20/12/04

Con la presencia del Presidente de la República, Jorge Batlle, se llevó a cabo en el Salón de Actos del Edificio Libertad la presentación de la Segunda Edición del Índice de Responsabilidad Social Empresarial, que elabora la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE).

A continuación se incluye la información brindada por ACDE sobre el alcance y el objetivo que se persigue con el denominado Índice de Responsabilidad Social Empresarial.

El objetivo es impulsar la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en Uruguay, como se hace en todo el mundo. Esto es crucial en el nuevo escenario global. Hoy por hoy, estas son las dos caras de la misma moneda: no hay rentabilidad sin mejora de la calidad de vida de la comunidad, y no hay mejora de la calidad de vida de la comunidad si no hay rentabilidad empresarial. En otras palabras, no hay desarrollo económico sin desarrollo humano.

El Índice permite medir e impulsar la Responsabilidad Social Empresarial, la que beneficia a la comunidad, aumenta la rentabilidad de las empresas y mejora el ámbito laboral. Es un proceso de mejora continua, donde la meta es una creación conjunta e inacabable.

Es conciliar los objetivos de productividad, competitividad y rentabilidad de una empresa, con el desarrollo de las personas que en ella trabajan, promoviendo la mejora de la calidad de vida de la comunidad en que se actúa y ayudando a preservar el medio ambiente.

Esto permite afirmar el desarrollo humano y el crecimiento sostenido, fortaleciendo el tejido social de las comunidades, sin ser un reglamento obligatorio, sino que se trata de una iniciativa voluntaria y abierta, que promueve las buenas prácticas empresariales. El lo que Robert Rubenstein resume como "gente, ganancia y planeta" (people, profits and planet).

El Índice es un autodiagnóstico que permite relevar el grado de avance en las distintas dimensiones de la Responsabilidad Social.

Porque en los estatutos de fundación de ACDE, del año 1952, ya se habla de impulsar el "desarrollo social". Más concretamente, entre los años 1993 y 1997 ACDE creó un concurso denominado "Llamado a la excelencia empresarial" que promovía la Responsabilidad Social, al punto que en 1998 se cambió el nombre del premio y se le denominó "Hacia una empresa competitiva, eficiente y con Responsabilidad Social".

Muchos países, en particular los que tienen más desarrollada la RSE, ya articulan Índices, Balances Sociales o mediciones equivalentes, como es el caso de Bélgica, Alemania, Francia, Suecia, Reino Unido, Suiza e Irlanda, entre otros.

Se hace por intermedio de encuestas destinadas a la dirección y a los funcionarios de las empresas. Esto permite un doble objetivo: obtener un número global, que es el que se dará a publicidad en diciembre, que resume el estado de la Responsabilidad Social Empresarial de las empresas participantes en un año determinado, sin discriminarlo por empresa; y por otro lado permite que cada empresa conozca, a nivel interno, en qué posición se sitúa respecto a ese Índice global, constituyéndose de este modo en un autodiagnóstico que releva el grado de avance de cada empresa en las distintas dimensiones de la Responsabilidad Social. En un futuro podrá elaborarse un ranking de las empresas mejor posicionadas en la Índice de Responsabilidad Social.

El Índice impulsa la RSE al interior de la empresa y en la comunidad. La toma de conciencia de la RSE al interior de la empresa permite ganar competitividad (como se demuestra en las experiencias de empresas concretas en todo el mundo) y la comunidad gana en inclusión y cohesión social, lo que repercute también en el crecimiento de la empresa.

En otras palabras, el retorno de la empresa que participa en el Índice consiste en que, a partir de esta primera medición, la empresa implementará políticas cada vez más activas de RSE, las que traen como consecuencia mayor competitividad y rentabilidad así como mayor inclusión y cohesión social para la comunidad.

Los beneficios de ser socialmente responsables constituyen, por eso, una relación ganar-ganar. Los resultados son siempre positivos en todos los aspectos: mejoran el posicionamiento de la empresa en la comunidad, mejoran el clima laboral al interior de la compañía, satisfacen necesidades de los directos beneficiarios de la iniciativa a nivel de la sociedad y se produce un incremento en las utilidades de la empresa, lo que atrae más inversionistas y beneficios para la comunidad.

Con el Índice el empresario toma conocimiento de lo que piensan sus empleados y en qué áreas sus funcionarios creen que la empresa tiene debilidades, o sea le permite evaluar a la empresa y en algunos casos mejorar el clima organizacional interno. A su vez obliga a la dirección de la empresa a sentarse un rato a pensar y visualizar a la organización como un todo, cosa que a veces los empresarios no hacemos porque apagamos incendios todo el día, pero no conseguimos mirar a la empresa como un todo.

Hay que recordar que las empresas son las que pueden liderar los cambios y por tanto los empresarios deben tener visión de futuro. El Índice es una herramienta que busca ayudar a los hombres de negocios a pensar en los cambios y en cómo implementarlos.

Por la cantidad y la diversidad de empresas que respondieron a la convocatoria, se demostró que todos están percibiendo que incrementar la RSE beneficia a todo tipo de empresas. En el Índice de ACDE están participando empresas multinacionales y nacionales, grandes y pequeñas, y de los más diversos sectores, tanto industriales como de servicios.

ACDE ha elaborado, con la experiencia acumulada por la propia institución y por su Escuela de Negocios, ISEDE, así como estudiando experiencias semejantes de otros países, una serie de factores con sus respectivas ponderaciones que son las que conforman la RSE. Privilegia la generación de nuevos puestos de trabajo; la formación de los empleados y la promoción del espíritu emprendedor; la incidencia en la sociedad en la que se actúa, apuntando más a la construcción de ciudadanía que al asistencialismo; la mejora continua de productos y servicios y las medidas de preservación del medio ambiente. Pero no se miden a todas las empresas con la misma vara, porque esto no arrojaría un indicador fiel.