25/04/04
MAS IMPUESTOS, MENOS DESARROLLO ECONÓMICO
"Es mucho más el resultado fiscal que logra un país con
el crecimiento, como consecuencia de la expansión de una actividad, que con
el gravamen", sostuvo el Presidente de la República, Jorge Batlle,
poco antes de partir hoy hacia Sudáfrica y el Congo, agregando que
"gravar el agro, gravar la industria, sería tirarle de la cola;
impedir que sigan creciendo".
DECLARACIONES A LA PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA
REPÚBLICA, JORGE BATLLE, EN LA BASE AEREA N° 1, ANTES DE SU PARTIDA HACIA
SUDÁFRICA Y LA REPUBLICA DEMOCRATICA DEL CONGO.
25/04/2004
PRESIDENTE BATLLE: Muy buenos días, señores. Como
ustedes saben emprendemos hoy un viaje con el destino de la República de
Sudáfrica y la República del Congo. Son dos circunstancias a nuestro
juicio muy importante, puesto que en Sudáfrica asistiremos a la reelección
de su Presidente y a la celebración de los diez años de haber terminado el
apartheid en Sudáfrica. Creo que es muy importante que el Uruguay participe
de esa celebración, conjuntamente con un conjunto muy importante de jefes
de estado, presidentes de las repúblicas de África y de otros continentes
del mundo.
Sudáfrica ha estado vinculada ya al MERCOSUR, su
presidente Thabo Mbeki, ha estado invitado y participando en las reuniones
que tuvimos en Florianópolis; existe una natural vinculación con ese
país, y pensamos que podemos no solamente desde el punto de vista comercial
y del punto de vista cultural, sino fundamentalmente del punto de vista
político, trabajar junto con Sudáfrica en una serie de emprendimientos
para los que el Presidente de Sudáfrica en su momento -además de
Presidente de Sudáfrica, Presidente del Congreso Africano- nos solicitó
participación a los uruguayos en instancias en que era imprescindible que
el conjunto de las Fuerzas de Paz del Uruguay aceptaran tomar control de la
zona más difícil y más riesgosa, por las dificultades existentes en la
frontera de la zona del Lago Alberto y demás, en Bunia en particular, por
parte de las tropas de Paz del Uruguay y particularmente por parte de la
unidad del Ejército de la República.
Así lo hicimos en atención a esa solicitud. Como
ustedes saben, el Uruguay constituye la fuerza individual más importante
dentro de todas las Fuerzas de Paz, no solamente por la presencia muy
importante de tropas del Ejército, sino también por la presencia
significativa, en la apertura de las comunicaciones en el Río Congo, de la
Marina Nacional, y también en el manejo y control de distintos aeropuertos,
aeródromos, por parte de la Fuerza Aérea.
Concurriremos pues al Congo, con el propósito de
ponernos en contacto con su Presidente y luego de estar Kinshasa ir a
Kisangani, la antigua Stanleyville, sobre el Río Congo, para estar allí
reunidos con las fuerzas; condecorar a las unidades como se lo merecen y se
lo han ganado por su capacidad y por la forma en que se han desempeñado,
que determinan que todas las autoridades de Naciones Unidas no solamente lo
hayan expresado así, sino que cada vez que ellos están movilizándose de
un sector a otro por disposición del Comando Superior, los jefe locales
piden que se queden con ellos y que sigan participando en las tareas que han
desempeñado hasta ahora con excelencia.
Entiendo que esta vinculación que el gobierno ha tratado
de llevar adelante, con el Continente Africano, particularmente con Angola,
ahora con Sudáfrica y con el Congo, son vinculaciones de gran porvenir e
importancia para el Uruguay. Desde el punto de vista de nuestra
participación en el Congo, hemos estado hablando recientemente con el
señor director de la FAO, el señor Diouf; se lo vamos a plantear así, en
acuerdo con el Ministro de Defensa Nacional y con los Comandantes al
Presidente del Congo, también, conjuntamente con el Director de la FAO.
Nosotros entendemos que nuestras fuerzas pueden realizar
otras tareas muy importantes, para ayudar al reestablecimiento
institucional, a la organización administrativa y al funcionamiento pleno,
una vez alcanzada la paz de la República Democrática del Congo.
Creemos que el Uruguay no solamente puede ser útil y
eficaz en lo que hasta ahora ha desempeñado no solamente en el Congo, sino
en el resto de los países adonde nuestra fuerza ha estado presente, sino
que además también estamos en condiciones de aportar capacidad y recursos
humanos a nivel adecuado para atender muchos otros problemas que esa enorme
y muy rica nación necesita para establecer definitivamente un sistema
democrático que sea estable, que sea duradero y que no sea permanentemente
alterado por problemas -digamos- internos, de distinto orden y carácter.
En ese sentido, vamos a tomar también contacto reiterado
con las autoridades de Naciones Unidas, adonde tenemos una muy buena llegada
en función de lo que ha sido hasta ahora el comportamiento excelente y muy
eficaz, y responsable, de las fuerzas uruguayas.
Bueno, esto es cuánto les quería transmitir. Nos
encontraremos a nuestro regreso, regresaremos creo que el viernes a
medianoche y nos encontraremos el sábado por la mañana en Suárez, para
hacer la transmisión del mando si eso es lo que está dispuesto, así que
muchísimas gracias.
PERIODISTA: Presidente, una pregunta.
PRESIDENTE BATLLE: SÍ.
PERIODISTA: Un asesor del Frente Amplio manejó la
posibilidad de que, si esa fuerza política fuera gobierno, se gravara al
agro...
PRESIDENTE BATLLE: ¿Sea qué?
PERIODISTA: Sea gravado con impuestos el agro. La
política de su gobierno ha sido liberal en cuanto a impuestos para ese
sector, ¿usted qué opina?
PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo creo que los gravámenes en
términos generales son necesarios, pero sirven cuando ellos no coartan el
crecimiento del país. Nosotros tratamos de ayudar a que el agro creciera y
se liberara de distintas dificultades. Primero fue el atraso cambiario, más
tarde fue mantener los reintegros a toda la cadena agropecuaria;
concomitantemente fue eliminar los impuestos.
¿Cuál ha sido la respuesta del agro, al amparo además
de condiciones internacionales positivas? Un enorme crecimiento. Es mucho
más el resultado fiscal que logra un país con el crecimiento, como
consecuencia de la expansión de una actividad, que con el gravamen. Por
tanto, gravarlo sería tirarle de la cola; gravar el agro, gravar la
industria sería tirarle de la cola; impedir que sigan creciendo.
Vea, en el momento más difícil nosotros mantuvimos los
reintegros a la exportación; cuando más dificultades de caja teníamos, y
habiéndose beneficiado el sector industrial y fundamentalmente el sector
agro-industrial por la modificación cambiaria, nosotros hicimos un esfuerzo
enorme pero no tocamos el reintegro. ¿Por qué? Porque sentimos que todo
aquello que significa gravar al que exporta, en vez de ayudar al empleo y
ayudar al crecimiento, tira para atrás.
¿Qué hicimos en el aquél momento? Pusimos el COFIS,
pusimos otro tipo de imposición que nos pareció que era soportable por la
economía en general, y apelamos a una cosa que todo el mundo se dio cuenta
cuál era el destino de esa imposición, pusimos el IRP; que no era la
primera vez que se ponía en el Uruguay. ¿Y lo pusimos en función de qué?
En función de que si gravábamos el sector productivo no íbamos a crecer.
Si gravábamos aquellos que tenían un ingreso y que iban a tener que ser
los que iban a soportar ese empujón negativo que supone cualquier impuesto;
iban a dar lugar a que creciera el Producto y al crecer el Producto ellos
iban a poderse liberar de ese gravamen. Cosa que hicimos, liberamos del IRP
inclusive a los pasivos los liberamos en un 100 por ciento.
¿Por qué? Porque esto creció. Si hubiéramos puesto
impuestos acá y hubiéramos sacado las detracciones, y hubiéramos sacado
los reintegros mejor dicho, no hubiéramos crecido y entonces hubiéramos
tenido que seguir con los impuestos, o aumentando los impuestos, sin tener
ningún resultado.
O sea, los países tienen que darse cuenta, y sobre todo
los países pequeños como el Uruguay, que crecen desde la exportación.
Para el 2010, el sector primario uruguayo y su derivación agroindustrial
puede doblar lo que exporta. En vez de exportar dos mil millones de dólares
pueden exportar cuatro mil millones de dólares. Eso es lo que da recursos
al Fisco, porque eso genera más actividades, genera más ventas, genera
más compras. Y ahí se genera el recurso para el Fisco; no se genera en
nuevos impuestos. Se genera en la expansión de las cifras de negocios, y la
expansión de la cifra de negocios es la que habilita el aumento de la
recaudación.
Fíjese usted, nosotros básicamente tenemos como
impuesto básico el IVA, ¿no es verdad? Se paga en las aduanas al entrar la
mercadería. Al aumentar las cifras de negocios la importación, que estaba
muy atrasada, crece, crece la recaudación.
¿Y por qué crece la importación? Y porque una persona
antes no importaba porque no podía vender el stock que tenía. Al mejorar
la economía en general, el stock se comercializa, el importador vuelve a
solicitar la importación de la mercadería, paga el impuesto en la aduana,
y aumenta la recaudación.
O sea, todo deriva de un hecho primero: que aumente la
producción y que sea exportable. Entonces, a ese hecho de base hay que
tratar de ayudarlo y no de perjudicarlo. Por eso nos parecería
inconveniente sostener cualquier tipo de impuesto, cualquier tipo de
gravamen, al sector productivo primario y al sector industrial. Es más, si
seguimos creciendo lo que tendríamos que hacer es al revés: es seguir
desgravando, es seguir bajando el impuesto.
Imagínese usted, que si nosotros podemos seguir
creciendo, y lo dice hoy el economista de Haedo con toda claridad; si
podemos seguir creciendo, nosotros podemos pedir al Parlamento mañana una
modificación de las autorizaciones que por Ley se nos ha dado, para bajar
hasta la base del IRP. Cosa que, ¿a dónde se vuelca eso? Y se vuelca al
consumo. ¿Y qué pasa en el consumo? Y se genera más actividad; y si se
genera más actividad hay más trabajo; es una política, digamos, a favor
del crecimiento y no una política a favor de la recaudación.
A veces eso no se puede hacer. Cuando usted está muy mal
y está en el sótano de la economía, por distintas circunstancias como nos
pasó a los uruguayos, tenemos que tomar medidas de ajuste muy negativas
para cualquier gobierno.
¿Usted cree que nosotros no sabíamos que íbamos a ser,
digamos, muy controvertidos en cuanto a nuestras decisiones, por haber
tomado medidas de ajuste muy duras durante la crisis del 2002 y del 2003? Lo
sabíamos, no había más remedio que hacerlo. Pero sabíamos también que
al hacer eso permitíamos que el país creciera, que aumentaran los ingresos
y que luego podíamos devolverle a la ciudadanía aquello que habíamos
tenido que solicitarle, a través de la rebaja del impuesto.
O sea, ¿cuál sería una sociedad ideal? Aquella que no
recaude impuestos, ¿no es verdad? Así nadie tiene que sacar de su bolsillo
para darle al Estado. Bueno, eso es imposible. Pero en la medida que usted
lo puede hacer de una forma eficiente, sin ninguna duda es mucho mejor.
Yo creo que sería muy inconveniente, porque es el sector
más dinámico que tiene el país, la cadena agroindustrial, y es la que
más va a crecer en los próximos años sin ninguna duda en el Uruguay.
PERIODISTA: Señor Presidente, el doctor Tabaré Vázquez
le envió una carta solicitándole permiso para entrevistarse con los
Comandantes de las Fuerzas Armadas. ¿Le va a conceder ese permiso?
PRESIDENTE BATLLE: Vea, yo recibí una hoja, que
pretendí manejar ese tema de una forma reservada; se lo encargué al doctor
Ramela, pero veo que el doctor Vázquez la ha dado a publicidad el hecho que
me haya mandado una hoja. La hoja tiene defectos formales y defectos
sustanciales.
Los defectos formales es que el encabezado dice
"Señor Presidente"; supongo que soy yo. Habitualmente los
encabezados dicen "Señor Presidente, fulano de tal, de mi
consideración"; y es una hojita que dice "Señor
Presidente", punto.
La segunda cosa que debo decir, que tiene defectos
sustanciales e imposibles –digamos- del Presidente resolver, porque la
única clara prohibición que existe en la Constitución es la prohibición
a los señores integrantes de las Fuerzas Armadas; les está prohibido hacer
política, expresamente les está prohibido hacer ningún acto que tenga que
ver con política, salvo el voto. Y lo que se me solicita es que yo autorice
para discutir cuestiones programáticas, para analizar cuestiones
programáticas. Así que aunque quisiera no lo puedo hacer, porque la
Constitución me lo prohíbe.
Ahora, como el doctor Vázquez tiene interés en conocer
el punto de vista de, bueno, no de las Fuerzas Armadas, las Fuerzas Armadas
están representadas por el Presidente de la República y por el Ministro
del ramo; yo quiero aprovechar para comunicarle al doctor Vázquez, que de
pronto no lo sabe, de que ya hace muchos meses que el Poder Ejecutivo le
remitió al Parlamento de la República una modificación sustancial de la
ley madre, de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, que está en la
Comisión del Senado, que ha sido presidida el año pasado creo que por el
senador Fernández Huidobro. O sea, que el Ministro del ramo -acompañado
por los Comandantes en Jefe- está en condiciones de concurrir a la
Comisión del Senado, para analizar este tema con todos los Senadores que
representan a todos los partidos, y que es el lugar natural en donde estas
cosas se deben resolver.
Autorizaciones, prohibidas por la Constitución, ningún
Presidente que respete la Constitución y respete la Ley las puede dar.