiamiento, al principio, prácticamente hasta fin del año
pasado, era de menos de 30 días y teníamos que estar cada semana para 15
días tratando de hacer la renovación de las Letras. Luego pudimos
extender en base a determinada confianza que se fue ganando, pudimos
empezar a extender los plazos de las Letras e igual con plazos de entre 60
y 90 días, las tasas fueron bajando. Fíjense, aquí, esta caída abrupta
de esas tasas luego del canje que cambió las expectativas de la gente,
que cambió el valor esperado del tipo de cambio futuro, que vio lo una
perspectiva de mediano plazo en cuanto son las necesidades de
financiamiento del sector público.
Y, por último, las tasas
de más de 120 días, que afortunadamente empezamos a colocar hace un
tiempo y ahora estamos en 270 días, como ven, están convergiendo a
valores en el en torno del 10%; 10% nominal, quiere decir, que las
expectativas de la gente en términos de inflación y en términos de
devaluación son bastante bajas para el próximo año. Son congruentes con
las expectativas que tenemos nosotros, las autoridades, al menos del
equipo económico.
Esto es consecuencia de
varias cosas: primero, de una inflación baja y controlada, y además de
una inflación previsible, fundamentalmente de una inflación previsible
en el futuro. Segundo, la estabilidad cambiaria que hemos logrado, y
tercero, de menores densidades fiscales, o sea de la menor demanda o
presión de demanda que ejerce el sector público para tomar deuda, que
claramente reduce la tasa de interés real y por ende la tasa de interés
nominal.
Luego de la salida
ordenada, que tuvo esos efectos, viene lo que nosotros llamamos la
reactivación, que es la que estamos viviendo hoy y vamos a mostrar una
serie de indicadores que muestran la reactivación.
El nivel de exportación,
las exportaciones por trimestres móviles, empiezan a mostrar un
incremento pronunciado a partir de abril y mayo y tiene una pendiente muy
buena y muy alta, de hecho estamos a niveles del año 96-97 ya en los
últimos trimestres.
Seguramente este año las
exportaciones van a estar arriba del nivel del año 2001, y el año que
viene vamos a estar bastante cerca seguramente de los record que el país
mostró allá por el año 98.
Tan importante como el
nivel, es la diversificación tanto de mercados como de productos. En
materia de mercados, todos sabemos que hace 5 años el 55% de nuestro
comercio exterior se dirigía a la región, más específicamente a
Argentina y Brasil, hoy es en el en torno del 26%, menos de la mitad. A su
vez, otro indicador de corto plazo, que muestra la reactivación, son dos
relacionados con las importaciones. Las importaciones totales, sin
petróleo, que también muestra una tendencia creciente a partir del mes
de febrero-marzo, acá incluimos todos, bienes intermedios, bienes de
capital y bienes de consumo, evidentemente el comportamiento es disímil,
pero esto muestra la demanda interna, alguna de las cuales se canaliza
para las exportaciones; pero muestra que el mercado está reactivándose,
hay más dinero y por lo tanto se compra más de todos los bienes e
inclusive también de bienes importados.
Bien relevantes son las
importaciones de bienes intermedios, sin petróleo naturalmente, en el
cual claramente el volumen está creciendo fuertemente. Este
aumento en trimestres móviles de prácticamente un 30 %, en
cuestión de un semestre, nos está indicando que la mayoría de los
bienes importados -o por lo menos el mayor crecimiento- se está dando en
bienes que son intermedios, que son materias primas, o que son materiales
o insumos de bienes que se producen, que tienen un trabajo de transformación, un fraccionamiento
o algo dentro país, y a lo cual se le agrega valor, sea para el mercado
interno, o sea para la exportación.
A
su vez, el Producto Industrial desestacionalizado -luego de
una caída importantísima y de un estancamiento a principio de
año- empezó a mostrar signos de recuperación y el índice seguramente
todos esperamos que siga creciendo.
Quiere decir que no es
sólo el agro , que evidentemente todos sabemos que ya el año pasados
había crecido, sino que también la industria empezó a mostrar los
signos de reactivación y hay indicadores como el que sigue que muestra
que el consumo interno, y quizás algunos sectores de servicios
relacionados a exportaciones como el turismo, también está mostrando los
signos de reactivación.
La recaudación real de la
DGI, y el Comercio Exterior y la Aduana, empieza a crecer fuertemente a
partir de julio. La caída había sido muy importante, llegó un momento
en que prácticamente se estancó y a partir de julio empieza una
recaudación bien elocuente, que creo que más que mis palabras avalan los
dichos.
Por último, dos
indicadores que responden un poco retrasados:
el total de empleo, acá medimos la tasa de empleo y no la cantidad
de empleo, porque era el dato que teníamos más actualizado, precisamos
el dato del último trimestre que cerramos a setiembre para poder medir la
cantidad de empleo, pero seguramente puede ser un poco mejor, se empezó a
recuperar lentamente también a partir de mayo - junio.
Cuando veamos los próximos
datos el total de empleo seguramente va a seguir
en alza. Obviamente este indicador tiene un retraso frente a los
indicadores de Producción y a los indicadores de Consumo.
Por lo tanto, la impresión
que tenemos es que esto va a seguir mejorando a partir
de este último trimestre y el año que viene se va a consolidar
esa mejora conjuntamente con el crecimiento de la economía.
La tasa de desempleo ha
mostrado una caída, también a partir de mayo-junio. Naturalmente que la
tasa de desempleo, como indicador de resumen que es
entre oferta y demanda, no es
un indicador que nos pueda decir cuán fuerte está el nivel de empleo.
Seguramente observemos en los próximos meses que, dado el aumento de
demanda de empleo, empieza a aumentar también la oferta de empleo, y
entonces la tasa de desempleo
que es el resumen de las dos no se comporte en una relación proporcional
al aumento de demanda de empleo, sino menos que proporcional.
Ahora bien, menos mal que
traje esta parte bastante escrita, porque el señor Abuchalja me sacó
parte del mensaje final en algunos aspectos. Así que, por suerte, la voy
a poder leer, así me van a creer que la traje escrita de antes.
¿Qué es lo que tenemos
que lograr? Tenemos que pasar de la reactivación al crecimiento, tenemos
que lograr transformar ésta recuperación de corto plazo en un
crecimiento dinámico y sostenido de largo plazo. Para ello tenemos
condiciones favorables en prácticamente todos los aspectos. Tenemos
una tradición y una conducta de respeto por las reglas del juego tan
amplia como la que vimos, lo cual es base fundamental para que los agentes
que invierten se sientan confiados y seguros de que nadie les va a
expropiar en algún momento, o que por
lo menos las probabilidades o posibilidades de expropiación son
muy bajas.
En
segundo término, y no con el ánimo de discutir, yo sé que esto puede
tener alguna discusión, tenemos un tipo de cambio real favorable en
términos históricos.
En
tercer término, las condiciones externas también están mejorando. La
relación de término de intercambio, luego de la gran caída que sufrió
en el año 99 y que siguió cayendo, o por lo menos no creciendo en los
años subsiguientes, empezó a mejorar este año. Esto es fundamental,
porque con el mismo nivel de producción y el mismo volumen físico
tenemos más ingresos y ese más ingresos se distribuye entre todos los
habitantes del país. Además, tenemos tasa de interés reales
internacionales bajas.
Por
otra parte, se están abriendo nuevos mercados y para muchos productos.
Hemos entrado en Estados Unidos con nuevos productos, en especial la
carne, lo mismo en Canadá. El acuerdo con México, que se firmó en
setiembre, ahora se va a terminar de completar. La expansión de las
exportaciones a Europa siguen un ritmo importante. Debemos continuar en la
búsqueda de nuevos mercados para diversificar los productos y los
destinos.
El
turismo, también muestra condiciones favorables de precios y en materia
de oferta turística todos sabemos lo que ha mejorado el país. El resto
de los servicios, la logística, el ensamblado, el fraccionamiento, la
distribución, etcétera, también se ve favorecido por los bajos costos
en dólares que hoy muestra el país.
El
tipo de cambio real de largo plazo, bajo condiciones normales del resto de
la economía, en especial las reglas que rigen el funcionamiento y los
movimientos de capitales de corto plazo, dependen fundamentalmente de la
productividad que tenga la economía. No depende de decisiones arbitrarias
del gobierno, sino de la productividad. Los países más productivos
tienen las monedas más fuertes. Más específicamente, depende del valor
de esa productividad en el mercado, los países más productivos en
general producen bienes de punta, que son más valorados y tienen más
ingresos y su moneda entonces es más fuerte, su salario es más fuerte.
Pero a corto plazo lo que más influye son los movimientos de capitales.
Hoy
los movimientos de capitales en la región son bajos y seguramente lo
serán por algunos años, esperando que las cosas se normalicen y pase el
tiempo suficiente para que las heridas del pasado se restañen.
Entonces,
el deber de todos -del Gobierno y de la sociedad civil- es aprovechar
ahora estas condiciones favorables que tenemos para que la reactivación
se transforme en crecimiento. Las empresas deben buscar ampliar sus
mercados ahora en la región y fuera de ella. Diversificar el destino de
los bienes y no solo dedicarse al mercado interno que claramente hoy lo
tienen, mucho más que antes y con una ventaja cambiaria muy importante.
Porque indefectiblemente el ciclo de los capitales será el mismo, el
ciclo de los capitales pasará, y aunque nosotros no lo queramos y nadie
lo quiera, nuestra moneda se apreciará en algún momento del tiempo. En
ese momento que se vuelva a preciar allí debemos tener la capacidad
productiva, la productividad y la economía de escala suficiente para que
eso no nos afecte y no nos destruya. Hay que pisar firme y poner un pie
afuera del país y afuera de la región sin olvidarla a ésta.
Tenemos
que evitar los vaivenes y las incertidumbres que los movimientos de
capitales, o por lo menos mitigar lo más posible las incertidumbres y los
vaivenes que los movimientos de capitales a América Latina producen.
Debemos aprender la lección que tanto costo nos dio.
Tenemos
entonces que convertirnos en la plataforma de lanzamiento de América del
Sur para sacar nuestra producción y la producción ajena, para
transformar y agregar valor también a la producción ajena. Que cuando
alguien piense en invertir en la región, para exportar a Europa, a
Estados Unidos, mismo a la propia región, al Asia, al menos evalúe la
posibilidad de Uruguay. Y que sepa que acá para ello no hay un sector
más importante que otro, que todos son importantes e igualmente
importantes. El agro es importante porque siempre fue la base de las
materias primas nacionales y siempre fue la base de la producción
nacional. Pero las industrias son importantes, los servicios son
importantes, de logística, de distribución, los financieros, la
infraestructura es fundamental, etcétera. Todos son complementarios y
todos entre sí generan las sinergias del caso.
Bueno, esto es fácil
decirlo, y acá hasta ahora le pedí al sector privado hay que hacer esto.
¿Cuáles son los deberes del Estado o del sector público, más
precisamente?
Es fundamental que se siga
el proceso de reordenamiento del gasto ya iniciado, que implica que con
los mismos recursos, o si fuera posible, con menores recursos dar un mejor
servicio. Debemos quitarnos los atavismos del pasado de encima y no
encontrar cuarenta buenas razones para oponernos cuando alguien quiere
cerrar una oficina que todos la criticamos y en algunos casos hasta la
denostamos, pero cuando la vamos a cerrar parece ser el corazón de la
Administración Pública.
El gasto primario en los
últimos dos años cayó 5 puntos del Producto, del 31%, en realidad es
hasta menos de dos años, del 31% que representaba el gasto primario, esto
es todos los gastos consolidados del gobierno, del sector público en su
conjunto, incluyendo las intendencias, sin intereses bajamos a 26.
Además, dada la caída del
Producto, esto significa que en dos años el gasto primario, el gasto
discrecional del gobierno, bajó casi un tercio, casi un 33%. Es algo que
jamás nadie pensó en el Uruguay que se podía hacer, y que además yo no
conozco pero quizás no tenga muchos que lo puedan emular en la historia
del mundo. Esto se pudo hacer porque la red de protección social
permitió aguantar el cimbronazo en calma y en paz.
En el futuro debemos
preservar, y aun reducir, estos niveles de gasto. Lo cual no quiere decir
y no debe decir, que no debamos aumentar el gasto en sectores
específicos. Hay espacio para aumentar el gasto en sectores específicos
en la medida que el Producto crezca y esos aumentos del Producto Real nos
den recursos para, sin aumentar la presión general, la presión fiscal, esto es, el gasto sobre el Producto, igual otorgar
recursos a sectores prioritarios.
La gran pregunta que
debemos hacernos es qué Estado queremos, ¿un Estado que haga, o un
Estado que deje hacer? Yo, hablo solo por mí, quiero lo segundo, quiero
un Estado fuerte donde se necesita y que en el resto deje hacer a las
personas, a los individuos, porque cada uno y su libre albedrío conoce
mejor que nadie lo que es mejor para él y lo que es peor para él.
Para ello, debemos pensar
en una nueva organización del sector público, con muchos menos
empleados, pero que capte como lo hizo a principio del siglo XX a los
mejores técnicos, que les remunere de acuerdo a su capacidad para que
generen el valor agregado que la sociedad necesita. Una mala
decisión de una empresa privada la paga ella sola, la paga su dueño, o
por lo menos la debería pagar su dueño. Si la mala decisión la toma el
Estado, la pagamos todos. Y una mala decisión a veces cuesta decenas y
hasta centenas de millones.
No nos podemos quedar con
la falsa y simplista teoría, propia de un análisis marxista, de que la
economía es un juego de suma cero. No es así, porque si así fuera no
habría crecimiento. Hay personas que generan valor con su trabajo, y
decisiones donde todos ganan,
y ese es el crecimiento.
Por lo tanto, al igual que
el sector privado, tenemos que buscar a los mejores, para que sea la
sociedad la que gane, la sociedad en su conjunto. Y para ganar hay que
pensar siempre en el arco de enfrente, hay que hacer los goles en el arco
de enfrente, poniendo la bañadera abajo del arco y abajo de los palos, en
el mejor de los casos salimos cero a cero. Y si habremos jugado al cero a
cero y ya sabemos que siempre terminamos perdiendo en el último minuto.
Entonces, tenemos que
pensar en un Estado flaco, ágil, pero con músculo, como un buen atleta,
como Michel Jordan.
A su vez, tenemos la
obligación de mantener las cuentas bajo control y tener un resultado
acorde con la solución que le dimos al problema de la deuda, para mostrar
que la oportunidad que el país le pidió a sus acreedores y que éstos se
la dieron en señal de buena voluntad y reconociendo su tradición,
efectivamente la vamos a aprovechar. Y hasta ahora estamos haciendo los
deberes y los vamos a seguir haciendo.
Aquí tenemos el resultado
primario del sector público en porcentaje del Producto en 12 meses
móviles. Hemos pasado de prácticamente un equilibro allá por el mes de
abril - marzo, a un estimado preliminar de setiembre de 2.2 del Producto
de superávit primario consolidado. Y vamos camino a cumplir la meta del
3% que nos fijamos para este año.
La
estabilidad es la base del crecimiento de la economía, por ello es tan
importante mantener los equilibrios macroeconómicos básicos de que tanto
hablamos y tanto aburrimos a la gente, pero que a su vez tan poco
explicamos los por qué.
Vamos
a seguir controlando el gasto, a mantener sólidas las finanzas,
trabajando con criterios técnicos. De la misma manera que hemos estado
pensando la política de deuda y planificado otras muchas políticas que
están a la vista.
Por
último, el país tiene que encarar las reformas de fondo que le permitan
la competencia en todos los mercados, que todos los mercados internos sean
competitivos lo más posible.
Esto
para crecer y para funcionar como un país normal de este mundo moderno y
esta economía moderna tiene que funcionar, donde funcionan los sistemas
de premios y de castigos. No existe la economía de mercado indolora y sin
resultados para quienes arriesgan. Ese, precisamente, los resultados, es
el motor de la economía de mercado. Se debe evitar y combatir los
corporativismos que destruyen la sociedad, pensando solo lo inmediato en
la ventaja del corto plazo, pero que impiden tratar los temas
fundamentales para el desarrollo.
Para
ello, el país debe ponerse de acuerdo ahora, porque sin ello no existe
crecimiento a las tasas requeridas para que salgamos del subdesarrollo, y,
como alguien dijo, el subdesarrollo está en la mente y en realidad está
en las instituciones que nos damos, que traen como consecuencia lo que
tenemos.
En
pos de esto haré y lucharé en todo lo que esté a mi alcance durante el
tiempo que me queda. Quizás
sean 16 meses y ese sí que es mucho tiempo que no se puede desaprovechar.
Desde
adentro se ve un país donde todos somos directores técnicos,
diagnosticamos permanentemente sin pasar nunca a la acción y peor aún
cuando alguien pasa a la acción intentamos trabarlo. El negativismo y la
falta de confianza en nosotros mismos está a flor de piel.
En
cambio, desde afuera, que nos ven y nos comparan con otras realidades, nos
ponderan y elogian; tienen confianza en el potencial del país. Entonces,
pensemos en el arco de enfrente, volvamos a las fuentes, miremos al mundo
como un océano de oportunidades y hagamos los cambios necesarios para
enfrentarnos al mundo y así poder mirar el futuro con optimismo. Muchas
gracias.
PERIODISTA: Ministro,
durante su exposición mencionó qué tipo de Estado quería, uno flaco,
ágil pero con mucho músculo; dicho por el Ministro de Economía lo que
interesa saber es qué puede hacer el Ministro de Economía en lo que
resta de la Administración, ya que decía “haré lo que pueda en el
tiempo que esté”, se supone en línea con esto. Mucha gente se
pregunta, hay un período de efervescencia electoral, hay un ciclo
electoral largo, al gobierno le quedan cosas para hacer. ¿El ministro
puede encarar reformas que vayan en el sentido del Estado que quiere
lograr?
MINISTRO
ALFIE: Evidentemente, la materia es presupuestal básicamente y por lo
tanto hay que encararlo en una Ley de Presupuesto, en una Ley de
Rendición de Cuentas, que éste gobierno no tiene. Pero, y siempre hay
una posibilidad. Podemos seguir tomando, como se han tomado hasta ahora,
las medidas de racionalización a lo largo y ancho de todo el sector
público. Medidas de racionalización que incorporan tecnología, que
mejoran los métodos de administración, que disminuyen los requerimientos
burocráticos, y eso a la larga baja los costos, porque a la larga son las
medidas que hacen posible que no se precise más personal cuando el
personal se vaya.
Esto
es lo que podemos hacer, pero, además, podemos hacer -y lo estamos
pensando- dejar un bosquejo y planteadas las bases de una reforma
administrativa del Estado para que el próximo gobierno si quiere la tome
y si quiere la deseche. Pero creo que es un deber dejar eso encaminado
PERIODISTA:
Ministro, tengo acá muy cerca al Presidente del Banco República y otros
directores allí a la vista de que no parece aparecer el consenso para la
tercerización de las carteras 4 y 5 del Banco República, y que el
gobierno está buscando el mayor consenso. ¿Hay otra opción desde el
Ministerio de Economía que no sea ésta? Teniendo en cuenta que los
tiempos apremian, usted ha dicho que la semana que viene esto tenía que
estar resuelto.
MINISTRO ALFIE: Nosotros
seguimos trabajando para buscar los consensos, tenemos algún tiempo
todavía, sé que las diferencias en realidad no son muy grandes, en
realidad son más bien mínimas y de detalles, y por supuesto que si esto
no fuera así, siempre hay una alternativa, por ahora me la reservo, pero
alternativa hay.
PERIODISTA:
Siguiendo con el tema del Estado, hay una pregunta de un empresario de una
vidriería, que dice que está de acuerdo con su opinión del Estado deje
hacer. La industria de la construcción es conocida como gran movilizadora
de la economía, el empleo, los emprendimientos privados no son
suficientes, y pregunta, ¿si el Estado piensa hacer algo para promover
esta industria a nivel público o a nivel privado? Por ejemplo con la
contribución del BPS, créditos, y qué opina de los costos que tiene en
materia impositiva este sector.
MINISTRO ALFIE: Parte del
dejar hacer es también buscar mecanismos en el cual el riesgo aún en la
construcción pública sea corrido por el sector privado.
Es evidente que el sector
público tiene restricciones, la economía está funcionando mejor, la
recaudación ya mostramos está aumentando en términos reales, sólo
estamos saliendo y reactivándonos, no disponemos de mucho más recursos
para dedicar a los sectores.
Todos sabemos que aparte es
más fácil cortar los gastos de inversión que los gastos de
funcionamiento, porque igual que en nuestras casas, cuando las cosas
están mal, comer comemos, o por lo menos tratamos de comer y después
tratamos de vestirnos, pero pintar podemos dejar de pintar. En el Estado
es exactamente lo mismo, y entonces tenemos que recomponer de a pasos.
En materia impositiva es
cierto que la construcción está bregando desde hace mucho por un cambio
en la tasa total de aportes al BPS, hubo una rebaja de aportación al BPS
que fue transitoria, no recuerdo exactamente la fecha que vence, creo que
es este fin de año. Es cierto que los empresarios de la construcción, en
algunos casos los dirigentes, dicen que es excesivo el aporte para los
costos que tienen que cubrir. Bueno, yo ya recibí un estudio de la
construcción que los estamos analizando a ver hasta adónde el aporte es
excesivo, y si fuera excesivo veremos la manera de ir adecuándolo.
PERIODISTA:
Dos preguntas que se juntan, o que tienen que ver con el mismo tema, y que
tiene que ver con el comienzo de su discurso, ¿cómo se puede hablar de
respeto al derecho de propiedad cuando muchos depósitos fueron
reprogramados unilateralmente, y muchos otros, Banco de Crédito, Galicia,
Compañía General de Negocios, TCB, no serán cobrados jamás y si son
cobrados no lo serán en su totalidad? Algo que afirma el señor Sastre. Y
otro dice, usted aconseja el retorno de los depósitos al sistema bancario
uruguayo, ¿usted lo hará?
ALFIE: Si tengo plata lo
hago, el tema con un sueldo de un ministro difícil para ahorrar algo. Es
cierto que hubo una sola violación a los Derechos Inherentes de
Propiedad, que fueron la reprogramación de los depósitos de la banca
pública, pero fue compensada con una tasa de interés que hoy está, que
en su momento será alta, y que hoy es absolutamente fuera de toda
lógica. En el resto de los casos, yo no creo que sea una violación a los
Derechos de Propiedad, alguien que puso dinero en una empresa y la empresa
se fundió. Está dentro de las reglas, a alguien le va bien, a alguien le
va mal. Lamentablemente, esta Administración tuvo que cargar con la
penosa tarea de enfrentarse a una realidad que el país nunca se quiso
enfrentar, esa es la realidad, y hay que aprender vivir con ella. Y es por
eso que el Banco Central ha tomado las medidas que ha tomado y exige las
cosas que exige, no por un capricho, sino por una necesidad y para tratar
de evitar que ésto pase.
El
último tema, respecto al TCB, mire si alguien pone el dinero fuera del
país y el banco fuera del país se funde, yo no creo que dentro del país
todos nosotros debamos de pagar con impuestos para que alguien recupere su
dinero de fuera del país. Yo no sé porque el TCB y todos los demás que
quedaron en las Islas Caimán también no le podemos ya garantizar de paso
que estamos, somos tan ricos los uruguayos, también lo garantizaremos.
PERIODISTA:
¿Cómo le aseguramos estabilidad jurídica a las empresas industriales
que compiten en el mercado interno, en el mercado argentino y en terceros
mercados, con las empresas que se benefician con los regímenes de
promoción de algunas provincias argentinas, y que esos mecanismos se
mantienen vigentes? ¿Cuál es la estrategia de Uruguay como país
en este tema?
MINISTRO ALFIE:
Evidentemente los países sólo pueden asegurar lo que tienen adentro,
nadie puede asegurar por un vecino o que otro país cambie las leyes, eso
es imposible. Respecto a la pregunta de las zonas promovidas, bueno, todo
el mundo sabe que eso es un problema. La posición de los empresarios es
que vayamos a una controversia; nosotros no desechamos la controversia,
pero queremos recorrer caminos a ver si podemos llegar a
un régimen más permanente de compensación consensuado con
Argentina, porque con la controversia
en el fondo no vamos a ganar nada. Vamos a terminar la controversia y
seguramente Argentina va a decir: “miren, ganaron pero no podemos hacer
nada”; y entonces, ¿qué hacemos? Es preferible, que es lo que estamos
buscando, hacer un acuerdo sobre estas zonas promovidas, del tratamiento
de estas zonas promovidas. Ahora, está claro, Uruguay no es un país
grande y por lo tanto aún en términos absolutos su Tesorería, aún
aunque fuero rico que no lo es, tampoco podría competir, aun sus
tesorerías pobres de países más grandes en base a subsidios. Esta es
una realidad que hay que saberla y enfrentarla. Entonces nada vamos a
poder hacer con eso, y nuevamente, si sólo queremos protegernos, no
hacemos nada. La base siempre está en defensa eso está claro, los
equipos se arman de atrás para adelante dicen ¿no?, pero también hay
que hacer los goles en el otro lugar, entonces hay que dedicar los
esfuerzos para mirar, ver dónde podemos y ahí dirigirnos.
PERIODISTA:
Vamos terminando, la situación actual de los
bancos estatales es preocupante, ¿qué peso cree que han tenido
comportamientos y decisiones políticas en el actual difícil escenario?
MINISTRO ALFIE: Perdón, la
primera parte de la pregunta no la comprendí.
PERIODISTA:
La situación de los bancos públicos es muy preocupante, entonces
la pregunta es, ¿qué peso le atribuye usted a decisiones y
comportamientos políticos más allá de los comportamientos técnicos,
tiene en la actual situación, en el actual escenario?
MINISTRO ALFIE: Mire, es
una pregunta bastante difícil porque para hacer una aseveración hay que
conocer por dentro el origen de todas las cosas. La verdad, no estoy en
condiciones de responder esa pregunta. No conozco exactamente los
números, no conozco los créditos de a uno, hay un secreto bancario y ni
a mí me lo muestran, lo cuál me parece muy bien, y por lo tanto, yo no
puedo contestar esa pregunta.
PERIODISTA:
Esta pregunta refiere a la deuda externa, la que surgió del canje, dice
que cotiza entre 83 y 67 % en su valor nominal y se pregunta, ¿por qué
considera usted que esta colocación que hizo el país que fue en moneda
uruguaya indexada por inflación, fue colocada a la par? ¿Cuáles fueron
los motivos que explican eso?
MINISTRO ALFIE: La
tasa de interés es mayor, es 10,5 aún cuando el dólar y los precios
fueran iguales de 10,5 los cupones de la deuda oscila entre 7 y 8
básicamente. Además, el plazo de vencimiento de este bono es a tres
años, los otros bonos, los mínimos grandes por decirle de alguna manera,
son a 8 años. Cuando uno descuenta la tasa de riesgo país que anda en el
entorno del 10, diez y medio por ciento, le dan esos valores, hay un
arbitraje de eso. Puede también no haber estrictamente un arbitraje
porque en realidad no conocemos la curva de “suap”
entre la “UI” y el dólar, porque no la tenemos, no sabemos
cómo hacer un “price index” de eso todavía, o por lo menos yo no lo sé, que haya más
confianza también en que un pago en pesos sea más que un pago en
dólares, de hecho algo de eso hay porque la tasa interna de retorno de
este bono hoy está en el 9,6 aproximadamente hoy. Eso es un poco menos
que la tasa interna de rendimiento cuando se mide en dólares, de los
bonos en dólares.
PERIODISTA:
Acá se insiste sobre el tema de la deuda y el problema que la deuda
condiciona el desarrollo y cuál es la estrategia de negociación en este
tema, la estrategia que tiene Uruguay supuestamente después del canje.
MINISTRO ALFIE: Yo
creo que la estrategia va a tener que definirla la próxima
Administración porque esta administración dejó despejado el camino con
el sector privado prácticamente hasta el año 2011, o sea que, para el
sector privado, si las finanzas públicas están bajo control, no va
ni siquiera al próximo gobierno, el otro recién, va a tener que
empezar a ver cómo se enfrenta algunos de los vencimientos y naturalmente
si las cosas se hacen de esa manera les puedo asegurar que el próximo
gobierno va a poder actuar y va a poder eliminar los picos de vencimiento,
sobre todo del año 2011 mucho antes.
PERIODISTA:
¿Cómo se explica que productos industrializados entren al país sin
aranceles, cuando la materia prima para fabricar esos mismos productos en
el Industria Nacional deben pagar aranceles desde el 6 al 13 por ciento?
¿La
imposición por Brasil de tributos a la importación de bienes, aun del
MERCOSUR, no va contra la letra y el espíritu de los acuerdos del
MERCOSUR? ¿Esta actitud cómo será contestada por el gobierno uruguayo?
MINISTRO ALFIE: Empiezo
por la segunda, ayer de tarde justamente cuando vi los títulos en algunos
diarios, pregunté a ver cómo eran esos impuestos que pone Brasil. En mi
impresión, o por lo menos en la evaluación preliminar que se hizo, son
impuestos al valor y por lo tanto no son aranceles o impuestos que
después no se puedan deducir. Son como nuestro IVA, nosotros cobramos IVA
en la Aduana venga de dónde venga la mercadería.
Con respecto a la primera
pregunta, lo que puede pasar que tengamos efectivamente unos bienes
finales que vienen de la región que estaban desgravados y bienes de
materias primas que vienen de fuera de la región y no están desgravados.
Pero de hecho, se ha hecho todo los esfuerzos y se siguen haciendo para
que las tasas de imposición sobre las materias primas y los bienes de
capital sean lo más cercana a cero posible. Y esas son algunas de las
discusiones que tenemos en el MERCOSUR en este momento. Justamente ahora
Uruguay a pedido, por los bienes de informática y telecomunicaciones y
los bienes de capital y ciertas materias primas, para seguir a tasa cero o
poder estar lo más cerca de cero posible.
PERIODISTA:
¿Cómo encara el sector privado la inserción internacional si hay
señales que interpreta como contradictorias del gobierno en relación al
MERCOSUR, o una posibilidad de negociación con Estados Unidos? ¿De qué
forma el sector privado se para frente a la inserción internacional
frente a esas señales que considera que son contradictorias?
MINISTRO ALFIE: Bueno,
ese sí es un problema del gobierno de enviar la señales correctas. En mi
modo de ver, el país ha hecho una apuesta a la región y también al
mundo. No son contradictorias estas señales. Uruguay en ningún momento
reniega del MERCOSUR, ni ha planteado su salida, ni nada que se le
parezca. En todo caso ha hecho algunos planteos para flexibilizar
determinadas posiciones para dotar justamente a su economía de más
flexibilidad, pero no con el ánimo de salirse ni nada parecido. En ese
ánimo de flexibilidad y en ese ánimo de disminuir la dependencia que
tenemos. Todo el mundo habla o habló de la Brasil dependencia, bueno, la
Brasil dependencia es en parte por el MERCOSUR y en parte porque no
tenemos acuerdos, o relaciones comerciales más fluidas, con otros
países. Brasil está ahí, Argentina también, van a ser nuestros
principales socios por siempre seguramente. Esa es una realidad. El tema
es cómo poder cuando a ellos les va bien avanzar muchos casilleros y
cuando a ellos les va mal retroceder solo un casillero si fuera posible.
No son contradictorias las cosas.
PERIODISTA:
Con respecto a la tasa de interés, ¿el gobierno tendrá una actitud
activa o pasiva en su determinación? Si es activa, ¿qué se piensa
hacer? Si es pasiva, ¿cuál es su pronóstico?
MINISTRO ALFIE: El
gobierno no determina tasas de interés, lo que hace es colocar títulos y
la tasa de interés la determina el mercado. Si a eso se le quiere llamar
pasivo, es pasivo. Ahora, se está trabajando activamente para cada vez
tener que tomar menos fondos y por lo tanto la tasa de interés sea menor.
PERIODISTA:
¿Si el Partido Colorado le pide una participación como candidato en las
próximas elecciones internas hacia las próximas elecciones
presidenciales, candidato a presidente?
MINISTRO
ALFIE: Por suerte el dueño del Ajuste Fiscal nunca va a ser
candidato a eso. No me voy a enfrentar a tener que decir que no, porque
claramente yo no vine aquí para hacer política, sino con un objetivo
especifico que me dijo el Presidente de la República: para poder seguir
ordenando las cosas y
entregarle al próximo gobierno toda la economía encaminada, no solo yo
obviamente, yo solo soy un peón, sino con todos los demás miembros del
equipo que son más viejos que yo en el equipo, y con todos los staff del
Ministerio, de los demás ministerios, y del Banco Central. Pero esto es
la verdad, a parte son todos compañeros míos, fueron compañeros míos y
yo lo sigo sintiendo así.
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