15/11/03

SE RENUEVA EL COMPROMISO DE UNA AMÉRICA INTEGRADA

El Ministro de Relaciones Exteriores, Didier Opertti, sostuvo que con la firma del tratado de libre comercio entre nuestro país y México, Uruguay renueva su compromiso de una América Latina integrada, “en la cual podamos todos sentirnos de alguna manera tributarios, sucesores de una tradición histórica que nos une, que nos enlaza y que nada podrá disolver”.

PALABRAS DEL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES, DIDIER OPERTTI, LUEGO DE LA FIRMA DEL ACUERDO DE LIBRE COMERCIO ENTRE MÉXICO Y URUGUAY. 15/11/2003 

Ciertamente para mi país, la culminación de este proceso de acercamiento entre México y Uruguay, constituye una etapa trascendente. Lo es doblemente: lo es desde el punto de vista de nuestras relaciones económicas, de nuestros acuerdos de comercio, y lo es también desde el punto de vista de la aproximación de un país del Sur con un país de América del Norte, un país latinoamericano desde el Norte.

Ciertamente, este acuerdo tiene un dominio amplio, una dimensión extensa, abarca el comercio, abarca los servicios, abarca las inversiones; por lo tanto, abre espacios para la integración efectiva de nuestros agentes comerciales y, sin duda, despiertan todos ellos renovadas expectativas.

Como se ha expresado con antelación, el comercio viene aumentando, y con ello, naturalmente nuestras posibilidades de diversificar la oferta exportable; para ello también serán bienvenidas, señor Presidente, las inversiones.

Uruguay constituye no sólo por su ubicación geográfica, sino también por ser la Sede Permanente de nuestro MERCOSUR, y por ser un país que ofrece posibilidades portuarias, facilidades de comunicaciones, un país que -de alguna manera- puede llegar a constituirse en la apertura o en la puerta de entrada de una región hacia otra.

Pero además, esto tiene también el simbolismo, en este preciso momento, de visualizar al comercio como el gran aproximador, como el gran puente entre las naciones.

Nuestra evaluación post Cancún, nos lleva a pensar que debemos retornar al piso de la negociación, al ámbito de la negociación; y esto que hoy estamos firmando, que los señores Presidentes están firmando, es precisamente la confirmación plena de que solamente a través de negociaciones, de conversaciones, de intercambios, de recíprocas concesiones, se puede arribar a un convenio balanceado que refleje los intereses de ambas partes.

Señores Presidentes, señores Ministros, con la firma de este acuerdo, Uruguay renueva su tradicional e histórica amistad con México, renueva su compromiso de un emprendimiento común, y renueva también, sin duda, este concepto de una América Latina integrada, en la cual podamos todos sentirnos -de alguna manera- tributarios, sucesores de una tradición histórica que nos une, que nos enlaza y que nada podrá disolver.