El Presidente de la
República, Jorge Batlle, sostuvo que, si bien existe ya una resolución del
gobierno de México de que en el lapso de los próximos 90 días ese país
estaba en condiciones de procesar la apertura de sus mercados para nuestras
carnes, se alcanzará dicho objetivo en un menor tiempo luego del diálogo
mantenido con el Presidente Fox.
DECLARACIONES A LA PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA
REPÚBLICA, JORGE BATLLE, TRAS SU REGRESO AL PAÍS DESDE MÉXICO
15/01/2004
PRESIDENTE BATLLE: Estimados amigos, muy buenos días. En
primer lugar, queremos decir que ha sido realmente un viaje en el que hemos
pasado más tiempo arriba de los aviones que en tierra, ¿no? Puesto que la
reunión de México, que fuera realmente una reunión que tuvo lugar como lo
ha sido antes en una ciudad realmente hermosa, una ciudad realmente muy
importante con una población no menor a la de todo el Uruguay, fue una
reunión que a nuestro juicio, desde el punto de vista del Uruguay, los tres
temas que se trataron allí fueron temas que estaban unidos
indisolublemente, porque, así como lo declaró el Uruguay, a juicio del
Uruguay, no existe desarrollo social posible, así como no se consolida la
gobernabilidad en un país, si no existe crecimiento económico sostenido.
Para el Uruguay el crecimiento económico sostenido,
sobre todo de pequeños países como el nuestro, como son muchos países de
América Central, de América, del Caribe, y países de América del Sur, se
fundamenta en dos aspectos, que fueron resaltados también, al igual que
nosotros, por San Salvador, por Honduras, por Bahamas, Barbados, Jamaica,
con una conducta interna en materia de ordenamiento fiscal muy clara, que le
permite a los países ser confiables desde el punto de vista de las
inversiones, y por una conducta externa de inserción del país en el mundo.
El Uruguay consolidó públicamente, una vez más, la
idea de que estos países crecen, que estos países pequeños crecen,
fundamentalmente desde la exportación y que es la exportación el gran
motor del crecimiento económico general, y es por ello la exportación la
que le puede dar a los países no solamente más oportunidades hacia
adentro, sino la que los genera por darlas esas oportunidades hacia afuera.
El Uruguay eso lo ha visto, lo ha visto en la crisis que
hemos vivido, de la cual hemos salido con conducta interna, tomando en el
2002 medidas muy negativas, muy adversas, para la población, como todo el
mundo fue consciente de que ello era así, pero que nos permitieron luego
recuperar rápidamente en el segundo semestre del 2003 la economía y que
nos permiten hacerlo sin desmedro de que el Uruguay mantiene -como lo
establece la CEPAL- el mayor porcentaje de inversión social de todos los
países de América del Sur, y América Central y el Caribe.
Por ello, para nosotros el punto central, y el más
importante de la reunión, fue la confirmación del ALCA para el año 2005.
Naturalmente, el documento no podía hacer referencia a otra estructura
posible que no fuera la del ALCA, dado que éramos los países de América
del Norte, Central y del Sur y el Caribe que estábamos allí reunidos. Pero
el Uruguay señaló que, además de su interés de incorporarse al ALCA,
reiteramos nuestro interés en la agenda con Europa, que este año 2004
entendemos que es central.
Reiteramos nuestro interés en la postura del Grupo de
Cairns, que integramos, en las negociaciones de Doha y en las negociaciones
que el grupo de Cairns mantuvo en Cancún. Reiteramos nuestro interés en
consolidar nuestras relaciones comerciales con China y con la India, a donde
estamos preparando un viaje para el mes de abril próximo.
Tenemos la noticia, además, de que el Secretario para
los Negocios Internacionales de los Estados Unidos, el señor Zoellick, le
acaba de enviar una carta a ciento cuarenta naciones vinculadas a la
necesidad de volver a poner en marcha los procesos de diálogo multilateral
a propósito, fundamentalmente de un hecho que nos parece central que es la
disminución o supresión o modificación, a los efectos es todo lo mismo,
de los subsidios a las exportaciones de los países centrales como son los
Estados Unidos, Canadá y los países europeos.
Desde el punto de vista concreto de nuestra entrevista
con el Presidente Fox, a propósito de los temas de la carne, mantuvimos una
entrevista con el Presidente Fox y con el Canciller, el señor Derbez, y con
el Ministro de Economía conjuntamente con el Canciller del Uruguay.
Existía antes de nosotros salir del Uruguay ya una resolución del gobierno
de México, a través de su autoridad sanitaria, de que en el lapso de los
próximos 90 días México estaba en condiciones de procesar la apertura de
sus mercados.
Lo que nosotros le planteamos al Presidente Fox, con
quien hemos tenido por cierto un diálogo muy abierto, es la necesidad que
tiene el Uruguay de que ese proceso administrativo, que es lo único que
queda por resolver, se pueda hacer con mayor rapidez, y estoy absolutamente
convencido que ese va a ser el resultado final de nuestra conversación. No
necesitaremos, de seguro, de todo ese plazo para volver a estar con nuestros
productos en el mercado mexicano, donde particularmente ya se está notando
el problema. Es más, inclusive en algunas ciudades como Monterrey, en donde
los hábitos alimenticios son absolutamente similares a los nuestros, es una
ciudad para la que la carne es el alimento principal, era muy interesante
observar como en la televisión se hacía -por alguna gente naturalmente-
propaganda de lo buena que era la carne de caballo, aunque naturalmente los
volúmenes de más de 200 mil toneladas de carne que se han dejado de
importar de los Estados Unidos, no están en condiciones de ser reemplazados
ni por carne de caballo, ni por carne de nada, sino por los suministros de
producciones de países que, como el Uruguay, están en condiciones de
asegurar y de garantizar la sanidad de su producción.
También en la conferencia hubo algunos problemas
planteados a propósito de los planteos de Bolivia, la respuesta de Chile.
Yo creo que en esa materia lo que todos tenemos que sentir es la necesidad
-y conversamos con el Presidente Fox sobre esto, y con otros Presidentes- la
necesidad que tenemos todos los americanos de buscar a través de nuestra
colaboración de que las cosas se solucionen, como nosotros las solucionamos
en su momento cuando tuvimos que llevar adelante el acuerdo de fronteras con
la Argentina, como se solucionó después entre el Ecuador y el Perú
problemas que fueron también difíciles, y yo estoy absolutamente
convencido que la intención natural de todos los habitantes y gobernantes
de ambos países es -digamos- buscar soluciones, buscar soluciones que le
faciliten a Bolivia, ya sea por el Pacífico o por el Atlántico, soluciones
que le faciliten a Bolivia el acceso libre al mar.
El Uruguay reitera, una vez más, que en ese sentido
está totalmente dispuesto a buscar en las costas atlánticas o en las vías
fluviales del Uruguay todas las soluciones que puedan ser convenientes, para
que, tanto Bolivia cómo Paraguay, puedan procesar sus productos. En el caso
de los granos, por ejemplo, las nuevas instalaciones que se acaban ya de
adjudicar en Nueva Palmira van a facilitar enormemente la salida de los
granos bolivianos de las zonas bajas de Bolivia al comercio internacional,
con costos de transporte mucho más competitivos que lo que supone atravesar
todo el Continente para salir al Océano Atlántico a la altura del
Paranagua.
Creo que fue una buena reunión, en el sentido de que el
documento que se emitió, es un documento que refleja algo que todos los
presentes manifestaron con convicción. En primer lugar, que tenemos todos
muchas tareas que cumplir, nosotros, cada uno en su país, en función de su
esquema, en función de su realidad, tareas que en algunos casos se refieren
a la educación, en otros casos a la salud, en otros casos al ordenamiento
del Estado, a su funcionamiento adecuado, en otros casos a la firmeza de sus
instituciones judiciales, a la trasparencia de sus actividades estaduales;
todos tenemos realidades distintas y todos los gobernantes reconocieron que
en ese sentido tenían que orientar sus esfuerzos.
Pero todos, también, reconocieron de que todo eso es
conveniente, es necesario, es imprescindible, pero si no hay un esfuerzo por
incorporarse al mundo y por conseguir la apertura de los mercados, los
resultados no van a ser los que se precisan, todos sienten la necesidad de
que haya varios años continuados de aumento no menos del 4 punto del
Producto de cada uno de estos países.
En ese sentido, al principio de la reunión, escuchamos
al señor Köhller, el director general del Fondo, y al presidente del
Banco, el señor Iglesias. El señor Köhller fue muy claro insistiendo en
los puntos de vista del Fondo con respecto a una ortodoxia fiscal necesaria,
tema que nosotros por supuesto compartimos, pero también dijo que el
crecimiento de la economía americana anunciaba una época de bonanza en
estos años con respecto a que el país más importante del mundo tenía una
economía que iba a funcionar a un mejor ritmo. Lo mismo reiteró el
presidente Iglesias, señalando además -como ustedes saben- la disposición
de ese Banco de ayudar, y sobre todo ayudar a los sectores industriales
menores, las así llamadas pequeñas y medianas industrias, en donde el
Banco Interamericano de Desarrollo está haciendo un esfuerzo muy
consistente, y yo creo que muy útil.
Nosotros reiteramos las palabras del presidente del Banco
Mundial en Monterrey hace dos años, y con esto finalizo la explicación,
cualquier otra cosa sobre este tema en concreto, acá tenemos al Canciller
que ha participado como corresponde de todas estas resoluciones estampadas
en el documento final.
El señor Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, dijo
en Monterrey hace dos años, hizo una estimación numérica además muy
precisa, que si en lugar de esa ayuda colectiva que el G-7, o G-8 da, que es
un porcentaje muy pequeño del Producto, se rebajase un porcentaje similar
de lo que son los porcentuales de los subsidios, lo que ganarían los
países en crecimiento, en desarrollo y oportunidades para colocar sus
productos, sería enorme. Por ejemplo, un caso muy concreto: si se rebajase
el subsidio a la exportación de algodón de algunos países, como Estados
Unidos por ejemplo, el crecimiento de la producción de algodón en los
países más frágiles de África sería formidable. Que sería además lo
imprescindible para atender lo que es otra cosa que no estuvo tan en central
en el escenario de los análisis que hicimos en Monterrey, pero que yo
quisiera compartir con ustedes. En los próximos años, de aquí al 2050, la
población del mundo va a doblarse casi, va a llegar a 9.000 millones, y eso
se va a hacer en forma totalmente -digamos- no igual. O sea, Europa va
quizás a disminuir algo en su población, pero África -por ejemplo,
Nigeria, Somalía, Eritrea, Yemen, Malí- van a cuadruplicar las
poblaciones, cuadruplicar las poblaciones; son los países más débiles,
son los países que están más desprotegidos, son los países que tienen
menos accesos, son los países que tienen más enfermedades crónicas
extendidas, son los países que tienen más dificultades de gobernabilidad,
y son los países que precisan en este mundo más ayuda y más rápida.
Por tanto, el Uruguay insiste: todo es una sola cosa y
todo está alrededor de una globalización que ya no puede más discutirse
sobre eso, ya no tiene más sentido que sigamos discutiendo que la
globalización no viene; no, está instalada, lo que pasa que tenemos que
forzar las puertas de una globalización real en donde la vía sea de doble
mano y no de mano sola, de mano única. Y ese es el punto que hoy está
básicamente en discusión.
Si ustedes quieren hacerle alguna pregunta al señor
Canciller, a la orden.
PERIODISTA: Voy hacerle una pregunta, que tiene relación
porque ha estado usted también en Monterrey, el Presidente, el gobierno
argentino, el Poder Ejecutivo argentino haya presentado una demanda penal
por el caso Gelman, mientras que entre los testigos a citar estaba su propia
persona. No sé si estaba al tanto de la situación, y qué opinión le
merece.
PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo cuando paso por Buenos Aires
como la otra anterior oportunidad en que veníamos de otra reunión de esta
naturaleza, cuando paso de Santa Cruz, por supuesto leo los diarios; leí La
Nación de Buenos Aires esta mañana y vi ese anuncio que hace el Secretario
de Derechos Humanos, el señor Duhalde, a propósito de ese caso. No tengo
ningún comentario para hacer porque la única cosa que vi es eso.
La única cosa que sí quiero reiterar, y quiero decir,
es que el Uruguay en esa materia ha cumplido con todas sus obligaciones
legales y con todas sus obligaciones morales, puesto que la Comisión para
la Paz ha hecho una investigación muy prolija, no solamente de los casos
sometidos a la Ley de Caducidad, sino de todos los casos, y ha suministrado
al país entero toda la información. El gobierno de la República se lo ha
suministrado a las autoridades argentinas toda la información, toda la que
poseemos. No estamos dispuestos a inventar informaciones, eso no. Hemos
manifestado y reiteramos que seguiremos de cerca, no solamente este caso,
seguiremos de cerca todos los casos que están pendientes.
El gobierno de la República se lo ha manifestado así,
en su oportunidad por distintos medios, al gobierno argentino, y creo que va
a ser un momento necesario de manifestárselo por nota. Hay más de 80
uruguayos desaparecidos en la Argentina, no tenemos información alguna
sobre ninguna de las personas que desaparecieron en la Argentina: ni cómo,
ni cuándo, ni de qué manera. Estamos haciendo un trabajo con las
administraciones anteriores, que venía caminando con eficiencia, tratando
de recuperar no solamente a través de la información judicial, sino
fundamentalmente antropólogos, los restos de algunos uruguayos que se
hallaron en tumbas NN, pero es una cosa muy lenta, y no tenemos a partir del
ingreso de esta nueva administración en la Argentina, no tenemos ninguna
información más. Y creemos que son tan igualmente dignos de la
preocupación y el respeto de las autoridades, no solamente el destino final
de la señora Irureta Goyena de Gelman, sobre lo cual hemos trabajado y
seguiremos trabajando como es notorio, como lo hemos hecho nada más y nada
menos que en el caso de su nieta, sino que además lo seguiremos haciendo
ante las autoridades argentinas sobre los más de 80 uruguayos allí
desaparecidos.
PERIODISTA: Ahora, Presidente, el gobierno argentino
insiste en que la investigación es sobre el tramo de la desaparición de
María Claudia García, en Uruguay.
PRESIDENTE BATLLE: El gobierno argentino insiste en tener
información y nosotros le hemos transmitido toda la información que hemos
tenido. Como usted se podrá imaginar, señorita, el interés, toda la
información que hemos tenido, toda la información que hemos tenido, toda
la información que hemos tenido. ¿Usted me deja hablar? Entonces, déjeme
hablar. Le hemos transmitido toda la información que hemos tenido. Cuando
después de haber transmitido la información, apareció una información
nueva -antes de la presencia del señor Kirchner en el gobierno- nosotros
igual la procesamos, y la procesamos inclusive en Córdoba, y la
información resultó una información inexistente. Eso quiere decir que
seguiremos trabajando ante cualquier nueva información que aparezca no
solamente en ese caso, en el caso de los 80 uruguayos, porque a mi lo
que me parece muy grave es que estemos preocupados nada más que por un caso
y nos olvidemos de los 80 uruguayos o más que desaparecieron en la
Argentina.
Nosotros hemos trabajado en silencio, no hemos hecho
ninguna querella a nadie, porque no creemos que con ellas se adelante nada,
sino que hemos trabajado en silencio con respeto y lo seguiremos haciendo.
Muchas gracias, muy buenos días.