El Ejército de la Patria puede formar ciudadanos capaces de vivir en
    democracia y convivir en paz con respecto al prójimo y a sí mismo,
    "porque lo ha hecho a lo largo de toda su historia en el Uruguay",
    dijo el Presidente Batlle.
    
    
    
    PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE,
    EN EL ACTO DE HOMENAJE A LAS TROPAS URUGUAYAS DESPLEGADAS EN EL CONGO
    28/04/20004
    PRESIDENTE BATLLE: Señores Ministros, mister Swing,
    señores Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas del Uruguay, señores
    oficiales, señores clases, soldados, integrantes de las distintas fuerzas
    que componen las unidades desplegadas en el Congo por el Uruguay:
    Es esta, sin ninguna duda, una ocasión memorable en la
    historia de las Fuerzas Armadas del Uruguay. Y la primera cosa que tengo que
    decirles a ustedes, es que soy portador del saludo de todo el pueblo del
    Uruguay, que siente que ustedes lo han representado, haciendo honor a las
    tradiciones militares que distinguen a nuestro país, a las tradiciones
    civiles democráticas que distinguen a nuestro país, haciendo honor a lo
    mejor de nuestra gente a lo largo de toda nuestra existencia.
    Es el mismo Ejército de Artigas, el Ejército del pueblo
    del Uruguay, que hoy cumple con eficacia, con integridad, con esfuerzo, con
    coraje, con disciplina y con inteligencia, la sagrada misión de asegurar en
    este continente formidable, lleno de oportunidades y de necesidades, la
    nobilísima tarea de luchar por la paz.
    Mister Swing me recordaba, al llegar próximo a esta
    base, que el año que viene se celebrará en el Uruguay el 70° aniversario
    de la primera fuerza de paz desplegada en nuestro continente, en 1935,
    cuando participamos en la solución pacífica del conflicto lamentable que
    en un momento asoló al Chaco paraguayo y boliviano.
    De entonces a acá, nuestra fuerza ha cumplido con los
    mandatos y preceptos de Naciones Unidas, organización que el Uruguay
    integra desde la primera hora, que le cupo inclusive a su delegado de la
    época, el ingeniero Serrato, participar en la redacción final del propio
    texto de Naciones Unidas.
    El Uruguay, sabedor de que la única fuerza es el
    cumplimiento de la ley, porque sometidos todos a la ley todos seremos
    libres; el Uruguay, a lo largo de todo este tiempo, desde el nacimiento de
    Naciones Unidas hasta ahora, cada vez que Naciones Unidas lo ha requerido,
    ha estado presente acompañando su esfuerzo por la paz y lo volverá a estar
    en cada oportunidad que Naciones Unidas lo requiera de nuestro país y de
    nuestra fuerza.
    Pero en este caso muy particular, recuerdo perfectamente
    cuando hace un año el señor Presidente, reelecto recientemente, de
    Sudáfrica, el señor Mbeki, me llamó por teléfono para solicitarme la
    presencia de la fuerza uruguaya en la región de Bunia, y allá concurrimos
    cumpliendo con una solicitud del Presidente de Sudáfrica en nombre del
    Congreso Africano que él presidía entonces, sabedores que era sin ninguna
    duda una región en donde las tareas eran difíciles; donde la situación
    era inestable, y en muchos momentos ciertamente grave.
    Hemos cumplido con honor nuestras funciones. Como lo ha
    hecho el destacamento de la Armada y las fuerzas que representan a la Fuerza
    Aérea de la Nación, y seguiremos estando aquí en el Congo mientras las
    Naciones Unidas necesiten de la presencia del Uruguay en procura, no
    solamente de alcanzar la paz, sino de restablecer el funcionamiento normal
    de esta gran nación.
    En el día de ayer, conversando con el señor Presidente
    de Sudáfrica, señor Mbeki, le manifesté que las fuerzas del Uruguay -y el
    Uruguay todo- estaban comprometidos para continuar en esta tarea.
    Esta es, sin ninguna duda, la tarea política más
    importante que ha asumido Naciones Unidas. Es, de todas aquellas
    circunstancias y lugares en donde Naciones Unidas ha actuado y nos ha
    convocado, ésta es la más importante.
    La paz en esta región central, en este enorme país, en
    este país lleno de oportunidades y posibilidades, frente a este caudaloso y
    magnifico río que nos hace acordar a nuestro Uruguay, recorriendo desde el
    aire y por la tierra estas tierras ubérrimas, que sin ninguna duda pueden
    darle a la gente que aquí vive prosperidad y paz en vez de muerte y
    violencia, precisan de nosotros y nosotros le manifestamos al Presidente de
    Sudáfrica -y así le manifestaremos esta tarde al Presidente Kabila- que el
    Uruguay está dispuesto a seguir trabajando para asegurar la paz en el
    Congo, junto al esfuerzo de Naciones Unidas.
    Pero queremos decir más, queremos decir que sentimos que
    tenemos una obligación moral, para con aquellos pueblos que están teniendo
    las dificultades, para no solamente alcanzar al paz, sino organizar su
    administración; recomponer su tejido social, desarrollar su
    infraestructura, estimular su actividad productiva, agrícola, social, y
    acercarle a la gente salud y educación, y es mucho lo que las Fuerzas
    Armadas -y particularmente el Ejército de la Patria- puede hacer; porque lo
    ha hecho a lo largo de toda su historia en el Uruguay, porque lo hace todos
    los días, formando ciudadanos aptos y capaces para vivir en democracia y
    convivir en paz, en respeto al prójimo y a sí mismo, y esto es lo que
    estamos también dispuestos a llevar adelante y a hacer aquí en el Congo.
    Esta es, sin ninguna duda, una de las tareas más nobles
    que nos ha tocado emprender, y tengo la dicha como Presidente de la
    República, junto a los Comandantes en Jefe de las tres Armas, de poder
    llegar hasta aquí para manifestarlo ante ustedes; para en primer lugar
    agradecerles a los que han estado antes que ustedes y se han vuelto a la
    Patria, a ustedes que están acá y a los que vendrán en el futuro, cómo
    han actuado, cómo se han comportado, cómo han enaltecido el Pabellón
    Nacional, cómo han hecho de que el nombre del Uruguay sea un nombre coreado
    con alegría; y cómo han hecho que nuestro país sea conocido y respetado,
    y cómo han hecho de que esta pequeña Patria de donde venimos, de miles y
    miles de kilómetros de distancia, tenga un lugar de preferencia en el
    corazón de cuántos nos han conocido.
    Y esto, señores, se lo debemos al esfuerzo de todos y
    cada uno. Las Fuerzas saben que actuar en un colectivo supone, no solamente
    la disciplina y la actividad en común y las conductas comunes, sino
    también y fundamentalmente supone la fortaleza de cada uno de nosotros,
    para hacer de cada uno de nosotros el representante mejor de todos nosotros,
    del Uruguay aquí en el Congo.
    Y esto ustedes lo muestran día a día, y esto
    enorgullece al Uruguay, enriquece su historia, fortalece sus tradiciones, y
    nos asegura el respeto de la comunidad internacional, siendo además ustedes
    el agrupamiento más numeroso de cuántos están desplegados acá en el
    Congo, tienen por ello naturalmente la mayor de las responsabilidades.
    Y yo le digo a ustedes que vuelvo tranquilo al Uruguay, a
    decirle a todos los uruguayos que nuestra bandera luce limpia y enhiesta en
    alto, y que podemos decir todos, con alegría y con firmeza, desde el
    corazón y con el alma: "¡Viva el Uruguay y viva el Congo!".
    Señores, señores, esta enorme y noble tarea queda de
    nuevo en las mejores manos, vuestras manos. Muchas gracias.