29/10/03
REFORMULAR LAS CONDUCTAS
EN SEGURIDAD INTERNACIONAL
El
Canciller de la República, Didier Opertti, dijo en el marco de la firma
de una declaración en la Conferencia Especial de Seguridad en Ciudad de
México, que la misma “no la visualizamos simplemente como una
reafirmación de instrumentos ya
vigentes, sino como una suerte de reformulación de conductas”.
INTERVENCIÓN DEL
MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES, DIDIER OPERTTI, EN LA CONFERENCIA
ESPECIAL SOBRE SEGURIDAD CIUDAD DE MÉXICO, OEA
28/10/2003
Muchas
Gracias señor presidente
Pido, por su intermedio,
transmita usted a las autoridades mexicanas nuestro reconocimiento por
todas las facilidades y atenciones que han prestado.
Señor presidente, esta
reunión se expresa en una declaración y se expresa también en los
testimonios y declaraciones que cada uno de los cancilleres y
representantes de los países del sistema interamericano aquí formuló.
Seguramente a esta altura de las exposiciones convendría a nuestro
juicio examinar, aunque más no fuere inicialmente, algunos de los
compromisos emergentes de esta declaración.
La declaración que se nos somete que tiene un texto extenso,
detallado, y en definitiva hermético, por cuanto no sería del caso
ahondar en nuevas
proposiciones, realiza un prolijo repaso de una serie de definiciones de
instrumentos, de conceptos, de acciones de la Organización en el correr
de estos últimos años. Hay
sin duda conceptos que se reiteran y hay también, indudablemente,
conceptos que se agregan. Entre
los que se reiteran aparecen por cierto el renovado compromiso con la
Carta de la OEA y otros instrumentos básicos, con la Carta de las
Naciones Unidas.
También junto a ello
aparece el tema de los valores democráticos, valores democráticos que se
patentizan en la protección y extensión de los derechos humanos y las
libertades fundamentales. Existe
sin duda un fundamento sólido sobre tres pilares: la Carta de la OEA, el
Sistema Interamericano de Derechos Humanos y la Carta Democrática
Interamericana. La OEA y el
sistema en general, participan de una línea evolutiva: este tema no ha
nacido ahora, este tema simplemente adquiere ahora el carácter de una
formulación orgánica. Ofrece una visión madura de auto transformación
de la OEA que ha sido capaz en estas últimas décadas de procesar
consensos y de no ser simplemente un elemento reactivo a las relaciones de
poder. Muestra también esta
declaración una perspectiva progresiva en que aparece como uno de los
sustentos de la Organización, como una unidad básica el estado de
derecho y la manera de protegerlo que es la estabilidad y sus hondas
raíces en la propia política, en la economía y en los temas sociales.
Y allí se inscribe sin
ninguna duda la cuestión de la gobernabilidad democrática que ha sido y
es uno de los activos más visibles de nuestra Organización en estos
últimos tiempos. Esto es lo
que hace a la estructura general del documento, pero es bueno detenerse
por un momento en alguno de sus contenidos, porque de esos contenidos
quizás podemos averiguar algún código de conducta de nuestros Estados,
de la comunidad internacional, e incluso, de nuestra propia sociedad
civil. El concepto de
seguridad humana no es sin duda alguna un concepto parangonable a los
conceptos clásicos del derecho internacional.
Quizás el comienzo de una manera de responder a la mundializacion.
La mundialización a diferencia de la internacionalidad no tiene
todavía una respuesta, no existe hoy en día, en el mundo contemporáneo,
un sistema armónico de ideas que dé respuesta a la mundialización.
Existen sí, los viejos sistemas de interrelación de los Estados,
los viejos sistemas de las soberanías de los Estados; existe también
ciertamente el desarrollo de la integración, pero nos falta todavía
construir un conjunto armónico conceptual, de ideas, de respuesta a estas
nuevas demandas de la
mundialización y quizá esta reunión de México pudiera aportar en esa
materia, por cuanto si bien es relativamente simple inventariar el estado
de derecho y la democracia representativa, la corrupción, los derechos
humanos, el comercio internacional, la violencia, la droga, el terrorismo,
condenable en cualquiera de sus manifestaciones, es necesario también
agrupar otros temas, que bajo la visión de la mundialización se ofrecen
de una manera ciertamente elocuente y uno de ellos en el que me permito
detenerme por un instante: es la protección de los recursos naturales.
Cuando hablamos de seguridad hablamos de la búsqueda de un mejor habitat
para cada una de las personas, para cada una de las sociedades y de los
Estados mismos y como sumatoria de
todo ello, una mayor seguridad en toda la comunidad internacional.
Por lo tanto, este es un tema no susceptible a ser fraccionado, no
es posible considerar que habremos de tener un mundo ideal hemisférico,
desconectado, divorciado del mundo internacional en su conjunto.
Por ello pongo el acento y
llamo la atención que por encima de las experiencias individuales de cada
estado, por encima de los aportes de la comunidad internacional regional
hay que estar muy atentos a como el tema de la seguridad se expresa en la
casa mayor de las Naciones Unidas, en el mundo internacional en su
conjunto. No será posible
alcanzar en el hemisferio un concepto pleno de seguridad en tanto no esté
en armonía o en sintonía con el concepto universal de esa misma
seguridad. En consecuencia,
nos parece que entrando a los aspectos operativos que pueden
dimanar, que pueden originarse en esta Declaración y a la que esta
Declaración puede servir como una especie dogmática conceptual de base,
pero no como expresión final, diríamos que aparece claro el papel de la
cooperación regional, aparece claro el tema de examinar si las respuestas
ya adquiridas del punto de vista institucional con el TIAR son o no
suficientes o si deben ser “aggiornadas”, puestas a punto, sin
prescindir de ellas en tanto no tengamos nuevos instrumentos capaces de
reemplazarlos con ventajas. Esta
reafirmación de compromisos de esta Declaración no la visualizamos
simplemente como una reafirmación de instrumentos ya vigentes, sino como
una suerte de reformulación de conductas.
No se habla con frecuencia de las conductas internacionales, se
habla con más frecuencia de los instrumentos, de las declaraciones, de
las convenciones, de los acuerdos, de los convenios, de los tratados y
parecemos muchas veces olvidarnos de que ninguno de estos instrumentos
cobra verdadero valor y verdadera vida y eficacia, en definitiva, si no se
pone al servicio de ello una conducta acorde, armónica, complementaria,
de lo que es la letra misma de cada disposición.
Y aquí hay un tema que a mi juicio deriva de esta declaración.
Hay algunos déficits institucionales en la región y algunos de
ellos son propios de cada estado, algunos de ellos son propios de la
comunidad internacional y algunos de ellos son propios de la comunidad
universal. En este momento
apostemos nuestro objetivo a los que son propios de nuestra región.
Miremos, por ejemplo, el comercio.
El comercio como un factor civilizador, como un instrumento de
crecimiento, como un instrumento destinado a no aumentar la brecha entre
pobres y ricos, sino como un instrumento capaz de acercar posiciones y de
buscar, por la generosa expansión del beneficio a todos una mejor calidad
de vida desalentando así situaciones extremas que muchas veces son
conducentes al acto final del terrorismo.
El terrorismo no es solo una manifestación política, que también
lo es, no es solo una manifestación en muchos casos de radicalismo
doctrinario, que también lo es, es en muchos casos también el resultado
de un habitat congestionado, comprometido, yo diría infeccionado
por muchos de los factores externos como son sin duda los medios de vida y
la calidad de vida en su conjunto, pero sigue siendo terrorismo.
Y aquí aparece otro elemento que es el crédito internacional.
¿Cómo podemos asegurar un hemisferio, una región, su desarrollo, la
incorporación, la inserción de más gente, un mejor trabajo colectivo,
una mayor productividad, sin crédito?
¿Es imaginable que podamos hacerlo? No, no es imaginable.
Entonces aquí también hay
un capítulo para la revisión, extraordinariamente importante.
El esquema de Bretton Woods ya no da más, el esquema de Bretton
Woods ya está agotado, hay que pensar en una nueva arquitectura en esa
materia. Y este no es un tema
de hoy, tampoco es un tema de ayer, es un tema que venimos viviendo
durante estas últimas dos décadas, intensamente.
Por lo tanto, de este concepto de seguridad, polivalente,
multidimensional, interrelativo, como es el que emerge de México, no
pueden quedar afuera temas centrales, como estos que nosotros a nuestro
juicio creemos deberían ser incluidos.
Por último, señor
Presidente, hay temas que hacen al déficit institucional, hay temas que
hacen al déficit de la cooperación, hay temas que hacen a la ausencia de
un verdadero sistema financiero integral, hay temas puntuales que hacen,
en muchos casos a la defensa de recursos naturales específicos –como el
agua, por ejemplo- frente a la contaminación medioambiental o al uso
excesivo de los recursos. Hay
un catálogo, yo diría, no infinito, pero extremadamente amplio de temas.
Pero hay sí, un factor que actúa sobre todos ellos, es la
formación de líderes sociales y políticos.
No es posible manejar
esta agenda tan compleja del mundo de hoy sin que tengamos en cuenta que,
en definitiva, es manejada por personas que han de estar dotadas de las
condiciones necesarias para ello. Por
ello pongo un llamado de atención, un foco especial de luz sobre esta
cuestión de la formación de líderes sociales y líderes políticos, y
sé que la Organización puede en esta materia
volcar un
extraordinario apoyo.
Por último, señor
Presidente, yo quiero dejar una vez más expresada nuestra preocupación
por una idea que, a nuestro juicio, ha de dominar las relaciones
contemporáneas, que es la coordinación entre el regionalismo, la
internacionalidad y la mundialización.
Son tres ideas, cada una de ellas válida, cada una de ellas
consecuente con su propio ámbito de aplicación y a su propio objeto.
Con estas palabras tratamos de contribuir a esta apertura de este
intercambio que para nosotros significa recibir un documento, darle la
aprobación y también hacer en la medida de nuestras posibilidades, los
respectivos comentarios.
Muchas gracias.
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